EL Rincón de Yanka: 2025

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Los ríos más profundos son siempre los más silenciosos.








sábado, 19 de abril de 2025

LIBRO "50 AÑOS DE MENTIRAS SOBRE FRANCISCO FRANCO": por VARIOS AUTORES


Ante el despliegue de actos oficiales promovidos en 2025 para conmemorar la llamada «España en libertad», la Plataforma 2025 nace con el propósito de reivindicar el legado de Francisco Franco y preservar su memoria frente a las tergiversaciones históricas. En el 50 aniversario de su fallecimiento, queremos ofrecer un espacio de recuerdo y reconocimiento, destacando su papel en la historia de España y la transformación del país bajo su mandato.

A través de iniciativas, encuentros y difusión de documentos históricos, buscamos que su figura sea valorada con objetividad y sin manipulaciones, permitiendo que las generaciones presentes y futuras puedan conocer una parte fundamental de la historia de España.

Una de esas iniciativas es la edición de este libro: “50 años de mentiras sobre Francisco Franco” en el que hemos ido desgranando a través de varios autores reconocidos los temas en el que sistemáticamente se vierten mentiras sobre él y su Régimen.

Iniciamos el libro con una biografía realizada en su momento por Manuel Aznar y Álvaro Romero gerente de la editorial SND Editores (autor de libros como Franco en el banquillo, Franco memoria imborrable y Tejero un hombre de honor) habla sobre si Franco fue o no un pésimo militar, si tenía o no ideología y si en realidad el Valle de los Caídos fue la proyección de una tumba faraónica o no.
Javier García Isac periodista (autor del libro Franco en el banquillo y Reflexiones desde la fachosfera) nos relata si verdaderamente Franco se enriqueció en sus años de gobierno, para continuar Raúl Quirós, historiador (autor del libro Franco y la legitimidad de la Cruzada) sobre la licitud del levantamiento contra el terror del Frente popular. ¿Fue lícito el Alzamiento?

El historiador y abogado José Piñeiro Maceiras (autor de libros como La represión de Franco, El terror rojo y la guerra de España,18 de julio entre el mito y la realidad, ¿Fascismo o Falange? Razones de un distanciamiento ideológico y la persecución a Fuerza Nueva) nos habla de la represión en el régimen de Franco y si fue así o simplemente una aplicación de la justicia vigente entonces.

La autarquía, el INI, la octava potencia mundial, los embalses y el Instituto Nacional de Colonización, junto a la sanidad y la red de hospitales son tratados por el historiador Javier Arcas (autor de libros como: Queda inaugurado este hospital y la respuesta de Franco ante la España vacía) y cómo era el ejercito con Franco es tratado por el General Blas Piñar, los coroneles retirados José Mª Manrique ( autor de libros como Carrero asesinado, clave de la transición y Luz sobre la guerra de 1898) y José Antonio Crespo-Francés, además del Inspector de Policía retirado Eugenio Fernández Barallobre.

El catedrático e historiador Francisco Torres García (autor de libros como Franco socialista, Franco una biografía en imágenes, Raza la novela escrita por Francisco Franco, Franco la hoja de servicios de un soldado y Blas Piñar por mi fidelidad a Franco) nos aclara lo que le quieren arrancar a Franco como logros sociales de su Régimen, como el Fuero del Trabajo, los derechos sociales de los trabajadores, la protección a la familia y el rol de la mujer y por supuesto la vivienda.

Hasta el propio testamento de Franco, verdadero texto de un hombre bueno y cristiano ejemplar, ha sido fruto de la duda histórica y es el coronel retirado Lorenzo Fernández-Navarro de los Paños Álvarez de Miranda (autor del libro Fidelidad a un Caudillo) el que hace un estudio sobre el testamento ológrafo del Caudillo, para terminar José Manuel Bou, historiador (autor del libro la Obsesión con Franco) sobre la nueva leyenda negra, esta vez dirigida a la figura de Francisco Franco.

Termina el libro con unas conclusiones, sobre el legado de Franco y si es posible o no el franquismo en el Siglo XXI por parte del empresario Eduardo Arias Hijas.


Por Eduardo García Serrano

Todo lo que han proclamado, legislado y codificado en el último medio siglo no es más que un Himalaya de mentiras sobre la vida, la obra y la figura de Francisco Franco. Mentiras de consenso, trágalas revestidas de dogma democrático, aceptadas todas ellas sin rechistar, sin un mohín de protesta ni, mucho menos, una voz de defensa, por parte de la derecha política, mediática y académica. Solo silencio. Silencio cómplice mudado hoy, cincuenta años después, en entusiasta colaboración de la derecha con la izquierda y el separatismo en el cotidiano fusilamiento a salivazos de Francisco Franco. El éxito de la colosal mentira no obedece tanto a las herrumbres atávicas de la izquierda y a su formidable maquinaria de forraje propagandístico, como a la asunción de ese falsario gorjeo retórico sobre Francisco Franco por parte de la derecha, que callando ante la infamia y la vileza cree que puede convertir en real la posibilidad de que algo no hubiera sucedido: su colaboración entusiasta con el Régimen de Franco. 

