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sábado, 26 de julio de 2025

LIBRO "PROTESTANTISMO": HISTORIA OCULTA E IMPACTO EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO por JAVIER BARRAYCOA


PROTESTANTISMO

HISTORIA OCULTA E IMPACTO 
EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO


¿Sabías que buena parte de la tecnología moderna tiene su origen en el sueño protestante de reconstruir el Paraíso? ¿O que desde el siglo XIX han profetizado anualmente el cumplimiento del Apocalipsis y el fin del mundo?

Apenas somos conscientes de cómo la reforma protestante ha influido en nuestras vidas. Tras el atormentado antihéroe de las películas americanas, la autoimposición de la felicidad como un deber absoluto, la necesidad imperiosa de un triunfo profesional o las angustias de la soledad y el individualismo que nos abaten, podemos descubrir los ecos de una nueva antropología que trajo la Reforma protestante. La eclosión espiritual que implicó, llevó a innumerables grupos y congregaciones a buscar la pureza espiritual pero reflejada una moral y control público que hoy nos asustaría. En ciudades como la Ginebra de Calvino se prohibieron los juegos, se cerraron las tascas e incluso se impidió celebrar la Navidad. No fue extraño que, en países como Inglaterra, y en determinadas sectas, se llegara a reglamentar el número de platos permitidos o prohibir postres y dulces. Buena parte del protestantismo vivió bajo el terror del inminente fin del mundo. Isaac Newton fue uno, entre muchos, de los que escudriñó el Apocalipsis para profetizar la fecha exacta del esperado acontecimiento. Por su parte, los Wasp (Whites, Anglosaxons and Protestantes), quisieron configurar una América racial donde otras razas y religiones no tendrían cabida. Y en los lands alemanes, donde dominaba el protestantismo, es donde el partido Nazi consiguió obtener su mayor apoyo. La mujer, en el mundo protestante, creyó que podía encontrar su liberación, pero a la postre se vio sumergida en un mundo donde la sospecha recayó sistemáticamente sobre ella, convirtiéndose en una potencial bruja o adúltera. En paralelo, en la Alemania luterana estallaron como nunca las persecuciones contra los judíos o en América se recluían los Amish huidos de Europa, deteniéndose para ellos el tiempo. Este libro invita al lector a un apasionante recorrido a través de estos acontecimientos que dejaron una marca perdurable en el mundo contemporáneo.

«Los tres grandes elementos de la civilización moderna 
son la pólvora, la imprenta y el protestantismo», (Thomas Carlyle).

«Un aspecto de la libertad moderna 
-el aislamiento y el sentimiento de impotencia 
que ha aportado al individuo- tiene 
sus raíces en el protestantismo», (Erich Fromm).

«Fingid una ilusión cualquiera, 
contad la visión más extravagante, 
forjad el sistema más desvariado; 
pero tened cuidado de bañarlo todo 
con un tinte religioso y estad seguros 
que no os faltarán prosélitos entusiastas 
que tomarán a pecho el sostener vuestros dogmas, 
el propagarlos, y que se entregarán a vuestra causa 
con una mente ciega y un corazón de fuego: es decir, 
tendréis bajo vuestra bandera 
una porción de fanáticos», (Jaime Balmes).

Un marco de comprensión 
a modo de introducción 

Nace el siglo XVI. La tan denostada, por algunos, Edad Media parecía agonizar ante un nuevo movimiento intelectual y artístico que se vendría a llamar Renacimiento y que había arrancado un siglo antes. El optimismo de los Erasmo y Thomas Moro, se vería truncado por una convulsión espiritual que nadie esperaba: el protestantismo. Esta sacudida parecía un revival de las tormentosas agitaciones que habían estremecido Europa un siglo antes, en forma de crueles guerras religiosas como la de los husitas en Bohemia (1419-1434) o la de los campesinos en Alemania (1424-1425). Ambas provocaron miles de muertos y terrible desolación, a la par que miseria y hambrunas, poniendo en duda las viejas estructuras políticas en torno de las cuales había descansado la sociedad durante siglos. Ello no impidió que ese siglo viera florecer a genios como Donatello, Leonardo Da Vinci o Miguel Ángel. En 1506, por orden del papa Julio II, un pontífice más que peculiar por su carácter y afanes políticos, guerreros y artísticos, se iniciaba de manos del arquitecto Bramante la hercúlea basílica de San Pedro. Pronto le faltó dinero, mucho dinero ante tal colosal Iglesia. Su sucesor León X heredó el problema económico y la necesidad de acabar el proyecto. Para ello se comerció abusivamente con la compraventa de indulgencias en toda la cristiandad con tal de conseguir fondos para tan magna empresa. 

Este comercio fue especialmente abusivo en las zonas alemanas del Sacro Imperio Romano Germánico, donde tradicionalmente se protestaba contra los impuestos pontificios. La causa es que estos se sumaban a los gravámenes ya abusivos de los príncipes y señores alemanes. Hasta el siglo XV la práctica de la compra de indulgencias estaba rigurosamente regulada y limitada por la Iglesia a casos concretos. Paradójicamente, fue el deseo de convertir a Roma en una ciudad renacentista, la que llevaría al pretexto que desencadenaría el origen formal del protestantismo. La cuestión de las indulgencias fue la excusa para que un fraile católico alemán, Martín Lutero, hiciera llegar a su obispo 95 tesis teológicas, al respecto, para su discusión pública. La creencia popular dice que las clavó en la puerta de la Iglesia de Todos los Santos, en Wittenberg, en 1517. Todo esto forma parte de una leyenda áurea que se fue construyendo posteriormente en torno a Lutero, pero no pasa de un mito. Este era monje católico, fraile agustino para más inri, y la propuesta se hizo por escrito y por la vía reglamentaria a su obispo, como era costumbre. 

No se puede desdeñar que la venta de indulgencias también causaba entusiasmos inenarrables en una parte de los creyentes, especialmente en Alemania, donde los fieles hacían lo imposible por adquirirlas. Ejemplo de ello es la figura del fraile dominico Johann Tetzel, fallecido en 1519, que fue conocido por sus prédicas entusiastas y aplaudidas a favor de las indulgencias. Sus seguidores se contaban a miles. Incluso frente a las tesis de Lutero, se publicaron las llamadas 50 tesis de Tetzel para rebatir sus opiniones sobre el asunto. Ciertamente, la cuestión de las indulgencias, la corrupción y decadencia del clero, la acumulación excesiva de bienes por parte de la Iglesia, fue un mal habitual que periódicamente provocaba descontento. Había levantado críticas, movimientos de protesta más o menos violentos y también intentos de reforma en el seno de la Iglesia. De ello queda constancia en innumerables concilios convocados para intentar resolver estas cuestiones. Pero, por este tipo de asuntos, nunca se produjo una fractura como la que viviría la cristiandad en el siglo XVI, exceptuando el Cisma de Oriente del siglo XI en la que la Iglesia oriental se separó de la latina. 

Lutero encendió una llama que prendió porque las sociedades europeas del siglo XVI habían cambiado notablemente respecto a las anteriores épocas. Surgen entonces las nuevas aspiraciones del poder secular (que poco a poco e iban encaminando al despotismo ilustrado que vería su culmen en el siglo XVIII ) o la emergencia de nuevas fuerzas sociales y políticas que configurarán -a la larga- la modernidad. En el siglo XVI había emergido una potente clase comercial y productiva, urbana y necesitada de una espiritualidad, que legitimara la ruptura con las formas productivas gremiales medievales cristianas. El hundimiento de la cristiandad forjará la Europa de las naciones, que tuvo su trágico esplendor en las revoluciones del siglo XIX  y las guerras mundiales del XX. En el surgimiento de ciertas formas radicales de protestantismo, tuvieron también incidencia las crisis endémicas del campesinado que llevarían a que Europa estallara en un sinfín de convulsiones. A diferencia de las crisis de siglos anteriores, las consecuencias espirituales y materiales que trajo la Reforma serían irreversibles y llevarían a finiquitar la Edad Media. Esa revolución espiritual que inicialmente se circunscribía a las fronteras del viejo Sacro Imperio Romano Germánico, inesperadamente desbordaría sus fronteras. Si bien Lutero quiso presentar una alternativa al catolicismo romano, pronto tuvo que competir a su vez con decenas de reformadores, cada uno con su propia doctrina e intenciones políticas. Desde su origen, el protestantismo se tornó un movimiento complejo y multiforme del que manaban divisiones y más divisiones. 

No hay que engañarse. En el siglo XVI  no emergió propiamente una reforma de la Iglesia católica, sino una revolución político-espiritual que convulsionaría el viejo mundo. Algunos han interpretado que la Reforma fue la continuidad del Renacimiento. En cierta manera sí y en cierta manera no. En ambos movimientos hubo una actitud de ruptura frente a la vieja cristiandad. Y en ambos se planteaba una superación por regresión. El Renacimiento quería beber en las olvidadas fuentes de griegos y romanos, mientras que el protestantismo proponía, como excusa, el regreso al espíritu de la Iglesia primitiva. Ambos, no obstante, se presentaron de forma opuesta: el primero como un movimiento optimista y humanista; y el segundo como una actitud pesimista, por considerar la naturaleza humana como absolutamente corrompida por el pecado original. Antes de proponer el protestantismo como la continuación del Renacimiento, sería más propio decir que abortó el Renacimiento. El humanismo fue sustituido por un pensamiento teocrático que fundía lo religioso con lo político, o invertía la tradicional relación de poderes forjada en la Edad Media. Igualmente, lo que aparentemente era un movimiento de regeneración eclesial, se convirtió en una nueva praxis de espiritualidad que partía de una peculiar antropología negativa. Por ello, el protestantismo acabó siendo algo ontológicamente distinto a las habituales crisis eclesiales vividas en los siglos anteriores.

