EL Rincón de Yanka: DOCENCIA

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jueves, 11 de julio de 2024

POEMAS DE ALEXIS DÍAZ PIMIENTA, REPENTISTA


Décimas contra la depresión
Alexis Díaz Pimienta

Cuando uno está deprimido
Piensa que todo se hunde.
La soledad lo confunde:
El silencio huele a ruido.
En las penumbras, hundido,
Un segundo se eterniza.
Llovizna polvo y ceniza.
Hay azufre en el café.
Y todo el cuerpo es un pie
en arena movediza.

Al llegar, la depresión
cierra puertas y ventanas.
Doblan todas las campanas
menos las del corazón.
Pero nos queda la opción
De confiar en uno mismo.
De inocular optimismo
Pensando en cosas mejores.
Sembrar de Luces y Flores
Lo que parece un abismo.

Porque del hueco se sale.
Del pozo ciego también.
Cada cuál es cada quién,
Y el Olvido no nos vale.
Que el dolor no nos iguale.
Que no nos mate ni ciegue.
Que la tristeza no juegue
A ganarnos la partida.
Lo único inmenso es la Vida,
Aunque la muerte lo niegue.

Bebe. Canta. Juega. Vive.
Sueña. Ríe. Salta. Crece.
Sal de hueco. Reaparece.
Corre. Grita. Suda. Escribe.
Habla. Cocina. Revive.
Dúchate. Píntate. Sal.
Nunca olvides que al final
Solo una vez se está vivo.
¡La vida es un buen motivo
Para no pasarla mal!

Todo el mundo alguna vez
Pasa por un pozo ciego.
Pero todo el mundo luego
Se hace luz y lucidez.
¡Te espero en la nitidez
Y en la palabra encendida!
Tras la fase deprimida
Destierra la depresión.
Escucha a tu corazón.
¡Te esperamos en la vida!


La tristeza

La tristeza es de piedra,
música sólida cayendo sobre el pecho,
inoportuna brizna bajo el párpado.

La tristeza, si llega,
no aceptará negociar un minuto,
no respetará los teléfonos
ni las alacenas.

De nada servirá desnudar hembras,
romper vasos,
mirar la luna hasta que críe nuevos cráteres.
De nada valdrá mirar revistas
o aceptar una lluvia hipotética.

La tristeza es de piedra,
música sólida cayendo
y destrozando.

II
Nada se sabe sobre la distancia.
Inútiles ventanas, inútiles teléfonos,
pobres nubes.

Siempre se habla sobre la lejanía,
sobre la ausencia, sobre la nostalgia;
se habla,
se canta,
se escribe,
se sueña,
pero nada se ha dicho sobre la distancia.

A no ser ese humillo que sube de los ceniceros.
A no ser ese olor que, inesperadamente,
entra por los balcones.
A no ser esta música desgraciada en el pecho.

(LA TRISTEZA. Poema de mi libro 
«En Almería casi nunca llueve», 
Scripta Manent Ediciones, 2010)


La ciudad de los locos

Poema de Alexis Díaz Pimienta
Del cuaderno "Traficantes de oxígeno",
mención del Premio Casa de las Américas 2008 y
publicado por Scripta Manent Ediciones en 2017.


Esta ciudad tiene locos ilustres
poetas del escándalo
locos sin los que la ciudad no sería ella
no pensemos en el Caballero de París
sino en esos pequeños
cotidianos transeúntes de la indiferencia
pensemos en el gordo que hace bailar un tanque de agua
de los grandes / en medio de las avenidas
pensemos en la vieja de las tetas enormes
que siempre pide centavitos de dólar
para arreglar su casa
y en el que lleva 21 años lavando carros
y tiene título de fregador
y es «socio fuerte» de Eusebio Leal
y en el que se disfraza cada día
de un cuerdo distinto
y en el que habla en voz alta con antiguos
jugadores de las Grandes Ligas
y en el que ladra y ríe / ríe y ladra
ladra y compra la prensa
y en el que saca la lengua gorda / blanca
cuarteada como tierra del desierto
y en el que le cobra a las turistas los piropos
y en la que lee los periódicos de atrás hacia adelante
y en el que recoge las colillas para luego venderlas
y en la que cree que es invisible
y en el que tose en alemán
y en el que se masturba sin tocarse el cuerpo
y en el que / bien vestido / va pensando en comer
cuando llegue a su casa
y en el que enamorado de mil mujeres a la vez
solo duerme con una
y en el que militante de diez partidos a la vez solo vota por uno
y en el que fuma y fuma y fuma y fuma y fuma
para acabar con el tabaco
y en el que lee sus poemas en las paradas de las guaguas
y se cree Dios con espejuelos / sí /yo mismo

Alexis Díaz-Pimienta, nació en La Habana, Cuba, en el año 1966. Es escritor, repentista, investigador y docente. Director de la Cátedra Experimental de Poesía Improvisada, y Sub-director del Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado (CIDVI), ambas con sede en La Habana, Cuba. Cultiva casi todos los géneros literarios (Novela, cuento, poesía, enyayo, literatura para niños), y su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, farsi (lengua autóctona iraní), árabe, búlgaro y alemán, en antologías y revistas.


