EL Rincón de Yanka: LIBRO "¿ESO ES TODO LO QUE TIENES, DEMOCRACIA?": Destruyendo el mito sobre la presuntamente bondadosa era «democrática» en la Venezuela antes de Chávez

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jueves, 24 de abril de 2025

LIBRO "¿ESO ES TODO LO QUE TIENES, DEMOCRACIA?": Destruyendo el mito sobre la presuntamente bondadosa era «democrática» en la Venezuela antes de Chávez

 
¿ESO ES TODO 
LO QUE TIENES, 
DEMOCRACIA?

Destruyendo el mito sobre 
la presuntamente bondadosa 
era «democrática» en la Venezuela 
antes de Chávez


HECHO EN VENEZUELA, 
NO EN DEMOCRACIA

Dedicatoria de Pedro Lárez

Mi obra está tributada a todos los jóvenes latinoamericanos en general y a los jóvenes venezolanos en particular, quienes tal como yo y siendo así en la mayoría de los casos están viviendo procesos errados que fueron encausados por generaciones anteriores, sea por su pasividad ante el avance de élites corruptas e inoperantes, sea por su negligencia a la hora de elegir las soluciones para sus propios errores, sea porque nunca adquirieron una perspectiva a largo plazo ni midieron el impacto que tendrían sus decisiones y una débil institucionalidad social sobre su progenie.

Mi expectativa es que la obra presentada sirva como ejemplo de que sin importar tu edad puedes realizar un aporte a detener la negligencia de la clase política mediante la crítica al sistema que les da vida y a la ideología por excelencia que los legitima a través del control de la opinión pública. No les puedo hacer una promesa porque el futuro lo tenemos que construir todos, y espero que este sea un inicio para que tras tantas revoluciones vacías, inconsistentes y empobrecedoras podamos dar paso a una rebelión auténtica.

La rebeldía no nos hace ‘‘revolucionarios’’, ni guerrilleros, ni comunistas, ni socialistas, ni demócratas: es un rasgo de la juventud que se expresa de muchas formas sin necesariamente ser violenta o carecer de modales pero que siempre coincide en que nos hace disruptivos. Ese fuego que está dentro de nosotros es la chispa que enciende el motor de combate y construcción de nuevas ideas, es el que brilla en nuestro interior, es común a todos y es el que podrá llevarnos a reconstruir todo el daño que nos han provocado durante tanto tiempo los políticos, los activistas, los intelectuales, los socialités, los artistas y todos los que armaron el enorme circo en el que vivimos.

Esto no es más que el comienzo. Mi esperanza es que nuestros hijos no tengan que avergonzarse de ver un legado de miseria y que no deban sufrir todo lo que pasamos nosotros, solo quiero levantarme un día y simplemente respirar normalidad.

Quiero ver a las comunidades venezolanas fuertes, ricas, interconectadas y prósperas como también quiero ver a otros jóvenes impulsar reacciones en sus propios países para que en algún momento esta región deje de ser sinónimo de países bananeros y pueda dignificarse, no por narrativas de la ‘‘unidad de los pueblos’’ o mamarrucias similares, sino porque las personas pueden vivir en paz.

Dedico especialmente el trabajo a María Teresa y a Michelle: mi madre y mi novia. Fueron las únicas dos personas que siempre estuvieron interesadas por mi trabajo y creyeron en mi potencial desde que incursioné en este mundo, las únicas dos personas que siempre permanecieron en mi vida mientras los días pasaban, la gente cambiaba y la crisis empeoraba, las únicas dos personas que siempre confiaron en que mis decisiones al final del día eran correctas, que nunca me abandonaron y que me alentaron a perseguir mis objetivos éticamente.

No puedo agradecer a absolutamente más nadie porque más nadie ha estado, ni ha preguntado, ni se ha preocupado. Nadie me ayudó, nadie estuvo presente. Solo ustedes dos.

A pesar de la distancia y que la situación de nuestra nación nos ha separado, espero estar contigo de nuevo, Mich. Perdóname todo lo malo y por trabajar demasiado, pero ante tus ojos está el resultado de mi esfuerzo. Lo hice por nosotros dos y por todos los que están sufriendo como nosotros. Te amo.

San Carlos, Cojedes al 29/10/2020

Disclaimer 
Advertencia

Debido al carácter potencialmente controversial de nuestro trabajo, debemos realizar declaraciones pertinentes de advertencia para el público. Primero que nada, nuestras posturas y argumentos no necesariamente corresponden a los de cualquier institución de naturaleza política, comercial o académica que comparta este trabajo. En segundo lugar, nuestra posición política y personal respecto a los pasados gobiernos —concretamente, a los que tuvieron lugar desde 1958 hasta 1999— no implica que seamos chavistas u pertenecientes a otra corriente política que nos sea adjudicada por parte de nuestros opuestos.

En tercer lugar, a menos que esté explícitamente declarado, no estamos de acuerdo con las acciones cometidas por los gobiernos militares desde 1899 hasta 1957, concretamente desde 1936 hasta 1957.

No avalamos ninguna violación a las libertades individuales civiles ni económicas (ojo, no confundir con los supuestos ‘‘derechos sociales’’), actos de corrupción política, acción de prebenda, colusión o proteccionismo. Tampoco consentimos ningún acto de tortura o represión estatal ante actores pacíficos.
La naturaleza de este trabajo será aclarada en las próximas páginas y la razón constructiva será develada parte por parte hasta la conclusión. Por el momento, tenga en cuenta este texto preliminar precisando lo que no somos. Es un hecho que muchos individuos tienden a catalogar y desprestigiar a quienes rompen con sus dogmas y sesgos, por lo que es fundamental para nosotros aclarar que no somos ciertas cosas que podrían decir que somos, o de lo que es este trabajo.

