EL Rincón de Yanka: febrero 2008

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CALENDARIO CUARESMAL 2024

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miércoles, 27 de febrero de 2008

📜 EL TESTAMENTO DE CRISTO


Yo, Jesús de Nazareth, viendo próxima mi hora y estando en posesión de plenas facultades para firmar este documento, deseo repartir mis bienes entre las personas más cercanas a Mí. 

Siendo entregado como cordero para la salvación de la Humanidad, creo conveniente repartir mis bienes entre todos. Y así os dejo todas las cosas que desde mi nacimiento han estado presentes en mi vida y la han marcado de un modo significativo:


- La estrella de Belén, a los que están desorientados y necesitan ver claro para seguir adelante, y a todo aquel que desee ser guiado y/o servir de guía. 
- El pesebre, a los que no tienen nada, ni siquiera un sitio para cobijarse o un fuego donde calentarse y poder hablar con un amigo. 
- Mis sandalias, que son vuestras sandalias, las de los que desean emprender un camino, las de quienes están dispuestos a estar siempre en camino. 
- La palangana donde he lavado los pies a mis discípulos, a quien quiera servir, a quien desee ser pequeño ante los hombres, pues será grande a los ojos de mi Padre. 
- El plato donde voy a partir el pan: es para los que vivan en fraternidad, para los que estén dispuestos a amar, ante todo y a todos. 
- El cáliz, lo dejo a quienes están sedientos de un mundo mejor y una sociedad más justa. 
- La cruz es para todo aquel que esté dispuesto a cargar con ella. 
- Mi túnica a todo aquel que la divida y la reparta. También quiero dejar como legado a la Humanidad entera, las actitudes que han guiado mi Vida, actitudes que quiero que guíen también la vuestra. 
- Mi Palabra y la enseñanza que me confió mi Padre, a todo el que la escucha y la pone en práctica. 
- La alegría a todos los que deseen compartirla. 
- La humildad, para quien esté dispuesto a trabajar por la expansión del Reino de los Cielos. 
- Mi hombro, a todo aquél que necesite un amigo en quien reclinar la cabeza, y al abatido por el cansancio del camino, para que puedan descansar y recobrar fuerzas para seguir caminando. 
- Mi perdón, es para todos los arrepentidos, para todos los que día tras día, pecado tras pecado, sepan volver al Padre a través del Sacramento de la Confesión. 
- Mi Amor... mi Amor es para todos, buenos y malos, justos e injustos, para todos los hombres sin ningún tipo de distinción. Eso sí, siento especial predilección por los más débiles. 
- Y sobre todo Mi Santo Espíritu que os auxiliará, os consolará, os enseñará y os recordará todo lo que Yo os he dicho. 
También os dejo a Mi queridísima Madre, la Virgen María, que ahora es también vuestra madre. Todo esto y aún más quisiera dejaros, pero sobre todo es mi Vida lo que os ofrezco. 
Soy Yo mismo quien me quedo con vosotros en la Hostia Consagrada para seguir caminando a vuestro lado, compartiendo vuestras preocupaciones y problemas, vuestras alegrías y gozos. Podéis venirme a visitar cuando queráis; os espero en el Sagrario. 

Yo soy el Camino: os invito a que sigáis siempre el camino correcto, ayudando también a los demás a encontrarlo. Yo soy la Verdad: os invito a que seáis siempre sinceros y que os mantengáis unidos amando de verdad al prójimo como a vosotros mismos. 
Yo soy la Vida: os invito a que hagáis la vida agradable a los demás a pesar de las adversidades. 

Yo os he amado hasta el extremo y os llevaré siempre en mi Corazón. 
Jesús



martes, 26 de febrero de 2008

EL PELIGRO DE LA FRIVOLIDAD IRRESPONSABLE




"NO HAY NADA MÁS PELIGROSO QUE UN ESTÚPIDO
CON INICIATIVA, -SOBRE TODO SI NOS GOBIERNA-".
YANKA
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"Quiero cambiar la miopía de los que nos han gobernado
por la responsabilidad,
la falta de energía por la decisión,
la frivolidad por la eficacia
y la mediocridad por la ambición de ser cada día mejores".
Mariano Rajoy
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El difunto profesor y alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván en su famosa frase en la que frivolizaba sobre el uso de las drogas:

«¡Rockeros: el que no esté colocado (drogado), que se coloque (drogue)... y al loro!», en un festival de música llevado a cabo en 1984 en el Palacio de los Deportes de Madrid.

"Bendito sea el caos, porque es síntoma de libertad (+ bien, libertinaje)". Enrique Tierno Galván.


 
¿Cuántos jóvenes han muerto por la terrible lacra? Y siguen sus consecuencias...
¿Cuánta irresponsabilidad y frivolidad de nuestros gobernantes?


VER+:

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La frivolidad es la gran "virtud" postmoderna, consiste en no tomarse nada excesivamente en serio, en evitar la confrontación dialéctica. Para el frívolo no tiene sentido la diferencia entre lo esencial y lo accidental, entre lo categórico y lo anecdótico, pues todo ello forma parte del mismo universo insoportablemente leve.
La frivolidad es la gran virtud postmoderna. Consiste en no tomarse nada excesivamente en serio, en evitar la confrontación dialéctica, en optar por una cultura de la representación por contraposición a la autenticidad como actitud vital. La frivolidad se relaciona íntimamente con la actitud superficial y epidérmica, con la práctica generalizada de la broma y de la boutade, en definitiva, es la antítesis a la profundidad de espíritu y a la seriedad como actitudes vitales.
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Algunos filósofos postmodernos, apologistas del denominado pensiero debole, consideran que es la gran virtud que debemos enseñar a los niños en las escuelas, que es fundamental para evitar la caída en formas de fanatismos, intolerancias o fundamentalismos, que se debe cultivar, para ello, un pensamiento frágil, desprovisto de ideas fuertes, de sentimientos que tengan hondura o de creencias excesivamente vividas. La frivolidad tiene que presidir la vida pública, las instituciones educativas y, como no, los ámbitos de comunicación de masas.
Esta tesis, muy extendida y muy practicada, se está imponiendo sutilmente en distintos entornos, de tal modo que todo lo que tiene peso, sustancia, ideología, forma de convicción o de creencia, o bien tenga la expresión de un sentimiento intenso u hondo, debe ser ecualizado y tamizado por la virtud de la frivolidad.
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En ocasiones, se la compara con la templanza, que es virtud cardinal en los tratados de moral tradicional y que, junto a la justicia, la prudencia y la fortaleza se consideraba uno de los cimientos de la construcción moral de la persona. Pero, la frivolidad nada tiene que ver con la templanza, porque la frivolidad es una elocuente expresión moral del relativismo y del permisivismo postmoderno, mientras que la templanza es la capacidad de dominar y de controlar la expresividad del pensamiento, de la vida emocional y del lenguaje, considerando las consecuencias que ello tiene para uno mismo y para el otro.
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La templaza nunca jamás es una casualidad, sino que es el resultado de un esfuerzo articulado a lo largo de tiempo, de un entrenamiento espiritual que debe mucho a la tradición estoica de la tranquillitas animae. La templanza no se contrapone a las creencias ni a las convicciones, sino que regula racionalmente la expresión o manifestación de las mismas.
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La apología de la frivolidad es, sin embargo, contradictoria. Se explica por reacción al fanatismo y a la barbarie, pero la solución a tales lacras sociales no pasa por el cultivo de la frivolidad, que es su opuesto, sino, por el cultivo de auténticas virtudes, entre ellas, la de la prudencia. Frente a tales manifestaciones, no basta con la tibieza moral, no basta con una actitud tímida y permisiva, sino que se debe adoptar una actitud beligerantemente activa, pero, eso sí, sin sucumbir a ningún tipo de violencia, ni físico, ni psíquico.
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Es evidente que las convicciones pueden ser peligrosas y que un ser humano nutrido por determinadas convicciones de orden político, social, religioso o económico puede convertirse en un arma mortífera, pero no toda convicción es igualmente peligrosa. Además, la sociedad abierta, el mundo civilizado, el Estado de derecho, sólo pueden subsistir como tales si los ciudadanos que los integran viven en su interioridad una constelación de convicciones fundamentales como el respeto a la vida, a la libertad, a la igualdad, como el sentido de tolerancia y de solidaridad para con los grupos más vulnerables del cuerpo social.
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La frivolidad no puede ser considerada como una virtud, porque no es un hábito que perfeccione al individuo, sino un mal hábito que, en ocasiones, tiene graves consecuencias. Acaso, ¿Se puede frivolizar el valor de la vida humana? ¿O el valor de la libertad de expresión, de pensamiento, de creencias o de asociación? ¿Se puede frivolizar el deber de tolerar al otro? ¿Se puede frivolizar o banalizar el mal del inocente, el sufrimiento de un ser humano? ¿Se puede banalizar la muerte de un ser amado?
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La frivolidad puede tolerarse cuando lo que está en juego no afecta las estructuras, ni los ejes fundamentales del tipo de sociedades que hemos construido, pero cuando uno se ríe o banaliza determinados núcleos conceptuales o valores esenciales de la vida democrática, la frivolidad se convierte en una pesadilla. Para el frívolo no tiene sentido la diferencia entre lo esencial y lo accidental, entre lo categórico y lo anecdótico, pues todo ello forma parte del mismo universo insoportablemente leve. Y, sin embargo, no es así, pues no todo tiene el mismo valor en la vida humana. Además, el frívolo incurre en una contradicción lógica. Si es consecuente con su actitud, debe evitar de caer en la defensa beligerante de la frivolidad; tiene que ser igualmente frívolo y aceptar que otro pueda considerar frívolamente su frivolidad. Paradójicamente, se desarrollan apologías de la frivolidad con una intensidad y celo que no dejan de maravillarnos.
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La sociedad futura depende, esencialmente, de los procesos educativos que ahora y aquí tienen lugar, en las familias y en las escuelas. No debemos permitir, de ningún modo, la extensión de la frivolidad, ni la imposición de un pensamiento débil a las generaciones venideras, sino que debemos comunicar las convicciones elementales, los valores morales mínimos, debemos garantizar su arraigo y su apropiación, pues sólo, de este modo, se puede esperar razonablemente calidad social, moral y política para nuestras sociedades futuras.
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Francesc Torralba Roselló
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VER +: FALACIA DEL ACCIDENTE
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VER +: LA BARBARIZACIÓN