VER+:

La improvisación […] es suficientemente importante como para exigir un análisis que se le ha negado, que no existe. Parece que el espíritu científico que nos caracteriza ha olvidado que los factores casuales encajan en las teorías físico-matemáticas de la probabilidad. Leo Brouwer 
La improvisación es un misterio. Se puede escribir un libro sobre el tema, pero al final nadie sabe qué es. Cuando improviso y estoy en buena forma, estoy como semidormido. Hasta me olvido de que hay gente mirándome. Los grandes improvisadores son como sacerdotes: solo piensan en su dios. Stéphane Grappelli 
Me preocupa igualmente […] que a veces se descarte sin más el término de “poesía popular”, que no hace sino remitir al ámbito socio-cultural en el cual se desarrolla mayoritariamente esa poesía […] Usemos el término que usemos, siempre tendremos que explicitar lo que entendemos por él, porque todas esas palabras son endemoniadamente polivalentes. Me parece que no vale la pena, pues, darle importancia excesiva a esa cuestión puramente léxica. Margit Frenk

V. Completa. Un día de rimas, risas e improvisación. Alexis Díaz-Pimienta, escritor y repentista

jueves, 11 de junio de 2020

EN DEFENSA DE LA TRANSMISIÓN DE CONOCIMIENTOS: HABLAN LOS PROFESOR Y NO LOS PEDAGÓCRATAS 🏫


En defensa de la transmisión de conocimientos. 

Hablan los profesores.

“Decir que existe la escuela es decir que, en una sociedad, existen unos saberes que se desean transmitir, unos especialistas encargados de transmitirlos y una institución creada para que sean transmitidos”. (“De l’école” (1984, reeditado en 2009) del filósofo Jean-Claude Milner)



“Funestos ‘pedagócratas’ decidieron un día que todo lo que era un poco ‘cultural’ y ‘literario’ debía desaparecer de nuestra enseñanza primaria y secundaria porque era un privilegio de las clases cultas y acomodadas. Es evidente que debe hacerse lo contrario. Solo hay una forma de superar el hándicap del alumno que posee 200 palabras de vocabulario frente a otro que tiene 2000, y es, hacerle leer, pero no recetas de farmacia o avisos del ayuntamiento, sino a los grandes autores de nuestra literatura”. (« L’École est finie » (2015), del historiador Jacques Julliard)

“Hemos decretado que la lengua era fascista; la literatura, sexista; la historia, chovinista; la geografía, etnocentrista; y las ciencias, dogmáticas; y ahora no comprendemos por qué los niños terminan por no saber nada. (…) Y al final, sin saberes, sin cultura, ¿qué quedará del hombre? (…) Cuando ya se haya destruido toda la cultura, sólo quedará la barbarie».

«Podemos superar la crisis de la transmisión, pero hay que hacerlo pronto, porque la desculturización progresiva y de cada vez más gente, solo puede significar que el mundo se hace cada vez más salvaje». (“Los desheredados” (2015) del filósofo François Bellamy, actualmente diputado en el Parlamento Europeo)

Abrió el debate el profesor Alberto Royo felicitando a la Fundación Villacisneros por el título del foro: “Hablar de “enseñar” es hoy políticamente incorrecto, como también lo es, y mucho, el subtítulo: “la transmisión de conocimientos”.
Sobre un posible pacto educativo, José Aguilar, autor, bajo el pseudónimo de Fray Josepho, de múltiples sátiras sobre los efectos de la LOGSE (1990), negó la posibilidad de alcanzarlo cuando ni tan siquiera, “estamos de acuerdo en cuál es el propósito de la educación”.

Para Aguilar, en los últimos treinta años, “sólo ha habido un sistema educativo en España, el que impuso la LOGSE de 1990”. El resto, explicó, han sido solo reformas y contrarreformas. La LOCE fue retirada antes de ser implantada, y la LOMCE, desvirtuada al ser suprimidos, por consenso político, los exámenes de final de etapa.

Ricardo Moreno, autor de “El panfleto pedagógico”, atacó el poder de los pedagogos y explicó que el origen del “pedagogismo” que impera desde la implantación de la LOGSE en España, estaba ya en la Ley de Educación de 1970, una ley franquista. Aunque, entonces, todavía padres, alumnos y profesores “teníamos claro que a los colegios y a los institutos se iba a aprender”.
Los participantes en el debate reclamaron una enseñanza más exigente. Para ellos, está claro que La LOGSE, con su falacia de bajar el nivel para conseguir la igualdad, está perjudicando, sobre todo, a los más pobres, a aquellos cuyos padres tienen un nivel cultural más bajo.
Se reconoció la importancia que había tenido esa extraña “jerga pedagógica” que nació con la LOGSE y que, si bien al principio causó estupor, ahora es habitual entre los expertos, pedagogos y administraciones educativas. El que no la habla es que “no sabe de educación” y el que se resiste a aprenderla corre el riesgo de ser llamado “fascista”.

Un lenguaje contra el que es muy difícil argumentar por está lleno de palabras huecas, de confuso significado, afirmó el profesor Moreno.
Se puso como ejemplo, el llamado “currículo” y todos sus derivados, que han dejado sin sentido a términos tan claros como “planes de estudio” o “programas de las asignaturas”.
En cuanto a la formación de los profesores, los ponentes desconfían del MIR que propone el gobierno, porque, aseguran, seguramente pondrá el énfasis en la formación pedagógica y no en la formación académica de los maestros y profesores. Y nadie puede enseñar bien lo que no conoce bien.

