“¿Qué mata un sueño?… Un pretexto”
Rudy nunca se rinde, porque, tal y como le dice su mejor amigo: “soñar hace que la vida sea tolerable”.
Hay quienes se dan por vencidos muy cerca de la meta, y muchos más se derrotan antes de iniciar el camino. Por eso te invito a que conozcas la motivadora historia de Rudy.
Además de jugar, este joven, sin tener dinero y con dislexia, logró una carrera profesional en la Universidad de Notre Dame (Indiana). No están para saberlo, pero el costo actual para estudiar en una universidad pública en Estados Unidos ronda los 13,000 dólares anuales, y en una universidad privada puede alcanzar los 26,000 en promedio, sin contar alojamiento, alimentación y transporte.
Como ven, no fue sencillo de lograr, pero lo hizo. La receta fue perseverancia, esfuerzo, dedicación, sacrificio y, sobre todo, un gran espíritu guerrero.
Daniel Eugene Ruettiger, conocido por todos como "Rudy", nació el 23 de agosto de 1948 en Joliet (Illinois), en el seno de una familia numerosa (era el tercero de catorce hermanos). Tras dejar el instituto, se alistó en la Marina, donde sirvió dos años como administrativo en un barco de comunicaciones. Luego trabajaría en una central eléctrica hasta que en 1972, tras la muerte de un amigo en un accidente laboral, decidió matricularse en la Universidad de Notre Dame (Indiana). Desde niño, su gran sueño había sido jugar al fútbol americano con el equipo de la universidad, los Fighting Irish, y decidió que no podía dejarlo pasar más tiempo. Pero, dadas sus bajas notas en el instituto, se vio obligado a realizar un curso previo en una de las instituciones asociadas a la Universidad, el Holy Cross College. Allí le fue diagnosticada dislexia, lo que explicaba sus dificultades de aprendizaje. Mientras esperaba ser admitido, consiguió un trabajo como jardinero en el estadio de la universidad. Finalmente, Ruettiger fue aceptado en Notre Dame en 1974.
De inmediato, trató de entrar en el equipo de fútbol, pero su físico jugaba en su contra. Con menos de 1'70 de estatura y 80 kilos, distaba mucho del poderío físico habitual en los jugadores de este deporte. Pero a él no le importó. Insistió tanto que logró ser aceptado para colaborar con el equipo como parte del llamado scout team: el equipo "B", los que no jugaban sino que participaban en los entrenamientos como "equipo rival" para que los titulares pudieran ensayar estrategias y jugadas. No le importó; lo vio como un paso adelante hacia su objetivo, poder debutar en un partido. Desde ese momento, Rudy se esforzó en cuerpo y alma para conseguirlo. No se perdía un entrenamiento, trabajaba duro, sin descanso, sin quejarse, siempre dispuesto a hacer lo que hiciera falta por el equipo. A fuerza de trabajo e ilusión, se acabó ganando el aprecio de jugadores y técnicos, hasta el punto de que el entrenador, Ara Parseghian, le prometió que lo sacaría a jugar en un partido antes de que terminara el último año de Rudy en Notre Dame. Pero Parseghian dejó el puesto tras el final de la temporada de 1974 y llegó un nuevo entrenador, Dan Devine, Y Rudy siguió intentándolo: trabajo duro, sacrificio y una fe inquebrantable
Y por fin llegó el día que Rudy tanto había estado esperando. Corría el 8 de noviembre de 1975, la temporada estaba a punto de terminar y Notre Dame se enfrentaba al poderoso equipo de Georgia Tech. El partido fue mejor de lo esperado; quedaba medio minuto del último cuarto y Notre Dame ganaba 24 a 3. Ante el aplauso unánime de la grada, Devine dio entrada a Rudy para que jugara aquellos últimos segundos. tuvo tiempo de intervenir en tres jugadas: un despeje, un pase incompleto y un placaje al quarterback de Georgia, Rudy Allen, que fue ampliamente aplaudido por los espectadores. Tras el final del partido, Rudy fue sacado a hombros del campo por sus compañeros. Fue su primera y última aparición con el equipo.
Tras dejar la universidad, Rudy aprovechó la fama que había alcanzado su historia para convertirse en un exitoso orador de charlas motivacionales. Su historia fue llevada al cine en 1993, en una película titulada "Rudy, reto a la gloria". Deportistas como Kobe Bryant han reconocido haberse sentido inspirados por la historia de Rudy Ruettiger para no desfallecer en sus carreras en pos del éxito.
Cinco de sus hermanos menores fueron a la universidad y todos se graduaron. Rudy cuando no está ocupado en su profesión, se dedica a la oratoria motivacional, enfocado a jóvenes de su país que están terminando la preparatoria y desean estudiar en la universidad.
VER+:
En el año 1973, un renacer espiritual consiguió que el entrenador y casi todos los jugadores de fútbol americano de un equipo de instituto, el Woodlawn, consiguieran superar sus diferencias de racismo y odio.
LA VIDA EN JUEGO
Gridiron Gang (2006)
Gridiron Gang (2006)
Existe una estadística que indica que el 75% de los jóvenes que abandonan el centro de detención para menores «Camp Kilpatrick» vuelven a reincidir. Ante tal hecho Sean, trabajador de dicho centro, se pregunta qué están haciendo, ya que su labor está sirviendo de bastante poco.
Sean es consciente de que para lograr que los jóvenes puedan cambiar y llevar una vida de provecho, es necesario llenar con alguna actividad positiva el vacío que genera la decisión de abandonar las pandillas.
Por tal razón, Sean decide formar un equipo de fútbol americano compuesto de jóvenes pandilleros, pues está convencido que a través de la práctica de este deporte logrará hacer que pasen de ser unos «perdedores» a convertirse en unos auténticos ganadores.
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