EL Rincón de Yanka: DERECHOS

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viernes, 1 de agosto de 2025

LIBRO "LEVIATÁN, O LA MATERIA, FORMA Y PODER DE UN ESTADO ECLESIÁSTICO Y CIVIL": por THOMAS HOBBES


LEVIATÁN 

THOMAS HOBBES

La vida y obra de Thomas Hobbes, uno de los filósofos más influyentes de la historia, fundador del pensamiento político moderno.
Thomas Hobbes fue un pensador controvertido en la historia de la filosofía. Ya en su época se hizo famoso por sus extraordinarios conocimientos de física, matemáticas, geometría, filosofía y teología. Sus contemporáneos lo admiraron por su saber, pero igualmente lo temieron y hasta lo odiaron, esto último debido a la contundencia y al radicalismo de algunas de sus ideas políticas. Pesimista acérrimo, fue también moralista e interpretó la naturaleza humana como inclinada al mal, de ahí que hubiera que ponerle límites mediante las leyes justas.

A lo largo de su vida trataría personalmente con muchos de los intelectuales de su tiempo, como Descartes o Galileo, sabio universal cuyo método científico influenció en la obra de Hobbes. Leviatán, un libro enigmático y extraño pero muy consecuente dentro de la teoría política, lo convertiría en uno de los grandes maestros de la historia de las ideas.
Conocido como «el monstruo de la política», Hobbes pensó su época hasta el final: las incesantes guerras civiles y continentales, las pugnas religiosas que asolaban Europa en los siglos XVI y XVII, y las crueldades de los seres humanos condujeron al pensador de Malmesbury a reinterpretar el ideal de alcanzar una paz y una armonía perfectas para la Humanidad. Sus concepciones alcanzarían gran repercusión en las teorías liberales, positivistas, decisionistas y contractuales del siglo XX.

Haciendo referencia y escribiendo con espléndida maestría, el autor hace referencia al monstruo bíblico más temido para explicar y justificar la existencia de un Estado absolutista que subyuga a sus ciudadanos. Escrito en el año 1651, su obra ha sido de gran inspiración en las ciencias políticas y, paradójicamente, en la evolución del derecho social.

En las escrituras bíblicas

Tal y como apuntamos anteriormente, el personaje del Leviatán proviene de la mitología y de las escrituras de la Bíblia, cuyos gobiernos de la Edad Media utilizaban para justificar los gobiernos reales “por la gracia de Dios”.
El Leviatán es un ser temible que no tiene piedad, escrúpulos ni compasión. Es de una envergadura gigantesca y, según el Antiguo Testamento, se le ha relacionado con el mismísimo demonio y que fue derrotado por Dios para hacer prevalecer el bien sobre el mal.
Pero... ¿dónde está la relación entre este monstruo y el rol del Estado, según Hobbes?

Thomas Hobbes y su adaptación política del Leviatán

Thomas Hobbes nació en Inglaterra el año 1588 en una época histórica donde la gran Bretaña se veía amenazada por la temida e invencible Armada Española. Este filósofo se graduó en la Universidad de Oxford en estudios escolásticos y de lógica filosófica que, influenciado por autores como Pierre Gassendi y René Descartes, se le consideraría un autor clave en el desarrollo de la teoría política occidental.
Volviendo a su obra, el Leviatán es un libro que está formado por 4 partes, donde explica la relación entre el hombre y el Estado mediante un pacto consensuado en la relación de poder entre mandado y mandatario.
Básicamente, el Leviatán, el Gobierno, es una figura terrorífica pero necesaria que, para Hobbes, sirve para hacer que predomine una cierta paz y orden, necesarias para que la civilización progrese y os individuos no amenacen ni sufran amenazas o ataques por parte de otros individuos.

1. El Hombre

En esta parte se analiza al hombre como individuo humano, ser del conocimiento y la sabiduría. El hombre se hace y desarrolla mediante la experiencia; experiencia que se define como la repetición de actos y vivencias que darán forma a la sociedad. Éste hará uso de la palabra para llevar a cabo la imposición de la verdad, mediante la oratoria y el discurso político.
El problema surge con los deseos mismos del hombre. Debido a los impulsos materiales y pasionales de las personas, los intereses individuales siempre se tornarán en contra de los otros, generando así un conflicto, especialmente por la búsqueda de poder y riquezas.
En este enclave se pronunció Hobbes en lo que será recordada como una de las frases más célebres de la humanidad: “homo homini lupus est” (el hombre es un lobo para el hombre). Por esta razón, los pilares en la construcción de la sociedad son la ética, la moral y la justicia. Pero, para Hobbes, hace falta algo más.

2. El Estado

Es en este espacio de acción donde Hobbes introducirá el concepto de “Pacto Social” o “Contrato Social”, manipulado y elaborado por los hombres para asegurar la seguridad y protección individual para poder acabar así con los conflictos enfrentados por los intereses individuales.
Es en el Estado donde priman las leyes morales por encima de las leyes naturales. Esto es, que prevalecen los deseos colectivos versus los deseos pasionales de los hombres. Para Hobbes, la única función del gobierno es establecer y asegurar la paz, la estabilidad en la sociedad.
El autor solo defiende tres posibles modelos de gobierno: la monarquía (su preferida), la aristocracia y la democracia, en este preciso orden. Tiene preferencia por el absolutismo porque justifica el bien común, donde los intereses privados y públicos son uno, admitiendo que “es imposible que si un Rey es rico, su pueblo sea pobre”.

