EL Rincón de Yanka: PROFETA

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domingo, 18 de febrero de 2024

DE HISPANOAMÉRICA SE LEVANTA LA VOZ DE UN SACERDOTE QUE DESAFÍA AL DICTADOR BERGOGLIO: PADRE RUBÉN MARTÍNEZ-CORDERO


"Bergoglio no es un pastor, es un líder político al servicio de las Naciones Unidas. Su afinidad con la masonería está a la vista”: Padre Rubén Martínez-Cordero
De América Latina se levanta una voz poderosa. Un sacerdote gladiador desafía al emperador Bergoglio. 



Buenos días Don Ruben, gracias por aceptar esta entrevista. Sé que eres un sacerdote ecuatoriano que no teme luchar y defender la verdad. No tiene miedo de pagar las consecuencias. Y esto le da crédito. Especialmente en este período donde el Vaticano está lleno de cobardes que niegan a Jesucristo. Preséntate libremente. ¿Cuántos años lleva siendo sacerdote?

¿Cuál es la relación que tienes actualmente con tu Obispo?

La lucha por la verdad es una consecuencia natural de la coherencia con la fe católica cuando se ataca en sus raíces. Es, de hecho, un instinto de supervivencia espiritual y moral, para no traicionar a Jesucristo y a su verdadera Iglesia. Las consecuencias fueron obvias y dolorosas. Sin la gracia de Dios no habría podido soportarlos.
Tengo 28 años de sacerdocio; ordenado e incardinado en la Arquidiócesis de Quito. Del 2006 al 2017 fui párroco en la ciudad de Cuenca, Ecuador, porque mi madre y mi hermana necesitaban de mi cercanía. Ambos ya están muertos, ahora estoy solo.

Nunca he tenido una relación auténtica con los obispos de Quito y Cuenca como me hubiera gustado. Pedí audiencia, quería que me ayudaran a discernir la crisis de la Iglesia, pero nunca me tomaron en serio. Solo me encontré con gerentes y administradores que miraban sus celulares y la hora en todo momento, nunca me dieron más de 10-15 minutos.
No me perdonan que celebre la Misa Tridentina (rehabilitada por Benedicto XVI en el “Summorum Pontificum”). Ni hablar de las denuncias de los errores de Bergoglio en mi predicación y en un programa de Radio María-Ecuador.

Dejé de asistir a las reuniones del Presbiterio porque tenía que soportar discursos neomodernistas aburridos e insustanciales que dañaban mi fe y mi sacerdocio. Mis intervenciones me han granjeado la antipatía del llamado clero progresista. El Vicario General de Cuenca siempre me ha manifestado su negativa de manera cobarde e hipócrita. Sé que este personaje es obispo hoy. Me dolió mucho.
Antes de ser sacerdote obtuve dos títulos: Filosofía/Literatura y Derecho durante el apogeo del marxismo. Trabajé en el Instituto de Investigaciones Sociales de la universidad. Pude adquirir un agudo olfato para sentir la ideología marxista en la teología de la liberación que aún persiste con otras máscaras. Una ideología que hoy ha contaminado la cultura y generado las teorías de género, ecologistas, ambientalistas y “pauperistas-inmigracionistas” que caracterizan el inconsistente discurso de la actual jerarquía eclesiástica, salvo contadas excepciones.

¿Está ahora en Ecuador u otro país latinoamericano y dejando que Dios guíe sus pasos?

Ahora estoy en otro país. En Quito estuve muy enferma (estrés y depresión profunda), sin recursos y sola. Pedí ayuda a una comunidad católica laica dirigida por un sacerdote, aquí en el extranjero. Estos hermanos se encargaron ellos mismos de brindarme la atención médica necesaria. Ya estoy bien gracias a Dios, mi obispo conocía bien mi situación, nunca respondió a mis mensajes y cuando lo conocí me recibió con hostilidad, no me ayudó en nada.
Dos buenos sacerdotes me informaron que el método actual de los obispos para deshacerse de los sacerdotes que no se someten al NUEVO PARADIGMA es abandonarlos hasta destruirlos moral y psicológicamente, para que luego estos obispos puedan manipular a esos sacerdotes a su gusto. ya que son “incómodos”. Un régimen totalitario.

Pero vayamos directo al grano sin andar con rodeos. ¿Reconoces a Bergoglio o a Benedicto XVI como Papa?

Creo que Benedicto XVI es el único Papa verdadero. Todos los ataques mediáticos sufridos durante su activo pontificado, el asunto Vatileaks, el tsunami de abusos sexuales por parte del clero y también por parte de los religiosos han constituido una altísima moral. y una fuerte presión psicológica que invalidó su dimisión. Si a esto le sumamos la combinación Obama-Clinton que intervino para paralizar las finanzas del Vaticano, amenazas de cisma, etc. es imposible que el Papa haya actuado libremente.

Respecto a la elección del cardenal Bergoglio, creo, como muchos estudiosos serios, que el cónclave es simplemente nulo porque fue manipulado por la "mafia de San Galo", en contraste con las normas dadas por Juan Pablo II que prohibían las reuniones privadas. de los Cardenales para promover a un candidato determinado, incurriendo así también en la pena de excomunión latae. La gravedad de esto deriva también del hecho de que lo que el cardenal Danneels (miembro de la mafia de San Galo) expuso en su autobiografía nunca fue desmentido por la llamada Santa Sede.

No, Bergoglio ciertamente no es obispo de Roma ni papa. Hay que ser ciego o muy ingenuo para pensar lo contrario.

¿No crees que Bergoglio creó una nueva iglesia, haciendo creer a todos que sigue siendo la misma Iglesia católica? Esa misma Iglesia falsa de la que nos habló el Padre Pío. La cual el venerable Fulton Sheen llamó con el nombre de contra-iglesia y el bienaventurado Emmerick con el nombre de iglesia extravagante.

Jorge Mario Bergoglio da la impresión de ser un jesuita enigmático y retorcido. Una mezcla de peronismo, espíritu conciliar del tipo Karl Rahner, teología de la liberación, romanticismo cósmico de Teilhard de Chardin, psicoanálisis recalentado, marxismo transversal, sociologismo, populismo, masonería. Un líder político al servicio de las Naciones Unidas, no un pastor. Su afinidad por la masonería está a la vista. La lista sería muy larga, pero habría que agregar la vanidad arrogante que caracteriza a muchos argentinos de Buenos Aires.

Hablando de Buenos Aires, ¿por qué cree que Bergoglio nunca ha puesto un pie en Argentina desde que ocupó el trono papal? Curioso, ¿no? ¿Tal vez tiene miedo de ser criticado, cuestionado por su pueblo? ¿Tiene algo que ocultar? ¿Tal vez temes que tu visita sea un fracaso total, un fracaso, un verdadero fracaso?

Viví unos meses en Argentina. De hecho, sorprende que Jorge Mario Bergoglio no haya visitado su tierra natal hasta hoy.
Pude conversar con algunas personas que conocieron a Bergoglio cuando era Arzobispo de Buenos Aires. Todos coincidieron en que tenía un carácter oscuro y a veces incluso despótico, que el clero le temía pero no le amaba. Los católicos se sorprendieron al ver cuántas sonrisas mediáticas distribuyó una vez ocupada la silla de Pedro.
Un sacerdote incluso me dijo que Bergoglio utilizó las debilidades de algunos clérigos o sacerdotes para obligarlos a hacer o decir lo que él (Bergoglio) quería. Los estaba chantajeando...

Pero el incidente más grave fue el del Instituto Próvolo dirigido por religiosos y algunos sacerdotes para el cuidado de niños sordomudos. Fueron expulsados ​​por una autoridad eclesiástica de Italia, llegaron a Argentina y fueron recibidos en Mendoza con la aprobación del arzobispo Bergoglio. Algunos de estos niños y jóvenes fueron sometidos a abusos sexuales, incluso filmados por una monja cómplice. Afirman que Bergoglio se negó a recibir a los padres de las víctimas. No le perdonan esto. (ver fuente1 y fuente2) Por eso, según los argentinos que pude conocer, Bergoglio no es apreciado en su país. También leí en un periódico de Mendoza sobre una acusación particular contra Bergoglio ante la justicia argentina. También comentaron que estaba involucrado en política, que no tenía buenas relaciones con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Quisiera señalar, sin embargo, que no puedo confirmar ni desmentir nada de lo que acabo de decir, simplemente estoy informando lo que me dijeron en Argentina.