lunes, 25 de febrero de 2008

EL PODER DEL SER HUMANO LIBRE -CON DIOS-

"Hay dos formas de vivir la vida:

Una, pensar que nada es un milagro.

La otra es pensar que todo es un milagro".

SERES HUMANOS VALIOSOS

Mi patria son los amig@s
Alberto Bruce Echenique

sábado, 23 de febrero de 2008

ORGANIZACIONISMO


INSTITUCIONALIDAD SI,
INSTITUCIONALISMO NO


“La evangelización en América Latina no necesita nuevas estructuras eclesiales, sino evangelizadores que hablen cada vez más de Jesucristo y demuestren con su vida evangélica la opción preferencial por los más pobres” dijo Juan Pablo Magno” y añadió:”
La evangelización y los pobres necesitan testigos de Cristo; no burocratización” Nosotros venimos llamando a esto, desde 1988 con esta expresión: “organizacionismo” y ahora veo que el mismo Papa lo llama “burocratización”: ¡Coincido!.
La pregunta que me queda pendiente sería esta: En los Seminarios donde se forman los futuros sacerdotes, ¿se les enseña a evangelizar o sólo a estudiar teología y demás cosas inherentes a la vida ministerial?
Una vez le pregunté a un joven sacerdote de unos tres años de sacerdocio, si le habían enseñado a evangelizar en el Seminario, y él me respondía con la cabeza haciendo el ademán de NO... No se animaba a decirlo en voz alta porque le estaba haciendo un reportaje por nuestra radio FM Corazón.

A todo esto el Papa Juan Pablo Magno sigue insistiendo de una manera audaz propia de un santo varón de Dios, y 83 años cumplidos.

El dice: «La Iglesia necesita muchos y cualificados evangelizadores que, con nuevo ardor, renovado entusiasmo, fino espíritu eclesial, desbordantes de fe y esperanza, hablen cada vez más de Jesucristo». Estas son las condiciones de un evangelizador, de un anunciador de un mensaje feliz, que lo disfruta primero el que lo dice y luego siente la imperiosa necesidad de transmitirlo para hacer felices a los demás. Al respecto, ¿qué nos dice S. Pablo?:

“Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el evangelio! (1Cor 9,16) y añade: “Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el Evangelio”. (1Cor 9,18) Pero ¿por qué habla así S. Pablo? Lo dice así porque “lo siente a Jesús”, en efecto:” Gal. 2,20. “...y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí”. El Papa dice que para vencer las sectas, se necesita : “...una relación personal de los fieles con Cristo”; y esta no se obtiene sin la constante súplica de la efusión del Espíritu Santo, que no es otro que el Espíritu de Cristo o de otra manera, pedir el ”bautismo en Espíritu Santo”.

El Papa vuelve a la carga nuevamente insistiendo cada vez con más precisión a quienes se dirigen sus dichos y dice: «Estos evangelizadores (obispos, sacerdotes y diáconos, religiosos y religiosas, fieles laicos), bajo la guía del Espíritu Santo, son los protagonistas indispensables en la tarea evangelizadora, en la cual cuentan más las personas que las estructuras, aunque éstas sean en cierto modo, necesarias»; para que no queden dudas, cita a todos los posibles evangelizadores de esta acción tan querida por Jesús, pero el blanco fijo, a donde centra sus tiros, es a las estructuras, que sin espíritu de por medio, son un simple peso inerte que nos hacen pesado el caminar glorioso en la siembra de la Palabra de Dios. El confiar demasiado en las estructuras, es caer en la maldición bíblica: “Maldito el hombre que confía en el hombre y busca su apoyo en la carne, mientras su corazón se aparta del Señor” (Jr. 17,5) Lea bien: “...busca su apoyo en la carne”, y podemos interpretar sin equivocarnos: que es en la organización o en las estructuras, en la capacitación científica o mental, en el poder de convicción, en sus habilidades pero no porque estas cosas sean malas, sino porque solas en sí, “prescinden” de Dios o lo que también se las puede llamar: “secularismo”.

Yo y todos debemos confiar SÓLO en “la guía del Espíritu Santo” dice el Papa, y como si fuera poco Jeremías denuncia diciendo: “...mientras su corazón se aparta del Señor”, que es lo mismo que a su vez dice el mismo Jeremías en otra parte: “Porque mi pueblo ha cometido dos maldades: me abandonaron a mí, la fuente de agua viva, para cavarse aljibes, aljibes agrietados, que no pueden retener el agua”(Jr 2,13) y más adelante dice, ya casi con un tono satírico: “Los nobles mandan a sus “servidores” en busca de agua: ellos van a las aljibes, pero no encuentran agua; vuelven con los cántaros vacíos, avergonzados y confundidos se agarran la cabeza”... (Jr 14,3)

¿Por qué muchos católicos abandonan su Iglesia?
Porque van a buscar agua y no la encuentran; en la medida que quisieran, entonces para tranquilizar nuestras conciencias “nos agarramos la cabeza”...o sea: van en busca de un servicio que los haga felices primero en este mundo, y al no encontrarlo, se van a las sectas! No sólo las llamadas “sectas” cristianas, sino las ocultistas de poderes mentales y todo ese mundillo engañador; y por momentos me siento tentado en pensar que los curanderos y demás, que son hábiles engañadores, nos superan en habilidad, “ellos dicen la mentira como si fuera verdad y nosotros decimos la verdad, como si fuera mentira”, o sea, no gozamos, no paladeamos el mensaje evangélico, de tal modo que lo haga gustoso al que lo escucha; de San Francisco de Asís se lee en las Florecillas, que se lamía los labios por la dulzura que le proporcionaba el sólo repetir la palabra “Jesús”. ¡quién tuviera esa gracia!

