DE RECADI A CADIVI:
Fraudes multimillonarios
Si el estado no centralizara ni interviniera la economía, no existiría razón alguna para crear estos controles de divisas. Pero el socialismo solo reparte lo existente, pues no saben generar nuevas riquezas, es por eso que no deben permitirse políticas socialistas en la economía y dejarle esa labor a los particulares (para aprovechar al máximo cada recurso) de ese modo el estado solo se limita a recibir impuestos y sancionar leyes... de ese modo se mantiene una economía sana donde no existe escasez ni restricciones, las cuales se convierten en negocio (divisas en este caso).
La tragedia bíblica que vive Venezuela tiene sus antecedentes claros en la universidad del crimen que significaron algunos sistemas imperantes en los gobiernos de Venezuela durante décadas, era esta la crónica de una muerte anunciada, el mensaje de que cuando se siembra, algún día se cosecha, y así pasó, pues como dijo en alguna oportunidad el tristemente célebre líder de Acción Democrática Gonzalo Barrios:
"EN VENEZUELA SE ROBA PORQUE NO EXISTEN RAZONES PARA NO ROBAR".
Ya entrando en tema, dos prolongados organismos saltan a la opinión pública por su descarada y elaborada forma de acabar con el erario público, estos fueron RECADI y CADIVI.
RECADI (Régimen de Cambios Diferenciales) fue el primer sistema de control de cambio de Venezuela, creado en 1983 por Luis Herrera Campins como una presunta forma de evitar la fuga de capitales y controlar la compra y venta del dólar en Venezuela, medida desesperada de un sistema caduco y en caída libre al menos desde el año 1977 con intenciones de mantener un control férreo de la economía.
Por su parte CADIVI (Comisión de Administración de Divisas) fue creada en 2003 por Hugo Chávez para hacer exactamente lo mismo, perfeccionando el robo profesional como de alguna manera ya lo habían hecho sus antecesores y desfalcando por cantidades incalculables las arcas del estado venezolano.
Uno de los escándalos de corrupción más importantes de estos sistemas comienza con RECADI, pues en 1989 y durante el gobierno de CAP, sale a la luz pública que el gobierno de su compañero de partido, Jaime Lusinchi había participado de la malversación de al menos 50.000 millones de dólares, siendo esto reflejado por la prensa internacional acusada de intentar desestabilizar la democracia venezolana, incluso aún puede leerse en la edición del 9 de abril de 1989 de EL PAÍS de España, quienes dedican un artículo al respecto.
A pesar de semejante suma de dinero, Lusinchi permaneció en el exterior sin que nadie le tocara un pelo y los funcionarios venezolanos pasaron el tema por debajo de la mesa.
Otro de los casos graves que se sufre hasta nuestros días tiene su origen en CADIVI, que como RECADI perfeccionó y descaró la técnica logrando malversar fondos -según algunos investigadores- por al menos 40.000 millones de dólares tan solo entre 2003 y 2008, y tan solo se puede especular el total robado por ser una cantidad que posiblemente no quepa en los ceros de la calculadora.
La ortodoxia político partidista de Venezuela, aún después de todo el desastre provocado, ha intentado por todos los medios desligar su participación en la actual tragedia, pero su comportamiento no cambia y por supuesto los hechos y la historia no mienten, siendo el tiempo el que muestra las caras de la destrucción venezolana.
La Comisión Nacional de Administración de Divisas CADIVI (feb 2003 - ene 2014) fue un organismo venezolano, encargado de administrar las divisas a los ciudadanos (compra y venta de dólares y euros) bajo ciertas condiciones y limitaciones controlando el libre acceso a la moneda extranjera, durante su existencia, se rigió bajo la Ley de Ilícitos Cambiarios decretado en octubre de 2005 (derogada en agosto de 2018). CADIVI estaba adscrito al Ministerio de Finanzas y fue creado en el año 2003 a través del Decreto N° 2.302 de control cambiario que impuso el gobierno el 5 de febrero de ese mismo año. El ministro Jorge Giordani a principios del 2013 dijo que se había perdido 25 mil millones de dólares a través del sistema CADIVI. Este organismo fue reemplazado por el Centro Nacional de Comercio Exterior (CENCOEX) a partir de enero del 2014 hasta su cierre el 30 de enero del 2016, para ser administrado simplemente por el Banco Central de Venezuela para la cual se crea sistema de tipo de cambio flotante por medio de subastas con el Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado (DICOM), se probaron varias modificaciones hasta llegar al 2 de mayo de 2019 que se elimina las subastas del DICOM, entonces el BCV pasa a controlar la información del precio promedio de la compra y venta a través de la "Mesa de Cambios" de los diferentes bancos del país.