3. El Estado Cristiano

Thomas Hobbes era un creyente declarado, pero no por ello el destino de un pueblo entero quedaba supeditado a la divinidad. Es más, llegó a poner en duda los Diez Mandamientos de Moisés por una ausencia de pruebas que demuestren quién y por qué propósito real se dictaron esas leyes.
Por consiguiente, el autor enfatizó mucho en la dependencia de la Iglesia con el soberano, en este caso el monarca, para evitar interpretaciones pretenciosas que perjudiquen al bien común, a la paz que tanto defendía.
Concluye atribuyendo un papel secundario a la Iglesia, subordinada por el jefe supremo del Estado (los reyes católicos), y serán considerados los pastores supremos de su propio pueblo, ostentando el poder único de legislar para sus súbditos.

4. El Reino de la Oscuridad

Siendo quizás el apartado más controvertido, Hobbes hace una clara y dura crítica a las instituciones religiosas, a la Iglesia en particular. Nombra este capítulo “El Reino de la Oscuridad” como parte del entramado corrupto y cínico que ha tenido la casa de Dios a lo largo de la historia de los grandes imperios, como el Romano.
Acusa a las autoridades cristianas de haber faltado a la verdad, de querer imponer la ignorancia en beneficio propio y teniendo así a la masa bien adoctrinada...


EL MONSTRUO DE MALMESBURY'

El Leviatán que todo lo engulle: 
por qué las ideas de Hobbes sostienen 
las naciones que habitamos


Hace más de cuatro siglos desde que el filósofo inglés publicó su obra más influyente. Ahora, un ensayista español rescata su vida y legado para buscar respuestas a los grandes conflictos políticos de hoy en día.
Mi madre dio a luz a dos gemelos: yo mismo y el miedo". Se suele decir que durante sus años de infancia, el filósofo inglés del siglo XVI Thomas Hobbes, vivía atemorizado por la Armada Invencible de Felipe II. Lo cierto es que, en un período tan convulso para Inglaterra como el que le tocó vivir, daba igual de donde viniera la amenaza. El miedo estaba por todas partes. La posibilidad de pacificación social, lejana. Esta sensación de temor ante una invasión extranjera o a una guerra civil le acompañó durante toda su vida. Había quedado traumado por los conflictos bélicos internos acaecidos, por lo que su mayor preocupación filosófica nació de la necesidad de hacer frente al miedo con la razón para instaurar la paz en el territorio.

Y así, Hobbes abogó por la creación de un Estado soberano en el que todos sus ciudadanos depositaran sus derechos y libertades a cambio de seguridad y protección. De lo contrario, el pueblo estaría abocado hacia la autodestrucción por su egoísmo, su necesidad de preservación y su pavor a la muerte, el más capital de todos los temores. Su famosa frase "el hombre es un lobo para el hombre" figura en la cultura popular como un viejo cliché que retrata una visión muy pesimista del ser humano, condenado siempre a la rivalidad y al enfrentamiento armado. Pero más allá de este 'lied' argumental, la obra del filósofo inglés, denostada en su época y rescatada más de dos siglos después, sigue vigente en la actualidad tanto para bien como para mal, dependiendo del momento político en el que se encuentren los sujetos que vuelven a él.
Fue rechazado y repudiado por sus coetáneos bajo la categoría de "ateo", un calificativo que Hernández Arias compara con el actual "fascista"
"En tiempos de crisis políticas y conflictos sociales, la atención suele concentrarse en sus teorías sobre la soberanía o en los medios para pacificar la sociedad", admite José Rafael Hernández Arias, filósofo, ensayista y traductor, quien acaba de publicar 'Thomas Hobbes. La biografía del 'monstruo de la política' (Arpa, 2022) en el que repasa la vigencia que tiene su pensamiento hoy en día y las muchas lecturas que han hecho de su obra, así como la negativa opinión que se le adscribe en los círculos progresistas al considerarle como uno de los puntales ideólogos del totalitarismo o de las monarquías absolutistas. Pero, al final, las lecturas del ayer siempre vienen empañadas con los ojos del hoy, y en ese sentido, en períodos más estables o pacíficos, se le reconoce como uno de los mayores impulsores del derecho civil o la necesidad de que el ser humano pueda convivir en paz y armonía basándose en pactos contractuales entre las diferentes partes, aun estando en disputa.

Razón materialista frente a religión

Hobbes, a fin de cuentas, ocupa un lugar muy concreto dentro de toda la historia de la filosofía política, siendo frecuentemente situado al lado de otros pensadores como Maquiavelo. En su época, fue rechazado por sus coetáneos bajo la categoría de "ateo", un calificativo que Hernández Arias compara con el "fascista" que se suele emplear hoy en día para minar la reputación de una persona. No en vano, la mayor parte de los conflictos sociales que arrastraba la Vieja Europa venían a raíz de la religión, que en Inglaterra materializó en el protestantismo y su libertad de confesión (a pesar de la filiación de la Corona con el catolicismo), lo que dio lugar a distintas sectas religiosas que operaban para derrocar al poder político.
"Lo único que intenta es neutralizar el problema religioso, ya que era la principal razón de conflictos bélicos internos en la sociedad"
"Declararse o ser declarado 'ateo' equivalía a ser un sociópata en la época de Hobbes", argumenta Hernández Arias, en conversación telefónica con este periódico. "Si no crees en Dios, no podías jurar sobre nada, no crees ni en el rey ni en la ley, nadie podía fiarse de ti". Por tanto, la no confesión era perseguida, pues Dios era el que salvaguardaba en aquellos años el honor y la respetabilidad de una persona, así como sus (escasos) derechos y libertades. Se podía creer en el cristiano o en el protestante, pero lo que no se podía consentir era declararse ateo.

"El protestantismo se atomizó en distintas sectas con una relevancia política muy clara", añade el filósofo español. 
"Estas disponían de una teología política que buscaba dinamitar en cierta manera la monarquía al introducir elementos democráticos, querer prescindir de la Iglesia de Inglaterra o leer la Biblia como ellos querían. Y claro, eso tuvo unas repercusiones sociales muy considerables, inspirando primero la Revolución Francesa y luego la Revolución rusa".