Aprendizaje, esfuerzo, exigencia, enseñanza, memoria, repetición, conocimientos, son las palabras más escuchadas a lo largo del debate de este foro de educación Villacisneros, en el que sus seguidores pudieron escuchar de los ponentes frases como estas:
  • “Primero se aprende, después se enseña”,
  • “Quien no sabe no tiene nada que enseñar”
  • “No hay competencias sin contenidos”
  • “El combustible de la inteligencia son los conocimientos”
  • “El profesor exigente es el que más se preocupa por sus alumnos”
  • “Ahora dicen que el esfuerzo es reaccionario”
  • “Leer, escribir, hablar y calcular, son los saberes fundamentales, sin ellos no se puede progresar”.
  • “Se nos ha olvidado la emoción que produce el aprendizaje”
SOBRE LOS PONENTES:
  • Ricardo Moreno, Licenciado en Ciencias Matemáticas y en Filosofía. Catedrático de Instituto y durante muchos años profesor de Matemáticas. Es autor de varios libros sobre educación. Algunos, como El panfleto pedagógico (2009) o La conjura de los ignorantes (2016), son una dura crítica al sistema educativo español.
  • José Aguilar Jurado, profesor de Lengua y Literatura en un Instituto de Educación Secundaria de Marbella. Colaborador de Libertad Digital desde 2004, es autor de numerosas sátiras bajo el pseudónimo de Fray Josepho.
  • Alberto Royo, titulado superior en Guitarra Clásica y licenciado en Historia y Ciencias de la Música. Nacido en Zaragoza, vive en Pamplona desde el año 2002. Es profesor de Música en el Instituto de Educación Secundaria Tierra Estella. Como escritor, ha publicado Contra la nueva educación (2016), La sociedad gaseosa (2017) y Cuaderno de un profesor (2019).
Educación y enseñanza. En defensa de la transmisión de conocimientos. 
Hablan los profesores


martes, 26 de noviembre de 2019

EDUCAMOS DE OTRO MODO COMO ACTO DE AMOR O NOS HUNDIMOS 💕

EDUCAMOS DE OTRO MODO O NOS HUNDIMOS

- Doctora en Educación 
Profesora Asociada UNESR
Breves reflexiones sobre los tiempos a los que asistimos, trazando miradas a la educación poniendo en relieve lo imprescindible de la relación ética que se establezca en el acto de enseñar, en la que prevalezca el amor como valor, como suceso, como acontecimiento que acompañe la reflexión que lo que somos, de lo que podemos ser, en el mundo y con los otros. Se trata de educar para la vida y comprender las realidades, con el amor como soporte, o resignarnos a hundirnos y claudicar ante la ruina.
Trazar una mirada al presente que vivimos permite afirmar que asistimos a una época en la cual no disponemos de suficientes asideros para vivir una vida buena. Un tiempo donde la humanidad se muestra desprovista de la emocionalidad, en una loca carrera inducida por el modelo de desarrollo económico. 

Tiempo de lo instantáneo, del vale todo, de lo contingente, de la justicia en propia mano, lo que desafortunádamente nos hace reconocer una vida sin sentido y presagiar un oscuro desenlace. Sostenemos que el amor es una cualidad humana esencial para hacer frente al desenfreno, al mundo del consumo que nos aniquila y nos agobia, que nos uniformiza y nos silencia. Quien se centra en su mismidad, no puede ver, reconocer y reconocerse en el rostro del otro. 

Seguramente estamos de acuerdo con que el amor construye Bauman (2006:105) señala que Freud, en “El malestar en la Cultura” destaca que amar al prójimo como a sí mismo, es un precepto “…de los fundamentales de la vida civilizada. Y es también el más opuesto a la clase de razón que promueve la civilización: la razón del autointerés y de la búsqueda de la propia felicidad”, frente a lo que afirma que amar al prójimo implica un salto hacia la fe y de ahí depende el nacimiento de la humanidad. 

¿Qué ha pasado entonces con la educación? ¿Acaso se ha educado para la cultura dela muerte y no para la vida, no para la vida buena, no para la liberación? Cómo lograr desde los espacios educativos posibilidades para formar sujetos íntegros, éticos y comprometidos con la vida buena, con la cultura de la vida, con el mundo y con los otros. Cómo hablar de valores si no generamos el espacio para su práctica, su reflexión y por ende, la transformación de quienes estas acciones son inherentes. 

Es una necesidad educar en el amor y para el amor, frente a una humanidad hoy cuya vida cotidiana es plena de desarmonía, de falta de experiencias afectivas que constituyan espacios para ser mejores, para respetar a los otros y ser sensibles ante la vida, para no ser indiferentes al dolor, a la injusticia, a la opresión, a las miserias que pueblan este mundo del presente y uno de los espacios donde nos falta el amor es en la Educación. 

Cómo educar sin ofrecer experiencias que promuevan descubrir el valor único de cada ser humano que es mi prójimo, el valor de las diferencias que enriquecen el mundo que cohabitamos y que lo constituyen en un lugar más promisorio, más placentero, habitable. Sin el amor, sin la afectividad, difícilmente podemos pensaren la paz, pensar en los derechos humanos, difícilmente podemos aspirar a superar el odio, la intolerancia, la violencia, los antagonismos, las divisiones; es el amor quien aleja los miedos, quien nos acerca a los otros, quien nos llena de bondad. 

Urge abrir caminos que en la relación ética que se establezca en el acto de enseñar, prevalezca el amor como valor, como suceso, como acontecimiento que acompañe la reflexión que lo que somos, de lo que podemos ser, en el mundo y con los otros. En palabras de Hanna Arendt, reconocemos a la educación como un acto de amor, diciendo que la educación, 
…es el punto en el que decidimos si amamos al mundo lo bastante como para asumir una responsabilidad por él y así salvarlo de la ruina que, de no ser por la renovación, de no ser por la llegada de los nuevos y los jóvenes, sería inevitable (1996:208) 
Ese mundo prometedor se mostraría como un lugar donde no haya injusticia, discriminación e intolerancia hacia los menos favorecidos, los menos privilegiados,los más discriminados quienes, como David ante Goliat, luchan por alcanzar una esperanza real de mejorar su vida, un mundo más fraterno, un mundo donde la convivencia se asegure en igualdad de condiciones y derechos y ahí la educación tiene una seria y comprometida responsabilidad. O educamos para la vida y comprender las realidades, con el amor como soporte, o nos hundimos y claudicamos ante la ruina.


