EL Rincón de Yanka: HÉROES DEL PROGRESO 10: WILHELM RÖNTGEN, KATE SHEPPARD, LUCY WILLS Y ALESSANDRO VOLTA 🔬 🔋 🙋 🏥

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jueves, 26 de marzo de 2020

HÉROES DEL PROGRESO 10: WILHELM RÖNTGEN, KATE SHEPPARD, LUCY WILLS Y ALESSANDRO VOLTA 🔬 🔋 🙋 🏥


Héroes del Progreso,
Parte 26: Wilhelm Röntgen
Alexander C. R. Hammond destaca la contribución al bienestar de la humanidad del científico Wilhelm Röntgen, quien descubrió los rayos x.
Hoy presentamos la parte 26 de una serie de artículos publicados por HumanProgress.org titulada "Héroes del Progreso". Esta columna presenta una introducción breve a los héroes que han realizado una contribución extraordinaria al bienestar de la humanidad. 

Esta semana, nuestro héroe es Wilhelm Röntgen. El científico alemán fue la primera persona que identificó la radiación electromagnética en un ancho de banda que hoy conocemos como "rayos x". Hoy, las máquinas de rayos x son comunes en gran parte de los establecimientos médicos. Estas son utilizadas por una docena de razones, pero el uso más común incluye la detección de huesos rotos o fracturados, problemas cardíacos, cáncer de mama, escoliosis y tumores. La capacidad de monitorear de manera precisa las condiciones internas de nuestros cuerpos conduce a mejores decisiones médicas. Cada año, las máquinas de rayos x son utilizadas para ayudar a salvar las vidas de millones de personas.

Wilhelm Röntgen nació el 26 de marzo de 1845 en Lennep, Prusia. En 1862, Röntgen asistió a un internado en Utrecht. Fue expulsado en 1865, luego de ser acusado de crear una caricatura de uno de sus maestros. Sin un diploma de secundaria, Röntgen solo pudo inscribirse en la universidad como un oyente, en lugar de ser un estudiante. El Instituto Federal Politécnico en Zúrich no requería un diploma de secundaria y, por lo tanto, habiendo pasado todos sus exámenes de ingreso, Röntgen se inscribió como un estudiante de ingeniería mecánica en Suiza.

En 1869, Röntgen obtuvo su doctorado y llegó a ser asistente del Profesor August Undt, a quien había seguido primero a la Universidad de Würzburg y luego a la Universidad de Estrasburgo. Para 1874, Röntgen había calificado como Conferencista de la Universidad de Estrasburgo. Llegó a ser profesor en 1876. En 1879, Röntgen llegó a ser Director de la Cátedra de Física en la Universidad de Giessen. Röntgen se mudó una vez más en 1888, para llegar a ser Director de Física en la Universidad de Würzburg. Fue durante su tiempo en Würzburg que Röntgen haría el descubrimiento que cambió al mundo.

El 8 de noviembre de 1895, Röntgen estaba realizando experimentos utilizando un tubo de rayos catódicos –un tubo vacío especializado que emite una luz fluorescente cuando una carga eléctrica pasa a través de el. Röntgen notó que cuando él utilizaba el tuvo de rayos catódicos, una pizarra ubicada al otro lado de su laboratorio que estaba cubierta con fósforo empezaba a brillar. Intrigado por esto, Röntgen cubrió el tubo con una caja negra de cartulina gruesa para cubrir la luz que el tubo emitía. Röntgen notó que incluso después de que la luz del tubo había sido cubierta, la pizarra de fósforo continuaba brillando. Pronto quedó claro para Röntgen que él había descubierto un nuevo tipo de rayo. Dada la naturaleza desconocida del rayo, lo denominó "rayo x" (la "x" matemática es muchas veces atribuida a algo desconocido).

Se dice que Röntgen se pasó las próximas semanas durmiendo y comiendo en su laboratorio conforme investigaba las propiedades de estos nuevos rayos. Luego de numerosos experimentos, Röntgen encontró que muchos materiales eran transparentes o translucientes cuando eran interpuestos en el camino de los rayos.