En este libro imprescindible para saber, entender y entendernos, desmontamos con el rigor de los datos, con la verdad de los hechos, de sus causas y de sus consecuencias, las mentiras de la izquierda, del separatismo y de la derecha, vertidas sobre la figura, la obra y, en definitiva, la memoria del que, sin duda y objetivamente fue el soldado y estadista más importante, por determinante, del Siglo XX español y que, medio siglo después de su muerte, sigue siéndolo aún... aunque su nombre lo utilice el consenso democrático como adjetivo paradigmático del mal. 

Decía el poeta y arquitecto español Joan Margarit que “una herida es un lugar en el que se puede vivir”. Todos lo hacemos, vivir en y con nuestras heridas. Pero en la mentira no se puede vivir, ni siquiera coexistir con ella, porque vivir en y con la mentira envilece personal y socialmente. Los españoles se arrastran hoy en las mentiras sobre Francisco Franco, fabricadas por la ponzoñosa saliva de la izquierda y del separatismo y manufacturas por la cobarde complicidad de consenso de la derecha, y España toda repta en un presente esquizofrénico porque todo, absolutamente todo, se lo debe al nombre del hombre al que lapidan a diario desde hace medio siglo en un bucle plebiscitario que nos ha convertido, a los que nos negamos a aceptar la mentira para vivir y medrar, para cosechar el aplauso social y conseguir el espaldarazo profesional, en una suerte de delincuentes políticos reos de todas las condenas, merecedores de todos los castigos, destinatarios de todos los desprecios y objetivos preferentes de todas las persecuciones que van a renovar y redoblar contra nosotros en este año 2025. No Importa. Como decía San Juan Pablo II: “Defendamos la verdad, aunque volvamos a ser sólo doce”. 

Carecemos de puertos de abrigo, no tenemos intendencia, estamos cercados por la traición y el silencio. 
Sólo el grito acusatorio y el falsario sicofante nos acompañan, nos echan de todas las tribunas, para nosotros no hay más que mordaza y Código Penal. No Importa. Aquí estamos, aquí estaremos, a pesar de la autoridad incompetente, contando y cantando la verdad sobre Francisco Franco. 

Los pueblos fuertes hacen de su memoria el cemento de su identidad y saben que existir significa recordar. 
Por el contrario, los pueblos decadentes mantienen una relación insana con su pasado. Hagámoslo, recordemos: 
España padece sobre su imaginario y su conciencia colectivas dos Leyendas Negras que la lastran y la taran en lo más íntimo, su identidad nacional y la orgullosa asunción de la misma por la totalidad de sus hijos. 

La más antigua es la Leyenda Negra Imperial, cuya vileza multisecular luce en todo su esplendor cada 12 de Octubre, la fecha más importante de la Humanidad después del Nacimiento de Cristo. El Hijo de Dios y de María cambió el mundo, mil cuatrocientos noventa y dos años después España volvió a cambiarlo en toda su dimensión antropológica y geográfica. 

La segunda Leyenda Negra que emponzoña nuestra Historia es la que sobre Francisco Franco y su Régimen comenzaron a arrojar la izquierda y el separatismo, primero, y la derecha política, después, desde el 18 de Julio de 1936; efeméride que cambió el destino que el todopoderoso comunismo soviético ya había escrito sobre el mapa de España con la imprescindible colaboración de sus cipayos del PCE, del PSOE, de la FAICNT y del sórdido separatismo de izquierdas y de derechas, cuyo punto de encuentro universal es su pacto de odio contra la Mater Hispania. 

Francisco Franco, el soldado y estadista más grande que ha habido en España desde los Reyes Católicos, nos evitó ese destino colectivo tiranizado por el Terror Rojo, cargado de cadenas y de chekas, derrotándolos en la guerra y también en la paz, en la prosperidad, en el trabajo, en la justicia y en el pan para todos, también para ellos, para los hermanos y compatriotas que contra él combatieron, construyendo con sus manos de soldado y con su talento de estadista la mejor España que los anales registran desde los Reyes Católicos. No se lo han perdonando y sobre su cadáver y las evidencias de su obra colosal claman venganza... medio siglo después de su muerte. 

Medio milenio separan las dos Leyendas Negras que nos envenenan y nos mutilan, y las dos están escritas por las mismas manos y voceadas por las mismas lenguas: las de los enemigos de España. 
La cotraargumentación y la batalla cultural contra las dos Leyendas Negras son la vanguardia de la defensa de España. 
Defender a Francisco Franco de la basura propagandística que sobre él arrojan es tan necesario para España como defender a Hernán Cortés, pues ambos crearon y construyeron la Nueva España. Termina la vida y empieza la memoria, y eso permite que un hombre glorioso siga existiendo: Francisco Franco.