Escandaloso..vergonzoso..y hay quien lo considera un santo..

Pero sigamos adelante...

Bergoglio con su nueva iglesia está cancelando el pecado, el infierno, ocultando la conversión y la justicia divina. Está creando la idea de un Dios bienhechor que perdona a todos sin distinción, incluso sin arrepentimiento. ¿No crees que esto es serio?

Un personaje así no puede construir ni reconstruir nada católico. En cierto sentido, encarna la suma de los elementos de desintegración del catolicismo característicos del Concilio Vaticano II y del posconcilio. La identidad católica se ha diluido en el torrente del pensamiento único dominante, el falso ecumenismo y el diálogo interreligioso sincrético. La única iglesia fue fundada por Jesucristo; Bergoglio intenta hacer un uso político e ideológico de la Iglesia, pero el misterio de la verdadera Iglesia se le escapa de las manos porque este misterio es visible en las pequeñas comunidades y familias fieles, esparcidas por el mundo.
No debería sorprendernos que el tema de las realidades últimas (muerte, juicio, cielo e infierno) nunca sea tratado en serio, ya que lo que a Bergoglio le interesa es sólo lo terrenal, lo inmanente. El pecado no es denunciado como una ofensa a Dios sino como una simple "fragilidad" humana. Los crímenes son por el medio ambiente, la Pachamama y los migrantes..

Bergoglio debe tener odio hacia la Santísima Virgen. La llamó cartero, mestiza, mujer común, negó la inmaculada concepción, dijo que no es Corredentora. ¿A qué se debe este odio visceral hacia la Santísima Virgen? Generalmente es el diablo quien odia a la Virgen.

En homenaje al exaltado feminismo, Bergoglio demostró una innegable “fobia mariana”. Así Santa María se convierte en una mujer como todas las demás, los dogmas y privilegios marianos la vuelven alérgica. María es (para él) simplemente la mujer madre de Jesús de Nazaret (que actúa como un tonto y se convirtió en demonio y serpiente para nosotros - cit. Bergoglio), no THEOTOKOS, la Madre de Dios reconocida por el Concilio de Éfeso.
El neoarrianismo, el luteranismo y el neomodernismo son evidentes para los católicos que toman en serio su fe.

Pachamama. ¿Qué me dices que eres de Latinoamérica? ¿Confirma que durante el sínodo sobre el Amazonas tuvo lugar un verdadero ritual pagano y satánico como el becerro de oro al pie del Sinaí? ¿Es correcto decir que Bergoglio es también un idólatra que aceptó y favoreció la entronización de la Pachamama en el Vaticano?

Lo que pasó con la Pachamama y toda esa patética coreografía amazónica es sin duda idolatría material. El "pontificado" romano de Bergoglio muestra una vulgaridad y una grosería que nunca hubiéramos imaginado.

¿Por qué casi nadie cuestiona la autoridad de Bergoglio dentro de la Iglesia? Más allá del cónclave manipulado relatado por el cardenal Danneels del que nadie habla, sus herejías, sus blasfemias contra Jesús y la Virgen son bastante evidentes. Sin embargo, los sacerdotes siguen guardando silencio. ¿Por qué todo esto? ¿No es eso vergonzoso? ¿No es eso vergonzoso?

Todo esto hace pensar que muchos sacerdotes, cardenales y casi todo el episcopado no se enfrentan, no van al campo de batalla por miedo a perder sus ventajas eclesiales y financieras burguesas. No quieren tener problemas, prefieren su cálida tranquilidad humana al compromiso con la Verdad. Algunos denuncian males, pero cuando se trata de nombrar la causa y el responsable, retroceden. De esta manera creen que pueden acallar la voz de la conciencia.

¿En su opinión, es importante el tema "una cum"? Es decir, celebrar misa en unión con el verdadero Papa Benedicto XVI y no con el falso profeta Bergoglio, representante de una nueva falsa iglesia... ¿No crees que es deber de los sacerdotes elegir bando y no quedarse en el medio? ¿De manera hipócrita? En definitiva, o se celebra en unión con el verdadero Papa Benedicto XVI o con el falso Papa Bergoglio. En cambio, muchos critican a Bergoglio, no lo reconocen como Papa, saben que es un hereje, un idólatra pero aún así celebran en unión con él. También me pregunto: ¿cómo pueden ser válidas las masas en unión con el impostor que niega a Jesucristo? Personalmente creo que participar en misas en unión con el falso profeta Bergoglio es como aceptar sus blasfemias, sus falsas obras, su misión diabólica. Es como negar a Jesucristo por miedo. Acepta la profanación. La abominación. Herejía. Idolatría. De nada sirve que muchos fieles digan: "Pero yo voy a misa por Jesucristo". No se va a Misa para oír blasfemar el nombre de Jesucristo. Entonces todo esto tiene un costo. Actitud falsa e hipócrita que demuestra cómo muchos prefieren estar con el diablo antes que con Jesucristo. Entonces, una vez que hayamos abandonado a Dios, ¿quién nos salvará del infierno, de las tinieblas, de las tinieblas de la noche que habremos creado para nosotros mismos? Sería mejor pedir perdón. ¿Qué opinas?

La misa debe celebrarse siempre en unión (una cum) con el Papa legítimo. Si alguien no es Papa, simplemente no se debe celebrar en unión con él. Sería absurdo, cobarde e hipócrita. En el caso de Bergoglio significaría un reconocimiento tácito y una conformidad con sus desviaciones heréticas. El grado de responsabilidad de los fieles sólo puede ser determinado por Dios: muchos son simplemente incapaces de percibir los gravísimos errores del "magisterio" bergogliano; otros tal vez por comodidad prefieren una conciencia anestesiada que les permita practicar el más cómodo catolicismo ligero posconciliar.

Una religión mundial en nombre de una falsa paz, una falsa misericordia y una falsa hermandad. Proyecto masónico que está llevando a cabo Bergoglio. ¿Qué opinas? Además, ¿crees que estamos viviendo en la época del fin de los tiempos, la época descrita en el libro del Apocalipsis de San Juan? ¿Es Bergoglio el falso profeta precursor de lo que el Catecismo de la Iglesia Católica llama el anticristo?

La abominación desoladora es, me parece, una realidad que acabará siendo el fruto diabólico de un largo proceso, especialmente después del Concilio Vaticano II. Pachamama y Abu Dhabi son la “apertura”. La misa “ecuménica” significará la abolición del sacrificio perpetuo. Sin embargo, siempre habrá algunos sacerdotes fieles que oficiarán misas en las que habrá verdadera transustanciación. Serán masas clandestinas, provenientes de las catacumbas, por así decirlo.

En su opinión, ¿no debería Benedicto XVI hablar con más fuerza, con un poco más de claridad para advertir al mayor número de personas contra el lobo con piel de cordero? Hablar claro como nos enseña Jesucristo (sí, sí, no, no, todo lo demás viene del diablo) para salvar almas... Lamentablemente, ¿no crees que ese decir y no decir a veces genera confusión...? De hecho, no todo el mundo es capaz de comprender los mensajes velados que nos ofrece continuamente Benedicto XVI.

El silencio de Benedicto XVI es ensordecedor. ¡Cuánto bien nos haría una palabra clara y directa del Papa Ratzinger! Sí, es cierto que conserva los signos externos de su condición de Romano Pontífice. Imparte la Bendición Apostólica reservada a los sucesores de Pedro, conserva su emblema o escudo papal, firma como BENEDICTO PP XVI (PP = Pastor Pastorum / Pontifex Pontificum). Bergoglio núm. Creo que está estrictamente controlado por el régimen bergogliano para que no publique ningún vídeo ni ninguna entrevista. ¿Y Gänswein? Para mí es un enigma, como el “tercer hombre” de Graham Greene.
Si Benedicto XVI no se considerara Vicario de Cristo (título reducido por Bergoglio a simple título histórico en el último Anuario Pontificio) y Sucesor de Pedro, su presencia en el Vaticano, su vestimenta y sus símbolos papales serían incomprensibles. Los simples católicos necesitan sus palabras, todas las noticias e imágenes transmitidas por los medios vaticanos no son fiables en su pretensión de hacernos creer que existe una amistad idílica entre Benedicto y Bergoglio. Queda la cuestión de la biografía de Benedicto escrita con Peter Seewald; ya estamos escuchando voces que cuestionan la autenticidad de “BENEDICTO XVI. UNA VIDA".