Educar como acto de amor


Educamos provocando en los otros la amplitud de mirada que incluya e integre, que se enriquezca desde las diferencias dinamizadoras para hacer sentir que somos parte de mundos donde pueda haber lugar para quienes se sienten abandonados y olvidados, con cuántas de estas realidades vitales nos cruzamos en las escuelas, no podemos, ni debemos hacernos los distraídos e indiferentes.

Educamos haciendo que las miradas se amplifiquen, para observar que el mundo está compuesto por muchos mundos, con sus propios colores, con sus singularidades, donde hay quienes la están pasando mal por las lógicas expulsivas de quienes son sometidos a vivir en las marginalidades, educar es ayudar a abrir los ojos de la mente y del corazón para encontrarse con otros mundos donde la desesperanza aplasta y niega el horizonte.

Educamos para hacer frente y poner sobre en la agenda cotidiana las problemáticas que habitan a los y las jóvenes, como las adicciones, variadas y crueles que se ensañan con las vidas de tantas juventudes que se pierden en sendas del sinsentido por qué no tuvieron en el camino la posibilidad de encontrarse con educadores creyentes que no hay vida humana irreparable y que no deba ser digna de ser vivida. Debemos hacer autocrítica sincera y honesta con nosotros mismos para poder hacernos cargo de cuando elegimos la comodidad y pasividad por no arriesgarnos de ponernos en el camino de quienes vagando por sendas perdidas “se refugian en la nada, y se cansan de ver un montón de caras y ni una mirada” como lo recita la canción de Callejeros.

Educamos para hacer desandar las culturas de la exclusión que nos paralizan y que quiebran el sentido comunitario, promoviendo individualismos que se encierran para no comprometerse e involucrarse, o hacemos comunidad o nos hundimos en los individualismos egoístas. Hay que poder plantearlo de modo comunitario, de modo individual no se puede, esto nos implica a todos los que integramos comunidades educativas, como constructores de conocimientos, y aprendizajes con sentido e interpeladores de los modelos culturales que deben ser deconstruidos, si no lo hacemos, corremos el riesgo de proponer una educación desinteresada y no comprometida, alienante y ocultadora de realidades de injusticia y miseria.

Animo e invito a quienes eligieron la docencia como opción de vida, a renovarse en esta tarea que es transformadora de vidas y que hoy sienten que se les fue la pasión, y que se sienten en soledad desandando por sendas esquivas, a renovar la pasión y redescubrir el amor que anima y motoriza lo que hacemos en cada momento de nuestras vidas. Educamos porque creemos profundamente en lo que somos, hacemos y promovemos. 
“No hay cambios sin sueños 
ni sueños sin esperanzas” 
Paulo Freire


La filósofa norteamericana recibió el 10 de diciembre de 2015 el doctorado honoris causa por parte de la Universidad de Antioquia y pronunció un duro discurso sobre las sociedades que están formando los estados con políticas educativas enfocadas en rentabilidad.

En el discurso, que ya se perfila como tendencia en Colombia en redes sociales, la filósofa plantea que el mundo se está encaminando hacia “naciones de personas con formación técnica que no saben cómo criticar la autoridad, útiles creadores de lucro con imaginaciones torpes. Las democracias tienen grandes potencias racionales e imaginativas. También son propensas a algunos defectos graves en el razonamiento, al parroquialismo, la prisa, la dejadez, el egoísmo, la deferencia a la autoridad y la presión de grupo. Una educación basada principalmente en la rentabilidad”.


"Estamos en medio de una crisis de proporciones masivas y grave importancia mundial. No me refiero a la crisis económica mundial que comenzó en 2008. Al menos entonces todo el mundo sabía que la crisis estaba ahí y muchos líderes mundiales trabajaron rápida y desesperadamente para encontrar soluciones. Tampoco me refiero a la crisis creada por el terrorismo internacional, eso también es reconocido por todos. No, me refiero a una crisis que pasa desapercibida, una crisis que probablemente sea, en el largo plazo, incluso más perjudicial para el futuro del autogobierno democrático: una crisis mundial de la educación. Dado que las democracias del mundo también están siendo desafiadas ahora por cuestiones de migración, terrorismo y comprensión mundial, esta crisis de la educación es potencialmente devastadora para el futuro de la democracia en el mundo.

¿Qué vamos a tener, si estas tendencias continúan? Naciones de personas con formación técnica que no saben cómo criticar la autoridad, útiles creadores de lucro con imaginaciones torpes. Las democracias tienen grandes potencias racionales e imaginativas. También son propensas a algunos defectos graves en el razonamiento, al parroquialismo, la prisa, la dejadez, el egoísmo, la deferencia a la autoridad y la presión de grupo. Una educación basada principalmente en la rentabilidad en el mercado global magnifica estas deficiencias, produciendo una torpeza codiciosa y una docilidad técnicamente capacitada que amenazan la vida misma de la democracia y ​​que sin duda impiden la creación de una cultura mundial decente.

Si el verdadero choque de civilizaciones es, como creo, un choque dentro de la persona individual, todas las sociedades modernas están perdiendo rápidamente la batalla, ya que se alimentan las fuerzas que conducen a la violencia y la deshumanización y dejan de alimentar las fuerzas que conducen a cultivar la igualdad y el respeto. Si no insistimos en la importancia crucial de las humanidades y las artes, éstas se desplomarán, porque no generan dinero. Sólo hacen algo que es mucho más valioso que eso, hacen un mundo en el que vale la pena vivir, las personas que son capaces de ver a otros seres humanos como personas llenas, con pensamientos y sentimientos propios que merecen respeto y simpatía, y naciones que son capaces de superar el miedo y la sospecha en favor del debate comprensivo y motivado.