El origen de este disclaimer viene dando pie a precisar nuestras posturas que, ante individuos con sesgos y razonamientos falaces, pueden ser asumidas como dicotómicas o radicalmente subversivas a las propias ideas de estos sujetos. Por ejemplo, la más clásica es la de ‘‘si no estás conmigo, estás en mi contra’’ o ‘‘si no estás a favor de esto, estás a favor de aquello’’. Por esto, ante la posible tergiversación y calumnia que caiga sobre nosotros o sobre nuestro trabajo, preferimos prevenir y decir que por exponer lo que en realidad fueron los gobiernos anteriores no somos chavistas, del G2 cubano, perezjimenistas, gomecistas, pro-dictadura o cuanto adjetivo políticamente [des]calificativo se les ocurra a quienes aludidos están y prefieren desprestigiarnos que argumentar con réplicas capaces y consecuentes.

Sírvase también de este disclaimer para saber que la información dispuesta aquí tiene su propia base de datos en línea, teniendo todo el material utilizado —hojas de datos, gráficas en alta calidad e imágenes—. El enlace a nuestra base de datos se publicará junto con este trabajo de manera aparte.

Además, debe saberse que la fuente con los datos de cada gráfica está en la parte inferior de las mismas. La información es totalmente rastreable, y de todos modos, también estará referenciada en cada pie de página, en una cita. El formato de referencias es en Chicago, con su respectiva bibliografía completa al final. En el pie de página solo referenciaremos notas, citas, enlaces o rutas. Teniendo esto en cuenta, solo me queda dar bienvenida al lector de este trabajo. Admito que quizás esto no sea fácil de leer, pero si se quiere saber la verdad, valdrá la pena. Aquella verdad a la que me refiero es la que hay sobre lo que estuvo antes de la mayor plaga histórica del país —el chavismo y el madurismo—, que beben de la fuente del socialismo del Siglo XXI y del bolivarianismo. Si usted desea saber, con datos, fechas y pruebas más allá de cuentos reflejados en la ‘‘cultura popular’’ y anécdotas que cuentan sus padres o abuelos —e incluso si usted mismo lo vivió, pero nunca se dio cuenta del porqué de las cosas— le recomiendo encarecidamente que se quede.
Pedro Lárez
San Carlos, 7 de Abril de 2020

1. Introducción: La primera plaga antes del «todo»

Si usted leyó el final del disclaimer, sabrá que denominé al chavismo (por representar en ese nominal a todo lo que se ha impulsado y promovido en Venezuela desde la llegada de Hugo Rafael Chávez Frías a la jefatura de Estado en 1999 hasta la actualidad) (1) (2) como la mayor plaga histórica del país que hubo algo antes de eso. ¿Qué es ese ‘‘antes’’ del chavismo? Pues, en lo que concierne a mi saber después de haber concluido con mis averiguaciones de la situación de Venezuela a lo largo del siglo XX —e incluso a finales del siglo XIX— sé que antes de la «magnum pesti» de Venezuela, estuvo la segunda mayor plaga histórica de nuestro país, que por cierto fue la primera. 
¿Cuál fue esta «secunda maiori pesti» que aconteció en Venezuela? Pues, fue aquella que derivó del Pacto de Puntofijo, firmado (casualmente) un día de brujas de 1958 (3). Esa que encausó el rumbo de la «era bipartidista», también conocida como «era democrática».

Los firmantes de este acuerdo son los tres señores que se ven en nuestra portada. ¿Pero por qué arremetemos tanto contra ellos? ¿Qué hicieron de malo para que nos metamos tanto con ellos? Pues fíjese atento lector. A mí me contaron de pequeño que fue una tragedia no haber podido nacer antes de 1999, pues mis primos mayores —de 28 y de 32 años— por lo menos «pudieron disfrutar un poco» de la ‘‘bonanza’’ que había antes de la llegada de Chávez. Estoy casi seguro que no fui el único que creció con ese relato que poco a poco se ha instalado en la cultura y se ha arraigado en las características idiosincráticas del venezolano con el clásico ‘‘antes estábamos mejor’’.

Cuando crecí y comencé como investigador, descubrí que muchas cosas eran mentira o que estaban muy alteradas a la subjetividad de la memoria del sujeto. Es natural que la gente se refugie en su propio sesgo de «lo pasado es mejor» para evitar afrontar la realidad; para desplazarla, para no caer en la unicidad temporal en la que estamos y en la situación dolorosa que afrontamos. Para recordar esos momentos que eran mejores que ahora y, como dirían, aliviar el alma. Ese parámetro —que para nosotros es un dolor de cabeza porque si de esa gente dependiera el desarrollo humano todavía estuviéramos usando lámparas de querosén— es su salvación.

Esos descubrimientos que realicé, que incluso me han valido incluso para derribar el proselitismo político y engaños al pueblo que han estado haciendo algunos de los líderes (4) de aquellas agrupaciones que ostentaron el poder durante 42 años. Puntos que están referenciados en la tabla de contenidos, y que usted podrá visualizar en las siguientes páginas con sus explicaciones correspondientes. La motivación y naturaleza esencial de este trabajo es establecer una fuerte línea contracorriente desde la academia para aprender que tiempos pasados fueron mejores, pero no lo suficiente, y que siempre se puede mejorar.

Para decir también que, de hecho, los gobiernos que conformaron la segunda mayor plaga de la historia de Venezuela cometieron errores imperdonables. No siguieron pautas recomendadas por los mejores intelectuales de la época —ni las superiores ya descubiertas por economistas extranjeros—, desaprovecharon oportunidades que no se han vuelto a repetir en la historia de Venezuela, destruyeron el aparato productivo del país, empobrecieron rotunda y rápidamente a la gente y tuvieron una falla atroz: Ni siquiera pudieron ser más eficientes que las dictaduras militares que tuvo el país antes de su llegada.

