EL Rincón de Yanka: HÉROES DEL PROGRESO 11: SIR JOHN HARINGTON, WILLEM KOLFF, BENJAMIN RUBIN, GEORGE HITCHINGS Y GERTRUDE ELION 🏥 🔬🚽

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jueves, 21 de mayo de 2020

HÉROES DEL PROGRESO 11: SIR JOHN HARINGTON, WILLEM KOLFF, BENJAMIN RUBIN, GEORGE HITCHINGS Y GERTRUDE ELION 🏥 🔬🚽




Héroes del progreso, 
Alexander C. R. Hammond destaca la gran contribución a la salud de la humanidad por parte de Sir John Harington, un cortesano inglés del siglo 16 que inventó el inodoro moderno.
Hoy presentamos la edición No. 30 de una serie de artículos publicados por HumanProgress.org titulados “Héroes del Progreso”. Esta columna provee una breve introducción a los héroes que han realizado una contribución extraordinaria al bienestar de la humanidad. 


Esta semana, nuestro héroe es Sir John Harington: un inglés autor y cortesano del siglo 16 que inventó el inodoro moderno. El inodoro de Harington permitió que los deshechos fuesen evacuados desde los lugares de residencia hacia las fosas sépticas debajo de la tierra y sin que tuviesen contacto humano directo. El inodoro con cisterna ha sido inconmensurablemente beneficioso para salud del mundo moderno y el Foro Económico Mundial ha concluido que su invención salvó más de mil millones de vidas.
John Harington nació el 4 de agosto de 1560 en Kelston, un pueblo al suroeste de Inglaterra. Harington nació en el seno de una familia rica y noble. Luego de su bautizo en Londres pocos meses después, llegó a ser el ahijado número 102 de la Reina Elizabeth. El padre de Harington, también llamado John, fue un poeta en la corte de Henry VII, y su madre, Isabella Markham, fue una dama con acceso a la habitación privada de la Reina Elizabeth. Harington asistió a Eton College, un internado exclusivamente para niños, antes de estudiar Derecho en King´s College en Cambridge. 

Aunque se esperaba que llegara a ser un abogado, Harington se enamoró con la vida en la Corte Real. Su actitud de hablar libremente rápidamente le ganó notoriedad entre la nobleza. La Reina Elizabeth le tenía cariño a Harington y muchas veces lo alentaba a que escribiera poesías. Sin embargo, Elizabeth llegaría a arrepentirse de tal estímulo dado que Harington llegó a ser conocido por escribir piezas subidas de tono que muchas veces iban más allá lo que era considerado moralmente tolerable dentro de la Corte.
El primer exilio de Harington de la Corte resultó de una travesura en 1584, cuando tradujo el capítulo 28 del poema épico de Ludovico Ariosto titulado Orlando Furioso. Harington circuló el manuscrito entre las damas de honor de la Corte. Enfurecida por el tono subido de su traducción, Elizabeth exilió a Harington y le dijo que no le sería permitido volver a la Corte hasta que no tradujera todos los 40 capítulos de Orlando Furioso –una tarea tan ardua que muchos asumieron que Harington fracasaría.

Sin embargo, Harington completó toda la traducción del poema en 1592 y presentó a Elizabeth con una copia encuadernada del trabajo cuando ella visitó Kelston ese año. La traducción de Harington recibió muchas críticas favorables y todavía es leída por muchos lectores angloparlantes hoy. Fue durante su tiempo en exilio de la Corte que Harington diseñó y luego instaló el primer inodoro con cisterna, el cual denominó “Ajax” (”jakes” era un antiguo término coloquial para referirse a un inodoro) en su mansión en Kelston.
El aparato de Harington tenía una bandeja y un asiento, con una apertura debajo que estaba sellada con una válvula con rostro de cuero. Las poleas y pesos arrojaban agua desde una cisterna ubicada arriba hacia el inodoro. Cuando la agarradera del asiento era virada, una válvula debajo de la bandeja se abría y el agua vertida empujaba los contenidos de esta hacia un poso séptico bajo tierra. Harington primero describió su invento en su libro de 1596 titulado Un nuevo discurso sobre una materia estancada: la metamórfosis del ajax (A New Discourse upon a Stale Subject: The Metamorphosis of Ajax), el cual publicó bajo el pseudónimo “Misacmos”, que significa “odiador de la suciedad”. En su libro, Harington declaró que su Ajax “convertiría los lugares desagradables en dulces, aquellos lugares llenos de perjuicios en lugares sanos y los lugares puercos en unos limpios ”. 

