NOTAS PÓSTUMAS SOBRE
SU SECUESTRO Y ASESINATO
"Hoy vinieron por mí; mañana irán por ti.
Todos somos culpables,
hasta que se demuestre lo contrario.
Esto no es un libro:
es una denuncia y una advertencia".
El secuestro, tortura y asesinato del teniente venezolano Ronald Ojeda Moreno es un reflejo sombrío de la coordinación entre grupos criminales transnacionales y la política. Debido a las vastas redes de corrupción y los conflictos de interés involucrados, la verdad sobre este crimen probablemente nunca será revelada. Por esta razón, se hace imperativo la publicación póstuma de su testimonio.Entre estas páginas, Ronald Ojeda denuncia los crímenes de lesa humanidad perpetrados en pleno siglo XXI por el Castrochavismo contra los disidentes de la dictadura venezolana; y realiza una advertencia para Chile y América Latina: las organizaciones guerrilleras y los grupos criminales internacionales actúan con plena complicidad de la Justicia, las Fuerzas Armadas y la élite política, y no solo atentan nuestra integridad, sino que la Libertad de nuestros países.
PROLOGO
RONALD OJEDA: REFUGIADO POLÍTICO ASESINADO
POR EL CASTRO CHAVISMO EN CHILE
El secuestro, tortura y asesinato del teniente venezolano Ronald Ojeda Moreno, podría convertirse en el mayor escándalo político a nivel nacional, inclusive, cruzando fronteras. Desde el asesinato del senador Jaime Guzmán, perpetrado por el aún activo movimiento terrorista Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR).
La verdad sobre su crimen nunca será revelada debido a las vastas redes de corrupción y los conflictos de interés que suelen estar detrás de estos operativos. Sin embargo, con el objetivo de esclarecer algunas interrogantes que han surgido en torno a este crimen de carácter político, pondré a disposición del lector todos los detalles que he recabado con la ayuda de su valiente familia y otras fuentes cercanas. Este crimen no solo cuestiona la eficacia de instituciones chilenas de orden y seguridad pública, sino que también expone el alcance de las redes de la narco-tiranía venezolana. Además, perdimos a un miembro del Partido Libertario de Chile.
Conocí a Ronald en el año 2023 en medio de diversas actividades convocadas por las diferentes organizaciones que surgieron a partir de la insurrección delincuencia! de octubre del 2019 en Chile. Para muchos, aquella fecha significó un antes y un después en la manera en cómo los chilenos, y sobre todo las nuevas generaciones, nos relacionamos con la política. De pronto, una gran masa electoral se sintió desamparada y a merced de grupos violentos bien organizados que pretendían derrocar al presidente democráticamente electo, Sebastián Piñera Echeñique.
Grupos insurgentes y radicales de izquierda, con apoyo tanto local como internacional, provocaron significativos daños humanos y materiales en Chile, estimándose pérdidas millonarias y afectando a más de seis mil pequeñas y medianas empresas (pymes). La destrucción de gran parte del Metro de Santiago y diversos actos de vandalismo como saqueos e incendios resultaron en un costo económico superior a los 380 millones de dólares. Estas acciones desencadenaron efectos inmediatos como la pérdida de empleo para cerca de 300 mil personas, y a largo plazo, una crisis política que llevó a la adopción de reformas y retóricas revolucionarias, perpetuando un descontento que aún resuena en la actualidad.
El llamado «estallido social fue conceptualizado por los medios como una legítima reacción popular, ignorando que este movimiento fue en gran parte una consecuencia de la infiltración ideológica en las instituciones educativas, las cuales han promovido una visión distorsionada de la igualdad y la justicia social. Este proceso ha reconfigurado los valores culturales y la percepción social en Chile, apropiándose de lo que el teórico Antonio Gramsci describió como «hegemonía cultural», donde quienes controlan la cultura dictan también las decisiones políticas y sociales.
Ronald, al igual que muchos venezolanos que se han visto forzados a migrar, conocía muy bien la tensión ético-política y sus consecuencias económicas. Sabía que la propuesta castrochavista que fue adoptada (inconscientemente) por los sectores socialdemócratas y (conscientemente) por el Partido Comunista y el Frente Amplio, contribuye a la corrupción moral. Esta situación fue lo que obligó a Ronald y a su familia a escapar de la dictadura venezolana y solicitar refugio político en Chile en noviembre de 2018. Para su desgracia, y la de muchos venezolanos en similar situación, un año más tarde, serían testigos de una serie de acontecimientos de estremecedora similitud con lo ocurrido años antes en su país.
La violencia en las calles, los procesos constituyentes y la pandemia resultaron devastadores para el bolsillo de los chilenos. Ronald, un recién llegado con su mujer y un hijo de apenas un par de años, lo vivió con igual o mayor dificultad. Pero no tener a quién recurrir, solo a una hermana en situación similar, no lo hizo sucumbir ante la nostalgia ni a recurrir a medios ilegales que algunos podrían justificar por extrema necesidad. Tampoco, participó en los atentados contra chilenos inocentes perpetuados por miles de encapuchados que afirmaban luchar por «un Chile más justo». Él no era así.
Ronald tenía una moral inquebrantable, una mente inquieta y un amor propio que eliminaban cualquier posibilidad de ceder ante las tentaciones que normalmente corrompen al hombre promedio. Los atajos fáciles y la astucia corrupta no eran opciones para él. Y, al igual que para muchas familias chilenas, el trabajo honesto y el sacrificio eran valores supremos e inexorables para la superación personal.
El lector, seguramente conoce o ha conocido a alguien como Ronald. Era de esas personas que siempre tenían tiempo para todo. A pesar de las largas jornadas laborales, siempre encontraba el tiempo para cumplir como padre, hermano, esposo y amigo. Ya sea para ayudar en una mudanza, pintar una pared, jugar un partido de fútbol, asistir a reuniones del Partido Libertario o juntarse a tomar una cerveza -aunque Ronald apenas bebía-; el joven teniente era alguien con quien siempre se podía contar.