De ahí el título: ‘‘¿Eso es todo lo que tienes, democracia?’’ pues hay que realizar un cuestionamiento central que le dio la razón al nombre que abarca el sentimiento de lo que ven aquí, justo en este párrafo.

Este cuestionamiento que inicia y porta el espíritu del proyecto, como no podía ser de otra forma, se resume así: Si no pudiste superar a los gobiernos militares, ¿cómo osas a venderte como una panacea a todos los males? Eso es exactamente lo que hacen los partidos que dominaron en esta época pandémica con su existencia; Acción Democrática y el Comité de Organización Política Electoral Independiente (mejor conocido como COPEI), después de décadas destruyendo a Venezuela. No conformes con insertarse genéticamente en la cultura de nuestra sociedad —haciendo que los padres transmitan a sus hijos sus valores y su formación política, abundante o nula y para bien o para mal a través de las décadas— pretenden tomar a la generación más joven, la muy conocida ‘‘generación de relevo’’, para hacerlo ellos mismos con palabras vacías así como proselitismo puro y duro en cantidades industriales.

El gran asunto es que se les puede criticar todo lo que quiera, pero mientras no demostremos nada son simplemente dichos al aire sin ningún valor. Ahí es donde entra nuestro trabajo. En este ensayo dedicado pretendemos esbozar probablemente una de las primeras críticas compactas en el ámbito académico hacia los gobiernos del pasado inmediato que estuvieron en esa fase histórica del país al frente de la regencia estatal. Por mi lado particular también pretendo criticar la religión democrática. El objetivo aquí es demostrar todo aquello, todo lo malo... El fracaso de la era democrática; aquella era añorada por unos y odiada por otros. Nos centramos en demostrar que la ‘‘bonanza’’ no era más una ilusión que alimentaba las esperanzas de la gente. Gente que, con hambre de democracia, terminó obteniendo no más que las migajas de un sobredimensionamiento del aparato estatal. Gente que, además de esas migajas, recibió las consecuencias de este sistema visiblemente atrofiado a partir de 1978 y que terminó de fundirse en 1983 con intentos fallidos de construir otro modelo para arreglar los fallos del anterior.

Aquello no fue precisamente porque el último modelo (el de reemplazo, iniciado en 1989) fuera [muy] malo, sino porque aquellas actitudes demagógicas intrínsecas e inmanentes a los políticos que abogan por el Estado de Bienestar terminaron por írsele en contra a Carlos Andrés Pérez en 1989 (5). «Cría cuervos y te sacarán los ojos» dice el refrán, y la ruta que tomaron aquellos dirigentes de las organizaciones bipartidistas no fue precisamente la más inteligente. La consecuencia de darle a la gente salud, educación, deporte, comida y transporte ‘‘gratis’’ y hacerles creer que estos son sus derechos hasta el punto de que ya no puedes mantener una fantasía de castillos sobre el aire, no es algo bueno, jamás lo será. 
¿Para qué le dices a la gente que le vas a dar algo si después se lo vas a quitar? Y peor aún: ¿Qué piensas que va a pasar si se los quitas en un punto donde su poder adquisitivo se ha mermado en casi el 100%? Eso fue lo que ocurrió en el muy conocido Caracazo.

Imagínate que por casi 30 años te hayan dicho que puedes tener muchas cosas de manera supuestamente gratuita: Educación gratis, comida gratis, salud gratis... Gasolina regalada porque ‘‘nos sobra el petróleo, ¿para qué vamos a pagar por ella?’’. Poco a poco, a consecuencia de la ineficiencia natural de los servicios públicos, despilfarro de los recursos de los cuales se apropia el Estado y aumento exponencial de la deuda, ya no se puede pagar nada de eso. El Banco Central, dominado por los políticos de Acción Democrática, ‘‘decide’’ emitir mucho dinero para pagar ese gasto social del gobierno. Ese dinero va a parar a la economía real, la gente lo repudia por ser muy abundante y no estar equiparado a la producción que es posible comprar, es decir, la oferta monetaria supera con creces al consumo potencial. Entonces, el bolívar pierde valor, tenemos inflación del 89% (6) y al mismo tiempo tampoco se puede seguir pagando el gasto social porque el dinero ya no sirve para nada y seguimos en la situación anterior. De repente, te quitan los derechos que te dijeron que tenías y además eres groseramente pobre —por el fiasco del bolívar— así que tampoco puedes correr tú con los gastos. «Sin el chivo y sin el mecate», ¿te molestarías o no?

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2. Coup leader elected president (1998). Miami Herald Archives. *A pesar de ganar en 1998, su ejercicio empezaba el 2 de Febrero de 1999.


Antes de decir cualquier cosa, no soy chavista, ni comunista, ni socialista. Este hilo lo redacto para apuntar una serie de realidades importantes en la época anterior a Chávez, que parece tener ganas de regresar osa, no soy chavista, ni comunista, ni socialista. Este hilo lo redacto para apuntar una serie de realidades importantes en la época anterior a Chávez, que parece tener ganas de regresar.
Estoy particularmente interesado en que cuando Venezuela salga de la plaga socialista, no vuelva a los males de la socialdemocracia propios de su pasado sino que salga de todo lo que le ha hecho mal. También me gustaría que otros jóvenes hagan trabajos similares.

Sin más preámbulos, que lluevan los datos duros: 

1. Cuando Chávez llegó a la presidencia, se encontró con una situación alimentaria anormalmente deteriorada. 4 millones de personas estaban subnutridas (16.4% de la población). No lo hizo de la noche a la mañana, fue heredado.




La proporción es similar a la que había en el trienio 2015 - 2017 (18% de la población). Eso significa que la situación alimentaria al final de la Cuarta República es la misma que se estaba gestando al principio del mandato de Maduro, justo cuando todo se estaba poniendo feo.