LA LUPA. Álvaro Romero (SND), libro "50 año de mentiras sobre Franco" (Plataforma 2025


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viernes, 18 de abril de 2025

ORACIÓN "CÁNTAME LAS VERDADES" por LUIS CARLOS FLORES MATEOS


CÁNTAME LAS VERDADES

Luis Carlos Flores Mateos, sj


Cántame las verdades de mi vida.
Oídas de tus labios no sonarán a cálido reproche,
sino a amor que me acepta desgarrado.
Cántame las verdades.

Acostumbro diariamente a caer en el engaño
de condolerme de mis propios lutos
y, sin criterio, disculpar mis fallos.
Miro tanto las faltas de los otros…
Tantas recetas doy que yo no hago…
Dime cómo me ves,
Tú que me abarcas con tus ojos eternos de milagro.
No perderé los ánimos.
Tú sabes corregir con amor
Lleva tu mano a las secretas llagas.
Vamos, cántame
las verdades que sanen mis pecados.


LA TECNOCRACIA ES EL SISTEMA DE LA BESTIA por STUART MURRAY 👥👿

La tecnocracia 
es el sistema de la bestia


[“Érase una vez la Torre de Babel, construida como monumento al ego del hombre mientras escupía a la cara de Dios. Nada ha cambiado mientras la Torre de Babel más reciente pretende apoderarse de la humanidad, poner patas arriba el mundo creado, escapar al espacio y, sí, escupir una vez más en la cara de Dios. «Tecnócrata» es la palabra clave para psicópata: falta de empatía y remordimiento, junto con rasgos megalómanos, enmascarados por un encanto superficial e inmunidad al estrés. 

Los rasgos clave asociados a la psicopatía incluyen: 

■ Características interpersonales: Encanto superficial, engaño, manipulación. ■Rasgos emocionales: Falta de empatía, de remordimiento y de profundidad emocional. 
■Tendencias conductuales: Impulsividad, irresponsabilidad, búsqueda de emociones fuertes y comportamiento antisocial. No todos los Tecnócratas son psicópatas, pero los que están en la cúspide de la pirámide sin duda lo son” Patrick Wood, TN Editor] 

¿Qué es el Sistema de la Bestia? Es el moderno leviatán satánico de los avances tecnológicos humanos que permite a un pequeño grupo de individuos y familias poderosas esclavizar a la humanidad a través de una red de vigilancia y conectividad que se extiende por todo el mundo y de la que no hay escapatoria (si lo permitimos). Creo que poca gente entiende realmente lo que es la tecnocracia. Se está introduciendo a la velocidad del rayo, así que todo el mundo haría bien en aprender sobre ésta. 

Cuando termines este artículo, quiero que entiendas estas tres cosas y cómo se relacionan entre sí: 

■ “Build Back Better” (Reconstruir mejor) fue el nuevo lema en 2020 utilizado por muchos líderes mundiales. 
■ Elon Musk ha dicho que es “Dark MAGA” 
■ Trump dijo que ya no tendrás que votar La gobernanza tecnocrática tuvo un ensayo durante la falsa pandemia. 

La tecnocracia fue un movimiento social activo en Estados Unidos y Canadá en la década de 1930. Se consideraba una tercera opción mejor que la política partidista y el comunismo. El movimiento proponía reemplazar a los políticos por científicos e ingenieros. 
El abuelo materno de Elon Musk fue Joshua N. Haldeman (1902–1974). Entre 1936 y 1941, Haldeman fue el líder de un grupo canadiense conocido como Technocracy Incorporated. Fue arrestado y encarcelado por un corto tiempo en Canadá por su participación en este grupo que se consideraba subversivo. Después de 1941, se unió al Partido del Crédito Social y estuvo abiertamente a favor de la Renta Básica Universal (RBU). Al igual que su abuelo, Elon Musk es un ferviente promotor de la tecnocracia, los sistemas de crédito social y la RBU.

Los “expertos”médicos, en particular Anthony Fauci, Deborah Birx y otros miembros del Grupo de Trabajo sobre el Coronavirus (*falso virus) de la Casa Blanca, fueron introducidos en tu conciencia para decirte lo que debías hacer. 
Una forma de describir la tecnocracia es el gobierno de los expertos, con un fuerte énfasis en los científicos. Un defecto de este sistema ,que aprendimos de la falsa pandemia, es que los expertos y científicos dirán cualquier cosa en cualquier momento, según lo requieran los poderes fácticos. No son inmunes a la mentira.

La tecnocracia se describe como la ciencia de la ingeniería social, el funcionamiento científico de todo el mecanismo social para producir y distribuir bienes y servicios a toda la población. En una tecnocracia, la sociedad tal como la conocemos dejará de existir. En su lugar, habrá un control centralizado de todas las interacciones y el comportamiento humano. Esta es la "red de control" de la que todos hablan: vigilancia y rastreo ineludibles las 24 horas, los 7 días de la semana, con almacenamiento y análisis de los datos recopilados en los centros de datos de IA de Stargate. Los planes para estos nuevos centros de datos de IA fueron detallados por Larry Ellison el primer día completo de la administración Trump.
En la Tecnocracia no existen gobiernos nacionales. En cambio, existen Tecnatos continentales. Los tecnócratas concibieron los Tecnatos como extensiones de tierra eficientes: extensas áreas fértiles que serían autosuficientes y requerirían poco comercio con otros Tecnatos.