¿Qué opinas de todo este asunto del coronavirus? No cree que haya un plan muy concreto por parte de las potencias fuertes vinculado a sentar las bases de un nuevo orden mundial, aceptar aplicaciones, posibles pulseras electrónicas, vacunas, hasta el microchip en el futuro incluido, militarizar ciertas territorios y luego silenciar a los disidentes, golpearon la economía, empobreciendo a todos y favoreciendo a los especuladores financieros, y finalmente golpearon a la ya sufrida Iglesia Católica?

Está claro que detrás de la “pandemia” del COVID 19 hay todo un proyecto globalista orquestado por el sionismo masónico luciferino (Rothschild, Rockefeller, Clinton – Obama, Soros, Club Bilderberg, Davos, Gates, etc.) con el objetivo de establecer una nueva orden mundial con una población notablemente reducida y robótica al servicio de los intereses de los lobbys antes mencionados. La “Fundación Bill y Melinda Gates” afirma ser el brazo ejecutivo.

Ahora parece que pretenden sumar a la tragedia del COVID 19 una psicosis global que debilitará al máximo la resistencia psicológica y moral de toda la humanidad.
Debemos resistir con la oración y los sacramentos para no dejarnos atrapar por las fauces del pánico. Es hora de demostrar el poder de nuestra Fe Católica aún en medio de situaciones y contextos apocalípticos.
La vacuna que Bill Gates pretende imponernos, obscenamente recomendada por Bergoglio, provocará violentas convulsiones sociales en todo el planeta. Lo mismo hará el microchip. Pero al final Dios intervendrá y su Hijo Jesucristo, Señor de la historia, tendrá la última palabra.

SACERDOTE que CASI SE SUICIDA, afirma: 
"LA FALSA IGLESIA NO TIENE VIRILIDAD, hay MARIANOFOBIA"

lunes, 11 de diciembre de 2023

PADRE JUAN CARLOS GAVANCHO, EXPULSADO DE SU PARROQUIA TRAS UN VALIENTE SERMÓN ⛪


¡Después de este sermón, 
el sacerdote fue EXPULSADO! 


Un joven sacerdote católico llamado Juan Carlos Gavancho pronunció un valiente sermón en la Parroquia de Santa Bárbara en California, donde se desempeñaba como vicario parroquial. Dos días después del sermón, el Padre Gavancho recibió la orden de su párroco de recoger sus pertenencias y abandonar la residencia parroquial. Su nombre fue eliminado del sitio web de la parroquia. Durante una reunión con la Oficina del Vicario del Clero, se le informó que se le retiraba el derecho al servicio sacerdotal. Gavancho preguntó por qué y se le presentó un documento con diez quejas del párroco de su parroquia en su contra. Las quejas incluían su sermón pronunciado unos días antes. Las otras quejas escritas en el documento eran eventos que habían ocurrido pero que habían sido distorsionados por el párroco para que parecieran negativos o simplemente no habían ocurrido en absoluto. 

El padre Gavancho ahora vive en un hotel y no sabe qué le sucederá a continuación. Estaba sirviendo en la Arquidiócesis de Los Ángeles, pero su base de operaciones es la Arquidiócesis de Chicago. Si no puede encontrar otra asignación para el clero, él me dice que probablemente se verá obligado a regresar a Perú.

Queridos hermanos y hermanas, aquí tienen el sermón.

Este joven sacerdote católico arriesgó su futuro al decir la verdad sobre lo que está sucediendo en la Iglesia. Escuche su homilía, o lea la transcripción a continuación. 

Ore por él.

Homilía del 26 de agosto del padre Gavancho. Así es como suena su coraje:

¡Después de este sermón, el sacerdote fue EXPULSADO! Lo que dice es ATERRADOR

¿Que está pasando en la Iglesia? se preguntarán ustedes. Muchas cosas, muy malas. Pero tres cosas fundamentales que han sido la noticia. Esto está avanzando muy rápido, en las últimas tres semanas. Ayer en la noche salió otra. Estas son las cosas que están sucediendo en la Iglesia hoy en día. Tristísimo.

Primero, se habrán enterado ustedes que hace tres semanas en Pensilvania salió un reporte que había sido trabajado por dos años que comprendían varias diócesis, y al final del reporte que fue en una rueda de prensa, se decía que como conclusión, solo en el estado de Pensilvania, cerca de 300 sacerdotes en el espacio de 70 años abusaron de más de 1000 niños y jóvenes. Esta noticia supone una gran tristeza para aquellos que vamos a la Iglesia, otros estados han comenzado a tener la misma idea y comenzarán a tener una investigación. Para muchos esto es una gran desgracia, algunos no quieren cooperar, "no, mejor dejenlo así...".

A mí me parece una gran noticia. Que la Verdad os hará libres, dice el Señor. Y el que tiene Fe y ama la Iglesia no tiene miedo de que la basura de la Iglesia se exponga para que veamos y para que entendamos que la Iglesia no es obra de hombres, sino de Dios.

Lo segundo ha sido que hace un tiempo se hizo pública la sentencia que la Iglesia, que el papa Francisco le da a uno de los cardenales de los EEUU, uno de los prominentes cardenales de los EEUU, el cardenal McCarrick que ya es retirado, tiene unos 89 años, esta bastante mayor, pero se descubrió, el papa lo sancionó y lo relevó a una vida de oración y en silencio, de no tener ningún tipo de contacto público, no celebrar misa, porque se descubrió que este obispo, este cardenal durante todo su sacerdocio había abusado de menores y también de jóvenes, especialmente seminaristas que tenía una casa en la playa, en la cual se llevaba a seminaristas y dormía con ellos y también con sacerdotes. Lo peor de todo es que nadie sabe nada, nadie supo nada, se sabía que esto era un secreto a voces pero nadie dijo nada y cuando se les pregunta a diferentes personas que deberían haber estado en contacto con él y que deberían haber sabido lo que pasaba, dicen "I don't know" (no sé, nunca me enteré, no supe).

Y esto tiene que ver con una tercera noticia que vino ayer, que ayer se desató y que seguramente no ha llegado a los medios, pero seguramente llegará pronto, estoy seguro.

Que el obispo, su excelencia Monseñor Viganó que era el nuncio apostólico en los EEUU de la Santa Sede, es decir, el embajador del santo padre en la Santa Sede, por cerca de 5 o 6 años, ya no lo es, se retiró. Pero lo fue en parte del tiempo de Benedicto XVI y en mucha parte del tiempo del papa Francisco, ha escrito una carta pública de once páginas haciendo declaraciones que cuando yo las leí, se me caían las lágrimas. En una combinación de tristeza profunda por el estado de mi Madre, la Iglesia, y por alegría de saber que Dios estaba actuando para limpiar la Iglesia. En estas declaraciones, su excelencia Viganó, entre muchas otras cosas, en un documento muy amplio, decía que estas acusaciones que se les hacia al cardenal McCarrick (a quien me he referido hace un momento) ya se habían hecho hace muchos, muchos años y que Benedicto XVI después de mucho tiempo y de mucho atraso porque filtraban la información para que el papa Benedicto no se enterase, finalmente, el papa Benedicto años atrás, impuso a este cardenal las mismas penalidades que después le impondría el papa Francisco, es decir, no aparecer públicamente, no celebrar misa públicamente, no dar espiches ni discursos públicamente y salir del seminario donde él estaba viviendo. Evidentemente, por lo que había pasado. Pero este obispo Viganó dice que cuando asume el papa Francisco el timón de la Iglesia, él le hace saber al papa lo que sucede con este cardenal y este obispo, este nuncio, dice el papa hizo oídos sordos a su información y que poco tiempo después este mismo cardenal que había sido castigado por Benedicto XVI estaba dando charlas, celebrando misa, viviendo en el seminario, a sabiendas de lo que había sucedido y bajo el conocimiento del papa Francisco. Lo que es impresionante es que su excelencia Viganó le pide al papa en esta carta RENUNCIAR. No sólo él, sino todos estos cardenales y obispos a quienes menciona con nombre propio en la carta por haber encubierto a un hombre que era un criminal, que era un abusador, permitiendo así que estos crímenes vayan impunes. Y que solo se le castiga cuando ya llega a los medios y cuando afecta la reputación del santo padre.