A partir del 5 de agosto de 2017 se inicia con el nuevo fiscal general una profunda investigación por casos de corrupción con el uso indebido en la obtención de dólares preferenciales y entrega de falsas facturaciones y declaraciones.
Los 12 años que duró Cadivi, provocó una alta inflación en la economía nacional que en un principio no se reflejó por el incremento gradual del precio del petróleo, pero fue el origen de la pérdida de las Reservas Internacionales del país y parte de su infraestructura industrial, el retraso de la producción nacional que venía creciendo, por consecuencia, sus exportaciones se paralizaron y fueron decayendo; en cambio, se incrementaron las importaciones en detrimento de la industria nacional y con ello la corrupción. El programa CADIVI fue peor que lo que ocurrió con el programa RECADI aplicado en los años 80.
En 1983, un organismo similar a CADIVI, llamado RECADI fue establecido para administrar un sistema de tipos de cambio diferencial y controles de capital, que se disolvió en 1989, cuando se abolió el sistema de tipo de cambio diferencial. RECADI constituyó una brecha en la historia de corrupción venezolana, y se convirtió en un importante escándalo en 1989 cuando cinco exministros fueron detenidos, sin embargo, los cargos fueron retirados más tarde.
El Viernes Negro de 1983, representa un hito que cambió su historia económica. Hasta ese día se mantuvo oficialmente la estabilidad y fiabilidad que desde la segunda década del siglo XX había caracterizado al bolívar, cuya última cotización libre con respecto al dólar fue al valor fijo de 4,30 bolívares. Desde entonces viene la devaluación constante del bolívar, las complicaciones con el pago de la deuda externa, el acelerado deterioro del poder adquisitivo y la implantación de un control de cambio llamado "Régimen de Cambio Diferencial" (RECADI) —que funcionó entre el 28 de febrero de 1983 y el 10 de febrero de 1989 y que tuvo graves casos de corrupción durante el gobierno de Jaime Lusinchi— hicieron desaparecer la estabilidad cambiaría de la moneda venezolana.8 nada comparado con la corrupción generada por el sistema Cadivi entre el 2003 y el 2013.
Los controles de cambio tipo CADIVI y otros, fueron adoptados nuevamente desde el 5 de febrero de 2003 en un supuesto intento de limitar la fuga de capitales, a raíz del paro petrolero de 2002-2003, destinado a cambiar la política petrolera aplicada por el gobierno y el cambio de sus directivos en la gerencia asumidos sin una buen perfil profesional y poca experiencia en el campo petrolero, bajó el PIB en un 27% durante los primeros cuatro meses de 2003.
En 2008, la devaluación gradual del bolívar, hizo que el gobierno de Chávez eliminara tres ceros al bolívar, creando así una nueva moneda conocida como el "bolívar fuerte" (Bs.F.), pero mantuvo la moneda vinculada a una tasa más alta frente al dólar que el valor real del mercado. Desde el año 2003, las medidas económicas mal estructuradas han creado una escasez de divisas, debido a la falta de confianza en la política del gobierno dirigidas a un cambio comercial hacia China y la desvinculación con el mercado estadounidense, la venta de activos de refinerías de CITGO y de Europa incidió en la desconfianza del bolívar y las divisas, especialmente el dólar estadounidense, hizo que se encontraran en una mayor demanda. Esto aunado a la corrupción de funcionarios públicos y el abuso de la influencia en obras públicas muy a pesar de encontrarse dentro de un Boom petrolero.
A partir del 2014 se inicia en la economía venezolana una fuerte recesión económica, una baja producción petrolera y una inflación anual por encima del 100%. Para el año 2018 la hiper inflación obliga al gobierno a eliminar cinco ceros a la moneda, a fin de agilizar el sistema contable, se elimina el "bolívar fuerte" y aparece el "bolívar Soberano", en los siguientes ocho meses se elimina casi por completo el control de cambio y el sistema DICOM.
