EL Rincón de Yanka: PACIENCIA

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lunes, 24 de febrero de 2025

LIBRO "EL LIBERAL ES PACIENTE" por ALBERTO BENEGAS LYNCH (h) 🗽

EL LIBERAL ES PACIENTE

Preámbulo 🗽
Esta nueva colección de mis artículos comienza en diciembre de 2012 donde terminó la publicación de mi anterior selección editada por la Fundación Libertad en conjunto con la Editorial Temas de Argentina con el título de Vivir y dejar vivir y va hasta octubre del corriente año 2013. Agradezco a CEDICE de Venezuela esta iniciativa comandada por la infatigable Rocío Guijarro con el apoyo de empresarios de Caracas consubstanciados con el ideario liberal y, por tanto, prestos al apoyo de proyectos que hagan de soporte logístico a la difusión de esa noble tradición de pensamiento. 
Me admira y celebro entusiastamente la perseverancia de CEDICE para continuar con las faenas educativas en medio de un trágico desvío de la democracia para mutar en cleptocracia, es decir, en un régimen que roba propiedades, libertades y los sueños más excelsos de la población. Teóricamente los gobiernos se constituyen en el mundo civilizado para proteger esos valores: la libertad, la propiedad y la vida de los gobernados quienes deben ser los empleadores de agentes con la idea de que logren esos cometidos, mientras se debaten otras avenidas en base a las externalidades, los bienes públicos, el dilema del prisionero y la asimetría de la información. Paradójicamente, en lugar de aquel ideal, resulta que el así denominado “primer mandatario” se constituye en mandante a través de una descarada usurpación del poder. Solamente a través del trabajo sobre la mente de la gente, es decir, a través de la educación de valores y principios compatibles con la sociedad libre es que puede revertirse semejante situación. Bien ha dicho el marxista Antonio Gramsci “tomen la cultura y la educación y el resto se dará por añadidura”. 

Es de suma importancia percatarse que el eje central de la democracia consiste en el debido respeto a los derechos de la minoría, de lo contrario caeríamos en la fantochada de sostener que Hitler era un demócrata porque asumió el poder con los sufragios suficientes. Juan González Calderón ha escrito con razón que los “demócratas de los números” ni de números entienden puesto que se basan en las siguientes ecuaciones falsas: 50% más 1% = 100% y 50% menos 1% = 0%. Sólo a través de la trasmisión de los fundamentos de la libertad es que se permitirá que en el futuro los políticos articulen un discurso civilizado y no pretendan arrasar con los derechos en nombre de los más necesitados a quienes se los explota y se los usa del modo más cruel en una carrera por la destrucción de instituciones clave como la propiedad privada de la que dependen especialmente los más débiles para prosperar. 

Por ello es que Ludwig von Mises ha escrito que “el programa del liberalismo puede resumirse en una sola expre- sión: la propiedad” y, por el contario, Marx y Engels afirman que “todo el programa del comunismo se resume en la abolición de la propiedad privada”. Resulta crucial comprender que en competencia en el contexto de los mercados abiertos, quienes dan en la tecla con las preferencias de su prójimo obtienen ganancias y quienes yerran incurren en quebrantos. Este proceso permite optimizar las tasas de capitalización que es lo único que permite elevar salarios e ingresos en términos reales, lo cual se da de bruces con los privilegiados amigos del poder que se llenan los bolsillos a expensas de la gente. Hoy en día tal vez la política que más éxito tiene en el llamado mundo libre es el fascismo que es mucho más hipócrita que el socialismo ya que permite que se registre la propiedad en manos privadas pero usa y dispone el aparato estatal, en lugar de expropiar directamente los bienes particulares. Por eso, como señala J. F. Revel, en última instancia no hay diferencia entre derechas e izquierdas, posturas éstas que tienen un enemigo común: el liberalismo y, con diversas estrategias, ambas posturas atacan la propiedad. 

El Liberal es Paciente Aunque en tres casos me aparto de la secuencia cronológica, las columnas incluidas en este libro están encabezadas por tres de las publicadas en “La Nación” de Buenos Aires debido a la naturaleza de los temas allí abordados, que sirve uno como introducción a las flaquezas de la politización y los otros dos señalan el calibre de las raíces del populismo (el peronismo y el bache principal del marxismo en el contexto de las ideas de Belgrano) al que luego imitaron otros gobernantes de la región seguidas, por orden de aparición, de mis entregas semanales al “Diario de América” en Estados Unidos que tocan los más diversos aspectos de una sociedad abierta y la condición humana (incluyendo artículos escritos durante un corto paréntesis debido a algunas reformas en el periódico y la modificación de la plataforma para la versión digital de ese diario). 

Como en otras de mis colecciones, no incluyo artículos publicados también en ese mismo período en revistas y periódicos de mi país y del exterior puesto que aluden a temas puramente coyunturales por lo que no guardan la permanencia que requiere un libro de las características como el que está en mi ánimo publicar. Finalmente, a modo de post sriptum, tres ensayos, uno sobre Adam Smith publicado en Libertas, otro sobre Frédéric Bastiat publicado en Apertura y, finalmente, otro publicado en Estudios Públicos que fue originalmente preparado para la II Jornadas Liberales Iberoamericanas en España (Benidorm) sobre el nacionalismo, posición ésta que impregna todas las manifestaciones autoritarias aunque algunas se ufanen de “internacionalistas” pero siempre en base a la idea de invadir y aplastar zonas no tomadas por la xenofobia generalizada donde siempre hay ciudadanos de segunda a los que se debe combatir dentro y fuera de las fronteras, sin comprender ni remotamente los beneficios del cosmopolitismo y que toda cultura se nutre de una fértil trama de continuas donaciones y recepciones cruzadas. Tal como he consignado antes, el reunir trabajos en un volumen me trasmite una sensación de mayor provecho de los escritos en el sentido que, como es sabido, “nada hay más viejo que el periódico del día anterior” y, por tanto, el artículo correspondiente se esfuma para siempre y solo quedan rastros en la memoria de los lectores. 

Sin embargo, el reunir aquellas columnas en una publi- cación hace posible la permanencia de las ideas allí expresadas y permite al lector el volver sobre ellas cuando lo estime conve- niente, ya sea de su biblioteca o de su archivo en el ordenador. Respecto al título del presente libro -El liberal es paciente- se debe a que esa virtud es consubstancial al liberalismo por múltiples motivos. 

Primero, porque esta corriente de pensamiento no propone tajos abruptos en la historia sino debates abiertos, por los que confía en que habrá un número suficiente de personas que comprendan y compartan la filosofía de la libertad para adaptarse. 

Segundo, porque la misma evolución -siempre presente puesto que, como enseña Popper, las corroboraciones tienen el carácter de la provisionalidad sujetas a refutaciones- tiene lugar constantemente entre sus propias flas como una aventura del pensamiento, la que debe también ser objeto de un cuidadoso y lento escrutinio antes de que la idea esté lista para ser considerada por un público más numeroso. 

