Éste poema es atribuido al poeta argentino Jorge Luis Borges, craso error, pues parece que es de Nadine Stair o de Don Herold, (Instantes o Momentos).
Las numerosas versiones en castellano adoptan la forma de un poema en primera persona cuyo argumento es la reflexión, en tono melancólico, de alguien de edad avanzada (la última frase cita la edad de 85 años en la mayoría de las variantes) que al final de su vida se arrepiente de no haber cometido más errores y de haberse privado de algunos placeres sencillos.
INSTANTES
Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás
trataría de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte
sin un termómetro, una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo
a principios de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.
VALGO
“De tanto perder aprendí a ganar;
de tanto llorar se me dibujó la sonrisa que tengo. Conozco tanto el piso, que sólo miro el cielo.
Toqué tantas veces fondo, que cada vez que bajo,
ya sé que mañana subiré.
Me asombro tanto como es el ser humano,
que aprendí a ser yo mismo.
Tuve que sentir la soledad para aprender
a estar conmigo mismo
y saber que soy buena compañía.
Intenté ayudar tantas veces a los demás,
que aprendí a que me pidieran ayuda.
Traté siempre que todo fuese perfecto
y comprendí que realmente,
todo es tan imperfecto
como debe ser (incluyéndome).
Hago solo lo que debo,
de la mejor forma que puedo
y los demás que hagan lo que quieran.
Vi tantos perros correr sin sentido,
que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido.
Aprendí que en esta vida nada es seguro,
solo la muerte… por eso disfruto el momento
y lo que tengo.
Aprendí que nadie me pertenece,
y aprendí que estarán conmigo el tiempo
que quieran y deban estar,
y quien realmente está interesado en mí,
me lo hará saber a cada momento
y contra lo que sea.
Qué la verdadera amistad si existe,
pero no es fácil encontrarla.
Qué quien te ama te lo demostrará siempre
sin necesidad de que se lo pidas.
Qué ser fiel no es una obligación,
sino un verdadero placer cuando el amor
es el dueño de ti. Eso es vivir…
La vida es bella con su ir y venir,
con sus sabores y sin sabores…
Aprendí a vivir y disfrutar cada detalle,
aprendí de los errores,
pero no vivo pensando en ellos,
pues siempre suelen ser un recuerdo amargo
que te impide seguir adelante,
pues, hay errores irremediables.
Las heridas fuertes nunca se borran de tu corazón,
pero siempre hay alguien realmente
dispuesto a sanarlas con la ayuda de Dios.
Camina de la mano de Dios, todo mejora siempre.
Y no te esfuerces demasiado
que las mejores cosas de la vida suceden
cuando menos te las esperas.
No las busques, ellas te buscan…
Lo mejor está por venir”.
Lo mejor está por venir”.
INSTANTES. Nadine Stair/Don Herold.
5 comments :
Guau, Que hermoso 💚
Que hermoso que nos dieran escribiendo la vida misma ..... , Gracias !
Gracias a tí.... Gracias...
Tan hermoso y profundo poema que no puedes dejar de hacerlo tuyo e identificarte con él. Gracias por compartirlo.💖🌹
Gracias por comentar... Gracias....
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