En el discurso de Martha Nussbaum, nos plantean tres valores o habilidades para una ciudadanía democrática decente.
En donde la primera es la habilidad Socratica de autocritica y el pensamiento critico, Socrates dice que la democracia necesita de ciudadanos que puedan pensar por si mismos. Ya que el pensamiento crítico es muy importante para la buena ciudadanía en una sociedad que debe tener en cuenta la presencia de personas que se diferencian por la etnia, la casta, la religión y profundas divisiones políticas. Ademas sólo tendremos la oportunidad de un diálogo adecuado que atraviese fronteras si los ciudadanos jóvenes saben cómo participar en el diálogo y la deliberación en primer lugar. Es seguro y esencial, fomentar el pensamiento crítico desde que se inicia la educación,pero durante la formación universitaria se puede enseñar con nueva sofisticación y rigor, a través de cursos de ética filosófica y el estudio minucioso de grandes textos que nos sacarian de muchas dudas alejandonos de la ignorancia.

La segunda habilidad o valor es la capacidad de verse a sí mismo como miembro de una nación y un mundo heterogéneos, entender algo de la historia y el carácter de los diversos grupos que lo habitan. Esta es una buena manera de llegar a ver a las personas que sostienen una posición religiosa o política diferente no como formas de amenaza, sino como seres humanos que tienen razones complejas para hacer lo que hacen, y que merecen respeto a si estemos de acuerdo con ellos o no.

La tercera habilidad del ciudadano, es lo que Martha Nussbaum llamaría la imaginación narrativa. Esto es la capacidad de estar en los zapatos de una persona diferente, ya que muchas veces no pensamos en que puede estar sucediendo en la vida del otro.

En general anima a todos los estudiantes universitarios a pensar por si mismos, a tener patriotismo o sentirse parte del mundo y a ponerse en los zapatos de otra persona, para poder comprender todo tipo de situación que experimente en la vida.

Callejeros - Una Nueva Noche Fría

viernes, 8 de noviembre de 2019

LA ESENCIA DE LA DOCENCIA: INSPIRAR PERSONAS DE BIEN 👴🎓



Un anciano conoce a un joven quien le pregunta:
- ¿Se acuerda de mí?
Y el anciano responde que no.
Entonces el joven dice que fue su alumno.
Y el profesor le pregunta:
- ¿Qué estás haciendo?
- Soy profesor
- Ah que bueno, ¿como yo?
- Sí. Me convertí en maestro porque usted me inspiró a ser también como usted.
Luego le pregunta al exalumno cuándo lo inspiró a ser maestro. Y el alumno cuenta la historia:

"Un día, un amigo mío, también estudiante, llegó con un hermoso reloj nuevo, y decidí que lo quería para mí y lo robé, lo saqué de su bolsillo. Poco después, mi amigo notó el robo y se quejó a usted (maestro). Entonces se dirigió a la clase:
- El reloj de su colega fue robado. Quien lo robó, que lo devuelva.
No lo devolví porque no quería hacerlo.
Luego cerró usted la puerta y le dijo a todos que se pusieran de pie y que iría a uno por uno para buscar en los bolsillos de todos hasta encontrar el reloj. Pero les dijo a todos que cerraran los ojos, que haría esto con los estudiantes con los ojos cerrados...

Todos cerraron los ojos y usted fue de bolsillo en bolsillo y cuando llegó al mío encontró el reloj y lo tomó. Continuó usted buscando en todos, y cuando terminó, dijo: 'Abran los ojos. Ya tenemos el reloj'.
No me dijo usted nada.
Nunca mencionó el episodio.
Nunca dijo quién había robado a nadie".

Y ese día, usted salvó mi dignidad para siempre. Fue el día más vergonzoso de mi vida. Pero también el fue el día que mi dignidad se salvó de no convertirme en ladrón, mala persona, etc. Nunca dijo nada.
No me dio apenas una lección moral. Y recibí el mensaje. Y entendí, que esto es lo que debe hacer un verdadero educador.

- ¿Se acuerda de ese episodio, maestro?
Y el profesor responde:
- Recuerdo la situación, el reloj robado, busqué en todos, etc.
Pero no te recordaba.
Porque también cerré los ojos mientras buscaba.

(Esto es la esencia de la docencia).

* Si Para Corregir Necesitas Humillar... no sabes enseñar.


jueves, 8 de febrero de 2018

SABER DOCENTE DESDE LA PEDAGOGÍA POÉTICA


SABER DOCENTE DESDE LA PEDAGOGÍA POÉTICA 


Nos decía Seneca que “homines, dum docent discunt” (los hombres aprenden mientras enseñan), pues incluso, cuando se es un educador y se enseña a otros, se continúa aprendiendo. Este es el caso de nuestro admirado profesor Don José Cardona. Él, que empezó como “maestro” de Escuela, aún sigue ejerciendo en la Universidad. La obra que nos ocupa es un fiel reflejo de su condición, porque tomando la poética como referencia, profundiza con su pensamiento, en la razón didáctica del saber docente. 

Ya conocíamos algunas estas reflexiones por la habitual colaboración del profesor en el Boletín de la Facultad de Educación de la UNED, donde es Catedrático de Didáctica, pero he de reconocer que la lectura es esta obra, ha llevado el deleite al sumo extremo. Es un gran placer, encontrar un pensamiento tan claro y directo, bien construido, en toda una serie de valores que la escuela nunca puede ni debe olvidar. Muy al contrario, como deja claro, resulta cada vez más necesario profundizar en ellos. 