Tres noticias terribles que no se han escuchado de estas cosas en los últimos 500 años de la Iglesia. Estamos hablando de algo serio. ¿Padre y porque nos cuenta eso usted a nosotros? Porque ustedes son hijos de la Iglesia. Y porque lo van a escuchar en las noticias. Y porque yo haría mal en ocultar esto y decirles "hay problemas en la Iglesia, recen, hermanitos, Alabaré, Aleluya". No podría decir eso porque sería engañarnos. El cáncer, la maldad de hombres, del enemigo, ha entrado a la Iglesia hasta los más altos niveles corrompiendo a gente buena, a niños (1000 abusados por sacerdotes, 300 de ellos en Pensilvania). Imagínense cuantos mas saldrán cuando estas investigaciones terminen a lo largo de los EEUU. Seminaristas que llegaron al seminario con la ilusión de ser sacerdotes y se encontraban con un cardenal que les pedía que se tenían que acostar con él. Ocasiones echadas a perder, ilusiones muertas por la maldad de traidores, de Judas que hoy han llegado a altos lugares de la Iglesia. ¿Entonces que hacer, padre? Mucha gente dejará la Fe, porque la gente, con justa razón dirá: "Esto ya sucedió en el 2012 aquí en los EEUU y ahora siguen los escándalos. Pero ahora no ya solamente de sacerdotes, sino de cardenales y obispos. Y mucha gente no podrá con ello y dejará la Fe.

A ellos yo les digo: No dejen la Fe, no se alejen de la Iglesia. Pero créanme, que les entiendo que humanamente esto es muy difícil de digerir. Que sacerdotes, obispos, incluso papas que están en sus puestos para darnos la Fe, amarnos, alimentarnos de la Verdad, a vivir según la Verdad vivan una vida como la vive la mafia, escondida.

Quiero que sepan también que en el medio de esta situación tan terrible de esta gente mala en la Iglesia, también hay gente buena. Hay sacerdotes que han predicado esto desde hace tiempo, en contra de eso. Y han sido perseguidos, silenciados, echados de sus diócesis, echados de las parroquias, simplemente porque se atrevían a llamar el problema como es, y han sido terriblemente atacados. Y no es fácil.

Ustedes cuando tienen un problema, van a su casa. Porque está su mamá, su esposa. ¿Adónde va el sacerdote? Cuando el obispo está en tu contra, cuando el párroco está en tu contra, cuando tus hermanos sacerdotes están en tu contra...¿adónde vas? Es duro. Es difícil.

Y por eso la solución no puede venir del clero. Porque quienes pudieran hablar no pueden hablar, porque saben que lo pierden todo. El Obispo Fulton Sheen, que era un gran obispo, pronto será santo (Dios quiera), decía que "la solución a este problema vendrá de los laicos".

Por eso los laicos, ustedes, no pueden venir a misa simplemente a escuchar un coro o a celebrar la misa, y luego irse y seguir con sus vidas después de lo que han escuchado. No pueden hacer eso. Ya no se está permitido. Porque Dios pronto va a actuar. Salvará su Iglesia que como ha dicho San Pablo "es santa e inmaculada", que tiene la cara sucia y a quien se le ha llenado de basura por los hijos de la Iglesia. Pero no por la Iglesia misma, ella permanece Santa, irreprochable, intachable, ella será salvada, ella perseverará, ella llegará al Reino de los Cielos.

La pregunta es: ¿nosotros vamos a estar con ella?

No podemos callarnos. No podemos permanecer en silencio, tenemos que actuar. Yo, haciendo mi parte, la estoy haciendo ahora, no crean que es fácil decir esto, pero ustedes tienen también que hacer también su parte. Rezar por supuesto, si, mucho, más que antes. Rezar duro, hacer penitencia, muchos rosarios, para que este mal, este cáncer tan avanzado sea erradicado de la Iglesia. El Señor está actuando, yo se lo pedí al Señor. ¡Señor, actúa!

Yo se lo he dicho muchas veces: ¡Dos mío, ten piedad de mi!, ¡Por favor! ¡Aparece! ¡Respóndeme! ¡Salva a tu siervo que confía en Ti! ¡Te invoco sin cesar!

Y escuchó mi plegaria y la plegaria de tanta gente. Lo que sucedió ayer con esa publicación de la carta del obispo Viganó fue una cosa que a mí me dejó frío porque no lo esperaba. Este no es un obispo loquito que está por allí en un pueblecito. Este es el ex embajador entre el Vaticano y los EEUU, quien se armó de valor y ha sacado una carta de más de once páginas, en donde habla las cosas claras, con nombre y apellido, con fechas, con información importante de la cual ya no podemos hacernos los tontos ni los ciegos ni los sordos, sino que tenemos que actuar. Orando para que sus familias sean fuertes, porque ustedes son como un ejército en donde los coroneles y los generales les han traicionado y ahora ustedes tienen que pedirle a Dios, el Gran General, Señor, socórrenos, ayúdanos, ¿quien protegerá nuestros niños? ¿quien le dará la Fe a nuestros hijos? ¿quien le dará la Fe a nuestros jóvenes? Problemas graves.
Recen por los sacerdotes. Recen por mi. Se los suplico. Para que el Señor me dé el valor de predicar y la perseverancia para seguir en esta batalla que no es fácil. Pero no solamente pueden quedarse con el rezar. Tienen que actuar. Tienen que exigirle a sus pastores: Padre, denos la Verdad.
Una de las razones por las cuales esto está pasando no es simplemente cuatro o cinco personas malas que se metieron a la Iglesia. Esto viene desde muy atrás, es el demonio que quiere destruir los cimientos de la Iglesia introduciendo gente que no cree para convencer a los fieles en no creer, y nosotros nos hemos dejado convencer. Hemos convertido la Iglesia en un lugar en donde vamos porque nos sentimos bien, en donde vamos porque nos dicen cosas bonitas y apenas nos dicen algo malo que no nos gusta, nos vamos, nos quejamos, escribimos cartas. Así no se llega a ningún sitio. 

 Esta Iglesia no es un lugar para divertirse ni para pasarla bien, es un lugar de conversión, es un lugar de transformación, es un lugar donde nosotros venimos enfermos a curarnos y el se cura, sufre. Porque hay que inyectarlo, porque tiene que estar en cama, porque tiene que tener sedantes, medicina, un régimen, una comida especial, eso eres tu y eso soy yo. Pero nos hemos conformado con que el sacerdote nos sonría, con que el sacerdote nos trate bonito, que nos cuente chistes en la homilía y nosotros ja ja ja. Y no le hemos exigido: Padre, sonríanos, trátenos bien, pero denos la Verdad! denos a Jesucristo! Porque sin Jesucristo no nos salvamos! Yo no me salvo por su sonrisa! Yo no me salvo porque usted me trata bien! Yo me salvo porque recibo la Fe de Jesucristo impoluta, prístina, clara, eso es lo que yo quiero para transmitírselo a mis hijos.

Y no se puede hacer esa labor con lo que tenemos hoy en día. No será suficiente la renuncia de tres, cuatro, cinco obispos. No será suficiente. Necesitamos un cambio radical, una conversión extrema, una conversión de corazón. De los clérigos, de los obispos, de los sacerdotes, pero especialmente de ustedes. Porque si esto ha sucedido ha sido en primer lugar por culpa nuestra, sacerdotes, obispos, diáconos, pero también PORQUE USTEDES LO HAN PERMITIDO. Porque ustedes jugaron con nosotros. Porque se callaron. Porque no hablaron. Porque no dijeron las cosas como debían de ser, porque no exigieron la verdad. Y hoy pagamos las consecuencias.

No es mi intención culpar, pero sí es mi intención darles luz para, que en estos momentos difíciles, podamos hacer lo que Dios quiere.