Además, Ronald era una persona orgullosa, de esas que preferirían decir que no tienen hambre antes que revelar que no les alcanza para comer.
Su llegada al Partido Libertario de Chile ocurrió a través de nuestro coordinador nacional, con quien mantuvo una estrecha relación de camaradería. Pronto, empezó a participar activamente en nuestras reuniones y convocatorias, interiorizándose cada vez más en las ideas de la Libertad.
Desarrolló una profunda afinidad con nuestro ideario, donde encontró una explicación elaborada a sus intuiciones: «¿Qué es la libertad? ¿Por qué ocurrió lo que ocurrió en Venezuela? ¿Cuá les fueron las ideas que provocaron la crisis humanitaria en su país y por qué están equivocadas? ¿Acaso la crisis se debe solo a un grupo de 'malas personas' o existe una imposibilidad teórica intrínseca? ¿Cómo puedo recuperar la libertad de mi país?».
Estas preguntas lo impulsaron a profundizar en el libertarismo, cuyo tratamiento sistematizado de las causas de la prosperidad de los países, desde los enfoques ético-jurídicos hasta los económicos, se vuelve irresistible para quienes buscan respuestas coherentes y alejadas de dogmas.
Como descubrirá el lector en esta obra, Ronald Ojeda no era una persona «politizada». Antes de su llegada a Chile y al Partido Libertario, carecía de una verdadera formación política. Sus opiniones estaban guiadas por una rara condición innata de claridad ética profunda, que lo llevó a cuestionar las órdenes de sus superiores y los hábitos que constituían la costumbre de una institución corrompida. La «revolución», parió a un hijo bastardo que la enfrentaría hasta su muerte.
Ronald representa la encarnación de los valores de un verdadero libertario: un inquebrantable sentido de justicia que lo impulsa a proteger la vida de su prójimo, respetar su libertad y tolerar lo que haga con lo que le es propio. Estos deberes fundamentales, hacen al libertario intolerante frente a la injusticia y el abuso, cometidos por políticos que creen encarnar «la Ley» en sí mismos, invadiendo la intimidad familiar y los espacios cívicos, y convirtiendo al pueblo en cómplice y víctima de las más brutales arbitrariedades. En este contexto, Ronald combatió con heroica valentía e integridad moral a una sociedad corrupta, dotado de una voluntad inclaudicable y decidido a recuperar la Libertad de una institución resignada, enfrentando en el proceso a sus conspiradores.
Cronología Del Crimen Político
Los detalles del crimen de Ronald Ojeda Moreno involucran a la cara oculta de la política chilena -tal vez de la política en general- y nos recuerda de lo que son capaces quienes prometen el paraíso y ven en el Estado el camino para alcanzarlo.
En marzo de 2017 fue secuestrado y torturado de manera clandestina por la Dirección de Contrainteligencia Militar de Venezuela (DGCIM), posteriormente fue trasladado ilegalmente a la cárcel para presos políticos de Ramo Verde en Caracas. Allí, permaneció durante nueve meses, hasta que logró fugarse el 30 de noviembre en un operativo que él mismo describe en estas páginas. En este periodo, Ronald recibió información respecto a una operación «Zancudos», como se le denominó por la Inteligencia venezolana, que buscaba asesinar a un grupo de militares desertores entre los que incluía su nombre. Esta situación, lo obligó a emigrar a Colombia para, posteriormente, pasar por Perú hasta llegar a Chile en búsqueda de asilo.
Como exiliado, jamás dejó de luchar por la Libertad de su país y denunciar las flagrantes vulneraciones a los derechos humanos ejercidas por el Castrochavismo, por lo que se mantuvo políticamente activo participando en diferentes organizaciones, ya sea de militares exiliados como en actividades culturales. Como mencioné, es en este contexto que en 2023 se integró al Partido Libertario de Chile y participó en diferentes charlas del reputado escritor Nicolás Márquez, quien en ese entonces promocionaba: La Dictadura Comunista de Salvador Allende, El Libro Negro de la Nueva Izquierda y La Máquina de Matar: Biografía definitiva del «Che» Guevara (Ed. Z&E). También nos acompañó a la concurrida conferencia del gran intelectual chileno Axel Kaiser, junto con el ahora presidente libertario Javier Milei. Sin duda, estos referentes fueron una gran influencia en su devenir cultural, y la motivación para relatar y publicar sus memorias.
19 De Noviembre De 2023
Tras la histórica victoria de Javier Milei en Argentina, quien se convirtió en el primer presidente libertario de la historia, Ronald escribió a nuestro coordinador nacional:
-Hermano, avísame dónde celebramos. Si se da el caso, y me llego. Un saludo libertario -y añadió-: Tengo algo importante que discutir contigo, pero será para otro día. Es muy importante.
Estas fueron las últimas noticias que recibimos de él.
Diciembre De 2023
Durante este mes, Ronald regresó clandestinamente a Venezuela acompañado por el capitán del Ejército venezolano Ányelo Heredia Gervacio. Juntos, planifica ron una sublevación interna para derrocar al sangriento régimen de Nicolás Ma duro y Diosdado Cabello. Desafortunadamente, al ingresar a su país, fueron interceptados por miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), socios de la élite castrochavista que lleva décadas operando en territorio venezolano. Esto obligó a Ronald a huir entre disparos hacia Colombia, mientras que el capitán Heredia fue capturado por el ELN y entregado a la Dirección General de Contra inteligencia Militar (DGCIM). Esta unidad de Inteligencia Bolivariana, que había torturado a Ronald durante su primera detención en Caracas en 2017, ha sido señalada en el marco de la investigación como la presunta contratista del Tren de Araguapara la captura del teniente Ojeda en Chile.
Según declaraciones entregadas al medio colombiano Caracol por uno de los integrantes del reciente operativo: «Busqué a Ojeda cuando llegó a la casa de seguridad, que ya teníamos preparada. Al entrar, vi todo el piso lleno de sangre por que Ojeda estaba herido. Debido al estrés postraumático, Ojeda durmió tres días en un monte -además, agregó-: Ojeda tomó un autobús hasta Rumichaca, y desde allí empezó a descender hacia Ecuador, luego a Perú y finalmente hasta Chile. Todo el recorrido lo realizó exclusivamente por tierra».