El empeño de Hobbes fue, pues, hallar un sistema político perfecto que protegiera la seguridad de sus ciudadanos siguiendo un método científico materialista, y con ello negar la especulación y el oscurantismo religioso, que delegaba en aspectos inmateriales el destino de las acciones humanas. "Él intenta partir de elementos físicos", recalca Hernández Arias, "prescindiendo de cualquier argumentación metafísica". Así, diseña una nueva metafísica que parte de los cuerpos y del movimiento de estos, motivo por el cual se le coloca el adjetivo de "mecanicista". Esta visión fue en su día revolucionaria, ya que basó sus teorías sobre el hombre y la naturaleza en la geometría de Galileo (a quien conoció personalmente en la cárcel), alejándose de la superstición y centrándose en una explicación del mundo puramente material.

"Él era cristiano, no ateo", puntualiza el filósofo. "Lo único que intenta es neutralizar el problema religioso, ya que era la principal razón de conflictos bélicos internos en la sociedad". Por un lado, concibe al ser humano como un cuerpo cuyo mayor miedo es la muerte, que tiende a conservar su vida a cualquier precio. "Pero, al mismo tiempo, Hobbes realiza una antropología política y resuelve que lo que le mueve al hombre son las pasiones, lo cual es un problema porque deben controlarse si quiere convivir en paz con los demás". Entonces, hace una lectura ética basada en el principio de no hacer aquello que no querrías que te hicieran a ti y establece una serie de derechos naturales. Lo que falta es una figura de autoridad que garantice esos derechos y deberes: el Leviatán o Estado, sobre el que recaerá la soberanía absoluta a cambio de ofrecer seguridad, paz y prosperidad al resto.

Nada de igualdad, pura soberanía

Aquí, Hobbes se distanciará de la visión aristotélica del mundo, la cual consideraba al ser humano como "un ser sociable por naturaleza" y, por tanto, destinado a llegar a acuerdos y a organizarse. La opinión del filósofo inglés será mucho más negativa: no, no hay sociabilidad, todos los cuerpos son movidos por intereses propios. Esto también le diferenciará de la visión de Rousseau, que será la mayoritaria una vez llegue la Ilustración y que ve con ojos más benévolos al ser humano en su estado inicial. Para Hobbes, ese "estado de la naturaleza" implica conflictos irresolubles, de ahí que curiosamente términos con una connotación tan positiva hoy en día como "igualdad" para él tuvieran una carga negativa. No, no puede haber hombres iguales porque eso les llevaría a la autodestrucción constante. Tiene que haber una sola autoridad encargada de velar por el bienestar de todos, el Leviatán.

¿Qué relación tiene el pensamiento de Hobbes con la corriente marxista? A fin de cuentas, el comunismo propuesto por Marx y Engels también aboga por un Estado fuerte que sea el centro de la vida social del individuo. Y, por otro lado, la doctrina hobbesiana no reconoce la propiedad privada, pues todos los bienes son de alguien solo si el Leviatán justifica y manifiesta que esos bienes le pertenecen. De ahí que "metan a Hobbes dentro del movimiento burgués incipiente que dará a luz al capitalismo liberal", remarca Hernández Arias. Algo diametralmente opuesto a lo que propondría Marx, la dictadura del proletariado que conduciría a una sociedad sin clases. Esto atenta contra los postulados de Hobbes, pues niega la igualdad económica y social en favor de una soberanía autocrática que despoja de todos los bienes y derechos a los ciudadanos a cambio de su seguridad y protección.

Tampoco cabría asignarle dentro de la tónica totalitaria del fascismo, ya que en todo momento propone un Estado ideológicamente neutro que vele por el bienestar de toda la nación, sin que factores como la raza sean excluyentes. Ello no le exime de ver a las monarquías absolutas como la forma de gobierno más perfecta que podría haber. ¿Por qué no una democracia liberal, como más tarde se iría consolidando? "Porque si el poder recae sobre un solo soberano, es lógico que haya menos corrupción que si cae sobre otros muchos más individuos", responde Hernández Arias. "La monarquía roba a unos pocos, mientras que si es un gobierno de muchos, estos robarán a muchos más".

Profeta de la política internacional de nuestros tiempos

Una de las ideas más brillantes que dejó el filósofo inglés y que recupera Hernández Arias es la convicción de que un estado de guerra entre Estados es preferible al estado de naturaleza entre individuos, puesto que mientras se desarrolla la guerra allende sus fronteras, se mantiene la paz dentro del territorio. Una teoría que se convierte en realidad durante el siglo XX, tras la Segunda Guerra Mundial, cuando el mundo se divide en dos bloques o 'superleviatanes': 
Estados Unidos a un lado y la Unión Soviética en el otro. Nada garantiza más la paz interna que una guerra externa. Ante todo, el objetivo del Leviatán será evitar la guerra civil, que Hobbes alegoriza como una enfermedad terminal de los Estados.
"Las naciones son como gladiadores que pelean entre sí. La resolución es crear una especie de 'superleviatán' para mediar en conflictos"
"Nosotros pacificamos el interior, evitamos las tensiones internas y llevamos los conflictos fuera de nuestras fronteras", comenta el filósofo experto en Hobbes. Este es el pretexto político de tantos países para constituirse como imperialistas o colonialistas. Hay que hacer imperio, evitar cualquier espíritu de secesión interna (otra enfermedad del Estado), mantener la unidad. Y, una vez constituidos, el contexto internacional que se crea es el estado de naturaleza entre Estados, lo cual es más preferible a un estado de naturaleza entre individuos de un estado. "Esta es la corriente realista de las relaciones internacionales", explica Hernández Arias. "Las naciones son como gladiadores que pelean entre sí. La resolución que propone es crear una especie de 'superleviatán' para mediar en este tipo de conflictos, lo cual a día de hoy es un asunto vigente, por ejemplo, en los debates sobre el futuro de la Unión Europea.  ¿Cómo se podría conseguir un gran Estado europeo con soberanías nacionales tan fuertes que cedan para llegar a pactos y acuerdos?".