Harington nunca solía perderse la oportunidad de realizar una declaración política y su libro tenía varías distracciones muchas veces dirigidas a individuos muy conocidos en la Corte. El libro era en gran parte un ataque al supuesto “excremento” que estaba envenenando a la sociedad y contenía muchas alusiones al favorito de la Reina Elizabeth, el Conde de Leicester. Aunque su libro gozó de mucha popularidad, Harington fue amenazado con una audiencia ante la Cámara Estrella, una corte inglesa en el Palacio de Westminster. Mientras que el cariño que Elizabeth tenía por el inventor lo protegió de un castigo más severo, Harington una vez más fue exiliado de la Corte Real. 
En 1598, Elizabeth le pidió a Harington instalar un inodoro en el Palacio de Richmond, una residencia real ubicada en el Río Tames. El inodoro fue popular entre algunos miembros de la nobleza, pero gran parte del público seguía siendo fiel a sus vasijas orinales. No fue hasta casi 200 años después que el inventor escocés Alexander Cumming patentó el inodoro con válvula y cisterna de agua, inspirado en el Ajax de Harington. El diseño de Cumming de 1775 mejoró el de Harington agregándole un “s-trap” en la tubería debajo del inodoro lo cual significaba que el agua ahora era permanentemente retenida en la tubería, previniendo así que los gases del alcantarillado ingresen en los edificios de arriba. 

En 1848, una Ley de Salud Pública del Reino Unido requirió que cada casa nueva tenga un inodoro con cisterna de agua. Pasaron 250 años para que el inodoro con cisterna de agua fuera utilizado por el público en general. Hoy, más de dos tercios de la población mundial tiene acceso a un inodoro con cisterna de agua y esta cifra continúa aumentando por decenas de millones cada año.
En 1599, Harington se unió a la campaña militar inglesa en Irlanda para subyugar la rebelión de los jefes de las tribus gaélicas. Fue nombrado Caballero por su servicio. Luego de su tiempo en Irlanda, Harington fue tutor del hijo de James I, Henry, el Príncipe de Gales. Harington murió el 20 de noviembre de 1612 en su casa en Kelston. Tenía 52 años. 
Los inodoros cambiaron fundamentalmente el mundo en el que vivimos. El beneficio sanitario de no tener que estar en contacto directo con los deshechos humanos previene millones de casos de cólera, diarrea, disentería, hepatitis A, tifoidea y polio cada año. Por esta razón, Sir John Harington es nuestro Héroe del Progreso No. 30. 
Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgress.org (EE.UU.) el 1 de noviembre de 2019.


Héroes del progreso, 
Parte 31: Willem Kolff

Alexander C. R. Hammond destaca la contribución al bienestar de la humanidad del médico holandés Willem Kolff, quien inventó la primera máquina de diálisis para los riñones.
Hoy presentamos la parte 31 de una serie de artículos publicados por HumanProgress.org titulada “Héroes del progreso”. Esta columna provee una breve introducción a los héroes que han realizado una contribución extraordinaria al bienestar de la humanidad. 

Esta semana nuestro héroe es Willem Kolff, un médico holandés que inventó la primera máquina de diálisis para los riñones. Kolff también jugó un papel fundamental en el desarrollo del primer corazón artificial y, posteriormente, del primer ojo artificial. El Foro Económico Mundial ha estimado que desde su invención, la máquina de diálisis para los riñones de Kolff, o lo que él solía llamar “el riñón artificial”, ha salvado más de 9 millones de vidas.
Willem Kolff nació el 14 de febrero de 1911 en Leiden, Holanda, en el seno de una familia patricia. Kolff sufría de dislexia, pero como la condición no era reconocida en ese entonces, cuando era un niño Kolff muchas veces era castigado en la escuela por dificultades que tenía leyendo y escribiendo. Inicialmente, Kolff quería ser el director de un zoológico, pero luego de que su padre le indicó que esa carrera profesional tenía ofertas de trabajo muy limitadas dado que solo habían tres zoológicos en Holanda en ese entonces, Kolff decidió seguir los pasos de su padre y seguir una carrera en medicina.

Kolff empezó a estudiar medicina en la Universidad de Leiden en 1936 y recibió su título de medicina en 1938. Ese año, Kolff empezó a estudiar su doctorado en la Universidad de Groningen, mientras también trabajaba como asistente en el departamento médico de la universidad.
El 10 de mayo de 1940, Alemania invadió Holanda. Durante la invasión Kolff coincidentemente estaba asistiendo a un funeral en La Haya. Kolff decidió retirarse del funeral temprano y dirigirse al principal hospital de la ciudad, que ya estaba abrumado con las víctimas, para pedir establecer lo que sería el primer banco de sangre de Europa. El hospital aceptó y Kolff recibió un auto. Kolff manejó alrededor de la ciudad recogiendo tubos, botellas, agujas, citrato, y demás parafernalia —todo mientras evitaba el fuego de los francotiradores y las bombas que caían del cielo. Cuatro días después el banco de sangre en el principal hospital de La Haya estaba funcionando y salvó las vidas de cientos de personas.

