EL Rincón de Yanka: LIBRO DE ARTÍCULOS SELECCIONADOS DE LEONARDO CASTELLANI: CÓMO SOBREVIVIR INTELECTUALMENTE AL SIGLO XXI

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martes, 13 de septiembre de 2022

LIBRO DE ARTÍCULOS SELECCIONADOS DE LEONARDO CASTELLANI: CÓMO SOBREVIVIR INTELECTUALMENTE AL SIGLO XXI



La figura del sacerdote argentino Leonardo Castellani ha adquirido una notoriedad creciente en España gracias a la constante difusión de su pensamiento por el escritor Juan Manuel de Prada, que ha preparado para LibrosLibres una edición con los mejores y más polémicos trabajos periodísticos del padre Castellani, anotados y precedidos por un prólogo sobre esta figura de las letras hispanoamericanas. Castellani ha sido considerado el Chesterton de la lengua española por la amplitud temática de su obra, su empeño apologético y su carácter incisivo. Castellani creó escuela y un cuarto de siglo después de su muerte mantiene lectores fieles que dicen que descubrir a Castellani es una experiencia inolvidable.

Bajo el título "Cómo sobrevivir intelectualmente al siglo XXI" se acaba de publicar en España una selección de artículos escritos por Leonardo Castellani. La edición, el prólogo y las notas sonde Juan Manuel de Prada.

¿Qué significa sobrevivir intelectualmente? ¿Qué es lo amenazado? ¿Cuáles son las amenazas? ¿Es este conjunto de artículos de Leonardo Castellani (Santa Fe, Argentina, 1899-1981) un manual de supervivencia? ¿Para quién? Supervivencia, ¿en qué territorio hostil?

Juan Manuel de Prada es contundente en su apasionada introducción: 

«En esta antología el lector descubrirá que nada humano le era ajeno a Castellani, precisamente porque nada humano hay que no cobre sentido expuesto a la luz divina; y descubrirá también en su lectura algo adictivo, que impulsará su inteligencia por caminos nunca antes transitados, robusteciéndola frente al chillido aturdidor de los ineptos, que en estos albores del siglo XXI se pavonean triunfantes. Que Leonardo Castellani sea desvelado hoy al lector español por Libros Libres demuestra, sin embargo, que el triunfo de los ineptos no es definitivo; y, por cada lector que este libro alcance, ese triunfo será más inseguro. Ojalá pronto las obras de Castellani, a despecho de los repartidores de las bulas que manejan el cotarro cultural, sean conocidas por el público español; será un síntoma de que aún no todo estará perdido».

¿Quiénes son los ineptos que chillan y aturden? ¿Qué es eso que aún no está del todo perdido? Las respuestas a estas dos preguntas se muestran nítidas, sin fisuras, dentro de esta antología: no estaría perdida, del todo, la verdad católica, y la completa regeneración individual y social que promete ese verbo; que sería el verbo: la única verdad, la única esperanza para el ser humano y para la humanidad entera. Esa verdad habría sido revelada por Dios en los Evangelios, óptimamente racionalizada por Santo Tomás de Aquino, entendida en su pureza por Leonardo Castellani y recibida, con gozo, con fervorosa convicción, por Juan Manuel de Prada: «Después de leer a Castellani, tenemos la impresión de ser más inteligentes; y, desde luego, la impresión no es un mero espejismo, pues su verbo ya habita en nosotros».

Los ineptos que aturden con sus chillidos serían, supongo, aquellos que dejan que otros verbos habiten en ellos: verbos que, por no ser el católico -tal y como lo entendió Leonardo Castellani- estarían fuera de la Verdad -con mayúscula-, enturbiándola, molestándola, ensuciándola y, lo que es peor, aturdiendo a los que sí quieren oírla y sí quieren ser regenerados en ella.

Cómo sobrevivir intelectualmente al siglo XXI. ¿Cómo? ¿Con las ideas de Leonardo Castellani que Juan Manuel de Prada ha seleccionado en esta antología? Eso parece. Y las ideas básicas que permitirían esa supervivencia se muestran claras, desafiantes, honestas -no lo dudo- y sin demasiadas anfibologías, a pesar de la gran variedad y complejidad de los temas tratados, agrupados por el editor en seis grupos: política, España (con su guerra civil), el canon occidental (Joyce, H. G. Wells y Nietzsche, entre otros), la ortodoxia cristiana (de la cual quedaría excluido Teilhard de Chardin, tras ser descalificado previamente como científico y como persona), la educación (en un artículo Castellani reclama que la teología se introduzca en la universidad y que, a la vez, la universidad se introduzca en la teología) y un último grupo de artículos agrupados bajo el título «Digamos la verdad»; ahí encontramos un cuento sobre la imprenta; artefacto éste que, como objeto, es magistralmente descrito por Castellani, para luego demonizarlo en boca de Carlos V.

