EL Rincón de Yanka: diciembre 2025

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lunes, 1 de diciembre de 2025

LIBRO "BOLCHEVIQUES: DE ETA AL MOVIMIENTO SOCIALISTA: 💥 EL REARME DEL COMUNISMO por FERNANDO JOSÉ VAQUERO OROQUIETA

 
BOLCHEVIQUES:
DE  ETA 
AL  MOVIMIENTO  SOCIALISTA:
EL  REARME  DEL  COMUNISMO
💥

Cuando ETA dejó de matar, las juventudes de la extrema izquierda nacionalista vasca se dividieron. La rama más radical adoptó un marxismo-leninismo que rechaza el «aburguesamiento» de Bildu (o de Podemos) y la democracia burguesa en la que participan. Poco después convergieron con la mayoría de los miembros de Arran, las juventudes de la CUP (la extrema izquierda nacionalista catalana) y del PCE, en una amalgama que trabaja ya en crear un partido comunista europeo con el que abordar una nueva etapa revolucionaria.
Hemos visto a estos nuevos bolcheviques protagonizar incidentes durante la Vuelta a España. Les vemos tomando el protagonismo en universidades y entidades juveniles. Les vemos reventando violentamente las carpas y manifestaciones de otros partidos. Pero por alguna razón, en los medios seguimos oyendo hablar de otros radicales mucho menos ambiciosos, numerosos u organizados.

Para cualquier persona interesada en conocer el origen, intenciones e ideología de estos aspirantes a revolucionario, que trabajan y se organizan para destruir el Estado y la democracia, el último libro de Fernando José Vaquero Oroquieta es lectura imprescindible. Aborda la materia de un modo completo y riguroso, trazando el origen del movimiento a través de la historia de la extrema izquierda española, así como su evolución y su posición actual en base al análisis de sus propios textos publicados.
El autor es criminólogo, ex subdirector de la prisión de Pamplona, columnista, y autor de siete libros centrados en terrorismo y radicalismo, varios de ellos editados por Pompaelo.

El fantasma del comunismo vuelve a recorrer Europa encarnado en una nueva generación de jóvenes revolucionarios empeñados en resucitarlo, a pesar de la histórica derrota del Ciclo de Octubre. Así, la escena comunista-revolucionaria, en España, se encuentra conmocionada tras la irrupción de una nueva fuerza juvenil que se reclama decididamente comunista, y por ello, en ruptura generacional con la socialdemocracia, el revisionismo y sus expresiones movimentistas: hablamos del Movimiento Socialista.

Sus orígenes radican en la izquierda abertzale, desde la que marcharían en busca de un nuevo paradigma político que no es otro que un marxismo-leninismo actualizado y atento a las fracturas que presenta el sistema: precarización de las condiciones de vida de crecientes contingentes, proletarización de la juventud, nuevos retos identitarios, imposibilidad de acceso de una gran mayoría a una vivienda decente, irrupción de nuevas formaciones políticas, transformaciones autoritarias de los Estados… Todo ello enmarcado en una geopolítica internacional en dramática convulsión por la irrupción de los BRICS, la salvaje guerra en Gaza y un capitalismo global en crisis.

Así, estos jóvenes, quienes vienen organizando el andamiaje de un futuro Partido Comunista europeo por medio de Ikasle Abertzaleak, Gazte Koordinadora Sozialista (GKS), las mujeres socialistas de Itaia, el Consejo Socialista de Euskal Herria (EHKS), Organització Juvenil Socialista (OJS), Coordinadora Juvenil Socialista (CJS) y la Coordinadora da Mocidade Socialista (CMS), se vienen lanzando frenéticamente a una militancia total ante la expectativa de un nuevo ciclo revolucionario; última oportunidad para la revolución socialista mundial y el Estado-comuna socialista.

Este libro, auténtico vademécum de la extrema izquierda, ofrece al lector, también, una amplia exposición de las propuestas estratégicas de dichas organizaciones a partir de sus propios documentos programáticos, lo que permitirá al lector una buena comprensión de tan inesperado como relevante fenómeno político-social juvenil.

«Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo»
(Manifiesto Comunista, Karl Marx y Friedrich Engels, 1848)

«Solo la acción política independiente y revolucionaria del proletariado global puede sacar a la humanidad de la encrucijada que vive entre tambores de guerra, crisis económica y destrucción medioambiental. Necesitamos convertir la barbarie capitalista en una sociedad de personas libres, y las fuerzas productivas de la humanidad en un medio para el pleno desarrollo de todas y todos. La recomposición de un proletariado, hoy fragmentado y débil, en clase política revolucionaria es por tanto la más inmediata de las grandes tareas de nuestro tiempo».
(Coordinadora Juvenil Socialista, de la presentación de su Propuesta política para la juventud trabajadora, 2024)

INTRODUCCIÓN

Un nuevo sujeto político se viene configurando en Vascongadas y Navarra, desde hace unos años y de manera creciente, rivalizando en la hegemonía callejera con la propia izquierda abertzale de la que procede. Nos referimos a Gazte Koordinadora Sozialista, más conocida por su sigla GKS, embrión de otras estructuras alineadas con su presupuestos políticos comunistas, caso de los Consejos Socialistas (EHKS a nivel de toda Euskal Herria), la red de mujeres socialistas Itaia, el Sindicato de Vivienda Socialista y, en su conjunto, el autodenominado Movimiento Socialista (MS), quien engloba todas las anteriores, presentadas como andamiaje de un futuro partido comunista internacional.

De  factura  administrativa   alegal,   su   origen   radica en una de las diversas fracturas sufridas  por  la izquierda abertzale, una vez ETA abandonara la lucha armad a optando estratégicamente por la participación institucional. Este movimiento disidente  evolucionará, tan rápida como decididamente, hasta el punto de autoconcebirse como protagonista generacional de un nuevo paradigma político en ruptura con la izquierda abertzale originaria. Y se visibilizará definitivamente con la crisis sufrida por el histórico sindicato estudiantil Ikasle Abertzaleak, organización mayoritaria en los campus universitarios vascos y navarro desde hace décadas, así como en gran parte de los centros educativos públicos de aquellos territorios, algunos de los cuales saltarían a la notoriedad mediática cuando nutridos grupos escolares homenajearían, en sucesivas convocatorias, a los presos y muertos de ETA, en las instalaciones de sus propios centros; caso, por ejemplo, del célebre, por tamaña circunstancia, Instituto Iturrama en Pamplona.

Ikasle Abertzaleak rompió con el oficialismo abertzale allá por 2018, por entender que Amado Otegi y su partido Sortu estarían dilapidando el bagaje revolucionario del MLNV, al  optar  mayormente  por  el  posibilismo  institucional y la gestión reformista del sistema,  abandonando  por ello, según aquellos jóvenes críticos, su perspectiva revolucionaria y de clase y el programa comunista. Desde aquella escisión estudiantil se alumbraría, poco después, con las aportaciones de otros muchos ex­ militantes procedentes de las demás entidades juveniles abertzales, ese nuevo sujeto político que en País Vasco y Navarra se denomina Gazte Koordinadora Sozialista (GKS, Coordinadora Juvenil Socialista, en su traducción); una realidad muchas veces enfrentada a la izquierda abertzale clásica u oficial, incluso llegando a las manos, en su decidida apuesta por «la organización independiente de la clase trabajadora vasca en su lucha por la emancipación proletaria» y «la lucha contra el partido de la burguesía vasca». Su programa es, por tanto, netamente comunista; si bien todavía no se proclama partido comunista como tal.

La progresiva incorporación en esta corriente de militantes más veteranos, al superar sus estudios universitarios e incorporarse al mercado laboral, les generó la necesidad de levantar nuevas estructuras intergeneracionales, siendo el caso de los denominados Kontseilu Sozialista (Consejos Socialistas) de diversas localidades y comarcas, que se federarían en el Consejo Socialista de Euskal Herria (EHKS), portavoz del conjunto del Movimiento Socialista y embrión de un futuro partido comunista de nuevo cuño.