Sin embargo, hay una salvedad en la lista de deberes que tienen los súbditos con su soberano. Esto es lo que Hobbes llama un "derecho de resistencia", el cual postula que en caso de que el Leviatán entre por capricho o interés personal en una guerra con otro Estado, el ciudadano tiene derecho a negarse a ir en calidad de soldado, pues prima más el deber del gobernante de velar por su seguridad y protección. Este es un conflicto de difícil resolución en Hobbes, pues al final contradice otras obligaciones que contrae el súbdito con su soberano. Sin embargo, y por desgracia, hemos podido asistir a esta situación que plantea Hobbes recientemente, con las imágenes de las fronteras rusas repletas de ciudadanos buscando asilo en naciones vecinas como Georgia ante su negativa a combatir en la guerra contra Ucrania.

Como decíamos, tristemente no hemos superado a nivel político muchos de los conflictos de intereses de los que advirtió Hobbes hace ya más de cuatro siglos, cuando defendió sus tesis para un Estado absolutista. Ahora, el territorio parece haber cambiado (la entrada de la cibernética como nuevo campo de juego, por ejemplo), pero las reglas son las mismas: Estados nación que pretenden conseguir soberanía mediante un estado de naturaleza con otros Estados, es decir, mediante el uso de la fuerza.

El 'Monstruo de Malmesbury'

Aunque la filosofía política de Hobbes parece superada, antigua, el Leviatán de la Edad Contemporánea lucha día a día por alcanzar su hegemonía, pensemos en otro nuevo actor internacional como China tras el ocaso de la Guerra Fría. En un mundo utópico, como concluye Hernández Arias, "habría un 'superleviatán' construido a partir de acuerdos y pactos entre todos los actores internacionales". Pero eso, lógicamente, sería un Estado mundial o universal que socavaría con la propia idea de soberanía nacional de cada país. Solo entonces y quizá, las teorías de 'el monstruo de Malmesbury', como le llama el experto español, quedarían superadas.

La ONU, un organismo nacido al calor del final de la Segunda Guerra Mundial, podría verse como ese intento fallido de 'superleviatán', ya que no es garantía de paz mundial y entre países. Por ello y por desgracia, no deberíamos extrañarnos por el clima de guerra internacional que planea desde hace meses y que parecía superado tras el fin de la Guerra Fría: la fuerza bruta propia del estado de naturaleza entre naciones no es más que la legitimización de su soberanía. La pugna de los lobos no ha terminado todavía.

VER+:


Hobbes. LEVIATAN [Fondo de Cultura Económica] by jolatan


Documental 2025: El Leviatán de Thomas Hobbes – El Origen del Contrato Social

¡La razón condujo al terror! La ilustración | Voltaire Rousseau | VII Filosofía moderna

sábado, 5 de julio de 2025

LOS FUSILADOS DEL TIRANO FIDEL CASTRO 👥💥💀


Los primeros fusilados 
del tirano Fidel Castro

La organización Archivo Cuba, con sede en Miami, señala, por ejemplo, que en el más de medio siglo que lleva la Revolución se fusilaron a 3.116 personas y otras 1.166 fueron ejecutadas extrajudicialmente, aunque reconoce que es "muy difícil" saber los números exactos.
Por su parte, el Instituto de Historia de Cuba, a través de su presidente René González, señala que fueron muchos menos casos y todos "en el marco de la ley, con transparencia y con causas probadas".
Similar polémica existe por las detenciones por motivos políticos y las denuncias por desapariciones.

Ni siquiera la ONU tiene un registro específico y Cuba no realiza informes anuales al respecto.
Amnistía Internacional, en cambio, realizó numerosos informes y llamados a una apertura política, la libertad de prensa, el respeto a los derechos humanos y la liberación de algunos detenidos.
Es muy posible que una aproximación certera sólo sucederá, como en otras experiencias en Latinoamérica y el mundo, con la creación de una comisión de la verdad.
Los cientos de fusilamientos durante los primeros años de la Revolución, la ejecución de cuatro militares acusados por narcotráfico en 1989 y el de tres secuestradores de una embarcación en 2003.

Así lo explicó Ernesto "Che" Guevara en 1964, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas:
"Es una verdad conocida y la hemos expresado siempre ante el mundo. Fusilamientos, sí. Hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte (...) En esas condiciones nosotros vivimos por la imposición del imperialismo norteamericano. Pero eso sí, asesinatos no cometemos".
Las denuncias

El proyecto "Verdad y Memoria" de la organización Archivo Cuba, donde participan miembros del exilio cubano en EE.UU., busca documentar los casos de víctimas del gobierno de casi seis décadas en el poder.
María Werlau, directora de Archivo Cuba, dijo a BBC Mundo que "es imposible saber cuántas personas han muerto en prisión".
"Creemos que son cientos al año. Tristemente solo podemos imaginarlo".
"Pero sospechamos que pueden ser decenas de miles de personas más, porque en casi seis décadas muchas vidas se han perdido y no hay forma de contarlas".
Hasta el último día de 2015, el grupo tenía documentadas 7.062 muertes y desapariciones "atribuidas al régimen castrista" desde 1959.
Sus registros indican que 3.116 fueron ejecuciones por fusilamiento.
También 1.166 ejecuciones extrajudiciales, 123 desapariciones, 315 muertes por negligencia médica y 146 suicidios por causas políticas.

