EL Rincón de Yanka: PELÍCULA "LA SAL DE LA TIERRA" SALT OF THE EARTH (1954) SOBRE LA EXPLOTACIÓN MINERA

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jueves, 3 de enero de 2019

PELÍCULA "LA SAL DE LA TIERRA" SALT OF THE EARTH (1954) SOBRE LA EXPLOTACIÓN MINERA

"La sal de la tierra", 
la película que incomodó al poder
“La sal de la tierra” es una película norteamericana rodada en 1954 basada en un hecho real que narra la historia de una huelga de mineros. Esta considerada una obra maestra. La temática es más complejo de lo que parece a simple vista, puesto que no solo se trata de la lucha obrera, o la discriminación de la compañía minera hacia sus trabajadores mexicanos (que ganan menos por su trabajo que los trabajadores sajones en la misma mina), sino que muestra otro nivel de discriminación de los trabajadores mexicanos hacía sus propias mujeres. De hecho está considerada como una de las primeras películas feministas.

En un principio al iniciar los preparativos de la huelga los trabajadores mexicanos relegan a las mujeres a un segundo plano, incluso rechazan reiteradamente su ayuda. Pero la huelga se recrudece, y corre el peligro de fracasar, por lo cual la participación de las mujeres se hace en un momento dado imprescindible, y termina por inclinar la balanza del lado de los obreros. El punto crucial llega cuando las mujeres toman el relevo de los hombres en los piquetes y manifestaciones ante la imposibilidad de los hombres, por diversos motivos, de tomar pare en los mismos. Es de destacar que en la película las mujeres toman la iniciativa y las riendas de su propia emancipación. No las reciben de mano del hombre salvador como sucede en otras películas que desarrollan el tema.
Otro tema que desarrolla la película es la discriminación de la mujer en el hogar, forzando al espectador a meditar sobre el tema. De hecho la película también muestra que el hombre puede tomar la iniciativa política gracias a que la mujer lleva el peso de la economía doméstica. Efectivamente el largometraje logra mostrar que el hombre tiene autonomía para asumir ciertos papeles precisamente porque está liberado de los quehaceres domésticos; y al revés: la mujer está limitada a la hora de ejercitar su propia autonomía por estar supeditada a esos quehaceres. De hecho cuando las mujeres se implican más en la huelga los hombres se ven obligados a asumir las tareas domésticas. Sin duda esto incita a la reflexión del espectador. 

“La sal de la tierra” tiene una gran riqueza de matices. No se limita a mostrar la situación de la mujer, también es un testimonio de la vida cotidiana del obrero de entonces, su ideología política, sus problemas, e incluso el funcionamiento burocratizado de sus sindicatos que acartona la toma de decisiones. Es en definitiva una pequeña joya del cine que en muchos sentidos se adelanta a su época.
Este largometraje, de gran reconocimiento hasta el punto de ser incluido en el National Film Registry de Estados Unidos, una selección de las películas más importantes y culturalmente más significativas para su conservación. No siempre tuvo la aceptación que tiene hoy. Por el contrario tuvo unos comienzos muy accidentados producto de su temática reivindicativa y las difíciles circunstancias de la época. De hecho tal vez la película nunca se hubiese realizado de no ser por las difíciles circunstancias que vivieron sus principales artífices.
Después de la segunda guerra mundial el mundo se dividió en dos bloques antagónicos que se armaron fuertemente y competían entre ellos, a saber: el bloque comunista liderado por la U.R.S.S; y la capitalista, por Estados Unidos. Debido a la tensión y al temor de una guerra nuclear (la bomba atómica se había fabricado por primera vez hacía pocos años y la habían adquirido ambos bloques), surgió un clima de histeria entre algunos sectores de la sociedad. Algunos intelectuales incluso daban conferencias, este es el caso del matemático John von Neumann, en las que defendían la necesidad de un ataque preventivo sobre la U.R.S.S antes de que esta adquiriera un arsenal nuclear suficiente como para destruir Norteamérica. En este contexto se empezó a perseguir a intelectuales contestatarios o de izquierdas acusándolos de hacer propaganda del comunismo. Surgió así el comité de actividades antiamericanas, encargada de investigar estas actividades de propaganda. 

A causa de las investigaciones de este comité artistas de la talla de Charlie Chaplin se fueron al exilio, otros sufrieron cárcel, y a aquellos que habían sido señalados les fue imposible conseguir un contrato para trabajar en la industria cinematográfica. Este fue el caso de Paul Jarrico y Herbert J. Biberman, que al ser acusados de comunistas, y a pesar de que ambos ya tenían una dilatada carrera cinematográfica, vieron como se les cerraban las puertas de Hollywood al no querer ninguna productora hacerse cargo de sus proyectos. Ninguno de los dos habían dado lugar anteriormente a sospechas, por ejemplo Biberman había rodado en 1944 “The Master Race” una película bélica de ideología antinazi, pero esto no les libro de ser completamente excluidos de la industria cinematográfica. Así que ambos se asociaron, crearon la empresa Independent Productions Company para conseguir financiación y rodar al margen de Hollywood, y reclutaron a otros artistas también expulsados por la meca del cine para realizar “la sal de la Tierra”. Creando además de esta forma el primer precedente de cine independiente.
Decidieron inspirarse en un suceso real: una huelga en la que unos mineros reclamaron mejores condiciones de seguridad durante quince meses. El guión lo escribió Michael Wilson, Sol Kaplan puso la música y la protagonizó la actriz y bailarina mexicana Rosaura Revueltas. La película pronto sufrió contratiempos: diversos sindicatos de actores prohibieron a muchos intérpretes participar en la misma, por ello se tuvo que contar con actores aficionados; después grupos de incontrolados quemaron decorados y realizaron ataques violentos; finalmente Rosaura Revueltas fue deportada a México, a donde se tuvieron que trasladar para finalizar el rodaje.