El Ex-ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani admitió que de Cadivi se habrían robado alrededor de 25.000.000.000 $ (veinticinco mil millones de dólares) y hasta el momento no han presentado culpables de esta situación, por lo cual da a entender que es corrupción dentro del gobierno. En este sentido, el Estado aseguró que se realizaban investigaciones por parte de la fiscalía general de la república, y que próximamente serían presentados los responsables de este hecho. Tanto trabajadores de CADIVI como usuarios del sistema han sido acusados por hechos de corrupción, a pesar de que los dólares asignados en el presupuesto nacional para el 2013 con el objetivo de suplir la demanda de dólares en CADIVI fue mínima en comparación con otros mecanismos de obtención de divisas como el reciente SICAD.
Varios proyectos del gobierno que fueron ejecutados con miles de millones de dólares preferenciales están siendo investigados por sobre facturación con el único objetivo de obtener ingentes cantidades de divisas como los casos de las termoelectricas, la represa Tocoma, compras de material logístico para PDVSA; la compra de la deuda Argentina y la colocación de los Bonos del Sur; el uso para la compra de alimentos para los sistemas de Mercal, PDVAL y CLAP comprados con dólares Cadivi y vendidos a precios superiores son investigados en tribunales en el exterior, por el caso de lavado de dinero robado al estado venezolano.
Si bien CADIVI permitía obtener hasta 500 $USD en efectivo al año por persona, algunos usuarios han visto esto insuficiente, por lo cual, utilizaron mecanismos alternos para convertir los montos aprobados para la tarjeta de crédito en efectivo. A estos usuarios se les ha denominado raspacupos por el mismo presidente Nicolás Maduro. El vicepresidente del Área Económica, Rafael Ramírez Carreño, acusó en el 2013 a los raspacupos de la crisis cambiaria que se ha suscitado en Venezuela, él los acusa de haber estimulado el mercado alterno de divisas o mercado negro. Sin embargo en el 2018 la Fiscalía y la Asamblea Nacional inició una investigación a Rafael Ramírez por un desfalco de once mil millones de dólares a PDVSA y es investigado por blanqueo de capitales en la Banca Privada de Andorra (BPA) donde familiares directos están comprometidos que eran funcionarios de Pdvsa
En 2004 una directora de CADIVI, Adina Bastidas, había sido acusada de otorgar dólares a cambio de un pago, pero esta negó haber estado involucrada en ningún caso irregular. En cambio, declaró que unos cincuenta empleados habían sido despedidos por hechos irregulares.
En 2012 El coronel Manuel Barroso, expresidente de CADIVI, aprobó más de 23,5 millones de dólares a 2 importadoras con apenas meses de existencia.
A partir del 5 de agosto de 2017 se inicia con el nuevo fiscal general una profunda investigación por casos de corrupción por el uso indebido de la obtención de dólares preferencial y falsas facturaciones Por este problema se han llegado a detener 21 personas, esto anunció el fiscal general de la República Tarek William Saab tras el casos de corrupción entre el 2004 y en el 2013 vinculadas a la asignación irregular de divisas a empresas de maletín y ficticias que recibieron dólares preferenciales. Se indicó que las aprehensiones de estas personas se habrían practicado por la comisión de delitos. También se dijo que, al menos, unas 900 empresas están directamente relacionadas con casos de sobreprecios en el fraude realizado a Cadivi-Cencoex.
Algunos ejemplos:
- empresa Bates Gil, C.A. recibió US$ 17,2 millones
- los hermanos Lozano obtuvieron US$ 15,56 millones
- Azucarera Río Turbio, C.A US$ 156 millones
- Envasadora Aguas del Orinoco sobre-facturación
VER+:
En el tribunal 7 de juicio del Área Metropolitana se desarrolla con sigilo un debate oral que podría explicar a dónde fueron a parar los 25 millardos de Cadivi, una tajada en divisas de la bonanza petrolera.