¿Presos políticos?

"Dame la lista ahora mismo de los presos políticos para soltarlos. Menciónala ahora, dime el nombre o los nombres, y si hay esos presos políticos, antes de que llegue la noche van a estar sueltos".
Fueron las palabras del presidente Raúl Castro, durante la visita de Barack Obama a la isla, en respuesta a un reportero que le preguntó por qué no libera a los presos políticos de la isla.

La Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional es otra organización que ha trabajado para nombrar cada mes cuántos presos políticos hay en la isla. No está reconocida por el gobierno cubano.
Elizardo Sánchez, secretario general la Comisión, señala a BBC Mundo que es imposible documentar con exactitud el número de personas que fueron detenidas, encarceladas o sentenciadas por cuestiones políticas durante el gobierno de Castro.
Pero esa ONG con sede en La Habana se ha dado a la tarea de identificar cada caso desde 2010.
El número ha variado entre 8.889 personas en 2014, 8.616 al siguiente año y 8.505 en los primeros diez meses de 2016.
La Revolución Cubana, a través de Fidel Castro, Raúl Castro, sus cancilleres y vicepresidentes, señalaron a través de los años que aquellos que fueron detenidos se encontraban en "afanes conspirativos" relacionados con el secuestro de aeronaves, atentados en el interior de la isla o coludidos por "el imperio".

Otros casos que se han repetido en estos años fueron las muertes de los prisioneros que se declararon en huelga de hambre durante su encierro.
Las organizaciones defensoras de los derechos humanos han denunciado otras muertes de disidentes cubanos en "extrañas circunstancias".
Uno de los casos más recientes fue el del connotado líder opositor Oswaldo Payá, quien falleció en 2012 en un supuesto accidente vial del que algunos sospechan fue provocado.

• Los fusilados por la Revolución Cubana ya tienen rostro. Juan Abreu los está pintando uno por uno en un monumental réquiem pictórico

Los olvidados. Los asesinados. Los que desaparecieron. Los fusilados. Muertos y enterrados por el régimen de Fidel Castro. Hay muchas historias no contadas sobre Cuba. Y una de las más dramáticas es la de los presos fusilados por el gobierno de Castro, una sangrienta lista de nombres imposibles de cuantificar, aunque se habla de hasta 6.000 personas. Desde que la Revolución triunfara en 1959 ha hecho del paredón uno de sus escenarios de terror. Y los rostros de los que anduvieron, solos, hacia su muerte anunciada resucitan en una impactante serie de retratos. 1959 es el réquiem pictórico que el escritor y pintor Juan Abreu compone para las víctimas del castrismo, para recordar esas miles de vidas robadas.

Juan José Catalá

Exiliado de la isla en 1980 junto a su amigo el poeta Reinaldo Arenas, Juan Abreu lleva más de un año pintando las caras de los muertos a partir de viejas fotografías que le hacen llegar los familiares o de la escasa documentación recopilada por ex presos políticos como Luis González Infante, que pasó 16 años desnudo en una celda y al salir escribió el libro Rostros/Faces, o asociaciones como Archivo Cuba, una plataforma dirigida por María Werlau en Washington que denuncia los crímenes del castrismo. «La Historia se ha olvidado de los fusilados. Castro ha tratado deliberadamente de ocultarlo. Han matado a muchos cubanos y no hay nadie que hable de ello. Los pintores de Cuba han renunciado a plasmar esta realidad. Hay vídeos terroríficos de gente que llega al paredón ya muerta... Empecé a informarme sobre el tema, a ver las caras, y a imaginar la situación: la idea de que te van a matar, que te llevan a ti solo ante cinco o diez tipos que sabes que te van a disparar... Se ha convertido casi en una imagen obsesiva», reconoce Juan Abreu, que vive rodeado de ellos.

Nelson Figueras Blanco

Al abrir la puerta de su casa, 30 rostros de vivos colores clavan sus ojos directamente en el visitante. En la escalera, en el pasillo, en las paredes, en el salón... Están por todas partes. Son los cerca de 200 retratos que Abreu ha pintado en la titánica tarea de devolver la identidad a los fusilados (en el reverso del cuadro no sólo estampa su firma de pintor, sino el nombre completo del personaje). «Así, siempre quedarán. Cuando en 50 años ya nadie se acuerde de quién fue Fidel Castro, ellos permanecerán...», señala Abreu que, «de una forma un tanto romántica», concede con una sonrisa, cree en la «fuerza redentora del arte». 

 Edelio López Rodríguez

Fue en un avión. Juan Abreu volvía de Londres. Acababa de ver una exposición de la artista sudafricana Marlene Dumas, que había cubierto las paredes de la sala con dibujos y tintas de los muertos en el conflicto palestino. «Las suyas no eran obras políticas. La de Palestina es una tragedia, no importa el lado del que estés. De Cuba se han ocultado muchas cosas... Ésta es mi manera de poner un poco de belleza en esta etapa tan oscura y siniestra de nuestra historia», admite Abreu, que pronto se lanzó a pintar pequeñas tablas de 27 x 35 centímetros, un tamaño clásico, que por sí mismo remite a la tradición del retrato del Siglo de Oro.