Tercero, aún en momentos extremos en los que se debe recurrir al derecho de resistencia frente a atropellos inaguantables del Leviatán, se apresura a entregar y compartir las decisiones relativas al poder para que sean consideradas por la gente puesto que estima impropio e inconducente el retener la conducción sin la expresa aprobación de sus semejantes como única manera de mantener la convivencia civilizada. 

Cuarto, sostiene sin sobresaltos razonamientos de largo alcance y escucha argumentos y cuestiona- mientos de quienes se oponen a la libertad porque consideran el pluralismo como mecanismo enriquecedor y la tolerancia como esencial para la vida en sociedad. 

Quinto, es paciente en su reducto familiar y de amistades para conversar, fundamentar e ilustrar sus puntos de vista. Sexto, es comprensivo y receptivo con sus subordinados porque tiene presente que el conocimiento está fraccionado y está disperso, lo cual se fomenta con la horizon- talidad y no con la verticalidad, y está siempre en las antípodas de quienes imponen alegando autoridad del mando porque creen en la autoridad moral. Séptimo, debe ubicarse siempre en la punta de la silla con mente abierta y despejada esperando con calma la posibilidad de incorporar algo nuevo y distinto.

El Liberal es Paciente de lo que venía sosteniendo en el fértil camino de la libertad porque nullius in verba (no hay palabras finales). Octavo, aún formulando las debidas y justificadas críticas debe tragarse sapos provenientes del plano político porque sabe que debe esperarse todo lo que sea necesario a que la opinión pública haga su labor hasta alcanzar a su debido tiempo las propuestas políticas. Y noveno, debe ser paciente consigo mismo al efecto de cultivar la autocrítica y en lugar de quejarse porque otros no adhieren a sus ideas se autoinculpa por no ser más efcaz para trasmitir el mensaje con lo que se incen- tiva para hacer mejor los deberes y así pulir el discurso. Los apresuramientos no dan resultado ni tampoco sus frutos pueden mantenerse en el tiempo. 

El liberal espera pacientemente los efectos bienhechores de la educación como su arma más contundente. Cree firmemente en el poder de las ideas por lo que está obligado a ser paciente, lo cual en modo alguno significa que se recueste y descanse esperando que las cosas sucedan automáticamente. Muy por el contrario, se afana en estudiar y difundir los conocimientos en todas las direcciones que le resulten posibles. Sabe que no hay tal cosa como las leyes inexorables de la historia, sino que todo depende de lo que cada uno sea capaz de hacer cotidianamente. 

Esta espera paciente en los resultados de la buena educación no es óbice para que por momentos el liberal se sienta escéptico y hasta alarmado cuando hay desidia en destinar tiempo y recursos para contribuir en aquél campo porque hay quienes irresponsablemente esperan que los problemas los resuelvan otros. Hago votos para que los escritos que siguen contribuyan en algo a clarificar ideas y sirvan para refutar ideologías que como tantas veces he repetido, no aluden al sentido inocente del diccionario ni siquiera en la dirección marxista de “falsa conciencia de clase” sino como algo terminado, cerrado e inex- pugnable, lo cual es la antítesis del liberalismo. 

ABL (h) Buenos Aires, octubre de 2013.

El liberalismo es una doctrina política y filosófica que defiende la libertad individual como principio fundamental de la organización social. Sostiene que el poder del Estado debe limitarse para garantizar derechos como la propiedad, la libre expresión y el mercado abierto. Surgido en el siglo XVII, promueve la igualdad jurídica y la autonomía del individuo frente a toda forma de autoridad arbitraria.

VER+:




Alberto Benegas Lynch en "Sólo una vuelta más".


CEDICE - Alberto Benegas Ly... by Roger Crespo


domingo, 3 de septiembre de 2023

PELÍCULA "EL MILAGRO DEL PADRE STU (Father Stu)": 🕂 UN PODEROSO VIAJE DE FE, FORTALEZA Y DEVOCIÓN 🕂



No debemos orar por una vida fácil 
sino por la fuerza para soportar una difícil.

“Mi sufrimiento es un regalo de Dios. 
En esta vida, por mucho que dure, 
es una aflicción momentánea 
que nos prepara para la gloria eterna”.

Stuart Long fue un boxeador, y aspirante a actor. Ya en la edad adulta se convirtió al catolicismo y fue ordenado sacerdote, pero le detectaron una enfermedad degenerativa que le llevó a la muerte a los 50 años. Su vida ha sido llevada a la pantalla por Mark Wahlberg quien interpreta el papel protagonista, acompañado de Mel Gibson interpretando a Bill Long, el padre de Stu.
Wahlberg comenzó a trabajar originalmente en la película en 2016, dos años después de que el sacerdote Stu Long muriera a la edad de 50 años y tras haber conocido en un restaurante a un amigo personal de Stu Long. La película se suspendió durante un par de años hasta que Wahlberg pudo contratar a Rosalind Ross como guionista y directora, Ross es una conocida campeona de equitación, forma parte de Icon, la productora de Mel Gibson y es su actual novia.
La película nos muestra a una familia de clase baja trabajadora, marcada por el alcoholismo del padre (interpretado por Mel Gibson) y su posterior abandono de la familia, así como por la muerte del hermano pequeño de Stu siendo él un niño.

La sombra de una tragedia

La guionista y directora Rosalind Ross es también la productora y novia de Mel Gibson

A los 9 años el hermano mejor de Stu, Stephen perdió la vida, con 5 años. Esta tragedia marcará una pauta silenciosa de la película en la que Stu celebra el cumpleaños de su hermano, normalmente bebiendo a solas en su coche, con un pastel a modo de tarta de cumpleaños y hablando con su hermano fallecido. La rabia y el dolor llevan a Stu a enfrentarse con la policía y terminar más de una noche durmiendo en un calabozo, con resaca y la cara llena de golpes.
Stu Long es un boxeador de tercera que está empeñado con ser un ganador, hasta que ve truncada su carrera por una lesión en su mandíbula que hace incompatible su carrera de púgil. En un incomprensible cambio de rumbo, Stu decide mudarse a los Ángeles al convencerse que su destino es ser actor. Mientras, su madre, interpretada por una magistral Jacki Weaver, intenta hacer que su hijo baje a la realidad buscando un empleo normal. Stu decide trabajar en una carnicería para así poder contactar con personas del mundo del cine, pero sólo consigue protagonizar un anuncio de aspiradoras.

El padre de Stu vive en Los Ángeles, donde trabaja en la construcción, no obstante Stu no tiene ninguna intención de verlo, todavía dolido por haber abandonado a su familia y por los continuos desprecios a los que le sometió antes de abandonarle. El único contacto que Stu tiene con su padre es cuando intenta robarle la furgoneta. La diálogos entre padre e hijo son una sucesión de reproches continuos. Gibson vuelve a hacer el papel de... Mel Gibson en Arma Letal, vive en una caravana donde fuma y bebe, amaneciendo en el suelo de la mísera vivienda rodante.