En este tema de las sectas el Papa expresa claramente su pensamiento que nos debe hacer pensar a todos. Dice:

«El fenómeno de las sectas, que también en vuestras tierras se está difundiendo con incidencia intermitente de zona a zona y con señales acentuadas de proselitismo entre las personas más débiles social y culturalmente, ¿no es un signo concreto de una insatisfecha aspiración a lo sobrenatural?, ¿No constituye para vosotros, pastores, un auténtico desafío a renovar el estilo de acogida dentro de las comunidades eclesiales y un estímulo apremiante a una nueva y valiente evangelización, que desarrolle formas adecuadas de catequesis, sobre todo para los adultos?».

No podemos hacer creer en Jesús, que eso es evangelizar, si yo primero que todos, no lo creo, no lo amo, no lo admiro, no lo siento, no me emociona, no lo canto, no lo alabo, no lo proclamo, no lo escucho, no lo persigo, y si a todo esto no lo expreso con claridad y no se lo hago sentir a los demás y si tampoco lo siento yo primero!...: En Filipenses 3,8...12 S. Pablo dice: “ Y más aún: juzgo que todo es pérdida ante la sublimidad del conocimiento de Cristo JESÚS, mi Señor, por quien perdí todas las cosas, y las tengo por basura para ganar a Cristo... No es que lo tenga ya conseguido o que ya sea perfecto, sino que continúo mi carrera por si consigo alcanzarlo (a Jesús), habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo JESÚS”. ¡Qué espléndida pasión la de S. Pablo por Jesús! ¡Quisiera yo tenerla para darla a los demás! Todo lo antes dicho, tanto yo como vos y como todos, debemos desearlo y pedirlo con insistencia machacona en nuestra oración, de otro modo, transmitiremos un mensaje empobrecido e insípido: sin la sal de la sabiduría, ¿qué creés que nos aconseja S. Pablo?: “ Lo que anunciamos es una sabiduría de Dios, misteriosa y secreta, que él preparó para nuestra gloria antes que existiera el mundo (1ª Cor. 2,7); y en Ef. 1,17.” ...los recuerdo en mis oraciones... para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerle perfectamente.” Por tanto hay que pedir esta enorme gracia: “sabiduría y revelación” para poder transmitir esta “sabiduría misteriosa y secreta”, ahora bien, si queremos que estas cosas tan sublimes lleguen al corazón del hombre, tenemos este único camino que nos muestra S. Pablo y que el Papa nos propone valientemente. Al respecto de las estructuras dice:

«Tales estructuras han de ser sencillas, ágiles, sólo las indispensables, de forma que no agobien, sino que ayuden y faciliten el trabajo pastoral; por otra parte, han de ser eficaces, según las exigencias de los tiempos actuales» .El conocido hecho bíblico de David peleando con Goliat, es realmente clarificador, leamos: “Después, David se ciñó la espada de Saúl por encima de su indumentaria, e hizo un esfuerzo para poder caminar, porque no estaba entrenado. Entonces David dijo a Saúl: "No puedo caminar con todas estas cosas porque no estoy entrenado". Y David se las quitó. Luego tomó en la mano su bastón, eligió en el torrente cinco piedras bien lisas, las puso en su bolsa de pastor, en la mochila, y con la honda en la mano avanzó hacia el filisteo”. (1º Sam. 17, 39-40). Algo parecido le pasó a Gedeón al que invito a leer en: Jueces 6, 11-24.
Puede ser que tengamos las mejores intenciones para “pelear el buen combate” pero las “armaduras..” o sea: las demasiadas estructuras y “organizacionismos”, nos impiden “caminar” para echar la siembra de la buena semilla.
Siguió el Papa insistiendo para poder afrontar de forma decidida el grave e insidioso problema de las sectas: «Evangelización en profundidad, presencia continua y activa de los pastores, obispos y sacerdotes, entre sus fieles, y relación personal de los fieles con Cristo».

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EL PELIGRO DE LAS ESTRUCTURAS


“Pablo distingue bien: hijos de la ley e hijos de la fe. A vino nuevo, odres nuevos. Y por esto la Iglesia nos pide, a todos nosotros, algunos cambios. Nos pide que dejemos de lado las estructuras caducas: ¡no sirven! Y que tomemos odres nuevos, los del Evangelio. No se puede comprender la mentalidad – por ejemplo – de estos doctores de la ley, de estos teólogos fariseos: no se puede entender su mentalidad con el espíritu del Evangelio. Son cosas distintas. El estilo del Evangelio es un estilo diverso, que lleva la ley a la plenitud. ¡Sí! Pero de un modo nuevo: es el vino nuevo, en odres nuevos”.


“El Evangelio – dijo también Francisco – ¡es novedad! ¡El Evangelio es fiesta! Y sólo se puede vivir plenamente el Evangelio con un corazón gozoso y con un corazón renovado”. “Que el Señor – fue la invocación final del Papa – “nos de la gracia de esta observancia de la ley. Observar la ley – la ley que Jesús ha llevado a su plenitud – en el mandamiento del amor, en los mandamientos que vienen de las Bienaventuranzas”. Que el Señor – concluyó – nos dé la gracia de “no permanecer prisioneros”, sino que “nos dé la gracia de la alegría y de la libertad que nos trae la novedad del Evangelio”.

VER +:
El padre Mallon da la clave para renovar las parroquias: 
expulsar okupas y crear expectativas altas


Las estructuras, cuando no son las establecidas por Dios en sus proyectos, se vuelven contra nosotros. Por estructuras entendemos los criterios limitados, los falsos discernimientos que el hombre, por más “religioso” que sea, arma en su intimidad, de tal manera que fácilmente se fanatiza con ellos y se ciega para abrirse a la verdad revelada.

La Iglesia tiene una estructura divina
El cristianismo tiene una estructura divina que supera infinitamente cualquier estructura humana. Confiar en las que vamos formando al margen de la verdad revelada, se muestra de pronto inservible para permanecer en la divina.Es lo que pasó con los judíos del tiempo de Jesús. Estructuraron la Revelación y las Escrituras. En lugar de poner a Dios por encima de todo, rompieron el orden de prioridades establecido por Dios. No todos ellos actuaron siempre según los pensamientos y proyectos de Dios. Por el contrario, intervinieron con un enjambre de estructuras y criterios humanos rígidos que terminaron por obnubilar la verdad revelada y así, no la entendieron.
Jesús les dice a ellos:
“Ustedes investigan las Escrituras pensando hallar en ellas la vida eterna; ellas son las que dan testimonio de mí, pero ustedes no quieren venir a mí para tener vida” (Jn 5, 39-40). Ellos se habían trazado una estructura mental: “Basta leer las Escrituras e interpretarlas según nuestros buenos oficios”. Pero cuando se obra así es tan sólo para acomodar la Palabra divina a los propios criterios humanos y anularla o limitarla. El proyecto del Padre es ir primero a las personas divinas y tener con ellas un encuentro personal. Dejarse interpelar por su Palabra. Dejarse guiar por él. Obedecer sus mandatos y no crear imprudentemente mandatos humanos. Ello es más importante que la sola Escritura interpretada por cualquiera, sobre todo si no tiene autoridad divina para ello. El mismo Dios nos ha revelado los criterios divinos de la verdad revelada y su discernimiento. De este modo, él mimo nos asegura la correcta interpretación de su Revelación.