El registro de los audios de WhatsApp de este hecho fue publicado por los medios de comunicación chilenos. Curiosamente, el crimen de Ojeda ha acumulado una serie de reportajes con información detallada sobre un caso al que supuestamente no han tenido acceso, dado que la carpeta investigativa es de carácter «confidencial».
De Enero De 2024
A raíz de la estrepitosa alza en la inseguridad y la proliferación de crímenes cada vez más violentos a consecuencia de la descontrolada inmigración ilegal en Chile, resultado de las desastrosas políticas migratorias de los últimos tres gobiernos, y en particular, por su promoción intencionada de parte del bloque burgués-revolucionario que preside Gabriel Boric; el subsecretario del Interior Manuel Monsalve, militante del Partido Comunista y ferviente defensor del régimen castro-chavista, viajó a Venezuela de manera inédita. Su objetivo fue re unirse con José Ramírez, el satírico viceministro del Sistema Integrado de Investigación Penal de la narco-dictadura, con la declarada intención de «firmar un acuerdo sin precedentes en el ámbito de la cartera de Seguridad Pública». Estas gestiones suelen ser responsabilidad de Cancillería y también suelen realizarse con países de incuestionable institucionalidad. No obstante, la gestión inescrupulosa es sello característico de los admiradores de Stalin y los más sangrientos regímenes de la historia.
De Enero De 2024
El pacto de colaboración fue firmado por el socialista Manuel Monsalve, pero no por su contraparte venezolana. Otra muestra más de la indigna sumisión por parte de los lamebotas del Castrochavismo, el Partido Comunista y su fanaticada frenteamplista, que en distintas ocasiones han protagonizado escandalosas portadas relacionadas con las millonarias sumas de dinero que han recibido de parte de la dictadura venezolana y otras a lo largo de su historia.
Tras el secuestro, el director del diario La Razón aseguró que el gobierno de Chile había facilitado información sobre Ronald a la dictadura. Como era de esperar, tal acusación fue negada por Monsalve, quien, como fiel lacayo de la narco-dictadura, desacreditó al emisor por tratarse de un «medio opositor al régimen», asegurando que no ha habido traspaso de información alguna. También, agregó que el convenio no ha sido firmado por la contraparte, ni se han nombrado las contrapartes técnicas. Estas declaraciones han sido cuestionadas por el medio El Libero, debido a que, pese a no ser firmado por Venezuela ni nombradas las contra partes técnicas, «el documento que se suscribió el 18 de enero en Caracas, no lo fijaba como una condición para la entrada en vigencia del convenio».
21 De Enero De 2024
Ronald escribió en su cuenta de X: «Como amo la libertad, tengo sentimientos nobles y liberales; y si suelo ser severo, es solamente con aquellos que pretenden destruirnos. El Libertador».
23 De Enero De 2024
El dictador de izquierda, Nicolás Maduro, anunció por Cadena Nacional un listado de 33 soldados que han sido degradados y acusados de «traición a la patria», crimen cuya pena consiste en al menos 30 años de cárcel. Entre los nombres mencionados se encontraba el de Ronald Leandro Ojeda Moreno.
21 De Febrero De 2024: Día Del Crimen
Alrededor de las tres de la madrugada se aproximó al edificio donde residía Ronald, ubicado en la calle El Molino # 1755 en la comuna de Independencia, un automóvil marca Nissan modelo Versa idéntico a los utilizados por la Policía de Investigaciones de Chile (PDI). Del vehículo, se bajaron cuatro sujetos con chalecos antibalas, cascos, armas y uniformes tácticos de la PDI e ingresaron al edificio sorprendiendo a un trasnochado conserje que luchaba por mantenerse despierto, mientras un quinto sujeto esperaba al volante. Demostrando una formidable preparación táctica de los falsos PDI, uno de ellos se quedó en la recepción, mientras los otros tres subieron al piso catorce, sin jamás exponer sus rostros a las cámaras, e irrumpieron en el departamento de Ronald con enorme pericia logrando su extracción en 40 segundos exactos.
Los 40 Segundos
Era el primer día de descanso de Ronald, ya que trabajaba para una empresa de seguridad llamada Atalaya Soluciones y Protección en la cual cumplía turnos de 4x4, es decir, cuatro noches vigilaba las cámaras y descansaba las cuatro siguientes. Ronald pernoctaba junto a su esposa y su hijo de 6 años cuando, de pronto, un fuerte estruendo derribó la puerta de entrada e ingresaron al unísono tres sujetos con uniformes tácticos de la PDI, con sus pistolas desenfundadas. La esposa de Ronald comenzó a gritar despavoridamente, suplicando que no se lo llevaran mientras su hijo se refugiaba entre sus brazos, ahogado en su llanto y preso de un terror incontenible. Mientras uno de los sujetos levanta a Ronald, quien se encontraba nada más que en ropa interior, otro de los agentes apuntó su arma de fuego en dirección a la cabeza de la mujer y de un grito le exige que se calle, afirmando que son policías. En ese momento, la futura viuda se dio cuenta de que se trataba de compatriotas.
Mientras todo esto sucedía en el piso catorce, el conserje comenzó a recibir llamadas por parte de vecinos que fueron alertados por los gritos y golpes que retumbaron por todas las paredes del edificio. El agente que le acompañaba le ordenó no contestar y guardar silencio.
Durante la operación, en el edificio había un segundo conserje de turno, un ciudadano venezolano de 26 años que había sido contratado inicialmente como re tumbaron por todas las paredes del edificio. El agente que le acompañaba le ordenó no contestar y guardar silencio.