La obra se estructura en tres partes bien diferenciadas, que mantienen el nexo común de la reflexión. La primera recoge una quincena de “microensayos”, como el autor los califica, abordando en ellos, cuestiones escolares. Así temas tan controvertidos como la memoria, la educación en valores, la naturaleza o la poesía, centran el pensamiento del pedagogo para ofrecernos una visión experta, debidamente reposada, de cada uno de ellos. Si la experiencia es un grado, éste lo sublima nuestro profesor, al proyectar su larga vida docente, encarnada en cada una de las reflexiones que decantan estos breves ensayos. Porque además lo hace, como él dice, yendo al grano, enfocando la esencia didáctica del contenido y enriqueciéndolo con su vasto conocimiento y cultura. 

Y esta mirada mantiene la lectura de la segunda parte de la obra, que el autor disgrega en dos partes, como un “glosario pedagógico-poético” y como un “glosario multidisciplinar poético”; ambos, facilitan un paseo literario pero también y sobre todo, educativo, por la poesía. Sí educativo porque el objeto de cada una de este medio centenar de reflexiones, es eminentemente didáctico. La poesía en este caso trasciende su enorme potencial, de permitir una mirada al entorno social del poeta, para ofrecernos una enseñanza, auténtica de la realidad que cada uno vivimos. 

Si ya Platón nos recordara en La República que “ad educationis comparare haitus moresque bonorum virtutibus” (la educación tiene como finalidad adquirir buenos hábitos y costumbres), hoy podríamos traducir este pensamiento por la consolidación de una buena escala de valores, que es la que a la postre determina el rumbo que toma cada ser humano. En este caso, el profesor Cardona nos va desgranando con la dulzura y suavidad a la que nos tiene acostumbrados, los valores fundamentales de la vida. Y lo hace sin reparos. Con la valentía suficiente como para abordar algunas cuestiones hoy día controvertidas, en las que sabe situar su posición personal y cimentarla profundamente con su pensamiento elaborado. Como otras, que la escuela parece ir dejando de lado, en cuyo caso su denuncia reivindica la posición pedagógica que deben ocupar; así, son cuestiones básicas para él la memoria, la creatividad o el cuestionamiento que confiere identidad a nuestro ser: “mirum es hominis” (preguntarse es humano, Sócratres). Ejercicio éste que el autor posiciona en Virgilio y recorre poéticamente hasta Kundera, pasando por referentes tan importantes para él como es Machado. Poesía en su mejor, poesía-vida, porque es lo que transmite nuestro catedrático en cada una de sus reflexiones; que detrás hay mucha vida, mucha reflexión y mucha sabiduría, vida. 

Completan la obra algunas lecturas recomendadas. Confieso haber acudido alguna vez al profesor, como referente que me permitiera una recomendación, para mis propias reflexiones. Y doy fe que ninguna de su referencias, me resultó baldía; muy al contrario, su sabia palabra ha sabido siempre fundamentarse en obras experienciales que ahora proyecta en referentes como Aldecoa, Baquedano o Grenier. 

Por último, me gustaría reseñar la caracterización editorial que se hace de la obra, como “Cuaderno de Prácticas”. Sin lugar a dudas, que tiene esa consideración para el docente que lo orienta en su actividad universitaria, pero en este caso, quisiera llamar la atención sobre esta cuestión que no me parece baladí. Porque así debiera ser considerada siempre toda reflexión pedagógica: un cuaderno de prácticas, la del maestro que se aventura en el aprendizaje que preconizara Séneca, y el del alumno que se aventura de la mano de su progenitor en la república platónica que es la Escuela. 

Termino con un agradecimiento muy sincero por el legado filosófico que supone esta visión del “saber docente” desde la “pedagogía poética”. Porque en cierto modo, el profesor Cardona, refleja aquí su forma de ver la vida, desde lo más profundo del aula, lo cual siempre, para cualquiera que hayamos vivido la esencia de la tiza y el ronroneo de los muchachos, nos sabe a auténtica escuela. En este caso, como ya he dejado bien sentado, escuela de vida.




VER+:



sábado, 1 de abril de 2017

MAESTROS DE LATINOAMÉRICA


Maestros de América Latina

"El porvenir está en Manos 
del maestro de Escuela. 
Victor Hugo

"La gran tragedia de este mundo, es que no cultiva la memoria, y por tanto olvida a los maestros". 
 Martín Heidegger 

Gracias a los Maestros, Alejandro fue Magno, 
y Simón Bolívar, Libertador.
Yanka

Desde la historia de Sarmiento en Argentina hasta el mismo Freire en Brasil, pasando por Vasconcelos en México, Mariátegui en Perú , Martí en Cuba y Gabriela Mistral en Chile; es lo que podrás ver en la serie “Maestros de América Latina”.
La serie “Maestros de América Latina” narra la vida y obra de ocho pedagogos trascendentales para la historia de la educación latinoamericana. El repertorio está compuesto por Simón Rodríguez, Domingo F. Sarmiento, José Martí, José Vasconcelos, José Carlos Mariátegui, Gabriela Mistral, Jesualdo Sosa y Paulo Freire.
El programa intenta acercar a los docentes, pero también al público en general, las propuestas de estos pedagogos latinoamericanos de una manera amena y atractiva. El ciclo busca renovar el debate sobre las pedagogías latinoamericanas desde un abordaje profundamente humano, y sin renunciar a la complejidad y contradicciones propias de personalidades que, desde diferentes perspectivas, se comprometieron activamente con la educación de niños y niñas.
La serie, publicada el año 2016, fue producida por el Laboratorio de Medios Audiovisuales de la Universidad Pedagógica, para la Organización de Estados Iberoamericanos para la Cultura y la Educación (OEI), la UNIPE y Canal Encuentro.





jueves, 29 de diciembre de 2016

TODOS LOS ALUMNOS DE UN COLEGIO DESPIDEN CON UN PASILLO A SU PROFESOR TRAS 38 AÑOS DE DOCENCIA













Todos los alumnos de un colegio 
despiden con un pasillo a su profesor 
tras 38 años de trabajo

«Fue un momento mágico, realmente increíble», explicó el docente.
Alain Donnat, protagonista de este vídeo de Facebook, tiene 63 y es de Is-sur-Tille, Côte-d'Or, Francia. Recientemente se retiró de su trabajo como profesor de gimnasia en el Colegio Paul Fort, en el que había estado ejerciendo su profesión durante 38 años.

