EL Rincón de Yanka: LIBRO "LA VENEZUELA IMPOSIBLE": CRÓNICAS Y REFLEXIONES SOBRE DEMOCRACIA Y LIBERTAD por CARLOS J. RANGEL 🗽

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martes, 10 de diciembre de 2024

LIBRO "LA VENEZUELA IMPOSIBLE": CRÓNICAS Y REFLEXIONES SOBRE DEMOCRACIA Y LIBERTAD por CARLOS J. RANGEL 🗽

 LA VENEZUELA IMPOSIBLE
CRÓNICAS Y REFLEXIONES 
SOBRE DEMOCRACIA Y LIBERTAD

Este volumen utiliza la historia reciente de Venezuela para ilustrar los principios del liberalismo y la democracia, profundizando en temas de derechos humanos y derechos sociales, igualdad vs. libertad, la naturaleza del libre mercado, la razón de ser del gobierno, y la relación de éste con el espíritu empresarial. El libro interpreta el surgimiento del movimiento chavista en Venezuela como parte de un ciclo natural de transformación, y cómo esa requerida transformación falló en dar el salto adelante que era necesario para el desarrollo de una sociedad próspera en este país. Las fallas intrínsecas del socialismo, ideología usada por Chávez para justificar su ambición de poder, son la principal causa del fracaso. Bajo esta lupa, se analizan las consecuencias del chavismo, incluyendo la emigración del capital financiero y humano, el narcoestado y el colapso del monopolio de la violencia.
Al documentar y examinar el desarrollo del chavismo desde sus etapas iniciales como una alternativa política dentro de una democracia liberal hasta su eventual manifestación como un régimen autocrático, se sugiere la existencia de un patrón de transformación política que incluye liderazgo fallido, la implosión de los partidos tradicionales y los fracasos de credibilidad institucional que conducen a tales regímenes.
Los conceptos examinados en este tomo incluyen:
  • La libertad, y los derechos humanos como derivación de la misma.
  • Las diferencias entre la izquierda y la derecha.
  • El populismo y las fallas de credibilidad.
  • Incidentes transformativos conducentes a la destrucción creativa de la sociedad.
  • El equilibrio entre tiranía y anarquía.
  • El socialismo como hiper-monopolio.
  • La violencia como instrumento político.
La obra está dividida en dos grandes partes. 
La Parte I tiene carácter historicista, describiendo el ascenso del régimen chavista desde el denominado “incidente transformativo” en febrero de 1992 hasta el inicio de su fase represiva manifestada con mayor virulencia a partir de febrero del 2014. Se incluyen en esta parte secciones dirigidas a explicar a la audiencia internacional el caso político y económico de Venezuela, un análisis del uso de la violencia física en la política, y un resumen enjuiciando los resultados de la gestión chavista durante su estadía en el poder.

La Parte II amplía conceptos comunes a la región y a otras latitudes, observables también en el mundo político de los EE.UU. y Europa. Utilizando nuevamente ejemplos de Venezuela se modela el estatismo, el bien y el mal, el liberalismo, el populismo, la libertad vs. la igualdad, y las oportunidades de cambio estructural. Finaliza esta sección con una crítica general a los conceptos desarrollados en el "Socialismo del Siglo XXI" y su pretendida aplicación en Venezuela, y con un examen de las modalidades de transición de regímenes autocráticos y el impacto regional del "modelo Venezuela".

Por ser compilación de ensayos escritos a lo largo de varios años y escritos complementarios para hilar las tesis expuestas en dichos escritos, el estilo varía entre declamatorio y ensayístico.
Las autoridades citadas para apoyar las tesis en este volumen incluyen a Thomas Jefferson, Adam Smith, John Stuart Mills, Jean Jacques Rousseau, Simón Bolívar, Carl Marx, Daniel Patrick Moynihan, Carlos Rangel, Moisés Naím, Hugo Chávez Frías, Heinz Dieterich Steffan, Friedrich von Hayek, Max Weber y Joseph Schumpeter, entre otros.

Prefacio

En febrero de 1992 ante la reacción popular, de los medios y de las instituciones por el levantamiento de Hugo Chávez Frías, tuve la temeridad de escribir al respecto en una breve nota publicada en "El Diario de Caracas", un periódico impreso de alta circulación a la fecha. Así comenzó mi crónica, tanto mental como escrita acerca de esos eventos y sus consecuencias. Años más tarde retomé el hábito de la escritura, publicando en redes sociales una variedad de ensayos al respecto y sobre muchos otros temas. El recurso del ensayo contemporáneo para compilar un tomo de opiniones concatenadas ya lo había utilizado en el 2008, cuando publiqué en los EE.UU. un volumen con observaciones coetáneas a la campaña de Barack Obama de aquél año electoral de los EE.UU.

