EL Rincón de Yanka: MANIFIESTO "TÚ, ESPERANZA": 27 CONGRESO CATÓLICOS Y VIDA PÚBLICA por LA ASOCIACIÓN CATÓLICA DE PROPAGANDISTAS (ACdP) Y CEU

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sábado, 15 de noviembre de 2025

MANIFIESTO "TÚ, ESPERANZA": 27 CONGRESO CATÓLICOS Y VIDA PÚBLICA por LA ASOCIACIÓN CATÓLICA DE PROPAGANDISTAS (ACdP) Y CEU


Manifiesto

TÚ, ESPERANZA

La virtud de la esperanza preside el 27 Congreso Católicos y Vida Pública. El poeta austríaco Friedrich Hölderlin advertía que “allí donde está el peligro, crece también lo que salva”. Que España, y el resto de las sociedades de nuestro entorno, se halla en grave peligro, es una obviedad que necesita poca justificación. No cabe duda de que en Occidente sigue acrecentando el desorden, y España continúa caminando hacia la ruptura, contradiciendo nuestra historia y el espíritu de reconciliación de la Transición. Seguimos dando palos de ciego, porque el conjunto de las sociedades de nuestro entorno sigue sin comprender la auténtica dimensión de la crisis de descomposición en la que nos encontramos, enraizada esta última en la ausencia de referencias permanentes y en el olvido del significado de la trascendencia. 

Sin verdades absolutas, de espaldas a Dios y normalizando su abandono en la vida pública, seguiremos en caída libre hacia el abismo. Por eso, los católicos tenemos la obligación de identificar la Verdad en todos y cada uno de los hechos que vivimos, por incómodo que sea el diagnóstico del contexto que nos ha tocado padecer. Se ha sepultado la fe con exageración y los relatos, siempre en plural, han prevalecido en demasiadas ocasiones sobre la Verdad, en singular. Por eso, es en los momentos de peligro extremo cuando la virtud de la esperanza adquiere toda su pertinencia y sentido. Una esperanza que no descansa en las débiles fuerzas humanas, sino en la promesa irrevocable hecha por Dios a los hombres. Tal y como nos atestigua el propio Cristo dirigiéndose a Pedro: 

“Ahora yo te digo: tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará”. Esta promesa no es una pretensión abstracta, alejada de nuestra historia personal. Al contrario, día a día tenemos la oportunidad de experimentar realidades concretas en la que se materializa esta esperanza. 
Fabrice Hadjadj, el filósofo francés que participó en la pasada edición de este Congreso, nos interpelaba a quienes declaramos nuestra fe mediante la pregunta “¿somos realmente cristianos?”, recordándonos que la actitud cristiana debe ser siempre propositiva y con iniciativa, alumbrando y haciendo venir al mundo lo que no es de este mundo.

La verdadera esperanza cristiana no es un estado de ánimo, ni un pretexto para rehuir los desafíos que nos plantea nuestro momento histórico, ni mucho menos para callarnos y silenciarnos, sino para estar presentes más que nunca en la vida pública, como nos lo recuerda la razón de ser y la naturaleza de la Asociación Católica de Propagandistas. Por supuesto que nos produce preocupación, incluso temor, ver un mundo oscuro a nuestro alrededor. Pero olvidamos que nosotros, desde nuestras limitaciones, debemos ser los portadores de la luz. Cuanta más oscuridad veamos en nuestro entorno, nuestra pequeña luz debe brillar aún más, convencidos de que atraerá a los otros hacia ella. 

Sin la virtud cristiana de la esperanza, que descansa en las promesas de Dios, dejamos de ser los portadores de la luz que tanto necesita el mundo de hoy. Y esta base es sobre la que este 27 Congreso Católicos y Vida Pública se presenta ante la sociedad española con el deseo de que esta palabra de Esperanza pueda ser el inicio de una renovación espiritual y salvífica de España y del mundo.