EL Rincón de Yanka: POPOL VUH, EL LIBRO SAGRADO DE LOS MAYAS

inicio














viernes, 21 de diciembre de 2018

POPOL VUH, EL LIBRO SAGRADO DE LOS MAYAS


Es considerado el texto más importante de la literatura indígena del Nuevo Mundo. Se dice que es la versión Mitológica de la creación del mundo, también que es el “libro del consejo o libro de la comunidad”. Según su etimología Popol Vuh o Pop Woj significa: Popol: Reunión, comunidad, casa común, junta y vuh: libro, papel.

Se cree que la primera versión fue escrita en lengua Quiche, entre los años de 1550 y 1569, por un indígena estudiado que plasmó los relatos orales de un anciano, sí éste fuera el caso, dicha versión permaneció oculta hasta los años de 1701 – 1703 cuando el sacerdote dominico Fray Francisco Jiménez, cura de la parroquia de Santo Tomas de Chichicastenango, lo encuentra y traduce al español de manera literal, resultando muy confusa. Los documentos se archivaron en el convento de Santo Domingo, hasta 1830 que fueron trasladados a la Universidad de San Carlos de Guatemala.

En 1854 el Austriaco Karl Scherzer encuentra los documentos de Jiménez y en 1857 publica en Viena, su versión de los textos llamándole “Las Historias del origen de los indios de esta provincia de Guatemala”. Cerca de ese año el clérigo Charles Etienne Brasseur de Bourbourg, extrae la copia original de la Universidad de San Carlos de Guatemala, la lleva a Europa y la publica en el año de 1961 bajo el nombre de “Popol Vuh”.

Al morir Brasseur en 1874 hereda sus colecciones a uno de sus estudiantes quien no tuvo interés por éstas y en 1883 Edwar E. Ayer las adquiere y siendo miembro del Consejo de Administración de una Biblioteca Privada en Chicago decide donar ésta pieza, a la Biblioteca de Newberry en el año de 1911. Treinta años más tarde, el embajador Adrián Recinos localizó el manuscrito en la biblioteca y publicó la primera edición moderna en el año de 1947.

El Popol Vuh es sin lugar a dudas el más importante de los textos mayas que se conservan. Se distingue no sólo por su extraordinario contenido histórico y mitológico, sino por sus cualidades literarias, las que permiten que se le pueda colocar a la altura de grandes obras épicas como el Ramayana hindú o la Ilíada y la Odisea griegas. Como éstas, el Popol Vuh no es un simple registro histórico, es a final de cuentas –como bien ha dicho Alan J. Christenson, autor de un reciente estudio y una traducción del texto quiché– una declaración universal sobre la naturaleza del mundo y el papel del hombre en él.

El contenido se puede dividir en los siguientes apartados:

La creación. En la primera parte del Popol Vuh, los dioses hacen surgir del mar primordial los valles y las montañas, y crean las plantas y los animales. Deciden crear a seres que los veneren y les hagan ofrendas. Los tres primeros intentos fracasan; en el primero las criaturas son los animales de cuatro patas y las aves, pero como son incapaces de hablar deciden hacer un segundo intento. En éste forman una criatura de lodo, pero ésta se disuelve al mojarse. En el tercer intento hacen hombres de madera, pero éstos son incapaces de venerarlos, por lo que deciden castigar su soberbia con un huracán y provocan que sus animales, sus herramientas y las piedras de sus casas se vuelvan contra ellos; los monos son los descendientes de aquellos hombres de madera. En el cuarto intento logran su propósito y crean al hombre, al que forman con maíz. Estos hombres, que saben cumplir sus obligaciones con sus creadores, son capaces de ver todo, en el tiempo y en el espacio, por lo que los dioses deciden nublar su visión. Ésta es la humanidad que ahora puebla la tierra.

Los héroes divinos. Además del recuento de la creación del mundo y los hombres, en el Popol Vuh se relatan las aventuras de los héroes divinos, que limpian de obstáculos para el hombre al mundo y establecen las pautas de conducta adecuada para la humanidad. En esta parte del libro los protagonistas son varias parejas, comenzando por Xpiyacoc y Xmucané, seguidos por sus hijos, nueras y nietos. Xpiyacoc y Xmucané fueron los primeros ajq’ij, “guardianes de los días”, los adivinos que interpretaban los augurios del calendario sagrado de 260 días. Sus dos hijos, quienes llevaban los nombres de dos de las fechas de ese calendario, fueron Uno Hunahpú y Siete Hunahpú. Los primeros hijos de Uno Hunahpú, los gemelos Uno Mono y Uno Artesano, se convirtieron en los patronos de todas las artes, incluida la escritura. Tiempo después, Uno y Siete Hunahpú procrearon juntos a otra pareja de gemelos llamados Hunahpú y Xbalanqué, cuya madre fue Xkik’, hija del señor del inframundo. Las aventuras de estos dos últimos gemelos transcurren en dos escenarios. El primero es la superficie de la tierra; el segundo, el inframundo, el Xibalbá. Los eventos en cada escenario aparecen combinados: los héroes pasan de la faz de la tierra al inframundo y viceversa. Esos movimientos, con los de los otros participantes en las historias, prefiguran los movimientos del Sol, la Luna, los planetas y las estrellas. Al final de la saga, Hunahpú se eleva para convertirse en el Sol y es seguido por Xbalanqué, quien asume el papel de la Luna llena.

Historia del linaje quiché. El resto del libro relata la historia del linaje quiché, cuyos fundadores se encontraban entre los primeros seres humanos, desde aquellos tiempos inmemoriales hasta después de la conquista española.


Las imágenes que se muestran aquí fueron realizadas por Diego Rivera en 1931 para ilustrar una traducción al inglés del Popol Vuh realizada por John Weatherwax, quien solicito a Rivera las acuarelas, aunque no llegó a publicarlas. Recientemente el Fondo de Cultura Económica realizó una edición con esas láminas.

EL MITO DE LA CREACIÓN MAYA

Popol Vuh by on Scribd