El presente libro es una antología de la gran mayoría de mis ensayos dedica­dos al tema de Venezuela, en algunos casos revisados y con anotaciones adicio­nales, pero manteniendo el espíritu y los datos disponibles para la fecha en que fueron escritos. Por ser originalmente auto-contenidos, algunos ensayos son reiterativos; incluso en algunos casos puede haber algo de repetición inevitable. Me disculpan esa.

Un cierto número de los ensayos fueron escritos originalmente en inglés (ca­pítulos 4, 9, 10, 11, 12, 19, 20 y 21), en afán de comunicarme con el público in­ ternacional y explicar la situación de Venezuela. Los capítulos 9, 10, 11 y 12 tie­nen la intención específica de establecer el marco referencial de la situación ve­nezolana para lectores internacionales, tanto en Europa como América. Mientras dicha situación se mantenga en alto perfil a nivel internacional, la presión pu­diese contribuir a soluciones internas a la crisis que embarga al país. También se incluyen en el libro porciones de cartas personales en las cuales hago referencia a los eventos de febrero del '92, por decirlo así, "en tiempo real", y ensayos inédi­tos (capítulos, 1, 3, 23, 25 y 27, segmentos en el 14 y 22), al igual que comenta­ rios introductorios o de cierre en la mayoría de los ensayos. Salvo en los casos de porciones escritas específicamente para este libro, se indican las fechas origina­ les de cada texto.

El tomo se divide en dos grandes partes. La primera agrupa ensayos enfocados principalmente en situaciones y eventos,y la segunda agrupa ensayos que enfatizan ideas y conceptos. Dada la naturaleza del origen de los textos, es inevitable que dicha clasificación general no sea perfecta, por lo cual se cuelan conceptos en la primera parte y eventos en la segunda, pero el énfasis busca ser el enun­ ciado: coyuntura vs. estructura.

En la Parte, los ensayos 1al 8 tienen cierto carácter historicista, describiendo el ascenso del régimen desde el "incidente transformativo" en febrero de 1992 hasta el inicio de su fase represiva manifestada con mayor virulencia a partir de febrero del 2014; los ensayos del 9 al 12 están dirigidos a explicar internacional­mente el caso político y económico de Venezuela, solapando con el 12 hasta el 14 en un análisis del uso de la violencia física en la política. El 15 y 16 elaboran so­ bre la frustración electoral existente y con un resumen enjuiciando los resulta­dos de la gestión chavista durante su estadía en el poder.

La Parte II explora y amplía conceptos comunes a muchas latitudes y que in­clusive se observan en campañas políticas en los EE.UU. y Europa. Utilizando nuevamente ejemplos sacados de la situación en Venezuela se modela el esta­tismo, el bien y el mal, el liberalismo, el populismo, la libertad vs. la igualdad, y las oportunidades de cambio estructural. Los ensayos 24 y 25 se enfocan como critica al Socialismo del Siglo XXI y su aplicación y resultados en Venezuela. Los dos ensayos finales reflexionan sobre la posible transición más allá del cha­vismo, sus orígenes y posibles consecuencias, tanto nacionales como regionales.

Escribir un libro es una aventura temeraria. Mucho más un libro como éste, que busca analizar y exponer temas universales de libertad y democracia en la reciente historia dinámica y controversia! de Venezuela. Una aventura como ésta no puede emprenderse sin el apoyo invalorable de muchas personas. Antes que nada quiero agradecer a mi esposa y fiel compañera de vida, la Dra. Esmeralda Garbi, quien me ha ayudado de mil maneras que conoce bien y muchas más que yo. La distracción sobre los quehaceres de la vida diaria que se incurren al hacer un proyecto como éste pudiese ser destructiva sin el apoyo y tolerancia callada de quienes tenemos más cerca. Su cuidado al detalle en la revisión del texto fue extraordinario. Si se pasaron errores, éstos son solo míos.

Igualmente quiero agradecer aquellas personas que de alguna manera encendieron y mantuvieron en mí la llama persistente para mantener con vida este es­ fuerzo. Incluyo en este grupo a Napoleón Bravo, Osear A. Echevarría, Rocio Gui­jarro, Horacio Medina, Luis Minali, Carlos Alberto Montaner, Carlos Julio Peñaloza, Beatrice Rangel, y Angela Zago. Especial mención le quiero dar a la Lic. Jhuansukivy Betancourt por su ánimo y joven vitalidad que de alguna manera me recuerda desde Panamá el espíritu de Venezuela y la responsabilidad del régi­men ante esa generación de profesionales. También quiero recordar y mencionar de manera especial a mis profesores, los doctores Antonio Francés, Janet Kelly y Horacio Viana, en el IESA, y al doctor Hans Schollhammer en UCLA, quienes contribuyeron a la formación de mi pensar acerca de innovación y gobierno.
Mis reconocimientos estarían incompletos si no mencionase a Modesto Aro­ cha (Kiko), editor, cabeza y paciente guia de Alexandria Library, que trabajó incansablemente para lograr el producto impreso de esta obra que usted tiene en sus manos.
Un agradecimiento especial va a mi hermana, Magdalena Rangel, por sus extraordinarias ilustraciones que acompañan al texto y cuyo talento y oficio incluyen interpretación y traducción, por lo cual dedicó tiempo valioso a varios de mis complicados textos originalmente escritos en inglés.