José A. Palomino Coló

«El retrato es un género muy difícil y complicado. Lamentablemente, parece que la pintura moderna lo ha dejado de lado, se ha despreciado mucho por parte del arte conceptual... 1959 también es una aventura estética», apunta el artista, que con esta serie está escribiendo su Gran Novela pictórica. Una novela al óleo, dividida en diferentes capítulos estilísticos. Porque en esta inconmensurable obra, Abreu explora los límites del género, modernizándolo y actualizándolo. De entrada, se perciben dos tipologías claramente diferenciadas. Por un lado, los retratos de fondo blanco, de pinceladas rápidas y sintéticas, con un toque fluido casi de acuarela y un moderno aire de obra inacabada, que sugiere una profundidad psicológica, esencialista. Por otro lado, están los cuadros de texturas densas, matéricas, con empastes de pintura y fondos de colores saturados. «Hay muchos caminos por explorar en el retrato. Éste es un ejercicio de búsqueda estética, de investigación de mi propio oficio...», dice el pintor.

Benjamín Tardío Hernández

 En 1959 hay pinceladas a lo Matisse, otras que rozan el neoexpresionismo, retratos muy pop (con el pelo de un imposible rosa fucsia o azul neón, colores que resaltan la expresión)o gestos fauve. Si los fauvistas franceses se remitían a las fieras y a la naturaleza salvaje en su uso provocativo del color, a Abreu le invade cierta furia cuando habla de Cuba, de las injusticias, de los juicios a lo soviético con sentencias ya decretadas, de los campos de trabajo forzado, de la policía represora, de una dictadura que pone la patria y la ideología por encima de las personas... Y esa furia late en su pintura, en este gran retablo de la muerte que, sin embargo, resulta estética y conmovedoramente bello. Ante todo, 1959 es una obra sobre la vida, sobre esas vidas truncadas y arrebatadas con brutalidad. «No quería ser lóbrego ni hacer una serie triste y oscura. Eso sería otra victoria para el castrismo. De alguna manera, ellos tenían que vencer al final. Intento que sean cuadros muy vitalistas, con mucha energía», reivindica Abreu, que conoce prácticamente todas las historias que hay detrás de los chicos de los retratos. Porque la mayoría eran niños, chavales, universitarios de mirada limpia e idealista. Sorprende la ausencia de mujeres. «El de Cuba es un régimen profundamente machista. No está bien visto fusilar a las mujeres, aunque sí mueren encerradas en las cárceles», explica.

Antonio Chao Flores

Sobre la chimenea, Juan Abreu ha improvisado un pequeño altar cubano, con la máquina de escribir -una Canon Typestar- de su fiel amigo Reinaldo Arenas («a Rei le habría fascinado este proyecto, le habría encantado») y fotografías en las que aparece la mítica narradora y etnóloga Lydia Cabrera («nos ayudó mucho cuando llegamos a Miami») o el artista Carlos Alfonso («murió de Sida, como casi todos mis amigos»). Y sobre esas personalidades de la intelectualidad cubana cuelgan otra decena de fusilados. Los últimos fusilados por el régimen («que se sepa», puntualiza Abreu) datan de 2003. Un grupo de 11 jóvenes secuestró la lancha Baraguá para desviar su rumbo y huir a Estados Unidos pero a tan sólo 30 millas de la costa americana se acabó el combustible y la barca quedó a la deriva. Ningún pasajero sufrió daños.Y las autoridades cubanas los apresaron. Tras un juicio sumarísimo tres de ellos fueron condenados a pena de muerte (Enrique Copello, Bárbaro L. Sevilla y Jorge Luis Martínez fueron fusilados a los pocos días), cinco recibieron cadena perpetua y a las mujeres que los acompañaban les cayeron entre dos y cinco años de prisión. Su crimen: intentar llegar a Florida.

Antonio Chao, el héroe de 19 años que se arrastró al paredón. 

Ni siquiera había cumplido 20 años. La de Antonio Chao Flores es una de esas historias que hacen saltar lágrimas. Lágrimas por la barbarie humana. Lágrimas por la valentía de un niño de rostro angelical. El pequeño Tony, apodado 'El Americanito' por sus ojos verdes y pelo rubio, luchó primero contra el ejército del dictador Batista. Por su juventud y valor, la triunfante Revolución le tomó como imagen: su rostro apareció en la portada de la revista 'Bohemia', con el uniforme verde de guerrillero, el fusil en el hombro y los galones de teniente del Ejército Rebelde. Pero pronto vio el cariz tiránico que tomaba el movimiento de Fidel Castro y la traición a los los ideales que había defendido. 

A principios de 1961 se unió a otros combatientes en el movimiento clandestino anticastrista que se inició en las montañas de El Escambray. Perdió una pierna en las escaramuzas y acabó en la fatídica Fortaleza de La Cabaña, en La Habana, que dirigía el Che. Antes de fusilarlo, los carceleros le quitaron las muletas y le obligaron a arrastrarse hasta el paredón mientras le insultaban y se reían de él. Dicen que Tony permaneció sereno. Y que se irguió él solo, sin una de sus piernas, para mirar de frente a su verdugo. Tres tiros. Todas las crónicas cuentan que recibió tres disparos. 

FUSILADOS POR LOS CASTROS.

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martes, 1 de julio de 2025

LIBRO "PERSEGUIDOS": FE, JUSTICIA Y LIBERTAD por CARMEN JACKIE GIMÉNEZ 🗽

PERSEGUIDOS:
FE, JUSTICIA, LIBERTAD 🗽

Así comienza esta historia. Perseguidos por decir la verdad. Perseguidos por no vender el alma a la corrupción. Perseguidos por creer en la Fe, por alzar la voz por la Justicia, y por nunca rendirse en la búsqueda de la Libertad.
En estas páginas se entrelazan las almas de cuatro valientes: Donald J. Trump, William Giménez Gaviria, Jonatan Palacios News, y Carmen Jackie Gimenez. Todos distintos, pero todos profundamente perseguidos.