2. En la crisis emergente que hubo en el contexto del colapso del puntofijismo. Entre 1990 y 1999 murieron 8057 personas por desnutrición protéico-energética, popularmente conocido como «muerte por hambre». 6572 personas (81.5%) eran niños y adultos mayores.





3. Contrario a la tendencia de Latinoamérica y países de ingresos medios y medios-altos, Venezuela profundizó la gravedad de su déficit alimentario en la década de los 90s. El indicador, que muestra cuan difícil es salir de la subnutrición, aumentó 38.46% entre 1992 y 1999.


Todo lo anterior muestra que, contrario a lo que quiere ocultar el establishment socialdemócrata, aquél sistema estaba efectivamente destruyendo al país en materia social (algo que enarbolan muchos defensores del pacto AD-COPEI). Pero como es obvio, esto no termina aquí.

4. En 1981, el 43.77% de la población venezolana ganaba más de 10 US$ por día (era 'clase media', digamos). Para 1999 este porcentaje cayó al 25.32% (-18.45 puntos). ¿Saben qué aumentó bastante? La población que ganaba menos de 5.50 US$ al día. La pobreza extrema se duplicó...


5. Claro, se duplicó en términos relativos. Pero en términos absolutos la cantidad de pobres extremos pasó de 918.808 a 2.888.406 personas entre 1981 y 1999, o sea, se triplicó en términos absolutos. Los pobres no tan pobres (5.50$ - 3.20$/día) fueron de 2.617.736 a 5.363.496.



La cosa era así: Los venezolanos en pobreza extrema (menos de 1.90$ al día) se incrementaban a un ritmo del 11.9% por año, los pobres-muy-pobres (1.90$ - 3.20$/día) iban al 4.42% y los pobres no-tan-pobres (3.20$ - 5.50$/día) aumentaban al 5.82%.
Todo esto salía de los bebés venezolanos que nacieron en pobreza, o bien de las personas de clase media que vieron sus ingresos mermados y pasaron a ex-clase media, es decir, pobres (en mayor o menor grado). Ya ven de donde salió Chávez, ¿no?

6. Otra cosa interesante es la enorme pérdida del poder adquisitivo del dólar. 100 bolívares en 1999 tenían el mismo poder adquisitivo de 0.0014 bolívares en 1957 (devaluación del -99.9986%). ¿Magia? No, inflación acumulada.



7. Es por esto mismo es bastante curioso que los demócratas oculten sus trapos sucios en política monetaria. Mientras que políticos como Carlos Andrés Pérez son el orgullo de los progrezolanos, no se habla del enorme daño que provocó a los bolsillos con las tasas de inflación.



8. Otro dato interesante es el ratio de deuda/PIB que hubo durante los gobiernos demócratas. Nunca se vio un stock de deuda tan brutal hasta que comenzaron a gobernar. Por cierto, el máximo de deuda en el SXX se alcanzó durante un gobierno de AD (79.84%, Jaime Lusinchi).


9. La deuda total del gobierno central (en US$ reales a precios del año pasado) era de 50.42 millones en 1957. En 1959, primer año de Betancourt, ya había llegado a los 1.779 millones (+3,428%). Para el final de CAP II en 1993, subió a los 5.9794 millones (+118,491%).


10. Además de eso, causaron los mayores intereses de deuda en toda la historia de Venezuela. El primer aumento considerable de los intereses se dio en 1962. En 1979 remontaron a los 2604.93 millones y para el final de la democracia toparon los 5663.77 millones.


¿Saben qué es lo mejor de todo esto? Que en 1957 último año anterior a la era democrática, los intereses apenas eran de 1.33 millones de dólares a precios reales. Un millón. ¿Comprenden lo que es multiplicar por miles de veces los intereses que se tienen que pagar?

11. Esto es un reflejo de algo importante: la exacerbada demanda de empréstitos de los gobiernos para financiar sus faraónicos proyectos. El resultado fue un brutal encarecimiento del endeudamiento. 1957 = Intereses del 2.5%. 1975 = Intereses del 13%. ¿Venezuela? Hipotecada.


Este mapa del FMI ilustra bien la situación de Venezuela en comparación con el mundo en este indicador de responsabilidad fiscal. 1957 = Intereses de deuda son el 0.002% del PIB. 1998 = Intereses de deuda son el 3.86% del PIB. Cuéntenla como quieran. Los hechos son los hechos.



12. La irresponsabilidad fiscal de los demócratas fue tan brutal que este fue el saldo que dejaron. Deuda real = Multiplicada x 1113 veces. Interés real de la deuda = x 4228 veces. Deuda/PIB = x 1843 veces. Interés de la deuda/PIB = x 485 veces.



13. Entre 1987 y 1993 se acumuló una serie de déficits fiscales que alcanzaron los 37.942 millones de US$. De 1994 a 1999 siguió otra corrida de déficits que llegó a los 39.132 millones de US$. La irresponsabilidad fiscal demócrata, no obstante, venía desde mucho antes.



Para el período de 1953 - 1957 se acumuló un superávit fiscal de 5740 millones de US$. El superávit neto de Pérez Jiménez fue de 5364 millones. Llegado el génesis demócrata, hubo cuatro déficits sucesivos entre 1958 y 1961 que arrojaron un monto de 10.565 millones de US$.

14. Todo el superávit labrado a punta de frugalidad fue destruido (y más) en cuatro años. La «brecha fiscal» promedió el 22.55% de los ingresos en los primeros años. Al colapsarse el sistema ya eran del 40% - 55%... Una locura que provocó la expansión de la deuda.



Y ya se pueden imaginar. + deuda --> + intereses de deuda --> + gasto público para pagar los intereses --> + deuda refinanciada porque los ingresos no alcanzan ---> + intereses de deuda y así sucesivamente. Los socialdemócratas metieron las finanzas públicas en una trampa mortal.

