EL Rincón de Yanka: CONSTITUCIÓN

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miércoles, 5 de febrero de 2025

AL VENEZOLANO LE QUEBRARON LA LÓGICA Y EL SENTIDO COMÚN por NOEL ALEJANDRO LEAL ROJAS 😵 y "LOS VENDEHUMOS Y CORREVEIDILES DE LA OPOSICIÓN PUTILERA


Al venezolano le quebraron la lógica


¿En Venezuela hay Estado de Derecho?: no, pues este fue abolido oficialmente el día 3 de Agosto de 1.999 con la instalación de la ilegítima Asamblea Constituyente Comunista, de la cual salió la obviamente ilegítima Constitución Comunista de Chávez, que fue ratificada el 15 de Diciembre de ese año.
En Venezuela, desde hace 26 años y contando, no hay Estado de Derecho: 
¿y entonces por qué el venezolano cree en salidas que se encuentran dentro del Estado de Derecho? Cree en la falacia de la salida democrática por su infinita necesidad de mentirse para no afrontar la realidad y para no hacer jamás mea culpa, y porque carece de pensamiento crítico, ya que le quebraron la lógica.
Ese librito ridículo que llaman Constitución del 99, de Chávez (y de Fidel, y de Ceresole y Monedero), es hijo de aquella Constituyente Comunista con la cual quedó abolido el Estado de Derecho en Venezuela, y por supuesto también es hijo de los decretos de Kléber Ramírez, del 4 de Febrero.

Ese librito ridículo que llaman Constitución del 99, de Chávez, es la trampajaula legal que el venezolano tiene que desconocer si pretende alcanzar la Libertad. Es el látigo que usa la tiranía para destruir a Venezuela. Todo el proceso de desmantelamiento de la Fuerza Armada, el establecimiento del narcoestado, el haber hecho del Estado el único agente económico para carencias intencionales y control social, la desaparición fáctica de nuestra moneda, la entrega de nuestra Soberanía y de nuestro inventario mineral a  y a la guerrilla colombiana , el embrutecimiento, envilecimiento y la animalización de la población, y toda la destrucción familiar por vaciado territorial mediante exilio forzado, se ha llevado a cabo dentro del marco de esa Constitución del 99, de Chávez, que fue socialistamente redactada para lograr eso.
La Asamblea Constituyente del 99, es Chávez.
La Constitución del 99, es Chávez.
¿Con Chávez vamos a alcanzar la Libertad?.
¿Es en Chávez donde se encuentra la vía hacia la retoma y recuperación de nuestro territorio y de su Soberanía?
Por favor, adquiera aunque sea un poco de pensamiento lógico, deje de mentirse, haga su mea culpa, y deje de hacerle daño al país.
Dicen no ser chaviztas, pero no cuestionan el statu quo formalmente Neocomunista - Fundamentalista institucionalizado con la Constituyente del 99, que es Chávez.

Tumbaron estatuas de Chávez, detestan los logos de ese degenerado donde aparecen sus ojos, y lo mismo con la boina roja y el "Chávez, corazón del pueblo", pero se deleitan en defender esa Constitución Comunista del 99 que es él mismo. Del mismo modo, se deleitan en enarbolar los símbolos patrios falsos, también de Chávez y que también son él mismo. Adoran exhibirse con las 8 estrellas y con el caballo hacia la izquierda en el falso escudo, e igualmente, usan más que contentos el nombre falso que Chávez le puso al país (República "Bolivariana"), pues carecen de pensamiento crítico, ya que les quebraron la lógica.

El venezolano también debe desconocer, sí o sí, a esa oposición ficticia, tan de izquierda como el gobierno, hija de la imperdonable generación del 28 como el gobierno, que llama a la inexistente salida pacífica para que nunca haya salida, y que simplemente es la parte más fuerte de la tiranía pues conforma junto al gobierno un solo ente socialista y que por ende siempre se ampara bajo la Constituyente del 99, siempre enarbola y defiende la Constitución Comunista y los símbolos patrios falsos, llama República "Bolivariana" al país, y legitima toda la institucionalidad chavizta. Oposición oficial, permitida, narcofinanciada desde el principio por el MVR-PSUV para llamar Dictadura a la tiranía -vital entender la diferencia- y que entonces nunca se haga lo correcto.

En Venezuela, con la Constituyente del 99, quedó abolido el Estado de Derecho, y todo lo ocurrido desde entonces es un inmenso teatro al servicio del genocidio.
Estamos bajo tiranía, eso sólo se extrae con el accionar correcto (golpe), y sus brazos sólo saldrán de circulación con el establecimiento de ese gobierno de orden llamado Dictadura.

Dadas las presencias de  y de la guerrilla colombiana , más el sector narco de la Fuerza Armada, la 'milicia bolivariana', los colectivos, las superbandas armadas, el pranato y la infernal delincuencia común, Venezuela en la actualidad no es gobernable democráticamente y no lo será por varios años más, pues la infección es muy grande y grave. El problema no es de conserjería doméstica, de cosmética de gestión, sino de pérdida del territorio, con el consiguiente saqueo del inventario mineral y el vaciado que ha producido la mayor diáspora del mundo (un tercio de nuestra población está afuera).

Nada de lo ocurrido en Venezuela ha sido incapacidad/impericia/ineptitud/ineficiencia. Todo ha sido perfectamente planificado y ejecutado. La entrega de la Soberanía para la destrucción del país ha sido a propósito, adrede, intencional, ex profeso. Y ese país destruido se llama SOCIALISMO, que es un sistema basado en algo antinatural como el igualitarismo, y que va eliminando la Libertad haciendo del Estado el único agente económico, a la vez que entrega el territorio a aliados foráneos y a criminales internos.

