EL Rincón de Yanka: EL CUENTO DE LA "SOCIEDAD CIVIL": EN LA PARTIDOCRACIA COMO EN TODA DICTADURA NO EXISTE LA SOCIEDAD CIVIL REAL 👥

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miércoles, 14 de septiembre de 2022

EL CUENTO DE LA "SOCIEDAD CIVIL": EN LA PARTIDOCRACIA COMO EN TODA DICTADURA NO EXISTE LA SOCIEDAD CIVIL REAL 👥


EL CUENTO DE LA SOCIEDAD CIVIL:
EN LA PARTIDOCRACIA 
COMO EN TODA DICTADURA
NO EXISTE LA SOCIEDAD CIVIL REAL

En esta falsa democracia, la sociedad civil también, está falsificada. Las asociaciones como las ONGs (OSGs) ORGANIZACIONES GUBERNAMENTALES, están controladas y dependientes del poder superior inmediato: ayuntamientos, gobiernos e instituciones.
Y cuando surge algún movimiento y qué, de la sociedad civil, la inicia los mismos enemigos de la propia sociedad, para así, poder controlar y sofocar dichas iniciativas populares.

Voy a relatar dos ejemplos para poder ilustrar lo que quiero explicar.

El primero, cuando en la ciudad de La Coruña, en el mes de agosto del año 2008, el ayuntamiento liderado por el PSOE, con la complacencia de la oligarquía partidocrática, instalaron en una sola noche, un carril-bus en una arteria principal de entrada a la ciudad. 
En consecuencia, vecinos y comerciantes de la zona, nos reunimos para tomar medidas en contra de los regidores municipales.
Entonces, nos dimos cuenta de que las asociaciones vecinales y empresariales estaban con el poder establecido. Estaban subvencionados, dependían del ayuntamiento; y, sus asociaciados a quienes representaban, no pintaban nada de nada. Las asociaciones representan al quien les subvenciona. Así, de simple...
Nos reunimos con el alcalde, y nos contestó que "LAS FUERZAS VIVAS DE LA CIUDAD" (la cámara de comercio con las asociaciones empresariales), estaban con el proyecto municipal. 

El seguno ejemplo, fue una asociación ONG
"LEAN" que agrupaba a los que denunciábamos la dictadura de Venezuela y sus partidos cómplices, nacionalistas, izquierdistas... La dirigente, PATRICIA CARRERA AROCHA,  que vivía en León, España, salía en los medios, en las redes sociales, hasta hizo el camino de Santiago para reivindicar la libertad de Venezuela. Bla, bla, bla... Sólo duró unos tres años. Ahora, está desaparecida en las redes sociales, como si nunca hubiese existido. La propia izquierda, se adelanta a formar el movimiento para reunir a los indignados y, dirigirlo, antes que lo hagan otros.


El problema es que esta sociedad civil es manipulable en grado sumo. Solo hay que ver como los medios de comunicación y las propias redes sociales son capaces de crear estados de opinión muchas veces bastante alejados de lo que es el sentido común. Los intereses creados por las multinacionales de la información marcan, y mucho, las corrientes de pensamiento y opinión de los ciudadanos y nos suelen llevar hacia donde les interesa que nos posicionemos.
Pese a ello hay que insistir en que sea la propia sociedad, civil, militar o mediopensionista, quien tome progresivamente el protagonismo que le han arrebatado los partidos políticos porque hemos perdido el control del principio de toda democracia, o sea, el gobierno del pueblo. Que sean los ciudadanos quienes puedan forzar a sus gobernantes a ejercer su poder, que siempre es delegado por los votos recibidos de los electores, en beneficio de los gobernados. Quizás así, con esa intervención de la supuesta sociedad civil, evitaríamos casos tan sangrantes como la generalizada corrupción política...

El término sociedad civil, como concepto de la ciencia social, designa a la diversidad de personas que con categoría de ciudadanos y generalmente de manera colectiva, actúan para tomar decisiones en el ámbito público que conciernen a todo individuo situado fuera de las estructuras gubernamentales, de los partidos políticos, las empresas o poderes económicos, y las instituciones religiosas.

La sociedad civil se concibe como el espacio de vida social organizada que es voluntariamente autogenerada, independiente, autónoma del Estado y limitada por un orden legal o juego de reglas compartidas. Involucra a ciudadanos actuando colectivamente en una esfera pública para expresar sus intereses, pasiones e ideas, y para intercambiar información alcanzando objetivos comunes.
Formalmente se comprende a la sociedad civil como el conjunto de ciudadanos organizados como tales para actuar en el campo de lo público en busca del bien común, sin ánimo de lucro personal ni buscar el poder político o la adhesión a un partido determinado.
En otra definición, la sociedad civil son agrupaciones ciudadanas que buscan incidir sobre asuntos específicos relacionados con temas como género, salud, educación, ambiente, bienestar social, desarrollo, cultura y derechos humanos, entre otros, que por lo general actúan para cubrir de manera directa "las incapacidades estatales para dar respuestas a demandas postergadas y crecientes de una gran porción de la población".

