EL Rincón de Yanka: INDIGNARSE

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lunes, 19 de abril de 2021

ELEGÍA A LAS VÍCTIMAS DEL CORONAVIRUS Y DEL ESTADO DE ALARMA HUMANICIDA: "ENTERRAD BIEN A NUESTROS MUERTOS" 🔆🔆🔆



Enterrad bien a nuestros muertos, 

Elegía a las víctimas del coronavirus

El poeta jiennense Manuel Ruiz Amezcua revindica la dignidad, la justicia y la memoria de los miles de fallecidos por la pandemia del Covid-19.
El cuaderno ‘Enterrad bien a nuestros muertos’ se terminó de imprimir el 25 de mayo de 2020, “cuando España entera sufre, desde hace meses, una pandemia y un estado de alarma. Y la pérdida de miles y miles de españoles, algunos en condiciones más que lamentables. De todos ellos se acuerda este poema”, concluye Ruiz Amezcua.


ENTERRAD BIEN A NUESTROS MUERTOS

Muertos sin alas y muertos sin ojos,
muertos sin cuerpo y muertos sin nadie,
aún no habéis tenido vuestra tumba,
aún no habéis tenido vuestra muerte.

Os mostraremos la luz en la oscuridad.

No tuvisteis un dios,
ni siquiera una mano
en la hora del olvido.

Diremos no a vuestro silencio
y a todo lo que os separa
de lo eterno.

Porque la luz es dulce
y es grato para los ojos
contemplar el sol.

Lo peor del silencio
es su intención de muerte.

Enterrad a los muertos
y tocaréis lo extraño
y visitaréis lo desconocido.

Enterrad bien a nuestros muertos
antes que no haya compasión
por el rastro de su vida,
por el grito de su muerte.

Enterrad a los muertos, y dirán
todo lo que ocultáis de ellos.
Todo lo que ocultáis a todos.
Todo lo que no hicisteis por ellos.
Todo lo que no hicisteis por sus cuerpos.
Todo lo que no hicimos lo diremos.

Escuchad en silencio
todo lo que murmuran de vosotros,
todo lo que esperaban de nosotros.

Tantos muertos juntos tienen razón
y se levantarán contra nosotros.

Enterrad a los muertos dignamente.
Los dejasteis morir sin dignidad.
Y volverán un día, volverán
a decir su verdad.

Nunca perdonarán el abandono.
Nunca perdonarán tanta tristeza.
Nunca perdonarán tanta miseria.

Enterrad mejor a los muertos,
porque están en el sitio equivocado.
En el miedo a la enfermedad
y en el miedo a la muerte,
y en el laberinto de la locura.

Enterrad a los muertos.
Nunca enterraréis su memoria.

No hay lugar en el mundo
adonde no llegue ella.

«Se quedaban en la residencia, 
los sedaban y morían. 
Esa es la verdad. Había instrucciones»

Santa Elena. En Torrent aseguran que del 25 de marzo al 2 de abril murieron nueve ancianos que no llevaron al General, y en Alcoy eran conscientes «de lo que se podía derivar al hospital»
Domingo, 24 de mayo 2020

Entre el 25 de marzo y el 2 de abril fallecieron nueve personas por coronavirus que vivían en el centro de mayores Santa Elena. No los llevaron al hospital. Se quedaron en la residencia. Los médicos los sedaron para evitarles el dolor y allí murieron». El testimonio, crudo, es de Francisco Nemesio, secretario y portavoz del patronato que rige este centro, referencia en Torrent desde que se creó en 1927 a través de una fundación inspirada en el humanismo cristiano.

Esta semana también se ha conocido un informe interno de la conselleria de Sanidad sobre estadísticas de lugares en los que ha habido víctimas mortales por coronavirus. Indicaba que un 57% de los residentes en los geriátricos valencianos fallecidos por la pandemia han muerto en sus centros y no en los hospitales. Eso supone que 6 de cada 10 enfermos de Covid-19 de las residencias no fue llevado a un hospital para su tratamiento. En esta pandemia han muerto 525 residentes, dos de ellos se contabilizaron ayer, después de tres días sin ningún fallecido, y ha dejado un rastro de más de 170 geriátricos afectados. Ahora hay 80 con algún caso.




La residencia Santa Elena está intervenida por la conselleria de Sanidad desde el 16 de abril, cuando empezaron a incorporarse sanitarios de la administracion autonómica. La toma de control de esas instalaciones culminó el 19 de marzo. Buena parte de la plantilla del asilo estaba entonces o enferma de coronavirus o en cuarentena. El patronato había lanzado un grito de socorro porque con los medios que tenía no disponía de manos ni medos para atender a sus residentes enfermos. Y pese a la intervención, siguió el goteo de muertes. «Había un protocolo que tenían establecido para no enviar a los mayores de 75 años al hospital. Se quedaban en la residencia, los sedaban y morían. Esa es la verdad», recalca Nemesio. «Había instrucciones», reitera.
«En el hospital no iban a llevarlos a la UCI ni a ponerles ventiladores. Todos tenían más de 80 años y la instrucción era no mandar al hospital a los mayores de 75 con patologías previas o con enfermedades crónicas», afirma dolido.
Durante los últimos 15 años la edad media de los mayores que viven en geriátricos se ha situado en 84 años y muchos de ellos presentan patologías y enfermedades crónicas, lo que dificulta un tratamiento exitoso, especialmente la intubación, a los que caen bajo las garras del Covid-19.
«De esta manera, sin llevarlos al hospital, no fallecieron ni uno ni dos ni tres residentes, sino muchos más», asegura Francisco Nemesio.

