En 2010, Wyoming firmó una ley que declaraba “El Código del Oeste” como el código oficial del estado, convirtiéndose en el primer estado en adoptar un código de ética.En el siglo XIX, se creó un código ético no escrito entre pioneros y vaqueros, que los impulsaba a vivir con valentía y moralidad durante su viaje al oeste. En 2005, ese mismo código se plasmó en el libro (Cowboy Ethics) "Ética Vaquera: Lo que Wall Street Puede Aprender del Código del Oeste", escrito por James P. Owen, que describe los principios que encarnan el espíritu del Oeste y guía a las personas en las costumbres de los vaqueros.En 2010, Wyoming adoptó “El Código del Oeste” como código estatal oficial para reflejar los valores de la herencia vaquera del estado.
¿Sabías?
En realidad, "El Código del Oeste" se basó más en las ideas y principios que los pioneros, a mediados y finales del siglo XIX, siguieron para su exitosa expansión por el oeste americano. No hubo un código escrito oficial hasta 1934, escrito por Zane Gray, y posteriormente, en 2004, se publicó una interpretación más detallada de "El Código del Oeste" en el libro "Ética Vaquera: Lo que Wall Street Puede Aprender del Código del Oeste", de James P. Owen.
Acerca del Código del Oeste
Un sistema de principios conocido como el "Código del Oeste" encarna el espíritu independiente del Oeste estadounidense. Estos principios enfatizaban la importancia de la honestidad, la integridad, la lealtad y el respeto por los demás. El autor James P. Owen articuló estos valores en el libro "Ética Vaquera: Lo que Wall Street Puede Aprender del Código del Oeste", convirtiéndolos en una guía para la vida moderna.
En 2010, el estado de Wyoming, conocido por su rica cultura vaquera, adoptó el "Código del Oeste" como su código estatal oficial. Wyoming no solo fue el primer estado en adoptar un código ético, sino también el primero en convertir en ley un código moral por un simple gesto simbólico, honrando el legado del estado y promoviendo estos valores entre sus habitantes y visitantes.
El "Código del Oeste" ha impulsado al estado de Wyoming a reintroducir los principios que moldearon su historia y cultura. Los ciudadanos de Wyoming, así como los vaqueros y ganaderos, utilizan este código como recordatorio para mantener la honestidad, la integridad y un fuerte sentido de comunidad en la vida cotidiana. Este código sirve como un recordatorio válido para todos de que los 10 principios utilizados en el siglo XIX y los valores escritos en 2004 por James P. Owen son una guía para la vida.
Para mí, el Código del Oeste es un conjunto de principios éticos que rigen nuestra vida. Desde que aprendí los 10 principios utilizados en el siglo XIX, los he aplicado en mi vida diaria para impulsarme a ser lo mejor que puedo.
El principio en el que baso la mayor parte de mi trabajo es "hacer lo que hay que hacer". Lo aplico en la escuela, como tenista en el equipo de mi instituto y como miembro de la comunidad de Jackson Hole, asegurándome de hacer todo lo posible para alcanzar mis metas y convertirme en la persona que espero ser.
Ya sea que haya estado viviendo en Wyoming o esté visitando Wyoming, debe tomarse el tiempo para aprender sobre el Código del Oeste y la importancia que tiene para nuestra historia y cultura y, con suerte, puede implementarlo en su propia vida diaria.
Ética Vaquera,
un código desarrollado
por James P. Owen.
Hay diez principios que también se conocen como el Código del Oeste.
Los diez principios son:
1. Vive cada día con valentía
2. Siéntete orgulloso de tu trabajo
3. Siempre termina lo que empiezas
4. Haz lo que se tiene que hacer
5. Sé duro, pero justo
6. Cuando hagas una promesa, cúmplela
7. Cabalga por la marca (Lealtad, Compromiso y Dedicación a La Causa o Empresa)
8. Habla menos y di más
9. Recuerda que algunas cosas no están a la venta
10. Saber dónde trazar la línea
ÉTICA VAQUERA
(COWBOY ETHICS
Un nuevo enfoque de la ética empresarial se está imponiendo discretamente en las salas de juntas y los despachos de ejecutivos de todo Estados Unidos.
Frustrados por una epidemia de mala conducta en todos los niveles, los equipos directivos están volviendo a lo básico:
a la idea de que el carácter personal y la responsabilidad individual son la clave fundamental de la integridad, tal como lo eran en la época de la Granja de Campo. Hace una década, el libro "Ética Vaquera" inspiró a los empresarios a consultar el Código del Oeste. Una vez que lo hicieron, descubrieron que sus principios sencillos y de sentido común pueden ser guías más eficaces para el liderazgo empresarial que un montón de declaraciones de misión, normas y manuales de ética corporativos.