El actualmente institucionalizado nombre de protestantes, tuvo su propia historia. Un jovencísimo Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, convocó a Lutero a la Dieta de Worms, en 1521, para que se retractara de las tesis teológicas que tanto revuelo estaban causando. Ni el emperador ni muchos eran conscientes de la magnitud del problema que se les venía encima. Para Carlos V y sus teólogos este encuentro tenía como intención una reconciliación que se les antojaba fácil, pues ¿cómo un fraile se iba a enfrentar a la máxima autoridad secular de la cristiandad? Pero Lutero no se retractó y se mantuvo altivo. Dicen que lanzó frases que han pasado a la hagiografía protestante como: «¡No puedo hacer otra cosa; esta es mi postura! ¡Que Dios me ayude!». No en vano, un año antes, en 1520, había recibido una bula papal, la Exsurge Domine del papa León X, en la que, sin pelos en la lengua, definía al reformador con estos términos: «un cerdo salvaje ha entrado en la viña del Señor». Y se ordenaba que las obras de Lutero fueran quemadas, dándole 60 días para retractarse y someterse a la autoridad de Roma. En respuesta, Lutero quemó públicamente la bula. Este acto de rebeldía solo lo pudo ejecutar porque se sentía protegido por algunos príncipes alemanes, especialmente el de Sajonia que lo tenía acogido. Ya desde sus inicios, la Reforma tendría este sutil carácter político, pues encontraría protección en aquellos poderes que se oponían al del emperador o al estado de cosas presente. Como la disidencia iba progresando, Carlos V decidió convocar otra dieta, la primera de Spira (1526). En ella se llegó a un acuerdo provisional para evitar una guerra civil, en las lindes interiores del Imperio, entre los partidarios de Lutero y sus adversarios. En espera de la convocatoria de un concilio que estableciera la doctrina cristiana ortodoxa, se permitió que, en función de las creencias o intenciones de cada príncipe elector, se pudiera enseñar y practicar el luteranismo o el catolicismo. El lema rector que ha pasado a la historia fue: Cuius regio, eius religió («de quien rija, la religión»). Tres años después, en 1529, se volvería a convocar en Spira una segunda dieta. Carlos V, queriendo zanjar definitivamente el tema, lanzó un edicto por el que se anulaba la tolerancia religiosa provisional que se había concedido a los principados alemanes. Ello provocó un documento en el que seis príncipes y catorce ciudades libres alemanas del Sacro Imperio Romano Germánico protestaban por el edicto. Nacía así, en su terminología, el protestantismo. El término en principio era despectivo, pero luego fue asumido con orgullo por los acusados. Más adelante se expondrá cómo el protestantismo se fue dividiendo en cientos de confesiones diferentes y opuestas entre sí. Pero algo siempre las mantuvo unidas: la protesta contra Roma. El pensador español Jaime Balmes quiso sintetizar así este fenómeno: «Mirando el globo del protestantismo, sólo se descubre en él un conjunto de innumerables sectas, todas discordes entre sí, y acordes en un solo punto: en protestar contra la autoridad de la Iglesia».

¿EL PROTESTANTISMO COMPARADO 
CON EL CATOLICISMO?

"El protestantismo comparado con el catolicismo", es una de las obras más idiosincráticas de Balmes y quizá una de las primeras en lanzar un análisis sobre el protestantismo más allá de lo meramente teológico. Al contrario que la obra de Balmes, en este libro que el lector tiene entre sus manos, no se pretende establecer una comparativa entre protestantismo y catolicismo. Y tampoco este quiere ser un texto de profundidades teológicas y filosóficas. Estas páginas son de divulgación histórica, pero es inevitable establecer ciertas comparativas, realizar ciertas reflexiones más allá de la historia y, eso sí, constatar los efectos que ha producido el protestantismo sobre la cultura y la organización política occidental. Especialmente a esto se dedicarán los dos últimos capítulos de la obra. El protestantismo, evidentemente, fue analizado, criticado y combatido desde el catolicismo. Pero también lo fue desde el marxismo, que distinguía muy bien las implicaciones del fenómeno protestante respecto al catolicismo. Se encuentra en la doctrina marxista una curiosa interpretación que enlaza muy bien con fenómenos parejos a la revuelta religiosa. Así, se puede leer en el Diccionario filosófico marxista, de 1946, la siguiente curiosa y contundente definición: «El protestantismo es una variante burguesa del cristianismo». 

El juicio del marxismo pone el acento en tres dimensiones del protestantismo que se irán revisando en diversos capítulos. Por un lado, las iglesias nacionales creadas por el luteranismo prefiguraron los estados nacionales modernos cada uno con su propia religión nacional. Allí donde triunfaba el protestantismo moría la idea de la universalidad de la fe para circunscribirse a una doctrina permitida en una jurisdicción, reino o Estado. En resumidas cuentas, las iglesias nacionales imponían fieles nacionales. Por otro lado, el protestantismo, a la larga, provocaría una secularización religiosa que permitiría la concepción del ciudadano como un sujeto ligado primeramente al Estado y no tanto a una confesión religiosa. Pero antes de este proceso, por obra y gracia del protestantismo, se produjo una teocratización de la sociedad. Marx acusaba a Lutero en estos términos: «Lutero derrotó la fe en la autoridad, porque restauró la autoridad de la fe. Convirtió a los frailes en laicos, porque convirtió los laicos en frailes». Así, desde la doctrina marxista se reconocía que la reforma protestante fue causante de la divinización del Estado moderno, en cuanto que paso previo a su profunda secularización. Una ley universal de la historia es que la pérdida del sentido de lo religioso, siempre viene antecedido de una sobredimensión o hipertrofia de lo sacro que pretende anular lo natural. Y esto es lo que significó el protestantismo para el cristianismo.

En el protestantismo también se descubre que, contra la universalidad del cristianismo, se identifican ciertas espiritualidades con ciertos grupos sociales. Por ejemplo, el calvinismo, una forma de protestantismo distinta del luteranismo y menos conocida para el gran público, sería, en boca de Engels, la doctrina apropiada para «los más intrépidos burgueses de la época». Para él, el calvinismo era «la expresión religiosa del hecho de que en el mundo comercial, en el mundo de la competencia, el éxito o el fracaso no dependen de la actividad o de la aptitud del individuo, sino de circunstancias independientes de él». Engels se refería al dogma de la predestinación a la salvación (nuclear en la teología protestante) como un condicionante que determinaba quién debía ser rico y quién pobre. No es de extrañar que las burguesías nacientes en potencias comerciales como Holanda se acogieran al calvinismo como una espiritualidad ajustada a su idiosincrasia. También, para el marxismo, las expresiones más radicales de protestantismo, los llamados movimientos disidentes, prefiguraron los posteriores movimientos revolucionarios en los que se reflejaba el marxismo. Estos grupos revolucionarios, bajo forma de sectas radicales enfrentadas a las propias formas de protestantismo institucionalizado, querían purificar la Reforma y alcanzar el cristianismo primitivo más originario. 

La obra referida de Balmes, diametralmente opuesta al análisis marxista, es una respuesta a la obra del protestante calvinista Françrois Guizot, titulada: Historia de la civilización en Europa. Desde la caída del Imperio romano hasta la Revolución francesa. Guizot fue ministro de finanzas, tras la revolución burguesa de 1830 en Francia, protagonizada por Luis Felipe de Orleans, un miembro de la realeza a la par que liberal revolucionario. A Guizot se le atribuye aquella frase lanzada a los franceses tras la instauración de la monarquía constitucional-liberal: «¡Enriqueceos!». Para algunos, amanecía ahí el espíritu del capitalismo moderno. La tesis que defendía Guizot en su obra era muy sencilla: el protestantismo había traído a Europa el progreso y la prosperidad. Por el contrario, el catolicismo había sido una rémora para el bienestar de Occidente. El clérigo y apologeta Balmes, no pudo menos que escribir su ya inmortal texto para rebatir esa tesis. Es interesante leer en paralelo ambas obras pues ofrecen una perspectiva interesante de cómo se autoanalizaban y comparaban, en el siglo XIX, el protestantismo y el catolicismo.

Naciendo el siglo XX, se hicieron famosas dos obras de Max Weber, editadas juntas y tituladas "Ética protestante" y "El espíritu del capitalismo" (1904-1905). La tesis defendida ha llenado páginas y páginas de comentarios en libros y artículos. Según Weber, el calvinismo, bajo el arbitrario dogma de la existencia en la voluntad divina de una predestinación a la salvación para unos y a la condenación de otros, provocó terribles angustias en sus seguidores sobre su destino final tras la muerte. Si bien para Lutero la salvación no dependía de las obras, sólo de la fe, para el calvinismo ya ni siquiera la fe podía salvar al creyente. Para el calvinismo, el destino eterno del alma estaba predestinado antes de su creación. Según Max Weber, el éxito profesional podría ser un predictor de estar entre los elegidos a la salvación y ello habría causado una ética necesaria para la aparición del capitalismo. Esta breve explicación es evidentemente una burda simplificación, pues la exposición de Weber incluye elementos más complejos que normalmente son obviados. También se suele olvidar que la obra de Weber fue respondida por otro gran sociólogo alemán, Werner Sombart, con su libro El burgués (1913). Sombart propone otros elementos explicativos de la aparición del capitalismo, aparte del calvinismo, ya arraigados incluso en la Edad Media. En otra obra suya, Los judíos en la vida económica, explica que el enriquecimiento de Holanda en la época calvinista sólo fue posible por la llegada unas décadas antes de los judíos expulsados de España por los Reyes Católicos y no tanto por la ética calvinista. Con esto se significa que la discusión sobre la relación entre protestantismo y capitalismo, sigue abierta. 