Estos materiales incluían papel, madera, aluminio y, de manera más importante para la industria médica, la piel y la carne. Röntgen utilizó un plato fotográfico para detallar la transparencia de los distintos objetos. Dos semanas después de su descubrimiento del rayo x, Röntgen tomó la primera foto –una radiografía de la mano de su esposa. Cuando su esposa vio la imagen de los huesos, dijo, "¡He visto mi propia muerte!"

El 28 de diciembre de 1895, Röntgen publicó un estudio detallando su descubrimiento, titulado "Sobre un nuevo tipo de rayos". Para enero, el descubrimiento de Röntgen se encontraba en las portadas de la prensa austriaca. A lo largo de los próximos dos años, las noticias acerca de los rayos x se esparcieron y Röntgen publicó tres estudios acerca de sus experimentos. Röntgen creía que su descubrimiento debía estar disponible al público y nunca buscó una patente para sus rayos x. En 1900, por pedido especial del gobierno bávaro, Röntgen se mudó a la Universidad de Múnich para dirigir su departamento de física.

A Röntgen le llovieron numerosos premios, medallas y doctorados honorarios. En 1901, recibió el primer Premio Nobel en Física. Luego de recibir el dinero otorgado a los ganadores del Premio Nobel, Röntgen lo donó todo para que se realizarán investigaciones en la Universidad de Würzburg. El 10 de febrero de 1923, Röntgen murió de un carcinoma en el intestino. Tenía 77 años. En 2004, el elemento químico número 11 fue nombrado "roentgenio" en su honor. 
  • Nació en 1845 en Alemania. Su padre era comerciante. Murió de cáncer intestinal en 1923.
  • A los 3 años se mudó a Holanda. Desarrolló habilidades mecánicas e inteligencia espacial desde niño. Dibujó una caricatura de sus profesores y fue expulsado, aunque Röntgen dijo que lo acusaron falsamente. 
  • En 1865 vive uno de los momentos más complicados de su vida, no fue aceptado por una universidad de Holanda, sin embargo ingresó a la Escuela Politécnica de Zúrich, una de las más prestigiosas del mundo, a estudiar ingeniería mecánica.
  • Ganó en 1901 el primer Premio Nobel de Física por descubrir los Rayos-X. El dinero que le otorgaron lo donó a la Universidad de Würzburg, en la que realizó los experimentos mientras era catedrático.
  • Descubrió los Rayos-X en 1895. Investigaba cómo se comportaba la electricidad en tubos al vacío y evidenció que los rayos catódicos tenían ondas y no solo partículas.
  • En su experimento cubrió un tubo catódico con un cartón negro. Para poder ver las ondas hizo una ventanilla pero vio los huesos de su mano en la pequeña pantalla. Había descubierto las radiografías.
  • En 1897 creó la primera imagen de Rayos-X. Su esposa Anna Bertha Röntgen le ayudó en el experimento. Al ver el esqueleto de su mano dijo "¡He visto mi muerte".
  • Los médicos tienen en las radiografías una forma de explorar el cuerpo humano sin la necesidad de una operación a partir de su descubrimiento.
El descubrimiento de Röntgen del rayo x cambió fundamentalmente las prácticas médicas para siempre. Cada día, su trabajo está siendo utilizado para ayudar a salvar las vidas de personas alrededor del mundo. Por esta razón es que Röntgen es nuestro Héroe del Progreso No. 26.

Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgres.org (EE.UU.) el 5 de septiembre de 2019.

Héroes del Progreso, 
Parte 27: Kate Sheppard

Alexander C. R. Hammond destaca el incansable trabajo de Kate Sheppard, quien logró que Nueva Zelanda se convirtiera en el primer país del mundo donde las mujeres tenían el derecho a votar.
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Hoy presentamos la parte 27 en la serie de artículos publicados por HumanProgress.org titulada, "Héroes del Progreso". Esta columna provee una breve introducción a los héroes que han realizado una contribución extraordinaria al bienestar de la humanidad. 