En el desarrollo de su constante trabajo político, sectorial y comunitario, estas estructuras militantes se vienen esforzando en una exigente y dogmática formación marxista, de ahí la importancia que otorgan a sus acciones educativas de todo tipo, especialmente a sus encuentros masivos, caso de los anuales Gazte Topagune Sozialista (Encuentro de Jóvenes Socialistas) en los que habrían  participado,  en la convocatoria  de 2024, hasta 10.000 jóvenes, según los recuentos más optimistas; un número superior, en todo caso, al alcanzado en los eventos análogos organizados por sus ex-correligionarios de Ernai, las juventudes de Sortu, ahora feroces rivales. A este trabajo de formación doctrinal, enmarcado en una intensa y continua dinámica militante de índole comunitaria, hay que sumarle la elaboración y difusión de sus documentos programáticos, numerosas producciones audiovisuales a base de debates y sesudos análisis doctrinales y de actualidad, así como una notable producción de otros textos de carácter teórico, especialmente a través de Gedar, su portal oficial en Internet, y la revista Arteka.

En una primera impresión, todos estos materiales doctrinales resuenan, a estas alturas del siglo XXI, no poco dogmáticos y vetustos, más propios acaso de las plomizas y casi por completo olvidadas elucubraciones que caracterizaron, hace ya décadas y en un contexto geopolítico muy distinto, a ETA Berri y el ulterior EMK, por ejemplo, o a las escisiones trotskistas de ETA. No obstante, vienen incorporando a sus trabajos continuas referencias a epifenómenos propios de la presente coyuntura política y social, como son la precarización del mercado laboral y de las condiciones de vida en general, que afecta especialmente a los jóvenes, así como análisis, denuncias y propuestas respecto a su casi imposible acceso a la vivienda, las dificultades existentes en las relaciones entre ambos sexos, que pretenden sean igualitarias y liberadoras, los nuevos conflictos geopolíticos, etc., etc.

Pero este novedoso fenómeno político, que conviene diferenciar de otras disidencias procedentes de la izquierda abertzale, caso del «Movimiento Pro Amnistía y Contra la Represión» que bien podría calificarse como meramente nostálgico de ETA y su MLNV, ha saltad o por imitación al resto de España, arrastrando a compactos y numerosos grupos juveniles de entusiastas militantes marxistas, en diversos territorios y sucesivas oleadas; de manera que ya puede rastrearse su activismo y presencia en gran parte de la geografía española. Y todo ello hasta el punto de poder afirmarse que el Movimiento Socialista constituye hoy la principal fuerzas marxista-revolucionaria española -y no únicamente en su ámbito juvenil, pese a su procedencia- a la izquierda de Podemos y Sumar.

Todas estas nuevas organizaciones juveniles, así como sus sindicatos de vivienda socialista, los espacios de encuentro, sus centros socialistas, junto a su correspondiente trabajo militante, vienen configurando al que ellos mismos denominan -ya lo hemos visto- como Movimiento Socialista; una realidad organizativa y humana inesperada que constituye una rompedora novedad en el espacio de la extrema izquierda por diversas circunstancias. 

En primer lugar, por tratarse de un movimiento casi exclusivamente juvenil, lo que podría interpretarse como auténtica ruptura generacional y proletaria; circunstancias que no fueron determinantes en la configuración de otros movimientos sociales previos, caso del generado en el entorno de las protestas sociales del 15-M. 

En segundo lugar, por tratarse de un fenómeno de voluntad, conciencia e identidad netamente comunista; si bien, nacido de manera autónoma de las diversas tradiciones comunistas históricas, ya fuere la soviética, la maoísta, o la de otros actores igualmente periclitados, como el titoísmo o el trotskismo, que mal que bien, aún siguen disponiendo de mínimos partidos emuladores un poco por todas partes. 