Un día en su trabajo en la carnicería Stu se queda prendado de una hermosa mujer latina, Carmen, interpretada por Teresa Ruíz, a quien ya vimos en Narcos México (Netflix), Stu la persigue en vano, ya que Carmen es una devota católica que enseña catequesis en su parroquia y Stu ni siquiera está bautizado. Así que, a pesar de su pasado agnóstico y anti religioso, Stu comienza a asistir a la misma parroquia hispana de Carmen, asistiendo a misa y finalmente asistiendo a clases de preparación para el bautismo. El espectador se pregunta cuánto hay de auténtico en su conversión y cuánto de real. Tras el bautismo Stu es presentado formalmente a la familia de Carmen y comienzan su noviazgo y su presentación a los padres.

Una noche en el bar Stu se encuentra con un extraño quien le dice que en la vida vas a encontrar muchas razones para estar enfadado, pero sólo necesitas una para estar agradecido. Ese misterioso personaje no es un habitual del bar, es más, ni siquiera bebe, más tarde descubrirá que aquel extraño con el pelo largo que sólo bebía agua era Jesucristo mismo. Antes de irse le aconseja que no conduzca ebrio. Stu monta en su moto para volver a casa, pero sufre un aparatoso accidente que le deja gravemente herido. Durante ese momento tiene la mayor experiencia de su vida, la Virgen María cuida de él y le habla mientras él agoniza en la cuneta.
Stu queda en coma. Postrado en la cama de la unidad de cuidados intensivos, sus padres sufren por ver al único hijo que les queda en común. Aun así no pierden la ocasión de discutir. Carmen entra en la habitación para sorpresa del padre, quien no sabía que estaba prometido, y es en ese momento cuando Stu reacciona y poco a poco vuelve a la vida.

El ex boxeador poco a poco se va recuperando, visita el lugar del accidente y comienza a conectar las piezas de todo lo que ocurrió esa noche, llegando a una conclusión: Dios quiere que sea sacerdote. Para su madre es una excentricidad más, como cuando decidió ser actor. Stu se va a enfrentar con la oposición de la jerarquía católica, ya que Stu tiene 30 años, es un nuevo converso y! descubren que está enfermo, afectado por una grave dolencia degenerativa que paralizará su cuerpo. Stu reza frente al altar y persevera enfrentándose al obispo. Finalmente terminará siendo ordenado sacerdote, con la parálisis afectando parcialmente su cuerpo y con un aumento de peso. Wahlberg tuvo que consumir diez mil calorías diarias para engordar como Robert de Niro en ′Toro salvaje′.

El ministerio de Stu Long le lleva a las cárceles, donde haciendo uso de un lenguaje vulgar y hasta profano, conecta con los endurecidos presos. Stu termina sus días en una residencia donde pueden atenderle debido al avance de su enfermedad, y donde las personas hacen fila para confesarse y hablar con él. Es una pena que la película no dedique más tiempo a esa (breve) parte de su éxito como sacerdote, que es la que precisamente impresionó a Wahlberg.

LA VIDA REAL DE STU LONG

Stu se encuentra con un extraño en una bar quien le dice que en la vida va a encontrar muchas razones para estar enfadado pero sólo necesita una para estar agradecido
Aunque la adaptación nos presenta a un Stu fracasado, sin formación, prácticamente un embrutecido boxeador que busca la fama en una ciudad de Los Ángeles que le ignora. En realidad Stu Long se licenció en literatura inglesa en el Carroll College de Montana. Si bien es cierto que su padre se ausentaba por trabajo al ser operario de maquinaria pesada en la industria de la construcción, no abandonó a su familia.

Mientras actuaba, trabajó en un club nocturno que era un club de comedia y un bar. Dejó esos breves conatos de actuación, para trabajar en el Museo Norton Simon en Pasadena, California, donde ascendió hasta convertirse en el gerente del mismo durante siete años. Lo que sí es cierto es que conducía su motocicleta, que era su medio favorito de transporte para ir y venir del trabajo cuando tuvo el fatal accidente.
Este accidente resultó fundamental en la conversión del padre Stu, lo que lo llevó a tener lo que él llamó una ′experiencia religiosa′ mientras estaba en el hospital. Al regresar a casa fue cuando le planteó a su novia abandonar los planes de matrimonio y entrar en el seminario. El día que fue bautizado, sabía que iba a convertirse en sacerdote, según afirmó en en una entrevista de 2010.

Inicialmente decidió hacerse franciscano, lo cual le llevó a postularse con ellos en sus instalaciones en Nueva York, pero los mismos franciscanos le recomendaron que se hiciera sacerdote secular, cosa que finalmente hizo en la Diócesis de Helena. En 2003, ingresó al Seminario Mount Angel en Oregón.
Durante el seminario, el padre Stu se sometió a una cirugía de cadera en la que se descubrió un tumor del tamaño de un puño. Fue diagnosticado con miositis del cuerpo de inclusión, una condición inflamatoria en los músculos para la cual no hay cura. Su cuerpo ya se estaba deteriorando cuando fue ordenado sacerdote en diciembre de 2007.

La película muestra que en el violento accidente de motocicleta tuvo una experiencia religiosa al ser visitado por la virgen María mientras estaba en la cuneta agonizando, el Stu de la vida real explica que fue en el hospital cuando tuvo aquellas experiencias religiosas.
La película entra dentro del peculiar género de la ′vida de santos′, donde vemos la conversión de alguien que ni siquiera está bautizado como católico y que, además, se ordena sacerdote. Es peculiar porque los diálogos abundan en lenguaje vulgar, a veces mezclado con conversaciones religiosas. Estos diálogos tienen un peso importante en la película. Para un evangélico como yo, convertido del catolicismo romano, educado en colegios religiosos, y que hizo sus pinitos como catequista, me sorprende cómo en la película se utilizan términos bíblicos y a continuación se niegan esas mismas verdades que se afirman. Lo que muestra que nuestros queridos amigos del catolicismo aunque usan las mismas palabras que nosotros, no las usan en el mismo sentido, o al menos no buscan la precisión, por supuesto, en el caso de una película está imprecisión es mayor.

Quizás la parte que mejor funciona de la película es toda la primera mitad, su vida de boxeador, intentando abrirse camino en Los Ángeles, y cómo entra en el mundo de una pequeña parroquia de hispanos. Pero me quedan muchas preguntas en mente, y me refiero a la película, no a la vida de la persona que la inspira: ¿por qué se convirtió Stu Long al catolicismo? Da la impresión de que lo hizo motivado para conquistar a la chica y que finalmente quedó cautivado por el mensaje, ¿Cuál es la enseñanza del sentido del sufrimiento en la vida? Ya que muchas veces se habla de un vago sentido de propósito, pero que, al menos a mí, no me resulta demasiado convincente.