El protestantismo es un fenómeno complejo, extremadamente complejo, y todo intento de simplificarlo en estereotipos llevaría a una falsificación interpretativa. Por ello, y debido a la naturaleza de este texto de aproximación, tampoco se ha querido descartar reflexiones que permitan comprender mejor el presente de Occidente como fruto de la Reforma protestante y su secularización. Tras la redacción y relectura de estas líneas, el autor llega a la conclusión de que este es un libro de pistas sobre el protestantismo para que el interesado en algunas cuestiones pueda tener un cabo del que tirar e investigar por su cuenta. La inmensidad del fenómeno, el espacio y tiempo que enmarcan los límites del escritor y exigen las editoriales, obligan a esbozar más que a elaborar una obra de profundidades explicativas. Aun así hay que plantear las paradojas que suscita el fenómeno de la Reforma, en la medida que han tenido una profunda trascendencia para explicar nuestro presente. 

Hay que explicar por qué, con los siglos, las sociedades protestantes generaron lo contrario que soñaban. Allí donde se pretendió establecer una teocracia, el gobierno del pueblo de los escogidos, la Nueva Jerusalén, será donde surgirán las revoluciones liberales laicizantes. La sublimación de lo religioso acabó en su esterilización. Y esta es la paradoja que se plantea el famoso psicólogo Erich Fromm en su obra El miedo a la libertad: «el hombre moderno [fruto del protestantismo] parece impulsado, no por una actitud de sacrificio y de ascetismo, sino, por el contrario, por un grado extremo de egoísmo y por la búsqueda del interés personal. ¿Cómo podemos conciliar el espíritu del protestantismo y su exultación del desinterés, con la moderna doctrina del egoísmo?». Hay que explicar por qué donde se negó la libertad y la necesidad de buenas obras como indispensables para la salvación, es donde siglos después florecerá la exaltación de la libertad cívica o el voluntarismo, expresado en la obcecación por el trabajo y el éxito. En el mundo protestante, en general, el deseo de una vida austera acabaría siendo sustituida por el ansia del enriquecimiento y el materialismo más procaz. Donde reinó la intransigencia moral puritana más insoportable para cualquiera que la experimentase en nuestros días, se convirtió, a la postre, en el foco de la doctrina de la tolerancia y la libertad de pensamiento. 

Igualmente, donde se afirmó que la naturaleza humana estaba muerta por el pecado, acabaron surgiendo las teorías del hombre «bueno por naturaleza» que permitieron la construcción de la arquitectónica política moderna. El pacto de los escogidos con Yahvé, acabó siendo sustituido por el pacto de las voluntades individuales con una voluntad general y suprema que constituía el pueblo. Por otro lado, la divinización del pueblo,. propia de la modernidad, tiene un antecedente en la doctrina del derecho divino de los reyes. Esta tesis es defendida por John Figgis, en su obra El derecho divino de los reyes. En ella demuestra cómo los teólogos ingleses partidarios de la separación de Inglaterra de la Iglesia romana, pergeñaron esta teoría. La intención era dotar al poder político de una sacralidad que lo igualara con el del Papa. Aunque esta tesis existiera antes de los Tudor y Enrique VIII, Figgis expone que fue en su época cuando se defendió y articuló con mayor furor. Sólo así pudo justificarse que la cabeza de la Iglesia fuera el rey y no el papa. Pero, como escribiría en el siglo XIX el anarquista Max Stirner, la modernidad consistiría en sustituir el inventado derecho divino de los reyes, por el derecho divino de los pueblos. La posmodernidad, por el contrario, acabaría sustituyendo el derecho divino de los pueblos, por el inmanente absoluto derecho a todo del individuo inmerso en su propia soledad. 

En el siglo XIX, surgió de los ambientes protestantes alemanes un extraño filósofo panteísta y pesimista, Eduard von Hartmann. Se hizo famoso por su primera obra La filosofía del inconsciente (1869). En ella se encuentra el intento de resolver el drama que tres siglos antes habían planteado los primeros reformadores: la soledad de una conciencia liberada a sí misma. Según su argumento, la felicidad individual era imposible, pero el autor deseaba encontrar un mecanismo por el que liberar al inconsciente de su perpetuo sufrimiento existencial. Pará él, y a diferencia de Schopenhauer que propuso buscar la felicidad en burdos placeres, el hombre debía abandonar la terrible sensación de soledad y dejarse mecer por el orden moral social. Este «orden social» no le daría la felicidad, pero le aliviaría existencialmente (un orden social protestante, claro está). En otro escrito, titulado La religión del porvenir, presenta el protestantismo como una fase agotada y muerta del cristianismo, pero necesaria para que devenga una nueva civilización. Así, sentencia: «El protestantismo no es más que la estación de descanso en la travesía del cristianismo auténtico, muerto decididamente para las ideas modernas. Es un tejido de contradicciones desde su nacimiento a su muerte, porque en cada fase de su vida se tortura por conciliar lo inconciliable». Entre estas contradicciones psíquicas anunciadas está la ruptura entre la conciencia individual y el comportamiento colectivo. La necesidad de pertenecer a una comunidad de escogidos, con unos códigos morales y públicos manifiestos, combinada con la profundidad de una conciencia sin otro límite que la sola fides, sólo podía llevar a paradojas vitales. En la medida que agoniza el carácter comunitario de la fe, el protestantismo parece prefigurar la posmodernidad en su insoportable soledad subjetiva y el rechazo de la objetividad universal de la razón. No en vano, escribía Nietzsche: «El protestantismo es la hemiplejía del cristianismo y de la razón». 

El Deus absconditus («Dios escondido») que exalto Calvino, contribuyó a ello. El protestante pasó, de sentirse miembro de una Iglesia universal (como los católicos), a sentirse miembro de una comunidad o congregación de escogidos. Pero aun viviendo entre la comunidad de santos, nada garantizaba su salvación pues existía una predestinación -a la salvación o a la condenación- previa de la que ignoraba su contenido. Se hace difícil entrar en esas psiques, pero todo apunta, y así lo argumenta Erich Fromm, que fueron las primeras en sentir el individualismo moderno. En su clásico tratado sobe el suicidio, Émile Durkheim intenta explicar por qué las tasas de suicidios son siempre más altas entre protestantes que entre católicos. Una causa que apunta es el individualismo más exacerbado en los primeros: «si el protestantismo -explica Durkheim- da mayor importancia al pensamiento individual que el catolicismo es porque cuenta con menos creencias y prácticas comunes. [...] cuanto más se abandona un grupo confesional al juicio de los individuos, más ausente está de la vida de estos y menos cohesión y conferencia tiene». Son muchos los análisis de otros tantos autores que han sabido entrever las consecuencias del protestantismo en la elaboración de una psique especial y algo se traslucirá a lo largo de los próximos capítulos. 

El individualismo será al abono sobre el que fermentará otra de las características principales del protestantismo: la ausencia de un principio de autoridad. Ello llevará a que, irremisiblemente, la Reforma estuviera condenada a perpetuos procesos de división y enfrentamientos. Jaime Balmes ya describió el hecho: «Llevados los primeros reformadores de su espíritu de oposición a la Iglesia romana, reclamaron a voz en grito el derecho a interpretar las Escrituras conforme el juicio particular de cada uno [...] proclamado este derecho sin explicación ni restricciones, las consecuencias fueron terribles». La cuestión no era tanto el cómo interpretar las Escrituras, sino afirmar que no había más principio que el no tener principio de interpretación. En potencia, y llevando esta postura a su último extremo, cada cristiano se podía llegar a convertir en una Iglesia en sí mismo. La naturaleza social del ser humano llevó a que no se llegara a ese extremo, pues siempre se buscan complicidades, incluso en lo espiritual. Si la Reforma buscaba pretendidamente volver a la Iglesia originaria, su propia lógica la llevó a constituir innumerables, contradictorias e incompatibles entre sí «Iglesias de Cristo». Sólo en Estados Unidos, hoy en día, hay registradas más de 1500 confesiones y congregaciones protestantes diferentes. Se cumple así lo que Balines profetizara: «El principio esencial del protestantismo es un principio disolvente; ahí está la causa de sus variaciones incesantes». 

EXTRAVAGANCIAS, PACIFISMO Y RADICALISMO 

Las variaciones del protestantismo llevaron a que este, a lo largo de los siglos, adoptara las más diversas y contradictorias formas. Muchas veces se llegará a la extraña situación de que los reformadores acabaron defendiendo lo que previamente criticaron. Erasmo de Rotterdam, humanista, católico pero simpatizante con la causa protestante, no podía menos que criticar: «Según parece, la Reforma viene a detener la secularización de algunos frailes, y al casamiento de algunos sacerdotes; y esta tragedia termina al fin por un suceso muy cómico pues que todo se desenlaza, como en las comedias, por un casamiento». Con estas palabras se refería a muchos sacerdotes católicos que criticaban q.e la Iglesia la corrupción del clero, su escandalosa vida en concubinato, pero luego abandonaban ellos mismos el sacerdocio para casarse. No debe extrañar este hecho pues, nuevamente, Balmes enseña una ley universal de la naturaleza humana: cuando la razón quiere moverse sin sujetarse a ninguna autoridad, entonces el ser humano adopta posturas que van «desde el fanatismo a la indiferencia». 

Extraña ver cómo se incluyen en el protestantismo desde movimientos pacifistas, como los cuáqueros, a violentos revolucionarios como los anabaptistas. Actualmente se asocia el protestantismo a comunidades prósperas y modernas, pero, como señala Weber: «El protestantismo de Lutero, Calvino, Knox y Voet, en sus inicios, casi nada tenía en común con lo que ahora se conoce por progreso. Indudablemente, era contrario a muchos aspectos de la sociedad moderna». 
Si bien algunas confesiones protestantes, como los mormones, quedan asociadas a clases altas y tecnológicas, otras congregaciones como los amish parecen haberse quedado detenidas en el siglo XVII. En lo teológico, hay Iglesias reformadas unitaristas -que rechazan la existencia de la Santísima Trinidad- y otras que han conservado la doctrina trinitaria, como el anglicanismo. Unas conservan la Jerarquía episcopal y a otras les repugna toda estructura jerárquica. La disparidad teológica es tal que incluso se dan todas las variaciones posibles en el número de sacramentos aceptados por las diferentes confesiones. 