Durante la operación, en el edificio había un segundo conserje de turno, un ciudadano venezolano de 26 años que había sido contratado inicialmente como re emplazo por un período de diez días. Sin embargo, desapareció misteriosamente entre las 2:36 y las 4:03 de la madrugada. Fue precisamente en este intervalo cuando se llevó a cabo el operativo que culminó con el asesinato de Ojeda. Además, los registros de las cámaras de seguridad captaron al conserje sustituto nueve días antes, mientras mantenía una conversación con Ronald. Tras su retirada, las imágenes muestran cómo el conserje lo sigue sigilosamente hasta el piso catorce y verifica el departamento del teniente.
Al evaluar la situación con estremecedora serenidad, Ronald dirigió su mirada a su esposa y a su pequeño hijo, les pidió que se calmaran diciéndoles: «Todo va a estar bien». Los agentes procedieron a retirar a Ojeda del departamento mientras su esposa y su hijo permanecían congelados mirando con los ojos repletos de lágrimas como estos cuatro corpulentos sujetos se llevaban a su amado Ronald por la puerta. No puedo imaginar el terror e impotencia que debió sentir su esposa al ver cómo se llevaron de un segundo a otro a su esposo, el padre de su hijo. El amor de su vida.
El Escape
Los videos revelan cómo, a las 3:09 horas, los secuestradores retiran a Ronald es posado de su departamento, mientras uno de ellos mantiene el brazo alrededor de su cuello, encaminándolo por el pasillo del edificio. Una vez en el ascensor, se ve un breve intercambio de palabras. Su calma y su lenguaje corporal transmiten gran coraje indisoluble de una solemne dignidad, camina erguido y a paso firme hacia su fatal destino, sin lágrimas, sin súplicas nivacilación. Tal y como había escrito hace un mes en su cuenta de X, la imágenes revelan un comportamiento que trata con severidad a quienes pretendían destruirlo y, como describe en aquella cita, inspirado por su amor a la Libertad y sus nobles y liberales sentimientos.
Al salir del edificio, los agentes posan a Ronald frente a un vehículo marca Chevrolet modelo Sail aparcado y tripulado por dos sujetos llamados Maickel y Ángel. Uno de los agentes levanta la cabeza de Ronald, mientras desde el auto Ángel fotografía la cara y el cuerpo desnudo del teniente. Una vez completada la verificación, vuelven a ingresar a Ronald al Nissan Versa, y emprenden rumbo por la autopista en dirección a la colindante comuna de Renca.
A las 3:26 de la madrugada los secuestradores se ven forzados a abandonar el Nissan Versa en plena autopista Costanera Norte, por lo que parece ser un inesperado desperfecto técnico del vehículo. Es curioso que en una autopista que cuenta con 300 cámaras de circuito cerrado de TV, comandadas desde el Centro de Control Operativo que monitorea la ruta las 24 horas del día, los 365 días del año, los secuestradores conocieran a la perfección los puntos ciegos de esta.
¿Quién les informó respecto a la localización de estos puntos? Dentro del auto, dejaron las vestimentas falsas de la Policía de Investigaciones y un cargador calibre 9mm.
Una vez abandonado el carro, se trasladan a un costado de la autopista y se reúnen nuevamente con el Chevrolet Sail tripulado por Maickel y Ángel. Además, se encontraron con un tercer vehículo marca Hyundai modelo 110, al que los se cuestradores trasladaron a Ronald. En el lugar, Ángelo escuchó cómo Maickel se contacta con un tal «Chito», a quien le pidió que se deshaga del Nissan que se en contraba varado en la autopista ya que este contenía las huellas digitales de sus compañeros. Sin embargo, el pedido no se concretó. Con Ronald ya en el Hyundai I10, reingresaron a la autopista junto con el Chevrolet Sail, pero pronto se separa ron, perdiendo así cualquier rastro.
Los ocupantes del Chevrolet fueron identificados gracias a una fotografía registrada en una estación de servicio ubicada en la intersección de la Avenida Santa Rosa con San Martín, en la comuna de La Granja. En un movimiento desconcertante, Maickel ingresó su RUT al pagar el combustible con el propósito de acu mular puntos Full Copee, un sistema de incentivos de la compañía diseñado para atraer clientes y ofrecer beneficios.
Mientras el Hyundai I10 se dirigió a una casa situada entre dos edificios en el sector de Lo Blanco, en la comuna de San Bernardo, donde los secuestradores fueron recibidos por individuos de nacionalidad chilena. A su llegada, estos sujetos cubrieron con sábanas a los falsos policías antes de entrar al inmueble. Se cree que, sin incluir a los chilenos, alrededor de 15 personas participaron en el secuestro.
Once días después, se encontró el cuerpo en ropa interior de Ronald Leandro Ojeda Moreno al interior de una maleta enterrada a 1.4 metros de profundidad y cubierta por una gruesa capa de cemento en medio de la conocida toma Vicente Reyes, un campamento ilegal ubicado en la comuna de Maipú habitado predominantemente por inmigrantes de nacionalidad haitiana. Según el cuestionado certificado de defunción, su muerte a causa de «asfixia por suspensión» habría ocurrido entre siete a diez días antes del hallazgo de su cuerpo. Esto revela que el teniente libertario habría permanecido cautivo y sometido a sistemáticas tortu ras por uno a cuatro días.
Minutos Tras Su Secuestro
Minutos después de la extracción y una vez recuperado el aliento, la esposa corrió hacia la recepción e interrogó al conserje del edificio: «¡¿Por qué los dejaste pasar?!»
El conserje aseguró en reiteradas ocasiones que se trataba de policías chilenos, aunque posteriormente declararía no estar seguro ante la policía. Desorientada , la viuda comienza a llamar a distintos números de emergencia; el primero en responder fue el 149 que corresponde al «fono familia». Al poco tiempo llegó su cuñada Mayra, hermana de su recién secuestrado marido, quién se unía a los intentos desesperados por auxiliar a su hermano. Tras la llegada de Carabineros al edificio, verifican por medio de las cámaras que se trataba de funcionarios de la PDI. Sin embargo, la sospecha de uno de los uniformados lo hizo decidirse por acercarse a un cuartel de la PDI y consultar respecto al procedimiento en cuestión.