Cabe señalar que el Tecnato de América incluye a Canadá y Groenlandia. Cuando Trump habla de anexar Canadá y Groenlandia, no se trata de una idea nueva. Forma parte de un plan de la década de 1930, de casi 100 años de antigüedad, que los nuevos tecnócratas han adoptado.

Esto es similar al Plan de los Diez Reinos del Club de Roma revelado en 1974:


Los nuevos tecnócratas se refieren al Tecnato como una corporación gubernamental, en referencia a la privatización de las funciones y agencias gubernamentales. Los tecnócratas describen a los ciudadanos, al pueblo, como "animales humanos" y se refieren a ellos como máquinas programables. El funcionamiento científico del mecanismo social permite que el trabajo del "animal humano" actúe como el "motor humano" para el funcionamiento eficiente del Tecnato (corporación gubernamental). Los tecnócratas rechazan rotundamente conceptos como el alma humana y el libre albedrío. ¿Recuerdan a Noah Yuval Harari hablando precisamente de esto?

Habla de la tecnocracia venidera. Los tecnócratas afirman que el alma y el libre albedrío pertenecen al pasado ignorante y bárbaro de la humanidad. Para ellos, el ser humano no es más que una máquina orgánica.
Los tecnócratas del pasado reemplazarían el dinero con Certificados de Energía. Esto se parece mucho a los Créditos de Carbono, que Elon Musk y otros miembros del gabinete de Trump promueven. Según Wikipedia,

La tecnocracia es literalmente antihumana. Prioriza el desarrollo tecnológico por encima de las personas. Elon Musk, Peter Thiel, Jeff Bezos y otros tecnócratas quieren instaurar una tecnocracia y obligarnos a vivir en ella. Serán los miembros elitistas del Control Continental, con libertad para apropiarse de todas las ganancias y manipular y controlar a los inútiles comedores a los que llaman "animales humanos". Tú y yo solo podremos comer raciones de subsistencia.

(…) Sabemos que nuestros representantes son seleccionados y no elegidos, pero siguen con la farsa de votar como si tu voto realmente contara. Si tu voto contara, no te dejarían hacerlo. Los mismos medios que mienten todo el tiempo, nos dicen quién “ganó las elecciones”. 
¿Por qué habríamos de creerlo? Este nuevo sistema que imaginan acaba con todas las pretensiones y elimina por completo el voto. Se han cansado de fingir. Personas influyentes de la administración actual, como Peter Thiel, Elon Musk y JD Vance, abrazan la filosofía tecnocrática de la Ilustración Oscura, según la cual los gobiernos deben dirigirse como los directores ejecutivos dirigen las empresas. 

En una corporación, el director general es el monarca, y nadie más tiene derechos ni voz. No sólo los gobiernos deberían funcionar como empresas, sino que las funciones del gobierno deberían ser asumidas por empresas privadas. Las empresas privadas que se hagan cargo de las operaciones del gobierno serán, por supuesto, propiedad de estos mismos tecnócratas ultra-ricos. 

Esto parece ser exactamente lo que está sucediendo con DOGE, ya que las agencias gubernamentales son destripadas y desmanteladas para dar paso a la toma de posesión corporativa/AI. Bajo el nuevo sistema tecnocrático de la Ilustración Oscura, no habrá votaciones ni Presidente ni Estados Unidos. No habrá Constitución, ni Tribunal Supremo, ni Declaración de Derechos, ni separación de poderes. (…)

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jueves, 17 de abril de 2025

PELÍCULA "EL APOCALIPSIS DE SAN JUAN": LOS 4 JINETES Y LAS CALAMIDADES 🐎🐎🐎🐎



Los 4 Jinetes 
y las Calamidades

Únete al apóstol Juan en un asombroso relato visual que desentraña las visiones del Fin de los Tiempos. Experimenta cada visión como nunca antes, con efectos visuales impactantes y escenas épicas que te sumergirán en la narrativa apocalíptica.
Esta película no solo te llevará a través de espectaculares representaciones cinematográficas, sino que también te guiará con claridad y entretenimiento a través de las complejas explicaciones teológicas que acompañan cada visión. El filme te demostrará que el Apocalipsis es una profecía que ya está cumpliéndose en nuestros días.

Prepárate para una experiencia cinematográfica única que te llevará al corazón mismo de la profecía, ofreciéndote una visión inigualable del verdadero Apocalipsis. 
¿Estás listo para descubrir lo que el futuro te tiene reservado? ¡No te pierdas esta experiencia apasionante que desentraña los secretos más profundos de la profecía!
La película se basa en el Apocalipsis Bíblico, una antiquísima profecía sobre el Fin de los Tiempos.
La interpretación exegética que presenta la película se basa en las enseñanzas de los Santos Padres antiguos y sigue las ideas del Cardenal Louis Billot, P. Silvio Rosadini, Josef Pieper, J. H. Newman, B. Holzhauser, y el P. Leonardo Castellani, actualizándolas a la luz de los tiempos presentes..