El presidente Donald J. Trump ha sido públicamente perseguido por defender una visión de país soberano, libre y fuerte. Como líder, su lucha se ha convertido en símbolo de resistencia. Ha sido blanco de mecanismos judiciales y políticos diseñados para doblegarlo, pero ha respondido con fe, con carácter, y con la convicción de que la justicia prevalecerá. Hoy más que nunca, su clamor por la libertad representa el eco de millones.

William Giménez Gaviria, jurista venezolano, ha sido perseguido por revelar verdades prohibidas por la dictadura. Su vida, marcada por el coraje y la fe, se ha transformado en un faro para aquellos que aún creen que la justicia no debe ser silenciada. Él es testimonio de cómo los perseguidos sobreviven gracias a la libertad de su conciencia y al poder de la verdad.

Jonatan Palacios News, comunicador, ha sido también perseguido por informar lo que nadie más se atrevía a decir. A través de sus canales y denuncias, ha sufrido acoso, amenazas y censura. Pero su fe se mantiene intacta. Su lucha por la justicia es diaria, constante, desafiante. Y su propósito es claro: que la libertad de prensa no muera.

Carmen Jackie Giménez ha sido perseguida en varios continentes. Por denunciar dictaduras. Por exigir respeto a los derechos humanos. Por intentar cambiar el rumbo de su ciudad. Su fe es inquebrantable. Su búsqueda de la justicia, incansable. Su amor por la libertad, profundo. Y aunque los poderosos han querido callarla, su voz se ha hecho más fuerte.

Cada historia es distinta, pero todas tienen en común cuatro palabras que se repiten como estandarte:
  • Perseguidos, Fe, Justicia, Libertad.
  • Perseguidos, Fe, Justicia, Libertad.
  • Perseguidos, Fe, Justicia, Libertad.
  • Perseguidos, Fe, Justicia, Libertad.
  • Perseguidos, Fe, Justicia, Libertad.
  • Perseguidos, Fe, Justicia, Libertad.
  • Perseguidos, Fe, Justicia, Libertad.
Este libro no es una denuncia más. Es un grito desde lo profundo del alma. Un testimonio viviente de que la fe sostiene, la justicia guía y la libertad nos pertenece, aunque intenten quitárnosla. Porque los perseguidos no están solos. Porque los perseguidos son la semilla del cambio.
Firmado,
Aurora Athenea 2025

PRÓLOGO

Desde el instante en que mi despacho legal, ubicado en el Distrito Nacional de la República Dominicana, recibí una llamada procedente del Estado de la Florida, proveniente del equipo de la Dra. Carmen Jackie Giménez, supe que se trataba de algo importante. Lo que nunca imaginé es que estaba a punto de conocer una historia de tal magnitud, escrita por una mujer cuya vida encarna la resistencia, el liderazgo y la defensa inquebrantable de los dere­chos humanos.

En tiempos de incertidumbre global, posteriores a la crisis del COVID- 19, surgió una voz con claridad, integridad y firmeza moral: Carmen ]ackie Giménez. 
Una venezolana nacida en Caracas, capital de un país con impor­tancia geopolítica mundial, que decidió transformar el dolor del exilio en un motor de servicio. Su lucha, sin embargo, trasciende lo migratorio. En su voz resuenan los principios de libertad, verdad y justicia, herencia de una Venezuela democrática que se resiste a desaparecer.

Carmen es una líder republicana comprometida con los valores tradicio­nales, la soberanía nacional, la protección de la familia y la defensa de los derechos otorgados por Dios. Promueve la ley y el orden mediante la educación, el activismo legal y la reforma institucional. Ha sido candi­data certificada a la Alcaldía de Hallandale Beach en 2020 y 2024, y a la Gobernación del Estado de Florida en 2022.

En 2024, su campaña municipal alcanzó más del 70% de apoyo popular, según encuestas independientes, aunque un resultado repentino y alta­mente cuestionado dio el triunfo a su oponente, una figura previamente in­vestigada por el FBI por lavado de dinero.

Esto no hizo más que confirmar lo que Carmen representa: una amenaza real para el poder corrupto.

En el ejercicio de su liderazgo, Carmen ha cultivado un estilo basado en el coraje ético y la eficacia diplomática, ganándose la confianza de comuni­dades enteras.
Su voz ha sido escuchada por organismos internacionales, agencias fe­ derales y funcionarios electos a quienes asesora en temas de asilo, riesgo político, participación ciudadana y reforma policial, y empoderamiento cívico.
Como Embajadora de Paz y activista humanitaria, lidera iniciativas de alto impacto que brindan información veraz y apoyo directo a refugiados, inmigrantes y perseguidos en el hemisferio.

En sus acciones vibra la inspiración de tres gigantes de la historia repu­blicana: Abraham Lincoln, por su coraje moral frente a la persecución; Andrew Jackson, por su determinación para enfrentar sistemas corruptos; y Ronald Reagan, por su visión de una nación libre, guiada por la fe y el ex­cepcionalismo americano.

De ellos toma su fuerza espiritual y su visión política.

Como diría Arturo Uslar Pietri, "la palabra crea las condiciones de la ac­ción".
Carmen ha usado su palabra para construir puentes, denunciar injusticias y preservar la esperanza.

Ella no lucha por títulos. Lucha por el alma de América.

Y como recordaba Lincoln: "Quien niega la libertad a otros, no la merece para sí mismo". Carmen Jackie Giménez, sin duda, la merece ... y la defiende con honor.

"PERSEGUIDOS"
FE· JUSTICIA· LIBERTAD

De la mano de Carmen Jackie Giménez llega "PERSEGUIDOS", una obra de gran valor testimonial y humano que, si bien parte de las experiencias vividas por cada uno de sus protagonistas, perfectamente podría conver­ tirse en un best seller universal. Porque en cada página, cualquier mujer u hombre del mundo, en alguna etapa de su vida, puede reconocerse -aun­ que provenga de una realidad distinta-y comprender que la lucha por la justicia, la fe y la libertad nos une más allá de las fronteras, ideologías o idiomas.