"Los vaqueros son modelos a seguir porque viven según un código", afirma el autor James P. Owen.
"Nos muestran lo que significa defender algo y esforzarnos cada día para que nuestras acciones coincidan con nuestras creencias. ¿Y no es esa la mejor definición de integridad que se puede encontrar?"
En los años transcurridos desde entonces, los "Diez principios para vivir" del libro han sido adoptados por numerosas empresas, universidades e incluso un gobierno estatal.
NOTA DEL AUTOR
UN PUNTO DE PARTIDA
Tener una idea clara de tus objetivos y propósito sin duda te ayudará a empezar con buen pie. Pero decidir adónde quieres llegar en la vida no es algo que se deba apresurar. Explorar el mundo, abrir los ojos a su rica gama de posibilidades y descubrir tus propios intereses y potencial requiere tiempo. Además, vivimos en una época en la que podemos querer o necesitar reinventarnos periódicamente. Ya no es raro tener tres o cuatro carreras diferentes en una vida. En cuanto a lo que llamamos "jubilación", puede ser la plataforma de lanzamiento para toda una serie de nuevos proyectos, como puedo atestiguar personalmente.
En mi opinión, el requisito más fundamental para el éxito es saber quién eres en esencia y qué representas. Ahí es donde el Código del Oeste puede ayudar.
De ninguna manera sugiero que sea la declaración definitiva y universal de creencias para todos; todo lo contrario. Esto es Estados Unidos, un país fundado para que tuviéramos la libertad de creer lo que queramos.
Pero, con sus principios simples y atemporales, el Código del Oeste nos ofrece un punto de partida: un marco para decidir qué valores y principios apreciamos más.
Espero que el Camino del Vaquero te inspire a alcanzar al héroe que llevas dentro.
INTRODUCCIÓN
EN BUSCA DE LO HEROICO
Si alguna vez hemos necesitado héroes, los necesitamos ahora. No me refiero a guerreros de cómic con poderes sobrehumanos, ni a los personajes de portada de revista que presumen de fama y riqueza; de esos tenemos un exceso. Lo que escasea son héroes auténticos, de la vida real, que nos recuerden nuestro potencial para ser heroicos.
Puede que vivamos una vida aparentemente normal. Sin embargo, incluso al ritmo de nuestras tareas diarias, aún esperamos encontrar esa reserva de coraje, determinación y nobleza que realmente necesitamos cuando la vida nos pone a prueba. Queremos saber, al fin y al cabo, que no somos nada comunes.
Por eso necesitamos héroes: no para que nos muestren lo que es triunfar, sino para que nos ayuden a superar nuestros miedos y a encontrar consuelo ante las dificultades que inevitablemente encontramos en la vida. A lo largo de los siglos, cada cultura ha tenido sus héroes legendarios e históricos. En historias de dificultades superadas, desafíos superados y grandes hazañas realizadas, estos modelos a seguir nos muestran una forma de ser a la que podemos aspirar. Nos ayudan a creer que nosotros también podemos superar los obstáculos que enfrentamos, por intimidantes que sean. Nos inspiran.
Quizás sea una cuestión generacional, pero de niño, mis héroes siempre fueron vaqueros. Para mí, el vaquero parecía una figura imponente. Era alguien con quien siempre se podía contar, sin importar lo difícil o peligrosa que fuera la situación. Recuerdo como si fuera ayer cómo esas películas me hicieron querer superarme y ser mejor de lo que era. Incluso hoy, el vaquero es un ícono cultural conocido y admirado no solo en este país, sino en todo el mundo.
Me he dado cuenta de que los vaqueros siguen siendo mis héroes, y no tiene nada que ver con el sombrero y las botas. Pero la figura que me inspira ahora no es la versión cinematográfica que nos emocionaba en las matinés de los sábados. Es el auténtico vaquero trabajador que remienda cercas bajo un calor abrasador o que ensilla su caballo en medio de una nevada cegadora para rescatar a un ternero varado.
Yo no soy un vaquero. He pasado muchas más horas en asientos de avión que en una silla de montar. Aun así, he pasado suficiente tiempo con vaqueros de verdad como para saber que tienen algo especial. Se comportan con una autenticidad, una humildad genuina y una especie de confianza serena que los distingue. Para mí, la figura del vaquero representa lo mejor de Estados Unidos: el coraje, el optimismo y el trabajo duro que construyó nuestra nación.