El pasado viernes fue su último día de trabajo y sus alumnos le prepararon una sorpresa para homenajearle antes de su retirada. Al salir de la sala de profesores, Donnat vio que los estudiantes se habían colocado a ambos lados del pasillo para aplaudirlo, como se puede ver en el vídeo.

Los 700 estudiantes del colegio participaron en esta increíble sorpresa. Donnat no podía controlar la emoción mientras los jóvenes coreaban su nombre. Sin poder hablar, el hombre se despidió con la mano.

Muriel, la mujer del profesor, publicó en Facebook el vídeo del emocionante momento que ya tiene más de un millón de visualizaciones.



Adiós señor profesor - Adieu Monsieur Professeur



lunes, 7 de noviembre de 2016

LA #EDUCACIÓN QUE TENEMOS ROBA A LOS JÓVENES LA #CONCIENCIA, EL TIEMPO Y LA VIDA

“LA EDUCACIÓN QUE TENEMOS 
ROBA A LOS JÓVENES LA CONCIENCIA, 
EL TIEMPO Y LA VIDA”
Cuenta que estaba bastante dormido hasta que en los años 60 se fue a vivir a EE.UU., allí fue discípulo de Fritz Perls, uno de los grandes terapeutas del siglo XX y formó parte del equipo del Instituto Esalen en California. Allí tuvo grandes experiencias en el mundo terapéutico y en el mundo espiritual. Contactó con el sufismo y se convirtió en uno de los introductores de Eneagrama en occidente. También bebió del budismo tibetano y el zen.
Claudio Naranjo ha dedicado su vida a la investigación y a la docencia en Universidades como Hardvard y Berkeley. Ha fundado el programa SAT, una integración de la terapia Gestalt, el Eneagrama y la Meditación para enriquecer la formación de profesores. En este momento está lanzando un aviso muy contundente: o cambiamos la educación o este mundo se va a pique.

-Dices que para cambiar el mundo hay que cambiar la educación ¿cuál es la problemática de la educación y cuál es tu propuesta?

-La problemática en la educación no es de ninguna manera la que a los educadores les parece que es. Creen que los estudiantes ya no quieren lo que se les ofrece. A la gente se le quiere forzar a una educación irrelevante y se defiende con trastornos de la atención, con desmotivación. Yo pienso que la educación no está al servicio de la evolución humana sino de la producción o más bien de la socialización. Esta educación sirve para domesticar a la gente de generación en generación para que sigan siendo unos corderitos manipulables por los medios de comunicación. Esto es socialmente un gran daño. Se quiere usar la educación como una manera de meter en la cabeza de la gente una manera de ver las cosas que le conviene al sistema, a la burocracia. Nuestra mayor necesidad es la de una educación para evolucionar, para que la gente sea lo que podría ser.

La crisis de la educación no es una crisis más entre las muchas crisis que tenemos, sino que la educación está en el centro del problema. El mundo está en una crisis profunda porque no tenemos una educación para la conciencia. Tenemos una educación que en cierto modo le está robando a la gente su conciencia, su tiempo y su vida.

El modelo de desarrollo económico de hoy ha eclipsado el desarrollo de la persona.

-¿Cómo sería una educación para que seamos seres completos?

-La educación enseña a la gente a pasar exámenes, no a pensar por si misma. En un examen no se mide la comprensión, se mide la capacidad de repetir. ¡Es ridículo, se pierde una cantidad tan grande de energía! En lugar de una educación para la información, se necesitaría una educación que se ocupe del aspecto emocional y una educación de la mente profunda. A mi me parece que estamos presos entre una alternativa idiota, que es la educación laica y una educación autoritaria que es la educación religiosa tradicional. Está bien separar Estado e Iglesia pero, por ejemplo en España, han echado por la borda el espíritu como si religión y espíritu fueran la misma cosa. Necesitamos que la educación atienda también a la mente profunda.

-¿Cuándo hablas de espiritualidad y de mente profunda a qué te refieres exactamente?

-Tiene que ver con la conciencia misma. Tiene que ver con aquella parte de la mente de la que depende el sentido de la vida. Se está educando a la gente sin ese sentido. Tampoco es la educación de valores porque la educación de valores es demasiado retórica e intelectual. Los valores deberían ser cultivados a través de un proceso de transformación de la persona y esta transformación está muy lejos de la educación actual.

La educación también tiene que incluir un aspecto terapéutico. Desarrollarse como persona no se puede separar del crecimiento emocional. Los jóvenes están muy dañados afectiva y emocionalmente por el hecho de que el mercado laboral se traga a los padres y ya no tienen disponibilidad para los hijos. Hay mucha carencia amorosa y muchos desequilibrios en los niños. No puede aprender intelectualmente una persona que está dañada emocionalmente.

Lo terapéutico tiene mucho que ver con devolverle a la persona la libertad, la espontaneidad y la capacidad de conocer sus propios deseos. El mundo civilizado es un mundo domesticado y la enseñanza y la crianza son instrumentos de esa domesticación. Tenemos una civilización enferma, los artistas se dieron cuenta hace mucho tiempo y ahora cada vez más los pensadores.