EL GOBIERNO ES SOCIALISTA Y ESO QUE LLAMAN OPOSICIÓN TAMBIÉN.
SON SOCIALISTAS TODOS.
SON UNO SOLO.
El problema es ideológico y nunca hubo ni hay ni habrá salida pacífica.
Para salir del chavismo hay que dejar atrás a Chávez, y Chávez es:
  •  La ilegítima Constituyente Comunista del 99.
  •  La ilegítima Constitución Chavista de ese año.
  •  Los símbolos patrios falsos (las 8 estrellas y el falso escudo con el caballo hacia la izquierda).
  •  El nombre falso del país (República "Bolivariana").
  •  ESO QUE LLAMAN OPOSICIÓN, que sólo existe para mantener a Venezuela bajo la asquerosa lápida del chavismo.
A Chávez hay que dejarlo atrás, y cualquiera que defienda a alguna de las 5 cosas anteriores es enemigo de Venezuela.
Muchos venezolanos, desde aquel aciago 4 de Febrero de 1.992 que fue planificado por AD y Copei y que fue facilitado por todos los estamentos del país, se han quejado amargamente, con toda razón, de que el jesuita Rafael Caldera sobreseyó a Chávez (con lo cual le mantuvo intactos los derechos políticos que no debió tener nunca). También condenan, con toda razón, que alguien haya votado por esa cosa en el 98. Y por último lamentan, con toda razón, que se haya evitado darlo de baja en La Orchila el 12 de Abril del 2.002.

Pues bien:
Defender ese librito tan ridículo como siniestro que es la ilegítima Constitución del 99, los símbolos patrios falsos y el nombre falso del país (todo lo cual legitima a la ilegítima Asamblea Constituyente del 99), es seguir sobreseyendo a Chávez y por ende concederle derechos políticos, continuar votando por él, y negarse a darle el tiro de gracia. ¿Y qué es lo que ha estado ahí todo este tiempo para sumarse a los instrumentos y mecanismos de Chávez, promoverlos, y evitar así que ese comunista muera?: ESO QUE LLAMAN OPOSICIÓN, de la cual usted ha sido el único sostén todo este tiempo, con su aplauso.

Ese manual comunista que llaman Constitución del 99 es el calabozo pseudolegal dentro del cual Venezuela ha sido devastada, y el Cuerpo de Salvavidas, Rescatistas, Bomberos, y Médicos de Emergencia del chavismo rojo que es el MVR-PSUV , es el chavismo azul que es la Coordinadora-MUD , que jamás dejará de decirte que la Constituyente del 99 y la Constitución de Chávez y sus símbolos patrios falsos y el nombre falso del país son la vía, para que por supuesto transcurras bajo chavismo para siempre. Son una sola familia ideológica. Son socialistas todos, y aparte el pago en narcodólares es demasiado grande.

El venezolano, por mucho que clama querer salir del chavismo, defiende a Chávez, y se abriga y ampara en él, y se encolumna detrás de él, y mediante esa Coordinadora-MUD que es Chávez mismo te dice que sólo a través de los instrumentos y mecanismos de Chávez se puede y se debe vivir, y lo hace porque carece de pensamiento crítico, ya que le quebraron la lógica. Al venezolano lo destruyeron, hasta el punto de que te dice que los instrumentos y mecanismos de Chávez son lo único que hay y puede haber,, pues no existe ni puede existir más nada, y siente un vértigo pavoroso si se le recuerda la obligación de dejarlos de lado si se pretende la Libertad. Sólo piensa y mide y proyecta dentro de Chávez, y todo gracias a eso que llaman oposición.

A muchos venezolanos, los convirtieron en individuos profundamente desvergonzados e increíblemente indolentes para con su país, y que por encima de todo y sin importar qué, se niegan a pensar. En enemigos acérrimos de la realidad. En seres totalmente incompatibles con la verdad, renuentes a la lógica y alérgicos a lo correcto, que mendigan incesantemente la droga de la mentira, de la que son insaciables, y por tanto son felices esclavos de quien se las provea. El daño a la psique del venezolano es mucho peor que grave, y es otro objetivo cumplido por el socialismo.

Venezolano:
Si como basamento para la Libertad esgrimes instrumentos y mecanismos de Chávez, pues por supuesto que lo único que vas a lograr es lo que te está pasando desde hace 26 años, que es transcurrir hundido en chavismo, que es socialismo. Existe una cosa llamada lógica. Dos más dos es cuatro.
El gobierno y eso que llaman oposición son una sola cosa pues comparten esa ideología antinatural por igualitarista (y por ende genocida) llamada socialismo, que es tiranía.

¿Alguien cree acaso que Cuba  va a salir alguna vez de la tiranía castrista por medios pacíficos -esos medios llamados democráticos-?: desde luego que no. ¿Y entonces por qué usted cree que en Venezuela hay salida pacífica y aplaude a los que le venden esa mentira?
Venezuela necesita una masa crítica que sea soporte de un hecho fáctico/de fuerza para legítimo gobierno de orden (Dictadura), que elimine la estructura de la tiranía (ergo, el aparataje genocida del poder comunista -MVR-PSUV- y de su narcofinanciada oposición socialista -Coordinadora-MUD-).

Reitero:

1. Estamos bajo tiranía -gobierno siempre socialista, de intencional destrucción nacional, donde el Estado es el único dueño real de todo para someter y matar vía carencias intencionales, a la vez que te cerca bélicamente con aliados foráneos y criminales internos- y no bajo Dictadura -magistratura legítima de rescate nacional mediante el golpe necesario y un gobierno de fuerza, orden y limpieza territorial, que ilegaliza el socialismo y defiende la Propiedad Privada, la libertad económica y la seguridad física y jurídica vía Imperio de la Ley-, y mientras no se entienda la diferencia entre ambas cosas, Venezuela no recobrará la Libertad. Contarse sólo perpetúa y fortalece a la tiranía. Pregúntese usted: ¿Toda esta ristra de 'elecciones' bajo chaviSmo ha debilitado a la tiranía roja o la ha fortalecido?: obviamente la ha fortalecido.
2. En Venezuela no hay Estado de Derecho ni mucho menos democracia desde el 99, pero usted habla y se comporta como si ambos existieran en nuestro país.
3. No hay nada legítimo en Venezuela (Poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral) desde hace 26 años ya y contando, pero usted legitima todo votando en tiranía.
4. En Venezuela no hay elecciones sino adjudicaciones internas siempre dentro del socialismo, pero usted cree que elige algo.
5. Las farsas electoreras son el mecanismo de legitimación interna y externa del aparataje chavizta, y ESO QUE LLAMAN OPOSICIÓN es el narcofinanciado instrumento sin el cual eso no podría ocurrir, pero usted se encolumna esperanzado detrás del Ministerio del Poder Popular para el Apaciguamiento y la Anestesia. Detrás de los socios del gobierno. Detrás de los camaradas azules de Chávez.