Hay muchas personas que, como Stu, hacen grandes cambios de rumbo en sus vidas. Algunos cambios son comprensibles, pero hay cambios que no podemos entender, son más que un cambio de vocación, es una renovación total. Tal es el caso del líder religioso Saulo de Tarso, perseguidor de cristianos, movido por un celo intolerante por el judaísmo y un odio implacable contra los cristianos. Saulo tiene un encuentro con Jesús, en pleno día, en el que Jesús mismo se presenta a él. Ese encuentro cambia a San Pablo por completo. Hasta el día de hoy Jesús sigue entrando en las vidas de las personas, cambiándolo todo, ofreciendo un asombroso perdón y conectándolas con Dios mismo. ¿Qué hay en Jesús que tiene esa clase de poder, Quien es Él que con tanta autoridad nos trae perdón y realidad?

Al final de la ordenación, después de la comunión, dio un discurso muy conmovedor y le dijo a la gente: ‘Me presento ante ustedes como un hombre quebrantado’”, recordó el obispo Thomas. “Pero rogó a las personas que oraran por él y prometió que haría lo mejor que estuviera en sus manos. Le dieron solo dos años de vida, y vivió cerca de seis años completos. Vivió un sacerdocio maravilloso en esos seis años como director espiritual, confesor y como celebrante de la Misa”.

Uno de los momentos más memorables del sacerdocio del padre Stu sucedió cuando el padre de Stu fue recibido en la Iglesia, a finales del mandato del obispo Thomas en Helena. El obispo Thomas recordó cómo el padre Stu estaba demasiado débil para recibir a su padre en la Iglesia y, aunque estaba confinado a una silla de ruedas, estaba seguro de asistir a la vigilia de Pascua para ver a su padre entrar en la misma Iglesia de la cual se enamoró.
“Mientras los catecúmenos y los candidatos se reunían en la pila bautismal y a medida que su padre hacía su profesión de fe, miré a Stu y pude ver una lágrima cayendo por un costado de su rostro”, dijo el obispo Thomas. “Y creo que, de alguna manera, sintió que su vida estaba completa. Todo lo que quería estaba allí, muy especialmente la conversión de sus padres. Y parecía casi liberado de sus deberes, digamos, en esa noche en la vigilia de Pascua, mientras su papá recitaba el credo”.

A medida que avanzaba la enfermedad del padre Stu, se volvió más y más débil, demasiado débil para siquiera levantar el peso de la hostia en la consagración, dijo el obispo Thomas. Solo podía hacerlo con la ayuda de los monaguillos, quienes tomaban su mano mientras sostenía la hostia y levantaban su mano justo durante la elevación.
Con historias como estas, no es de extrañar que Mark Wahlberg se interesara en hacer una película sobre la vida del padre Stu. Cuando Mark, que también es católico, se acercó al obispo Thomas para hablar sobre la película, fue evidente que la única razón por la que Mark quería realizar esta película era por amor a la Iglesia.

“Lo que me llamó más la atención fue que me comentó que tenía algo en mente y me dijo: ‘Obispo, la iglesia ha pasado por mucho, quiero hacer algo hermoso por la Iglesia’”, recordó el obispo Thomas. “Y dije: ‘Bueno, ya me convenciste. Para mí, vale la pena todo el tiempo y esfuerzo que puedas poner en ello’. Le dije que estaría feliz de estar acompañarlo para poder asesorarlo sobre algunas de las preguntas concretas. Simplemente sentí que era un hombre muy sincero: él ama a la Iglesia”.

VER+:






lunes, 6 de mayo de 2019

CARTA DE MAMÁ PARA TI 👵💕

CARTA DE UNA MADRE PARA SU HIJO

Amado hijo mío:


Te escribo esta carta con la sinceridad que viene desde lo más profundo de mi corazón. En esta carta quiero que sepas cuanto te amo y lo mucho que deseo que seas feliz todos los días de tu vida. En esta carta también quisiera pedirte algo…

Quiero pedirte que cuando me veas convertida en una vieja, tengas paciencia y tolerancia. 

Entiende que la vida es un ciclo en el que se nace, se convierte en niño, adolescente, adulto y luego de adulto uno pasa a la vejez rápidamente, convirtiéndose de nuevo en un niño. Se vuelven a realizar cosas de niños pero estando en el cuerpo de un anciano.

Quizás te repetiré historias y anécdotas que viví, posiblemente no te pueda escuchar bien y te pida que de nuevo me repitas lo que alguna vez me contaste, quizás llegue a perder el hilo de la conversación y no pueda recordar qué hacía o qué era de lo que hablábamos.

Por favor, no te enojes, no grites, ¡tenme paciencia! Te juro que nada lo haré con maldad, sólo no dejes de compartir tiempo con tu madre, conmigo, aún cuando haya envejecido.

Algunas veces querré comer cosas que quizás puedan dañar mi salud, intenta con paciencia explicarme por qué no debo hacerlo, tal como yo te explicaba con amor el por qué no podías comer dulces cuando eras niño para que no se te dañaran los dientes. 

Tendré problemas para adaptarme a las nuevas tecnologías o necesitaré tiempo para aprender a manejarlas y adaptarme a ellas, no me grites, ni te enojes, por favor. 

Tenme un poco de fe, si me enseñas con paciencia podré aprender más rápido y si no lo logro al menos será increíble reírnos juntos y luego recordar lo sucedido.

Mi cuerpo dejará de responder poco a poco, ya no podré saltar, ni correr, ni alzarte en mis brazos, ni jugar en el piso como en los viejos tiempos.

Por favor, no dejes de darme tu mano, hijo, pero sobre todo tu confianza. A tu lado podré superar la vejez y te prometo no convertirme en un peso para ti.
Por favor, hijo mío, no te rías de mí, por ser torpe, despistada, repetirte las mismas cosas, por no prestar atención. Por pedirte ir al baño muchas veces, por tener miedo, por mi incoherencia, por mis olvidos...
En algún momento fui yo quien te enseñó a caminar, correr, hablar, abrazar, etcétera, quien no te dejó caer, la que te dio de comer y cuidó de ti cada vez que enfermaste, la que te escuchó y miró cada cosa que quisiste mostrarme. 

Todo lo hice con paciencia pero sobre todo con amor, con el mismo que aún te tengo. Cada situación la disfruté al vivirla y aprendí mucho contigo, te lo agradezco, hijo.

Una vez más te pido que cuando me veas vieja me tengas paciencia, compréndeme porque si para ti puede ser difícil, para mí más. Por eso ayúdame a sobrellevarlo con humor para que la vida fluya de la mejor forma. 

No te sientas mal ni te pongas triste porque envejezca, que no te quede duda que he disfrutado mucho mi paso en la tierra, sobre todo he disfrutado mi vida al lado tuyo.

Disfrutemos cada momento juntos que la vida nos regale, compartamos risas, abrazos y anécdotas. Disfrutemos del amor y el cariño que nos tenemos ahora que estoy aquí y por favor, hijo, nunca olvides cuanto te amo.