-A la educación parece solo interesarle desarrollar la parte racional de la gente ¿Qué otras cosas podrían desarrollarse?

-Yo pongo énfasis en que somos seres con tres cerebros: tenemos cabeza (cerebro intelectual), corazón (cerebro emocional) y tripas (cerebro visceral o instintivo). La civilización está íntimamente ligada por la toma de poder por el cerebro racional. Con el momento en que los hombres predominaron en el dominio político, unos 6000 años atrás, se instaura esto que llamamos civilización. Y no es solamente el dominio masculino ni el dominio de la razón sino también de la razón instrumental y práctica, que se asocia con la tecnología; es este predominio de la razón instrumental sobre el afecto y sobre la sabiduría instintiva lo que nos tiene tan empobrecidos. La plenitud la puede vivir sólo una persona que tiene sus tres cerebros en orden y coordinados. Desde mi punto de vista necesitamos una educación para seres tri-cerebrados. Una educación que se podría llamar holística o integral. Si vamos a educar a toda la persona, hemos de tener en cuenta que la persona no es solo razón.

Al sistema le conviene que uno no esté tanto en contacto consigo mismo ni que piense por sí mismo. Por mucho que se levante la bandera de la democracia, se le tiene mucho miedo a que la gente tenga voz y tenga conciencia.
La clase política no está dispuesta a apostar por la educación.

-La educación nos sumerge en un mar de conceptos que nos separan de la realidad y nos aprisiona en nuestra propia mente ¿Cómo se puede salir de esa prisión?

-Es una gran pregunta y es una pregunta necesaria en el mundo educacional. La idea de que lo conceptual sea una prisión requiere una cierta experiencia de que la vida es más que eso. Para uno que ya tiene el interés en salir de la prisión de lo intelectual, es muy importante la disciplina de detener la mente, la disciplina del silencio, como se practica en todas las tradiciones espirituales: cristianismo, budismo, yoga, chamanismo… Parar los diálogos internos en todas las tradiciones de desarrollo humano ha sido visto como algo muy importante. La persona necesita alimentarse de otra cosa que conceptos. La educación quiere encerrar a la persona en un lugar donde se la somete a una educación conceptual forzada, como si no hubiera otra cosa en la vida. Es muy importante, por ejemplo, la belleza. La capacidad de reverencia, de asombro, de veneración, de devoción. No tiene que ver necesariamente con una religión o con un sistema de creencias. Es una parte importante de la vida interior que se está perdiendo de la misma manera en que se están perdiendo los espacios bellos de la superficie de la Tierra, a medida que se construye y se urbaniza.

-Precisamente quería preguntarte tu opinión sobre la crisis ecológica que vivimos.

-Es una crisis muy evidente, es la amenaza más tangible de todas. Se puede prever fácilmente que con el calentamiento de la Tierra, con el envenenamiento de los océanos y otros desastres que están pasando, no vamos a poder sobrevivir tantas personas como las que somos ahora.

Estamos viviendo gracias al petróleo y consumimos más recursos de los que la tierra produce. Es una cuenta atrás. Cuando se nos acabe el combustible será un desastre para el mundo tecnológico que tenemos.

La gente a la que llamamos más primitiva como los indígenas tienen una forma de tratar a la naturaleza que no viene del sentido utilitario. En la ecología como en la economía y otras cosas, hemos querido prescindir de la conciencia y funcionar sólo con argumentos racionales y eso nos está llevando al desastre. La crisis ecológica sólo puede pararse con un cambio de corazón, verdadera transformación, que sólo la puede dar un proceso educativo. Por eso no tengo mucha fe ni en las terapias ni en las religiones. Solo una educación holística podría prevenir el deterioro de la mente y del planeta.

-¿Podríamos decir que has encontrado un equilibrio en tu vida a esas alturas?

-Yo diría que cada vez más, aunque no he terminado el viaje. Soy una persona que tiene mucha satisfacción, la satisfacción de estar ayudando al mundo en el que estoy. Vivo feliz, si se puede ser feliz en esa situación trágica en la que estamos todos.

-Desde tu experiencia, tu trayectoria y tu madurez, ¿cómo procesas el hecho de la muerte?

-En todas las tradiciones espirituales se aconseja vivir con la muerte al lado. Hay que hacerse a esa evidencia de que somos mortales y creo que el que toma la muerte en serio no será tan vano. No tienes tanto miedo a cosas pequeñas cuando hay una cosa grande de la cual preocuparte más. Yo creo que la muerte sólo puede superarla uno que en cierto modo muere antes de morir. Uno tiene que morir a la parte mortal, a la parte intrascendente. Los que tienen suficiente tiempo y vocación y que llegan suficientemente lejos en este viaje interior se encuentran tarde o temprano con su verdadero ser. Y ese ser interior o ese ser lo que uno es, es algo que no tiene tiempo y que le da a una persona una cierta paz o un sentido de invulnerabilidad. Estamos muy absortos en nuestra vida cotidiana, en nuestros pensamientos de alegría, tristeza, etc… No estamos en nosotros, no estamos atentos a quien somos. Para eso necesitamos estar muy en sintonía a nuestra experiencia del momento. Esta es la condición humana, estamos viviendo hacia el pasado y el futuro, el aspecto horizontal de nuestra vida. Pero poco atentos a la dimensión vertical de nuestra vida, el aspecto más alto y más profundo, eso es el espíritu y es nuestro ser y la llave para acceder es el aquí y ahora.

A veces vamos en busca del ser y a veces nos confundimos en la búsqueda de otras cosas menos importantes como la gloria.



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