En el Tratado Teológico-Político Spinoza afirmó que el Estado, por su propia seguridad, por su propia supervivencia, debe garantizar la libertad de pensamiento y de expresión de pensamiento. Más allá de su inquietante estatalismo esta idea sigue siendo un bonito desafío: a la mente, al corazón, a la capacidad de ambos de expandirse, de cobijar. De amar si se quiere. Las ideas de Castellani exigen un enorme esfuerzo de tolerancia, de generoso «cobijo» mental y cordial; precisamente porque no son tolerantes: porque no respetan ese paradigma de la democracia que, al menos en teoría -y, seamos justos, algo más que en la teoría-, estaría basado en la libertad de pensamiento y de sentimiento, en la libertad de culto y de no culto, y, sobre todo, en el respeto, absoluto, irrenunciable, a ese ser inefable, frágil, que es el humano. Todos los seres humanos.

Pero para Leonardo Castellani la democracia es, en realidad, demogresca: una especie de desviación política inspirada en el libro de «un renegado neurótico»: Rousseau. Se trataría, la democracia, de un sistema corrupto «porque yace en un error de fondo». ¿Cuál? La respuesta la encontramos en un artículo sobre Nietzsche: los hombres inferiores se han puesto por encima de los hombres que, por naturaleza, son superiores. ¿Qué régimen político, según Castellani, sí estaría a favor de la naturaleza? Las monarquías cristianas. En ellas se habría producido una especie de equilibrio biológico: «El mandatario supremo venía al trono con la naturalidad de la fruta al árbol a su tiempo. Los hubo de todas clases, desde el santo al malvado; pero raramente el incompetente. [...] Esta fue la sociedad que, malgrado pecados y crímenes, hizo las catedrales y las epopeyas, tanto las escritas como las tácitas; la que hizo las Cruzadas y la Conquista, después de haber hecho la Reconquista. No es añoranza inútil. No es tampoco idealización. Ahí están sus frutos». Quizás habría podido haber considerado Castellani, como creyente en la omnipotencia y bondad divinas, que Dios fuera capaz de participar también en la intrincada red de psiquismos que vibran en una democracia -en una «demogresca»- y que un gobernante electo por soberanía popular lo fuera también por soberanía celestial.

Pero lo menos soportable de la democracia para Castellani fue, probablemente, que permitiera, que consagrara, la -para cualquiera- aturdidora pugna entre los verbos; que quieren serlo todo en el todo del hombre. Pugna: guerras de verbos -de mundos en definitiva- que quieren el todo de la mente y el todo del corazón del hombre; cuyo cuerpo -más frágil, más sensible, que cualquier palabra, aunque sea poética- puede terminar abandonado, despreciado, entre el barro y la sangre. Las opiniones de Castellani sobre la guerra civil española que se han recogido en esta antología son muy desagradables. Pero hay que leerlas, sin prejuicios, abriéndonos a la posibilidad de que nos hagan reconsiderar nuestra mirada; siempre dogmática, cuidado, como aseguró Popper. El caso es que aquella sangre fue «reclamada ante Dios por una gran pirámide de pecados previos contra el pobre, de pecados contra el hermano, de pecados contra el débil, de pecados contra Dios. [...] Y no me parece imposible que en esa mole de pecados que ahora se lava en sangre estuviesen también representados algunos de los que ahora más vociferan: ¡Guerra santa, guerra santa, guerra santa!» Castellani afirma estar a favor de Franco, de su golpe de estado, porque los problemas «no se atajan con gobernantes cortos y caducos que sean excelentes personas privadas, incapaces de matar una mosca. El buen gobernante, que no es igual que el gobernante bueno, debe ser capaz de matar a un hombre, solía decir mi tío». Hay además, para Castellani, un modo «teológico» de ver la guerra civil española: Cristo «Dos veces por lo menos, al principio y al fin de su heroica campaña, hizo manifestación de violencia, no se detuvo ante las vías de hecho».

Si ni Cristo amó siempre, ¿cómo exigir a Castellani, su servidor, que lo haga? Amar y respetar son palabras que se confunden. La falta de respeto por las personas -por algunas, al menos- que muestra Castellani llega a extremos alarmantes, tristes, en un artículo que dedica a Ramón Pérez de Ayala después de haber leído su novela A.M.D.G., o La vida en los colegios de los jesuítas. Castellani escribe cosas así: «¡Qué cochinadas tiene que leer uno en esta vida!»; «¡Qué ignominia de hombre! ¡Cómo se puede ser criminal con la pluma... y obtener honores con ello!»; «Este es un villanazo con alma de Judas». El final de ese inelegante artículo tiene, sin embargo, cierto olor a genialidad y mucha gracia (de la humana me refiero): «Yo ya no soy jesuíta, no tengo cuarto a partir con ellos, no me pagan por defenderlos, más bien me deben plata y aun creo que si me escrudiñaran psicoanalíticamente los retorcidos recovecos de mi pobre subconsciencia, no aseguraré que no se halle por allí un deseo vago de que a los jesuítas -a algunos por lo menos- les encajen un soberano garrotazo en el occipucio. Caritativamente. Para que sean más veraces. Y más honrados.»

