¿QUÉ ES LA DEMOCRACIA?
¿La teoría sobre la democracia es una o es múltiple? ¿Hay muchas teorías sobre muchas democracias o bien una teoría sobre una democracia?
Una obra fundamental del más celebre teórico de la democracia.
Asunto de permanente interes para Giovanni Sartori, el estudio de la democracia es de gran importancia para determinar que esperamos de la misma. Para alcanzar este objetivo, Sartori dialoga consigo mismo, con Aristóteles, Locke, Rousseau, Marx... y con el lector para reflexionar sobre la democracia, el liberalismo y la libertad, desde sus orígenes y en todas sus acepciones hasta llegar al actual uso, comprensión y aplicación de estos conceptos y valores. Además, analiza las relaciones entre política y economía; revolución y reforma; Estado, sociedad civil e individuo; pero sobre todo, nos dice que es y que no es la democracia.
En esta reedición revisada y ampliada con un nuevo apendice, Sartori aborda tambien las perspectivas de futuro de la democracia a la luz de los relevantes cambios políticos y sociales que se han producido en las últimas decadas en todo el mundo. Establecer cuál es la democracia ideal es una tarea más o menos fácil, lo realmente difícil es saber cuáles son las condiciones y realidades de la democracia posible.
SARTORI:
UNA LECCION DE POLITICA Y DEMOCRACIA
“¿Cómo gobernamos, se pregunta Giovanni Sartori —uno de los clásicos modernos de la teoría política—, sin ser oprimidos?” "Mediante la democracia” se contesta. Pero “Qué es la democracia? Concepto que, por hacerse, omnicomprensivo, ha devenido en palabra vacía. La confusión conceptual no sólo perjudica al discurso —a nuestra capacidad de comprensión— sino a la realidad democrática misma. Nuestras democracias son lo que queramos que sean. Peligran si no las comprendemos. Y cada vez hay menos ciudadanos que puedan hacerlo. Hasta la década de los cuarenta —escribe Sartori— la gente sabía lo que era la democracia y o bien la deseaba o bien la rechazaba; desde entonces todos decimos que queremos la democracia, pero ya no sabemos (entendemos o estamos de acuerdo en) lo que es. Vivimos, por tanto, inequívocamente en una época de democracia confusa. Reconstruir, ante su descomposición, la teoría de la democracia es esencial para el esclarecimiento de la confusión. Es el objeto central de la célebre obra del politólogo italiano “Teoría de la democracia”. Aparecida hace más de veinte años causó gran revuelo en aquel tiempo. Ahora, cuando vivimos en plena revolución democrática mundial, la nueva versión no pudo ser más oportuna. Nunca antes como hoy, el clamor por la democracia había sido tan generalizado, en Oriente y en Occidente, en el capitalismo y en el socialismo.
La democracia se constituye, efectivamente, en el gran ideal común de la humanidad. Sartori se ocupa de la democracia política —en particular— porque ella es la condición necesaria de todas las demás. Si no hay Estado democrático, el resto de las democracias (económica, social...) serán más simuladas que reales. Toda una “declaración de principios” que resultó una anticipación al oleaje democratizador que azota a Europa del Este desde fines del año pasado cuya lección principal es: no es posible avanzar en el socialismo sin la democracia. Las conquistas sociales están indisolublemente unidas a los principios democráticos.
Y las “microdemocracias” son inviables en la ausencia de la “macrodemocracia”. Tampoco puede existir la realidad democrática carente de fundamentación valoraUva y teórica. Pocas empresas humanas como la democracia, continua Sartori, han dependido tanto de la fuerza de las ideas, de nuestra capacidad teórica para moderarla en la realidad. Esta capacidad es mermada en la actualidad por el estipulativismo (arbitrariedad) conceptual existente en tomo a ella. Por ello, para la reconstrucción de la teoría sobre la democracia se requiere de un saneamiento del vocabulario político.
Nuestras democracias no funcionarán bien si están sustentadas en ideas erróneas. “Reconstruir” significa entonces deslindar y esclarecer conceptos, distinguir entre teoría normativa y empírica de la democracia, entre los ideales y valores, y los hechos. Hacer una limpieza conceptual y analizar las tensiones entre el deber ser y las estructuras reales son los temas abordados en el primer tomo denominado “El debate contemporáneo”. En él planteará lo que considera el problema central: “hasta qué punto y de qué manera se realizan los valores, y si son realizables”.
Porque es más fácil decir lo que una democracia debería ser a entender lo que puede ser. Esta distinción le permitirá cuestionar tanto al realismo como al idealismo político, que al separar o confundir ambos planos, no llegan a comprender a la democracia, o a considerarla “imposible”. La democracia no es posible sin ideales, pero tampoco careciendo de la base fáctica de la política. Un realismo político (cognoscitivo) bien fundado debe orientamos hasta qué punto es factible la objetivación de nuestros ideales. De ahí que, realismo e idealismo; si se les ubica en el plano correcto, no son necesariamente irreconciliables.