Al confirmar que no existía registro de tal, dejó rápidamente a la viuda y su cuñada en la comisaría más cercana y regresó, en un intertanto de 40 minutos, al edificio a revisar nuevamente las cámaras para identificar la patente del vehículo utilizado por los secuestradores.
Mientras tanto, la mujer que acababa de ver cómo un grupo de falsos PDI irrumpió en su hogar y se llevó a su marido, realizaba la denuncia en medio de un ambiente colmado de agentes del Estado chileno, sonrientes como si se tratara de un trabajo de oficina sin atención al público. Esta situación le provocó una justificada indignación y, ante su molestia, uno de los carabineros le increpó que «algunas personas selo toman demasiado a pecho». Tal y como leyó.
Dos horas más tarde, llegaron al edificio verdaderos agentes de la Policía de Investigaciones de Chile para revisar el departamento donde se cometió el secuestro. Antes de su llegada, una patrulla de Carabineros había reportado que un auto marca Nissan, modelo Versa -de idénticas características a los utilizados por la PDI había sido abandonado en un punto ciego de la autopista Costanera Norte en la comuna de Renca. Pese a la enorme coincidencia y relevancia que te nía aquel aviso en la investigación, Carabineros tuvo que resguardar el vehículo hasta las 6 de la madrugada, cuando, con inexplicable lentitud, agentes de la PDI llegaron al lugar.
Recién a las 10:00 horas, el Ministerio Público dejó de considerar el secuestro de un refugiado político como un delito común. Esta fue la razón por la cual no se bloquearon las rutas que salen de la capital, ni se establecieron controles exhaustivos de identidad, ni se tomaron medidas que un país serio adoptaría ante tal amenaza a su seguridad nacional. Recién pasadas las 15:00 horas, se emitió la primera comunicación a Carabineros para que levantaran las alarmas respecto al caso, facilitando un insólito número difícil de memorizar (22 922 1070) para que la ciudadanía entregue información sobre alguna pista. Poco después, se emitió una orden similar al control fronterizo, encargado de resguardar las porosas fronteras chilenas así como a la policía marítima, que apenas ha encontrado una fracción de las toneladas de droga que se sabe recorren los puertos chilenos desde hace años.
Es llamativo que la fiscalía haya decidido designar la investigación sobre la su plantación de falsos PDI a la misma institución, debido a que es habitual que cuando se trata de estos casos, la investigación suele asignarse a la institución de Carabineros como medida preventiva en caso de una potencial complicidad con otros agentes. También, se debe a que en Chile, hasta la fecha, no se cuenta con una fiscalización efectiva de sus propios policías ni medios más sofisticados como detectores de mentiras para tales efectos. Por supuesto, esto también se aplica viceversa. Cuando se trata de investigar una suplantación de Carabineros, se suele asignar la pesquisa a la Policía de Investigaciones por idénticas razones.
Pero esta es solo una de muchas «extrañezas» que adornan el caso.
Las Reacciones Políticas
La mayoría de los partidos de la socialdemocracia chilena, como Renovación Nacional (RN), Unión Demócrata Independiente (UDI) y Partido Republicano (PR), reaccionaron inmediatamente tras el secuestro. Exigieron, a través de distintos medios, celeridad al gobierno ultraizquierdista de Gabriel Boric. Además, solicitaron razonablemente que se excluyera la asistencia de cualquier militante o simpatizante comunista en la causa, debido a la evidente simpatía que estos han manifestado por el régimen castrochavista.
El 29 de febrero, la paródica y prepotente ministra del Interior, Carolina Tohá, sa lió en defensa de sus compañeros de gobierno, tachando de «inadmisible» la inquietud de la oposición. Esto, a pesar de que unos días antes, el asesor del subsecretario del Interior, Juan Andrés Lagos, miembro del Comité Central del Partido Comunista, declaró en una entrevista para El Mercurio que se estaban haciendo «especulaciones terribles» que «apuntan principalmente a tratar de debilitar y romper, todo tipo de interacción entre Chile y Venezuela respecto de temas tan importantes como el narcotráfico, el lavado de dinero y el crimen organizado».
En la misma línea, sus compañeros comunistas confirmaron las aprehensiones de la oposición, descartando la posibilidad de un móvil político pese a las pruebas y declaraciones de la fiscalía. Con gran coordinación de sus militantes, levantaron la tesis de que se trataba de un «simple ajuste de cuentas entre narcotraficantes». Al mismo tiempo, con patético victimismo, denunciaron un anticomunismo visceral y peligroso, latente en la ciudadanía chilena.
A esta causa se sumó el presidente Gabriel Boric, rompiendo su hasta entonces indiferente silencio. El día 4 de marzo, tres días después de encontrado el cadáver, escribió en su cuenta de X:
«El anticomunismo visceral de algunos sectores políticos y sus medios afines en nuestro país es demasiado evidente. No conozco otro partido que reciba tantos ataques ad hominem y mentiras. Yo al menos, no tengo ninguna duda del compromiso democrático y social del PC chileno».
De esta manera, la marioneta del Partido Comunista rompió su prolongado silencio ante el secuestro, tortura y asesinato de un refugiado político durante su administración. Haciendo gala de su inmaculada devoción por los lamebotas del castrochavismo, demostró que su seudo compromiso con los derechos humanos no es más que el típico disfraz que utiliza la izquierda para infiltrarse en «la fiesta de la democracia» para hacerse con el poder y, así, acabar con la misma.
La bancada del Partido Comunista, encabezada por Luis Cuello y Alejandra Placencia, salió a denunciar una supuesta persecución en su contra y desestimó cualquier móvil político, calificándolo de fake news.
Algunos comunistas fueron aún más lejos, como el senador Daniel Núñez, que al convocarse una sesión extraordinaria en el Senado por el caso de Ojeda, la llamó en reiteradas ocasiones una absoluta «pérdida de tiempo», demostrando además su gran capacidad de contradicción al solicitar que no se hagan tesis apresuradas y, al mismo tiempo, descartar tajantemente la posibilidad de un móvil político.