Hermanos, esta crisis que estamos viviendo que no es solamente en los EEUU, lo mismo pasa en Honduras, Chile, Austria, Alemania... la Iglesia entera está inoculada con este cáncer de la iniquidad. No es una cuestión de aquí. Todo el mundo. Y es tiempo de volver a Dios. Y les pregunto lo que Josué les preguntó al pueblo: ¿quieren ustedes seguir al Dios de Israel, al Dios de Jesucristo? ¿o volverse con sus dioses, con sus caprichos, con sus ilusiones, con sus sueños, con sus planes? El pueblo respondió: "Lejos de nosotros alejarnos del dios de Israel". Ojalá que su respuesta sea la misma.

Hermanos, recen y actúen. Son momentos difíciles. Y lo que les he dicho ahora lo tenía que decir por que ustedes o lo saben o lo encontrarán en las redes y en las noticias. No les he dicho nada oculto. Pero tenía que decirles porque estoy cansado de que a mi Madre, la Iglesia, la traten así. Y la confundan y la hagan parte de una mafia y de una cueva de ladrones, como el Señor lo había dicho. Un sepulcro blanqueado. Esa no es la Iglesia. La Iglesia es lo que dice San Pablo: el Señor la limpiado con su sangre, la ha hecho inmaculada, Santa, pura, y nosotros la hemos afeado, la hemos humillado, la hemos rechazado y la hemos convertido en una payasa.

Tenemos que recuperar este amor a nuestra Madre, la Iglesia, que hoy está de rodillas por la maldad de criminales que en vez de seguir a Dios y a Cristo, decidieron seguir sus propias apetencias, sus propios impulsos, sus propias ideas y olvidaron así al Dios de la Vida.
Queridos hermanos, ánimo, coraje, no se desanimen, pero luchen, porque la lucha está aquí. No vendrá, ya está aquí. Y ahora depende de ti si quieres seguir con Jesús o seguir a los otros dioses. Depende de Ti.
Transcripción Cris Yozia

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domingo, 29 de octubre de 2023

SACERDOTES PECADORES DE OMISIÓN Y DE APOSTASÍA E INDIFERENCIA ECLESIAL 👥👿💥



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SACERDOTES PECADORES DE OMISIÓN 
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El pecado de omisión es el pecado que hace condenar más sacerdotes. En el del juicio, dice san Bernardo, se levantará un grande clamoreo que dirá: Señor, somos condenados, lo conocemos, pero los sacerdotes tienen la culpa, ellos no nos avisaron, no nos corrigieron. Pero la voz más imponente, las palabras más aterradoras serán las del mismo Jesucristo, quien les dirá que no han distribuido el pan de la divina palabra, que no han vestido al desnudo con la estola nupcial de la gracia por medio de los sacramentos… ¡Cuántos sacerdotes que podrían, catequizando, predicando, confesando, misionando, socorrer las necesidades espirituales del prójimo! No lo hacen, y los dejan perecer y condenar, ¡ay de ellos!  San Antonio María Claret: SERMONES DE MISIÓN tomo I pagina 9


VER+:


















martes, 29 de agosto de 2023

LOS TRES PILARES DE LA IGLESIA: BIBLIA, TRADICIÓN Y MAGISTERIO: ⛫⛫⛫ LA IGLESIA ES APOSTÓLICA Y PROFÉTICA ⛫⛫⛫ y CARTA APOLOGÉTICA DE MONS. STRICKLAND A SUS FIELES


Biblia, tradición y magisterio: 
Los tres pilares de la Iglesia


"...edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, 
siendo la piedra angular Cristo mismo, ...
hasta ser morada de Dios en el Espíritu”. 
Ef 2,20-22

«La tradición pervive por la fe del pueblo»
Federico Rico, ABAD

"Las claves para una teología y espiritualidad del laicado:
una condición sacramental de servicio, 
una condición carismática de libertad, 
un testimonio evangelizador en el mundo, 
y una presencia eclesial de corresponsabilidad”. 
S. Pié y Ninot

Muchas confesiones religiosas no católicas que profesan el cristianismo, proponen su teología desde un encuentro de inter­pretación personal, promoviendo el presupuesto de ‘sola escritura’, es de­cir, solo basta el Texto Sagrado para el conocimiento revelado o fuente úni­ca de su doctrina. Esto nos conlleva a preguntarnos: si esta protesta es tan pujante hacia la Iglesia Católica, ¿ha de ser que existen otras fuentes que son desvalorizadas para apreciar solo a una de ellas?

La Iglesia en su sabiduría, radica su es­tudio teológico en la Sagrada Escritura, la tradición y el magisterio de la Igle­sia, en una armoniosa proporción de la verdad de la fe, que no puede entrar en conflicto entre ella misma sobre el pro­yecto de la Revelación.

Iniciemos señalando que aparte de la existencia de la tradición escrita, existe una tradición oral que nos narra la exis­tencia de una realidad divina revelada a los hombres y que está manifestada dentro del mismo texto santo: “Jesús hizo muchas otras cosas, si se escribie­ran todas, creo que no habría lugar en el mundo para tantos libros” (Jn 21, 25) por lo tanto, todo lo dicho por Je­sús no está en los Evangelios y esto es a lo que la Iglesia llama tradición oral (la predicación o elementos que fueron pasando desde la primera comunidad cristiana a nuestros días). Subrayemos entonces la existencia de un criterio de fe que está a la luz de la ex­posición dogmática, llama­da hermenéutica continua, es decir, una interpretación del desarrollo dogmático de la Iglesia como proceso donde no se dé espacio a la ruptura o contradicción de una afirmación de fe y permita así iluminar su misterio. Recordemos cuáles son los tres pilares:

1. La Sagrada Escritura, hace parte de la tradición escrita, es decir, que “los mismos Apóstoles y los varones apostólicos pusieron por escrito el mensaje de la salvación inspirados por el Espíritu Santo” (DV 7).

2. La tradición de los Apóstoles, es todo aquello que nos han trasmitido y que no son solo textos inspirados del canon bíblico, sino que también son fruto de la tradición antigua donde hemos recibido otras cosas como las reflexiones de los padres de la Iglesia o el símbolo de los Apóstoles que re­sume las verdade de nuestra fe. Esta tradición es infalible en cuanto que tie­ne como verdadera una cierta doctrina, esta es garantizada por Cristo cuando confirma el magisterio de la Iglesia por el Espíritu Santo.
Ante esto es necesario tener presente, que el Evangelio se conservará firme­mente íntegro y vivo en la Iglesia gra­cias a los Apóstoles que dejaron como sucesores suyos a los Obispos, “entre­gándoles su propio cargo del magis­terio”. Por consiguiente, esta sagrada tradición y la Sagrada Escritura de am­bos Testamentos son como un espejo en que la Iglesia, peregrina en la tierra, contempla a Dios, de quien todo reci­be, hasta que le sea concedido el Verbo cara a cara, tal como es (cf. 1 Jn 3,2). De hecho, la Sagrada Eucaristía se nos es dada por la tradición y es ga­rantizada desde el magisterio.

¿Cuál es la armonía existente den­tro de la Iglesia de estos tres pilares? Que la Escritura nos envía a la tradi­ción para su concreta interpretación y funda el magisterio para su custodia, que a su vez declara aquello que le pertenece a la Sagrada Escritura y a la tradición.
La ‘Dei verbum’ nos propone tres pre­supuestos importantes para esta coyun­tura hermenéutica: primero, que existe voluntad de escuchar atentos la Pala­bra Dios; segundo, se reconoce a la Escritura como verdadera fuente de la Iglesia, y tercero, que la concepción de revelación no se debe como una rea­lidad cerrada a una conciencia intelec­tual de la verdad, sino como elemento fundamental del diseño universal de la salvación concebido desde el Padre hasta la eternidad, a fin que el anuncio de la salvación llegue al mundo ente­ro para que los que escuchando crean, creyendo esperen, y esperando amen.

Como frase central debemos decir, que la tradición es indispensable para hacer viva la escritura y actualizarla. Bene­decito XVI afirmaba: 
“La tradición de la Iglesia es la que hace comprender en modo adecuado la Sagrada Escri­tura como Palabra de Dios”. 
De tal modo, que la Escritura puede ser con­siderada como el registro de la reve­lación divina más perfecto, una docu­mentación humana de la Palabra con la cual Dios se ha hecho conocer, antes por los profetas y luego en plenitud en su Hijo Jesús.