Lo que en un principio, por parte de los primeros reformadores, fue una búsqueda de la verdad, que había sido sustraída al cristianismo por parte de Roma, se terminó convirtiendo en la defensa de la primacía de la subjetividad. La búsqueda de la verdad, se convirtió en la búsqueda de mi verdad. Y, ¿cómo crear una fe común si cada reformador estableció un credo ajeno al de los otros? En definitiva, la unidad del protestantismo sólo pudo consistir en la protesta contra Roma. De ahí que Balmes señalara como casi esencial a la Reforma una constante tendencia a ciertas explosiones de fanatismo en el seno de esa pluralidad de creencias. Escribe que, esta tendencia a la radicalidad, anida latente en el corazón de la naturaleza humana. El problema se presenta cuando se producen las circunstancias para que se manifieste. Así, sentencia: 
«Fingid una ilusión cualquiera, contad la visión más extravagante, forjad el sistema más desvariado; pero tened cuidado de bañarlo todo con un tinte religioso; y estad seguros que no os faltarán prosélitos entusiastas que tomarán a pecho sostener vuestros dogmas, el propagarlos y que se entregarán a vuestra causa con una mente ciega y un corazón de fuego: es decir, tendréis bajo vuestra bandera una porción de fanáticos». Esta reflexión encaja perfectamente con lo que representó el protestantismo en sus primeras fases. Pero, también sirve para entender a los telepredicadores que salpican el territorio de los Estados Unidos o extrañas sectas cristianas, incluso destructivas, que siguen surgiendo en pleno siglo XXI como por arte de magia. 

Por mucho que en la actualidad se quiera presentar una visión ecuménica de las diferentes confesiones cristianas y se quiera dulcificar la imagen de algunos grandes reformadores, no se puede negar la realidad. Entre los reformadores y fundadores de confesiones religiosas, tenemos abruptas personalidades, ímpetus descontrolados, muchas veces mentes obstinadas, por no decir obsesivas, arranques de genio y malgenio o toques de humanitarismo mezclados con actitudes, muchas veces, profundamente tiránicas. Y, posiblemente, sin esas características hubiera sido imposible crear casi de la nada una confesión religiosa que luego, durante siglos, seguirían millones de fieles. Es absurdo ocultar los arranques histriónicos de Lutero que llegó a lanzar un tintero contra el diablo que le acosaba en su habitación o que proclamaba sus filípicas contra los campesinos alemanes llamando a los príncipes electores a exterminarlos como a perros rabiosos. O cómo Calvino, en un arranque de ¿celos? mandó enviar a Miquel Servet a la hoguera. Ni la historia puede olvidar la obsesión casi enfermiza de Cromwell contra lo católico, expresada en sus sangrientas campañas en Irlanda, o contra la monarquía a cuyo representante mandó cortar la cabeza. O resalta, ya entrados en el siglo XIX, la trágica historia del fundador de los mormones, Joseph Smith. Según él se le habría aparecido Juan el Bautista confiriéndole el sacerdocio bíblico de Aaron, pero ello no impediría que muriera asesinado a mano de otros protestantes que lo consideraban un loco peligroso y polígamo.

Se podría argumentar que en el seno del catolicismo también hubo muchos personajes, incluso papas, que adolecían de los mismos resortes histriónicos. A la mente vienen rápidamente los Borgia. Calixto III, el primer papa Borgia, dejó preparado el terreno para que su sobrino Rodrigo le sucediera. Este, siendo cardenal, ya contaba con al menos siete hijos conocidos con más de una mujer. Consiguió ser elegido como papa con el nombre de Alejandro VI. De él dijo Maquiavelo: «no hizo nunca otra cosa que engañar al prójimo». Sin lugar a dudas era ambicioso, traicionero, manipulador y cruel. De paso escandalizó a los romanos montando una corrida de toros a la española en la Ciudad Santa. Sus degeneraciones, que le llevaron a su supuesto envenenamiento, sin embargo no derivaron en arbitrarios cambios doctrinales del credo católico, ni en la intención de reformular lo que debía ser la Iglesia o los sacramentos. Y mucho menos defender que su palabra estaba por encima de las Escrituras. 

Por el contrario, hombres y mujeres virtuosísimos en su comportamiento externos, como Ellen G. White, una de los sostenes del Adventismo del Séptimo Día, casta, vegetariana y madre ejemplar (todo lo contrario que los Borgia) y que decía tener visiones sobre el final de los tiempos, fundó una nueva iglesia según sus criterios. Sus escritos, para ella y sus fieles, pasaron a rango de inspirados, estando al mismo nivel que los libros de la Biblia. Con esa autoridad, un buen día decidió que el precepto cristiano debía cumplirse el sábado y no el domingo. Ningún Borgia, con su poder, crueldad y desmedidos vicios, se hubiera atrevido a parecidas transformaciones en las creencias y tradiciones cristianas. Baste analizar la figura de san Francisco de Asís para descubrir en él a un potencial loco, sectario o hereje. Fundada ya su orden, camino de Tierra Santa, quiso convertir al sultán de Egipto al cristianismo. Para ello invitó a sus imanes a entrar con él en una gran hoguera, para así demostrar qué religión era la verdadera. Los mulás rechazaron horrorizados la propuesta. Entonces se ofreció al sultán a entrar solo y le retó que, si salía ileso, se convirtiera al cristianismo. Una propuesta que el sultán le prohibió ejecutar. El poderío del de Asís y sus seguidores, los poverellos, era más que suficiente para haber montado su propia reforma y separarse de la Iglesia, pero nunca se le pasó por la cabeza. Eso lo harían posteriormente muchos de autoproclamados seguidores del espíritu de san Francisco, como los Hermanos Apostólicos de Dulcino (1250-1307) o los fraticelli que en nombre de san Francisco y su pobreza, agitaron las aguas espirituales de Europa con sus actividades revolucionarias, allá por los siglos XIV y XV. De estas agitaciones beberían también muchos reformadores protestantes. 

La historia del protestantismo es una historia compleja y apasionante, pues es el relato de las pasiones del espíritu que, queriendo volar a veces demasiado alto, cayeron en algunas profundidades insondables; queriendo vencer al mundo, a veces se adaptaron perfectamente a él e incluso lo impulsaron con una eficacia inusitada. El protestantismo en cuanto tamiz espiritual que adoptó mil formas, acompañó desde su origen a la modernidad en una extraña relación. Decía Gustavo Bueno que el protestantismo quedó atrapado en la conciencia subjetiva que conduce al pietismo y al nihilismo, y que de Lutero se va a Hegel, Nietzsche y Hitler (pasando por Lessing, Herder, Fichte, Bismarck y su Kulturkampf). Con esta última reflexión, se iniciará un recorrido por su historia, advirtiendo de antemano que sólo se podrán revisar algunos de sus pliegues y otros quedarán en el tintero. Pero la intención última es un primer conocer y sorprenderse con la realidad del protestantismo y esbozar cómo este fenómeno, que quebró la vieja cristiandad, ha influido de manera insospechada en la forja de nuestros días.

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PROTESTANTISMO Historia oculta / Javier Barraycoa presente su libro

sábado, 23 de marzo de 2024

PROTESTAS EN LA VENEZUELA CASTROCHAVISTA TOTALITARIA Y REPRESORA 👿🚧🙋📢💣💥


El paro petrolero en Venezuela de 2002-2003, llamado también Paro Nacional o Huelga General, consistió en una huelga o paralización de actividades laborales y económicas de carácter general e indefinido contra el RÉGIMEN TOTALITARIO DICTATORIAL de Hugo Chávez, promovido principalmente por la organización gremial Fedecámaras, y secundado por la directiva y trabajadores de la nómina mayor de la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA), los partidos de oposición aglutinados en la coalición Coordinadora Democrática, el sindicato Confederación de trabajadores de Venezuela (CTV), diversas organizaciones como Súmate e incluso medios de comunicación privados de prensa, radio y televisión. Uno de los motivos se inicia al pasar por encima de la meritocracia de la empresa cuando en febrero de 2002 Hugo Chávez designa una nueva directiva dirigida por el economista de izquierda Gastón Parra Luzardo en reemplazo del General Guaicaipuro Lameda. En abril de 2002, en medios de televisión Hugo Chávez despidió a siete altos funcionarios y amenazó con despedirlos a todos.1​ Posteriormente tendrían lugar los sucesos del 11 de abril de ese año que culminaron con el breve derrocamiento de Chávez, que duró menos de 48 horas. El paro se extendió desde diciembre de 2002 hasta febrero de 2003, siendo una de las huelgas generales de mayor duración de la historia. Según los seguidores del gobierno, este paro no fue una huelga, en su precisa y correcta concepción jurídica, sino una medida de protesta política.