Recuerda este directivo del patronato de Santa Elena que entre el 12 y el 16 de marzo murieron tres residentes en el Hospital General ingresados días antes, cuando el virus todavía no había llegado a desbordar a los sanitarios. El 16 y el 18 de marzo murieron dos ancianos en la residencia. Del 21 al 24 de marzo expiraron tres residentes que habían sido hospitalizados tiempo atrás, igual que el 27, cuando finó otro en el General, «y entre el 25 de marzo y el 2 de abril fallecieron nueve residentes que no fueron hospitalizados», asegura. La conselleria de Sanidad tenía, y aún tiene, el control médico de la residencia Santa Elena. La conselleria ha llegado a medicalizar una treintena de geriatricos durante la parte más dura de la crisis, una de cada 10. Ahora aún hay 28 residencias intervenidas.

«A partir de la segunda semana de abril, cuando bajó la curva de contagio, ya volvieron a enviar a residentes de Santa Elena al hospital», sostiene Francisco Nemesio.

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El secretario del patronato y portavoz de la residencia Santa Elena ya relató cómo procedían los médicos destacados por la conselleria de Sanidad en Santa Elena. «Hemos pedido explicaciones de por qué no se llevan al hospital a los casos graves y nos han contestado que no se les aplican procedimientos extraordinarios», lamentó Nemesio. «Nos han dicho que se aplica el protocolo y que los mayores de 75 años con coronavirus y otras patologías que se pueden complicar ya no ingresan en la UCI del Hospital General ni se les conecta a un respirador automático. Los médicos hablan con la familia, les cuentan cómo está la situación y les solicitan permiso para aplicarle un tratamiento paliativo», describía Nemesio en los peores días de la residencia.

En esas fechas de las que habla el dirigente del patronato, el Hospital General, del que depende médicamente Santa Elena, no atravesaba por sus mejores momentos. El sindicato de enfermería Satse realizaba una denuncia pública sobre la saturación de este centro sanitario. Esta organización sindical, el 27 de marzo, aseguraba que la UCI estaba llena, tenía 250 pacientes ingresados en planta por Covid-19 y se estaba empezando a derivar a pacientes de otras patologías a diferentes hospitales. El General se quedaba sin hueco para los pacientes de las residencias.

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Por su parte, José Fina Pérez, directora asistencial de las residencias Domus Vi para la Comunitat Valenciana, que regenta los centros de Alicante, Cocentaina y Alcoy, el más afectado con diferencia por la pandemia con 75 mayores fallecidos, cifra dada por los familiares de los finados, también se pronunció sobre cómo se funcionaba en los días más crudos de la pandemia. Pérez afirma que en Alcoy «siempre hemos tenido el soporte del hospital», el Verge dels Lliris, pero también desliza que se actuó como buenamente se pudo: «Hemos sido muy conscientes de que había que derivar al hospital lo que se podía derivar porque había cierto colapso del sistema». Y apuntó también que «lo que está claro con esta crisis es que la sanidad no estaba preparada».

La consellera de Sanidad, Ana Barceló, negó el pasado martes que no se atendiera en los hospitales a los mayores con coronavirus procedentes de las residencias, pero tampoco negó que seis de cada 10 residentes murieran en la cama de su geriátrico. «No comparto que no se hospitalizaran los casos más graves. Siempre se hizo siguiendo el criterio clínico, fuera cual fuera la circunstancia», dijo. Barceló afirmó que a mediados de abril, en la fase más grave de la pandemia, «estuvimos a un 71 % de camas críticas, nunca se dio saturación» en los hospitales.

También dijo la consellera que «se trasladó a los departamentos de salud que el objetivo era cuidar de los mayores» y afirmó que «siempre ha primado la atención y la asistencia a las personas. Se ha seguido el criterio médico: ante la gravedad, hospitalización».

Aunque los datos y los testimonios de quienes han sufrido esta situación, como el de Francisco Nemesio o el del presidente de Aerte, la patronal de las residencias, José María Toro, no parecen dar la razón a la consellera.
José María Toro también ha manifestado que considera que hubo internos de los geriatricos, enfermos de Covid-19, que fallecieron por no ser trasladados a un hospital. Cree que posiblemente por la saturación del sistema sanitario «los hospitales no fueron capaces de dar respuesta», con lo que «hubo residentes que acabaron falleciendo en la residencia por no haber podido recibir esa atención».