En tercer lugar, el joven Movimiento Socialista ha alcanzado, en su breve existencia, una capacidad de movilización inédita en el seno de la extrema izquierda española, a pesar de hacerlo mayormente en solitario; desbordando en activismo a cualquier otra organización supuestamente rival. Recordemos que, a partir de su fulgurante relanzamiento, a partir de los movimientos sociales que confluyeron o se generaron en el 15-M, la  extrema izquierda, pese a su desconcertante fragmentación orgánica y prototípicas luchas cainitas, siempre ha mantenido una notable presencia callejera; no tanto en las desplegadas ritualmente con motivo de sus convocatorias clásicas, caso de las celebraciones anuales del 1º de Mayo o del 14 de Abril republicano, como con las diversas Mareas (verde, blanca, azul...) espoleadas por un enrevesado amasijo de organizaciones de desigual calado. 

En cuarto, y último lugar, por tratarse de un fenómeno que parecía circunscribirse inicialmente a Vascongadas y Navarra, territorios de actuación de la izquierda abertzale y el nacionalismo vasco radical; si bien sería observado y analizado muy tempranamente e imitado finalmente por otros colectivos de jóvenes descontentos con la praxis de las organizaciones en las que se iniciaron y foguearon política y socialmente, ya fueren de cariz nacionalista (caso de los jóvenes escindidos desde Arran o Purna) o comunistas de manera explícita (los procedentes desde las juventudes del histórico Partido Comunista de España, la UJCE).

Este homogéneo conjunto de organizaciones también presenta una serie de interrogantes, si bien ya hemos anticipado algunas claves y respuestas: ¿de dónde vienen?, ¿qué pretenden?, ¿porqué rechazaron los cauces orgánicos y mentales de sus mayores?, ¿cómo redescubrieron el marxismo?, ¿qué objetivos tácticos y estratégicos se plantean para el futuro? Pero se nos ocurren también otros. Así,  semejante vocación  comunista,  ¿es sincera? ¿Optarán por la vía parlamentaria o por la insurrecciona!? ¿Cuáles son sus documentos teóricos de carácter táctico y estratégico? ¿Quiénes son sus líderes? ¿Qué valoración realizan de las diversas expresiones de violencia política que ha practicado el comunismo por todo el mundo, a lo largo del siglo XX, desde que transitara decididamente los caminos de la guerra civil rusa?

El volumen que tiene entre sus manos, amable lector, pretende responder, desde la modestia de nuestro intento, todos estos interrogantes. Y a usted corresponde juzgar su resultado.


El auge de una nueva generación de jóvenes comunistas intransigentes que rompe con la izquierda abertzale y busca un nuevo ciclo revolucionario

 La violenta incursión en el campus pamplonés de la Universidad de Navarra, el pasado jueves 30 de octubre, a cargo de varios centenares de encapuchados movilizados al compás de consignas «antifascistas», recordó a la opinión pública española que la kale borroka no había muerto. Sin embargo, la violencia callejera «antifa» no es competencia exclusiva de Vascongadas y Navarra. Recordemos, así, los incidentes acaecidos en la pasada Vuelta Ciclista a España, especialmente a su término en Madrid; pero también los fuertes enfrentamientos con la policía cuando miles de personas protestaban por el desalojo de la Antiga Escola Massana del Raval barcelonés el 29 de enero último.

La pregunta que alarma es si existe alguna relación orgánica entre todos estos hechos. Ciertamente, lo usual en el análisis es repetir los tópicos habituales: «nunca se fueron», «aquellos jóvenes consolidaron en las calles la labor institucional de EH Bildu», «los antisistema anticipan los comportamientos de las izquierdas caso de perder las próximas elecciones», etc., etcétera.

El libro nos ofrece a través de su título buenas pistas acerca de su contenido. Así, su primer término, «Bolcheviques», nos orienta hacia un sujeto colectivo que pretende transformar la realidad, un siglo después, desde pretensiones revolucionarias idealizando la figura de Lenin y asumiendo su teoría insurreccional y organizativa. La frase que le sigue, «De ETA al Movimiento Socialista», nos marca la génesis y la sorprendente evolución de varios miles de jóvenes que, fogueados en el ecosistema sociopolítico característico de la contrasociedad abertzale vasconavarra, rompen con sus mayores para entregarse a una retórica y acción inequívocamente comunistas, hasta el punto de juzgar al nacionalismo vasco, incluido el abertzale de Sortu, como una «ideología burguesa que ha traicionado y dividido a la clase obrera». Por último, «El rearme del comunismo», establece el marco de comprensión de un fenómeno que se extiende al resto de España con la mirada puesta en un «nuevo ciclo revolucionario».