Atentamente: 
tu madre, quien te ama con todo su corazón.
🌷

TU MADRE 

Cuando tu madre haya ya envejecido.
Cuando sus amorosos y esperanzados ojos 
ya no vean la vida como alguna vez lo hicieron. 
Cuando sus pies, ya cansados,
no puedan ya sostenerla mientras camina...
Entonces, entrégale tu brazo en apoyo,
Acompáñala con alegría,
Vendrá la hora en que, sollozando,
deberás acompañarla en sus últimos pasos.
Y si algo te pregunta,
entonces dale una respuesta.
Y si te pregunta de nuevo, ¡háblale!
Y si te pregunta aún otra vez, respóndele,
No impacientemente, sino con gentil calma.
Y si no puede ella entenderte con claridad,
explícale todo con gentil alegría.
Vendrá la hora, la amarga hora,
en que sus labios no preguntarán nada más".


lunes, 7 de enero de 2019

"GENTE QUE ME DA ASCO": LA MUJER QUE TOCA EL PAN Y SE ENROLLA COMO UNA PERSIANA DE MANU GÓRRIZ


Me dan mucho asco las señoras que tocan todas las barras de pan en el supermercado, me dan mucho asco.
Tiene que ser un propósito, no hay que tocar tanto las barras.
Hay señoras que parece que se los recomienda el médico. 
Señoras que parece que le dice el médico: 
"El ejercicio más completo, después del 'aquagym', es tocar todas las barras de pan en el supermercado". 
Todas, en el expositor. Da igual, pan sin sal, baguete, integral, bocata, todas, todas. 
Son esas señoras que están esperando antes de que abran las puertas del supermercado, que cuando suben la persiana, no esperan ni a que suba del todo, ellas pasan así por debajo. Parecen los GEOS en una redada. ¡Venga, ahora! 
Luego entran y se crea una expectación alrededor del armario de barras. 
Una le dice a las demás: "Esperaos, que van a sacar nuevas". 
Hay una expectación ahí. "Están calientes, están calientes".

Luego vas a pagar y hay dos cajas. Tienen más, pero operativas dos como siempre, solo dos. Entonces, como hay dos, en una hay una familia que lleva el carro como si el mundo se fuera a acabar mañana a las nueve. Lo han pillado todo. Han dicho: "Llévatelo todo, haz así con el puño y vacía la estantería, llévatelo todo, todo". Y tú miras ese carro lleno y dices: "Esto saben algo que yo no sé. Alguna movida hay y no me he enterado. Va a caer un meteorito, alguna movida, y están cogiendo víveres".

En la otra caja hay una señora que solo lleva una barra de pan.
Tú haces un cálculo aproximativo, estadístico y dices:
"¿Quién de los dos va a acabar primero?".
Y dices: "Pues esta señora, que solo lleva una barra de pan".

Esa señora cuando le toque pagar le van a decir:
"Son 0,45 céntimos". Y va a decir una frase que marca un punto de inflexión en la tarde que te viene a ti encima. Y la frase es: "Pues espérate, bonita, a ver si lo llevo suelto".
Ella sabe que la espera es larga, porque es un proceso largo el de buscar los céntimos. Entonces lleva un speech preparado para amenizar un poco la velada. Lo lleva preparado para un poco rellenar. 

Entonces se pone a buscar y es algo así: "Pues espera, bonita, que saco los céntimos y te los doy, porque me dirás que para qué los quiero en el bolso, me pesan y yo no los quiero para nada, y a ti te vienen bien, así tenéis cambio, porque todo el mundo paga con billete y tarjeta y os no tenéis cambio. Entonces, te doy los céntimos y me los quito de encima, tú tienes cambio, y además, para qué los quiero, si a mí se me caen y no me agacho ni a por ellos, porque las monedas de uno no las puedo diferenciar, porque sabes que pasa, que yo tenía una catarata en este ojo, que no me la quería operar, porque para 74 años que tengo le dije a mi Paco: 'ya lo tengo todo visto en esta vida'. Pero me dijo mi hija, que es ingeniero y estudia en Houston: 'mamá, eso te entra en la Seguridad Social. Te operas y ganas calidad de vida. Si vienen los ingleses a operarse la cadera, ¿no te vas a operar tú de la vista?'. Y al final me convenció, pero tenía miedo, porque sabes cómo entras en el quirófano pero no cómo sales. Tenía miedo a la anestesia, que te ponen poco más de la cantidad que toca y te quedas lela para lo que te queda. Al final, me han operado, pero tengo la manía de que he quedado peor, porque me han puesto gafas, que no he llevado en mi vida. Y las tengo en la mesita muertas de risa. Yo no he llevado gafas, yo era la más guapa del pueblo. Los llevaba a todos detrás, y al final he acabado con este, mi Paco, que es feo, pero es buena persona. Entonces, te doy las monedas, me dices cuáles son de uno y de dos. Me las quito, tú tienes cambio y este chiquito se espera, que es joven y tiene toda la vida por delante".
La familia de la otra caja ya están en casa cenados y duchados. Han aparcado el tráiler, donde llevaban toda la compra, se han metido en el búnker, el padre ha cerrado y ha dicho: "Ahora a esperar el meteorito". Que allí va a morir la vieja, la cajera y el gilipollas de la perilla, los tres ahí.

Muchas gracias, feliz año, buenas noches.



MANU GÓRRIZ EN "FELIZ 2019" EN TVE

viernes, 15 de junio de 2018

💕😊 DÓNDE QUIERA QUE ESTÉS, SÉ EL ALMA DE ESE LUGAR


Dónde quiera que estés, 
sé el alma de ese lugar

Padre Carlos Heyn (Pa’í Heyn)

sacerdote salesiano paraguayo

💕😊
Discutir no alimenta.
Reclamar no resuelve.
Indignación no auxilia.
Desesperación no ilumina.
Tristeza no lleva a nada.
Lágrima no sustituye sudor.
Irritación intoxica.
Deserción agrava.
Calumnia atrae siempre lo peor.
Para todos los males sólo existe un medicamento de eficiencia comprobada: Continuar en paz, comprendiendo, ayudando, aguardando la participación sabia del tiempo, con la seguridad de que lo que no será bueno para los otros no será bueno para nosotros...

  • Personas heridas hieren personas.
  • Personas curadas curan personas.
  • Personas amadas aman personas.
  • Personas transformadas transforman personas.
  • Personas antipáticas molestan personas.
  • Personas amargadas amargan personas.
  • Personas santificadas santifican personas.
El cómo soy yo influye directamente en aquellos que están a mi alrededor.
¡Despierta!
Cúbrete de Gratitud, llénate de Amor y recomienza...
Un día bonito no siempre es un día de sol. Pero con seguridad es un día de Paz.
Sé feliz y transmite felicidad.




domingo, 22 de abril de 2018

😇 "GAUDETE ET EXSULTATE": TESTIGOS DE LA PUERTA DE AL LADO 🚪

El Papa Francisco publica su nueva 
Exhortación Apostólica 
sobre el llamado a la santidad


DEL SANTO PADRE
FRANCISCO

SOBRE EL LLAMADO A LA SANTIDAD
EN EL MUNDO ACTUAL

😇🙏1. «Alegraos y regocijaos» (Mt 5,12), dice Jesús a los que son perseguidos o humillados por su causa. El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la cual fuimos creados. Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada. En realidad, desde las primeras páginas de la Biblia está presente, de diversas maneras, el llamado a la santidad. Así se lo proponía el Señor a Abraham: «Camina en mi presencia y sé perfecto» (Gn 17,1).