15. Las diferencias entre el balance fiscal primario (presupuesto gubernamental sin pago de intereses) y el balance fiscal total daría un indicio de que la mayor parte de los déficits se debió a un pésimo manejo de los pasivos estatales en razón del aumento del tipo de interés.


16. En democracia también se vieron las primeras macrodevaluaciones de la historia, especialmente al final. Por supuesto, aquellas devaluaciones no se comparan con las actuales, pero nunca habíamos visto nada igual (como pasa ahora).



17. Y si se preguntan, no: Aquí el bolívar NUNCA estuvo respaldado ni por las reservas internacionales de divisas, ni por las reservas de oro ni tampoco por la producción. Simplemente miren la brutal diferencia. 1962 = 13.41 Bs x US$ en reservas de oro. 1999 = 4502 Bs x US$.



18. En esta parte les traigo un fun fact. Técnicamente, ni los déficits fiscales ni el nulo respaldo de la emisión monetaria debieron existir porque el país ingresó una cantidad ingente de reservas con los booms petroleros.



Para que se den una idea: el ingreso petrolero captado por el fisco en 1974 era igual al de TODA la década de los 50s. Sin embargo, los demócratas necesitaron déficits y endeudarse caro porque ni esa plata les alcanzó... ¿Y para qué, si su sistema implosionó?
Es una pregunta para la cual no he obtenido respuesta. Estos tipos fueron pioneros en meter la pata aunque tuvieran todas las herramientas del mundo para no hacerlo...Los pioneros en desgraciar todo, y los socialistas fueron sus alumnos; quienes perfeccionaron la técnica.

19. Esta renta, como pueden deducir, no se labró gratis. Para capturar todos esos recursos (que luego serían desperdiciados por eso es otra cosa), el Estado tuvo que aumentar su participación a niveles estratosféricos.



20. Para que se den una idea, llegó un punto donde el capital salvado (de eliminarse la participación estatal excesiva) superó el stock de nuevas inversiones. En resumen: El Estado se comía más de lo invertido precisamente porque se chupaba los recursos.



21. Si ven el comportamiento de las tasas de inversión, hubo un desplome entre 1958 y 1967, luego otro en la fase post-nacionalización y una recuperación durante la apertura petrolera, donde se hizo una privatización parcial del sector petrolero (porque recapacitaron).



En el peor de los casos con un fisco más controlado, las inversiones pudieron ser un 37.23% más altas. El escenario central apunta a un 55.90% más. En el mejor, las inversiones pudieron haberse duplicado (si el 75% de los fondos salvados se hubieran invertido).
Esto no es más que una demostración de la negligencia de los demócratas a la hora de administrar cualquier cosa. No solamente volvieron un desastre las arcas públicas (siendo pioneros en la historia reciente), sino que tampoco pudieron llevar PDVSA, su gran orgullo.

22. Un «indicador espejo» de la negligencia estatal en el sector petrolero es el de nuevas inversiones a largo plazo. En 1957, las inversión anual rondó los 4.9 mil millones de US$. Para 1960 la inversión cayó a 1.8 mil millones (-63%), con una sequía de capital hasta 1976.



El problema es que la desinversión crónica producto de la desconfianza del sector privado (provocada a su vez por la ruptura del «pacto fiscal» que se tenía con el Estado, famoso acuerdo conocido como fifty-fifty) ya había causado daños que los demócratas no pudieron revertir.
Entre 1976 y 1984 se inició un nuevo ciclo de inversiones donde se acumularon 48.6 mil millones de US$ en activos fijos (bienes de capital y fondos para financiar operaciones a largo plazo), pero a pesar de esta inversión la industria se iba directo al piso.

23. Ejemplo #1: Venezuela empezó a declinar su producción en 1971. Pasó de 3.6 millones de barriles diarios (mb/d) en ese año a los 1.6 mb/d en 1985 aunque la producción crecía. Y no, no era por el sistema de cuotas de la OPEP (estas aplicaron 10 años más tarde).
El problema es que la desinversión crónica producto de la desconfianza del sector privado (provocada a su vez por la ruptura del «pacto fiscal» que se tenía con el Estado, famoso acuerdo conocido como fifty-fifty) ya había causado daños que los demócratas no pudieron revertir.
Entre 1976 y 1984 se inició un nuevo ciclo de inversiones donde se acumularon 48.6 mil millones de US$ en activos fijos (bienes de capital y fondos para financiar operaciones a largo plazo), pero a pesar de esta inversión la industria se iba directo al piso.


24. Ejemplo #2: El número de pozos abandonados y cerrados empezó a aumentar exponencialmente. Entre 1957 y 1999 los pozos cerrados se triplicaron, mientras que los abandonados casi se cuadruplican. Los pozos operativos apenas tuvieron un incremento marginal.



25. Lo peor es que la apertura petrolera logró moderar la tendencia que traía durante la nacionalización. En esta fase, nada más el 35.83% de los pozos estaban activos mientras que los pozos cerrados + abandonados hacían el 62.08% del total de pozos perforados en Venezuela.





La problemática se logró revertir durante la fase de apertura debido a los capitales invertidos (60 mil millones de US$), una menor incertidumbre, la rebaja en la carga impositiva, la transferencia tecnológica, el aumento en la densidad del capital y un cambio de incentivos.
Sin embargo, el cambio fue muy limitado debido a la cantidad de tiempo que duró el deterioro del sector petrolero, que vino literalmente desde el comienzo de la democracia ya que se entró en un desarrollo sub-óptimo con una retención de concesiones por parte del Estado.
Como los demócratas no quisieron renovar concesiones al sector privado, los campos sujetos a tales concesiones quedaron prácticamente muertos. Además, la Apertura logró cumplir con un aumento en la producción de petróleo (sumando más de 1.1 mb/d) pero duró muy poco tiempo.

26. Ejemplo #3: También hubo un deterioro en refinación. Durante la época de nacionalización, la refinación de petróleo tenía un decremento anual del -1.17%. O sea, cada año se refinaba -1.17% menos petróleo. La capacidad de refinación instalada caía al 2.08%.