Y en un informe de finales del pasado mes de abril, elaborado por la profesora de Psicología Social y doctora Sacramento Pinazo, afirmaba que durante la crisis «ha habido protocolos de triaje y se ha incluido la edad para la no realización de determinados procedimientos terapéuticos». El estudio de Pinazo, presidenta de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, se redactó para la Universitat de València y el Instituto Interuniversitario de Desarrollo Local.

Pinazo incidió en la discriminación. «El estado de cuarentena en el que nos encontramos desde el 14 marzo condiciona la elaboración de protocolos de triaje para facilitar la toma de decisiones clínicas en un marco de recursos insuficientes. Y se incluye la edad para la (no) realización de determinados procedimientos terapéuticos», indicó en el informe.

ASESINADOS. El GRAN DOCUMENTAL SOBRE EL GENOCIDIO 
DE MILES DE ANCIANOS DURANTE LA «PANDEMIA». 

ABANDONADAS A SU SUERTE: G... by Yanka

ABANDONADAS A SU SUERTE LA DESPROTECCIÓN Y DISCRIMINACIÓN DE LAS PERSONAS MAYORES EN RESIDENCIAS DURANTE LA PANDEMIA COVID-19 EN ESPAÑA

miércoles, 22 de abril de 2020

"HE VISTO A CRISTO RESUCITAR" POEMA DE MACIEJ KLEIN 🙏🌅

"En la ola de indignación, 

solidaridad y reconocimiento"Poema-reflexión: 

💕🕂🔥

"He visto a Cristo resucitar"

Maciej Klein

Si no veo, no creo… dijo un discípulo.
Si no veo de nuevo a los parques llenos 
de niños gritando
y a sus padres charlando sobre minucias 
sin importancia…
No creo que se ha acabado.
Si no veo al personal hospitalario bien equipado
para proteger y ser protegido…
No creo en la buena gestión de los responsables.
Si no veo al político de cualquier color 
arrimar el hombro, ayudar,
aparcar su partidismo y sacar fuera su humanidad…
No creo en su vocación, su honradez, su razón de ser.
Emergencia sanitaria y vulnerables

Si no veo a una Europa, tal como fue concebida: 
unida y solidaria,
con proyectos ambiciosos para la casa común,
en vez de mirar con codicia a su pequeño rincón
No creo en la “Unión” Europea.

Si no veo aprendizaje, solidaridad hecha carne,
actitudes responsables de sacrificarse 
por el bien común.
Si no veo amabilidad, gratitud, perdón…
No creo en esa humanidad egoísta 
y destructora del planeta.
La solidaridad en tiempos de coronavirus

Pero he visto a Cristo resucitar
en aquel hermano tan bien tratado
y dado de baja en el hospital de campaña de IFEMA.

He visto a Cristo resucitar
en la doctora y en la vendedora ultrajadas pero
reconfortadas por la ola de indignación, 
solidaridad y reconocimiento.

He visto a Cristo resucitar
en tantos a los que le falta el tiempo de la cuarentena
para coser mascarillas, para ser útiles, 
para aportar, compartir.

He visto a Cristo resucitar
en el primer niño refugiado de la frontera griega 
que en tiempos de Covid19
fue aceptado por algunos pocos países 
de la Unión Europea.

He visto a Cristo resucitar
en el cielo tan bello y claro, en el aire limpio 
y sin contaminación, en el mar 
y en el bosque sin nosotros, 
en toda la creación recuperada 
porque estamos en casa.

He visto finalmente a Cristo resucitar
en el médico, en la enfermera y en el policía
que han fallecido cuidando y ocupándose 
de sus hermanos.

He visto a Cristo resucitar.

¡Ayúdame en mi poca fe! 
Señor mío y Dios mío. Sí creo.


You Raise Me Up - Josh Groban (subtitulado)

Tu me levantas, Ricaurte Fajardo


martes, 21 de abril de 2020

💕💗💕 "MASA" (PUEBLO SOLIDARIO CONTRA LA INDIFERENCIA Y EL ABANDONO) Y "ESPERGESIA" EN TIEMPOS DE PANDEMIAS, CUARENTENAS Y CONFINAMIENTOS








"MASA"

(PUEBLO SOLIDARIO CONTRA 

LA INDIFERENCIA Y EL ABANDONO). 

EN TIEMPOS DE PANDEMIAS
El poema Masa está cargado de humanidad. Vallejo vivió profunda y dolorosamente la Guerra Civil española y esa experiencia le inspiró a crear este poema. Este poema habla del valor de la solidaridad entre todos los hombres de la tierra. La unión hace la fuerza. El amor lo puede todo.
Traído al presente: el moribundo representa al moribundo abandonado en soledad.
No basta un hombre que pida que siga vivo. Ni dos, ni cientos, miles, millones. Si todos nos unimos aquella persona no morirá porque si nos unimos somos capaces de hacer todo lo que nos propongamos...