El manual de supervivencia intelectual que ha editado Juan Manuel de Prada -«deslumbrado», como él mismo asegura en el prólogo- contiene textos escritos con virtuosismo, con momentos de genialidad, valientes, respetables por tanto; pero no respetuosos. No obstante esa falta de respeto, Castellani parece que fue intelectualmente honesto; si por honestidad intelectual entendemos la expresión del pensamiento sin atención a los beneficios o perjuicios -materiales, sociales, etc.- que esa expresión puede propiciar. La paradoja es que las ideas de Castellani pueden publicarse y leerse en España gracias a la libertad -sí, libertad- imperante en esta aturdidora «demogresca»: a que se ha creado, con mucho esfuerzo, un espacio social gigantesco, casi prodigioso, para que se muestren todos los verbos: todos Verdad con mayúscula desde dentro: todos falsos si se miran desde otro «dentro».

Todos esos verbos quieren ser una prisión para la mente: todos quieren ser un «Matrix» -Juan Manuel de Prada, en su prólogo, hace varias referencias, aunque no explícitas, a la filosófica película de los hermanos Wachowsky-. Y todos, desde su ceguera, desde su ansiedad, desde su miedo, confunden la libertad con la abolición definitiva de los obstáculos que impiden el despliegue infinito de su algoritmo lógico. El gran malo de Matrix -Smith- al ser preguntado por Neo qué es lo que quiere, responde: todo. Lo dice, sorprendentemente, con ojos de miedo. Creo que es el miedo lo que explica el título elegido para esta antología: Como sobrevivir intelectualmente al siglo XXI. Pero creo también que ese miedo es de buena fe. Como todos los miedos. Como todos los verbos; que componen, juntos, un fabuloso arco iris.


Sobrevivir intelectualmente en el siglo XXI se ha convertido en todo un desafío. Para afrontarlo, Juan Manuel de Prada, uno de los escritores españoles más leídos, ofrece un consejo: leer la obra del padre Leonardo Castellani.
Por este motivo, la editorial española LibrosLibres acaba de publicar Cómo sobrevivir intelectualmente al siglo XXI, una selección de artículos del sacerdote argentino, realizada por De Prada, prologada y anotada por él mismo.
Los escritos de Castellani han sido agrupados en cinco partes: "Primero política", "Visiones de España", "El canon occidental", "Ortodoxia", "El drama educativo" y "Digamos la verdad".
Esta edición supone un acontecimiento literario en España, donde hasta ahora no había llegado el pensamiento de este autor.
ZENIT ha conversado sobre ello con De Prada, quien en los últimos años ha ido creando expectación en torno a Castellani citándole continuamente en sus muy leídas colaboraciones de prensa.

¿Por qué se habla del padre Leonardo Castellani como de "el Chesterton de la lengua española"?
Bueno, creo que si hay en la lengua española un escritor católico que admita parangón con Chesterton este es, sin duda alguna, Castellani. Con esto no quiere decirse que el lector de este libro vaya a tropezarse con una especie de imitador o epígono de Chesterton ni nada parecido. Castellani es un escritor de una personalidad única, no imita a nadie ni admite imitaciones: y éste es el primer rasgo del escritor verdadero.

Pero, como Chesterton, nos subyuga por el fondo y por la forma. Un apologeta de la fe sin un estilo literario distintivo acaba resultando insufrible, incluso a quienes están convencidos, y no digamos a quienes es preciso convencer. Castellani, al igual que Chesterton, tiene un estilo vibrante, lleno de delicias formales; un estilo que al principio puede resultar difícil al lector desprevenido, pero con el que, una vez degustado, uno desea alimentarse siempre. Si Chesterton es un campeón de la paradoja, Castellani lo es de la ironía y el sarcasmo, en la mejor tradición cervantina. Y su pensamiento, envuelto en ese estilo tan peculiar y sabroso, tiene la capacidad para adentrarse en los grandes asuntos de su tiempo, y para anticipar los del tiempo que viene; de ahí su profunda actualidad, como ocurre en Chesterton.
Ambos, por lo demás, son defensores de la ortodoxia; y su capacidad dialéctica, su vocación polemista, son simplemente irresistibles. Ambos, en fin, son capaces de tratar los asuntos más graves con humor; y los asuntos más leves con gravedad. ¿Qué más puede pedirse?