27. Ejemplo #4: Las salidas de capital, las devaluaciones y la formación de capital muerto por falta de inversión para la cobertura de depreciación hicieron que el activo fijo puesto en el sector petrolero se comiera por lo menos cada 4 de 5 años en democracia pre-Apertura.


28. Bonus: Esto tampoco debió haber pasado porque los demócratas tuvieron los mejores precios del petróleo en todo el siglo XX. Es demasiado ridículo que no dejaran por lo menos un tercio para invertir y evitar la metida de pata que hicieron.



29. Otra cosa curiosa es que el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez es el más aclamado por los progrezolanos y los dinosaurios socialdemócratas, ignorando que tuvo la mayor volatilidad en las tasas de inversión en toda la última mitad del siglo XX.



Algunos podrán decir ''ajá, y eso qué'' pero la volatilidad de las inversiones es decisiva para el desarrollo económico de los países. Volatilidades más bajas están positivamente correlacionadas con el crecimiento sostenible a largo plazo.
Lo que pasa es que la socialdemocracia nos sacó el ''sostenible a largo plazo'' y los idiotas se quedaron conformes con un crecimiento netamente burbujístico y artificial que duraría poco antes de irse al traste.

30. El ejemplo que más me gusta tomar es este: Para poder crecer a largo plazo, Venezuela tuvo que sacar 196 mil millones de US$ en inversión privada debido a la formación de capital sub-óptima. Mientras tanto, los gobiernos trataron de compensar con inversión pública.
Lo que pasa es que la socialdemocracia nos sacó el ''sostenible a largo plazo'' y los idiotas se quedaron conformes con un crecimiento netamente burbujístico y artificial que duraría poco antes de irse al traste.




Por más que trataron de compensar ese déficit de inversión privada metiendo la mano pública a ''rescatar la economía'' y provocando un exceso de 106.7 mil millones de US$ en el proceso, el déficit de inversión agregada fue de 101.3 mil millones de US$.
Resultado: el sistema explotó y demostraron que el sector público jamás puede reemplazar al privado bajo ninguna circunstancia por más que lo intentes. La mano de obra se volvió menos productiva debido a la retracción en la intensidad de capital. Más desempleo. Caída salarial.

31. La única forma en que esta gente logra reivindicar sus sistemas de porquería es sacando los indicadores nominales. Si vemos la formación bruta de capital fijo (inversión bruta) a precios nominales vemos que para el final de la democracia se multiplica entre 8 y 10 veces.



A precios reales (sacando los efectos de inflación y devaluación de la moneda) la FBCF crece solamente entre 1.5 y 2 veces dependiendo de quien realiza la inversión (sector público, privado o total). De todos modos es normal que la deflactación no se haga por negligencia.

32. Ahora, lo que realmente importa en economía es la formación bruta de capital fijo a precios reales per cápita, pues mide la disponibilidad, oferta e intensidad del capital en relación a la población. Si se hace la corrección, los demócratas LA DESTROZARON TOTALMENTE.



Es que en serio, esta gente implantó el ''socialismo'' de su tiempo pero por alguna razón a los venezolanos como que se les olvidó por qué votaron a Chávez en el 98.
Y no estoy diciendo que hicieron bien al votar a Chávez, pero el sistema anterior NO estaba bien tampoco y por eso la gente quiso un cambio. Que el remedio fuera peor que la enfermedad es otra cosa, pero eso no quita que SÍ había un padecimiento llamado puntofijismo.

33. Adicional a eso, algo que explica por qué faltaron inversiones y por qué se sacaban activos de Venezuela es que durante la «era democrática» se dio el fenómeno de que el capital tenía RENDIMIENTOS NEGATIVOS de hasta el 80% del activo invertido.



Para quien no sepa con qué se come eso: Cuando hay rendimientos reales negativos es porque la inflación no es compensada por los beneficios que obtienes de una inversión. Ya de por sí los rendimientos nominales (sin inflación) pasaron del 27.13% en 1957 al 11.65% en 1983.
Los beneficios nominales que se podían tener de una inversión estándar traían una tendencia a la baja sin contar la inflación. Imagínense cuando los empresarios e inversores comenzaron a ver que lo que ganaban no les daba para cubrir la pérdida de poder adquisitivo...

34. ¿Adivinaste? Bueno, lo que pasó es que se fugaron centenas de miles de millones de dólares en capitales debido al peso de la inflación, la incertidumbre y un panorama económico sombrío. 185.741 mil millones de US$ se fueron entre 1958 y 1998 (12.460 US$ por persona).


35. La mayor parte de la fuga se distribuyó al inicio de la democracia (1958 - 1964) con el 10.4% del total, entre CAP I y Luis Herrera Campins con el 55.1% del total (1977 - 1984) y entre CAP II y Caldera II (1990 - 1998) con el 31.33% del total.



36. Por el lado del peso, la fuga tuvo mayor impacto en todos los gobiernos entre Luis Herrera y Caldera II salvo por el de Jaime Lusinchi. Aunque CAP I tenía manchadas las manos, los promedios de los años anteriores a 1977 lo salvaron, no así en su segundo mandato.



37. Y para la bestia asquerosa, putrefacta, inmoral, mentirosa y bufona que diga ''los otros países estaban igual'': no, Venezuela no se parecía a nadie y ya que dicen que éramos de primer mundo, miren el ridículo que hacía el país por culpa de sus gobiernos favoritos.


Acepten de una vez que Venezuela nunca fue normal, tengan un poco de decencia después de ser tantos años siendo idiotas funcionales a la gestación del chavismo y luego a su estancia en el poder. Con lo ineptos que son deberían querer redimirse así sea un poquito.
Y todos los demás deben recordar que esta no es una carrera para ver quien fue el peor gobierno, porque cada vez que dicen ''ah, pero el chavismo'' o ''ah, pero la cuarta'' parece que hacen una competencia para ver quién es más imbécil. No sean así, dan muchísima pena.
Y más pena da por el país al saber que muchas de estas personas tienen cargos públicos.