💕💗💕

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar…

César Vallejo - "Masa"

"Espergesia" 

(Génesis de la Esperanza)
Cesar Vallejo

Yo nací un día

que Dios estuvo enfermo.
Todos saben que vivo,
que soy malo; y no saben
del diciembre de ese enero.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.
Hay un vacío
en mi aire metafísico
que nadie ha de palpar:
el claustro de un silencio
que habló a flor de fuego.
Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.
Hermano, escucha, escucha…
Bueno. Y que no me vaya
sin llevar diciembres,
sin dejar eneros.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.
Todos saben que vivo,
que mastico… Y no saben
por qué en mi verso chirrían,
oscuro sinsabor de féretro,
luyidos (desgastados) vientos
desenroscados de la Esfinge
preguntona del Desierto.
Todos saben… Y no saben
que la luz es tísica,
y la Sombra gorda…
Y no saben que el Misterio sintetiza…
que él es la joroba
musical y triste que a distancia denuncia
el paso meridiano de las lindes a las Lindes.
Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo,
grave.

Del libro Los heraldos negros (1919)

Espergesia - Cesar Vallejo - Poemas


jueves, 23 de mayo de 2019

🚫🚭🚧🔕 HARTOS DE TANTAS PROHIBICIONES: LOS VALIENTES ANDAN SOLOS (LONELY AND THE BRAVE) EL VAQUERO INDOMABLE (BRAVE COWBOY)


LOS VALIENTES ANDAN SOLOS 
(LONELY AND THE BRAVE)


La desobediencia civil vuelve a las librerías de la mano del autor de "La Banda de la Tenaza"
El Vaquero indomable -The Brave Cowboy- es el título de la novela que, editada en Estado Unidos en 1956, acaba de sacar al mercado la editorial Berenice por primera vez en español. Se trata del segundo libro de Edward Abbey, autor de "La Banda de la Tenaza", una obra publicada en este mismo sello editorial que hasta la fecha lleva tres ediciones en menos de un año.
Subtitulada "Un vieja historia para un tiempo nuevo", esta narración, llena de acción y reflexión, funciona como una alegoría de nuestros tiempos, mediante un héroe atípico, un quijotesco “cowboy libertario cuya apuesta por la vitalidad y la autosuficiencia pone en evidencia muchas de las convenciones y contradicciones de la sociedad moderna".

Vestida como un western moderno y crepuscular, el libro es en realidad una distopía que crítica el mundo desarrollado, consumista, dócil y tecnologizado a través de un vaquero, Jack Burns, que se niega a adaptarse a la forma de vida de su tiempo, los años cincuenta en EE.UU. Un cowboy anacrónico que desea seguir cabalgando a lomos de una tozuda yegua por el nuevo Oeste, una hermosa tierra asfixiada por grandes urbes, promociones inmobiliarias, pistas de aterrizaje, autopistas y suburbios, realizando trabajos ocasionales, llevando una vida al raso y sin ninguna documentación ni obligación burocrática.
A partir de ahí se desarrolla una intrépida trama de huida y persecución, cuando Burns se hace arrestar en un pueblo de Nuevo México para intentar sacar de la cárcel a su antiguo amigo de correrías, Paul Biondi, un profesor de Filosofía, viejo amigo de correrías libertarias, que está encarcelado por insumisión y desobediencia civil.

Traducido por el escritor Juan Bonilla, como ya hiciera con "La Banda de la Tenaza", la novela de Edward Abbey narra una historia que está de máxima actualidad, por su mezcla de géneros populares de amplio público y sus temáticas vindicativas, por su actitud provocativa y reflexiva y su excelente literatura.
En 1962 esta novela fue adaptada al cine con el título Lonely are the brave (Los valientes andan solos), en una producción dirigida y protagonizada por Kirk Douglas quien la considera su mejor película aunque se arrepintió públicamente de no haber respetado el título original de Abbey. La película estuvo nominada para los Oscar. El guión lo realizó el oscarizado, y perseguido en la «caza de brujas», Dalton Trumbo, que trabajó en algunas fases del tratamiento con el propio autor.
Además, en otras novelas de los años sesenta, los protagonistas son familiares o han tenido alguna relación con este personaje. Abbey hizo aparecer y desaparecer a Jack Burns en casi toda su obra y lo consideraba su mejor personaje, por encima de George W. Hayduke, el protagonista de "La Banda de la Tenaza".

Edward Abbey, nacido en 1927 en Home, Pensilvania, fue un escritor y ambientalista estadounidense que con su novela, The Monkey Wrench Gang (La Banda de la Tenaza, Berenice, 2012), se convirtió en un icono de la contracultura y el pensamiento libertario norteamericanos.
Sirvió en Italia en la guerra mundial, hizo estudios universitarios de Filosofía en Nuevo México y se diplomó con una tesis sobre La Anarquía y la moral de la violencia. Trabajó como guardabosques y vigilante de incendios para el National Park Service. Bajo la máscara de “perro guardián” del árido desierto del Oeste y su actitud de “salvaje fanfarrón”, Abbey desarrolló una fértil obra literaria dedicada a la vida salvaje y la intrusión de la cultura industrial y de consumo en el entorno natural estadounidense, tocado por un gran sentido del humor y un carácter provocador capaz de remover conciencias sin hacer discursos políticamente correctos o prefabricados.
Él mismo estaba encantado cuando desde el FBI y desde sectores del ecologismo le llamaban el “anarquista del desierto”. Obsesionado con el lema de Walt Whitman, “Resist much. Obey little”, construyó una filosofía de la desobediencia civil que le hizo acreedor del título del "Thoreau del Oeste".