Otro que no tuvo escrúpulos a la hora de referirse al tema fue el diputado comunista Boris Barrera, quien ni siquiera se esforzó en descartar la posibilidad de una operación dirigida desde Caracas, sino que justificó el crimen por tratarse de alguien que, según él, pretendía un magnicidio en contra de su adorado dictadorzuelo.
Como si todo esto fuera poco, la secta comunista, en respuesta a las evidentes sospechas sobre el operativo perpetrado por sus financistas, organizó una conmemoración en honor a la fallecida militante comunista Gladys Marín. Marín, conocida por su casi turístico exilio en la URSS, del cual huyó rápidamente hacia el mucho más capitalista país de Costa Rica, fue recordada, como cada año, en un evento al que asistieron, por invitación personal, los embajadores de Siria, Cuba, Nicaragua y Venezuela. Este último fue recibido con una acalorada ovación por parte de toda la secta, quienes celebraron así los logros de los hambreadores seriales y el asesinato de uno de sus opositores. Todo esto ocurrió apenas dos días después de que se encontrara el cadáver vapuleado y enterrado del joven teniente.
La Ayuda De La Oposición
Por lo que conversé con la familia de Ronald, solo una persona de la oposición habría tomado contacto con ellos :Francisco Chahuán, senador del partido Renovación Nacional.
El mismo día del secuestro, Chahuán realizó un video que subió a su cuenta de X pidiendo celeridad en la investigación y solicitando que, en caso de comprobarse la autoría de la narco-dictadura, se llevara el caso a las cortes internacionales.
Durante los primeros días, en un acto de sorprendente generosidad, el senador ofreció a la familia los servicios de un reputado abogado de su confianza: Juan Carlos Manríquez.
Este destacado abogado penalista, de exorbitantes aranceles, es conocido en el mundo de la política y ha representado a diversos clientes notables. Entre ellos destacan:
- Karina Oliva: Excandidata al Senado y a la gobernación de Santiago de ultraizquierda, investigada por presunto fraude al fisco.
- Marcos Enriquez Ominami: Eterno candidato a la presidencia, fundador del Grupo de Puebla, ferviente defensor de la narco-dictadura venezolana e hijo del fundador y secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR),muerto en combate durante el gobierno cívico-militar. Fue investigado por el famoso escándalo de financiamiento ilícito de la política en 2015.
- Sergio Muñoz: El recién renunciado director de la Policía de Investigaciones (PDI), acusado en el caso «audios». Este caso surgió a partir de filtraciones de mensajes de WhatsApp del también destacado abogado Luis Hermosilla. Al incautar el teléfono de Hermosilla, se descubrieron una serie de conversaciones con actores relevantes del Estado chileno y el mundo empresarial, incluyendo a Sergio Muñoz. Aparentemente, Muñoz filtraba información sobre la investigación en curso contra su antecesor en la PDI, Héctor Espinosa. Una vez des cubiertos estos mensajes, se emitió una orden de allanamiento a la oficina y casa de Muñoz, quien más tarde entregó su renuncia al gobierno de Boric. Muñoz encabezaba la PDI cuando ocurrió el crimen de Ojeda.
- Daniel Jadue: El recién asumido cliente del prestigioso abogado, el alcalde comunista de la comuna de Recoleta, quien, durante el curso de la investigación por delitos de cohecho, administración desleal, fraude al fisco y estafa en el escándalo de las «farmacias populares», intentó viajar a Venezuela antes de que se decretara su prisión preventiva por ser considerado «un peligro para la sociedad». El excandidato a la presidencia ha gozado de un sistemático apoyo por parte de la narco-dictadura venezolana, que lo considera «un preso político» de nuestro país, al igual que los acólitos de su partido quienes emprenden largas jornadas de minúscula participación a las afueras de la cómoda cárcel en la que espera su sentencia.
¡Qué fortuna que el Senador Francisco Chahuán pusiera a disposición de la familia a tan competente abogado para el caso!
Actores Internacionales
Al otro día del secuestro, el diputado y primer vicepresidente del partido de gobierno de la dictadura venezolana, Diosdado Cabello, quien para muchos es el cerebro tras los crímenes perpetrados por la tiranía, intentó ridiculizar, fiel a su estilo, la denuncia hecha por Iván Simonovis.
Simonovis, un excomisario venezolano que fue apresado por nada menos que 15 años por no simpatizar con el entonces dictador Hugo Chávez, aseguró que el secuestro del exmilitar fue llevado a cabo por funcionarios de Contrainteligencia de Venezuela, quienes, según él, incursionaron de forma ilegal en Chile. Además, denunció que la dictadura tiene agentes de Inteligencia operando desde hace años en distintos países de la región.
En una cadena nacional, típica de los regímenes admirados por la izquierda, el fanfarrón vicedictador ironizó sobre los dichos de Simonovis diciendo: «Dice que, escuchen esta historia, pero eso lo corren, que un comando de la DGCIM fue a Chile, saquen la cuenta de cuántos kilómetros hay de aquí a Santiago de Chile, secuestraron a un tipo allá y se lo trajeron de Chile para acá. Pasaron por todos los países que había que pasar y nadie se enteró, es que nosotros somos unos campeones, si nosotros podemos hacer eso, ¿quién nos para en este mundo?», sentenció entre risas forzadas.
Simonovis no fue el único en acusar la evidente participación del régimen venezolano, a este, se sumó Manuel Cristopher Figuera, exdirector del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), quien en el programa Ahora con áscar Haza afirmó que se trataría de «un secuestro mediante una operación acordada con funcionarios del gobierno chileno».