Este nuevo texto de Fernando Vaquero refleja un enorme trabajo de recopilación de datos, investigación y análisis, que presenta al lector una visión novedosa y primera de un tema hasta ahora no tratado, como es la génesis de una nueva izquierda revolucionaria. La investigación se ha llevado a cabo tras un proceso de seguimiento de las organizaciones juveniles comunistas que, desde 2018, se han extendido rápidamente por toda la geografía española (Gazte Koordinadora Sozialista, Itaia, Consejo Socialista de Euskal Herria, en primer término; Coordinadora Juvenil Socialista, Organització Juvenil Socialista, Coordinadora da Mocidade Socialista, poco después); a partir de otras sucesivas escisiones sufridas por el PCE o la CUP, por entenderlas sus protagonistas como «revisionistas», «socialdemócratas» y, en definitiva, «traidoras». La vieja retórica bolchevique-leninista.

Ciertamente, sorprende a estas alturas de la Historia cómo es posible que miles de jóvenes españoles se incorporen a un proyecto revolucionario que pretende, nada menos, que destruir al Estado burgués para implantar un Estado totalitario socialista. ¿No se trata de una utopía descartada por la Historia tras la caída del Muro de Berlín?

Es por todo ello que, apoyándonos en el trabajo del presente libro, podemos afirmar que, con un alcance imprevisible, el fantasma del comunismo vuelve a recorrer Europa, encarnado en una generación de jóvenes revolucionarios españoles empeñados en resucitarlo, a pesar de la historia, y edificando pacientemente un andamiaje de organizaciones sectoriales que prefiguren un futuro Partido Comunista Internacional de ámbito europeo y «de ofensiva».
En el momento actual sorprende la capacidad de movilización de estos nuevos militantes que se han convertido en la máxima amenaza de la izquierda radical en España, cuyos miembros habitualmente, después del fracaso electoral, se empesebraban en posiciones socialdemócratas, como desde las protestas del 15-M hemos visto en la evolución de los comunistas revolucionarios de Podemos y Sumar.

En esta obra, se contempla la historia detallada del nuevo ciclo político de la izquierda abertzale y sus disidencias, su frenética actividad, medios de difusión, su opaco liderazgo, su abordaje del feminismo, su visceral antifascismo, su particular recepción del ecologismo y otros movimientos sociales de factura generalmente interclasista, junto a una amplia reseña expositiva de su propuesta estratégica a partir de sus propios documentos programáticos. Todo ello orientará al lector sobre tales aspectos y cuantos otros permitan una comprensión total de este inesperado fenómeno político-social juvenil.

Nadie mejor que su autor, el navarro Fernando José Vaquero Oroquieta, autor ya conocido por los lectores de esta sección de El Debate por sus libros sobre el nacionalismo vasco, el terrorismo de ETA, y las maniobras de todos ellos en sus reiterados intentos de distorsionar la Historia para justificar sus posiciones ideológicas.
Fue Marx quien pronunció aquella sentencia tantas veces repetida –como sacada fuera de contexto– que dice que «la historia se repite dos veces: primero como tragedia y después como farsa». Paradójicamente, son sus seguidores más intransigentes y noveles quienes consideran que aquella no va con ellos, pues la revolución comunista, con sus avances y retrocesos, se presentaría aún hoy como inevitable..., siempre desde una pretendida ciencia marxista.


En cinco minutos, porqué debería interesarte el último libro de Fernando Vaquero editado por Pompaelo. Pista: trata del nuevo movimiento juvenil revolucionario que agrupa a las antiguas juventudes batasunas, de la CUP y del Partido Comunista... y que está creciendo y extendiéndose. Los nuevos radicales no son los que te estaban contando.



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