No estaba conforme cuando le tildaban de gran escritor de la naturaleza y prefería que le vieran como un moralista norteamericano a la antigua. El ensayo Desert Solitaire, de 1968, es uno de sus trabajos más conocidos. En "La Banda de la Tenaza", su más famoso libro, aparecido en 1975, inspiró el movimiento Earth First!, basado en la "eco-defense" y las técnicas del "monkey wrenching".
Abbey es hoy un personaje emblemático de la cultura contestataria y un pionero de la resistencia activa en Estados Unidos y en muchos países de Europa. Murió el 14 de marzo de 1989, en Oracle, Arizona, debido a las complicaciones de una operación quirúgica, y a su muerte pidió que lo enterraran en un lugar indeterminado del desierto. A día de hoy ya nadie sabe dónde está su tumba.
"Tenía una presencia impresionante -como si guardara un conocimiento de alguna fuente arcana- y su mirada estaba alejada de cualquier padecimiento necio... Edward Abbey era como de piedra. Fuerte reserva. Mirada pétrea. Sí, todo eso. Vivió entre las rocas, escribió acerca de ello y creía en disfrutar de ello en su estado original. Pero sobre todo era un hombre de gran pasión y amor por el orden natural..." comenta Robert Redford en el prefacio que hace en "La Banda de la Tenaza" en su edición de 2004.
Para Larry McNurtry el autor de La "Banda de la Tenaza" "es el Thoreau del Oeste americano", y “uno de los mejores escritores del oeste americano, un escritor de esos no querrá perderse”, según The Washington Post. "Este libro me conmovió profundamente. Compré inmediatamente los derechos para llevarla al cine y, de entre las más de sesenta películas que he hecho, "Lonely are the braves" es mi favorita”, comenta Kirk Douglas.



Al hombre del oeste le gusta el campo libre, odia las vallas, y cuantas más hay más las odia. Has visto cuantas vallas se están levantando, y los letreritos que ponen: "PROHIBIDO CAZAR", "PROHIBIDO LA ENTRADA", "PROHIBIDO ACAMPAR", "PROPIEDAD PARTICULAR", "CERRADO", "ACOTADO", "ALTO", "SIGA LA FLECHA", "MUÉRETE". VAS COMPRENDIENDO... Y luego hay otras vallas imaginarias que dicen: EN ESTE OTRO ESTÁ LA CÁRCEL, O ESTO ES ARIZONA, AQUELLO NEVADA, AQUÍ ESTAMOS NOSOTROS, ALLÍ MÉXICO...

miércoles, 16 de enero de 2019

🐏🐺 ¡SOY UN SER HUMANO, MALDITA SEA, MI VIDA TIENE VALOR!


¡SOY UN SER HUMANO, MALDITA SEA, 
MI VIDA TIENE VALOR!
Fragmento de "Network, un mundo implacable" 
(1976), dirigida por Stanley Lumet

No tengo que decirles lo mal que están las cosas.
Todo el mundo lo sabe. Estamos en una crisis.
La gente está en el paro o teme perder su trabajo.
El Dolar no vale ya ni cinco centavos. Los bancos quiebran. Los dependientes guardan armas bajo el mostrador.
Hay gamberros por las calles y nadie sabe qué hacer. Es imparable.
Sabemos que el aire es irrespirable y comemos basura.
Nos sentamos ante la televisión mientras el presentador nos dice que se han cometido 15 homicidios y 63 crímenes, como si fuera algo normal.
Las cosas están muy mal. Aún peor.

El mundo se ha vuelto loco.
La locura es tal que ya no salimos a la calle.
Nos quedamos en casa y nuestro mundo se vuelve cada vez mas pequeño.

Decimos: "Al menos déjennos en paz en nuestras casas".
"Si tengo una tostadora y una televisión no diré nada. Pero dejadnos en paz".
Pero yo no los voy a dejar en paz,
Quiero que se enfurezcan.
No quiero que se manifiesten, ni que escriban a su congresista. Por que no se que decirles qué escribir.
No sé qué hacer sobre la depresión, la inflación, los rusos, y el crimen en las calles.
Sólo sé que tienen que enfurecerse.

Tienen que decir:

"¡SOY UN SER HUMANO, MALDITA SEA, MI VIDA TIENE VALOR!".