En una perspectiva habermasiana, la sociedad civil tendría dos componentes principales: por un lado, el conjunto de instituciones que definen y defienden los derechos de las y los ciudadanos y que propician su libre asociación, la posibilidad de defenderse de la acción estratégica del poder y del mercado y la viabilidad de la intervención ciudadana en la operación misma del sistema; por otra parte, estaría el conjunto de movimientos sociales que continuamente plantean nuevos principios y valores, nuevas demandas sociales, así como vigilar la aplicación efectiva de los derechos ya otorgado. Así, la sociedad civil contendría un elemento institucional definido básicamente por la estructura de derechos de los Estados de bienestar contemporáneos, y un elemento activo, transformador, constituido por los nuevos movimientos sociales.

Para Alain Touraine, la sociedad civil es el dominio de los actores sociales que se orientan al mismo tiempo por valores culturales y por relaciones sociales a menudo conflictivas. Es la separación de la sociedad civil y el Estado la que permite la creación de la sociedad política. La democracia afirma la autonomía del sistema político pero también su capacidad de establecer relaciones con los otros dos niveles de la vida pública [el Estado y la sociedad civil], de manera que en último análisis sea la sociedad civil la que legitime al Estado.

Para Antonio Gramsci, no existe "una" sociedad civil, sino diversos intereses confrontados entre sí en una lucha por la hegemonía cultural:
"La sociedad civil implica pluralismo. La teorización gramsciana impide caer en visiones idílicas sobre la sociedad civil. Ésta no es uniforme. En ella se genera conflictividad. Al interior de la sociedad civil se suscitan múltiples luchas, a través de las cuales un tipo de organismos privados prevalece sobre otros. En la sociedad civil se da la lucha por la hegemonía y la lucha contrahegemónica. Hay intereses antagónicos y en disputa por controlar la producción y orientación cultural".
La existencia de una sociedad civil diferenciada de la sociedad política es un prerrequisito para la democracia. Sin ella, no hay Estado legítimo. Para Jürgen Habermas, la sociedad civil tiene dos componentes principales: por un lado, el conjunto de instituciones que definen y defienden los derechos individuales, políticos y sociales de los ciudadanos y que propician su libre asociación, la posibilidad de defenderse de la acción estratégica del poder y del mercado y la viabilidad de la intervención ciudadana en la operación misma del sistema; por otra parte estaría el conjunto de movimientos sociales que continuamente plantean nuevos principios y valores, nuevas demandas sociales, así como vigilar la aplicación efectiva de los derechos ya otorgados. Así, la sociedad civil contiene un elemento institucional definido básicamente por la estructura de derechos de los estados de bienestar contemporáneos, y un elemento activo, transformador, constituido por los nuevos movimientos sociales. Se asocian personas con una finalidad benéfica.

Tradicionalmente, siguiendo el concepto de Alexis de Tocqueville, se identifica "sociedad civil" con el conjunto de organizaciones e instituciones cívicas voluntarias y sociales que fungen como mediadores entre los individuos y el Estado. Esta definición incluye, pues, tanto a las organizaciones no lucrativas u organizaciones no gubernamentales como a las asociaciones y fundaciones. El concepto decimonónico incluyó también a las universidades, colegios profesionales y comunidades religiosas.
Para Tocqueville, el primer autor que analizó la relación entre la sociedad civil y la democracia, cualquier tipo de organización social —sea política, social, comunitaria, religiosa, o incluso artística o deportiva— resulta favorable para la democracia en tanto que constituye una especie de escuela para la participación, así como un dique que impide que el Estado invada los espacios sociales. Más recientemente se han distinguido tipos de asociación civil según la distancia que guardan con respecto a la política. Algunos tipos de organización de la sociedad civil se orientan básicamente al fortalecimiento de la sociedad, otros pretenden tener una influencia en la esfera política y algunos más ejercen una acción primordialmente política.

Según Enrique Brito Velázquez, la sociedad civil es «el conjunto de ciudadanos organizados como tales para actuar en el campo de lo público en busca del bien común, sin ánimo de lucro personal ni buscar el poder político o la adhesión a un partido determinado».


¿Qué es el fraude?
- Elecciones aseguradas.
¿Qué son las elecciones aseguradas?
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¿Qué es la democracia?
- El reinado de los mercaderes por medio del lucro, soborno y fraude.
¿Qué es un partido?
- Es la liga de los que quieren vivir sin trabajar, comer sin producir, ocupar empleos sin estar preparados y gozar honores sin merecerlos (LA CASTA FEUDAL).
¿Qué es el sufragio universal?
- La manivela del hacer opinar al pueblo de lo que no entiende para no darle mano en lo que no entiende.
¿Qué es el liberalismo¿
- El enemigo de Dios y el amigo interesado del pueblo.
¿Qué es el Estado?
- La burocracia erigida en dios.
¿Qué es la defensa de las instituciones liberales?
- Un judío detrás.



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