6. Jamás existió ni existe ni existirá posibilidad alguna de salida pacífica (democrática, electoral, constitucional, legislativa, jurídica, negociada). El que le plantee eso, o está pagado para promocionar la mentira o es un simple imbécil de a pie que se la cree, pero igual usted sigue soñando con esa salida pacífica.
7. Los militares no van a quitarle el poder al chavismo rojo para dárselo al chavismo azul. Ningún militar en su sano juicio va a arriesgar su vida y la de su familia para quitarle el poder al MVR-PSUV y dárselo a esa Coordinadora-MUD que precisamente está narcofinanciada por el partido de ese Chávez cuyos instrumentos y mecanismos defienden todos, pero usted cree que sí.
8. Si el MVR-PSUV te permite pasearte por el país y salir de él, haciendo campaña electorera contra él, es porque eres parte de su narconómina. Esa estructura llamada Coordinadora-MUD es la oposición oficial, permitida, promocionada por el gobierno y narcosponsoreada por este, y todo el que provenga de ahí, o que se apoye en ella o que reciba su apoyo, es enemigo de Venezuela, pues es chavismo azul, pero usted le otorga su vocería, le concede su representación.
9. Si alguien cree que eso que llaman oposición se ha equivocado en algo en todo este tiempo o que en algún momento ha querido sacar del poder al MVR-PSUV pero no ha podido (es decir, que ha fracasado) o que en política existen los errores o las casualidades, no entiende nada, pues todo lo que eso que llaman oposición ha hecho es para darles legitimidad y tiempo y espacio a Chávez y a su proyecto y a sus instrumentos y mecanismos, que son todos él mismo. Eso que llaman oposición ha sido la parte más fuerte del poder del MVR-PSUV durante todo este tiempo, de modo que en el poder ha estado siempre y no tiene necesidad de buscar lo que siempre ha tenido y sostenido.

El venezolano debe dejar de mentirse, pero no quiere dejar de hacerlo porque no desea afrontar la realidad y mucho menos hacer el fundamental mea culpa, y porque además carece de pensamiento crítico, ya que le quebraron la lógica.

Venezolano:

Legitimando la estructura genocida del gobierno comunista mediante su oposición socialista a través del voto en tiranía, amputas una parte de ti, cercenas a tu familia, mutilas al país, y matas el futuro no sólo tuyo/de los tuyos/de Venezuela, sino que haces que eso se exporte. Cometes un acto imperdonable.
Empieza a pensar de modo lógico. Ya basta de enviarle al mundo el mensaje incorrecto.
Si haces los cálculos de una construcción basándote en que 2 + 2 es cualquier número menos 4, estás condenado a que todo se derrumbe una y otra vez sobre tu cabeza, pues te estás basando en la mentira. La mentira democrática está matando a Venezuela desde el infame 23 de Enero de 1.958, y desde el 6 de Diciembre del 98 lo hace a máxima revolución. El socialismo, que gobierna a Venezuela desde ese 23-1-58, sólo existe para encerrarte en la mentira y así reducirte espiritual, moral, mental y físicamente, hasta destruir la escalera Individuo ➤ Familia ➤ Sociedad ➤ Nación y así matarte.

Sólo en la verdad hay vida.
VERDAD, VIDA Y NACIÓN.
Quiero salir del chaviSmo, pero la oposición no me deja.
Hay que despertar.


Todo lo que querías saber sobre la oposición y tenías miedo de preguntar, feat. Alek Boyd


Los Vendehumos: La Maquinaria Mediática de la Falsa Oposición

QUIERO SALIR DEL CHAVISMO PERO 
LA OPOSICIÓN NO ME DEJA  VENEZUELA HAMPACRACIA 
SANDRA CONAWAY

VER+:





viernes, 1 de noviembre de 2024

LA CONSTITUCIÓN CHAVISTA LIBERTICIDA, PATRICIDA Y VENECIDA CON LA COMPLACENCIA DE LA OPOSICIÓN FALSARIA Y PUTILERA

Las consecuencias de la Constituyente chavista: 
así es cómo Venezuela se convertirá en Cuba 
(07/8/2017)

La nueva Constitución chavista amenaza con eliminar la empresa y la propiedad privadas, así como la libertad de expresión y la pluralidad política.


"Venezuela no es Cuba". Esto es lo que decían los chavistas y sus simpatizantes cuando alguien alertaba acerca de la ruinosa deriva política y económica que sufriría Venezuela en caso de que Hugo Chávez llegara al poder. Dieciocho años después de que se produjera su primera victoria electoral, el tiempo se ha encargado de demostrar que el acierto de tales de advertencias.
El objetivo de la fraudulenta Asamblea Constituyente no sólo tiene por objetivo sustituir al Parlamento nacional para blindar el poder el Nicolás Maduro al frente del régimen, sino elaborar una nueva Carta Magna que profundice y perfeccione la "revolución bolivariana" que desarrolló Chávez entre 1999 y 2013, según anunció el propio presidente de la República.
Y, aunque todavía se desconoce la letra pequeña del nuevo proyecto, Maduro ya adelantó que su intención es sustituir la democracia parlamentaria y la economía social de mercado que recoge la actual Constitución bolivariana impulsada por Chávez por un nuevo "Estado comunal", con todo lo que ello supone a nivel político, económico y social.