🔥El Apocalipsis de san Juan | La película 🔥 TRAILER OFICIAL


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miércoles, 16 de abril de 2025

PRETENDEN DECLARAR A QUIENES TENGAS DISCURSOS CONTRARIOS A LA NARRATIVA OFICIAL GLOBALISTA COMO "ENFERMOS MENTALES": 🙋 EL SÍNDROME DEL TRASTORNO DE LA INFORMACIÓN


🟠PRETENDEN DECLARAR A QUIENES TENGAN DISCURSOS CONTRARIOS A LA NARRATIVA OFICIAL COMO “ENFERMOS MENTALES” mediante una supuesta nueva enfermedad llamada “El Síndrome del Trastorno de la Información”.
🔸Daría risa si no fuera por lo grave que resulta que los verdaderos enfermos, totalitarios y degenerados, dispongan de todo el poder, recursos y herramientas para hacer realidad este disparate, con el único propósito de no tener oposición a implementar sus delirantes ideas con las que someter a un pensamiento único al resto de la población y combatir alternativas sanas a ese mundo distópico que tanto anhelan.

NOS QUIEREN CALLAR

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Leyendo este interesante artículo del Dr. Robert Malone, para Brownstone (que, por cierto, ya está empezando en España su andadura) reconozco que no daba crédito a lo que veían mis ojos. Resulta que ahora existe el concepto del “síndrome del trastorno de la información”, que consiste en haber repetido mil veces, a través de informes políticos, y en diferentes ámbitos, la idea de que “el intercambio o desarrollo de información falsa, con o sin la intención de hacer daño” sea considerado una enfermedad de salud mental. Como lo está usted leyendo. Nos explica Malone que el término “desorden de la información” fue acuñado en 2017 en un documento titulado “Information Disorder Toward, an interdisciplinary framework for research and policymaking” (“Desorden de la información: hacia un marco interdisciplinario para la investigación y la formulación de políticas”) que se redactó para el Consejo de Europa.

El informe en cuestión fue el pistoletazo de salida para que el concepto haya sido repetido como un mantra, sobre todo en esferas internacionales (aunque preparémonos para que en cualquier momento lo lance alguno por estos lares). Han sido Think Tanks, “expertos académicos”, ONG, gobiernos, quienes han repetido el término para conseguir que la gente se crea que está enferma por creerse eso que esos mismos (gobiernos, ONG, think thanks, “expertos”) consideran “desinformación”. Fue en 2020, año glorioso para la inventiva y la creatividad terrorífica de normas y documentos increíbles, cuando se publicó un documento “científico”, revisado por pares, para confirmar que sí, que efectivamente, se acuñaba el término como trastorno de la salud mental. El documento clasifica en tres los grados de gravedad del síndrome, no se lo pierda.

En el uno se señala “la forma más leve en la que el individuo comparte información falsa sin la intención de dañar a los demás”. En el grado dos, se encuentra el grado que describe la forma moderada “en la que el individuo desarrolla y comparte información falsa con la intención de ganar dinero y obtener beneficios políticos, pero no con la intención de dañar a las personas”. En el grado tres, o sea, el tope de la gravedad del síndrome, está aquella forma en la que “el individuo desarrolla y comparte información falsa con la intención de dañar a los demás”.

A continuación vienen las recomendaciones médicas para tratar a estos pacientes. Vamos con ello si todavía no se le han salido los ojos de las órbitas.

Se recomienda gestionar este trastorno con vigilancia hacia los rumores, los mensajes dirigidos y la participación de la comunidad en su conjunto. 
“Los pacientes reincidentes en el nivel de Grado 1, todos los pacientes de los niveles de Grado 2 y 3 necesitan asesoramiento psicosocial y, en ocasiones, requieren de regulaciones y medidas de control estrictas para controlar dicho trastorno de la información”. 
 Y como recomendación médica, se señala textualmente en el documento médico de investigación que: “La intervención más importante es tener en cuenta que no todas las publicaciones en las redes sociales y las noticias son reales y deben interpretarse con cuidado”. 
Repito que esto forma parte de un texto científico para determinar un síndrome de salud mental.
Los “verificadores”, a través de la colaboración con las redes sociales y con medios de comunicación, se afanaron en catalogar al personal de manera indirecta como enfermos mentales, y dependiendo de cómo se comportasen, serían clasificados en grados
Ahora es cuando hago una parada, doy un sorbito al café y me quedo pensando en todo el macabro tinglado que montaron. De esto no me había enterado. Y sigo pensando que, evidentemente, había que establecer las noticias como falsas, o desinformación, etiquetándolas de alguna manera. Y para ello se sirvieron de los “verificadores” que a través de la colaboración con las redes sociales y con medios de comunicación, se afanaron en catalogar al personal de manera indirecta como enfermos mentales, y dependiendo de cómo se comportasen en redes sociales, serían clasificados en grados.