Esta semana nuestra heroína es Kate Sheppard, la primera sufragista exitosa. Al trabajo y peticiones incansables de Kate ante el parlamento de Nueva Zelanda durante la segunda mitad del siglo diecinueve se le atribuye en gran medida que la nación se haya convertido en el primer país en el mundo que le dio a las mujeres el derecho de votar en 1893. Luego de que Nueva Zelanda adoptara el sufragio universal, Sheppard inspiró a movimientos exitosos de sufragistas en otras partes del mundo. Hoy, las mujeres tienen el derecho al voto en casi todas partes. 

Kate Sheppard, cuyo nombre de nacimiento era Catherine Wilson Malcolm, nació el 10 de marzo de 1847 en Liverpool, Inglaterra. Luego de la muerte de su padre en 1862, Sheppard se mudó a la casa de su tío, el entonces ministro de la Iglesia Libre de Escocia, en Nairn. El tío de Sheppard le enseñó los valores del socialismo cristiano, los cuales permanecerían con ella durante el resto de su vida. Aunque los detalles precisos acerca de la educación de Sheppard no son conocidos, ella poseía un conocimiento extenso tanto de las ciencias como del derecho.

A fines de la década de 1860, Sheppard, acompañada de su mamá y su hermana, se mudó a Christchurch en Nueva Zelanda. Sheppard rápidamente se volvió parte de la escena intelectual de la ciudad y se hizo amiga de Alfred Saunders, un político y destacado activista del movimiento anti-alcoholismo que ayudó a influenciar sus ideas en torno al voto de las mujeres. Sheppard se casó con Walter Allen Sheppard, dueño de una tienda, en 1871.

Sheppard fue un miembro activo de varias organizaciones religiosas. Dio clases de religión los domingos y en 1884 fue electa secretaria de la Asociación de Damas de Trinity, una organización establecida para visitar a los miembros de la parroquia que no asistían de manera regular a la misa. En 1885 Sheppard participó en el establecimiento en Christchurch de una rama de la Unión Internacional Cristina de Mujeres Anti-Alcoholismo. 

El interés de Sheppard en el activismo político empezó en gran medida debido a su interés en combatir el alcoholismo. A fines de la década de 1880, empezó a redactar y promover peticiones en el parlamento de Nueva Zelanda que prohibiría que las mujeres sean empleadas como meseras en los bares. Luego de que el parlamento rechazara la petición de Sheppard, ella llegó a entender que los políticos continuarían rechazando las peticiones presentadas por las mujeres, siempre y cuando las mujeres no tuviesen el derecho a votar.

En 1887, Sheppard fue designada Superintendente Nacional para la Franquicia y Legislación de la Unión Cristiana de Mujeres Anti-Alcoholismo (WCTU) de Nueva Zelanda. Para 1888, era presidenta de la rama de Christchurch de la WCTU. Sheppard rápidamente se volvió una figura destacada en el movimiento del sufragio femenino, y demostró ser una poderosa oradora y organizadora, siendo anfitriona de eventos alrededor de Nueva Zelanda.

Tanto en 1887 como en 1890, hubo intentos fallidos por parte de los políticos que simpatizaban con la causa de Sheppard de introducir legislación que le daría a las mujeres el derecho a votar. En 1888, Sheppard escribió un panfleto titulado "10 razones por las que deberían votar las mujeres en Nueva Zelanda", que fue enviado a cada miembro del parlamento. También escribió panfletos que fueron enviados a los movimientos sufragistas alrededor del mundo. 

En 1891, Sheppard empezó a realizar peticiones ante el parlamento para persuadir a los políticos para que respaldaran el derecho al voto de las mujeres. Ese mismo año, Sheppard creó una petición que contenía 10.085 firmas. Sir John Hall, un miembro del parlamento y partidario de Sheppard, presentó la petición al parlamento junto con una enmienda propuesta a la legislación electoral vigente, la cual le concedería a las mujeres el derecho a votar. La enmienda fue aprobada en el parlamento, pero rechazada en el senado. 