Así, tal y como denunció la propia Conferencia Episcopal Venezolana después de que Maduro anunciase la convocatoria de la Asamblea Constituyente, "los temas presentados por el Presidente de la República para apoyar su propuesta no apuntan a resolver los graves problemas que aquejan a los venezolanos, sino a prolongar la permanencia de su gobierno en el poder". Su propuesta "resulta peligrosa para la democracia venezolana, para el desarrollo humano integral y para la paz social, pues el objetivo fundamental es constitucionalizar el Estado Comunal". La iniciativa, similar o más radical incluso que la fracasada reforma constitucional que propuso Chávez en 2007 -tumbada mediante un referéndum-, acabará instaurando un "sistema totalitario, militarista, policial, violento y represor".

Asimismo, diversos expertos, como Diego Moya-Ocampos, analista senior para América Latina de IHS Country Risk, o Leonardo Palacios, profesor de la Universidad Monteávila y de la Universidad Católica Andrés Bello, coinciden en señalar que el nuevo objetivo del régimen es aprovechar la Constituyente para implantar un sistema de un solo partido, eliminar las elecciones directas, libres y universales, así como declarar un Estado "socialista, comunal y de justicia", a imagen y semejanza de la dictadura comunista en Cuba.

Los grupos de la oposición llevan semanas alertando de las nefastas consecuencias que tendrá la instauración de este nuevo régimen para el conjunto de los venezolanos:
  • Venezuela se constituye en un Estado comunal (comunista)
  • Se elimina la empresa privada
  • Todos los empleados del sector privado pasarán a ser empleados públicos
  • Será eliminado el derecho a la educación privada, desde preescolar hasta el sistema universitario, incluyendo adoctrinamiento político en todos los niveles de educación
  • Los medios de comunicación social estarán al servicio del poder comunista
  • La opinión del pueblo no será tomada en cuenta. Sólo el Presidente podrá elegir a los gobernadores y alcaldes
  • Se eliminan la Fiscalía General de la República, todos los poderes y los partidos políticos
  • Se elimina la autonomía universitaria
  • El período presidencial será entre 20 y 30 años, con reelección indefinida
  • Se limitarán los viajes nacionales e internacionales (se necesitará un permiso del Gobierno)
  • Se elimina el derecho a la protesta
  • Toda vivienda será propiedad del Estado (no se podrá vender ni heredar)
  • Oponerse o pensar diferente al Gobierno será considerado delito de traición a la patria
  • Se podrán allanar vivienda sin orden judicial
  • Se eliminan los municipios
  • Desaparecen las Fuerzas Armadas, que pasar a convertirse en cuerpos combatientes integrados en el partido del gobierno
  • El derecho a la vida queda restringido, puesto que quedará al albur del régimen
  • Se elimina el artículo 350 de la Constitución, que reza como sigue: "El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos".
VER+:



El proceso constituyente bolivariano 
que inauguró Hugo Chávez

Nicaragua, Bolivia, Ecuador, ahora Chile y quizás pronto, Colombia, Argentina y Perú, lo han incorporado como parte del discurso y la práctica política.
La Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela de 1999, fue promovida durante el primer año de gobierno del presidente Chávez, asumiendo facultades plenipotenciarias por encima de todos los poderes existentes y con el propósito de redactar una nueva Constitución.
La Asamblea fue aprobada por un referéndum en abril de 1999 y representó el primer y quizás único éxito para Chávez, con 88 % de votantes que apoyaron la propuesta.
La Asamblea quedó conformada por 131 miembros electos y 3 delegados indígenas designados por sus comunidades, en unas elecciones que se realizaron en julio de 1999.

Una trampa electoral que afectaba la distribución de los escaños, le permitió a Chávez obtener el 95 % de los asientos
En esa elección, se dio la primera señal del talante fraudulento del gobierno, pues, aunque los representantes del oficialismo ganaron el 65,8 % del voto, una trampa electoral que afectaba la distribución de los escaños, le permitió obtener el 95 % de los asientos (125 del total de 131), incluyendo todos los pertenecientes a los grupos indígenas, y dejando a la oposición con solo seis escaños.
La constitución se ratificó después en el referéndum del 15 de diciembre de 1999, con el 80 % de votos a favor, en medio de la más grande catástrofe socio ambiental ocurrida en el país, como fue las inundaciones y derrumbes ocurridos en el estado Vargas (La Guaira), que dejó unos 20.000 muertos y desaparecidos, incluidos centenares o miles de niños huérfanos entregados en adopción y cuyo registro se perdió.

La nueva Constitución aumentó el período presidencial de cinco a seis años, permitió la revocación mediante referéndum del mandato de servidores públicos electos, incluido el presidente
La nueva Constitución aumentó el período presidencial de cinco a seis años, permitió la revocación mediante referéndum del mandato de servidores públicos electos, incluido el presidente, y permitió la reelección hasta por dos períodos presidenciales.
También convirtió el Congreso Legislativo bicameral existente, con senadores y diputados, en uno unicameral que se denominó Asamblea Nacional, y cambió el nombre del país que estaba entonces oficialmente conocido como la República de Venezuela, por el de República Bolivariana de Venezuela.

Se realizaron elecciones parlamentarias, y de nuevo se aplicó la misma trampa electoral que permitió tener más diputados con menos votos
En julio de 2000 se celebraron las primeras elecciones presidenciales bajo la nueva Constitución, y Chávez fue reelecto como presidente. También se realizaron elecciones parlamentarias, y de nuevo se aplicó la misma trampa electoral que permitió tener más diputados con menos votos. El gobierno mostró así, por primera vez y para siempre, su otra cara.
No obstante, es conveniente aclarar que, pese a las intenciones oficialista de conformar una Constitución que permitiera lograr sus propósitos autoritarios, hasta ese momento ocultos, la nueva Constitución representó un avance importante desde el punto de vista político y legislativo. Tanto así, que no pasó mucho tiempo antes de que el gobierno expresara su voluntad de reformarla.