El riesgo de cerrarse en las propias estructuras mentales (criterios propios)
Los judíos estaban tan cerrados en ellas que no hubo lugar siquiera para reconocer al Mesías prometido y anunciado en el Antiguo Testamento. Ellos conocían muy bien las Escrituras. Sin embargo, éstas fueron absorbidas por el propio criterio, siguiendo una estructura determinada sobre la Revelación, al modo humano, que imposibilitó el reconocimiento del Mesías en muchos judíos. Todavía lo pueden hacer. La Escritura para ellos es la misma.

La estructura divina
Ésta pertenece a la ciencia y a la sabiduría divinas, muy por encima de toda ciencia y sabiduría humanas. Por eso es necesaria la fe. Ésta no estriba en la sabiduría de los hombres sino en el poder de Dios (1 Co 2, 5). La estructura de Dios sigue siempre la lógica divina. Por eso es muy fácil que desoriente al ser humano aun siendo religioso, cuando éste se halla aferrado a sus propios criterios. Por eso es necesario renunciar a uno mismo para penetrar en la verdad revelada, sin poner obstáculos humanos.Jesucristo condena drásticamente aquella actitud equivocada de todo religioso ni bien pretende cambiar y hasta reformar los proyectos de Dios. ¿Acaso podemos reformar lo que Dios ha realizado? Jesús le dice a Pedro: “¡Apártate de mí Satanás! Escándalo eres para mí, porque tienes pensamientos que son de los hombres y no los de Dios” (Mt 16, 23). Pedro, en esta ocasión, quería impedirle a Jesús subir a Jerusalén, porque corría el riesgo que lo mataran. Sus estructuras humanas lo traicionaron.

La sutileza del enemigo
Lo sabemos desde la primera caída del hombre ¡Con qué sutileza demoníaca aparecen los criterios propios para suplantar los divinos! Pedro se había hecho una estructura mental fija: “Jesús no debía morir. ¡Si él era Dios! Por lo tanto, no debía ir a Jerusalén”. Como todo lo estructurado por nosotros nos condiciona para obrar según la estructura preestablecida. No se le ocurrió pensar que estaba impidiendo los designios de Dios. Pedro pensó que con el sentimiento que tenía por Jesús jamás podría negarlo. Pero lo negó tres veces. Juan y Santiago pensaron que tenían un discernimiento extraordinario. Compartían la falsa estructura que con ese discernimiento podían arrojar fuego sobre los samaritanos que no recibieron bien a Jesús. Jesús reprendió a ambos (Lc 9, 55). Con el mismo falso discernimiento Juan pensó que debía impedir a un hombre que expulsara demonios en el nombre de Jesús, porque “no venía con ellos” y Jesús lo reprendió (Lc 9, 49-50).

Lo que nos dice la Iglesia
Benedicto XVI, cuando era Prefecto para la doctrina de la fe, decía que “la Iglesia deberá permanecer siempre abierta a los imprevistos e improgramables llamados del Señor” (CMME, Discurso de inauguración). Por eso, “allí donde irrumpe el Espíritu Santo, colapsan los proyectos de los hombres” (Id.). La de Dios es una estructura dinámica e imprevisible para nosotros. Con frecuencia el Espíritu Santo que debe guiarnos en todo, como lo hizo con Cristo, nos echa abajo la estantería que hemos armado, a veces, por largos años y con tanto cuidado. No entendemos la acción del Espíritu, porque no lo conocemos suficientemente. Para seguir las estructuras divinas debemos estar dispuestos siempre a estos imprevisibles cambios que nos trae la eterna novedad. Así han hecho todos los santos. Ellos son “como el viento”. Somos escándalo para Cristo, cada vez que nos lanzamos a tomar su Revelación para acomodarla a nuestras estructuras mentales. Por esto mismo nos decía el ex Cardenal con toda exactitud:
“La Iglesia es enteramente ella misma sólo a partir del momento en que se trascienden los criterios y las modalidades de las instituciones humanas” (Id.). La crítica mundana, que a veces también se infiltra en la misma Iglesia, no ha comprendido que “la Iglesia es una criatura del Espíritu Santo” (Id).

Vivimos un momento privilegiado del Espíritu Santo”
Así hablaba Pablo VI (EN, 75). El entonces Cardenal Ratzinger no olvidó esta realidad eclesial y comentó en el mismo Discurso citado: “He aquí, de pronto, algo que nadie había planeado. He aquí que el Espíritu Santo, por así decirlo, había pedido de nuevo la palabra. Y en hombres jóvenes y mujeres jóvenes (y no tan jóvenes. Nota del autor) renacía la fe, sin “peros”, sin engaños, sin escapatorias, vivida en su integridad, como don, como regalo precioso que ayuda a vivir. No faltaron ciertamente aquellos que se sintieron molestos en sus debates individuales, en sus modelos de una Iglesia completamente diversa, construida en torno a la mesa, según la propia imagen”. O sea, sobre la base de estructuras propias.Esta última actitud de no pocos miembros de la Iglesia refleja al vivo el encierro en la propia idea que se han formado de la Iglesia. ¿Cómo conocer entonces la vida en el Espíritu que deshace tales estructuras?De aquí surgen las prohibiciones indebidas, las condenas fáciles, los juicios temerarios y los escándalos injustificados. Así se sofoca al Espíritu que guía “a la Iglesia y a las almas a través de sus gracias y celestiales carismas” (León XIII. Dim, 2).Como escribas y fariseos que no aceptaron al Mesías, éstos se hacen reticentes a aceptar la acción eclesial del Paráclito. No quieren o no saben dejarse guiar por él, “como el viento”, con la libertad de los hijos de Dios. Ignoran u omiten que esto mismo lo hacen los carismas y que éstos forman parte esencial de la constitución divina de la Iglesia (Juan Pablo II. CMME. Mensaje, 5. Discurso, 4). Así se evangeliza tantas veces sin tener en cuenta el Bautismo en Espíritu Santo y fuego que nos hace testigos de Cristo (Hch 1, 8) . Éstos se hallan lejos del Magisterio de la Iglesia, a pesar de su protesta de fidelidad al mismo, devorados por las estructuras personales. Han olvidado que el Espíritu Santo es Alma de la Iglesia; que obedecer al Magisterio es obedecer a Cristo (Lc 10, 16) y signo de ser guiados por el Espíritu Santo (1 P 1, 2; 1 Jn 4, 6).