Carlos J. Rangel, julio 2017

Introducción

Quien hubiese dicho en vana ilusión que la democracia es la forma natural de gobernar los pueblos está equivocado. La historia contradice esa afirmación. En seis mil años de historia civilizada, la democracia apenas tiene segundos efíme­ros de existencia. Grandes obras, grandes monumentos, grandes aportes a la civilización fueron hechos por, bajo y en nombre de tiranos que sometían a sus pueblos, algunos de manera benevolente, la mayoría de manera represiva, combinando en diversas ponderaciones el poder económico, militar y religioso en una figura o élite autocrática.

El experimento democrático moderno iniciado a mediados del siglo XVIII tiene su ejemplo contemporáneo más sobresaliente en los Estados Unidos, cuyo documento originario fundamental es su Declaración de Independencia de 1776. Este documento es un argumento a favor de la representatividad, en con­tra del régimen autoritario, e incluye famosamente el enunciado de los "dere­chos inalienables y autoevidentes de todo ser humano": vida, libertad y procura de felicidad. La revolución francesa poco después, en 1789, tiene una variación sutil pero importante sobre los derechos humanos bajo el lema, "libertad, igual­dad, fraternidad". Son enfoques distintos acerca de derechos humanos que, eventualmente, conducirán por distintos caminos al desarrollo político de los pueblos y naciones.

No es casual que este hervidero de ideas políticas y revolucionarias ocurra en medio de un período que incluye la publicación de aquel tomo que cambió fundamentalmente la manera de pensar acerca de la economía: "La Riqueza de las Naciones", de Adam Smith, publicado en 1776. Dos ideas claves surgen de este libro: la riqueza se crea mediante la transacción económica, y el ser humano en procura de su interés propio genera bienestar social. 
La riqueza de las naciones antes de dicho libro se calculaba de manera mercantilista: cuánto oro, piedras preciosas o bienes acumulados tenía un país. A partir de ese libro se va a medir la riqueza por la suma del número de transacciones económicas: lo que hoy llama­mos el Producto Nacional Bruto. 
La segunda idea de Smith propone que la indivi­dualidad, el interés propio, no es una condición antisocial, de huraños, de egoís­ tas. Propone esta idea despojarse del sentido comunal colectivo como medio para favorecer el bienestar social. Postula que si cada quien mejora su propia condi­ción por su propio esfuerzo, la comunidad en general mejora. Una idea radical, contraria a los paternalismos de estado benevolentes o represivos prevalecientes en su época.

En 1859 ocurre otro golpe de timón al pensamiento mundial, con un tomo que cambió en sus bases la manera de pensar acerca del universo: El Origen de las Especies. Este tomo es una afrenta directa a la concepción de un mundo creado por origen divino de manera perfecta y estática. La intelligentsia, ya es­céptica del mandato divino de sus dirigentes, tiene nuevas municiones para ar­gumentar acerca del desarrollo político de la sociedad. Cambio y extinción son naturales y comunes en el universo, ergo existe la posibilidad de una mejor so­ciedad. La pregunta es, ¿cómo llegar a ella? Once años antes, ya se había publi­cado un panfleto de apenas cincuenta páginas sugiriendo una respuesta: 
"El Ma­nifiesto Comunista". Según este documento, la sociedad avanza de manera inexo­ rable, impulsada por una perenne lucha de clases desde un estado precapita­lista, al capitalista, al socialista y finalmente, en el fin de la historia, al comunista.

Las utopías sociales descritas en "El Manifiesto Comunista"  y la otra obra clave de Marx, "Capital: Critica a la Economía Política", publicado en 1867, sin lugar a dudas hicieron retroceder eldesarrollo político de muchas naciones. Tras más de 150 años de experimentos sociales, cuyo origen se puede trazar a partir de aquellos documentos, la Declaración de Independencia de los EE.UU., La Riqueza de las Naciones, El Origen de las Especies, y los postulados de Marx y Engels, se puede llegar a la conclusión de que el comunismo es un retroceso, no el estadio superior del desarrollo de la sociedad.