Es así como en 2007, el presidente Chávez hace la solicitud de un referéndum para reformar la constitución, con una propuesta para cambiar 33 artículo, que luego la Asamblea Nacional extendió a 69, agrupándolas en dos bloques.

La reforma incluía la conformación de Venezuela como Estado Socialista; la minimización de la propiedad privada y su eliminación en el caso de la tierra
Como elementos relevantes, la reforma incluía la conformación de Venezuela como Estado Socialista; la minimización de la propiedad privada y su eliminación en el caso de la tierra; La institucionalización de la Misiones populistas; la creación de la sociedad comunal y la creación de las Milicias Populares.

La primera derrota de Chávez

El referéndum se efectuó en enero de 2008 y sus resultados expresaron el rechazo del pueblo a los cambios propuestos. Esta sería la primera derrota electoral importante del oficialismo, que contó además con una abstención del 44 %. Es bueno señalar que el informe definitivo de la votación con el 100% de las actas aún no se ha publicado.
A pesar de este estruendoso fracaso, el gobierno no cedió en sus deseos de reforma e hizo dos intentos más.

En 2009 propició una enmienda constitucional, la única realizada hasta ahora, en la cual logro aprobar la reelección indefinida del presidente. Sin embargo, la percepción de haber sido un proceso amañado aún no se disipa.

En 2017 se procedió a convocar mediante decreto presidencial, una nueva Asamblea Nacional Constituyente, otra vez con el propósito de redactar una nueva Constitución
Luego, ya con el presidente Maduro en el poder, en 2017 se procedió a convocar mediante decreto presidencial, una nueva Asamblea Nacional Constituyente, otra vez con el propósito de redactar una nueva Constitución para Venezuela que, finalmente, no presentó, ni discutió.
Su vigencia abarcó más de 3 años, hasta diciembre de 2020, sin ningún producto relevante, pero si obtuvo el rechazo de la mayoría del pueblo venezolano, así como de la mayor parte de la comunidad internacional, quienes, con razones bien fundadas, tampoco reconocieron su legalidad.

Finalmente, y pese a lo dicho, es necesario reconocer que el proceso constituyente bolivariano incorporó el tema al debate político y abrió la puerta para que varios gobiernos progresistas-populistas y con tendencias autoritarias en la región, lo asumieran como estrategia para el control del poder y la sociedad.
Así, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, ahora Chile y quizás pronto, Colombia, Argentina y Perú, lo han incorporado como parte del discurso y la práctica política.

Por supuesto, considerando la experiencia venezolana, ese es un camino incierto que podría contribuir al fin de la democracia en nuestros países.

VER+:


lunes, 26 de agosto de 2024

"EL ALMA DE LA DEMOCRACIA" por JUAN MANUEL DE PRADA 🗽

EL ALMA DE LA DEMOCRACIA 

Se supone que el alma de la democracia, entendida como fundamento de Gobierno, es el sufragio universal, convertido en única fuente de legitimidad. En cualquier régimen democrático moderno que se precie, el voto es la más genuina expresión de la soberanía: 
«Un hombre, un voto», suele aducirse, como si así estuviese zanjada la discusión. Ante la urna, el pueblo decide; y lo que decide va a misa (o siquiera a una misa negra). Pero… ¿de veras esto es cierto?
La crítica más recurrente a la democracia niega la bondad del sufragio, arguyendo que el bien común no siempre coincide con la voluntad general; y que esa voluntad general lograda a través del sufragio a menudo se equivoca (la Historia, desde luego, nos ofrece ejemplos innumerables).
También podría aducirse que, en la práctica, se pueden adulterar y falsificar los resultados de unas elecciones; y no solamente a través del consabido y burdo pucherazo.

A medida quelos regímenes democráticos se resabian, a medida que el poder acapara funciones y dispone de tecnologías más complejas y refinadas, puede 'refinar' (como se hace enuna refinería con el petróleo) los cómputos del voto y, por lo tanto, refinar también sus trampas. Por otro lado, existen -como sabe cualquier estudioso de la psicología de masas­ otros modos mucho más sibilinos y asépticos de alterar el sutragio, por ejemplo mediante la inducción al voto que procura la propaganda (infiltrando miedos o euforias) o mediante la demoscopia, que maneja datos que siempre están 'cocinados'. 
Ciertamente, mediante sondeos demoscópicos se puede 'fabricar' el paisaje político; pues la estadística, antes que para reflejarla, sirve para construir la realidad.

Pero estas dos objeciones -una de principio y otra de aplicación- dejan intacto un aspecto capital del problema alque no se presta demasiada atención. Supongamos que el voto sea siempre certero, que la voluntad general nunca se equivoque; y supongamos también que ese voto no esté inducido ni falseado. 
¿De veras alguien en su sano juicio cree seriamente que los votos del pueblo estén reflejados con fidelidad en la formación de las cámaras legislativas? ¿Son de veras los parlamentos la trasposición, a escala reducida, de la voluntad general?

La cruda realidad es que entre los votos y el candidato proclamado que los representa se interpone una maquinaria procesal complicadísima, que unas veces empequeñece y otras veces agranda esa representación, que deja sin representación a formaciones minoritarias y dispara la representación de las formaciones mayoritarias; una maquinaria que, en cualquier caso, siempre deforma. 
Hay una 'manufactura' o 'procesamiento' del voto que puede ofrecer, apartir de una misma materia prima (los votos), productos muy dispares que la hacen casi irreconocible. 