Antecedentes


En noviembre de 2000, la Asamblea Nacional —en la cual los partidos que apoyan al presidente Chávez tenían una mayoría calificada superior al 66%2— otorgó poderes especiales al jefe de Estado que le permitieron gobernar por decreto, además de presentar y aprobar un paquete de leyes acorde con su programa político y la nueva Constitución, constituida en diciembre de 1999, por referendo popular.
Varios meses después, a mediados de 2001, el Ejecutivo logró la aprobación de 49 leyes a través de la Ley Habilitante dada por el parlamento.3​ Entre las leyes más polémicas se encontraban la Ley Orgánica de Hidrocarburos4​ que incrementaba al 30% la tributación de las transnacionales en las actividades de extracción petrolífera, y fijaba en el 51% la participación mínima del Estado en sociedades mixtas, la Ley de Pesca5​ que imponía fuertes restricciones a la pesca de arrastre y comercial en beneficio de los pescadores artesanales y la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario6​ que permitía expropiar latifundios y beneficiaba a los campesinos que buscaban cultivar pequeñas extensiones de tierra.
Las leyes generaron un fuerte rechazo por parte del sector empresarial y la clase media. Estos consideraron antidemocrática la actitud del gobierno de Chávez, y anticonstitucional dicho paquete legislativo. Por esta razón, la patronal Fedecámaras convocó un paro nacional de 12 horas para el día 10 de diciembre de 2001, acción que fue respaldada por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) el principal sindicato obrero del país. A partir de ese momento, muchos dirigentes de la oposición pidieron la renuncia de Chávez, petición siempre rechazada por él.
Igualmente, varios aliados del presidente Chávez, como Luis Miquilena y algunos de sus seguidores, retiraron el apoyo al presidente Chávez y paulatinamente se pasaron a la oposición. Posteriormente se conoció que la principal razón de su retiro fue la negativa del presidente Chávez a dar marcha atrás a dichas leyes.

Control de PDVSA

Otra de las razones del paro fue la lucha por el control de la petrolera estatal Pdvsa, una industria vital para Venezuela como quinto mayor productor de petróleo a nivel mundial. El presidente Chávez argumentaba que la misma era una "caja negra",7​ que sus directivos se negaban a dar mayores informes sobre lo que ocurría dentro de la organización, y que la gerencia media no aceptaba instrucciones para cambiar las políticas de funcionamiento de la empresa. Dicha gerencia apostaba por mantener el control sobre las decisiones de la compañía, entre ellas las de vender grandes cantidades de crudo a bajos precios, lo que iba en choque directo con las políticas del Presidente Chávez de fortalecer la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y mantenerse dentro de las cuotas de producción asignadas en la organización petrolera. Chávez argumentaba además que quería revisar las cuentas de Pdvsa para entender el porqué de sus altos gastos, y entonces re-orientar a la petrolera para incrementar su labor social; los gerentes medios afirmaban que el gobierno intentaba politizar la empresa y acabar con la meritocracia, o ascenso por méritos, (lo cual efectivamente sucedió y sigue sucediendo). El rendimiento de la estatal petrolera se deterioró rápidamente luego que el gobierno tomo control de la misma, hasta llegar a niveles de inseguridad inauditos, lo que genera múltiples incendios, explosiones y accidentes laborales constantemente.

Como el presidente Chávez no aceptó las exigencias de los empresarios, sindicatos y partidos de oposición en retirar el paquete legislativo y dejar de imponer a militares con desconocimiento absoluta del manejo de la estatal petrolera, estos convocaron a un primer paro de 24 horas el 9 de diciembre de 2001, y luego a un segundo paro el 9 de abril de 2002 que se convirtió en indefinido.8
Este paro fue apoyado por los empleados de la nómina mayor y menor de PDVSA, quienes dejaron de trabajar y rechazaron la nueva junta directiva que Chávez había designado en la industria, constituida por personas ajenas a la industria, sin conocimiento de los procesos que en ella operaban. En respuesta, Chávez despidió a través de los medios de comunicación a la plana mayor y a más de diecisiete mil (17.000) empleados de la nómina menor: obreros, secretarias, operadores de plantas, capataces, supervisores de mandos medios, etc; lo que provocó que la oposición radicalizara sus acciones de protesta al tercer día. El 11 de abril, mientras continuaba el paro, líderes de la oposición decidieron desviar la marcha que tenían prevista originalmente desde Parque del Este a Pdvsa-Chuao, para dirigirse hacia el Palacio Presidencial de Miraflores, provocando un enfrentamiento entre afectos al gobierno que se encontraban en el lugar, y alentando el golpe de estado, que derrocó a Chávez por dos días. Sectores contrarios al gobierno insisten que Chávez renunció al poder tal como fue comunicado en cadena nacional por su ministro de defensa.

Después del golpe y del retorno del presidente Chávez al poder, la inestabilidad no cesó. A pesar que Chávez aceptó iniciar conversaciones con la oposición, de que se establecieron mesas de diálogo entre ambas partes con la mediación de la Organización de los Estados Americanos (OEA), el mismo presidente Chávez levantó la mesa de diálogo por considerar "que no se podía negociar con golpistas" y semanas después se reiniciaron las protestas opositoras.
Más 15 mil empleados de la industria estatal petrolera que participaron en el paro fueron desincorporados de la nómina, a pesar de los pedidos y exigencias constante de la oposición para su reenganche, sin que hasta la actualidad de le haya hecho pago alguno de sus haberes o ahorros que mantienen en la industria. De esa manera, el gobierno logró ganar la lucha por el control de Pdvsa. La estatal pasó a ser un ente bajo el control y la tutela del Ministerio de Energía y Petróleo, y fue completamente reestructurada.

Sus sedes ubicadas en Caracas (donde trabajaban la mayoría de los gerentes y nomina mayor desincorporados) fueron consideradas excesivas; la sede de Los Chaguaramos fue cedida a la Universidad Bolivariana de Venezuela y la sede de Chuao, emblemática para la oposición, fue cedida a la Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas (UNEFA). La sede de La Campiña fue parcialmente cedida al Ministerio de Energía y Petróleo (como estaba previsto en los planes de construcción de El Complejo desde la década del '70); otras sedes en el interior también fueron cedidas a entes educativos públicos.
La reestructuración de Pdvsa le permitió apoyar y financiar directamente varias misiones educativas y sociales que el gobierno llevaba adelante, entre ellas la "Misión Sucre", que brinda educación superior a los jóvenes que no pudieron ingresar a las universidades. Igualmente, la petrolera se aperturó más para incluir a cooperativas y PYMEs entre las empresas a las cuales contrataba para sus servicios, y está preparándose para iniciar la migración de sus sistemas hacia Software Libre, según lo acordado en un decreto presidencial reciente. Con las consecuencias del deterioro y mal funcionamiento de la empresa, todo ello por desviar el presupuesto que correspondía a mantenimiento de la misma, a las misiones y apoyos a grupos afectos al gobierno, lo que ha generado consecuencias nefastas a la industria y a las poblaciones adyacentes a su entorno, prueba de ello la explosión ocurrida en agosto de 2012 en el Complejo refinador Paraguaná y corroborado por la entrega de memoria y cuentas del entonces Ministro de Energía y Petróleo ante la Asamblea Nacional, donde se evidencia la falta de ocurrencia de 6 mantenimientos mayores que debieron efectuarse ese año a dicho complejo Refinador.

Según el gobierno las ganancias que el Estado recibe de Pdvsa se incrementaron como resultado de la reestructuración, en un principio la oposición alega bajas ganancias, por la supuesta inoperancia de los nuevos trabajadores, lo cual parece confirmar las quejas sobre los manejos que hacía la meritocracia petrolera. Sin embargo, estas ganancias también son criticadas por la oposición, quienes afirman que el país no ha mejorado a pesar de las enormes entradas monetarias. PDVSA comenzó paradójicamente a acumular deuda y tanto su producción como su estado financiero real se desconocen pues el gobierno se niega a hacer públicas las cifras contables e impide cualquier intento de auditoría independiente convirtiéndola en una verdadera caja negra, término con el que Chávez insistía en calificar a la estatal petrolera que antes del paro se encontraba entre las empresas líderes en el sector petroleoquímico mundial.
Una vez estaba claro que el presidente Chávez no iba a renunciar, el paro pasó a tener otros objetivos que tampoco se cumplieron: el referéndum no vinculante exigido por la oposición para consultar la permanencia de Chávez en el poder no se realizó por no estar en la Constitución. Finalmente se realizó un Referéndum en el 2004 que ganó el presidente Chávez. Las leyes aprobadas en 2001 por habilitante no fueron anuladas. La lucha de los trabajadores petroleros oposicionistas se quebró cuando todos los que se unieron al paro fueron despedidos.
  1. «Crisis en Venezuela: cómo se produjo la dramática caída de PDVSA, la joya de la corona del país latinoamericano». BBC News. 5 de febrero de 2019.
  2. «Wayback Machine». web.archive.org. 18 de julio de 2010. Archivado desde el original el 18 de julio de 2010. Consultado el 23 de noviembre de 2017.
  3. Aprobación de la AN Archivado el 9 de agosto de 2017 en Wayback Machine.
  4. «Ley Orgánica de Hidrocarburos aprobada en 2001». Archivado desde el original el 17 de agosto de 2006. Consultado el 27 de julio de 2006.
  5. «Ley de Pesca aprobada en 2001». Archivado desde el original el 17 de agosto de 2006. Consultado el 27 de julio de 2006.
  6. «Ley de tierra aprobada en 2001». Archivado desde el original el 17 de agosto de 2006. Consultado el 27 de julio de 2006.
  7. «Discurso donde el Presidente Chávez hace referencia a la "caja negra"». Archivado desde el original el 17 de agosto de 2006. Consultado el 27 de julio de 2006.
  8. «Huelga Indefinida a favor de PDVSA (Ni un paso atrás)». Efemérides Venezolanas, 2000-2017. 9 de abril de 2002. Archivado desde Cronología del llamado a huelga del 9 de abril de 2002 el original el 29 de junio de 2012. Consultado el 27 de diciembre de 2017. «Para este martes 9 de abril fue convocado un paro nacional de actividades por 24 horas. La iniciativa fue tomada por la Confederación de Trabajadores de Venezuela, en respaldo a los trabajadores de la nómina mayor de PDVSA, quienes radicalizaron sus acciones desde el pasado 4 de abril y la destitución de siete gerentes de la empresa por parte de la junta directiva de la estatal y el gobierno.».

Las protestas en Venezuela de 2004 fueron una serie de protestas antigubernamentales llevadas a cabo en el marco del proyecto del referéndum revocatorio de Venezuela de 2004.