Lamentablemente para los doctrinarios del marxismo, Adam Smith tenía ra­zón. El origen de la riqueza proviene de la transacción comercial libremente rea­lizada. Marx argumenta que la riqueza reside en los bienes y en los medios de producción de esos bienes. La riqueza, sin embargo, tiene muchas formas. Her­man Melville describe en su libro "Moby Dick" como Queequeg, el "salvaje", era muy rico en su tierra natal por estar cubierto en tatuajes de cabeza a pie. Para al­gunos, en este momento en Venezuela, riqueza es tener una buena cantidad de papel higiénico y desodorante en reserva. En cualquier caso el bienestar, sea por estatus, comodidad, u otra percepción de la persona, se origina en una transac­ción en la cual cada parte tiene beneficio: una relación ganar-ganar, la cual se suma al Producto Nacional Bruto -la riqueza de la nación.

Según la lógica de Marx, dado que para él la unidad económica fundamental es el bien (y su plusvalía) y no la transacción, la riqueza existe por acumulación de bienes. En otras palabras, cuando un bien pasa de una mano a otra, alguien gana riqueza y el otro la pierde: las transacciones son eventos suma-cero. Para evitar que esta injusticia ocurra entonces los bienes, y por ende sus medios de producción, deben ser comunes y repartirse de acuerdo a la necesidad de cada individuo en la sociedad. Esta lógica es un retroceso al mercantilismo con sobredosis de utopía social. La consecuencia inevitable de este paradigma es la crea­ción de un estado todopoderoso y autoritario que centralice toda transacción. Y he aquí la segunda falacia del marxismo ortodoxo y la reivindicación de una tercera idea de Smith.

Smith alertó acerca del peligro de la concentración económica en monopolios, lo cual iría en detrimento del desarrollo económico, los individuos y el bienestar social. Dice Smith:

"Reducir la competencia siempre va en contra del interés público y solo sirve para permitir que los negociantes, al incrementar sus ganancias por encima de su nivel natural impongan, para su propio beneficio, un impuesto ab­surdo sobre el resto de sus conciudadanos".

Concentrar el poder económico en un solo ente, el estado, es el monopolio supremo y un retroceso al sistema bajo el cual el soberano es titular de todos los bienes y sus súbditos los utilizan bajo licencia. Para mantener, para alimentar este monopolio del estado todopoderoso el precio de los bienes se eleva al má­ximo: la escasez; porque no hay bien más caro que aquel que no se consigue. Los dirigentes de este monstruoso Leviatán se motivan por ese motor humano esen­cial ya identificado por Smith, el interés propio, y hacen todo lo posible por mantenerse en situación de privilegio pero sin los mecanismos correctivos que Smith propone: la libre competencia, el control de los monopolios y la separación em­ presa-estado. Es por ello que bajo el sistema de control absoluto de la economía por el estado, tal y como proponen los postulados marxistas, se reduce de ma­nera categórica el bienestar social.

Es fácil entender cómo, bajo el influjo del arquetipo jungiano de justicia social y la empatía ante el sufrimiento de los desamparados que impulsa la conciencia moral de todo ser humano, pueda verse en la simple idea de la sociedad utópica prometida por el marxismo un mundo de felicidad futura. Pero la historia no le ha dado la razón a la solución marxista. Las falacias y deficiencias estructurales descritas anteriormente hacen de la propuesta marxista implementada un retroceso inevitable al dominio feudal por una élite que somete al pueblo bajo sumando a las más severas restricciones para mantener sus propios privilegios. La propuesta marxista es claramente un retroceso en el desarrollo político de la sociedad, al revertirse la estructura de la politeía a un modo de gobierno común y universal a períodos anteriores al surgimiento de la democracia, e inclusive la república, moderna.

La combinación de democracia representativa con la economía liberal ha sido el modelo que ha proporcionado el mayor bienestar social y creatividad a los paí­ ses que la han practicado. Sin embargo, por su propia naturaleza, caótica, abierta, auto-renovadora y auto-cuestionadora, la democracia liberal es frágil y, por ende, escasa. A lo largo de la historia de la humanidad, mucho menos del uno por ciento de la población ha disfrutado de alguna forma de democracia, menos aun de democracia liberal. Aun así, vivimos una época de glorificación de la democracia, la cual por consenso universal es considerada como el estadio su­ perior de desarrollo político. El nombre oficial de Corea del Norte es República Democrática Popular de Corea; la antigua Alemania Oriental se denominaba a sí misma la República Democrática Alemana; y así muchos más, estipulando que la democracia esun ideal virtuoso, así sea solo de nombre.

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Carlos J. Rangel - Presentación del libro “La Venezuela Imposible”