Así que quiero que se levanten.
Levántense de sus sillas.
Quiero que se levanten ahora mismo, vayan hasta la ventana, la abran, saquen su cabeza y griten:

"¡ESTOY MUY FURIOSO, Y NO PIENSO AGUANTARLO MÁS! "

Quiero que se levanten ahora mismo... vayan hasta sus ventanas, ábranlas, saquen sus cabeza y griten:
"¡ESTOY MUY FURIOSO, Y NO PIENSO AGUANTARLO MAS!"
Las Cosas tienen que cambiar, pero primero deben enfurecerse, tienen que decirlo:
"¡ESTOY MUY FURIOSO, Y NO PIENSO AGUANTARLO MAS!", entonces si, veremos que hacer sobre la inflación, la depresión y la crisis del petróleo.
Pero primero levántense de sus sillas, abran la ventana, saquen sus cabezas, griten y digan:

"¡ESTOY MUY FURIOSO, Y NO PIENSO AGUANTARLO MAS, NUNCA MÁS!"



sábado, 11 de junio de 2016

DEMOGRESCA Y CHIMBOCRACIA: DEMOCRACIA SIN IDEAL Y SIN MEMORIA

Democracia sin ideal



La vulgaridad estética y moral 
parece dar el tono a nuestra época. 
Impera una orgía de criticismo destructivo y errático

¿La causa de nuestro actual descontento? 
El dolor que la crisis ha derramado por el reino, la corrupción que a nadie respeta, el desprestigio de los políticos y del sistema de partidos, el desgaste de las instituciones públicas, la desmoralización de la ciudadanía, la banalidad de los medios de comunicación. En suma, la vulgaridad estética y moral que parece dar el tono a nuestra época creando un malestar en la cultura española. Cierto que una democracia consolidada acaba perdiendo con el paso del tiempo la sublimidad de su momento fundacional (en nuestro caso, la Transición) y rutiniza su funcionamiento: madurar es reconciliarse con la imperfección propia y ajena y aprender a convivir con ella. Una porción de vulgaridad es, sin duda, consustancial a lo humano. Pero la que ahora nos rodea ha alcanzado, en el sentir de muchos, un término insoportable. El programa de reforma de la vulgaridad colectiva —que se ha constituido en la primera urgencia nacional— sólo puede llevarse a cabo mirando hacia un ideal compartido y transformador. Y España, que es una democracia consolidada, carece de un ideal cívico bien definido y, en consecuencia, corre el riesgo de sufrir los problemas propios de una democracia sin ideal.

¿Qué es un ideal? 
Una propuesta de perfección humana, que señala una dirección al ciudadano, ilumina su experiencia individual con una oferta de sentido y moviliza las energías latentes en una sociedad. También puede presentarse como la enunciación personalizada (prototipo) de los valores que se estiman deseables y excelentes en una cultura. El ideal no describe el presente estado de cosas sino prescribe otro de rango superior; no pertenece al orden del ser —el funcionamiento real de las instituciones, siempre bajo el signo de la imperfección— sino al del deber-ser. En el mundo de nuestra experiencia, ambos órdenes conviven: una realidad sin deber-ser está condenada a ser unidimensional, previsible, resignada; pero, por otro lado, el ideal no es, propiamente no existe con la realidad de una cosa, sino que se propone como innovación y apremio a dicha realidad, en permanente relación dialéctica con ella. El ciudadano culto no es tanto un idealista como un realista con ideal: sabe que la realidad es estructuralmente imperfecta y al mismo tiempo no se conforma con ese estado de cosas sino que aspira a reformarlo con arreglo a un ideal de perfección que moviliza pero que no se realiza históricamente y que, como el horizonte, se aleja a medida que uno avanza en el camino.

La España de hoy, de tendencias escépticas y cínicas, descree de la posibilidad misma de un ideal. La complejidad de los intereses en juego, el especialismo científico y técnico, el multiculturalismo y la postmodernidad —que niega legitimidad a los grandes relatos— argumentarían contra la mera hipótesis de un ideal unitario. Y, sin embargo, todas las culturas dignas de ese nombre, a lo largo de la historia universal, proponen uno: el ideal grecorromano, el medieval, el renacentista, el ilustrado, el romántico… ¿Sólo la democracia liberal carecerá de él? Si fuera así, pasará a la historia como la época de la vulgaridad triunfante. Porque el ideal cumple dos funciones civilizatorias. La primera es servir de motor para el progreso moral de los pueblos, que seducidos por el ideal avanzan en pos de una perfección que los dinamiza. Y la segunda, es el fundamento de la crítica de las iniquidades del presente. Pues, en efecto, la crítica sólo puede practicarse cuando se observa la distancia que separa la realidad tal como la experimentamos —con sus dolorosas imperfecciones y corrupciones— y ese ideal de perfección vivo en nuestra conciencia. A veces se contrapone, como si fueran instancias antagónicas, el ideal y la crítica. Sucede al revés: sólo si contemplamos la realidad a la luz del ideal, sólo entonces podemos ejercer con fundamento una sana crítica sobre el presente. Que la democracia renunciara al ideal implicaría, por consiguiente, condenarla al conservadurismo moral y a la ausencia de crítica constructiva.