En primer lugar, mediante la división delas circunscripciones (en España, por ejemplo, se vota con circunscripciones cambiantes, dependiendo de si las elecciones son nacionales o europeas), después mediante el número de escaños que se adjudican a cada circunscripción (muy variable, y no sólo por razones de población), que hace que algunas circunscripciones estén más representadas que otras, etcétera. Y, por si esto fuera poco, los votos cosechados en cada circunscripción son sometidos a una contabilización que nada tiene que ver con la mera suma de papeletas, fundada en 'procesamientos' matemáticos de la más diversa índole, que condiciona sorprendentemente el resultado.
El mismo número de votos puede decantar la composición de las cámaras de forma drástica, según el sistema electoral que se aplique.

Y los sistemas electorales, que en teoría son infinitos, en la práctica son numerosísimos, agrupados en dos tipos: el mayoritario y el proporcional. 
Según el primero, en cada circunscripción resulta elegido elcandidato que haya obtenido el mayor número de votos (o bien el que haya obtenido más de la mitad de los votos, para lo que se suele requerir la convocatoria de segundas y hasta terceras votaciones). Inevitablemente, en el sistema de representación mayoritaria, el voto de las minorías queda por completo excluido, expulsado a un limbo democrático; y si además hay segundas o terceras votaciones, se fuerza al pueblo a votar a quien no quiere, en aras de un supuesto mal menor (y con frecuencia a elegir irracionalmente entre dos males que considera mayores).

¿Y qué ocurre en el sistema de presentación proporcional, que es el que rige por estos pagos? ¿Nos libra de tamaños males? 


El sistema de representación proporcional, a diferencia del sistema mayoritario, trata de evitar la volatilización de las minorías y de asegurar una cierta representación parlamentaria a aquellos partidos cuyos candidatos no alcanzan la mayoría. Pero las dificultades de aplicación de este sistema son tan ímprobas que, para resolverlas, se ha tenido que recurrir a matemáticos ociosos, como aquel D’Hondt de nuestras entretelas, inventor de una fórmula electoral que en España hemos hecho nuestra. Son, en todo caso, fórmulas arbitrarias que, mediante ecuaciones, 'procesan' o transforman la materia prima del voto, haciéndola depender de cálculos previos bastante arbitrarios. Lo cierto es que cada régimen democrático suele crear su propio método, a través de leyes electorales que, con el tiempo, sufren además reformas varias (casi siempre, por supuesto, las reformas que interesan a los partidos mayoritarios).

La gente lega cree que los diferentes métodos de escrutinio del voto son cuestiones técnicas de escasa trascendencia. Pero lo cierto es que de estos métodos depende el resultado electoral en mayor medida que de los sufragios puramente dichos. A la postre, la materia prima, convenientemente 'procesada', puede deparar productos muy variopintos. El resultado de las elecciones en Francia, por ejemplo, sería muy diverso si se aplicara el escrutinio mayoritario simple, sin recurrir a 'segundas vueltas' (y no digamos si se aplicara el proporcional). Las leyes electorales no sólo alteran los resultados en unas pocas décimas, como piensa la gente ingenua, sino que pueden llegar a invertirlos por completo, de tal modo que resulten elegidos gobiernos de distinto signo. Algo semejante ocurriría en España, si se eligiese otra fórmula matemática para aplicar el sistema proporcional, o si se cambiasen las circunscripciones; no digamos si se aplicara un sistema mayoritario simple o compuesto.

Desde luego, desde el punto de vista formal cualquiera de estos métodos podría ser igualmente democrático si hubiese sido votado por el pueblo. Pero, ¿acaso lo ha sido? ¿Se le ha permitido a la gente elegir entre los diversos sistemas y entre los cientos o miles de fórmulas matemáticas que 'procesan' el escrutinio? Evidentemente no. Pero es que, además, existen problemas de fondo todavía más inquietantes. Los sistemas electores mayoritarios deforman el sufragio porque no admiten el acceso a las cámaras legislativas a las minorías; sólo uno triunfa, los demás se esfuman, un voto de más o de menos otorga el triunfo o envía a las tinieblas (esto ocurrió, por ejemplo, en Florida, en las elecciones que Bush Jr. ganó a Gore). También puede ocurrir con mucha frecuencia que el partido que obtenga más votos sea enviado a la oposición, tanto en el sistema mayoritario (así ocurrió en las elecciones ganadas por Trump) como en el proporcional (en Cataluña, por ejemplo, alguna vez un partido con menos votos ha obtenido el triunfo). 

El sistema proporcional, además, tiene el grave inconveniente de atomizar las cámaras legislativas, fomentando la ingobernabilidad. Pero, además, también tira a la basura cientos de miles de votos; votos de personas que, simplemente, son 'descartadas' (como embriones excedentes de una fecundación in vitro), pues a las fórmulas matemáticas elegidas para 'procesar' el escrutinio les resultan engorrosas, lorzas de grasa indeseables. Son esas fórmulas matemáticas arbitrarias las que eligen los escaños, no el cómputo de los votos.

Los sistemas de escrutinio del voto deforman siempre el sufragio, en mayor o menor medida; y su tendencia es hacerlo siempre en la mayor medida posible, no nos engañemos. 
¿Hasta qué punto es legítimo este 'procesamiento' del voto que desvirtúa la voluntad general? Sin entrar a discutir esta espinosa cuestión, lo cierto es que el carácter representativo de la democracia es –digámoslo suavemente– impreciso, difuso, en el mejor de los casos 'aproximado'. En realidad, habría que concluir que los regímenes democráticos se fundan en el relativismo, pues admiten técnicas electorales diversas cuyos resultados pueden ser contradictorios entre sí y siempre distorsionadores de la llamada 'voluntad general'. 

A la postre, lo que queda claro es que la democracia, en su realización práctica, no se funda en principios, sino en artilugios procesales que, mediante fórmulas matemáticas, distorsionan –a veces sutilmente, a veces de la forma más gruesa– el sufragio. No se puede ser demócrata por principios, porque lo cierto es que en los regímenes democráticos hay reglamentos que establecen arbitrariamente fórmulas que 'modelan' el voto. Es duro aceptarlo; pero también, en determinado momento de nuestras vidas, tuvimos que aceptar que los Reyes Magos eran los padres. 