La película tuvo gran éxito en Europa, donde recibió gran reconocimiento. Fue votada como la mejor película por la Academia de Cine de Francia y ganó el Primer Premio del Festival Vary Karlovy de Checoslovaquia. Sin embargo en Estados Unidos muchas salas se negaron a exhibirla por miedo a represalias. No fue hasta 1965 cuando se pudo proyectarse libremente, y finalmente, como ya hemos señalado, se incluyó en el National Film Registry como una de las películas de la cultura norteamericana que había que reservar. No obstante para entonces las carreras como cineastas de quienes participaron en ella ya se habían visto truncadas hasta el punto de que, en la mayoría de los casos, pese a que previamente tenían una experiencia exitosa como profesionales en Hollywood, no llegaron a recuperarse nunca.
A Paul Jarrico, el productor, que anteriormente había rodado “Song of Russia” a petición del presidente Franklin Delano Roosevelt para promover simpatía del público por el bando soviético y así entrar en la segunda guerra mundial para combatir a los nazis, tuvo que emigrar a Europa para seguir trabajando. Allí escribió guiones para diversas películas producidas por Inglaterra, Alemania o Italia. En 1977 volvió a los Estados Unidos pero solo para dar clases en la universidad californiana de Santa Bárbara.

Herbert J. Biberman no salió de estados unidos, pero tuvo la entrada vedada a la industria cinematográfica durante quince años, el tiempo que tardaron en calmarse las aguas y cambiar el clima de histeria anticomunista. Para entonces su salud ya estaba deteriorada. Dirigió una sola película más en 1969, “Slaves”, sobre la esclavitud sureña. Fue aclamada en Francia, pero la crítica estadounidense le dio un recibimiento distinto argumentado que había usado técnicas anticuadas. Murió en 1971.
Sol Kaplan era músico y compositor que colaboró en la creación de bandas sonoras de multitud de películas, entre ellas “Niagara” y “Titanic”. Antes de 1953 tenían una actividad frenética en las que llego a componer varias bandas sonoras en un mismo año. Así en 1953 colaboró en dos de las películas que más prestigio le dio: “Niagara” y “Tiatanic”. Pero ese mismo año tuvo que declarar ante el comité de actividades antiamericanas porque otro acusado, John Garfield, declaro que Sol Kaplan era su amigo. Ambos negaron ser comunistas, pero ese solo hecho causó que fuese despedido de la Twentieth Century Fox y se le cerrasen las puertas del cine durante varios años. Compuso entonces música para el teatro, tanto de Broadway como de otros lugares, y también para series de televisión. Por ejemplo compuso música para dos episodios de Star Trek, pero sus partituras tenían tanta calidad que fueron usadas también para las dos primeras temporadas de la serie. Finalmente en la década de los 60 volvió a componer para cine.

Michael Wilson, guionista de gran talento que luchó en la segunda guerra mundial con el cuerpo de marines, y en 1953 había ganado el Oscar al mejor guión adaptado junto a Harry Brown, por “un lugar en el sol”, después de escribir el guión de “la sal de la tierra” siguió escribiendo guiones para un gran número de películas viéndose obligado a hacerlo bajo seudónimos. Algunos largometrajes consiguieron gran renombre como “El planeta de los simios”, “Lawrence de Arabia” y “El puente sobre el rio Kwai”. Pero dado que estaba en la lista negra no aparecía en los créditos. Se dieron situaciones rocambolescas; por ejemplo fue nominado al oscar por el guión de “Friendly Persuasion” de William Wyler, pero finalmente fue descalificado porque su nombre no aparecía en los créditos. También “el puente sobre el rio Kwai” fue nominado al oscar al mejor guión adaptado. Este lo había escrito junto a Carl Foreman, también en la lista negra, en secreto en Inglaterra. Pero ninguno de los dos aparecían en los créditos, así que se lo dieron a quien figuraba en estos: Pierre Boulle, quien escribió la novela francesa original en que se basaba la película. Como anécdota diremos que este ni siquiera hablaba inglés.
Finalmente le concedieron en 1975 el premio del gremio de escritores (siglas en ingles WGA). Este reconocimiento le llego tan solo tres años antes de morir (1978). Después tuvo varios premios póstumos: en 1984 un Oscar por “El puente sobre el Rio Kwai”, y en 1995 otro reconocimiento por ser coguionista de “Lawrence de Arabia”.
Así pues “La sal de la tierra” es una joya del cine norteamericano. Considerada por muchos la primera película independiente. Una cinta comprometida y de unas cualidades estéticas innegables. Y por ello ha sido una de las pocas en recibir el reconocimiento del National Film Registry. Sin embargo ese reconocimiento les ha llegado tarde a sus creadores. La película lejos de traer alegrías trunco la carrera artística de quienes se embarcaron en ella, de tal forma que a la mayoría no les llegó el reconocimiento hasta después de muertos. Víctimas de uno de los episodios más negros de la historia reciente de Estados Unidos.