La advertencia del Cardenal Ratzinger
“Es necesario que se diga alto y fuerte a las Iglesias locales (parroquias), incluso a los obispos (diócesis), que no deben consentir a pretensiones de uniformidad absoluta en las organizaciones y programaciones personales. No se pueden elevar sus propios proyectos como modelos fijos de lo que está consentido actuar al Espíritu Santo. Frente a meros proyectos puede suceder que las Iglesias se conviertan en impenetrables al Espíritu Santo.“No es lícito que todo deba encasillarse en una organización unitaria. ¡Mejor es menos organización y más Espíritu!” (CMME, Discurso de inauguración). Podríamos preguntarnos por qué. Porque el Espíritu Santo es la mejor organización. La mejor estructura. ¡La de él!
El panorama religioso presente
¿Qué es esto que se quiere encerrar entre cuatro paredes? ¿Una Iglesia “Tradicional” o más bien una Iglesia languideciente? Si realmente fuera tradicional “debería permanecer en lo que hemos escuchado desde un principio” (1 Jn 2, 24), ¡sin omitir nada! ¡Cuántas cosas importantes se han omitido en la praxis pastoral con la excusa de una “Tradición” que no lo es! Deberíamos reconocerlo por sus escasos frutos, por su retroceso e ineficacia. Éstos no recuerdan todo lo que nos ha dicho Jesús. Omiten la acción del Espíritu, sus carismas; desobedecen a la autoridad legítima de la Iglesia en su Magisterio y a los papas (reciente cisma de Mons. Lefebvre). ¡Signo de andar sin el Paráclito (cf. 1 P 1, 2)!¿Qué es entonces, esta “otra” Iglesia? ¿Acaso la Iglesia “progresista”? ¡De ninguna manera! Es la Iglesia tradicional por excelencia, que permite el progreso dogmático con todo fundamento y la mejor adaptación de los cambios contemporáneos a la Revelación. Ella como criatura del Espíritu es inmutable. Es el fundamento de su ser tradicional. Las verdades de Dios no cambian: “Mi Palabra jamás pasará”. Desde el bautismo sacramental es también renovable. Renovarse es hacer siempre actual lo eterno. Por eso también es progresista. Se mueve y progresa con los mismos principios eternos de vida eterna. Es lo que hacen los Papas, los Concilios; es lo que hacen los profetas; es lo que hacen los santos de siempre.

Conclusión
Quedar atrapados en la propias estructuras que concebimos nosotros y no Dios, es crearnos una Iglesia “desde nosotros mismos”, como decía el ex Cardenal Ratzinger; es provocar el escándalo de Cristo por tener pensamientos que son de los hombres y no los de Dios (Mt 16, 23). Por eso este Cardenal decía: “Que la Iglesia no sea una institución nuestra, sino la irrupción de algo distinto. Dado que su naturaleza es de derecho divino, se sigue que nosotros no podemos creárnosla desde nosotros mismos” (Obra citada). ¡Nadie lo puede hacer!

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Ver plan pastoral episcopal Española (2000-2005) "UNA IGLESIA ESPERANZADA, MAR ADENTRO.
PRIORIDADES PASTORALES, PUNTO 3-a) COMUNIÓN ECLESIAL EN EL AMOR DE CRISTO (Nº 50-51):
"«50. También nos alegra ver que nuestra Iglesia, en consonancia con las orientaciones del Concilio Vaticano II se está haciendo más participativa y creando cauces de corresponsabilidad: la teología ha rescatado los valores de la eclesiología de comunión; se ha enriquecido la vida eclesial con nuevos carismas; se están desarrollando las estructuras y órganos participativos: Sínodos, consejos presbiterales, pastorales, de economía, etc.; los laicos van asumiendo muchas tareas dentro de la Iglesia, según corresponde al sacerdocio común de los fieles. Al fortalecer estos medios de participación, hemos de alimentar a los cristianos con una verdadera espiritualidad eclesial, ya que sin ella los organismos y estructuras de comunión y de participación “se convertirían en medios sin alma, máscaras de comunión, más que sus modos de expresión y crecimiento”[49]. 51. En nuestra Iglesia hemos crecido en organización y estructuras pastorales, lo mismo que en planificación y programación. Estas realidades, que pertenecen al organismo social de la Iglesia, son consecuencia del misterio de la Iglesia, que es a la vez espiritual y visible, en analogía con el misterio del Verbo encarnado; y han de estar al servicio del Espíritu de Cristo, que le da vida para que el cuerpo crezca[50]. La misma dinámica de las estructuras nos puede llevar a veces a la tentación de confiar más en nuestra capacidad de organizar y programar que en la gracia de Cristo, por lo que hemos de afirmar en la teoría y en la práctica la primacía de la gracia[51]. También nos parece que podemos estar atrapados por un exceso de organización y olvidarnos de que la Iglesia es sobre todo un organismo vivo, el Cuerpo místico de Cristo, y que lo prioritario es la atención a las personas y engendrar vida. "»
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[50] Cf Lumen Gentium, 8. [51] Cf NMI 38.
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VER +: ORGANIZACIONISMO

viernes, 22 de febrero de 2008

SR. PRESIDENTE


LUIS AGUILÉ

"Al gobernar aprendí a pasar de la ética de los principios

a la ética de las responsabilidades".

Felipe González Márquez

(Al final no las cumplió)

DAME DE BEBER


"Si no existiera el agua,
no tendría sed,
si no existiera el pecado
no necesitaría perdón,
si no viviera Dios,
no necesitaría Amor"


-

Señor, dame esa agua, para que no tenga sed...
...entonces la mujer dejó el cántaro...
Jn 4, 1-43
.
"El que tenga sed, que venga a Mí.
Pues el que cree en Mí beberá".
Jn 7, 37-38
.
"La oración es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre".
San Agustín.

jueves, 21 de febrero de 2008

LA NUEVA COCINA "GASTÓ-NOMOS"



GASTRONOMÍA NO ES GASTO-NOMÍA

miércoles, 20 de febrero de 2008

LOS NIÑOS HACEN LO QUE VEN


Children do what they see

LA MISA SOBRE EL MUNDO (Pierre Teilhard de Chardin)


Ya que, una vez más, Señor, ahora ya no en los bosques
del Aisne, sino en las estepas de Asia, no tengo ni
pan, ni vino, ni altar, me elevaré por encima de los símbolos
hasta la pura majestad de lo real, y te ofreceré,
yo, tu sacerdote, sobre el altar de la tierra entera, el trabajo
y el dolor del mundo.

El sol acaba de iluminar, allá lejos, la franja extrema
del horizonte. Una vez más, la superficie viviente de la
tierra se despierta, se estremece y vuelve a iniciar su
tremenda labor bajo la capa móvil de sus fuegos.
Yo colocaré sobre mi patena, ¡oh, Dios mío!,
la esperada cosecha de este nuevo esfuerzo.
Derramaré en mi cáliz la
savia de todos los frutos que serán molidos hoy.
Mi cáliz y mi patena son las profundidades de un alma
ampliamente abierta a todas las fuerzas que, en un instante,
van a elevarse desde todos los puntos del globo y
a converger hacia el Espíritu.

¡Que vengan, pues, a mí
el recuerdo y la mística presencia de aquellos a quienes
la luz despierta para un nuevo día!
Señor, voy viendo y los voy amando, uno a uno, a
aquellos a quienes tú me has dado como sostén y como
encanto naturales de mi existencia.
También uno a uno voy contando los miembros de esa otra
y tan querida familia
que se han ido juntando poco a poco en torno a mí,
a partir de los elementos más dispares, las afinidades
del corazón, de la investigación científica y del pensamiento.

Más confusamente, pero a todos sin excepción,
evoco a aquellos cuya multitud anónima constituye la
masa innumerable de los vivientes; a aquellos que me
rodean y me soportan sin que yo los conozca; a los que
vienen y los que se van; a aquellos, sobre todo, que, en
la verdad o a través del error, en su despacho, en su laboratorio
o en su fábrica creen en el progreso de las cosas
y perseguirán apasionadamente hoy la luz.

Quiero que en este momento mi ser resuene acorde
con el profundo murmullo de esa multitud agitada, confusa
o diferenciada, cuya inmensidad nos sobrecoge; de
ese océano humano cuyas lentas y monótonas oscilaciones
introducen la turbación en los corazones más creyentes.

Todo lo que va a aumentar en el mundo, en el
transcurso de este día, todo lo que va a disminuir –todo
lo que va a morir, también–, he aquí, Señor, lo que trato
de concentrar en mí para ofrecértelo; he aquí la materia
de mi sacrificio, el único sacrificio que a ti te gusta.
Antiguamente se depositaban en tu templo las primicias
de las cosechas y la flor de los rebaños. La ofrenda
que realmente estás esperando, aquélla de que tienes
misteriosamente necesidad todos los días para saciar tu
hambre, para calmar tu sed, es nada menos que el acrecentamiento
del mundo arrastrado por el universal devenir.