En 1892, Sheppard creó otra petición con 20.274 firmas, pero la enmienda en torno al voto femenino fracasó una vez más en el senado. Eventualmente, con una petición firmada por 31.872 personas, que fue la petición más respaldada que alguna vez había recibido el parlamento, la Ley Electoral de 1893 fue aprobada. El derecho al voto de las mujeres se convirtió en ley vigente cuando el gobernador David Boyle firmó la ley el 19 de septiembre de 1893.

A Sheppard se le atribuía en gran medida el éxito de la Ley Electoral de 1893. Viendo el éxito del movimiento sufragista en Nueva Zelanda, los grupos sufragistas de mujeres alrededor del mundo se inspiraron para seguir detrás de sus pasos. Sheppard envió sus escritos a las sufragistas alrededor del mundo. Como editora de la publicación mensual de la WCTU, The White Ribbon, ella promovió el sufragio en el extranjero. Sheppard era muy demandada como conferencista. Antes de mudarse a Inglaterra en 1903 para ayudar al movimiento sufragista allí, dio discursos en Canadá y EE.UU.

Debido a un mal estado de salud, Sheppard volvió a Nueva Zelanda en 1904, pero se embarcó en un tour de la India y Europa unos años después. En 1916, fue la primera persona en firmar una petición urgiendo al Señor Joseph Ward, el Primer Ministro de Nueva Zelanda, para que respalde la concesión del voto a las mujeres en Gran Bretaña. Los movimientos sufragistas alrededor del mundo copiaron las tácticas de Sheppard con mucho éxito. Australia le dio el derecho a votar a las mujeres en 1902, Finlandia en 1906, Noruega en 1913, Dinamarca en 1915, y Austria, Gran Bretaña, Alemania, Polonia y Rusia en 1918. EE.UU. les siguió en 1920.

La tendencia continuó mucho después de la muerte de Sheppard. Suiza le dio el derecho a votar a las mujeres en 1971, un cantón se aguantó hasta 1991. Arabia Saudita permitió por primera vez que votaran las mujeres en 2015.

Sheppard murió en Christchurch el 13 de julio de 1934. Tenía 86 años. Hoy su perfil está destacado en el billete de diez dólares de Nueva Zelanda y continúa siendo considerada como la primera sufragista exitosa del mundo. Sin su incansable trabajo, es probable que miles de millones de mujeres alrededor del mundo hubieran tenido que esperar más para lograr los derechos políticos que gozan hoy. Por estas razones, Kate Sheppard es nuestra Heroína del Progreso número 27.

Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgress.org (EE.UU.) el 22 de septiembre de 2019.
Héroes del Progreso,
Parte 28: Lucy Wills
Alexander C. R. Hammond destaca el trabajo de Lucy Wills, la hematóloga que descubrió que el ácido fólico puede prevenir ciertos tipos de anemia que atentan contra la vida de las mujeres embarazadas y sus bebés.
Hoy presentamos la parte No. 28 en una serie de artículos publicados por HumanProgress.org, titulada "Héroes del Progreso". Esta columan provee una breve introducción a los héroes que han realizado una contribución extraordinaria al bienestar de la humanidad. 

Esta semana nuestra heroína es Lucy Wills, la hematóloga que descubrió que el ácido fólico puede prevenir tipos de anemia –una condición bajo la cual la persona carece de suficientes glóbulos rojos para transportar de manera eficiente oxígeno hacia los tejidos de su cuerpo– que atentan contra la vida de las mujeres embarazadas. Las investigaciones de Wills en torno a la salud de las mujeres durante el embarazo han salvado un sinnúmero de vidas y mejorado el cuidado prenatal. Hoy, el ácido fólico es recomendado para todas las mujeres embarazadas para ayudar a proteger a la mamá de enfermedades y para asistirla en el desarrollo sano del bebé.

