EL Rincón de Yanka: 14º ANIVERSARIO (BODAS DE MARFIL) DE EL RINCÓN DE YANKA 🎉

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domingo, 18 de julio de 2021

14º ANIVERSARIO (BODAS DE MARFIL) DE EL RINCÓN DE YANKA 🎉


La expresión "vivir encerrado en su torre de marfil (tour d'ivoire)".

Se dice del escritor o artista que vive desvinculado de la vida cotidiana, aislado voluntariamente de todo lo que le rodea y atiende solo a la perfección de su obra, indiferente ante la realidad y los problemas del momento. Se aplica al elitismo académico: incapacidad para comunicarse con el mundo exterior y para percibir las necesidades de la sociedad que les rodea. Como símbolo del aislamiento del artista soñador que se aparta de la realidad de la vida diaria para dedicarse al arte “puro”, fue empleada por primera vez (1837) por el crítico literario y escritor francés Charles Augustin Sainte-Beuve (1804-1869), en un poema para caracterizar positivamente la actitud poética del poeta, novelista y dramaturgo francés Alfred de Vigny (1797-1863), en contraste con la actitud más comprometida socialmente del poeta, novelista, dramaturgo y crítico francés Victor Hugo (1802-1885).

En la tradición judeo-cristiana:

Torre de marfil es un símbolo o imagen de noble pureza, aplicable a una persona que no ha contaminado su belleza natural con nada. Viene de una pasaje del Cantar de los Cantares (7, 5), en el que el coro alaba la belleza de la esposa: tu cuello es como una torre de marfil...
En el cristianismo este epíteto se aplica a la Virgen María: Turris eburnea.

Cantar de los Cantares
(Biblia)

7:1 ¡Vuelve, vuelve Sulamita, vuelve, vuelve, para que te veamos!
¿Por qué miran a la Sulamita, bailando entre dos coros?
7:2 ¡Qué bellos son tus pies en las sandalias, hija de príncipe! Las curvas de tus caderas son como collares, obra de las manos de un orfebre.
7:3 Tu ombligo es un ánfora, donde no falta el vino aromático. Tu vientre, un haz de trigo, bordeado de lirios.
7:4 Tus pechos son como dos cervatillos, mellizos de gacela.
7:5 Tu cuello, torre de marfil. Tus ojos, dos piscinas de Hesebón, junto a la puerta Mayor. Tu nariz, como la Torre del Líbano, centinela que mira hacia Damasco.
7:6 Tu cabeza se yergue como el Carmelo, tu cabellera es como la púrpura: ¡un rey está prendado de esas trenzas!
7:7 ¡Qué hermosa eres, qué encantadora, mi amor y mi delicia!
7:8 Tu talle se parece a la palmera, tus pechos a sus racimos.
7:9 Yo dije: Subiré a la palmera, y recogeré sus frutos. ¡Que tus pechos sean como racimos de uva, tu aliento como aroma de manzanas,
7:10 y tu paladar como un vino delicioso, que corre suavemente hacia el amado, fluyendo entre los labios y los dientes!

Uso moderno:

Hoy en día la expresión vivir en una torre de marfil no se usa en sentido religioso. Expresa solamente un espacio de aislamiento total del mundo y desvinculación de las realidades cotidianas. Se aplica al poeta, al artista o al investigador, que vive absorto en su mundo del arte o de la ciencia sin tomar contacto con la realidad cotidiana.
El poeta español y premio Nobel de Literatura en 1956, Juan Ramón Jiménez (1881-1958), es un ejemplo de escritor al que se le ha reprochado injustamente ser un poeta encerrado en su torre de marfil, de espaldas a la realidad de la vida - o a la estupidez del medio-. No frecuentaba los círculos literarios, y tenía su despacho protegido por paredes de corcho para evitar que penetrara el ruido exterior que le pudiera distraer de su labor de creación. Odiaba el bullicio.

Rubén Darío escribe en sus Cantos de vida y esperanza:

La torre de marfil tentó mi anhelo,
quise encerrarme dentro de mí mismo
y tuve hambre de espacio y sed de cielo
desde las sombras de mi propio abismo.


¿CONOCES LA LEYENDA DEL CONDE DE MARFIL?

“Refiere la leyenda que a mediados del siglo XVI, se hallaba en el poblado de Marfil, Guanajuato, una casa en cuyo interior se erigía una capilla de oro puro. Era la mansión de un hombre millonario, quien atesoraba dentro de ella figuras de metales preciosos, los cuales eran la decoración de su lugar sagrado.
El nombre de este singular caballero era don Jacinto Marfil, personaje fanfarrón de origen andaluz, procedente de Málaga, España, que aún sin haber acreditado su título nobiliario se presentaba como Conde.