3. El magisterio de la Iglesia es el depósito de toda la revelación, llama­da a “conservar y custodiar” el dogma para poder proclamar a los hombres de todos los tiempos las verdades de fe. Esto significa que la acción de custo­diar es para no disminuir, ni ampliar ni modificar.
La Iglesia más allá de ser un lugar apropiado para la proclamación de la Escritura, constituye también el con­texto más adecuado para estudiar la inspiración y la verdad. Recordemos que el Evangelio antes de ser Escritura fue tradición. De los 12 Apóstoles solo dos escribieron Evangelios, los diez restantes no escribieron; Jesús no orde­nó escribir nada a sus Apóstoles, pero sí los envía a predicar. 
Todo esto queda radicado en que, la Iglesia Católica tie­ne sucesión y trasmisión, pues su exis­tencia se remonta al mismo Jesús. El resto de las iglesias surgen en el siglo XVI por lo tanto no tienen tradición. Ahora lo que es completamente impor­tante es que ni Jesús, ni los apóstoles definieron el canon de las escrituras que todas las iglesias utilizan hoy, fue­ron sus sucesores (los Obispos) que en el año 397 después que del edicto de Milán diera libertad al culto cristiano, reuniéndose en África en la ciudad de Cartago se dieron a la tarea de definir cuáles escrituras eran apostólicas y cuáles no.

Un ejemplo de esta realidad interpreta­tiva es la posición de la Iglesia frente al celibato de los sacerdotes (que sin duda es uno de los reclamos más fre­cuentes), pero es una tradición que se remonta a muchos siglos dentro de la Iglesia de occidente; es sorprendente ver que es una exhortación bíblica de san Pablo donde recomienda el celiba­to no solo para los ministros, sino para todos, radicando su importancia en una experiencia que se hace tradición. No es una obligación, pero sus razones han tenido un peso muy grande para la va­loración y vivencia que nuestra Iglesia tiene sobre el celibato. El punto central en la propuesta de Pablo es que, si uno está enamorado de Dios, convencido del poder del Evangelio y deseoso de servir a Cristo en toda circunstancia, esto es más fácil y mejor para la perso­na que no tiene que agradar a una pare­ja. No desconoce Pablo los bienes del matrimonio, ni habla nunca en contra de su dignidad y belleza, pero es evi­dente a todos que una persona casada, cuando de verdad quiere entregarse al Señor, a menudo halla dificultades en su propio cónyuge.

En conclusión, la Escritura nos envía a la tradición para su concreta interpreta­ción y funda el magisterio para su cus­todia, que, a su vez, declara aquello que le pertenece a la Sagrada Escritura y a la tradición.


RECUERDA QUE EL APÓSTOL SAN PABLO ANATEMATIZÓ A LOS QUE CAMBIAN LA FE


Mons. Joseph E. Strickland, obispo de Tyler (Texas, EE.UU) ha escrito una carta a sus fieles en la que advierte contra los errores están invadiendo la Iglesia y señala siete puntos de la fe y la moral católicas que no admiten discusión y no pueden ser cuestionados ni debatidos.

El obispo habla a sus fieles de corazón a corazón y les advierte que uno de las falsedades que se está difundiendo en la Iglesia es que Cristo es uno más entre muchos y que no es necesario que su mensaje se difunda a toda la humanidad, algo que hay que refutar las veces que sea necesario: «Debemos compartir la gozosa buena nueva de que Jesús es nuestro único Señor y que Él desea que toda la humanidad en toda época logre la salvación eterna en Él».
Mons. Strickland apela al primer capítulo de la epístola de San Pablo a los Gálatas, en la que advierte contra los que predican un evangelio distinto al verdadero, que deben ser considerados anatema.
El obispo cree necesario reafirmar una serie de puntos de la doctrina católica recordando que la Iglesia no existe para redifinir la fe sino para enseñarla al mundo. Y recalcando que se debe seguir el consejo paulino sobre los que pervierten la fe, los expone:
  1. Cristo estableció una Iglesia -la Iglesia Católica- y, por tanto, solo la Iglesia Católica ofrece la verdad completa de Cristo y el camino correcto a su salvación para todos.
  2. La Eucaristía y todos los sacramentos han sido divinamente instituidos, no desarrollados por hombres. La Eucaristía es verdaderamente el Cuerpo y la Sangre, alma y divinidad de Cristo, y recibirle en la Comunión indignamente (p.e, en estado de pecado mortal) es un devastador sacrilegio para el individuo y para la Iglesia (1 Cor 11,27-.29).
  3. El Matrimonio fue instituido por Dios. A través de la ley natural, Dios ha establecido el matrimonio entre un hombre y una mujer fieles el uno al otro por toda la vida y abiertos a tener hijos. La Humanidad no tiene el derecho ni la capacidad real de redefinir el matrimonio.
  4. Toda persona humana es creada a imagen y semejanza de Dios, varón o mujer, y todas las personas deben ser ayudadas a descubrir sus verdaderas identidades como hijos de Dios y no apoyadas en intentos desordenados para rechazar su indudable identidad biológica dada por Dios.
  5. La actividad sexual fuera del matrimonio es siempre un pecado grave y no puede ser tolerada, bendecida o considerada permisible por ninguna autoridad dentro de la Iglesia.
  6. La creencia en que todos los hombres y mujeres se salvarán independientemente de cómo vivan sus vidas (idea comumente definida como universalismo) es falsa y peligrosa y contradice lo que Jesús nos dice repetidamente en el evangelio. Jesús dice que nosotros «debemos negarnos a nosotros mismos, tomar la cruz y seguirle» (Mt 16,24). Él nos ha dado el camino, por su gracia, a la victoria sobre el pecado y la muerte a través del arrepentimiento y la confesión sacramental. Es esencial que abrazemos la alegría y la esperanza, así como la libertad, que vienen del arrepentimiento y la confesión humilde de nuestros pecados. A través del arrepentimiento y la confesión, cada batalla contra la tentación y el pecado pueden ser una pequeña victoria que nos lleve a abrazar la gran victoria que Cristo ha ganado para nosotros.
  7. Para seguir a Cristo, debemos aceptar de buena gana tomar nuestra cruz en vez de intentar evitar la cruz y el sufrimiento que nuestro Señor nos ofrece a cada uno individualmente en nuestra vida diaria. El misterio del sufrimiento redentor -p.e, sufriendo lo que el Señor permite que experimentemos y pasemos en este mundo, ofreciéndoselo a Él de vuelta en unión con su sufirmiento- nos humilla, nos purifica y nos conduce más profundamente al gozo de una vida vivida en Cristo. Esto no signidica que debamos disfrutar o buscar el sufrimiento, pero si estamos unidos con Cristo, según experimentamos nuestros sufrimientos cada día podemos descubir la esperanza y el gozo que existe en medio de los sufrimientos y perseverar hasta el final en todos nuestros sufrimientos (2 Tim 4,6-8)
El obispo constanta que muchos de esos puntos van a ser debatidos o cuestionados en el Sínodo sobre la sinodalidad y que nuestas respuesta ha de ser permanecer firmes en la fe perenne. Y añade:
«Lamentablemente puede que algunos tilden de cismáticos a quienes no estén de acuerdo con los cambios propuestos. Tened por seguro, sin embargo, que nadie que permanezca firme en nuestra fe es un cismático»

«El hombre moderno necesita… 
no una fe nueva, no una religión nueva, 
no un código nuevo, sino: 
un corazón nuevo, un alma nueva, 
una generosidad nueva, 
un amor nuevo de la fe antigua».


Mis queridos hijos e hijas en Cristo:

¡Que el amor y la gracia de Nuestro Señor Jesucristo esté con vosotros siempre!

En este tiempo de gran agitación en la Iglesia y en el mundo, debo hablaros con corazón de padre para advertiros de los males que nos amenazan y para aseguraros la alegría y la esperanza que siempre tenemos en nuestra Señor Jesucristo. El mensaje malvado y falso que ha invadido a la Iglesia, Esposa de Cristo, es que Jesús es sólo uno entre muchos, y que no es necesario que Su mensaje sea compartido con toda la humanidad. Esta idea debe ser evitada y refutada en todo momento. Debemos compartir la gozosa buena noticia de que Jesús es nuestro único Señor y que Él desea que toda la humanidad de todos los tiempos pueda abrazar la vida eterna en Él.