Recibe, Señor, esta hostia total que la creación, atraída
por tus gracias, te presenta en esta nueva aurora. Sé
que este pan, nuestro esfuerzo, no es en sí mismo más
que una desagregación inmensa. Este vino, nuestro dolor,
no es todavía, ¡ay!, más que un brebaje disolvente.
Mas tú has puesto en el fondo de esta masa informe
–estoy seguro de ello, porque lo siento– un irresistible y
santificante deseo que nos hace gritar a todos, desde el
impío hasta el fiel:
“¡Señor, haz de todos nosotros uno!”.

Porque a falta del celo espiritual y de la sublime pureza
de tus santos, tú me has dado, Dios mío, una simpatía
irresistible por todo lo que se mueve en la materia
oscura –porque, irresistiblemente, reconozco en mí más
que a un hijo del cielo a un hijo de la tierra–, subiré esta
mañana, con mi pensamiento, a los lugares altos, cargado
con las esperanzas y las miserias de mi madre, y
allí –fuerte, con un sacerdocio que sólo tú has podido
darme, estoy seguro– invocaré al fuego sobre todo lo
que, en la carne humana, está pronto para nacer o para
perecer bajo el sol que asciende.
.
Pierre Teilhard de Chardin
Paleontólogo, filósofo y místico jesuita (1881-1955).
Ofertorio de la Misa sobre el Mundo.
(Texto escrito en el desierto de Ordos, China,
en 1923 y publicado en Himno del universo, 1961)

La cruz Gótica del siglo XV de Kurutziaga

(Durango - España)

martes, 19 de febrero de 2008

MÚSICA CELTA




MÚSICA CELTA ARPA Y FLAUTA

DECÁLOGO DEL BUEN RELATIVISTA Y SUBJETIVISTA


"Cuando el relativismo moral se absolutiza
en nombre de la tolerancia,
los derechos básicos se relativizan
y se abre la puerta al totalitarismo"
Cardenal Ratzinger
.
"El relativismo moral, negador de normas y valores objetivos, es el camino más seguro hacia la autodestrucción, la frustración, la perversión y la infelicidad".  Alexander Torres Mega
.
Para dialéctica de altura la del siglo XIX y primera parte del XX. Desde entonces, desde el fin de la II Guerra Mundial hasta ahora, vivimos de prestado. Los tratados se han convertido en eslóganes y la búsqueda de la verdad en búsqueda de la búsqueda: en definitiva, en la turbadora tentación de que la verdad no existe, por lo que el conocimiento no merece la pena: lo único que merece la pena es la divagación eterna e infructuosa sobre las formas de conocimiento. La cosa empezó a torcerse con Descartes, pero en el siglo XX alcanzó su plenitud: es decir, alcanzó el desastre.


Es como si la razón hubiera sido recluida en una cárcel y, con ella, la libertad. Recluida, claro está, en nombre de la libertad de pensamiento. El progreso intelectual de la civilización occidental ha degenerado en un círculo oriental, del que es imposible salir. En Occidente le llamamos relativismo, pero en el fondo éste no esconde más que la anulación del hombre como ser racional y, con ello, la anulación de su libertad. Vivimos en el universo de la contradicción permanente.
Analicemos la situación en unos pocos aforismos, que son lo mandamientos vigentes. El primero y más importante de todos, que los engloba a todos, que los resume y abarca a todos, es el siguiente:

1. “Nada es verdad ni nada es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira”. Ahora bien, la frasecita de Campoamor, que revela como ninguna otra el acta de defunción de las verdades absolutas, es la que incurre en la primera contradicción flagrante: nada es verdad ni nada es mentira… menos esta frase, este principio, este dogma aniquilador.
2. “Prohibido prohibir”, tradujeron los del mayo francés, una generación que continúa sin abandonar el poder. Ahora bien, si prohibimos prohibir, ya hay algo que sí está prohibido: prohibir.
3. “Todo es opinable”, aseguran los hombres de la sociedad de la comunicación. Sí, todo es opinable; todo menos justamente eso: que todo sea opinable.
4. “Los dogmas son inadmisibles”. Salvo justamente el que acabo de enunciar, que es indemostrable pero de aplicación forzosa. En cualquier caso, el hombre siempre parte de un dogma para concluir, tanto en el pensamiento deductivo como en el inductivo
5. “Libertad de pensamiento”. Muy cierto, pero dos más dos sólo son cuatro en base 1 y por definición. Nadie comienza a pensar desde cero, sino desde un eje de coordenadas que le viene dado. El pensamiento humano está sometido a reglas estrechas, que componen lo que se conoce como la ciencia de la lógica: no damos para más y no es para avergonzarse de ello. A fin de cuentas, mal de muchos…
6. “Toda idea, principio o creencia es tan respetable como otra”. ¿Todas? No, porque la que acabo de escribir vale mucho más que cualquier otra y es acreedora del mayor de los respetos.
7. “Eduquemos en libertad”. Pero eso es imposible: si concedemos libertad al alumno para someterse o rechazar la educación, seguramente optará por la libertad de no educarse, sobre todo si piensa en el sometimiento y el esfuerzo que implica el hacerlo.
Lo único que importa es la tolerancia, no las ideas que se toleran. Es más, la misma libertad de expresión es un atentado contra la libertad ajena, en cuanto puede influir en el interlocutor.
8. “Sólo acepto lo que sea demostrable”. Pero ni siquiera puedo demostrar mi propia existencia: vaya comienzo. Lo empíricamente demostrable no alanza ni el 0,1% de los conocimientos humanos.
9. “Lo que se ve, existe; y lo que no se ve, no existe”. Pero nuestros sentidos nos engañan con frecuencia. Además, de esta forma no existirían la lunas de Júpiter, ni el amor, ni el dolor, ni la belleza, ni el arte, ni la literatura… Además, ¿estamos seguros de que la vida no es sueño y que el ensueño no es la verdadera vida?
10. “Nadie puede decir lo que está bien o lo que esta mal”. Pero esta política de no injerencia es buena en sí misma, así como sus numerosos desarrollos en forma de juicios morales, esos juicios que constantemente estamos pronunciando. Es más, si en algo creemos es en nuestras críticas al prójimo o en nuestros halagos (en ésos menos, dado que resultan menos numerosos).
...................................................................................

No es extraño que el hombre actual esté mareado. Sufre de vértigo intelectual y sus síntomas son: falta de personalidad, acentuada inseguridad en sus talentos. O sea, que el relativismo le ha llevado al complejo de inferioridad, a la tristeza: Porque el hombre puede ser bueno o malo, sabio o ignorante, pero lo que su propia naturaleza racional no puede aceptar jamás sin romperse en pedazos es vivir en la contradicción. El único velo capaz de ocultar la incoherencia es la locura. Y esa es, precisamente, la meta lógica de todo relativismo. Los altavoces refuerzan la voz, pero no los argumentos.

Luis Olivera Marañon
VER +:


lunes, 18 de febrero de 2008

NUEVA ERA (NEW AGE)

Todo lo que se necesita saber sobre la Nueva Era
.
-Sincretismo religioso-
Religión a la carta
(Hacer a Dios a nuestra imagen)
.
"El idolatra, lo es entre otras cosas porque considera sus ideales e intereses por encima de Dios, sus valores y prioridades espirituales parten del yo, se idolatra a si mismo". 1 Juan 5:19-21

Desde hace treinta años se viene formando una ola cultural/filosófica/religiosa que pretende reaccionar contra el presente estado de la humanidad y empujar la humanidad hacia una nueva conciencia, hacia una nueva forma de ser espiritual. A esta ola le llamamos la Nueva Era (New Age) y, hoy por hoy, no hay ningún aspecto de nuestra vida que no ha sentido sus efectos de alguna forma.
Las ideas y los objetivos de la Nueva Era recogen elementos de las religiones orientales, el espiritismo, las terapias alternativas, la psicología trans-personal, la ecología profunda, la astrología, el gnosticismo y otras corrientes. Los mezcla y los comercializa de mil formas, proclamando el inicio de una nueva época para la humanidad. Pero, en el fondo, no parece ser más que otro intento vano del hombre de salvarse a sí mismo haciendo promesas que no puede cumplir y atribuyéndose poderes que no posee.