Bajo esa capilla había unos largos túneles que comunicaban con una gran y productiva mina, propiedad de don Pedro de Marfil de Lagos, su tío del Conde Jacinto. Este último mantenía en secreto dicho pasaje subterráneo, pues por las noches robaba oro de la mina de su tío, con lo que acrecentaba con rapidez su fortuna.

En los límites de la capilla, a la entrada del camino clandestino, se elevaban dos enormes jacarandas como si fueran guardianes protectores del tesoro. Se dice que una noche de fin de año, en la mina de don Pedro se produjo una gran explosión, la ola expansiva impactó en los cimientos de la capilla que se desplomó, al tiempo que era prácticamente devorada por los corredores situados debajo de ella. Sólo quedaron de pie tres arcos de piedra que daban acceso al camino, el cual fue obstruido por los escombros.

El Conde de Marfil desesperado, escarbó con sus uñas para tratar de sacar el oro y las valiosas estatuillas, pero sólo encontró la cabeza de un ángel que tenía en el altar, para proteger su fortuna. Ante la imposibilidad de recuperar su tesoro enloqueció y se arrojó de cabeza al pozo que se encontraba frente a las ruinas de la capilla. Días después, su cadáver emergió.

Quienes lo encontraron se estremecieron, ya que el cuerpo de quien había sido un hombre de gran estatura estaba reducido al tamaño de un feto, fenómeno que se atribuyó al agua contaminada por los minerales de la tierra.
El pueblo fue reconocido como Real del Marfil, en reconocimiento a don Pedro, pero en realidad lo que permaneció en la memoria de los lugareños fue lo ocurrido al Conde Jacinto, porque durante varios años dio mucho de qué hablar, ya que el terreno donde se encontraba la capilla quedó embrujado: quienes permanecían sobre él, aunque fuera por minutos, enloquecían.

Años más tarde, para acabar con esa maldición, los clérigos del curato del poblado bendijeron el lugar y colocaron en él una figura de piedra del pueblo, el apóstol Santiago, pero no fue suficiente para acabar con el maleficio.
El hechizo desapareció hasta que por el consejo de una vecina devota, se ubicó en el predio encantado la imagen de un reverendo desconocido llamado San Espiridión, a quien se le rezó, pues decían que concedía casi todo lo que se le solicitaba, siempre y cuando la petición fuera implorada con insolencias que rimaran. A partir de entonces, sólo pierde la razón quien visita el lugar y no saluda con groserías al Santo milagroso.

Real del Marfil llegó a convertirse en núcleo de riqueza y esparcimiento, vivió en el despilfarro y los excesos por mucho tiempo; sin embargo, llegó el momento en que sufrió calamidades y las minas de su alrededor se clausuraron, entonces se transformó en un genuino pueblo fantasma.
Cuatro siglos después de aquellos espeluznantes sucesos, nadie tenía conocimiento de ellos, se removió la tierra en lo que fue la capilla y se descubrió la cabeza del ángel, así como el pequeño cráneo, aún con la dentadura completa, de don Jacinto.
Hay quienes afirman que en el invierno, durante las noches de luna llena, se escucha en la casa y en sus alrededores un lamento tenebroso. Dicen que todavía sufre al saber enterrado su tesoro el ilustrísimo don Jacinto, Conde de Marfil.

Verdad o mentira, nadie sabe, lo único cierto es qué Marfil fue en otro tiempo un lugar esplendoroso donde se levantaban casonas y rincones llenos de misterio”.

Libro de Leyendas de Guanajuato. Ediciones Horus, S. A. De C. V. páginas 77 a 79.





La torre de marfil

Ven que te invito, corazón,
a que te empines junto a mí,
en esta torre de marfil
que estoy tejiendo para ti,
es una torre de ilusión
donde a la aurora encuentra el sol
cada mañana entre el encaje de marfil.

Despréndete la tierra, corazón
sal a luz y al viento,
deja tus agonías.
Corazón, vente conmigo a lo alto
de la alegría y verás
tan solamente llega
la pátina del tiempo, corazón,
para adorar la talla del marfil.

Y te invito, corazón,
a estrechar la distancia entre tú y yo
para alargar la vida y la ilusión,
a meditar la larga eternidad
del amor que se encuentra más allá,
a escuchar el silencio y soledad,
a medir la distancia que hay al sol,
a perder la memoria y abarcar
la magnitud del alma en plenitud.

2 comments :

VIKTORRES @VIK050 dijo...

Felicidades Juan Carlos por el aniversario del "Rincón de Yanka", un interesante blog que sigo con interés y disfruto leyendo tus publicaciones.
Recibe un cordial abrazo junto a mis mejores deseos desde Venezuela mi apreciado paisano.
Saludos.
Paz y bien.

Yanka dijo...

Gracias paisano...Grasiassss...