¿Cómo es posible que un autor de esta categoría haya permanecido casi en el anonimato fuera de Argentina, e incluso allí no haya recibido una mayor atención?

Esta pregunta casi podría formularse al revés. ¿Cómo es posible que un autor de esta categoría haya logrado, aunque sólo sea mínimamente, salvar la barrera del olvido? Pues habría que empezar señalando que nunca en la Historia se había consolidado una dictadura ideológico-cultural tan monolítica y protegida por la propaganda como la que padecemos en la actualidad. Chesterton, es cierto, ha logrado sortear esa dictadura gracias a que fue apreciado literariamente por Borges; pero los borgianos que "redescubrieron" a Chesterton ya empiezan a arrepentirse, porque saben que han metido al enemigo en casa.
Eso que yo llamo el Matrix progre es una máquina perfectamente engrasada, que exalta a autores mediocres siempre que sean favorables a su hegemonía; y condena al ostracismo a cualquiera que ose infringir su dictadura. Esto ocurre con autores contemporáneos, y también con los que ya murieron. Y, naturalmente, un autor como Castellani, azote de todas las falacias que sostienen los cimientos del Matrix progre, tenía que ser silenciado por los repartidores de bulas que mueven el cotarro cultural; de ello depende su hegemonía.

Más triste es que los propios católicos no le hayan prestado una mayor atención. Esto demuestra que el Matrix progre ha logrado confinar a los católicos en un gueto de ostracismo; y que los católicos se han conformado con tan triste destino.

Da la impresión de que Castellani iba por libre, no se casaba con nadie: aplicaba su fervor apologético lo mismo a la actualidad política, que a los problemas internos de la Iglesia, que a poner en solfa a los grandes santones intelectuales y literarios de nuestro tiempo...

Esto es una de las mayores delicias de su escritura. Castellani era lo que los franceses llaman un maître à penser, un escritor que no sólo nos deslumbra con sus agudos pensamientos, sino que nos ayuda a pensar. Y ello es porque se trata de un verdadero sabio, y no de uno de esos sabios de pacotilla que alumbra nuestra época. Todo su pensamiento se nutre de la fe; y esa fe le transmite un emocionante "ardor por la verdad" que se contagia a cualquier asunto que trate. Naturalmente, tal ardor le reportó innumerables enemigos...

En la edición que ha preparado ("Cómo sobrevivir intelectualmente al siglo XXI") destacan las críticas de Castellani a filósofos y escritores que se consideran intocables: Sartre, Joyce, Nietzsche. ¿Encontrará el lector en esta obra pautas para definir una visión católica de la cultura?

Indudablemente. Una visión que encandilará a cualquier lector que no tenga la visión lastrada por las anteojeras de los prejuicios. Tanto en los autores que defiende Chesterton, Belloc, Bloy, Wodehouse, etc. como en los que denuesta (que incluyen también, por cierto, a muchos santones de las letras españolas) subyace una radical y subversiva "apuesta alternativa" por otra cultura posible.
Se trata de la cultura que el Matrix progre ha decidido ocultar, para imponer hegemónicamente la suya. Y esa propuesta alternativa no puede ser sino católica; porque, en contra de lo que algunos creen, la única alternativa cultural posible a la cochambre que hoy nos invade no es ideológica, sino religiosa. Religiosa, al menos, en sus fundamentos; otra cosa es que, por cálculo estratégico, esa apuesta deba usar la acción política, como el propio Castellani defiende en un artículo titulado "Primero política", que he recogido en este volumen.

Leo en uno de los artículos: "El sacerdote debe odiar el fariseísmo en todos sus grados; es el primer deber de su ministerio celar la pureza de la virtud de la religión". ¿Fue éste el gran empeño vital de Castellani?

Fue, sin duda, uno de sus grandes empeños. Castellani fue víctima del fariseísmo; y sabe que el fariseísmo corrompe el corazón de la fe, vaciándolo de su sustento. Castellani nos recuerda que, entre los cimientos de la predicación de Jesucristo se hallan, junto a las ocho Bienaventuranzas, las siete Maldiciones que lanzó contra los fariseos. Casi todos los males que afligen hoy a la Iglesia, como los que la afligían mientras él vivió, tienen su raíz en el fariseísmo.
Castellani lo intuyó genialmente, anticipándose en varias décadas a los que iba a ocurrir tras el Concilio Vaticano II. Lo que Péguy llamaba "conversión de la mística en política" esto es, el fariseísmo fue lo que descompuso a las órdenes religiosas en los años postconciliares: pensaron que la consecución de la justicia en la tierra podía anteponerse a la predicación del Evangelio. Y esta sustitución de la religión por la ideología de izquierdas o de derechas es un peligro que subsiste hoy.

