SOS VENEZUELA
LAUREANO MÁRQUEZ 📢
Como bien lo dice Laureano Márquez en su libro SOS Venezuela, donde hace un llamado de auxilio, “no solo de medicinas y alimentos, necesitamos auxilio de libertad. Uno de los temas pendientes desde la fundación de Naciones Unidas es como lograr que los pueblos se apoyen mutuamente en la defensa de los valores democráticos, que funcione el Derecho internacional y no la ley del mas fuerte o del mejor armado, porque estaríamos repitiendo a escala global lo que sucede en el interior de los regímenes autoritarios. Parte de esa ayuda es la creación de una conciencia de solidaridad cívica global, para que los organismos internacionales no acaben reaccionando demasiado tarde frente a las tragedias políticas casi siempre cuando gran numero de inocentes han pagado con su vida el deseo de una existencia mas justa, tolerante y democrática”.
Laureano Márquez, maracayero, politólogo, filósofo y humorista, anda en campaña. No para ser presidente, sino para alertar al mundo sobre la terrible situación que vive nuestro país.
Su libro SOS Venezuela es un relato corto pero preciso que busca explicar a los ciudadanos de otras naciones lo que ha pasado en la nuestra. Lo hace con dos objetivos: conseguir ayuda para restablecer la democracia y para atender la crisis humanitaria que está matando a los venezolanos, en especial a los niños y a los mayores.
En ese afán, Laureano está presentando su libro en Europa. En España participó en el programa de Andreu Buenafuente y supo (casi) explicar la tragedia venezolana con precisión, equilibrio y dignidad. En una librería Cervantes abarrotada de venezolanos, de la mano de la Editorial Alfa de Ulises Milla, profundizó en las razones para seguir denunciando al régimen fallido y forajido de Maduro. Fallido porque no ha sabido atender las necesidades básicas de alimentación, salud y seguridad de la población, y forajido porque viola constantemente la Constitución y todas las leyes y convenciones internacionales, empezando por la de los Derechos Humanos.
Obviamente no es un libro de humor. No puede serlo. Nuestra situación es trágica, dramática. Laureano la explica para quienes no son venezolanos ni han vivido aquí, con la esperanza de que ayuden y también que prevengan que en sus países pueda repetirse la desgracia venezolana.
Laureano previene contra “la antipolítica, la demagogia simple y el populismo destructor” que crece en varias naciones del mundo. Aboga el autor por una vida de respeto, tolerancia, solidaridad, honestidad y bondad, deseando que la política se impregne de todas estas virtudes. Cualidades que, a pesar de todo, subyacen en la naturaleza de los habitantes de Venezuela:
“una tierra de horizontes abiertos, donde una raza buena ama, sufre y espera”, como cita Laureano al final del libro, recordando a Don Rómulo Gallegos.
Laureano, como nosotros y como muchos venezolanos, no pierde la esperanza de que el país supere este período oscuro de su historia. Y que lo haga de manera pacífica y democrática.
A pesar de que la dictadura quiere realizar unas elecciones a su medida, en mi opinión, debemos continuar peleando desde una Unidad cada vez más amplia (la fichera oposición forma parte de la oligarquía partidocrática) y con el valioso apoyo de la comunidad internacional, la realización en este 2018 de elecciones libres y con garantías, exigiendo así la plena vigencia de nuestra Constitución, tan violada y pisoteada por el régimen castrochavista (En dictadura no se vota: ¡SE BOTA!
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