¿Pensaban hacer algún tipo de análisis clínico de los pacientes a través de sus comportamientos en redes y de las noticias que consumen y comparten? ¿Cómo pretendían hacerlo? Sigo pensando... y me imagino ese sistema tan tecnológico, donde todos estamos registrados, y conocen perfectamente nuestra ubicación, nuestro estado vacunal, y nuestras fuentes de información. Decía Sánchez que a él lo importante le parecían los votos, desdeñando los perfiles de redes sociales. Pero me temo que no decía realmente la verdad, sobre todo teniendo en cuenta que su gobierno está apostando por desmontar nuestra agricultura, ganadería y medio ambiente para esos proyectos de datos e inteligencia artificial... Igual apuesta por ello, porque no tiene ni idea de lo que está preparando en realidad, que también es posible. Vivimos en tiempos donde nos preocupa más la inteligencia artificial que la humana, y así nos va.

Doy otro sorbito al café y me río. Porque ahora es cuando me acuerdo de la confesión de Zuckerberg hace unos días, donde reconocía haber estado permitiendo que se censurara información cierta en sus redes, que se etiquetase como falsa o desinformación. Y que decide prescindir de los verificadores, porque estaban absolutamente politizados y no hacían lo que se supone que debían hacer. Después de Zuckerberg apareció Google para darle un corte de mangas a la Unión Europea, plantando cara a las medidas de censura que quería implementar. Vaya, que todo el sistema que tenían montado para ponernos una letra escarlata en la solapa, etiquetarnos como enfermos mentales y un peligro para la salud parece que no les está funcionando. Recuerdo también que, en su momento, se pretendió catalogar como terrorismo a los que no tragaban con el discurso oficial de la pandemia.
Quizás lo haya usted olvidado. Pero entre letra y letra del alfabeto griego, que después pasó a buscar los monstruos más terroríficos para bautizar a las variantes de un virus que cada vez asustaba menos al personal, llamaron terroristas a los que denunciaban lo que hoy ya se ha confirmado como cierto. Además de terroristas, enfermos mentales.
Nos cuenta Malone que la Asociación Estadounidense de Psicología está considerando en estos momentos cómo incluir el “trastorno de la información” o incluso el “síndrome del trastorno de la información” dentro de sus modalidades. Y para ello han elaborado un informe de declaración de consenso sobre la lucha “contra la desinformación sanitaria”. La Asociación ha recibido dos millones de dólares para desarrollar este proyecto, según afirma Malone. Malone se pregunta qué ocurrirá en el futuro cuando quede realmente acuñado este síndrome como enfermedad de salud mental de manera formal, reconocido en el sistema público de salud. Y de qué manera pondrán en marcha mecanismos terapéuticos. No sé si somos del todo conscientes de la magnitud que tiene este asunto.
Le invito hoy a pensar en ello. Pero si no está de acuerdo con algo, mejor no lo diga muy alto, no vaya a ser que alguien quiera ponerle en tratamiento.

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¿Por qué le llaman

PROTECCION,
cuando quieren decir
C O N T R O L ???

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@Spain_Denuncia
#AfectadosPsiquiatria #Narrativa #SaludMental


martes, 15 de abril de 2025

"PLAZA SITIADA": UN LIBRO PARA LOS ENEMIGOS por NORBERTO FUENTES 👿👥💥💀

 PLAZA  SITIADA:

UN LIBRO PARA LOS ENEMIGOS

NORBERTO FUENTES

Ser bueno es el único modo de ser dichoso.
Ser culto es el único modo de ser libre.
José Martí

El Comité Central dijo no…

El texto de Plaza sitiada explica, desde el punto de vista del autor, toda la intrahistoria de aquella época en Cuba, la guerra de Castro contra los intelectuales cubanos y los del mundo entero. Los más perjudicados en el libro, como me parece que no podía ser menos, son el poeta Heberto Padilla y el escritor chileno Jorge Edwards, encargado también en esos días por el gobierno de Allende de abrir la embajada de Chile en La Habana. Según Fuentes, ninguno de los dos se dio cuenta de lo que sucedía e iba a suceder, Edwards sería expulsado de La Habana por Fidel Castro y con Padilla se habría pactado la autocrítica, palabra por palabra, y después de un tiempo la salida de La Habana.

Norberto Fuentes los tilda a los dos de desmemoriados: memorialistas desmemoriados, escribe. Aquí me toca de cerca, porque en el caso de Edwards yo estaba en el despacho de Carlos Barral, en la calle Balmes de Barcelona, cuando llegaron los primeros ejemplares de Persona non grata (y lo leí de un tirón esa noche en mi hotel de la calle Santaló 8), y en el segundo caso porque fui yo quien contrató y publicó, como director editorial de Argos Vergara en la época de la que hablamos, La mala memoria de Heberto Padilla. Los dos, Edwards y Padilla, son objeto de análisis profundo por parte de Norberto Fuentes, que fue amigo de ellos, dentro y fuera de Cuba, porque él también terminó exiliado, tras haber sido el cronista de la guerra de Angola, el cronista de las hazañas de las tropas aliadas soviéticas y cubanas con Arnaldo Ochoa de comandante en jefe de las tropas del frente.