Antecedentes

El gobierno de Hugo Chávez atravesaba por una fuerte crisis política desde el año 2002, situación que provocó el golpe de Estado en Venezuela de 2002, la rebelión de los militares de Plaza Altamira y la paro general en Venezuela de 2002-2003.

El Firmazo y Reafirmazo

En enero decenas de miles de opositores y partidarios del presidente Hugo Chávez marcharon en Caracas en protestas rivales sobre si Chávez debería someterse a un referéndum revocatorio. En febrero de 2003 la Coordinadora Democrática inicio la recolección de firmas para activar la revocatoria del mandato al gobierno de Chávez, lo que denominaron como El Firmazo, recolectando 3,2 millones de firmas, sin embargo el Consejo Nacional Electoral consideró que las firmas recogidas a través de El Firmazo no eran válidas debido a que fueron recogidas prematuramente.​ Del 28 de noviembre al 1 de diciembre de 2003 Súmate recolectó 3.448.747 de nuevas firmas bajo un evento denominado como el Reafirmazo.

La Lista Tascón

La Lista Tascón fue una publicación en Internet de las firmas recolectadas entre los años 2003 y 2004 para la destitución del presidente de Venezuela, Hugo Chávez mediante un referéndum revocatorio, que culminó en contra de los firmantes. Antes y luego del referéndum hubo denuncias del uso de la lista por parte del gobierno y sus simpatizantes para discriminar a los opositores. El nombre se debe al diputado Luis Tascón, quien fuera designado por el presidente Chávez para divulgar dicha lista como parte del proceso ad hoc de verificación de las firmas.

Se inició un movimiento de recolección de firmas a mediados de 2003. El 17 de octubre de 2003, el presidente Chávez dijo en Aló Presidente que «los que firmen contra Chávez estarán firmando contra la patria, contra el futuro», y agregó que quien firme a favor del referendo revocatorio «quedará registrado para la historia, porque va a tener que poner su nombre, su apellido, su firma, su número de cédula y su huella digital».
Tascón posteriormente publicó en su sitio web una base de datos de más de 2 400 000 venezolanos que habían apoyado la petición, junto a su número de cédula de identidad. Tascón dijo que la publicó con el objetivo de que los que aparecieran en ella, pero que no hubiesen firmado, pudieran realizar una queja en el CNE.

El 20 de abril de 2004 el CNE publicó oficialmente la lista de los firmantes y crearon un sitio web donde los firmantes podían determinar el estado de su adhesión: aceptada, rechazada o por verificar. El gobierno afirmó que algunas organizaciones privadas la estaban usando para discriminar en favor de los peticionarios, sin embargo fueron varios ministerios y dependencias públicas quienes despidieron a cientos de trabajadores que participaron en el proceso de recolección de firmas y que fueron considerados como un acto de terrorismo.

En cuanto la lista fue publicada, Chávez, en una transmisión por Venezolana de Televisión, alentó el uso del sitio web para verificar el uso ilícito de las cédulas de identidad. Roger Capella, ministro de salud, declaró que "quienes hayan firmado contra el presidente Chávez" serán despedidos "porque se trata de un acto de terrorismo".​ Hubo descontento público, en especial de Súmate, debido a reportes de despidos de puestos públicos, rechazos laborales y marginación de algunos servicios públicos en contra las personas aparecidas en la lista.
En julio de 2004, el acceso a la base de datos fue concedido exclusivamente a los "Batallones Bolivarianos de Internet" (BBI), una red bajo la tutela del Comando Maisanta, quienes tras registrarse en el sitio de Tascón podían obtener acceso a la lista. Uno de los requisitos indispensables para ser validado era no haber firmado para la petición del referendo.

SÚMATE, ASOCIACIÓN CIVIL FUNDADA EN 2002 POR MARÍA CORINA MACHADO como organización para consultar a los ciudadanos a través de la recolección de firmas acerca de temas de interés nacional, especialmente en cuanto al mandato del presidente Hugo Chávez, luego de coordinar técnicamente varios procesos de movilización ciudadana, logró la convocatoria de un referéndum revocatorio del mandato del presidente Hugo Chávez.
Cabe destacar que tras estos acontecimientos surgió la Lista Tascón, identificando a los firmantes que solicitaron el referéndum revocatorio, preparada luego de que el presidente Hugo Chávez ordenara al para entonces Presidente del CNE Francisco Carrasquero, que después fue nombrado Magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, entregarle copias de las planillas con las firmas al diputado oficialista Luis Tascón. La lista fue publicada en la página web del diputado, exponiendo a los firmantes a la persecución política de diversas instancias gubernamentales.​
La Lista Tascón fue una publicación en Internet de las firmas recolectadas entre los años 2003 y 2004 para la destitución del presidente de Venezuela, Hugo Chávez mediante un referéndum revocatorio, que culminó en contra de los firmantes. Antes y luego del referéndum hubo denuncias del uso de la lista por parte del gobierno y sus simpatizantes para discriminar a los opositores. El nombre se debe al diputado Luis Tascón, quien fuera designado por el presidente Chávez para divulgar dicha lista como parte del proceso ad hoc de verificación de las firmas.
En cuanto la lista fue publicada, Chávez, en una transmisión por Venezolana de Televisión, alentó el uso del sitio web para verificar el uso ilícito de las cédulas de identidad. Roger Capella, ministro de salud, declaró que "quienes hayan firmado contra el presidente Chávez" serán despedidos "porque se trata de un acto de terrorismo". Hubo descontento público, en especial de Súmate, debido a reportes de despidos de puestos públicos, rechazos laborales y marginación de algunos servicios públicos en contra las personas aparecidas en la lista.
En julio de 2004, el acceso a la base de datos fue concedido exclusivamente a los "Batallones Bolivarianos de Internet" (BBI), una red bajo la tutela del Comando Maisanta, quienes tras registrarse en el sitio de Tascón podían obtener acceso a la lista. Uno de los requisitos indispensables para ser validado era no haber firmado para la petición del referendo.
Súmate llegó a tener 30.000 voluntarios en Venezuela, según información publicada por la organización. Afirman que su misión es promover el libre ejercicio de los derechos políticos, además de la discusión de temas de interés público según la constitución de 1999.
Armando Zuloaga Blanco, (tío de María Corina Machado)
quería establecer el comunismo en Venezuela, muy alabado por el partido VENTE de MARÍA CORINA MACHADO.

VER+:


EDUARDO BITTAR: 

LA INFAME LISTA TASCÓN | EXPEDIENTES DEL CHAVISMO 23 #PastillasDeMemoria

Protestas

El Consejo Nacional Electoral procedió a la revisión casi un mes después de la fecha en la que las firmas fueron presentadas el 13 de enero de 2004.​ A finales de febrero de 2004 el Consejo Nacional Electoral no iba a aceptar como válidas suficientes firmas para celebrar el referéndum, situación criticada por la Organización de los Estados Americanos y el Centro Carter. Esto inicio una ola de protestas.​

El 27 de febrero la periodista de Últimas Noticias Berenice Gómez fue golpeada y amenazada en medio de una manifestación, al igual que el camarógrafo de Televen Frank Molina a quien, además le arrebataron sus equipos. Su compañero Carlos Montenegro recibió un impacto de bala.
El 28 de febrero, en el marco de la 12.ª Cumbre del G-15 manifestantes de la oposición intentaron llegar a la sede de la cumbre,​ para entregar un documento de protesta contra el gobierno de Hugo Chávez, pero fueron dispersados por la Guardia Nacional Bolivariana​ con gases lacrimógenos y estallaron disparos. El gobierno suspendió las transmisiones en vivo de los disturbios.​ Los hechos saldaron con 2 personas muertas y 39 heridas, 15 con heridas de bala. El alcalde de Caracas Alfredo Peña condenó los hechos.​ Los fallecidos fueron Alberto Aumbret de 65 años y Juan Carlos Lugo de 25 años, quienes presentaron heridas de bala en el tórax y en el cuello respectivamente.​

Las protestas continuaron por los siguientes días, registrándose un uso desproporcionado de las fuerzas de seguridad del estado, lo que fue justificado por el gobierno.​ El 1 de marzo la Guardia Nacional Bolivariana detuvo al maestro de la Orquesta Sinfónica Venezuela Carlos Eduardo Izcaray Pinto, a pesar de solo estar de testigo en una manifestación, fue torturado y amenazado de muerte.​ Ese mismo día, Cosme Biella es asesinado por agentes de seguridad y trasladado a un hospital, donde declararon falsamente que había sido víctima de un ladrón armado.
El 2 de marzo William Morales Álvarez de 23 fue asesinado de un disparo en la espalda durante la disolución de una protesta en las cercanías de su casa en Caracas. El 5 de marzo la dirigente de Acción Democrática Eva Carrizo es asesinada por Ramsor Bracho,​ miembro de la Guardia Nacional Bolivariana, durante una manifestación en Machiques, estado Zulia. ​ Las manifestaciones iniciadas el 27 de febrero hasta el 5 de marzo saldaron con 14 muertos, 200 heridos y 500 arrestados.​ Los manifestantes envolvieron sus rostros con banderas venezolanas para protegerse de los gases lacrimógenos.​ También se denunciaron torturas contra los manifestantes detenidos​ y algunos fueron enviados a prisiones comunes como la Cárcel de Santa Ana del Táchira.