Una vez que comprendamos que Jesucristo, el Divino Hijo de Dios, es la plenitud de la revelación y el cumplimiento del plan de salvación del Padre para toda la humanidad para todos los tiempos, y lo aceptemos con todo nuestro corazón, entonces podremos abordar los otros errores que plagan nuestra Iglesia y nuestro mundo que han sido provocados por un alejamiento de la Verdad.

En la carta de San Pablo a los Gálatas, escribe: “Estoy asombrado de que tan pronto estéis abandonando al que os llamó por {la} gracia {de Cristo} por un evangelio diferente {no es que haya otro}. Pero hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Pero incluso si nosotros, o un ángel del cielo, os anunciamos un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡sea anatema! Como hemos dicho antes, y ahora lo repito, si alguno os predica un evangelio distinto del que habéis recibido, ¡sea anatema! (Gálatas 1:6-9)

Como su padre espiritual, creo que es importante reiterar las siguientes verdades básicas que la Iglesia siempre ha entendido desde tiempos inmemoriales, y enfatizar que la Iglesia existe no para redefinir las cuestiones de fe, sino para salvaguardar el Depósito de la Fe como nos ha sido transmitido por Nuestro Señor mismo a través de los apóstoles, los santos y los mártires. Nuevamente, recordando la advertencia de San Pablo a los Gálatas, cualquier intento de pervertir el verdadero mensaje del Evangelio debe ser rechazado categóricamente por ser perjudicial para la Esposa de Cristo y sus miembros individuales. 
  1. Cristo estableció Una Iglesia—la Iglesia Católica—y, por lo tanto, sólo la Iglesia Católica proporciona la plenitud de la verdad de Cristo y el camino auténtico hacia Su salvación para todos nosotros. 
  2. La Eucaristía y todos los sacramentos son divinamente instituidos, no desarrollados por el hombre. La Eucaristía es verdaderamente el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Cristo, y recibirlo en la Comunión indignamente (es decir, en un estado de pecado grave e impenitente) es un sacrilegio devastador para el individuo y para la Iglesia. (1 Corintios 11:27-29). 
  3. El Sacramento del Matrimonio es instituido por Dios. A través de la Ley Natural, Dios ha establecido el matrimonio entre un hombre y una mujer fieles el uno al otro de por vida y abiertos a los hijos. La humanidad no tiene el derecho ni la verdadera capacidad de redefinir el matrimonio. 
  4. Cada persona humana es creada a imagen y semejanza de Dios, hombre o mujer, y se debe ayudar a todas las personas a descubrir su verdadera identidad como hijos de Dios, y no apoyarlas en un intento desordenado de rechazar su innegable identidad biológica y dada por Dios.  
  5. La actividad sexual fuera del matrimonio es siempre un pecado grave y ninguna autoridad dentro de la Iglesia puede tolerarla, bendecirla ni considerarla permisible. 
  6. La creencia de que todos los hombres y mujeres serán salvos independientemente de cómo vivan sus vidas (un concepto comúnmente conocido como universalismo) es falsa y peligrosa, ya que contradice lo que Jesús nos dice repetidamente en el Evangelio. Jesús dice que debemos “negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz y seguirlo”. (Mateo 16:24). Él nos ha dado el camino, a través de Su gracia, a la victoria sobre el pecado y la muerte a través del arrepentimiento y la confesión sacramental. Es esencial que abracemos el gozo y la esperanza, así como la libertad, que provienen del arrepentimiento y de la confesión humilde de nuestros pecados. A través del arrepentimiento y la confesión sacramental, cada batalla contra la tentación y el pecado puede ser una pequeña victoria que nos lleve a abrazar la gran victoria que Cristo ha ganado por nosotros. 
  7. Para seguir a Jesucristo, debemos elegir voluntariamente tomar nuestra cruz en lugar de intentar evitar la cruz y el sufrimiento que Nuestro Señor nos ofrece a cada uno de nosotros individualmente en nuestra vida diaria. El misterio del sufrimiento redentor, es decir, el sufrimiento que Nuestro Señor nos permite experimentar y aceptar en este mundo y luego ofrecerle de nuevo en unión con Su sufrimiento, nos humilla, nos purifica y nos lleva más profundamente a la alegría de una vida vivida en Cristo. Eso no quiere decir que debamos disfrutar o buscar el sufrimiento, pero si estamos unidos a Cristo, al experimentar nuestros sufrimientos diarios podemos encontrar la esperanza y el gozo que existen en medio del sufrimiento y perseverar hasta el fin en todo nuestro sufrimiento. (cf. 2 Tim 4,6-8)
En las próximas semanas y meses, muchas de estas verdades serán examinadas como parte del Sínodo sobre la Sinodalidad. Debemos aferrarnos a estas verdades y ser cautelosos ante cualquier intento de presentar una alternativa al Evangelio de Jesucristo, o de impulsar una fe que hable de diálogo y hermandad, mientras intentamos eliminar la paternidad de Dios. Cuando buscamos innovar en lo que Dios en Su gran misericordia nos ha dado, nos encontramos en un terreno traicionero. La base más segura que podemos encontrar es permanecer firmemente en las enseñanzas perennes de la fe.

Lamentablemente, es posible que algunos tilden de cismáticos a quienes no estén de acuerdo con los cambios que se proponen. Sin embargo, tenga la seguridad de que nadie que permanezca firmemente en la plomada de nuestra fe católica es un cismático. Debemos permanecer descaradamente y verdaderamente católicos, independientemente de lo que pueda surgir. Debemos ser conscientes también de que no estamos dejando que la Iglesia se mantenga firme contra estos cambios propuestos. Como dijo San Pedro: “¿Señor a quién iremos? Tu tienes las palabras de la vida eterna." (Jn 6:68) Por lo tanto, permanecer firmes no significa que estemos buscando salir de la Iglesia. En cambio, aquellos que proponen cambios a lo que no se puede cambiar buscan apoderarse de la Iglesia de Cristo, y ellos son de hecho los verdaderos cismáticos.

Les insto, hijos e hijas míos en Cristo, a que ahora es el momento de asegurarse de mantenerse firmes en la fe católica de todos los tiempos. Todos fuimos creados para buscar el Camino, la Verdad y la Vida, y en esta era moderna de confusión, el verdadero camino es el que está iluminado por la luz de Jesucristo, porque la Verdad tiene un rostro y de hecho es Su rostro. . Tengan la seguridad de que Él no abandonará a Su Novia.

Sigo siendo tu humilde padre y servidor,




INTRODUCCIÓN AL CATECISMO DE PERSEVERANCIA ROMANO 
PARA PÁRROCOS Y FIELES

No siendo posible considerar las maravillosas excelencias de la obra inmortal de un Dios misericordioso, cual es la Iglesia católica, sin que la más profunda veneración hacia la misma se apodere de nuestro ánimo, ya se atienda a los hermosos frutos de santidad que han aparecido desde su institución, ya a sus constantes esfuerzos para elevar al hombre, ya a su prodigiosa influencia en todos los órdenes de la vida, para la realización del reinado de Jesucristo en medio de la sociedad, ¿cómo no deberá aumentar más y más esta admiración si nos fijamos en lo que ha hecho la Iglesia católica para propagar las verdades reveladas por Jesucristo, de las que la hiciera depositaria, tesorera y maestra infalible? Que la Iglesia haya cumplido el encargo de su divino Fundador de enseñar a los hombres toda la verdad revelada, lo están pregonando los mil y mil pueblos que conocen al verdadero Dios, y le adoran; son de ello monumento perenne todas las instituciones cristianas encaminadas al auxilio de las necesidades de los hombres redimidos por Jesucristo. 

No solamente ha propagado la Iglesia católica las verdades que recibió de Jesucristo, sino que, como la más amante de las mismas, ha condenado cuantos errores a ellas se oponían. Cuantas veces se han levantado falsos maestros para negar las verdades evangélicas, cuantas veces el espíritu del mal ha querido sembrar cizaña en el campo de la Iglesia, cuantas veces el espíritu de las tinieblas ha intentado obscurecer la antorcha de la fe, ella ha mostrado a sus hijos, al mundo entero, cuál era la verdad, en dónde estaba el error, cuál era el camino recto y cuál el que conducía al engaño y a la perdición. Desde las páginas evangélicas en que el Apóstol amado demostró a los adversarios de la divinidad de Jesucristo su divina generación, hasta nuestros días, en que hemos contemplado cómo el sucesor de San Pedro anatematizaba la moderna herejía, siempre ostenta la Iglesia, en frente del error, en frente de la herejía, su más explícita y solemne condenación. Este carácter de la Iglesia santa, esta su prerrogativa, esta su nota de acérrima defensora de la verdad, tal vez no ha brillado jamás tan resplandeciente, quizá no la ha contemplado jamás el mundo con tanto esplendor como en el siglo décimosexto. 