Lo que he puesto aquí es lo que me pareció más interesante de mi volumen en «¿Eso es todo lo que tienes, democracia?» pero sinceramente no puedo resumir 332 páginas en un hilo de Twitter bastante general. El punto es que vean las cosas como en realidad pasaron.
Por el amor a Jesucristo, no sean como la gente que cree que el Caracazo fue porque el precio de la gasolina aumentó 0.30 bolívares y se la pasan criticando el conformismo pero aplauden a esos gobiernos porque daban un cartón de leche en la escuela primaria.




El 29 de agosto de 1975, el entonces presidente de la República Carlos Andrés Pérez decreta la nacionalización de la industria petrolera, la cual entró en vigencia el 1 de enero de 1976. (Solo faltaban siete años para para que todo revirtiera gratuitamente al país)
Es importante aclarar que no se trató de nacionalización sino de estatización. Por ley, el negocio petrolero quedó íntegramente en manos del Estado. Desde ese primer día del nuevo año (1976), el Gobierno de Pérez anunció, con bombos y platillos, que pasarían a manos del Estado todas las propiedades, plantas y equipos de las compañías concesionarias extranjeras Shell, Exxon y otros inversionistas, así como los activos de los concesionarios venezolanos.
Tras la nacionalización, el país vivió una época de prosperidad que sería conocida como la de la Venezuela saudita. Bajo el eslogan de "la Gran Venezuela", el Gobierno de Pérez impulsó un ambicioso "capitalismo de Estado" y con los ingresos del petróleo se pagaron modernas infraestructuras y se nacionalizaron también las industrias básicas dedicadas a la metalurgia, la energía eléctrica y otras actividades. El Estado venezolano se convirtió en uno de los principales agentes económicos y uno de los mayores empleadores del país. Fue entonces cuando se popularizó una expresión definitoria de aquella época y todavía muy recordada por los venezolanos cuando la comparan con las penurias de su presente: "Está barato, dame dos".
La llegada de tanto dinero fácil propició algunos vicios y desequilibrios en la economía que terminaron condenándola. La nueva riqueza de Venezuela no llegó de ninguna manera significativa a su gente. El dispendio presupuestario y el alto gasto público alimentaron la inflación. La corrupción explotó.

***
Las 14 operadoras extranjeras, –que fueron indemnizadas por unos 1.054.000.000 de dólares, 117.000.000 en efectivo y el resto en bonos de la deuda pública–, eran ya filiales de Pdvsa. Creole devino Lagoven; Amoco, Amoven; Shell, Maraven; Phillips, Roqueven; Talon, Taloven; Mito Juan, Vistaven; Mene Grande Oil Company, Meneven; Las Mercedes, Guariven; Sun Oil, Palmaven; Sinclair, Bariven; Mobil, Llanoven; Chevron, Boscanven; Texas, Deltaven; y la CVP pasó de instituto autónomo a compañía anónima.
“La Asociación Nacional de Contadores Públicos hizo lo imposible, con argumentos de todos los calibres, para demostrar que no debía pagárseles la suma de 4.300 millones de dólares a las petroleras. Fue inútil. Pero además, de manera inadmisible, AD junto con su magnate superior, don Rómulo Betancourt, admitió que las transnacionales podían seguir en el país controlando el mercado, el transporte y la tecnología de cuanto tuviese que ver con nuestros hidrocarburos”. Sant Roz, José. El procónsul Rómulo Betancourt. "Memorias de la degeneración de un país". Páginas 652, 653

¿Funcionó la economía venezolana 1958-1998? | Analicemos a la llamada "Democracia"

100 bolívares en 1998 tenían el mismo poder adquisitivo que 22 céntimos de 1958. Bajo los gobiernos AD-COPEI el bolívar perdió el 99,78% de su valor. Igualmente, los subsidios y el empleo público se septuplicaron. Empobrecedores y clientelistas. Caimanes del mismo pozo.

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La Verdad Oculta tras la Gestión 
de PDVSA por AD y Copei

Durante décadas, la narrativa oficial del establishment político ha pintado una imagen idílica de la gestión de la industria petrolera venezolana, PDVSA, bajo los gobiernos socialdemócratas de Acción Democrática (AD) y Copei. Se ha ensalzado una supuesta época dorada posterior a la nacionalización, un período de bonanza y progreso impulsado por la riqueza del subsuelo venezolano. Sin embargo, una mirada profunda a los datos revela una realidad mucho más sombría: una historia de negligencia, desinversión y decisiones erróneas que sentaron las bases para el declive posterior de la principal empresa del país.

Este artículo no busca otra cosa que desmantelar ese mito, exponer la ineficiencia de la administración “adecopeyana” y demostrar, con números irrefutables, cómo su gestión no solo dilapidó la riqueza petrolera, sino que también sembró las semillas de la crisis que Venezuela enfrentaría años después. Lejos de ser un ejemplo de administración exitosa, la gestión de PDVSA por AD y Copei se erige como un claro ejemplo de oportunidades perdidas y una visión cortoplacista que priorizó el gasto populista sobre la inversión estratégica a largo plazo.

Para entender la magnitud del problema, basta con un dato revelador: el ingreso petrolero captado por el fisco venezolano en 1974 igualaba la suma de toda la década de los 50. Sin embargo, a pesar de esta abundancia sin precedentes, los gobiernos de turno no solo incurrieron en déficits, sino que también se endeudaron a tasas elevadas. ¿Cómo es posible que una entrada de recursos tan masiva no sea suficiente para mantener la estabilidad económica? La respuesta se encuentra en la mala administración y la falta de visión estratégica.