El disidente cubano Roberto Alonso coordinó tácticas de barricadas durante las manifestaciones, por lo que fue perseguido por el gobierno.​ El ministro de defensa Jorge García Carneiro suspendió el libre porte de armas.​ La Coordinadora Democrática denunció que el gobierno de Hugo Chávez incurrió en "la violación masiva de derechos humanos".​ La violencia ocasiono el cierre temporal de algunos negocios y escuelas.​ Tales hechos provocaron la renuncia embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas, Milos Alcalay.
El 7 de marzo se concentro una manifestación de 500.000 personas. Para el 13 de mayo al menos 3 periodistas habían sido arrestados por dar cobertura a las protestas. También se denunció la desaparición forzada de 7 manifestantes. Jesús Torrealba, vocero de la Coordinadora Democrática señaló que las protestas han dejado 1758 heridos a nivel nacional.
Tras una nueva revalidación de firmas finalmente se aprueba el inicio de la campaña para el referéndum revocatorio el 4 de junio. Durante ese día hubo disturbios progubernamentales durante las cuales Rómulo José Frías Carpio murió debido a un impacto de bala en la región cervical, además hubo otro herido de bala.​ El 27 de julio los periodistas Juan Carlos Aguirre y Alejandro Marcano fueron atacados por la Guardia Nacional Bolivariana mientras cubrían una protesta violenta en Caracas.

Tras el referéndum

El 15 de agosto se llevó a cabo el referéndum revocatorio de Venezuela de 2004, en el cual Hugo Chávez fue declarado ganador con el 59,1% de los votos. Sin embargo, la oposición no aceptó los resultados, argumentando fraude electoral.​ Maritza Ron Diez fue asesinada​ y varias personas resultaron heridas de bala durante al ser atacados por círculos bolivarianos una manifestación convocada por la oposición en la Plaza Altamira de Caracas para protestar por lo que consideran un "fraude"​ Se reportaron un total de 12 heridos,​ entre ellos el diputado de Solidaridad Ernesto Alvarenga quien recibió un impacto en el tórax.
El Centro Carter desestimó las acusaciones de fraude.​ Human Rights Watch instó al gobierno a solucionar la crisis política y enjuiciara los responsables de las muertes en las protestas.


Las protestas en Venezuela de 2007 fueron una serie de protestas llevadas a cabo por diversos motivos, entre los más relevantes el cierre de RCTV y el referéndum constitucional propuesto por el presidente Hugo Chávez.

Primeras manifestaciones

El 9 de enero de 2007, manifestaciones en Catia La Mar que solicitaban la destitución del gobernador Antonio Rodríguez San Juan terminaron 4 personas detenidas. A mediados de enero después de que un funcionario policial hiriera a 2 estudiantes, inician protestas en la Escuela Técnica Industrial Rubén González, que dejan 2 estudiantes heridos y 13 detenidos, y 5 funcionarios lesionados. El 2 de febrero una protesta de mineros del estado Bolívar deja 10 detenidos. El 7 de febrero 16 estudiantes deben ser atendidos por presentar principio de asfixia a causa de los gases lacrimógenos lanzados durante una manifestación en Caracas en donde funcionarios policiales también resultaron heridos. El día 14 la policía del estado dispersa la protesta en la Villa Olímpica de Naguanagua, estado Carabobo, lanzando gases lacrimógenos y perdigones, resultando 6 atletas heridos y 4 intoxicados.
Cierre de RCTV

En diciembre de 2006, el presidente Hugo Chávez anunció su intención de cerrar Radio Caracas Televisión (RCTV), el último canal de televisión crítico del país, lo que provocó miles de manifestaciones en todo el país.​ Estudiantes universitarios y escolares se reunieron en todo el país y organizaron talleres sobre principios de derechos humanos; el cierre previsto "violó dos derechos humanos: la libertad de expresión y la libertad de pensamiento". El 27 de mayo de 2007 un enfrentamiento en Caracas deja 11 policías heridos y 15 manifestantes fueron detenidos.
El 28 de mayo de 2007, el gobierno venezolano no renovó la licencia de transmisión de RCTV. En los días previos a la decisión, estudiantes de diferentes universidades del país ya habían comenzado a reunirse en sus campus para protestar.​ Creían que sin RCTV, la gente se quedaría sin una fuente objetiva de información, ya que todos los demás canales privados habían hecho tratados con el gobierno sobre qué transmitir. El día que se hizo el anuncio, las protestas estudiantiles fueron disueltas violentamente por la Guardia Nacional Bolivariana utilizando gases lacrimógenos​ y disparos de rifle de fogueo, mientras que algunos estudiantes que protestaban incluso fueron atacados con munición real por Chavistas. Disturbios de Caracas resultaron tres manifestantes heridos y un policía, ese mismo día 4 personas fueron heridas de bala en Valencia.


Las protestas en Venezuela de 2014 fueron una serie de protestas a nivel nacional y después a nivel internacional en contra del primer gobierno de Nicolás Maduro y las políticas económicas adoptadas por su gobierno en el país, que tenía la inflación más alta del mundo para ese momento,​ y que atravesaba una escasez crónica de productos básicos, sumado al descontento ante la vulneración de los derechos civiles («suspensión de garantías»), altos niveles de violencia delictiva​ (206 592​ venezolanos asesinados durante el periodo de gobierno de la revolución bolivariana hasta 2013) y vinculación de Cuba en la política de Venezuela. Terminaron con un saldo de 43 fallecidos, más de 486 heridos y 1854 detenidos, según un informe de la Fiscalía General de la República​ y 33 casos de tortura, según el Foro Penal Venezolano.
Comenzaron en la ciudad de Mérida el 5 de enero​ tras la muerte del bachiller Héctor Moreno de la Universidad de los Andes-Mérida, para luego intensificarse el 4 de febrero​ en San Cristóbal estado Táchira tras el intento de violación de una estudiante de la ULA-Táchira y estallar el 12 de febrero en la capital, Caracas, y el resto del país, como consecuencia de la delincuencia, alta inflación y escasez de productos básicos.​ El 12 de febrero de 2014, la ciudad de Caracas se sumó a las protestas convocadas por los líderes de la oposición venezolana Antonio Ledezma, María Corina Machado y Leopoldo López​ y organizadas en conjunto con movimientos estudiantiles.

El Ejecutivo afirmó que no se suspenderían garantías y que en Venezuela se vivía el pleno ejercicio de las libertades civiles constitucionales.
Se registraron actos vandálicos contra bienes públicos en medio de las manifestaciones, que el gobierno venezolano atribuyó a opositores, así como la existencia de bandas armadas motorizadas o «colectivos», formadas por simpatizantes del gobierno, que atacaron a los manifestantes de la oposición y que habrían causado varias muertes y agresiones.
La cobertura de medios estuvo polarizada y atravesada por el retiro temporal de los permisos de funcionamiento y señal dentro de Venezuela del canal colombiano NTN24 y el canal estadounidense CNN en Español,​ (decisión retractada por el gobierno el 22 de febrero, un bloqueo adicional de la señal en Internet, que terminó en la emisión de nuevas credenciales para los periodistas de la cadena estadounidense)​ y las denuncias de Twitter acerca del bloqueo de mensajes en Venezuela, señalamientos rechazadas por la operadora estatal.


Las protestas en Venezuela de 2017 fueron una ola de protestas a nivel nacional e internacional en contra del presidente Nicolás Maduro originada por la crisis institucional de Venezuela y otros eventos relacionados con la conflictividad política de ese país en los meses precedentes, principalmente posteriores a las elecciones parlamentarias de 2015​ que terminaron con un saldo de 163 muertos,​ 2977 heridos y 1351 detenidos, según el Foro Penal Venezolano.
Después de la constitución de una Asamblea Nacional Constituyente que asumió las competencias de la Asamblea Nacional, que fue considerada por elTribunal Supremo de Justicia en desacato,​ y extendiera los poderes del presidente Nicolás Maduro, se originó una nueva oleada de protestas y una crisis constitucional en Venezuela por la «ruptura del hilo constitucional». Al momento de darse las sentencias, la reacción de la Asamblea Nacional, así como de varios organismos de la región, fue mayoritariamente negativa, llegando a ser calificadas dichas acciones como un «autogolpe de Estado» que buscaba desempoderar a la Asamblea Nacional, lo que suscitó protestas en Caracas y otras ciudades del país.

En Venezuela, el índice inflacionario correspondiente a este periodo ―según estimaciones privadas― habría sobrepasado el 500 %.​Mientras que para inicios del año 2017, en los últimos tres años de gobierno de Nicolás Maduro, la delincuencia era elevada, de hecho, en el país habían sido asesinadas 81 334 personas,​ sumando así 287 926 muertes violentas en todo el país en las últimas dos décadas. El 27 de abril de 2017 el gobierno de Nicolás Maduro ordena el retiro de Venezuela de la OEA, y las relaciones diplomáticas de Venezuela con los demás países cayeron a un punto crítico.

La Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas dictaminó en un informe que «los manifestantes fueron víctimas de vulneraciones y abusos de derechos humanos» y «la mayor parte de la represión estuvo a cargo de la Policía Nacional Bolivariana y la Guardia Nacional Bolivariana» con «responsabilidad también de los colectivos o milicias armadas aliadas del gobierno», denunciando que las fuerzas gubernamentales incrementaron el «uso letal» y «sistemático» de determinados armamentos como granadas de gas lacrimógeno directamente contra los manifestantes, a corta distancia.
Al iniciarse en 2017, esta protesta social fue relacionada por la prensa nacional e internacional con la prolongada crisis económica venezolana (2013-2021)​ y sus expresiones más visibles, como podían ser la elevada tasa de desempleo (en aquel momento, en torno al 25%, la más alta de América Latina, la alta inflación, la precariedad laboral, la reducción salarial, la restricción del crédito y las políticas gubernamentales de ajuste traducidas en recortes en el estado del bienestar.