Usted ha destacado en alguna ocasión la pobreza del autor. ¿Cómo fue su vida en ese sentido, como escritor?

Castellani no se casó con nadie, y esto, naturalmente, se paga. Además, se mantuvo firme en su ortodoxia, que como nos enseñó Chesterton es la única forma de heterodoxia que nuestra época no admite. Castellani dijo en alguna ocasión que si hubiese sido un "jesuita heterodoxo" habría sido honrado con todo tipo de distinciones. Pero se mantuvo fiel a sus convicciones, se mantuvo encadenado a la Verdad, y esto lo obligó a vivir siempre en la estrechez si no penuria económica.

En vida apenas obtuvo reconocimientos, ni durante los mandatos de Perón ni con la dictadura de Videla. Y, tras su muerte, la izquierda triunfadora en lo político y en lo cultural se ha esforzado por acallar su inmenso legado. En el prólogo de este libro refiero una anécdota que resume el carácter de este gran escritor. En 1974, Videla invita a almorzar a la Casa Rosada a Borges, Sábato y el propio Castellani. Durante la comida, el único que reclama clemencia para los detenidos e intercede por el escritor Haroldo Conti es Castellani, mientras Borges y Sábato callan; al salir de la Casa Rosada, Borges y Sábato se deshacen en elogios de Videla... mientras Castellani se marcha a su casa, sin decir palabra a los periodistas. Hoy Borges y Sábato son autores consagrados; Castellani ha sido condenado a las tinieblas exteriores. Quien tenga oídos para oír...

¿Qué futuro le augura ahora que por fin rompe en España la barrera del silencio?

Quiero pensar que Castellani será un revulsivo intelectual para los lectores que se asomen a las páginas de este libro. Y que a la publicación de Cómo sobrevivir intelectualmente al siglo XXI se sucedan otras ediciones de su obra. Creo que Castellani puede convertirse en uno de los grandes referentes para el lector católico inconforme con la alfalfa que le sirve el Matrix progre... y en general para todo lector que no se halle cómodo en un mundo en el que, bajo los ropajes de la sacrosanta democracia, triunfa la más feroz tiranía de pensamiento que vieron los siglos. A todos ellos va dedicada la edición de este libro.

- Castellani definió la libertad de opinión como el “chillar de los ineptos hasta acallar al sabio” 
- Sigue escribiendo convertido ya en un ermitaño urbano. 

PRIMERO POLÍTICA 

- La verdadera libertad es un estado de obediencia. El hombre se liberta de la corrupción de la carne obedeciendo a la razón, se liberta de la materia sujetándose al perfil diamantino de una forma, se liberta de lo efímero atándose a un estilo, de lo caprichoso adaptándose a usos; Se liberta de su infecundidad solitaria obedeciendo a la vida, y de su misma vida caduca y mortal se liberta, a veces, perdiéndola en obediencia a Aquel que dijo: “Yo soy la Vida”. Solo el mal poeta pide el verso libre, decía Lugones. 
- Jesucristo no revolucionó nada, regeneró la humanidad, eso sí. Sin cambiar el Gobierno, sin apoderarse de los instrumentos temporales del poder, lo cual es el objeto de toda revolución, y la define. 
- Las batallas de la nueva educación habrá que ganarlas primero en el campo de reformas políticas. Rebecca De Bergmann (Congreso pedagógico, Córdoba) 
- Si el problema moral es el más grave, el político empero, el más urgente. (primero política, pero primero en el tiempo, no en la natura). Sin esta condición todos los esfuerzos individuales de orden social, moral, intelectual, religioso… esfuerzos en si mas nobles que la actividad de un afiliado a un grupo político -y más necesarios y siempre indispensables- quedarán impotentes a inscribir un resultado durable en la vida común de los hombres… 
- Cuando el hijo del pueblo sale de la primaria Laica Obligatoria ¿su instrucción ha terminado? Recién entonces va a empezar. La escuelita le ha dado únicamente el órgano de la instrucción intelectual, saber leer y escribir. Todas las demás pamplinas que se afanan nuestros grandes pedagogos por empanzarles se acabaron apenas traspuso el niño obrero o colono el dintel escolar; porque no las ha asimilado de un modo biológico, sino tragado de un modo libresco. 
- La vera escuela de hoy es el diario y el espectáculo: y diarios y espectáculos están hoy “industrializados”, entregados al mercader y sojuzgados a la ley del Lucro. 
- La moral depende de la sabiduría divina y no de la voluntad divina lo cual es una herejía refutada anticipadamente por santo Tomás. P. Basilio.
- Interpretación correcta del nacionalismo va como el amor a la patria. Si se define como idolatría salvaje e irracional de lo propio, como los diversos racismos o imperialismos que hemos conocido, de donde a mi parecer hemos tomado ejemplo del nacionalismo, estamos en lo herrado. Eso sería ultranacionalismo. 
- Wells como el mayor exponente del internacionalismo y de forma indirecta de un solo culto mundial. 
- Solamente el sentimiento religioso puede hacer superar al humano el instinto nacional. 
- No hay religiones falsas, hay herejías. 
- El nacionalismo resiste pues a la tendencia herética hacia la creación de un estado mundial. 
- La nación para nosotros es la agrupación natural de los humanos determinada por imperativos espirituales, culturales, históricos y geográficos que son irrevocables. 
- La tradición no puede morir, es el alma de la historia. 
- Convivencia armónica de naciones sin la perdida del culto en imperios como el romano germánico, el güelfismo italiano… 