Por tanto, en esta perspectiva, cualquier discusión sobre conceptos tales como soberanía popular, igualdad y autogobierno (que son los ingredientes básicos de la democracia, según Sartori) debe tomar en cuenta el plano del ser y del deber ser. De otro modo se adoptan posiciones maximalistas y “perfeccionistas”, que pueden derivar en prácticas antidemocráticas. Pero el esclarecimiento conceptual, gracias a la distinción y el análisis entre los valores y los hechos, tiene como propósito hacer una teoría operativa de la democracia. Es decir, Sartori se ocupa de cuestiones “prácticas" fundamentales para el buen funcionamiento de la democracia:
“¿Cuándo encontramos un pueblo gobernante’?” “En las elecciones" se responde. Aborda, entonces, los problemas de la opinión pública, el consenso, de la representatividad y de los tipos de democracia política en general (directa, electoral, de referéndum...).
Todo lo que el llama la “dimensión horizontal" de la democracia —la opinión pública, las elecciones, la participación, un pueblo que adopta decisiones— son los fundamentos del edificio democrático, que le dan su carácter único. Sin embargo, la conceptualización es incompleta si no se contempla la “dimensión vertical”. La que hace referencia a la democracia en tanto sistema de gobierno y que plantea una cuestión enojosa:
“¿Cómo es que el dominio de la mayoría acaba por ser el gobierno de una minoría?".
Contestarla conduce a Sartori al análisis de las relaciones entre las mayorías y las minorías, al de las élites y el liderazgo. El autor critica las posturas antielitistas, y sostiene la compatibilidad de un liderazgo (de una dirección gubernamental bajo un sistema de controles) con la democracia. Al grado que la define —tanto descriptiva como normativamente— como una poliarquía (sistema caracterizado por la multiplicidad de mandos y la difusión del poder).
La democracia es, en esta interpretación, “una poliarquía abierta cuya concurrencia en el mercado electoral atribuye el poder al pueblo y específicamente hace valer la responsabilidad de los líderes para con los lidereados”, aunque, prescriptivamente, debería ser una poliarquía de mérito, en la que se establezca la máxima “lo mismo para los mismos, o sea, a cada uno en proporción a su mérito, capacidad o talento”. En suma, en este principio de igualdad en el mérito justifica la necesidad de un liderazgo para la democracia. Después de todo la carencia de líderes —una sociedad acéfala— no es la solución...
El análisis histórico corresponde al segundo volumen (llamado “los problemas clásicos”). En él se rastrea la creación de las democracias actuales, en la historia de las ideas y de los ideales, que es percibida como una historia de prueba y error. Se ocupa, por tanto, en la realización histórica de la democracia, en tanto concepto producto de experiencias fallidas y logradas, e íntimamente ligada a los términos de libertad, poder e igualdad. “De no haberse producido esa verificación —dice Sartori— de la prueba y el error en el ámbito del vocabulario de la política desde Aristóteles, digamos a Tocqueville, no nos encontraríamos hoy en ninguna parte, ni siquiera a la vista de los sistemas democráticos que hemos logrado construir”. Pero esta revisión histórica no sólo tiene propósitos genealógicos. Responde, asimismo, en el esfuerzo de esclarecimiento conceptual.
Así, se nos distingue entre democracia griega y moderna; entre democracia anteliberal; entre libertad política y económica, jurídica... En particular, destaca el señalamiento de que el surgimiento de las democracias modernas está íntimamente relacionado con la aparición del liberalismo. Ambos se han compenetrado para dar lugar a la democracia liberal, de la cual Sartori es fiel creyente.
El liberalismo se ha devaluado, pero históricamente ha limitado y neutralizado el poder del Estado. El liberalismo (el Estado constitucional liberal) es un instrumento imprescindible de la democracia, si pretende avanzar ésta hacíala igualdad y el bienestar. Por eso, “la fórmula de la democracia liberal —escribe el autor— es la igualdad a través de la libertad, por medio de la libertad, no la libertad por medio de la igualdad".
Tan fusionados se encuentran el liberalismo y la democracia, tan importantes son las libertades políticas del liberalismo para la realización de la igualdad, que la desaparición de la democracia liberal significaría la muerte de la democracia. Loque parece amenazar a las democracias occidentales, lo que las tiene sumergidas en una crisis, concluye Sartori, en buena parte, es por el agotamiento de los ideales. Crisis de los ideales producto, en gran medida, por la fascinación del hombre occidental por el progreso material y su conservación. Pero, también, por la no creencia en el valor de las ideas, a la persecución y a la descalificación ideológica.
Si se impone una lógica de “desenmascaramiento" y no de constatación de los ideales democráticos, estos serían socavados —a priori—y la democracia liberal sería asesinada. Ella es, y esta es una de las principales lecciones de Sartori, ante todo, discusión abierta y no cacería de brujas que nos conduzcan a una nueva Babel.
Sartori, Giovanni, "Teoría de la democracia",
México, Alianza editorial, 1987, 2 vols.
VER+:
125925908-Teorias-de-la-dem... by leo cue
0 comments :
Publicar un comentario