2. No es de esperar aquí un tratado sobre la santidad, con tantas definiciones y distinciones que podrían enriquecer este importante tema, o con análisis que podrían hacerse acerca de los medios de santificación. Mi humilde objetivo es hacer resonar una vez más el llamado a la santidad, procurando encarnarlo en el contexto actual, con sus riesgos, desafíos y oportunidades. Porque a cada uno de nosotros el Señor nos eligió «para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor» (Ef 1,4).

“Gaudete et exsultate, sobre el llamado a la santidad en el mundo actual” es la tercera exhortación apostólica del Papa Francisco –después de Evangelii gaudium y de Amoris laetitia– y de su Pontificado, que acaba de cumplir 5 años.
En la introducción, el Papa explica que “el Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la cual fuimos creados”. 
“Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada. En realidad, desde las primeras páginas de la Biblia está presente, de diversas maneras, el llamado a la santidad. Así se lo proponía el Señor a Abraham: 'Camina en mi presencia y sé perfecto’”.
Francisco explica que el nuevo documento no es “un tratado sobre la santidad, con tantas definiciones y distinciones que podrían enriquecer este importante tema, o con análisis que podrían hacerse acerca de los medios de santificación”.

“Mi humilde objetivo es hacer resonar una vez más el llamado a la santidad, procurando encarnarlo en el contexto actual, con sus riesgos, desafíos y oportunidades. Porque a cada uno de nosotros el Señor nos eligió ‘para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor’”, añade.
La Exhortación, que puede leerse en el sitio web del Vaticano, se divide en 5 capítulos: El llamado a la santidad; Dos sutiles enemigos de la santidad; A la luz del maestro; Algunas notas de la santidad en el mundo actual; Combate, vigilancia y discernimiento, todos ellos repartidos en 177 puntos.

Se trata además el primer documento de este tipo que está dirigido en primera persona al lector. El Papa incluso pregunta si “¿eres consagrada o consagrado? Sé santo viviendo con alegría tu entrega. ¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia. ¿Eres un trabajador? Sé santo cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos. ¿Eres padre, abuela o abuelo? Sé santo enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús. ¿Tienes autoridad? Sé santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales”.

Santos "de la puerta de al lado"🚪
“En la Iglesia, santa y compuesta de pecadores, encontrarás todo lo que necesitas para crecer hacia la santidad”, añade después de estas preguntas.
Francisco pide pensar en “los santos de la puerta de al lado”, es decir, no solo en los “ya beatificados o canonizados”. “Me gusta ver la santidad en el pueblo de Dios paciente: en esta constancia para seguir adelante día a día, veo la santidad de la Iglesia militante. La santidad ‘de la puerta de al lado’; ‘la clase media de la santidad’”.

El Pontífice destaca que “cada santo es una misión; es un proyecto del Padre para reflejar y encarnar, en un momento determinado de la historia, un aspecto del Evangelio”.
En este ejercicio de la santidad, “no es sano amar el silencio y rehuir el encuentro con el otro, desear el descanso y rechazar la actividad, buscar la oración y menospreciar el servicio”, por lo que la relación con el prójimo es fundamental.

Agnosticismo y pelagianismo
El Pontífice también anima a no tener miedo a la santidad, puesto que “no te quitará fuerzas, vida o alegría” sino “todo lo contrario, porque llegarás a ser lo que el Padre pensó cuando te creó”.
En el capítulo llamado “Dos sutiles enemigos de la santidad”, el Santo Padre asegura que uno de ellos es el “agnosticismo actual” que posee “una superficialidad vanidosa: mucho movimiento en la superficie de la mente, pero no se mueve ni se conmueve la profundidad del pensamiento”.

“Aun cuando la existencia de alguien haya sido un desastre, aun cuando lo veamos destruido por los vicios o las adicciones, Dios está en su vida”, recuerda el Papa.
El segundo enemigo es el “pelagianismo actual” que defiende que “todo se puede con la voluntad humana”. “La Iglesia enseñó reiteradas veces que no somos justificados por nuestras obras o por nuestros esfuerzos, sino por la gracia del Señor que toma la iniciativa”, escribe Francisco para recordar a continuación que el mandamiento principal es “amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Bienaventuranzas
"¿Cómo se hace para llegar a ser un buen cristiano?", se pregunta el Pontífice. “La respuesta es sencilla: es necesario hacer, cada uno a su modo, lo que dice Jesús en el Sermón de las Bienaventuranzas”, responde.
En la Exhortación, lamenta “que a veces las ideologías nos lleven a dos errores nocivos”. “Por una parte –critica el Papa– el de los cristianos que separan estas exigencias del Evangelio de su relación personal con el Señor, de la unión interior con él, de la gracia”.
Pero también considera “nocivo e ideológico” que algunos sospechen “del compromiso social de los demás, considerándolo algo superficial, mundano, secularista, inmanentista, comunista, populista”.

Las obras de misericordia y la defensa de la vida
“La defensa del inocente que no ha nacido, por ejemplo, debe ser clara, firme y apasionada. Pero igualmente sagrada es la vida de los pobres que ya han nacido, que se debaten en la miseria”.
Asimismo, Francisco recuerda la situación que viven los inmigrantes que dejan su país en busca de un futuro mejor, y afirma que “no se trata de un invento de un Papa o de un delirio pasajero”.
Francisco asegura también que “quien de verdad quiera dar gloria a Dios con su vida, quien realmente anhele santificarse para que su existencia glorifique al Santo, está llamado a obsesionarse, desgastarse y cansarse intentando vivir las obras de misericordia”.

Es aquí donde critica el “consumismo hedonista” y cree que “puede jugarnos una mala pasada”. “También el consumo de información superficial y las formas de comunicación rápida y virtual pueden ser un factor de atontamiento que se lleva todo nuestro tiempo y nos aleja de la carne sufriente de los hermanos”, afirma.
Francisco cree que “la fuerza del testimonio de los santos está en vivir las bienaventuranzas y el protocolo del juicio final” y por eso recomienda “vivamente releer con frecuencia estos grandes textos bíblicos, recordarlos, orar con ellos, intentar hacerlos carne. Nos harán bien, nos harán genuinamente felices”, dice.