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jueves, 23 de noviembre de 2023

¡ESPAÑA ES UNA NACIÓN! ¡NO UNA CONSTITUCIÓN! 👦👧👨👩👪👫


EXPLICANDO A LOS FRANCESES LO QUE PASA EN ESPAÑA

“¡España es una Nación! 
¡No una Constitución!”
"Cosas veredes...", decía Mio Cid. Cosas extraordinarias, cosas jamás vistas en 45 años están viéndose desde que el pueblo español se ha lanzado a la calle, enfurecido y abriéndosele los ojos ante las traiciones y engaños del psicópata de la Moncloa. Y como mis amigos franceses de la revista ‘Éléments’ me pidieron que se lo contara y explicase, aquí va mi explicación. Sobre muchas cosas, y en particular sobre por qué no hay ni puede haber “derecho a decidir”.
El pueblo español se ha lanzado a la calle. Jóvenes (muchos), ancianos (hasta también) junto con gente de todas las edades se agolpan por millares diariamente, desde hace ya diez jornadas[1] y sin fecha prevista de conclusión, ante la sedes del partido socialista de Madrid y, en muchas ocasiones, de las principales capitales de provincia. Con una energía, un vigor, una rabia y un fervor patriótico como no se había visto nunca.
Eso no tiene nada que ver con las manifestaciones, pomposas e hipócritas, que convocan en otros momentos los partidos del Sistema, esos sátrapas, esos colaboracionistas de facto del movimiento secesionista que rompe a España y que ellos (tanto los socialistas como los del PP) fueron los primeros en aupar. Lo hicieron desde el primer momento, desde aquel 1978 en que, aprobada la nueva Constitución que el franquismo acababa de regalar, se emprendió la aciaga (y calificada de “modélica”) Transición.

Por ello resuena estos días en las calles un grito que nunca se había oído hasta ahora: “¡España es una nación! ¡No una Constitución!” (grito con el que se lanza además un escupitajo directo a la tesis defendida por muchos liberales según la cual la nación española sólo existiría desde su primera Constitución de 1812). Y como lo que empieza a estar en juego es el Régimen surgido en 1978, ello explica que, como si estuviéramos en el Budapest sublevado de 1956, ondee en las calles la bandera rojigualda a la que se le ha recortado el escudo del Régimen actual.

Un Régimen cada vez más despreciado

Pero no, no os hagáis ilusiones, amigos franceses. El Régimen es despreciado y vilipendiado, sí; pero de la manera en que cualquier Régimen lo es en los albores de las revueltas populares: de forma vaga, imprecisa, sin un programa de acción concreto; sin que nadie pueda asegurar a día de hoy si la revuelta acabará engullida, como tantas veces, por los amos del Sistema, o si por el contrario...
Lo único que está claro es la atmósfera que bulle, se siente, se palpa en medio de la calle. Si descontamos la guerrilla (eran otros tiempos, otro pueblo, otras circunstancias...), la atmósfera y la rabia actuales recuerdan mucho lo que debía de sentirse en aquel mes de mayo de 1808 en que el pueblo español, ¡incluido el de Cataluña!, se alzó para defender la patria frente al ocupante francés. No sólo frente a éste: también frente a nuestros dos grandes felones (Carlos IV y su hijo Fernando VII) que habían abierto las fronteras al invasor.

Hoy no hay ocupante extranjero en España (sólo españoles a los que les ha dado por sentirse ocupados y sojuzgados por la patria común), pero sí hay felones en el asunto. El que pasará como tal a la Historia se llama Pedro Sánchez, el actual primer ministro que, para mantenerse en el poder gracias a los siete votos de los secesionistas catalanes de Puigdemont (el prófugo huido a Waterloo en 2017), acaba de pactar con él la amnistía tanto para él mismo como para sus secuaces, junto con mil otras concesiones: condonación de 15.000 millones de euros de la deuda de la Generalidad catalana, concesión a ésta de la totalidad de los impuestos recaudados en la actual región y pronto nación, y lo más importante: realización de un referéndum que permita a Cataluña independizarse definitivamente de España.

A la luz de los actuales sondeos (y a la luz también del pavor de perder sus privilegios económicos que a los burgueses y “bobos”[2] catalanes les dará a la hora de dar el paso final), lo más probable es que el resultado final sea sin embargo el mantenimiento de los vínculos políticos que puedan quedar entre Cataluña y España, si es que aún queda alguno, pues los otros lazos —los más importantes—, los afectivos, culturales, lingüísticos… (en los colegios catalanes ya se imparten más horas de inglés que de español) hace ya muchos años que han sido rotos por el odio del separatismo catalán hacia todo lo español.

Si ello es así, ¿por qué nos empeñamos en mantenernos juntos?

Si ello es así, y si nada conseguirá modificar a corto o mediano plazo las mentalidades de unas generaciones brutalmente adoctrinadas desde hace 50 años, ¿no valdría más, para los propios españoles, aceptar las consecuencias que parecen imponerse? ¿Qué interés hay en mantener una situación intrínsecamente podrida y que no puede sino empeorar? ¿Qué gana España en mantener unos vínculos con quienes la odian y se han convertido en sus enemigos?

Ganar, en efecto, España no gana estrictamente nada.

Económicamente, pierde, y mucho: los 15.000 millones del despilfarro catalán que ahora habrá que apoquinar, más la totalidad, en lo sucesivo, de los impuestos recaudados y de los que no verá un solo euro. Pero políticamente, aún pierde más. Políticamente, la independencia de Cataluña y de las Vascongadas sería una bendición del cielo: la correlación de fuerzas electorales haría que, sin los votos de las regiones secesionistas, nunca jamás (al menos a corto o mediano plazo) un socialista o un comunista podría soñar con volver a poner los pies en el palacio de la Moncloa.