1. ¿La Nueva Era es una secta religiosa?
No. La Nueva Era no es una secta, ni una iglesia, ni una religión. Es una forma de ver, pensar y actuar que muchas personas y organizaciones han adoptado para cambiar el mundo según ciertas creencias que tienen en común. Pero no tiene jefe, ni reglas, ni doctrinas fijas, ni disciplina común.

2. ¿Por qué, entonces, se dice que es una "nueva religión"?
La Nueva Era habla de muchas cosas que tocan nuestra fe: Dios, la creación, la vida, la muerte, la meditación, el sentido de nuestra existencia, etc... pero no es una religión. Toma diversos aspectos de muchas religiones y también de las ciencias y de la literatura y los mezcla con cierta originalidad para dar respuestas fantásticas a las preguntas más importantes de la vida humana. A veces inclusive usa un lenguaje cristiano para expresar ideas muy contrarias al cristianismo.

3. ¿Quiénes pertenecen a la Nueva Era?
Todo tipo de persona puede formar parte de la Nueva Era. Sus líderes y pensadores suelen ser gente de la "revolución contracultural" de los años 60 y 70 que rechazó los valores y los caminos religiosos tradicionales a favor del libertinaje, de la cultura de la droga, del amor libre y de los experimentos de las comunidades utópicas. Hoy sus ideas están tan difusas que gran número de personas las comparten sin un rechazo formal y evidente de su propia cultura o su estilo de vida.

4. ¿Qué cree la Nueva Era?
Lo típico de la Nueva Era es el espíritu de individualismo que permite a cada quien formular su propia verdad religiosa, filosófica y ética. Pero hay algunas creencias comunes que casi todos los participantes de la Nueva Era comparten:
a) El mundo está por entrar en un período de paz y armonía mundial señalado por la astrología como "la era de acuario".
b) La "era de acuario" será fruto de una nueva conciencia en los hombres. Todas las terapias y técnicas de la Nueva Era pretenden crear esta conciencia y acelerar la venida de la era de acuario.
c) Por esta nueva conciencia el hombre se dará cuenta de sus poderes sobrenaturales y sabrá que no hay ningún Dios fuera de sí mismo.
d) Cada hombre, por tanto, crea su propia verdad. No hay bien y mal, toda experiencia es un paso hacia la conciencia plena de su divinidad.
e) El universo es un ser único y vivo en evolución hacia el pleno conocimiento de sí y el hombre es la manifestación de su auto-conciencia.
f) La naturaleza también forma parte del único ser cósmico y, por tanto, también participa de su divinidad. Todo es "dios" y "dios" está en todo.
g) Todas las religiones son iguales y, en el fondo, dicen lo mismo.
h) Hay "maestros" invisibles que se comunican con personas que ya han alcanzado la nueva conciencia y les instruyen sobre los secretos del cosmos.
i) Todos los hombres viven muchas vidas, se van reencarnando una y otra vez hasta lograr la nueva conciencia y disolverse en la fuerza divina del cosmos.

5. ¿Qué dicen los de la Nueva Era cuando uno les hace ver que estas creencias son pura fantasía?
Cuando alguien no acepta esta absurda visión de Dios, del hombre y del mundo, la Nueva Era le dice que su conciencia todavía no está iluminada y que su comprensión está condicionada por esquemas culturales que serán superados en la nueva era.

6. Pero ¿cómo esperan comprobar unas creencias que no corresponden en nada a la realidad?
Normalmente echan mano a testimonios de experiencias subjetivas personales que son tan imposibles de verificar como lo son de desmentir. A veces se apoyan en mitos o en leyendas de las tradiciones de los antiguos pueblos. A veces toman datos de las ciencias y los aplican a la vida espiritual del hombre como si las mismas leyes rigiesen en ambos mundos.

7. Si las cosas están así, ¿qué lugar hay en la Nueva Era para el Dios que se nos reveló en Jesucristo?
Ninguno, el Dios de la fe católica es una persona, el "dios" de la Nueva Era es una fuerza impersonal y anónima. El Dios de la fe católica es Creador de todo, pero no se identifica con nada de lo creado. El "dios" de la Nueva Era es la creación que poco a poco se va dando cuenta de sí mismo. El Dios de la fe católica es infinitamente superior al hombre, pero se inclina hacia él para entrar en amistad con él. El Dios de la fe católica juzgará a cada hombre según su respuesta a ese amor. El "dios" de la Nueva Era es el mismo hombre que está más allá del bien y del mal. En la Nueva Era el amor más alto es el amor a sí mismo.

8. ¿La Nueva Era dice algo de Jesucristo?
La Nueva Era dice que Jesucristo fue un maestro iluminado más entre muchos. Dice que la única diferencia entre Jesucristo y los demás hombres es que El se dio cuenta de su divinidad mientras la mayoría de los hombres todavía no la descubren. De esta forma la Nueva Era le quita a Jesucristo su carácter único e irrepetible de Hijo de Dios y ridiculizan el hecho de que Dios se hizo hombre para "salvarnos del pecado".

9. ¿Un católico puede aceptar la creencia en la reencarnación?
En absoluto. La reencarnación es la creencia en una cadena de regresos a esta vida bajo diverso aspecto corporal. Si fuera cierta, mi libertad sería inútil y mis decisiones, luchas, esfuerzos, sacrificios y sufrimientos en la vida no tendrían ningún valor, pues a fin y a cabo tendría que hacerlo todo de nuevo una y otra vez. Si la reencarnación fuera cierta, la pasión y muerte de Cristo no tendrían sentido y su resurrección no nos aseguraría la redención. La resurrección es la transformación definitiva del ser humano y la entrada a la eternidad. Se muere una sola vez y a la muerte sigue la resurrección y el juicio. Como dice San Pablo: "Si nuestra esperanza en Cristo es únicamente para esta vida, ¡somos los más miserables de entre los hombres!" (1 Cor 15,19).

10. ¿La Nueva Era no se confunde con el ecologismo?
No. El verdadero ecologismo busca conservar el planeta y respetar todas las formas de vida, especialmente la vida humana que tiene un valor muy superior a todas las demás ya que el hombre fue hecho "a imagen y semejanza de Dios". El ecologismo exagerado de la Nueva Era dice que el hombre vale lo mismo que una ballena o un monte o un árbol. Llega a considerar al hombre como el peor enemigo del planeta en vez de verle como su guardián y su dueño.

11. ¿Hay también una música que se dice "nueva era"?
Sí. La música "nueva era" se llama así porque se inspira en algunos temas de gran interés para la Nueva Era: la naturaleza, las religiones de los pueblos antiguos, las culturas orientales, etc... Suele ser música instrumental, mezclada con sonidos naturales, a veces muy repetitiva, otras veces sin melodía ninguna.

12. ¿Está mal escuchar esta música?
La música "nueva era" es como cualquier otra música: una combinación de sonidos más o menos agradable al oído. Lo que podría hacerla "mala" sería algún contenido dañoso (la letra) o algún uso irresponsable de la música (vg. para ayudar inducir un estado alterado de conciencia; para provocar sentimientos negativos, etc.).