Manifestaciones de amor
En “Algunas notas de la santidad en el mundo actual”, el Papa no recuerda los medios de santificación que ya se conocen, sino que se refiere a algunos aspectos de la santidad que de algún modo son especiales.
A su parecer, son 5 las “grandes manifestaciones del amor a Dios y al prójimo” de gran importancia “debido a algunos riesgos y límites de la cultura de hoy”.
Una sociedad contemporánea en la que se manifiestan “la ansiedad nerviosa y violenta que nos dispersa y nos debilita; la negatividad y la tristeza; la acedia cómoda, consumista y egoísta; el individualismo, y tantas formas de falsa espiritualidad sin encuentro con Dios que reinan en el mercado religioso actual".
Las manifestaciones son: aguante, paciencia y mansedumbre; alegría y sentido del humor; audacia y fervor; en comunidad; en oración constante.

Un combate permanente
La Exhortación termina con un capítulo dedicado al combate, la vigilancia y al discernimiento. Sobre lo primero, Francisco subraya que “la vida cristiana es un combate permanente”. “Se requieren fuerza y valentía para resistir las tentaciones del diablo y anunciar el Evangelio. Esta lucha es muy bella, porque nos permite celebrar cada vez que el Señor vence en nuestra vida”.
El Papa asegura que “es también una lucha constante contra el diablo” y pide no pensar que se trata de “un mito, una representación, un símbolo, una figura o una idea” porque “ese engaño nos lleva a bajar los brazos, a descuidarnos y a quedar más expuestos”.

“Él no necesita poseernos. Nos envenena con el odio, con la tristeza, con la envidia, con los vicios. Y así, mientras nosotros bajamos la guardia, él aprovecha para destruir nuestra vida, nuestras familias y nuestras comunidades”, escribe refiriéndose al diablo.
El camino a la santidad también “es también una lucha constante” y “quien no quiera reconocerlo se verá expuesto al fracaso o a la mediocridad”.
“Para el combate tenemos las armas poderosas que el Señor nos da: la fe que se expresa en la oración, la meditación de la Palabra de Dios, la celebración de la Misa, la adoración eucarística, la reconciliación sacramental, las obras de caridad, la vida comunitaria, el empeño misionero”.

La importancia del discernimiento
“¿Cómo saber si algo viene del Espíritu Santo o si su origen está en el espíritu del mundo o en el espíritu del diablo?”, pregunta el Pontífice, “La única forma es el discernimiento, que no supone solamente una buena capacidad de razonar o un sentido común, es también un don que hay que pedir”, explica.
A este respecto elude a que “todos, pero especialmente los jóvenes, están expuestos a un zapping constante” y “sin la sabiduría del discernimiento podemos convertirnos fácilmente en marionetas a merced de las tendencias del momento”.

“No es posible prescindir del silencio de la oración detenida para percibir mejor ese lenguaje, para interpretar el significado real de las inspiraciones que creímos recibir”, añade en este punto.
Por último, el Papa Francisco desea que “María corone estas reflexiones, porque ella vivió como nadie las bienaventuranzas de Jesús” y recuerda que “es la santa entre los santos, la más bendita, la que nos enseña el camino de la santidad y nos acompaña”.
“Espero que estas páginas sean útiles para que toda la Iglesia se dedique a promover el deseo de la santidad. Pidamos que el Espíritu Santo infunda en nosotros un intenso anhelo de ser santos para la mayor gloria de Dios y alentémonos unos a otros en este intento. Así compartiremos una felicidad que el mundo no nos podrá quitar”, concluye Francisco.

La exhortación apostólica Gaudete et exsultate puede descargarse AQUÍ.



miércoles, 11 de abril de 2018

📘🎥 90 MINUTOS EN EL CIELO: UNA HISTORIA REAL DE VIDA Y MUERTE



UNA HISTORIA REAL DE VIDA Y MUERTE

Alégrense en la esperanza, 
tengan paciencia en las dificultades 
y sean constantes en la oración
Rm 12,12


En 1989, DE CAMINO a casa luego de una conferencia, el auto de Don Piper, un pastor evangélico, fue aplastado por un camión que se cruzó de carril. Los paramédicos lo declararon muerto al instante. Mientras su cuerpo yacía inerte entre los hierros retorcidos de su auto, Piper vivió las glorias del cielo, maravillado ante su belleza y la música. Noventa minutos después del accidente, mientras un ministro oraba por él. Piper volvió milagrosamente a la vida en la tierra con solo el recuerdo de la inexpresable dicha celestial. Su fe en Dios fue puesta a prueba severamente durante su incierta y dolorosa recuperación. Ahora comparte con usted esta historia que le cambió la vida...

Don Piper dice que recuerda la música que estaba “en el más allá era espectacular”, aromas que nunca había olido antes. Su abuelo estaba allí y le dio la bienvenida con gusto, al igual que decenas de personas que habían muerto en los últimos años se pusieron delante de él frente a una magnífica puerta.

Piper, es un ministro bautista, e insiste en que no era un sueño, lo que vivió por lo que escribió “90 Minutos en el Cielo” donde relató su experiencia en el cielo y que New York Times publicó. Puede verse el sitio de web de Don Piper aquí.

“Fue la cosa más real que me ha pasado”, dice Piper, quien sufrió un accidente en un puente, en una zona rural de Texas en 1989. Allí, un camión chocó contra su automóvil, dejándolo a Piper con heridas graves.

“El volante se me quedó clavado en el pecho y luego el techo del coche se derrumbó sobre mi cabeza, simplemente no había forma de poder sobrevivir a este accidente”, dice a Piper.

Piper, dijo que su corazón había dejado de bombear y los paramédicos lo declararon muerto. Él no tenía pulso y pasó así durante 90 minutos antes de que volviera a la vida.

“En el cielo no hay luz artificial, Dios lo ilumina con su gloria”, dice. Delante de la puerta estaba su abuelo, dándole la bienvenida “a casa”, me dijo. “Me rompió el corazón cuando él murió. Ahora estoy en las puertas del cielo, y dije, es la primera persona en darme la bienvenida”, cuenta Piper.


El libro no sólo ha cruzado al mercado secular sino también ha hecho su aparición en la lista de libros “best seller” (más vendidos) en EEUU. Recientemente alcanzó el sexto lugar entre los 10 mejores libros no ficticios en la lista del conocido periódico The New York Times.

La historia del pastor Piper empieza con el relato de su accidente automovilístico en el año 1989. Una mañana lluviosa Don iba de regreso a casa después de asistir a una convención bautista en Texas. Lo que menos tenía en mente es que esa misma mañana del 18 enero de 1989, moriría aplastado por un camión comercial de 18 ruedas, digo aplastado porque las ruedas del gigantesco camión pasaron por encima del pequeño Ford Escort quitándole la vida instantáneamente al chofer. A pesar que los paramédicos asistieron inmediatamente a la escena del accidente, nada pudieron hacer por el ministro quien había quedado totalmente atrapado en su carro.