Alberto Franceschi | IDEAS PARA UN NUEVO ESTADO | Sábado 8 Enero 2022 | #2
Agustin Beroes - RECADI La ... by YOA MARTINEZ
El gobierno socialista bolivariano estableció un control de cambio de dólares en Venezuela. Este control produjo dos tipos de cambio, uno legal y otro real. En los últimos años (estamos a finales del 2011) el dólar real vale el doble o más que el legal. Solo tienes que conseguir dólares legales y venderlos por el precio real para hacer al menos dos dólares por cada dólar invertido.
Conseguir dólares legales es fácil, basta con tener contactos en el gobierno. Esa es la manera a través de la cual se enriqueció todo el que quiso y supo hacerlo. Cero riesgos. Todo pa´l bolsillo, todo bolivarianamente legal. Es una especie de asalto al país, pero un asalto por voluntad popular deja de ser un asalto y se convierte en una filosofía colectiva, una cultura. Y eso el que no lo entendió fue porque no quiso.
La dolarización y otros regímenes cambiarios
Gabriela Calderón de Burgos destaca a Milton Friedman como los defensores tempranos de la dolarización para países en vías de desarrollo.
En enero Ecuador cumplirá 25 años dolarizado. Es importante comprender por qué la dolarización es un régimen superior a las alternativas disponibles.
El Premio Nobel Milton Friedman consideraba que existían tres tipos de regímenes cambiarios: fijo, flotante y “pegged”. Por tipo de cambio fijo, se refería a una convertibilidad ortodoxa o a la dolarización formal como la que rige aquí. El economista Steve Hanke explica la concepción de Friedman acerca de los regímenes cambiarios y lo presenta como un defensor temprano de la dolarización.
Para Friedman, tanto los flotantes y fijos—usualmente percibidos como opuestos—son mecanismos de mercado para ajustar la balanza de pagos.
Con el tipo de cambio totalmente flotante, el banco central no ejerce administración cambiaria, pero sí política monetaria y determina la base monetaria. El tipo de cambio está en autopiloto. Con el tipo de cambio fijo, el banco central no tiene política monetaria, la base monetaria está en autopiloto y determina la tasa fija de cambio o la adopción del dólar en nuestro caso.
A los regímenes de tipo de cambio flotantes y “pegged”—usualmente percibidos como pertenecientes a la misma categoría— Friedman los consideraba distintos de manera importante: en estos últimos la autoridad monetaria está apuntando a más de un objetivo a la vez y estos suele derivar en conflictos entre la política monetaria y la política cambiaria. Cuando los especuladores de monedas se dan cuenta de la contradicción entre ambas políticas, estos fuerzan una devaluación de la moneda y las autoridades suelen reimponer controles de capitales.
Friedman advirtió a Hanke en los noventa que el talón de Aquiles de la convertibilidad en Argentina —un tipo de cambio fijo— era el banco central. No confiaba en que el BCRA se abstuviera de eventualmente ejercer una política monetaria discrecional, como lo hizo posteriormente interviniendo en los mercados mientras pretendía mantener el tipo de cambio fijo. Esto derivó en crisis de balanza de pagos, cambiaria, controles de capitales y el fin de la convertibilidad.
Friedman desde décadas atrás había advertido las ventajas de adoptar una moneda de aceptación universal. En su estudio “El caso a favor de tipos de cambios flexibles” (1950) explicó: “Quizá la mayor ventaja de una moneda unificada sea que es la forma más eficaz de maximizar la libertad de los individuos para realizar las transacciones que deseen”.
En un libro publicado en 1989 por la Fundación FIEL en Argentina, los autores explicaron que las principales razones para instaurar controles cambiarios y de capitales eran generar ingresos fiscales y/o dirigir el comercio. El objetivo en esos casos es el contrario: reducir la libertad de los individuos.
En el caso de los países en vías de desarrollo, Friedman consideraba que era una mejor opción un tipo de cambio fijo, dado que consideraba poco probable que sus bancos centrales respeten las reglas y se autolimiten, explicando que “La manera más segura de evitar el uso de la inflación como método deliberado de tributación es unificar la moneda del país [mediante un tipo de cambio fijo] con la moneda de otro país o países. En este caso, el país no tendría política monetaria propia”. En 1973 incluso llegó a decir que esto implicaba “no tener un banco central”.
Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 29 de noviembre de 2024.
VER+:
0 comments :
Publicar un comentario