Grandes fueron los esfuerzos de las pasiones para la propagación del error, para su defensa, para presentarlo como el único que debía dirigir la humana conducta, como el único salvador y regenerador de la sociedad. No podía permanecer en silencio la Iglesia de Jesucristo en tales circunstancias, y no permaneció, según nos lo demuestran clarísimamente cada una de las verdades solemnemente proclamadas en el Concilio Tridentino, cada uno de los anatemas fulminados por aquella santa asamblea contra la herejía protestante. Congregado aquel Concilio Ecuménico para atender a las necesidades que experimentaba el pueblo cristiano, no le fué difícil comprender la importancia y necesidad de la publicación de un Catecismo destinado a la explicación de las verdades dogmáticas y morales de nuestra santa fe, para contrarrestar los perniciosísimos esfuerzos de los novadores al esparcir por todos los modos posibles, aun entre el pueblo sencillo e incauto, sus perversas y heréticas enseñanzas. Tal podríamos decir que fué el principal objeto de la publicación de este Catecismo. 

Y con esto queda ya indicado lo que es el Catecismo Tridentino: una explicación sólida, sencilla y luminosa de las verdades fundamentales del Cristianismo, de aquellos dogmas que constituyen las solidísimas y esbeltas columnas sobre las cuales descansa toda la doctrina católica. 
En primer lugar, lo que distingue a este preciosísimo libro, a este monumento perenne de la solicitud de la Iglesia para la religiosa instrucción de sus hijos, del pueblo cristiano, es la solidez. Esta se descubre y manifiesta en los argumentos que emplea para la demostración de cada una de las verdades propuestas a la fe de sus hijos. No pretende ni quiere que creamos ninguno de los artículos de la fe sin ponernos de manifiesto, sin dejar de aducir aquellos testimonios de la divina Escritura reconocidos como clásicos por todos los grandes apologistas cristianos, por los grandes maestros de la ciencia divina. Este es siempre el primer argumento del Catecismo; sobre él descansan todos los demás, demostrándonos cómo la enseñanza cristiana, la fe de la Iglesia católica, está en todo conforme con las letras sagradas. 

Este modo de demostrar la verdad católica, además de enseñarnos el origen de la misma, era una refutación de los falsos asertos de la nueva herejía, pues no reconociendo ésta otra verdad que la de la Escritura, por la misma Escritura, se la obligaba a confesar por verdadero lo que con tanto aparato quería demostrar y predicaba como erróneo y falso. Es tal el uso que de las Escrituras se hace para demostrar las verdades del Catecismo, que, leyéndolo atentamente, no podemos dejar de persuadirnos que es éste el más sabio, el más ordenado, el más completo compendio de la palabra de Dios. Al testimonio de las Sagradas Escrituras, añade el Catecismo la autoridad de los Santos Padres. Estos, además de mostrarnos el unánime consentimiento de la Iglesia en lo relativo al dogma y a la moral, además de ser fieles testigos de las divinas tradiciones, esclarecen con sus discursos las mismas verdades, las confirman con su autoridad y nos persuaden que asintamos a las mismas, tan conformes así a la sabiduría como a la omnipotencia del Altísimo. 

Es tan grande la autoridad atribuida por el Catecismo a los Santos Padres, que, en relación con la importancia y sublimidad de los dogmas propuestos, está el número de sus testimonios aducidos. Así, para enseñarnos la doctrina de la Iglesia relativa al divino sacramento de la Eucaristía, no se contenta con recordarnos las palabras de los santos Ambrosio, Crisóstomo, Agustín y Cirilo, sino que nos invita a leer lo enseñado por los santos Dionisio, Hilarlo, Jerónimo, Damasceno y otros muchos, en todos los cuales podremos reconocer una misma fe en la presencia real de Jesucristo en el sacramento del amor. Por último, quiere el Catecismo que tengamos presente las definiciones de los Sumos Pontífices y los decretos de los Concilios Ecuménicos, como inapelables e infalibles, en todas las controversias religiosas. He ahí indicado de algún modo el carácter que tanto distingue, ennoblece y hace inapreciable al Catecismo. Más no se contentó la Iglesia con dar solidez a su Catecismo, sino que le dotó de otra cualidad que aumenta su mérito y le hace sumamente apto para la consecución de su finalidad educadora: es sencillo en sus raciocinios y explicaciones. 

Quiso el Santo Concilio que sirviera para la educación del pueblo, y para ello ofrece tal diafanidad en la expresión de las más elevadas verdades teológicas, que aparece todo él, no como si fuera la voz de un oráculo que reviste de enigmas sus palabras, sino como la persuasiva y clara explicación de un padre amantísimo, deseoso de comunicar a sus predilectos y tiernos hijos el conocimiento de lo que más les interesa, el conocimiento de Dios, de sus atributos, de las relaciones que le unen con los hombres y de los deberes de éstos para con su Padre celestial. Si alguna vez se han visto en amable consorcio la sublimidad de la doctrina con la sencillez embelesadora de la forma, es, sin duda ninguna, en este nuestro y nunca bastante elogiado Catecismo. Este carácter, que le hace tan apreciable, nos recuerda la predicación evangélica, la más sublime y popular que jamás escucharon los hombres. Esta sublime sencillez se nos presenta más admirable cuando nos propone los más encumbrados misterios, de tal modo expuestos, que apenas habrá inteligencia que no pueda formarse de los mismos siquiera alguna idea. 

Como prueba de esto, véase cómo explica con una semejanza la generación eterna del Verbo: "Entre todos los símiles que pueden proponerse —dice— para dar a entender el modo de esta generación eterna, el que más parece acercarse a la verdad es el que se toma del modo de pensar de nuestro entendimiento, por cuyo motivo San Juan llama Verbo al Hijo de Dios. Porque así como nuestro entendimiento, conociéndose de algún modo a sí mismo, forma una imagen suya que los teólogos llaman verbo, así Dios, en cuanto las cosas humanas pueden compararse con las divinas, entendiéndose a sí mismo, engendra al Eterno Verbo". 

Otras muchas explicaciones de las más elevadas verdades hallamos en este Catecismo, todas las cuales nos demuestran cuánto desea que sean comprendidas por los fieles y el gran interés que todos debemos tener para procurar su inteligencia aun por los que menos ejercitada tienen su mente en el conocimiento de las verdades religiosas. De la solidez y sublime sencillez, tan características de este Catecismo, nace otra cualidad digna de consideración, y es la extraordinaria luz con que ilustra el entendimiento, sin omitir de un modo muy eficaz la moción de la voluntad para la práctica de cuanto se desprende de todas sus enseñanzas. 

Después de la lectura y estudio de cualquiera de las partes del Catecismo, parece que la mente queda ya plenamente satisfecha en sus aspiraciones, y no necesita de más explicaciones para comprender, en cuanto es posible, lo que enseña y exige la fe. Mas no se contenta con la ilustración del entendimiento, sino que, según hemos ya indicado, se dirige especialmente a que la voluntad se enamore santamente de tan consoladoras verdades, las aprecie y se esfuerce en demostrar con sus obras que su fe es viva, práctica, y la más poderosa para la realización de la vida cristiana, aun en las más difíciles circunstancias.

PARA JMB Y SU GENTE QUIENES COMBATAN LOS ERRORES 
DEL SÍNODO SINODAL SERÁN INFILTRADOS Y CISMÁTICOS

Diálogo con el Padre Charles Murr sobre la crisis de la Iglesia


VER+:


No se puede imponer la contradicción ni la incoherencia. La inobservancia de este tipo de normas no es desobediencia, y se convierte, según el autor, en un deber.
EL QUE OBEDECE A BERGOGLIO Y A SU AGENDA SATÁNICA 2030 DESOBEDECE A DIOS Y A LA IGLESIA.