Las historias que aquí se narran ocurrieron en distintos escenarios geo­gráficos, pero convergen en un mismo clamor: la defensa de los derechos humanos frente a los abusos del poder. Cada capítulo es un eco de voces silenciadas, una pieza de memoria viva que se rehúsa a morir bajo el peso de la impunidad.

William Jiménez Gaviria, en el capítulo dos, narra su papel como testigo clave en el caso del héroe venezolano Óscar Pérez, asesinado extrajudicial­mente en El Junquito. Como penalista y defensor de derechos humanos, arriesgó su vida al denunciar lo que nadie quería registrar: los crímenes de lesa humanidad cometidos desde la morgue oficial hasta su forzado exilio en los Países Bajos. Su fe y su valentía lo sostienen.

Jonathan Palacios, periodista independiente, relata en el capítulo tres la brutalidad de su encierro arbitrario, las torturas que soportó y su huida obligada del país tras ser víctima de un montaje judicial promovido con apoyo del aparato represivo internacional. Su testimonio refleja el uso des­viado de mecanismos como INTERPOL por parte del régimen venezolano y representa el grito ahogado de una generación entera que fue callada, pero no vencida.

En el capítulo cuatro, se presenta una de las persecuciones más visibles del mundo contemporáneo: la del Presidente Donald J. Trump, actual mandatario de los Estados Unidos. Su liderazgo ha sido objeto de múltiples intentos de anulación judicial y mediática, que incluyen procesos sin precedentes, acusaciones sin pruebas definitivas y hasta atentados contra su vida. Este capítulo demuestra que ni siquiera las más altas esferas demo­ cráticas están exentas del uso del sistema judicial como arma política.

En estas páginas también se recoge mi historia. Mi voz ha sido perseguida, silenciada, desacreditada y vigilada. Desde Venezuela hasta Argentina, y ahora en los Estados Unidos, he sido señalada por denunciar corrupción, por exigir transparencia, por enfrentar a estructuras de poder que no tole­ran mujeres libres y líderes. He sido víctima de persecución política y judi­cial, amenazada por usar un baño público durante mi campaña, expuesta a campañas de desprestigio y excluida institucionalmente. Pero todo eso me hizo más fuerte. Cada intento por callarme encendió con más fuerza mi convicción.

Este libro no es solo un acto de denuncia: es un acto de resistencia espiritual y colectiva. 
PERSEGUIDOS es una voz escrita en tiempo presente que honra a quienes siguen luchando por la verdad, el honor, el derecho a existir sin miedo, y por ese futuro de justicia que nos fue prometido. Aquí no hay fic­ción, hay humanidad herida que no se resigna a desaparecer. Que Dios ben­diga a los que aún creen en la justicia.
Agradecimientos a las autoridades que aún creen en la justicia y la libertad.

Dr. Juan Carlos Ferrer Martínez
Asesor Jurídico Internacional- República Dominicana

INTRODUCCIÓN -PERSEGUIDOS

"Bienaventurados los que padecen persecución 
por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de Los Cielos".
Mateo 5:10

"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres".
Juan 8:32

En tiempos donde la mentira se viste de ley, y el poder se oculta tras insti­tuciones que deberían protegernos,levantar la voz se convierte en un acto sagrado. Este libro, Perseguidos, no es solo un testimonio de fe, justicia y libertad, es también un grito valiente desde el corazón de quienes han en­frentado la oscuridad con la luz de la verdad.

El presidente Donald J. Trump, y muchos de nosotros hemos sido testigos -y víctimas- de cómo el aparato judicial y policial ha sido manipulado en distintas jurisdicciones para silenciar a quienes denunciaban lo indebido. En este contexto, tres voces resuenan con fuerza y firmeza: William Jimé­nez Gaviria, abogado penalista y exfuncionario colombiano; Jonatan Pala­cios News, periodista valiente y crítico de las mafias políticas infiltradas; y Carmen Jackie Giménez, activista, líder política y símbolo de la resistencia civil.

Los cuatro han sido objeto de persecución, montaje de casos judiciales, e incluso la creación de perfiles falsos en redes sociales,usados para difamar, dividir, y confundir al público. Sinembargo, en cada caso la verdad triunfó.
Jonatan Palacios News fue absuelto por la justicia de Colombia; Carmen Jackie Giménez fue exonerada en Estados Unidos después de un proceso in­justo que pretendía criminalizar su participación democrática.
Tanto el Presidente Donald J Trump, como William Jiménez Gaviria, Jona­tan Palacios y Carmen Jackie Giménez seguimos alzando nuestras voces, pese a los intentos de censura y persecución policial, judicial y digital.


Este libro te invita a descubrir los detalles imperdibles de estas hazañas:
Fotografías, testimonios e historias de quienes no se rindieron y son símbolos de Fe, Justicia y Libertad.
Porque los enemigos de la democracia no descansan. Usan el miedo, la desinformación y la manipulación para callarnos. Pero los que creemos en la justicia, en la verdad y en Dios, no retrocedemos. Al contrario, denuncia­mos para corregir, resistimos con fe y luchamos con dignidad.

"No temas, porque yo estoy contigo; 
no desmayes, porque yo soy tu Dios 
que te esfuerzo; siempre te ayudaré, 
siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia". 
Isaías 41:10

Que este libro te inspire. Que te mueva a actuar. Que te recuerde que quienes luchamos por la verdad jamás estaremos solos.

- Carmen Jackie Giménez, testigo y sobreviviente
Para la gloria de Dios y la defensa de los pueblos libres.