Los vaqueros son heroicos porque nos muestran lo que significa defender algo. Viven según su código, el Código del Oeste. Y se preocupan profundamente por ser fieles a sus creencias. De hecho, honrar el Código es el sello, la marca, el distintivo de un auténtico vaquero. Es el pegamento que une a los vaqueros en una comunidad.
En un momento en el que parece que el mundo entero va cuesta abajo, el Código del Oeste nos recuerda lo básico, como cumplir la palabra dada y seguir la Regla de Oro que nos recuerda valores fundamentales como la valentía, el honor, la independencia y la confianza en si mismo.
Nos recuerda principios universales y atemporales que son relevantes para cada uno de nosotros, sin importar quiénes seamos, dónde nacimos o cómo profesamos nuestra fe.
¿Alguien está en desacuerdo con que una promesa hecha debe ser una promesa cumplida? ¿Quién de nosotros no cree que algunas cosas en este mundo nunca deberían estar a la venta?
Estos son ideales que todos los ciudadanos podemos abrazar. Es más, el Código del Oeste es un lugar natural para encontrar valores compartidos, porque forma parte de la herencia que todos los estadounidenses compartimos, sin importar si vivimos en Montana, Misisipi o Manhattan. Al centrarnos en lo que nos une, podría ayudarnos a superar algunos de los desafíos que enfrentamos como nación. Ya sé que puede ayudarnos a cada uno a tener éxito en la vida.
POR QUÉ IMPORTA EL CARÁCTER
Llevo más de diez años escribiendo y hablando sobre el vaquero y su Código. Cuando me impactó por primera vez la noción de la Ética Vaquera y me dispuse a traducir el Código del Oeste no escrito en "Diez Principios para Vivir", fue porque pensé que necesitábamos un nuevo enfoque para la ética empresarial. Una epidemia de avaricia y escándalo corporativo estaba manchando a toda la comunidad empresarial, y era evidente que ninguna regulación podría detenerla. Siempre hay otra escapatoria, siempre hay otra forma de manipular el sistema.
El Código del Vaquero le da la vuelta a todo eso, desplazando el enfoque de "¿Es legal?" a la pregunta más fundamental:
"¿Es correcto?". En la época de las praderas, cuando no existía un sistema de tribunales ni leyes, el Código del Oeste era la única influencia civilizadora. Y aunque no estaba escrito, todos los vaqueros conocían sus reglas; solo que en realidad no eran reglas. Se centraban más en el carácter personal y los principios que rigen nuestra vida, incluso cuando nadie nos ve.
Para el vaquero, la verdadera integridad significa escuchar esa voz interior que nos dice la diferencia entre el bien y el mal, para que nuestras acciones se alineen con nuestras creencias.
¿Y no es esa la mejor definición de integridad que se puede encontrar? Es la base de un enfoque ético simple y de sentido común que puede funcionar para las empresas y también para el resto de nosotros. Si algo nos enseña el vaquero es que «todos necesitamos un código... un credo por el que vivir». Todos necesitamos un sistema de creencias sólido, una brújula moral, que nos guíe cuando surgen las tentaciones o la presión social va en contra de lo que en nuestro corazón sabemos que es correcto.
Pero cuanto más he viajado por el país y he escuchado los comentarios de personas familiarizadas con mis libros y películas, más me he dado cuenta de que el Código del Vaquero va mucho más allá de la ética. Además de darnos una guía para nuestras acciones cotidianas, se refiere a toda nuestra gama de decisiones y rumbos en la vida.
Para empezar, plantea la pregunta de qué significa realmente el éxito. Vivimos en una cultura marcada por la suposición tácita, pero muy poderosa, de que el éxito significa dinero y todo lo que este puede comprar. Muchos de nosotros, sin cuestionarlo, dedicamos la mayor parte de nuestras energías a la búsqueda del éxito material. Es fácil caer en el ciclo de la búsqueda constante del mejor trabajo, la casa más bonita, el coche más lujoso. Pero una vez que aceptas la idea de vivir según un código, queda claro que el carácter individual —no tu puesto, tu estilo de vida ni tu cuenta bancaria— es la verdadera medida de quién eres.
"El cine nos ha hecho como somos.
Yo no sería la que soy, no me reconocería
a mí misma si tuviera que borrar de mis ojos
las imágenes imborrables de mil horas de cine".
Josefina Aldecoa
En el western, el director o el guionista puede reflejar y concentrar mejor todos los temas y conflictos de la humanidad: la libertad, la justicia, la ley, el honor, el valor, la gesta, la unión, la traición, la codicia, el caciquismo, el deber, el derecho, la guerra, la paz, la amistad, el amor... Yanka
VER+:
Zane Grey: Code Of The West | Full Classic Western Cowboy Movie | James Warren 1947




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