Las protestas venezolanas tuvieron lugar, por tanto, en un contexto de profundo descontento social por una coyuntura económica negativa, pero en su aparición influyó un abanico de circunstancias y situaciones mucho más amplias.
La suspensión de la etapa de convocatoria del referéndum revocatorio por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) el 20 de octubre, citando la decisión de los tribunales regionales de Aragua, Carabobo, Monagas, Apure y Bolívar que anularon en sus respectivos estados la recolección de firmas del 1 % (correspondiente a la etapa de Promoción), alegando acusaciones de fraude por parte de la opositora MUD (Mesa de la Unidad Democrática),​ desató la crisis política en Venezuela de 2016, con un llamado de la oposición venezolana a marchas pacíficas multitudinarias denominadas «toma de Venezuela» a partir del miércoles 26 de octubre de 2016.
El 22 de mayo se reportó la presencia de francotiradores (PLAN ZAMORA) presuntamente pertenecientes a la Guardia Nacional disparando desde la azotea del Centro Internacional de Educación y Desarrollo (CIED) de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en El Hatillo, en Caracas.


Expertos de la ONU: 
Uniformados son responsables de al menos 
46 muertes vinculadas 
a protestas en Venezuela...

Los nombres de los caídos durante la brutal represión 
del régimen contra los jóvenes de Venezuela desde el 2014 hasta ahora, 
fueron pintados en la entrada de la UCV.
VENEZUELA NARCOTIRANÍA MEMORIA HDP


Durante las protestas en Venezuela de 2014, la ONG Foro Penal documentó 33 casos de torturas contra detenidos, afirmando que los abusos fueron «continuos y sistemáticos» y que las autoridades venezolanas eran «acusadas en general de golpear a los detenidos, en muchos casos fuertemente, y muchas personas han indicado que las fuerzas de seguridad les han robado, tomando sus teléfonos móviles, dinero y joyas». Estas torturas, algunas por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, incluirían golpizas, descargas eléctricas, y asfixia, además de tortura psicológica. A los detenidos se les negaría el acceso a abogados y serían obligados a firmar un acta donde declararían que sí habían sido atendidos por abogados defensores. Amnistía Internacional corraboró esta información, indicando que la «tortura es común» por parte de las autoridades venezolanas en contra de los manifestantes.3 En un informe titulado Castigados por Protestar luego de una investigación realizada en marzo durante las protestas, Human Rights Watch dijo que aquellos que fueron detenidos por autoridades del gobierno fueron sujetos de "abusos físicos severos"; algunos de ellos incluían golpizas "a puñetazos, con cascos, y armas de fuego; descargas eléctricas o quemaduras; ser obligados a sentarse en cuclillas o arrodillarse, sin moverse, durante varias horas; ser enmanillados a otros detenidos, algunas veces en pares y en otras ocasiones en cadenas humanas de decenas de personas, durante varias horas; y exposición a largos periodos de calor o frío intenso". También reportó que "muchas víctimas y familiares con los que hablamos dijeron que ellos creían que podían ser víctimas de represalias por parte de la policía, miembros de la guardia o pandillas simpatizantes del Gobierno si reportaban los abusos"
El director del Foro Penal Venezolano, Alfredo Romero, pidió tanto a la oposición como al gobierno venezolano que presten atención a los llamados sobre las violaciones a los derechos humanos que no habían sido escuchados. También informó que una mujer había sido torturada con descargas eléctricas en sus pechos. El Foro Penal Venezolano afirmó que los estudiantes, tras ser arrestados, eran torturados con descargas eléctricas, golpizas y amenazados con ser quemados vivos luego de ser empapados de gasolina.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) denunció el «uso generalizado y sistemático de fuerza excesiva» durante las protestas y responsabilizó al gobierno de al menos manifestantes y aseguró que «varios miles de personas han sido detenidas arbitrariamente, muchas de ellas han sido víctimas de malos tratos e incluso de torturas». El 14 de septiembre de 2017 Tamara Sujú denunció ante la Organización de Estados Americanos (OEA) 289 casos de tortura, incluyendo incidentes durante las protestas en Venezuela de 2017 y 192 casos de torturas sexuales, durante la primera audiencia de la organización para analizar crímenes de lesa humanidad en el país.

Las protestas antigubernamentales durante 2014 y 2017 han sido objeto de pronunciamientos de organismos internacionales:Comité contra la Tortura: "El Comité expresa su alarma ante informaciones concurrentes que denuncian actos de tortura y malos tratos de personas arrestadas en el marco de las manifestaciones ocurridas entre febrero y julio de 2014. Dichos actos incluirían palizas, descargas eléctricas, quemaduras, asfixia, violación sexual y amenazas, presuntamente con el objeto de destruir pruebas de las actuaciones de las fuerzas de seguridad, obtener información, castigar, obtener confesiones y por discriminación de género. El Comité observa que de las 185 investigaciones llevadas a cabo por el Ministerio Público por trato cruel sólo se han presentado 5 acusaciones, y las 2 investigaciones por tortura todavía siguen su curso. Preocupa al Comité que, según las informaciones recibidas, una gran parte de los afectados no habría denunciado los hechos por temor a represalias y algunos habrían sido amenazados tras denunciarlos".

Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas: "Los agentes de seguridad, notablemente los miembros del SEBIN, la DGCIM y la GNB, recurrieron a tales medidas para intimidar y castigar a los detenidos, así como para extraer confesiones e información. Los casos más graves tuvieron lugar por lo general en locales del SEBIN, la DGCIM y del ejército, en todo el país (...) Los casos documentados por el ACNUDH, junto con la información recogida, indican que los malos tratos y la tortura infligidos a personas privadas de libertad por haber expresado ciertas opiniones políticas o por haber ejercido sus derechos humanos no son incidentes aislados. Por el contrario, se ha documentado que las mismas formas de malos tratos han sido cometidas por agentes de diferentes unidades de seguridad en todo el país, en diferentes centros de detención y con el presunto conocimiento de oficiales superiores, lo que demuestra claramente la existencia de un patrón de conducta”.














Cuando el gas de la tiranía
invadió nuestra Patria enyugada,
salieron los estudiantes a prender
la llama de la libertad y del derecho.
Con su palabra y sangre dada,
sembraron conciencias de soberanía.
Fueron reprimidos y encarcelados;
desnudados y violentados;
desaparecidos y asesinados.
Estudiantes enfranelados de valentía.
Maestros del coraje y de la resistencia. 

Yanka

Edgar José Romero Chay es un joven estudiante venezolano que el día 14 de julio de 2017 fue detenido por la policía y desde entonces su familia no ha podido comunicarse con él. Saben, por los testimonios de un médico, que ha sido «cruelmente torturado»
Edgar Romero simultaneaba sus estudios universitarios con el trabajo de encargado de un comedor escolar.
Su hermana Mailyn Romero, que inició una campaña desde Galicia para llamar la atención de los países extranjeros por los arrestos arbitrarios que se están produciendo en Venezuela. «Mi hermano solo es un estudiante y trabajador que sale a manifestarse pacíficamente contra la dictadura»
Fue víctima de torturas simplemente por participar en este proceso de protestas
“Ser un preso político en Venezuela es ser víctima de las torturas más atroces, de los crímenes de lesa humanidad que Maduro comete día a día”.






Procesamiento penal de todos los asesinos y cómplices, 
que ahogan en sangre a Venezuela. 
Es el testimonio de Edgar José Romero Chay, 
joven venezolano que tan sólo por manifestarse en las protestas de 2014 
contra el régimen chavista, fue apresado y torturado 
casi hasta la muerte por el SEBIN.

“Me daban descargas eléctricas y la piel se me caí a pedazos” 
Jesús Aleman ex preso político ante la OEA - VENEZUELA

Víctimas de Maduro Revelan los Métodos de Tortura que Vivieron... 
Esto se Destapó - Testigo Directo

El tercer informe de la Misión Independiente de la ONU sobre Venezuela, reveló una cadena de hechos contra los más de 245 perseguidos políticos que aún hay en el país suramericano, solo por calificarse como opositores a Maduro. Dentro de los métodos que describen las víctimas a la misión internacional figuran estos. Testigo Directo tuvo acceso a uno de estos testimonios, el de Laudelina Romero, madre de Gabriel Barros, detenido el 6 de agosto del año 2017 por estar presuntamente vinculado al alzamiento militar contra Maduro, ocurrido en El Fuerte Paramacay, Naguanagua, en el estado Carabobo.

Los nombres de los caídos durante la brutal represión del régimen 
contra los jóvenes de Venezuela desde el 2014 hasta ahora, 
fueron pintados en la entrada de la UCV.

VENEZUELA NARCOTIRANÍA MEMORIA HDP  

La Historia de Jonatan Palacios: Revelando las Atrocidades del Fiscal Tarek William en Venezuela

VER+:















estudiantes #SOSvenezuela. Musica por: Humberto Sagar " El Gavilan"

Víctimas del régimen de Nicolás Maduro 
narran atrocidades que les hicieron + informe panel expertos


En un evento crucial en la OEA este 3 de mayo, se presentó un informe del Panel de Expertos Internacionales Independientes sobre la situación en Venezuela, cubriendo 183 casos de presuntos crímenes de lesa humanidad desde 2014 hasta 2024. Expertos destacados, incluyendo al Dr. Santiago Cantón y al Profesor Irwin Cotler, expusieron las fallas en el procesamiento de estos crímenes. Testimonios de víctimas como Luis Humberto De la Sotta y Nixon Alfonzo Leal Toro, entre otros, ilustraron el impacto humano de la crisis. El evento concluyó con una experiencia de Realidad Virtual que simula las condiciones de las víctimas en el Helicoide.
El informe resalta una década de impunidad y la necesidad de atención internacional. Con la participación de figuras como Joanna Frivet y el Dr. Manuel Ventura Robles, el evento enfatizó la importancia de la rendición de cuentas. La sesión de testimonios subrayó la gravedad de la situación, con relatos de persecución y asesinatos políticos, como el caso del Teniente Ronald Ojeda.
La Realidad Virtual proporcionó una perspectiva única, permitiendo a los asistentes experimentar un fragmento de la realidad que enfrentan las víctimas de violaciones de derechos humanos en Venezuela.