Lucy Wills nació el 10 de mayo de 1888 en Sutton Coldfield, una ciudad cerca de Birmingham, Inglaterra. Su padre había estudiado ciencias naturales y su madre era la hija de un doctor muy conocido. Como tal, Wills recibió una sólida educación científica desde una edad temprana. En 1903, Wills asistió a la Escuela de Cheltenham, uno de los primeros internados británicos para entrenar a las estudiantes femeninas en las ciencias y matemáticas. Cuatro años después, en 1907, Wills empezó a estudiar ciencias naturales y botánica en Newnham College, una facultad solo para mujeres dentro de la Universidad de Cambridge. Wills terminó sus exámenes universitarios en 1911. Sin embargo, como mujer, no podía recibir un título de Cambridge (esta universidad no concedió títulos a las mujeres hasta 1947).

En 1915, Wills se inscribió en la Escuela de Medicina para Mujeres de Londres, la primera facultad en Gran Bretaña que entrenaba a mujeres para ser doctoras. Para 1920, había obtenido certificación legal para ejercer medicina, cumpliendo con los requisitos para obtener la Licenciatura de la Royal College of Physicians de Londres, el Título de Medicina y de Cirugía. Luego de su graduación, Wills dio clases y realizó investigaciones dentro del departamento de patologías del embarazo en el Royal Free Teaching Hospital en Londres.

En 1928, Wills fue reclutada para trabajar en Mumbai, India. Su tarea era investigar por qué millones de mujeres embarazadas en el mundo en vías de desarrollo sufrían de una forma severa, y muchas veces mortal, de anemia. Wills descubrió que los glóbulos rojos de las mujeres embarazadas anémicas estaban extremadamente inflamados y que por lo tanto no estaban transportando suficiente hemoglobina –una proteína roja responsable de transportar el oxígeno en la sangre de los vertebrados.

Primero, Wills supuso que la anemia podría haber sido causada por una bacteria o virus, pero luego de estudiar las condiciones de vida y de trabajo de las mujeres, no encontró algún patógeno perjudicial. Wills pronto se dio cuenta de que las mujeres más ricas en la India, quienes muchas veces tenían una dieta mucho más nutritiva, eran mucho menos proclives a desarrollar anemia durante el embarazo. Esto llevó a Wills a preguntarse si una deficiencia nutricional podría ser la causa de la anemia.

Wills decidió alimentar a monas Rhesus en un laboratorio con una dieta basada en aquello consumido por las mujeres anémicas. Muchas de las monas estudiadas desarrollaron anemia. Primero Wills descubrió que el extracto de hígado, que antes había demostrado ser eficaz para tratar un tipo distinto de anemia –la tal llamada anemia Addisoniana– también era eficaz en el tratamiento del tipo de anemia que Wills estaba investigando.

Sin embargo, Wills también descubrió que una dosis mucho más alta de extracto de hígado se requería para combatir la anemia en las monas embarazados. Dado que el extracto de hígado era caro en ese entonces, Wills supo que el extracto no podría convertirse en un tratamiento efectivo para las mujeres anémicas más pobres.

Un gran avance se dio cuando Wills descubrió que la anemia podía ser tratada con la adición de un extracto de levadura en la dieta de las monas. Wills descubrió que la Marmita, una margarina inglesa barata y popular fabricada a base de la levadura de cerveza, era extremadamente eficaz para tratar a las monas anémicas. Wills realizó pruebas de la eficacia de los suplementos de Marmita y de hígado en varias mujeres embarazadas y descubrió que ambos suplementos funcionaban. Como el hígado era mucho más caro que la comercialmente disponible y barata Marmita, ella trató a varias mujeres anémicas con Marmita únicamente.

Escribiendo en el Asia-Pacific Journal, Wills destacó que la mejora en la salud de las mujeres embarazadas "era impresionante...conforme experimentaban un rápido retorno del apetito...y un aumento en el conteo de glóbulos rojos para el cuarto día". Wills publicó sus resultados en la edición de 1931 del British Medical Journal aún cuando admitió no saber qué componente en la Marmita y en el extracto de hígado era responsable de la cura de sus pacientes.

Los científicos alrededor del mundo denominaron el componente desconocido como el "Factor Wills" y alentaron a los mujeres en todas partes a comer Marmita o extracto de hígado durante el embarazo. En 1941, el misterioso "Factor Wills" fue aislado. Hoy sabemos que es el ácido fólico. 