Don relata que en el cielo todo es gozo, todos tienen un rostro bello y radiante. Pudo reconocer a mucha gente, pero a la vez, no tenía conciencia de los seres queridos que había dejado en la tierra. Estando en medio del gentío pudo sentir el amor que lo rodeaba, estaban verdaderamente felices de su llegada, nunca se había sentido tan amado y bienvenido. La luz del cielo es irradiante, suave, pero a la vez fulgorosa pudiendo cegar la vista humana. En el estado que Don estaba, la luz no molestaba sus ojos, todo lo contrario, era algo esplendoroso. Los colores en el cielo son vivos, deslumbrantes, nítidos, todo era tan radiante como si estuviera en otra dimensión. Conforme entraba por aquellos bellos portones veía y sentía cosas imposibles de explicar con palabras humanas. Caminando dentro de la ciudad celestial pudo ver las calles de oro que la Biblia relata, escuchó una música tan hermosa y angelical, la constante alabanza de los ángeles y los ciudadanos celestiales en coro. Algo que recuerda claramente es que entre todas las alabanzas que oyó ninguna hablaba del sacrificio o de la muerte de Jesús, todas las alabanzas eran acerca del poderío y majestad de Dios. Nunca llegó a ver a Jesús ni a Dios Padre, tampoco recibió ningún mensaje celestial.

Estando su cuerpo inerte en el auto, los policías no podían transportarlo a la morgue hasta que no llegara el médico forense a dar la orden de removerlo. El tráfico estaba completamente parado, uno de los carros en la línea era de un pastor que había atendido la convención. 

El pastor Dick Onerecker y su esposa escucharon que adelante había sucedido un trágico accidente automovilístico. Ya que el tráfico estaba totalmente parado decidieron ir a la escena del choque para orar por los heridos. El pastor Onerecker habló con los policías y ofreció sus servicios ministeriales. El policía le señaló algunos de los heridos de los otros carros y dio permiso para asistirlos. Dick se dio cuenta que el chofer del Escort era el que necesitaba oración, pero el policía le informó que el chofer había muerto instantáneamente. En ese momento el Espíritu Santo le habló para que orara por el hombre muerto, su primera reacción fue negativa, ya que la Biblia, dice el pastor evangélico “ nos manda a orar por los vivos y no por los muertos”.

La voz de Dios era tan clara y la urgencia que él sentía de parte de Dios para orar era tan persistente que no se pudo negar más y le pidió autorización al policía para orar por el muerto. La reacción del policía también fue negativa insistiendo que nada podía hacer por alguien que ya estaba muerto. Pero Dick no se rindió hasta que el policía le dio autorización. El pastor entró por la parte de atrás del carro, logrando con mucho trabajo llegar cerca del cuerpo y tocar el hombro del cadáver. Dick dice haber orado por varios minutos, elevó una oración intensa y llena de fervor, no podía entender por qué oraba para que el hombre no tuviera daños internos, ya que estaba muerto, su oración fue tan fuerte, con suplica y llanto. 

Cuando el pastor comenzó a cantar el himno “Oh que amigo nos es Cristo” que Don se unió en coro con él. Piper había regresado a la vida con la ferviente oración del pastor Onerecker. Los policías y los paramédicos no podían entender lo que estaba sucediendo, ellos habían declarado al hombre muerto 90 minutos antes y ahora estaba vivo. Los rescatistas lograron liberar el cuerpo de Don Piper de los escombros de su auto y lo transportaron de emergencia al hospital más cercano.

Aunque la narración de su visita celestial es hermosa e intensa, esto no es el corazón de la historia. El impacto de la historia está en los días después de su accidente, en los días de su recuperación. Don quedó literalmente destrozado, en pedazos, los doctores lucharon por salvar su vida y reconstruir su cuerpo después de 34 dolorosas operaciones. Vivió en el hospital por cerca de 13 meses, en continuo dolor y depresión. Después que salió del hospital siguió su dolorosa recuperación en casa y tratando de aceptar que ni su cuerpo ni su vida sería la misma. Aunque nunca tuvo resentimiento en contra de Dios por lo que le sucedió, sí se preguntaba constantemente por qué Dios lo llevó al cielo para luego regresarlo a la tierra. Su depresión estaba conectada con el constante dolor con el que vivía día a día, ningún medicamento ni tratamiento médico podía quitarle el dolor de su cuerpo quebrantado. Él ya conocía el cielo y la gloria, no entendía por qué tenía que regresar a un mundo lleno de aflicción y de dolor, especialmente en la condición en la que regresó.
Se cree que Piper fue enviado de vuelta a difundir un mensaje especial: “El cielo es un lugar real”. Piper, ha extendido ese mensaje en su libro, que ha vendido 4 millones de copias. Pero aún con todo su éxito aquí en la Tierra, dijo que espera regresar a las puertas magníficas.
Don Piper está siendo usado grandemente por Dios, actualmente viaja a diferentes iglesias grandes y pequeñas para compartir las grandezas de Dios. Muchos grupos seculares también lo están invitando a dar conferencias, él dice que su enfoque está en ministrar “a los que se encuentran en lo más bajo de su vida y los que sufren dolor”. Oremos para que Dios siga usando a este siervo con su poderoso testimonio.


Sin fe no hay esperanza. 
Sin esperanza no hay amor, 
y sin amor no hay fe
Se puede tener esperanza sin fe, 
pero no se puede tener fe sin esperanza

“La fe que más me gusta, dice Dios, es la Esperanza”. La Esperanza, una de las tres virtudes teologales sobre las que se cimienta la catedral del alma humana.

La esperanza es lo que mantiene vivo el corazón del hombre. ¿Es posible la esperanza sin fe? ¿Es posible la esperanza con una fe rutinaria y anodina? ¿Es posible la esperanza sin una fe que llegue a lo más profundo del alma humana?

Lo responde Péguy en una bellísima poesía que escribió algunos años antes de escribir este Pórtico:

«No me gustan los beatos; los que porque no tienen la fuerza de ser de la naturaleza, creen que son de la gracia; los que creen que están en lo eterno, porque no tienen el coraje de lo temporal; los que porque no están con el hombre, creen que están con Dios; los que creen que aman a Dios simplemente porque no aman a nadie».

Una fe que no ayude al hombre a alcanzar la felicidad y la esperanza no es digna del hombre y es ajena al proyecto que Dios tiene para cada uno de nosotros.

¡Señor, dame un fe plena, libre, cierta, alegre, humilde y activa! ¡Señor, dame una fe sin reservas que penetre en mi interior para aceptar las renuncias y los deberes de mi vida cristiana! ¡Señor, dame la coherencia para acoger en mi corazón los dones del Espíritu Santo! ¡Señor, dame fe para que no tenga miedo a enfrentarme a los problemas que atenazan mi vida y que me ayude a aceptar tu voluntad! ¡Señor, dame fe para sosegar mi espíritu y lo disponga a la oración contigo! ¡Señor, dame una fe coherente que no tenga presunción ni orgullo frente a los que no creen sino que sea testimonio de amor, caridad y entrega!