El éxito relativo de los brotes antisistema denota que el sistema no logra definir un ideal alternativo movilizador.
“El hombre no puede resistir demasiada realidad”, reza el conocido verso de Cuatro cuartetos de T. S. Eliot. Ante el exceso de realidad insoportable, han brotado últimamente en España movimientos antisistema con probada capacidad de suscitar entusiasmo: el populismo y el independentismo. Sus idearios no valen, sin embargo, como auténtico ideal. Porque no se presentan como universales sino como abiertamente minoritarios, excluyentes y confrontados a una mayoría social (ideológica, territorial). Con todo, el éxito relativo de los brotes antisistema denota que el sistema no logra de momento definir un ideal alternativo igualmente movilizador. Lo cual no es de extrañar porque, en ausencia de ideal regulativo, nos hemos abandonado a una orgía de criticismo destructivo y errático al sistema que ha conseguido desprestigiarlo a los ojos de todos y nos ha dejado un poso de indefensión, rabia y melancolía. Más que nunca necesitamos en España un ideal sistémico, que, como todo ideal a lo largo de la historia, sea prescriptivo, luminoso y movilizador, pero que, como ideal genuinamente contemporáneo, sincronizado al espíritu de su época, sea también igualitario, secularizado, persuasivo, cívico, colaborativo y cosmopolita, a la altura de esa ciudadanía que en democracia aspira a organizarse alguna vez como mayoría selecta.

Para empezar a trabajar en la definición de ese ideal colectivo conviene practicar una gimnasia mental que nos cambie la perspectiva. Si acercamos mucho la vista a la piel de la persona amada, observaremos imperfecciones: manchas, arrugas, lunares. Si le aplicamos el microscopio, la cosa empeora: sobre la superficie escamosa de la epidermis abundan células muertas, bacterias, basura orgánica. Cuando, en cambio, nos separamos y contemplamos a esa persona con distancia, reconocemos en ella la figura que amamos.

De igual manera, el hipercriticismo al sistema adopta un punto de vista microscópico, parcial, cortoplacista y distorsionado por el dolor subjetivo del observador y por el ritmo de una vulgaridad cotidiana hecha espectáculo. Pero si elevamos la mirada y nos hacemos cargo de la totalidad del sistema democrático español y analizamos su devenir a largo plazo, entonces, desde esta más amplia perspectiva, que hace justicia a la objetividad del conjunto, uno presiente un ideal, aún no definido pero latente, que confusamente lo anima y lo hace progresar.

Javier Gomá es filósofo y autor de Filosofía mundana. Microensayos completos.


Javier Gomá saca de paseo a una disciplina, la filosófica, que en las últimas décadas se ha vuelto estéril socialmente, y que, lejos de abordar los dilemas del vivir, se ha dedicado a dar vueltas sobre sí misma, intentando sacudirse el complejo de inferioridad ante la ciencia, o ha sucumbido al pesimismo o la sospecha posmoderna. Gomá no concibe la filosofía como un acto privado, sino compartido, de pura comunicación.

Para Gomá, la filosofía se ha hecho poco edificante y se ha alejado de la calle en un momento en que hay una gran tarea pendiente: la de aprender (o re-aprender) a vivir una buena vida en sociedad. Precisamente, ese lazo es el que quiere recuperar en muchos de estos microensayos, que se pueden leer en el tiempo que dura un viaje en metro. Un cuestión que también fue el meollo de su tetralogía sobre la ejemplaridad (Taurus, 2014).

Gomá reclama que la filosofía vuelva a elevar sus miras y nos sirva como guía para vivir juntos, para recuperar el poder vertebrador de las buenas costumbres y las convenciones, términos cargados de connotaciones moralizantes poco gratas y desgastados por dos siglos de romanticismo y revoluciones del yo. “La cuestión moral ahora pendiente ya no es cómo ampliar la libertad subjetiva, sino cómo crear las condiciones para una convivencia pacífica entre millones de individualidades liberadas, fomentando entre ellas hábitos de amistad cívica”.
Y es que, en su opinión,  el camino de la emancipación y la liberación del yo ya está agotado, y se impone un viaje de vuelta que nos haga reflexionar sobre lo que tenemos en común y sobre cómo podemos articular y gozar esa vida compartida. Porque, como recuerda el autor a menudo, ir de transgresor hoy “es como hacer topless en una playa nudista”, a pesar de tanta retórica publicitaria y tanta letra de canción invitándonos a ser uno mismo, cueste lo que cueste.

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LA DEMOGRESCA






martes, 20 de octubre de 2015

ALERTA: ASÍ ES QUE SE GOBIERNA. YO QUIERO UN PAÍS DE JUAN MEDICI



Yo quiero un país 
Juan Medici

Yo vivo en un país 
En perpetua guerra por ideología 
En donde se pelean por muchas tonterías 
Donde la tranquilidad se fue a dormir.. 
Un país... 