Wills volvió a Londres para trabajar en el Royal Free Hospital como una patóloga a tiempo completo hasta su jubilación en 1948. Wills pasó sus últimos años viajando con frecuencia. Continuó sus investigaciones en torno a la nutrición y la anemia en el mundo en vías de desarrollo. Luego de su muerte en abril de 1964, el British Medical Journal destacó que el descubrimiento del "Factor Wills en el extracto de la levadura...era una de las observaciones sencillas pero grandiosas que constituyen un punto de referencia en la historia y el tratamiento de las anemias nutricionales".

Hoy, las mujeres en todas partes son alentadas a consumir ácido fólico para ayudar a asegurar un embarazo sano. Desde su descubrimiento, se ha constatado que el ácido fólico no solo previene la anemia en las mujeres embarazadas, sino que también reduce considerablemente el riesgo de defectos congénitos severos como defectos de tubos neurales que típicamente conducen a discapacidades permanentes, daños en el cráneo o en el cerebro, y muchas veces a una muerte temprana.

Al descubrir una cura de la anemia durante el embarazo, Wills ha prevenido el sufrimiento y la potencial muerte de millones de mujeres y sus bebés alrededor del mundo. Su descubrimiento también previene un sinnúmero de defectos congénitos debilitantes. Por esta razón, Lucy Wills es nuestra Heroína del Progreso No. 28.

Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgress.org (EE.UU.) el 4 de octubre de 2019.

Héroes del progreso, 
Parte 29: Alessandro Volta
Alexander C. R. Hammond destaca el trabajo del físico italiano Alessandro Volta, quien inventó la primera batería eléctrica del mundo
Hoy presentamos la edición No. 29 de la serie de artículos publicados por HumanProgress.org,Héroes del Progreso”. Esta columna provee una introducción breve a los héroes que han realizado una contribución extraordinaria al bienestar de la humanidad. 

Esta semana, nuestro héroe es el físico italiano Alessandro Volta, quien inventó la primera batería eléctrica del mundo. Su “pila voltaica” proveyó la primera fuente continua de corriente eléctrica que el mundo había visto. A través de su descubrimiento, Volta destruyó la teoría predominante en ese entonces de que la electricidad era generada únicamente por los seres humanos vivientes. La invención de Volta sentó las bases para las pilas modernas. Su trabajo también ayudó a crear el campo de la electroquímica y del electromagnetismo.

Alessandro Giuseppe Antonio Anastasio Volta nació el 18 de febrero de 1745 en Como, un pueblo en el norte de la actual Italia. La familia de Volta era noble y rica. Cuando era un niño, asistió a un internado jesuita, donde sus profesores trataron de convencerlo de ingresar al sacerdocio. Volta sabía que su pasión era la física y, a los 16 años, se salió de la escuela. A pesar de no tener entrenamiento formal posterior, Volta empezó a intercambiar cartas con los principales físicos de la época para cuando tenía 18 años. Dos años después, Volta ya estaba realizando experimentos en un laboratorio de física construido por su amigo rico, Giulio Cesare.

Para 1774, Volta estaba dando clases de física experimental en la escuela de gramática pública de Como. A estas alturas, el trabajo de Volta se concentraba principalmente en la química de los gases. En 1778, luego de leer un estudio escrito por Benjamin Franklin acerca del asunto “aire inflamable”, Volta se convirtió en la primera persona en descubrir y luego aislar el gas combustible (metano). Volta descubrió que la mezcla de metano-aire podía ser explotada con una chispa eléctrica dentro de un contenedor cerrado. Este tipo de reacción química eléctricamente inducida luego llegaría a ser la base del motor de combustión interna.

En 1779, Volta fue designado profesor de física experimental en la Universidad de Pavia, una posición que mantendría durante casi 40 años. Volta pasó sus primeros años en Pavia estudiando lo que ahora llamamos “capacitancia eléctrica”. Descubrió que el potencial eléctrico en un capacitor (el capacitor es el componente que tiene la habilidad o la “capacidad” de almacenar energía en la forma de una carga eléctrica) es directamente proporcional a su carga eléctrica. Hoy este fenómeno es conocido como la Ley de Capacitancia de Volta.

