EL Rincón de Yanka: LIBRO Y PELÍCULA "FUEGO DE JUVENTUD (NATIONAL VELVET)" 🐎🏆🏇

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miércoles, 10 de agosto de 2022

LIBRO Y PELÍCULA "FUEGO DE JUVENTUD (NATIONAL VELVET)" 🐎🏆🏇

NATIONAL VELVET 1944

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"Fuego de juventud" ("National Velvet", 1944) de Clarence Brown, es una excelente película. Basada en la novela "National Velvet" de Enid Bagnold, publicada en 1935. 
Tuvo una secuela en 1978, Doble triunfo (International Velvet), de Brian Forbes.
La película parece realizada con el propósito de lanzar la carrera de Liz Taylor y relanzar la de Mickey Rooney. Ella, con apenas doce años, se convirtió en una nueva estrella infantil, mientras que el actor trataba de quitarse la etiqueta de adolescente para acomodarse en papeles más maduros. Ambos están magníficos, pero la protagonista más fascinante de este film es la extraordinaria Anne Revere, que encarna, para mí, a la madre más inolvidable de la historia del cine.

Es una mujer con un extraordinario sentido de la justicia y de la honestidad; posee un trato firme pero tan agradable y flexible que no necesita establecer normas estrictas. Su rostro parece duro, pero transmite dulzura cuando sonríe o mira a los ojos. Y su manera de hablar, pausada, lánguida y cordial, impide cualquier atisbo de tensión familiar.
Durante ese momento de la cena se aprecia que sabe perfectamente lo que tiene que hacer en cada momento por el bien de todos. A su marido le advierte que Edwina ha salido por primera vez con un chico y, por ello, no debe burlarse de su hija; ella es la primera en darle de comer a escondidas al perro, una práctica que todos repetirán, incluido el propio Herbert, pese a que éste lo ha prohibido, como una norma familiar que nunca se cumple. Quizá porque, por encima de las normas, está el sentido común, más acorde con la personalidad de Araminty.
La señora Brown es discreta pero siempre está al tanto de lo que ocurre. En ocasiones parece una mujer de enorme sabiduría. Entiende que a su marido no le gusta el chico, pero no se pone a discutirlo. Ella nunca discute, solo expone sus puntos de vista, que se imponen por ser los más adecuados.

- ¿Puedes garantizarme que en él no hay algo de mentira y trapicheo?
- Por supuesto que lo hay, pero la bondad no tiene sentido si no hay algo de maldad que superar.

Otro de los rasgos extraordinarios de esta mujer es, como decía antes, su flexibilidad para afrontar todas las situaciones. Ella lo observa todo con desapasionada atención y cuando llega el mejor momento emite un juicio razonable. Y a pesar de su mesura, prudencia y exquisitez en sus opiniones, incluso la insensatez y algunos gramos de locura tienen cabida en su abierta mente.
Velvet ha inscrito a su caballo Pie (de Piebald) en el Grand National, la prueba hípica más importante en el Reino Unido. Lejos de reprocharle que haya actuado por su cuenta, o de calificar como un disparate su sueño, la madre quiere saber lo que costará la inscripción y todas las condiciones para participar en la carrera. "Dime, Mi, ¿qué hay de malo en una locura?", le replica al chico, que sí se ha escandalizado ante la idea.
De repente, en apenas un minuto, le da a su hija una lección magistral sobre la vida. Es un discurso sencillo, pero emotivo y profundo a la vez. Es un maravilloso regalo que le brinda con absoluta naturalidad:
"Ganar o perder es lo de menos, lo que cuenta es cómo lo tomes; saber cuándo hay que abandonar, saber cuándo hay que pasar a lo siguiente. Todo tiene su momento, Velvet. Disfruta de cada cosa, olvídala y pasa a la siguiente. Hay tiempo para todo. Tendrás tiempo para que tu caballo participe en el Grand National, para enamorarte y para tener hijos. Incluso para morir. Todo por su orden y en su momento".
Es otra escena de soberbia interpretación, que ella misma da por zanjada cuando envía a la niña a su habitación... no sin antes recordarle que tiene que ponerse el aparato bucal para corregir sus dientes. Una madre siempre tiene en cuenta esos domésticos detalles aunque se esté hablando de algo tan trascendental como ganar 5.000 libras o un futuro esplendoroso. Cuando la chica se marcha, Herbert le pide explicaciones a su esposa. No entiende que se desperdicie una fortuna por no exhibir un caballo. Su respuesta le deja sin palabras:
"Esa es la eterna duda, señor Brown: 
Hacer el bien por una mala razón o hacer el mal por una mala razón".

"Esa será una disputa hasta el final de los tiempos:
 si es mejor hacer lo correcto por la razón equivocada 
o hacer lo incorrecto por la razón correcta".

Is doing a good thing for the wrong reasons ultimately good?

La razón no importa. Las acciones y las consecuencias son lo único que importa al final.
Y mirando hacia atrás en la historia, tenemos tantos ejemplos de personas que hacen lo incorrecto, por lo que creen que es la razón correcta.

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El fin no justifica los medios

Maquiavelo, por muy sorprendente que parezca, nunca escribió que “el fin justifica los medios”, un axioma que ha acabado resumiendo de forma simplista el pensamiento del intelectual italiano. El fin debe justificar los medios utilizados, pero el problema es que un buen fin no justifica unos medios malos, como el mismo Maquiavelo sugería al príncipe-líder. De hecho, en ‘El Príncipe’ el autor aclara que está loco quién cree que puede decir y hacer lo que quiere. En otras palabras, es un loco quién piensa que el fin justifica los medios.

El fin no puede justificar los medios, 
por la simple y obvia razón de que los medios empleados 
determinan la naturaleza de los fines producidos. 
Aldous Huxley

Tenemos en un pedestal a aquellas personas que nunca mienten, y las calificamos de valientes y valerosas, es decir una persona en la que la ética de convicción predomina, sobre todo, pero nuestra percepción cambia cuando por ejemplo esa misma persona dice la verdad cuando una persona inocente está siendo buscada por un crimen que no ha cometido y les dice dónde está. El principio que justifica esto sigue siendo el mismo: el fin no justifica los medios ya que, mentir está mal.

Por lo cual, qué deberíamos de preferir: ¿una persona que se rige por principios (medios) sin tener en cuenta las consecuencias (fin) o, una persona que no tiene principios y sólo se mueve por el impulso de lo que quiere conseguir? 
Bajo mi punto de vista, es más cuidadosa aquella persona que tiene principios y actúa de acuerdo con ellos, que aquella a la que solo le importan las consecuencias, es decir, que el fin -consecuencias- no justifica los medios -principios-.