13. ¿Por qué habla tanto la Nueva Era de "energía"?
Una de las ideas básicas de la Nueva Era es que toda la realidad visible, el hombre incluido, se reduce a una "energía cósmica". Según eso, mientras el cosmos esté en fase evolutiva, su energía se manifiesta de muchas formas: una piedra, el viento, la mente humana, etc... Supuestamente hay cosas, lugares y ejercicios que pueden aumentar nuestra capacidad y nuestro control de esta energía (vg. llevarse puesto un cristal de cuarzo, visitar una pirámide u otro lugar "sagrado" el día del equinoccio primaveral, realizar ciertas posturas del yoga, etc.).

14. ¿Los programas de control mental, sanación y auto-superación son un engaño?
Hay que ver y juzgar cada programa por separado. Pero algunos programas enseñan simples técnicas de relajamiento, concentración, memoria o fortalecimiento de la voluntad que producen resultados inmediatos en sus clientes. A estas técnicas, que no tienen nada de extraordinario, las revisten de un lenguaje pseudo-científico y las ponen como un gran descubrimiento o un secreto de la sabiduría antigua. Frecuentemente se pasa de una terapia psicológica o emocional al mundo espiritual, incorporando elementos del panteísmo, del gnosticismo o de la espiritualidad oriental sin prevenir al cliente. A los resultados más modestos en el campo humano se les atribuye un carácter sobrenatural. De ahí se convence al cliente de sus "poderes especiales", su "conciencia iluminada", o de cualquier cosa. Lo peor es que algunos de estos programas se presentan como un complemento excelente del cristianismo cuando, en el fondo, se basan en conceptos incompatibles con la fe católica.

15. ¿Las nuevas técnicas de meditación sirven?
La Nueva Era no tiene ningún reparo en mezclar formas religiosas de tradiciones muy diversas, aun cuando hay contradicciones de fondo. Hay que recordar que la oración cristiana se basa en la Palabra de Dios, se centra en la persona de Cristo, lleva al diálogo amoroso con Jesucristo y desemboca siempre en la caridad al prójimo. Las técnicas de concentración profunda y los métodos orientales de meditación encierran al sujeto en sí mismo, le impulsan hacia un absoluto impersonal o indefinido y hacen caso omiso del evangelio de Cristo.

16. ¿Y el yoga?
El yoga es, en su esencia, un ejercicio espiritual y corporal nacido de la espiritualidad hindú. Las posturas y ejercicios, aunque se presentan como un simple método, son inseparables de su sentido propio en el contexto del hinduismo. El yoga es una introducción a una tradición religiosa muy ajena al cristianismo. La palabra "yoga" significa "unión". Habría qué preguntarnos: ¿unión con qué?

17. ¿Por qué la Nueva Era da tanta importancia a la astrología, al horóscopo, al tarot, al contacto con los espíritus, etc...?
Las antiguas técnicas de adivinación y el espiritismo siempre han provocado la curiosidad de la gente. La Nueva Era ha señalado un renacimiento del interés en el ocultismo, la magia, la astrología y las prácticas mediáticas. Son corrientes que pretenden dotar al hombre de poderes mentales y espirituales sobrenaturales y colocarlo como dueño absoluto de su propio destino. La Nueva Era borra las distinciones entre materia y espíritu, entre lo real y lo imaginario, entre lo posible y lo imposible. Pero ningún esfuerzo de la Nueva Era logrará conciliar el ocultismo, el esoterismo o el espiritismo con la fe y la vida del católico.
Sus promotores
De alguna forma se puede llamar promotores de la Nueva Era desde una brujita que hace limpias en la Pirámide del Sol en Teotihuacán hasta famosas personalidades en los medios de comunicación que se dedican a temas de esoterismo comercial y popular.
Pero hay algunas organizaciones internacionales que también operan en Hispanoamérica.
Algunas de estas organizaciones son:
a) La Sociedad Teosófica: fundada en 1875 en Nueva York por la rusa Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891), espiritista y médium. Su doctrina es una mezcla de espiritismo, ocultismo, principios gnósticos y espiritualidad oriental. Las creencias principales de la Sociedad incluyen la reencarnación, la comunicación con maestros desencarnados, el yoga, la astrología.
b) La Nueva Acrópolis: fundada en Argentina en 1957 por Jorge Angel Livraga. Es un grupo ocultista y gnóstico inspirado principalmente en los escritos de Blavatsky y una mezcla de los conceptos de pensadores antiguos. Sus miembros buscan un estado espiritual superior a través de sugestivas ceremonias de iniciación y la utilización de muchos símbolos y ritos típicos de grupos paramilitares.
c) Control Mental Silva: fundado en Laredo, Texas en 1966 por José Silva (n. 1914), consiste en cursos breves de técnicas de control interno y concentración por las que se busca controlar las ondas mentales hasta alcanzar la Sobre-Conciencia o el dominio total de sus estados mentales. El método contiene elementos de espiritismo y sutilmente lleva sus practicantes al panteísmo. Maneja muchos conceptos fundamentales de la Nueva Era y centra la esperanza de salvación en los poderes mentales del hombre. A pesar del hecho de que muchos de los maestros del método hablan un lenguaje "cristiano" y aseguran a sus clientes que el método les ayudará en su vida espiritual, hay elementos substanciales del programa incompatibles con la fe católica. Ultimamente la organización Silva en México se ha dedicado a recabar firmas de sacerdotes y monjas que aprueban el método para facilitar su promoción en ámbitos católicos.
d) La Meditación Trascendental: fundada en 1958 por Maharishi Mahesh Yogi en India pero no se popularizó hasta 1967, gracias a la publicidad ofrecida por los Beatles y otros artistas famosos de la contra-cultura de los años 60. En su doctrina, que nace del hinduismo, se busca la iluminación de la conciencia por la reflexión personal mediante la repetición de mantras (palabras sagradas) y ritos religiosos. Implícitos en las enseñanzas de la MT son el rechazo de doctrinas esenciales al cristianismo (un Dios personal, la Encarnación, la Resurrección, etc...) la veneración del Maharishi y del Guru Dev como santos y mensajeros divinos.
e) La Gran Fraternidad Universal: fundada en 1948 en Caracas por el francés Serge Reynald de la Ferriére (1916-1962), quien era muy activo con grupos de teosofía, astrología y la masonería. Su doctrina se basa en prácticas astrológicas, esotéricas y ocultistas, y afirma que todas las religiones son iguales, aunque favorece creencias y prácticas hindúes. Presenta un sincretismo religioso que apela a una ciencia superior que es la verdadera base de toda religión.
f) La Iglesia de Cienciología / Dianética: fundada por L. Ron Hubbard (1911-1986), novelista de ciencia-ficción que en 1950 publicó Dianética: La ciencia moderna de la salud mental, un manual de autoconocimiento y desarrollo de potencialidad humana basada en el análisis de experiencias previas al nacimiento.

Las asociaciones de médicos más prestigiosas de los EE.UU. han condenado repetidamente las teorías y las terapias de la Dianética como totalmente carentes de base científica y dañosa para la salud mental. Su teoría es que todos los males humanos son causados por "engramas" o cargas negativas que se graban en lo inconsciente del hombre y provocan estragos continuos.
Para librarse hace falta una "audición" de parte de un experto que recomendará una serie de cursos que supuestamente llevará al cliente al estado de "claro" o libre de "engramas". La reencarnación y las experiencias extra-corporales forman parte de la doctrina de la secta. Hubbard también tiene escritos que atacan duramente al cristianismo.
La
Iglesia de Cienciología ha sido definida como una secta destructiva y belicosa y sostiene muchas asociaciones de carácter social y humanitario para lograr mayor aceptación en la sociedad, por ejemplo: Narcanon y la Comisión Ciudadana de los Derechos Humanos.