VISIONES DE ESPAÑA 

- La actual división del mundo en el fondo no es sólo política sino más bien religiosa. 
- Castellani apoya a franco por su disciplina e intenciones, e interpreta la guerra española de un lado filosófico, teológico y humano.  
- No hay revoluciones benéficas. 
- La revolución no cura sino el contragolpe. 
- El que no respeta mucho las palabras, no respeta mucho las ideas. El que no respeta mucho las ideas, no ama enormemente la verdad. Y el que no ama enormemente la verdad, simplemente se queda sin ella. No hay pero castigo. A un hombre que se quiere engañar ¿qué castigo le hemos de dar? Pues dejar que se engañe, amigo, No hay pero castigo. 
- El fariseísmo y la superstición fueron armas fundamentales para la destrucción de la Rusia católica. 
- Gros Jean remontrant à son curé: se le dice al que pretende enseñar a alguien más sabio, para censurarlo. 
- El humor es parte del hombre magnánimo, diría Aristóteles. 
- La poesía hoy día no puede hacer más que divertir, no puede enseñar. El mundo ya está muy anciano y lo sabe todo. 
- Que autores como Dante y Homero sean “inmortales”, se debe a la exposición de los sentimientos y creencias comunes, obviamente en su contexto. 
- Esto se ve hoy en todos los órdenes humanos; tanto en la economía como en el arte, por ejemplo. Primero se deshumanizaron, se vaciaron de la sustancia “hombre”, luego perdieron la forma que lo manifestaba. Deshecha la, forma se perdió hasta la figura de aquella sustancia; la cual antes todavía confería, como las ropas de un muerto, alguna extrema humanidad. No ha quedado más que despojos de formas, líneas y colores, en la pintura “abstracta no figurativa”. 
- Triste que España liberándose de tantos cambios por l modernización, no se halla librado de esto. 
- Para mí, sería que esta época, que ha perdido la fé, comienza como castigo, también a perder la razón; rechaza lo sobrenatural y comienza a corromperse hasta lo natural; arroja por la borda la religión, y entonces la filosofía, la moral, el arte, el teatro, la poesía, la plástica, y hasta la política son atacadas de disgregación cancerosa. O bien, levantan el vuelo con dos alas de águila y van a refugiarse en el desierto. Pues estas cosas son inmortales. 

EL CANON OCCIDENTAL 

- Goethe decía que morimos cuando se nos agota la voluntad de vivir. 
- La desesperación es la causa del deseo de quererse morir, de la persistencia en creer que no hay otra vida. 
- Belloc, nacionalista, católico y mal llamado anti semita, tenía un estilo de escritura muy controversial. 
- El humor se alimenta de un núcleo serio. 
- Wodehouse: autor inglés. 
- Lo espantoso no es ser llamado miserable. Lo espantoso es ser llamado miserable, y serlo, y no poder dejar de serlo y de sentirse tal, siendo a la vez en el fondo un alma noble y escogida, un alma para gran señor equivocada de cuerpo. 
- Hegel constituye formaliza una filosofía profána a su cuspide, así Hegel logra darle una forma menos abstracta al concepto de ateísmo. 
- Garrigou Lagrange 
- Sartre representa buena parte de la literatura contemporánea, con su cochinada incluida por supuesto. Furor anti religioso y anti humano. 
- Es sabido que odo artista tiene le don de la mímesis. 
- NEOTOMISTA. 
- Sartre,
- Nietzsche es un gran talento y un sofista agudo, dice Castellani. 
- Noble es el que tiene el sentimiento claro de todos los valores y plebeyo el que percibe sólo algunos o bien todos de manera informe; los superiores le llegan por reflejo, por la imitación y la enseñanza dogmática de los hombres superiores. 
- Según NIETZSCHE plebeyo el que percibe al revés y falsamente los valores. - Hay una dialéctica de la degeneración en el curso dramáico y sinuoso de la cultura humana. ((el que sea santo, que se santifique más; y el perverso que se pervierta más, hasta que llegue el fin)), dice el profeta Daniel. Pero Nietzsche no conoce el fin del drama de la historia; por lo cual cuando le predice no sin perspicacia el advenimiento del ((superhombre)) del légamo de la confusión, adornándolo de cualidades titánicas, no sabe que en realidad está profetizando al Teitan: el Anticristo. 
- No es el plebeyo el contrario al noble, es el falso noble el contrario al noble. - ¡Nietzsche es un espiritu envenenado de cristianismo corrrompido! 
- Kirilov, suicidio como retar a Diós. 
- Nietzsche acabó convirtiendo el fariseismo, como parte de nuestra naturaleza, forzandose así a crear ubernsmench para liberarse de él. Nota mía. 
- El Nietzsche real es tan rico y contradictorio que se pueden sacar de él tres nietzschecitos. 
- Mundus ut fiat superhomo, perezca el mundo para que se haga el superhombre. 