Valía la pena entretenerse y aprender leyendo este libro, que da una versión nueva de aquellos episodios que rompieron el idilio de los intelectuales europeos y Fidel Castro. Sólo que en el libro de Fuentes aparecen intenciones de Fidel Castro que hasta ahora no habían sido analizadas. Digo que no son juicios de valor por parte del autor, ni suposiciones que podrían construir su versión de una manera torticera: hay documentación suficiente para tener en cuenta la tesis de Fuentes y, además, su prosa es suya, una especie de cabalgada sobre un tigre desde la primera de las páginas del libro hasta la última. Profusión de documentos oficiales, cables, cartas, testimonios; multitud de documentos gráficos, fotografías, detalles olvidados, atenciones nuevas, diría yo que fotos casi inéditas que apabullan al lector y lo meten dentro de la historia que cuenta el texto con la misma pasión reflexiva con el que ha sido escrito, sin duda.

Norberto Fuentes: resulta que está vivo como persona y como escritor, y con una memoria y una prosa excelentes, y con un pensamiento fresco y profundo, y con una sensibilidad literaria extraordinaria. Resulta que, junto a Cabrera Infante, es el único escritor cubano que conozco que ha escrito más y mejor fuera de Cuba que cuando estaba en la isla. El resto se acabaron bastante cuando salieron a escribir a la libertad y lo hicieron mucho peor que cuando dentro de la isla eran protagonistas de su propia resistencia. 
Supongo que el libro de Norberto Fuentes será saludado por silencios clamorosos y pequeñas diatribas que tratarán de despreciar este nuevo texto sobre aquellos años grises de Cuba. Es igual lo que hagan unos y otros, el libro ya está escrito. Y leído. Y es excelente.

Prefacio

“TODOS LOS ESCRITORES DE ORIGEN BURGUÉS han conocido la tentación de la irresponsabilidad”. El Sartre de posguerra y su anatema de 1948 sobre la irresponsabilidad como marca de fábrica de los intelectuales burgueses, que influyó en decenas de colegas durante casi toda la Guerra Fría y que les pesaba en la nuca como un albatros, actuó en mi caso más bien como la heráldica de un escudo de armas. La frasecita ha estado pendiente sobre la cabeza de demasiados escritores durante demasiados años. Allá ellos, los pobres. A mí, en cambio, me instruyó. Me dotó de una profesión de fe literaria. En verdad, yo estaba libre de todo sentimiento de culpa porque disponía de una Revolución que de hecho no te admitía muchos traumas ni complejos. (Nada de irresponsabilidades, compañero. Duro ahí. Que aquí tenemos toneladas de trabajo por delante.) Y así las cosas. Luego, en mi camino como escritor, encontré otro libro que también ha influido, que va a influir, mucho más que Sartre, que es París era una fiesta, de Hemingway. 
Me imagino que mucho más persuasivo para mí porque apelaba a los sentimientos, a las sensaciones, y no a los conceptos. Vivía el mundo, no lo explicaba. Todos los escritores que yo conozco, todos los grandes escritores que yo conozco, de una u otra manera, están influidos por París era una fiesta y a su vez los consume la ambición de hacer un libro semejante; o sea, descubrir en la juventud, en los años iniciales de sus carreras, en sus orígenes como artistas, la fuente de uno de sus libros. Aunque quizá nadie lo pueda repetir como Hemingway. Yo, con estas páginas, he percibido — como nunca antes con otro proyecto—, la tentación de la irresponsabilidad, pero a su vez, también, creo que me he visto atraído por esa especie de norte magnético que una vez atrapó a Ernest Hemingway: la búsqueda de la fuente de la juventud. Ha sido la mixturación, pues, de Plaza sitiada: la nostalgia y la irresponsabilidad.