¿Entonces?...

Lo que sucede entonces es que, si el pueblo español está empeñado —y legítimamente empeñado— en luchar tan denodadamente en defensa de la unidad de la patria, es por algo tan peregrino, tan poco práctico, tan carente de interés a ojos del hombre moderno y posmoderno como... un sentimiento. El sentimiento una identidad colectiva, el sentimiento de ser algo y algo importante (al menos ayer) en el mundo, el sentimiento de pertenecer a un pasado y de proyectarse hacia un futuro... El sentimiento, en fin, de no quedarnos disueltos en la nada de la muerte.
Es curioso. La nación española, aquella “luz de Trento y martillo de herejes” que, después de haber presidido durante siglos la cruzada contra la modernidad[3], se ha convertido en víctima consintiente de los peores desmanes de la posmodernidad, esta misma nación todavía encuentra arrestos para saltar a la palestra en defensa de lo que en los liberales tiempos posmodernos constituye todo un anacronismo: la defensa de la nación.

El liberalismo y “el derecho a decidir”

“¿Cómo se puede privar a un pueblo (el catalán, en este caso) del derecho a decidir su pertenencia a la entidad nacional que mejor le parece?”, me han preguntado muchas veces amigos (y camaradas) franceses que, sensibilizados como están (y con razón) por el jacobinismo centralista que la Revolución impuso en su país, ven con dificultad el combate que los identitarios españoles emprendemos, de manera totalmente unánime, contra el secesionismo que mina nuestra nación.[4]
La respuesta es muy sencilla: emprendemos dicho combate porque somos precisamente antiliberales. Porque, no creyendo en el principio primero del liberalismo —la libre decisión individual—, estamos convencidos de que una nación no es ninguna asociación constituida por la libre decisión de sus miembros, esos átomos que, habiendo firmado el famoso Contrato, tienen el consiguiente derecho de rescindirlo cuando les plazca.
Si asumiéramos tales fantasías, no nos quedaría más remedio que reconocer a vascos y catalanes (y dentro de éstos a los araneses[5], así como a cualquier otra porción del territorio catalán, o español, que lo tuviera a bien) el derecho a decidir su segregación.

Pero como no somos liberales, sabemos que “¡España es una nación! ¡No una Constitución!”, como se grita estos días en sus calles, frente a las cargas brutales de la policía. Sabemos, con otras palabras, que España no depende de ningún acuerdo, pacto o constitución. Sabemos que España, como cualquier nación, es “una unidad de destino”, decía José Antonio Primo de Rivera, constituida por tres cosas: un territorio, una lengua y una historia (que se remonta a los dos mil años de la Hispania Romana). Y sabemos que el destino —algo por lo que estamos dispuestos a sacrificar nuestros intereses económicos y hasta políticos— es una de las pocas sagradas que aún nos quedan: algo que se impone por sí mismo, algo a cuyo respecto no hay ni puede haber ni decisión ni votación.
O si votación hubiere, sólo podría ser legítima en un solo caso: si en ella votasen todos los muertos y nascituri de la nación, esos seres que la integran, que la conforman, tanto como los vivos.
_________________________

[1] En el momento de escribir el artículo. Esta noche ya es la decimoquinta. Y lo que te rondaré morena.
[2] Uso el término en su acepción francesa, como acrónimo de “bourgeois bohème” [burgués bohemio), que en buen español se diría “pijoprogre”.
[3] El problema es que, si Trento y España emprendieron con justicia y razón el combate contra el luteranismo y lo que éste significaba, también emprendieron un combate —pero aquí sin justicia ni razón— contra lo que había representado durante dos siglos el glorioso renacer del sincretismo pagano-cristiano del Renacimiento. Pero ésta es obviamente otra historia.
[4] Doy por sentado que el lector francés conoce perfectamente que el actual Régimen español no sólo es de carácter federal, sino que los derechos reconocidos a las Comunidades Autónomas se cuentan probablemente entre los más altos de todos los sistemas federales.
[5] Pequeño (y hermoso) valle pirenaico donde se habla un dialecto del catalán y cuyos habitantes también anhelan que se les reconozca su idioma y su entidad política propia.


 Suena en Ferraz el himno de España con letra. 
El NN está cambiando algo en España.

Por primera vez en 47 años sonó esta noche en la calle, con su letra y su fuerza, el prohibido Himno Nacional:

«Gloria a la patria / que supo seguir /
sobre el azul del mar / el caminar del sol»

***
A LAS FUERZAS 
Y CUERPOS DE SEGURIDAD

En ningún caso la obediencia debida podrá amparar órdenes que entrañen la ejecución de actos que manifiestamente constituyan delito o sean contrarios a la Constitución o a las Leyes. (Art. 5.1.d de la Ley Orgánica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad).Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley cumplirán en todo momento los deberes que les impone la ley, sirviendo a su comunidad y protegiendo a todas las personas contra actos ilegales, en consonancia con el alto grado de responsabilidad exigido por su profesión.Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley no cometerán ningún acto de corrupción. También se opondrán rigurosamente a todos los actos de esa índole y los combatirán. (Arts. 1 y 7 del Código de Conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley. Asamblea General de la ONU de 17 de diciembre de 1979).Policías y Guardias Civiles, el pueblo os necesitaSi estáis con el pueblo, el pueblo estará con vosotros. 

🔴EL DEBER DE UN BUEN POLICIA / Galo Dabouza

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Marcos Peña, doctor en Derecho: 
"El PP puede frenar la amnistía en el senado"

Lo que nadie te ha contado de la investidura (completo) DEMOS- GEOPODER


La Constitución ha DESTRUIDO la NACIÓN
LA NACIÓN ESTÁ POR ENCIMA DE LA CONSTITUCIÓN

EL GOBIERNO DE LA GENTE (EL ESTADO CONTRA LA NACIÓN) 
= DICTADURA CASTROCHAVISTA DE M....