ORTODOXIA 

- La religión aunque sea falsa , robustece a una nación que la acepta en pleno, puesto que funda su unidad nacional sobre la base más fuerte que hay, que es el sentimiento religioso. 
- El protestantismo ha debilitado así a las naciones que se someten al adulteramiento de su religión, que ha causado así pues guerras civiles según las conclusiones a las que llega Castellani, basado en la guerra civil de Italia, que justifica la de su nación bajo estos criterios también. 
- Comunismo y guerras civiles en occidente.
- Moral y moralina, el error de Rousseau y la visión de la iglesia sobre la naturaleza perversa del hombre. 
- Diferencias entre la moral y moralina en la misma página. 
- La moralina es sólo la ilusión, y aveces la falsificación de la moral. 
- No estoy ni bien ni mal conmigo Mas dice mi entendimiento Que un hombre que todo es alma Está cautivo en su cuerpo… (A mis soledades voy, de Lope de Vega) Son hombres que se sienten en sí la cautividad de este gran cuerpo que es la Argentina. (Colombia para mi). 
- En cuanto a la novena sinfonía, no la oí nunca, ni falta me hace. Estoy seguro que si algún día la oigo, tendré una gran alegría; pero no es la única alegria que existe en este mundo; y yo sin merecerlo tengo más alegrías de las estrictamente precisas para el ordinario sustento de un hombre ordinario… 
- El niño que se lastima y no para de llorar hasta que llega su mamá, por lo menos tiene para quien llorar… (Colombia = mamá). 
- Adulación a Malánik de parte de Castellani. 
- Fichte como el redactor de las cartas del nacionalismo alemán, que le dan origen al mismo. 
- Credo del incrédulo que el tío de Castellani le declamó según cuenta: CREO en la Nada Todoproductora d’onde salió el Cielo y la Tierra. Y en el Homo Sapiens su único Hijo Rey y Señor, Que fue concebido por Evolución de la Mónera y el Mono. Nació de la Santa Materia. Bregó debajo del negror de la Edad Media. Fue inquisionado, muerto, achicharrado. Cayó en la Miseria, Inventó la Ciencia, Ha llegado a la era de la Democracia y la Inteligencia. Y desde allí va a instalar en el mundo el Paraíso Terrestre. Creo en el libre Pensante, La Civilización de la Máquina, La Confraternidad Humana, La Inexistencia del pecado, El progreso Inevitable, La Rehabilitación de la Carne Y la vida Confortable. Amén. 
- Ernesto Placio, desarrolló textos en contra de el liberalismo y tiene mchos títulos sobre Política. Hizo tambien parte de el grupo de derecha nacionalista Argentino de ese entonces. 
- Libre pensador. 
- El verdadero patriotismo a veces consiste en llorar, o apostrofar. 
- Escatología: conjunto de creencias religiosas sobre el después de la vida humana. 
- Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú. 
- Humanidad: realidad concreta temporal, según Carlos Disandro. 