Tres días después de encontrado el cuerpo del teniente Ojeda, se sumó quien fue miembro de la Dirección General de Inteligencia (DGI) del Ministerio del Interior de Cuba por 11 años, Enrique García, afirmando que «es evidente que en el secuestro de Ronald hubo Inteligencia venezolana» agregando que; «el servicio de Inteligencia de Venezuela se formó desde La Habana». Al mismo tiempo, el Foro de Madrid emitió un comunicado solicitando al presidente Boric: «Disculparse con el pueblo chileno al permitir que una potencia extranjera cometa un crimen en territorio nacional; pedir perdón a la familia de Ojeda y a los millones de venezolanos que se han exiliado de Venezuela, o que sufren el régimen liberticida del dictador Maduro; retirar las credenciales al embajador de Venezuela en Chile; y acusar formalmente a Maduro ante la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad».
Probablemente, todo esto suscitó la reacción del extraviado presidente, quien salió en defensa de sus patrones comunistas ese mismo día.
Confesiones De La Familia
Antes de revelar las siguientes declaraciones, es importante contextualizar al lector sobre las circunstancias extremadamente complejas en las que se encuentra una mujer digna de absoluta admiración: Josmarghy Castillo, viuda del heroico Ronald Leandro Ojeda Moreno. Nunca la he visto perder la compostura en público, a pesar de la pesadilla que le ha tocado vivir. Es una mujer de una fortaleza estremecedora y una enorme calidez humana.
También debo recordar al lector que todo esto le está sucediendo a una familia de inmigrantes de muy escasos recursos, que intenta, en medio del caos familiar, la presión de los medios y el dolor, tomar las mejores decisiones posibles.
No estoy seguro de los efectos que puedan tener los detalles que revelaré en las siguientes líneas, pero el riesgo que he decidido tomar proviene de un mandato del corazón que me solicita revelarlos debido a la gravedad que implican respecto al futuro del caso. Me temo que, condenándolos al olvido, no habré hecho todo lo que estuvo a mi alcance para contribuir a la búsqueda de justicia para alguien a quien todo libertario le debe.
Abundan las «extrañezas» que rodean el caso. La primera información que me reveló la familia fue una denuncia anónima que proporcionaba datos relevantes sobre la planificación del crimen y la identidad de Maickel Villegas, quien ya había sido identificado como uno de los involucrados en el secuestro. Según parece, Maickel habría pertenecido a la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) y, antes del crimen, trabajó durante casi un año en una empresa de delivery llamada On Time Service, ubicada en la comuna de San Joaquín. Durante este tiempo, repartía en varios barrios, incluyendo la comuna de Independencia, utilizando el mismo Chevrolet Sail que usó en el operativo. Lo curioso es que, para marzo, el denunciante anónimo aseguró que ni Carabineros ni la PDI habían entrevistado a nadie de la empresa ni revisado los registros de las cámaras. Hasta la fecha, desconozco si esto habrá sucedido.
La segunda infidencia que me dejó helado fue cuando la familia me contó que distintos miembros de la Policía de Investigaciones y, en particular, del Ministerio Público, les aconsejaban insistentemente cremar el cuerpo de Ronald. ¿Por qué razón los integrantes de las instituciones encargadas de la investigación estarían interesados en quemar el cuerpo del delito?
Otro desconcertante hecho tuvo lugar cuando, según la familia, el abogado Juan Carlos Manríquez y el fiscal a cargo, Héctor Barros, solicitaron a la viuda permiso para viajar a Uruguay el día 15 de mayo y reunirse con representantes de la dictadura para «discutir» sobre el caso. ¿Qué sentido tiene reunirse con los princi pales sospechosos en un país «neutral»? Esta iniciativa fue descartada debido a la negación del fiscal nacional Ángel Valencia, según me comentaron.
A raíz del fracaso del intento de reunirse en Uruguay, los fiscales venezolanos Ángel Fuenmayor, director general contra Delitos Comunes, y Álvaro Cabrera, director de Asuntos Internacionales del Ministerio Público de la narco-dictadura, llegaron a Chile sin mayor aviso, con la intención de acceder al expediente del caso y reunirse con el fiscal a cargo, Héctor Barros, y el fiscal nacional, Ángel Valencia, quienes no los recibieron, excusándose en problemas de agenda.
Recuerdo que la familia me comentó que, al enterarse de la llegada de los fiscales venezolanos, los fiscales chilenos les advirtieron que ni ellas ni su abogado de bían reunirse con las autoridades de la dictadura. Sin embargo, el abogado sos tuvo una reunión con los fiscales, lo que desconcertó a la viuda. Tras la reunión, el abogado declaró a la prensa la importancia de que ambos gobiernos colabora sen en la investigación, alineándose con la narrativa impulsada por el gobierno de lacayos del Partido Comunista, presidido por Gabriel Boric.
Los fiscales de la dictadura también se habrían reunido con Juan Pablo Glasinovic, director de la Unidad de Cooperación Internacional y Extradiciones de la Fiscalía Nacional de Chile. No obstante, Glasinovic declaró a la prensa que, debido al carácter confidencial de la investigación, se les negó el acceso al expediente. Las autoridades formales de la narco-dictadura habrían permanecido en Chile desde el 28 de mayo hasta el 1de junio.
La más estremecedora de las infidencias confesadas por la familia es la relación que Germán Alexander Ojeda Moreno, general del Ejército venezolano y hermano mayor de Ronald, habría tenido en el crimen de su hermano pequeño. Por tratarse de un tema sumamente delicado, no daré mayores detalles al respecto. Solo me remitiré a los numerosos testimonios de las víctimas de los «paraísos» socialistas y sus conocidos modus operandi.
Fue el mismo Friedrich Engels quien, en su obra El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, identifica en la familia el origen de la propiedad privada, una institución que las distintas formas de socialismo han intentado suprimir, provocando la muerte de más de 150 millones de personas solo en el siglo XX. A partir de este diagnóstico, cada vez que la izquierda llega al poder, promueve políticas que buscan debilitar la familia nuclear con el objetivo de crear un ecosistema integrado por individuos ambivalentes y dependientes de la voluntad de sus gobernantes.
Uno de los casos más emblemáticos fue el de Pavlik Morozov, un ícono de la propaganda soviética que en 1932, a los 13 años, habría denunciado a su propio padre a las autoridades soviéticas por actividades contrarrevolucionarias, específicamente por falsificar documentos y venderlos a enemigos del Estado. La denuncia resultó en que su padre fuera sentenciado a un gulag -campos de concentración de la Unión Soviética- y posteriormente ejecutado.