Un “indicador espejo” de esta negligencia estatal en el sector petrolero es la alarmante caída en las nuevas inversiones a largo plazo. En 1957, la inversión anual en el sector rondaba los 4,9 mil millones de dólares. Para 1960, esta cifra se desplomó a tan solo 1,8 mil millones, representando una disminución del 63%. Esta sequía de capital se prolongó hasta 1976, evidenciando la desconfianza del sector privado, directamente relacionada con la ruptura del “pacto fiscal” conocido como cincuenta-cincuenta. Los daños causados ​​por esta desinversión crónica fueron profundos y, como los hechos demostraron, irreversibles para los gobiernos socialdemócratas.

Si bien entre 1976 y 1984 se produjo un nuevo ciclo de inversiones, acumulando 48,6 mil millones de dólares en activos fijos, la realidad es que la industria ya se encontraba en una trayectoria descendente. Veamos algunos ejemplos concretos:

1. El Declive en la Producción. Venezuela comenzó a experimentar una disminución en su producción petrolera en 1971, pasando de 3,6 millones de barriles diarios (mb/d) a tan solo 1,6 mb/d en 1985, a pesar de un contexto internacional donde la producción global crecía. Es crucial destacar que esta caída no se debió a las cuotas de producción de la OPEP, las cuales se implementaron una década después.

2. El Aumento Exponencial de Pozos Abandonados y Cerrados. Entre 1957 y 1999, el número de pozos cerrados se triplicó, mientras que los abandonados casi se cuadruplicaron. Los pozos operativos apenas muestran un incremento marginal. Lo más preocupante es que la posterior Apertura Petrolera logró moderar esta tendencia negativa, lo que sugiere que la gestión durante la nacionalización había exacerbado el problema.
En esa fase, apenas el 35.83% de los pozos estaban activos, mientras que el 62.08% restante se encontraba cerrado o abandonado. La inyección de capital durante la Apertura, junto con una menor incertidumbre y cambios en los incentivos, logró revertir parcialmente este deterioro, pero el daño acumulado durante la era socialdemócrata adcopeyana fue demasiado extenso.

3. El Deterioro en la Refinación. Durante la época de la nacionalización, la refinación de petróleo experimentó un decremento anual del -1,17%. Esto significa que, año tras año, se refinaba menos petróleo. La capacidad de refinación instalada también sufrió una caída del 2,08%.

4. La desaparición del Activo Fijo. Las salidas de capital, las constantes devaluaciones y la falta de inversión para cubrir la depreciación provocaron que el activo fijo del sector petrolero se consumiera prácticamente cada cuatro de cada cinco años durante la gestión socialdemócrata adcopeyana, previa a la apertura petrolera.
También resulta paradójico que el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, figura emblemática de Acción Democrática, sea a menudo aclamado, ignorando la enorme volatilidad que experimentaron las tasas de inversión durante su mandato. Esta volatilidad es un factor crítico para el desarrollo económico sostenible a largo plazo, y la gestión adecopeyana precisamente nos privó de esa sostenibilidad, conformándose con un crecimiento artificial y efímero.

Para ilustrar aún más la magnitud del problema, Venezuela necesitó atraer 196 mil millones de dólares en inversión privada para compensar la formación de capital subóptima generada durante los gobiernos socialdemócratas de los adcopeyanos. A pesar de los intentos del sector público por subsanar esta deficiencia, inyectando un exceso de 106.7 mil millones de dólares, el déficit de inversión agregada aún ascendió a la alarmante cifra de 101.3 mil millones de dólares.
El resultado inevitable fue el colapso del sistema, demostrando la incapacidad del sector público para reemplazar al privado en la dinamización de la economía. Esta situación se traduce en una menor productividad de la mano de obra, aumento del desempleo y caída de los salarios.

La gestión de AD y Copei implantó el socialismo de su tiempo, un socialismo “light”, pero sus resultados fueron tan deficientes que pavimentaron el camino para el descontento popular que llevó a la elección del criminal comunista Hugo Chávez en 1998. Si bien el remedio resultó ser peor que la enfermedad, es innegable que existía un mal previo, el puntofijismo, un bipartidismo marcado por 40 años de gobiernos populistas, demagogos, corruptos y, en esencia, socialistas, que no fueron otra cosa que un chavismo en cámara lenta. Los datos, fríos e implacables, así lo confirman.

En conclusión, la narrativa de una PDVSA exitosa bajo la administración de AD y Copei se desmorona ante la contundencia de los números que no mienten y datos que matan esos relatos. La desinversión, la caída de la producción, el deterioro de la infraestructura y la mala gestión financiera son hechos innegables que demuestran la profunda negligencia de estos gobiernos en el manejo de la principal fuente de riqueza de Venezuela.
Llamamos a la reflexión: ¿Es hora de revisar la historia oficial y reconocer que las políticas implementadas por los gobiernos socialdemócratas de AD y Copei no fueron el modelo de éxito que se nos ha querido hacer creer? ¿Entendemos ahora mejor las raíces del descontento que llevó al surgimiento del chavismo? 
La verdad, respaldada por los números, nos obliga a cuestionar las narrativas complacientes y extraer lecciones valiosas de un pasado que, lejos de ser glorioso, estuvo marcado por la oportunidad perdida y la semilla de la crisis futura.
La lección es clara: ningún monopolio estatal, por bienintencionado que sea, puede sustituir al sector privado, la transparencia y la competencia. Venezuela necesita una PDVSA privatizada y libre de ideologías. Como demostró la Apertura de los 90, incluso en medio de crisis, la inversión privada puede reactivar la industria… si el Estado no la asfixia.

Ghittelman Gutiérrez

DEMOCRACIA DEMAGOGA


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Pedro Lárez, Samuel Colina - Eso Es Todo Lo Que Tienes, Democracia by Pedro Gustavo Hereira Sánchez