En que es pecado pensar diferente 
Donde se castigar ser dependiente 
Por alzar la voz te pueden destruir 
Yo quiero un país… 

Donde el rojo y el azul se de la mano 
Volvamos a tratarnos como hermano 
Yo no se si esto será mucho pedir 
Yo quiero un país… 

Donde todo olvidemos el rencor 
Como un día soñó nuestro libertador 
Solo junto lo podemos construir… 
Un país 

A hora en mi país 
El que clama por cambio es un traidor 
Mantener el silencio siempre es lo mejor 
Si no esta de acuerdo con tu alrededor 
Por que mi país… 

La política esta siendo tanto daño 
Hay hermano que no se hablan hace años 
y los vecinos no se quieren ni ver 
Yo quiero un país… 

Donde el rojo y el azul se de la mano 
Volvamos a tratarnos como hermano 
Yo no se si esto será mucho pedir 
Yo quiero un país.. 

Donde todo olvidemos el rencor 
Como un día soñó nuestro libertador 
Solo junto lo podemos construir…. 
Un país 

Yo quiero un país.. 
Donde el rojo y el azul se de la mano 
Volvamos a tratarnos como hermano 
Yo no se si esto será mucho pedir 
Yo quiero un país.. 

Donde todo olvidemos el rencor 
Como un día soñó nuestro libertador 
Solo junto lo podemos construir…. 
Mi país



Alerta - Chávez 
Juan Medici 

Manipula la gente como ficha de ajedrez 
Juega con su miseria por que esto le de poder 
Si lo vieras dándole regalos a Fidel 
Mientras que pueblo en los barrios no tiene ni que comer 
Dice que ahora los gastos tenemos que recortar 
Que no compres un carro que tú puedes caminar 
Que la ambición y los lujos joden la revolución 
Pero mi la ropa que usa ya hasta se compro un avión 
Por que el otro estaba viejo y seguro se caía 
Pero si sirve pal’ pueblo aunque a ti no te servia 
Por que tú eres exquisito tu eres revolucionario 
El pueblo que coma cable mientras te haces millonario 

Coro 
Alerta, alerta que camina 
Petróleo Venezolano por América latina 
Alerta, alerta que camina 
Nuestro crudo regalado desde Cuba hasta Argentina 

Hoy mi gente está arrecha no soporta más engaños 
Por que en pura habladora se te han pasado los años 
Eres un farsante que este pueblo ya no aguanta 
Tú inventaste la quita y pareces de la cuarta 
Un farsante del pasado pero con mentiras nuevas 
Estamos todos cansados de escuchar tu pendejeras 
El hambre y la miseria nos atacan sin piedad 
Pensamos que eras la cura y resultaste enfermedad 

Coro 
Alerta, alerta que camina 
Petróleo Venezolano por América latina 
Alerta, alerta que camina 
Nuestro crudo regalado desde Cuba hasta Argentina (2)



ASÍ ES QUE SE GOBIERNA 
Letra: Juan Medici 
Música: Juan Medici 

Hace falta despertar 
Para ver con claridad 
Como roban nuestros sueños 
los que ahora se sienten dueños 
porque hoy son gobernantes 
ladrones como los de antes 
no de te dejes pisar pueblo 
por estos nuevos farsantes 

Se proclaman socialistas 
Y de sangre comunista 
Pero son estafadores 
Son unos oportunistas 
Que se adueñan de mi patria 
Y de toda su riqueza 
Mientras le mienten al pueblo 
Y lo llenan de pobreza 

CORO 
Así, así es que se gobierna 
Así, así, así es que se gobierna 
Grita el vende patria 
con el rabo entre las piernas 
Grita el vende patria 
con el rabo entre las piernas 

Sólo intentan convencerte 
Que con ellos patria o muerte 
Pero su ambición es más fuerte 
Que su amor por estas tierras 
Viven hablando de guerra, 
de atentados, de invasiones, 
pero van de vacaciones 
al país que tanto odian 
y se gastan sus millones 
sin pensar en tu miseria 

Andan en carros blindados 
Que protegen su riqueza 
No les importa tu hambre 
Porque hay comida en sus mesas 
Gritan muerte pal imperio 
Pero son imperialistas 
Y tú eres un vende patria 
si apareces en la lista. 
Es la nueva democracia 
De mi patria linda bella 
Donde no importa la gente 
Solo importan las estrellas 

CORO 
Así, así es que se gobierna 
Así, así, así es que se gobierna 
Grita el vende patria 
con el rabo entre las piernas 
Grita el vende patria 
con el rabo entre las piernas 

Hoy nos tienen divididos 
Para restarnos la fuerza 
Olvidemos el conflicto 
Apretemos la reversa
 Los que hoy están arriba 
Solo intentan separarnos 
Pero no te dejes pueblo 
tenemos que levantarnos 

CORO 
Así, así es que se gobierna 
Así, así, así es que se gobierna 
Grita el vende patria 
con el rabo entre las piernas 
Grita el vende patria 
con el rabo entre las piernas 


INDIGNACIÓN - JUAN MEDICI