EL DRAMA EDUCATIVO 

- Se viola un principio de derecho natural, el derecho de los padres a educar a sus hijos, menospreciado por el Estado liberal en su pretención monopolizadora de la escuela. El estado no está hecho para ser pedagogo, sino para hacer marchar a los pedagogos. 
- Su objeto principal no es la Ciencia ni la Cultura ni el Saber, sino el Orden y la Justicia. 
- Libros de texto. 
- Libros de texto llamaban antes – y es el verdadero nombre, porque estos de que hablamos son “manuales” – a una colección de trozos preciosísimos de los antiguos sabios, salvados milagrosamente de las destrucciones bárbaras, y sobre los cuales los doctores mediavales reconstruían trabajosamente la inmensa cultura helénica sumergida. Sobre esos collares de fragmentos meditaban y después comentaban los doctores. 
- Los libros de texto ahora son para el estudiante fácil. 
- Con hechos, que son vaones No palabras, que son hembras, 
- 1. Volver a introducir la teología en la universidad 
- 2. Volver a introducir la universidad en la teología. 
- Soluciones a lo de arriba. 
- Se sabe lo que toca enseñarle al niño pero no tiene idea de lo que quiere hacer del niño. 
- Sólo lo hermosos se ama, sólo lo que se ama se imita. 
- Si existiese tan siquiera un bachillerato serio –porque el de ahora es chirimbaina– muchísimos muchachos sin vocación real para el trabajo intelectual serían detenidos a tiempo en el enranaje fatal que los lleva a la ruina como hombres, y al destino de ser desadaptados sociales y polilla de la sociedad. 
- El origen etimologico de penitencia es cambiar de mente (metanoia). 
- Empezar a darse cuenta de las cosas como son, decir la verdad y pensar profundamente la verdad. No se puede hallar la verdad sin pena. 
- Una escena en un a universidad argentina. Histórico. El profesor acaba de explicar las ((teorías)) acerca de la existencia o no xistencia de un derecho natural. Santo Tomás dice esto, Grotius dice estotro, Kant dice aquello, Hegel dice pares y Carlos Schmitt nones… Un muchacho se levanta y dice: 
- Permiso, doctor. Doctor: y nosotros ¿qué decimos? Respuesta: 
- La que usted prefiera de esas seis opiniones. 
-¿cualquiera? 
-Sí, señor. Siéntese. Instancia del muchacho: 
-Según eso, hay seis opiniones que son ontrarias entre sí, y cualquiera de ellas es verdad… Replica ebfadada del profesor: 
-Señor, yo no estoy aquí para imponer dofgmática mis preferencias. Esto no es un colegio nacional (¿). Yo le expongo a usted las opiniones de los filósofos. Yo no debo forzarlo a usted a elegir. El muchacho se sienta por no pelear, pero musitando: 
-Creo que en el fondo usted es capaz de elegir. 
El impedimiento a elegir se debe a ignorar reducir las tesis a los primeros principios saben el final de la ciencia y no saben el principio. No enseñan a filosofar, enseñan filosofía, o mejor dicho, filosofias. 
- Filosofar: reducirse a un denominador común (el principio), percibir la idea, el argumento y el problema detrás del fárrago de las diversas terminologías que lo revisten. 
- Es una época en la que adolece la ((educación común)). 
- Freud,

DIGAMOS LA VERDAD 

- Doctor y repetidor. 
- José Manuel Estrada, político y escritor argentino, en su honor se celebra el día del profesor en Argentina, defensor de la educación católica. 
- La ambición consiste en un apetito dsordenado del mando por el placer del mando. 
- Revolución bien llamada es la realización externa de un principio.
Será buena si el principio es verdadero y mala si el principio -o llamémoslo mejor visión, cosmovisión – es falso. 
Lo contrario no es Revolución sino asonada centroamericana. 
- Gutenberg o la imprenta 
- Un capítulo muy acogedor, profetizando el pensamiento moderno a través de el inventor de la imprenta que persuade al emperador. Su producto deja al alcance de cualquiera el conocimiento, lo cual resulta peligroso en muchos casos, en la vulgarización de los textos me parece a mí, y como dice en el capítulo que puede llegar a estupidizar a la gente. Por supuesto que es un privilegio tener tanto conocimiento al alcance de uno, pero como hemos visto en partes anteriores del libro, ha habido casos destructivos con el intelecto y también de doctrinas que desenbocan en “moralina”.


¿Qué es el fraude?
- Elecciones aseguradas.
¿Qué son las elecciones aseguradas?
- Felicidad de la democracia.
¿Qué es la democracia?
- El reinado de los mercaderes por medio del lucro, soborno y fraude.
¿Qué es un partido?
- Es la liga de los que quieren vivir sin trabajar, comer sin producir, ocupar empleos sin estar preparados y gozar honores sin merecerlos (LA CASTA FEUDAL).
¿Qué es el sufragio universal?
- La manivela del hacer opinar al pueblo de lo que no entiende para no darle mano en lo que no entiende.
¿Qué es el liberalismo¿
- El enemigo de Dios y el amigo interesado del pueblo.
¿Qué es el Estado?
- La burocracia erigida en dios.
¿Qué es la defensa de las instituciones liberales?
- Un judío detrás.



Juan Manuel de Prada - Leonardo Castellani - Sobrevivir intelectualmente en el siglo XXI