En 1791, el amigo y colega físico de Volta, Luigi Galvani, descubrió que podía lograr que se moviera la pierna de una rana colgada en ganchos de hierro o bronce cuando esta era tocada con una sonda hecha de otro metal. Galvani interpretó este descubrimiento como una nueva forma de electricidad que puede encontrarse en tejido viviente y la denominó “electricidad animal”. Volta discrepó con el descubrimiento de Galvani y planteó la hipótesis de que la rana simplemente condujo la corriente eléctrica que fluía entre el gancho de hierro o bronce y el otro metal que estaba siendo utilizado como sonda. Volta denominó este tipo de electricidad “electricidad metálica”.

Volta empezó a experimentar para ver si podía producir una corriente eléctrica únicamente con metales. Como los instrumentos en ese entonces eran incapaces de detectar las corrientes eléctricas más débiles, Volta probó el flujo de electricidad entre metales distintos colocándolos en su lengua. Ciertamente, Volta descubrió que la saliva en su boca, como el tejido de la rana en los experimentos de Galvani, conducía la electricidad —provocando una sensación amarga.

Para mostrar de manera conclusiva que una corriente eléctrica no requería de un tejido animal Volta creó una pila de discos alternados de zinc y plata, los cuales estaban separados por tela mojada en salmuera. Volta descubrió que cuando un cable estaba conectado por ambas puntas a la pila, una corriente eléctrica estable fluía entre las capas. Esta invención, que llegó a ser conocida como la pila voltaica, era realmente una versión temprana de la pila eléctrica actual. Luego de numerosos experimentos, Volta también descubrió que la cantidad de corriente producida ser aumentada o disminuida al utilizar distintos metales o al agregar o restar discos de la pila.

Volta primero reportó su experimento de la pila eléctrica en una carta con fecha del 20 de marzo de 1800. Estaba dirigida a Joseph Banks, el presidente de la Royal Society of London. Poco después, Volta viajó a Paris para demostrar su invención, la que inicialmente denominó “órgano eléctrico artificial”.

La batería de Volta fue un éxito gigantesco. No solo destruyó el consenso científico en torno a una “electricidad animal”, sino que los científicos rápidamente reconocieron el “órgano artificial eléctrico” como un dispositivo extremadamente útil. Luego de seis semanas del anuncio de Volta, los científicos ingleses William Nicholson y Anthony Carlisle utilizaron su propia pila voltaica para descomponer el agua en hidrógeno y oxígeno, lo cual condujo al descubrimiento de la electrólisis o “una técnica que usa la corriente eléctrica directa para conducir una reacción química que de otra manera fuese no-espontánea”, creando así el campo de la electroquímica. De igual forma, en la década de 1830, otro científico inglés, Michael Faraday, utilizó la pila voltaica en sus estudios pioneros acerca del electromagnetismo. 

Napoleón Bonaparte estaba tan impresionado con el trabajo de Volta que lo nombró un conde en 1801 y senador del reino de Lombardía. En 1809, Volta también se volvió un miembro asociado del Royal Institute of the Netherlands.

Volta se jubiló en 1819, con 74 años de edad. Se mudó a sus finca en Camnago, que luego cambió de nombre a “Camnago Volta” en honor a él. El 5 de marzo de 1827, Volta murió a sus 82 años. Desde su muerte, Volta ha aparecido en estampillas y monedas. Su nombre fue inmortalizado cuando la medida de potencial eléctrico, o “volteo”, fue nombrada en su honor en 1881.

La invención de Volta de una batería temprana no solo ayudó a sentar las bases para la creación de varios campos científicos, sino que la batería se ha vuelto una necesidad en el mundo moderno. Sin el trabajo de Volta, muchas de nuestras tecnologías modernas no existirían. Por esta razón, Alessandro Volta es nuestro Héroe del Progreso No. 29.

Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgress.org (EE.UU.) el 18 de octubre de 2019.

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