EL PROCESO tuvo lugar en La Habana y se conoce como Caso Padilla —en referencia al mencionado poeta Heberto Padilla. En este libro, un narrador cubano de nombre Norberto Fuentes entrega su testimonio de aquellos días —en 1971— del arresto y posterior “autocrítica” del poeta, un episodio que todos los autores coinciden en señalar como el fin de la luna de miel de la intelectualidad occidental con la Revolución Cubana y, especialmente, con su líder, Fidel Castro. Un punto de giro tan dramático como insoslayable en la historia del comunismo cubano y que afectó por igual a todos los bastiones intelectuales de América Latina y con ondas de impacto que alcanzaron más allá aún: a España, Francia, Italia. Si Jean Paul Sartre dio por concluido su romance cubano, se lo debe al Caso Padilla. Si Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa rompieron para siempre una entrañable amistad, es el resultado del Caso Padilla. Julio Cortázar fue del azafrán al lirio durante este proceso y sus postrimerías. Podría decirse que no quedó intelectual de valía —entre Europa y América Latina— que no se viera atrapado en el fuego cruzado o, más significativo, que no tuviera la ardiente necesidad de pronunciar su discurso. (Sí, en efecto, pese a las cercanías de ambas costas, donde la noticia pareció pasar desapercibida fue en Estados Unidos; las razones pueden ser múltiples y hasta podemos admirarnos porque The New York Times dispusiera una tardía nota sobre las vicisitudes del poeta. (“Embatled Cuban Poet Heberto Padilla Lorenzo”, en The New York Times, 22 de mayo de 1971), pero lo cierto es que Padilla y sus tormentos hallaron muy poco eco entre sus colegas americanos, y que ni en el Village ni en Hollywood hubo movilización, amén de que hacia donde Padilla había estado trasmitiendo todo el tiempo sus boutades y coloridas declaraciones era hacia los centros receptores de París. Era con quien había establecido una comunión, la sede principal de la entente.) París. Bueno, el lector debe saber que en esto entra a jugar un papel, un muy enrarecido papel, el difunto guerrillero heroico, el comandante Ernesto Che Guevara. También él tenía la añoranza de París, y contribuyó de manera decisiva a acercar la intelectualidad francesa a la pachanga cubana. Lo cierto es que el Che se volvía loco con Sartre y con la enjundia filosófica que se respiraba en la Sorbona. ¿Y cómo se llamaba aquel pichón de imitador de André Malraux? Pichón, ya está dicho, eufemismo cubano por émulo, pero de bajo registro. Debray. Regis Debray. Porque él también puso su grano de arena en toda esta historia. Así mirada las cosas, no le fue tan mal a Padilla: el mismo París que al Che Guevara le costó la cabeza, y a Regis incontables sesiones de interrogatorios a manos del ejército boliviano (es lo que él contó), lo salda Heberto con 37 días en Villa Marista, el amurallado complejo de instrucción de la Seguridad del Estado cubano. 

Ah, por el camino hubo una autocrítica del poeta para lograr un requerido nivel de humillación según los estándares internacionales de la represión comunista, o al menos lo que se entiende como la conducta a seguir por estos regímenes, pero que en realidad —según sus propias y reiteradas hasta la saciedad declaraciones (siempre diferidas y muy lejos de las costas cubanas, desde luego)— él concibió como una burla emitida hacia los intelectuales foráneos para que se dieran cuenta que “aquello” era un proceso estalinista. También hubo un pequeño incidente, el del narrador cubano que rechazó la autocrítica de Padilla y que al principio fue exaltado como un héroe, pero que la miel de la gloria le fue escamotada casi de inmediato, primero con el silencio y el olvido, y luego con virarle la tortilla para justificar la abyección de Padilla. Ese muchachón insolente de entonces, ahora un señor en sus sólidos 70, se llama Norberto Fuentes y es el que se menciona al principio como el individuo dispuesto a entregar su testimonio sobre esta historia. 

A todas estas, vean que cosa más curiosa: el único de los principales involucrados que logra salir airoso del affaire, deja transcurrir más de 40 años sin pronunciarse. Todo el mundo despachándose con el cucharón del caldo, menos él. Una disciplina fácil de sobrellevar puesto que no hay nada que desprecie con mayor fuerza que las explicaciones de conductas personales pasadas. Así, pasó de ser el único partícipe invicto de la jornada, a la de un paria juzgado —en el mejor de los casos— por extranjeros y sobre todo por el atado de cobardes de la intelectualidad criolla. Se reagruparon como pudieron, se sorbieron los mocos, mercurocromo en las heriditas, y volvieron. Entendieron, de manera bastante racional, que les quedaba pendiente la rendición de cuentas por su ignominia. Podemos extendernos al respecto en las páginas que siguen. Pero en esencia, se dispusieron a acabar con él. Él, que desesperaba por terminar un mamotreto sobre Ernest Hemingway, para ganar alguna plata y también —¿por qué no?— alguna consideración social. Guardó silencio. Las dejó pasar, una invectiva tras otra. No niega que rumiara de vez en cuando la producción de un libro como este. Ponía y cambiaba títulos, enmarcaba el tiempo a tratar, anotaba en papelitos y luego —con el arribo de la Era Moderna — en la insondable memoria de sucesivas computadoras, de las que dispuso una docena tanto en Cuba como en su exilio yanqui. Aguantó, pues, hasta el presente, hasta las páginas y documentos que aquí irá sumando. Llega el momento —para él— de poner las cosas por escrito. Pero no por la cantidad de boberías que se han acumulado durante estos años. No. El detonante ha sido una extraña maniobra procedente de Cuba. La publicación de textos, la convocatoria a conversatorios y el liqueo de documentos, aunque todo bajo el control de las autoridades. Y a esos sí hay que responderles. Saltarles al cuello. De inmediato. Esperamos satisfacer todas las curiosidades más adelante. 

Algo más que el testimonio de aquel episodio, este libro es también el retrato de un joven artista y su aprendizaje como escritor en una revolución.


Norberto Fuentes
6 de julio de 2012 — 25 de noviembre de 2015.

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