La propaganda soviética presentó a Pavlik como un verdadero héroe comunista, usándolo como ejemplo para el resto de los jóvenes bajo el régimen y así convencerlos de que la revolución está por sobre cualquier vínculo afectivo. En un espíritu similar, el general Germán Ojeda Moreno habría respondido a sus familiares que su hermano pequeño se habría buscado lo que le sucedió.
Mientras escribía estas páginas me llamó Mayra, hermana de Ronald, para contarme que hoy (jueves, 11 de julio) llegaron a Buenos Aires, Argentina, en una misión arreglada por el flamante abogado Manríquez. Resulta que él, unos días antes, le informó a la esposa de Ronald que, tras largas diligencias, consiguió que se les otorgaran refugio en el país vecino. Además, les darían un subsidio temporal, trabajo y alojamiento hasta que pudieran reinventarse. Y, animado por estas promesas, les recomendó vender todas sus cosas en Chile, incluyendo los equipos e insumos para tratamientos estéticos que constituían su medio de vida, asegurando que todo estaba preparado para su partida.
Por suerte no hicieron caso, pues, al llegar a Buenos Aires y reunirse con el gobierno local, la encargada confirmó que jamás existió tal acuerdo y que lo único que les podían ofrecer era refugio. Ante esta revelación, las damas quedaron absolutamente desconcertadas, sin dinero y sin ningún lugar donde alojarse hasta el día del vuelo de retorno a Chile, el viernes 12. Mientras tanto, los medios de comunicación en nuestro país, sorprendentemente comenzaron a comunicar que la familia del teniente asesinado habría dejado el país y encontrado refugio en Argentina.
¿Por qué el prestigioso abogado cometería tal imprudencia? ¿Quién informó a los medios sobre el viaje de las damas, y por qué se difundió una historia tan alejada de la cruda realidad que enfrentaban? ¿Se habrá hecho otra gestión durante los días de ausencia de la viuda? ¿Podrían haberse realizado otras gestiones durante una ausencia prolongada de Chile?
Perfil de los sospechosos y: otros antecedentes
Walter Jesús Rodríguez Pérez, fue el primer identificado en la investigación. Se sospecha que es el uniformado que aparece en los videos sujetando el cuello de Ronald mientras era extraído de su domicilio. Walter fue identificado gracias a la presencia de su huella dactilar en uno de los botones que presionó en el ascensor durante el secuestro y en los restos del celular del teniente Ojeda, que fue incautado y destruido por sus captores. Además, Rodríguez tenía pendientes tres órdenes de detención por delitos de secuestro y robo con intimidación en Chile.
Una de estas órdenes, fechada en junio de 2022, se relaciona con un incidente en el que, junto a cuatro sujetos, abordó e intimidó a tres personas, incluido el líder de la banda de motochorros venezolana conocida como «El Enjambre», Denny Cesar Rincón Villalobos. Este último, fue secuestrado por Walter durante aproximadamente 38 horas hasta que sus familiares pagaron un rescate por su liberación. El sospechoso también estaría involucrado en el secuestro y homicidio de tres personas cuyos cuerpos fueron hallados en un túnel en el municipio de Curacaví en abril de 2023.
Rodríguez Pérez, miembro del Tren de Aragua, trabajó durante siete semanas en 2015 en el despacho de GE del entonces gobernador del Estado de Aragua, Tareck El Aissami, designado por Hugo Chávez. En 2017, El Aissami fue nombrado vicepresidente de Venezuela por el narco-dictador Nicolás Maduro y denunciado por medios norteamericanos como The New York Times y la Corte Federal de Manhattan por sus estrechos vínculos con el narcotráfico, lo que resultó en una orden de captura internacional. No obstante, su caída no fue provocada por esta razón, sino por su renuncia en 2023 como ministro del Petróleo y vicepresidente sectorial de Economía, debido a un escándalo de corrupción, cuya intención era mejorar la deteriorada imagen del dictador antes de las fraudulentas elecciones del próximo año. Para 2024, el fiscal nacional Tarek William Saab anunció su «detención» en el marco de una operación dirigida a desmantelar una trama de corrupción en Petróleos de Venezuela (PDVSA), coincidiendo con la campaña electoral presidencial. Por supuesto, El Aissami no ha sido encontrado. Al igual que el gobierno venezolano, El Aissami mantenía relaciones cercanas con una vasta variedad de peligrosos delincuentes internacionales y organizaciones terroristas como Hamás y Hezbolláh, entre otras.
Walter registró su última conexión el 25 de febrero en la comuna de Colchane, una conocida localidad limítrofe que colinda con Bolivia. Esta área ha sido un punto de ingreso para miles de inmigrantes ilegales a través de un paso no habilitado. Se especula que ese día, Walter podría haber salido de Chile.
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Diosdado Cabello El Jefe del Crimen Contra Ronald Ojeda
La situación es alarmante. Ronald Ojeda, un hombre que dedicó su vida al servicio militar y que fue perseguido por el régimen venezolano, buscó refugio en Chile para salvar su vida. Sin embargo, su asesinato deja en evidencia hasta dónde pueden llegar los tentáculos del chavismo.
¿Cómo es posible que un exiliado sea atacado incluso fuera de Venezuela? En el marco de esta investigación, la figura de Diosdado Cabello vuelve a estar en el centro de la polémica. Las declaraciones del testigo lo sitúan como el jefe de un operativo destinado a silenciar a quienes se oponen al régimen. Este caso es otro ejemplo del terror que el chavismo ha impuesto no solo en Venezuela, sino también fuera de sus fronteras.
En este canal seguimos exponiendo la verdad y haciendo eco de las voces que el régimen intenta callar. Te invito a analizar juntos estos hechos, a reflexionar sobre la gravedad de esta denuncia y a no permitir que este crimen quede en el olvido.
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