Un mes después de la invasión de Alemania, el mentor judío de Kolff en un hospital de Groningen se suicidó y fue reemplazado por un funcionario Nazi. Kolff, no queriendo trabajar con los Nazis, fue transferido a un hospital pequeño en Kampen durante el resto de la guerra. También fue durante la guerra que escondió de los nazis al hijo joven de un colega judío en su casa.

Cuando Kolff era un doctor joven presenció la muerte dolorosa de un paciente de 22 años que murió de un fallo renal (fracaso de los riñones). En ese entonces, Kolff no pudo hacer nada para salvar a ese joven, pero le impresionó que si hubiese podido remover la urea (el desperdicio que los riñones sanos usualmente filtran y descartan), entonces el paciente hubiese vivido. Kolff señaló, “Me di cuenta que removiendo 22 centímetros cúbicos de toxicidad de su sangre hubiese podido salvar su vida”. Después de esa experiencia traumática Kolff se dedicó a investigar el fallo renal. 
Kolff desarrolló su primer prototipo de máquina para dializar los riñones en 1943. Conforme los Países Bajos todavía estaban ocupados por los alemanes, los materiales eran escasos pero Kolff logró construir su máquina utilizando latas de jugos de naranja, partes usadas de autos, y piel de celofán para salchichas envuelta alrededor de un cilindro que descansaba sobre un baño esmaltado con líquidos desinfectantes. La máquina de Kolff sacaba la sangre de un paciente hacia el líquido desinfectante, la limpiaba, y luego la volvía a introducir al cuerpo del paciente. A lo largo de un periodo de dos años Kolff trató de realizar el tratamiento a 15 pacientes con la máquina pero todos los intentos fracasaron. A pesar de la perdida de vida, Kolff persistió. 

Un avance se dio el mes después de que la guerra terminara en agosto de 1945, cuando Kolff trató a una mujer de 65 años encarcelada por ser colaboradora de los Nazis y quien se encontraba en una coma debido a un fallo renal. Muchos de sus compatriotas no aprobaron que la mujer fuese tratada por sus nexos con los Naxis, pero Kolff insistió en su deber hipocrático y luego de horas de tratamiento, la mujer se despertó y continuó viviendo otros seis años antes de morir de causas no relacionadas a sus problemas de riñones. Un años después, en 1946, Kolff recibió su doctorado de la Universidad de Groningen. 
Luego de comprobar el éxito de su riñón artificial, Kolff elaboró máquinas de diálisis y las envió a los hospitales alrededor del mundo. Las máquinas pronto se volvieron populares y en 1948, el riñón artificial fue utilizado para desempeñar la primera diálisis humana en EE.UU., en el hospital Mount Sinai de la ciudad de Nueva York. 

Kolff emigró a EE.UU. en 1950 y trabajó en la Fundación de la Cleveland Clinic. Durante su tiempo en Cleveland, Kolff ayudó a desarrollar las primeras máquinas de corazón y de pulmones, las cuales oxigenaban la sangre y mantenían al corazón y a las funciones pulmonares de un paciente durante una cirugía cardíaca. En 1967, Kolff llegó a ser jefe de la División de Órganos Artificiales y del Instituto de Ingeniería Biomédica en la Universidad de Utah. Durante su estadía en Utah, Kolff lideró el equipo médico que desarrolló el primer corazón artificial del mundo, el cual fue exitosamente implantado en un paciente en diciembre de 1982. 

Aunque Kolff se jubiló oficialmente en 1986, continuó trabajando como un profesor de investigaciones y como director del Laboratorio Kolff en la Universidad de Utah hasta 1997. A lo largo de su vida, Kolff recibió más de 12 doctorados honorarios de universidades de todas partes del mundo, y más de 120 premios internacionales, incluyendo: el Premio Científico de la Asociación Médica Estadounidense (AMA, por sus siglas en inglés) en 1982, el Premio Albert Lasker para la Investigación Clínica Médica en 2002, y el Premio Russ en 2003. En 1990, la revista Life destacó a Kolff como una de las 100 personas más importantes del siglo XX. Kolff murió el 11 de febrero de 2009, tan solo tres días antes de cumplir 98 años. 
Willem Kolff es muchas veces llamado el “Padre de los órganos artificiales” y la tecnología que él creó ha salvado millones de vidas alrededor del mundo. Por esta razón, Willem Kolff es nuestro Héroe del Progreso No. 31.
Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgress.org (EE.UU.) el 15 de noviembre de 2020.


Héroes del progreso, 
Parte 32: Benjamin Rubin

Alexander C. R. Hammond destaca la contribución del microbiólogo estadounidense Benjamin Rubin, quien inventó la aguja bifurcada que hizo posible la erradicación de la viruela.
Hoy presentamos la edición número 32 en una serie de artículos publicados por HumanProgress.org titulada “Héroes del Progreso”. Esta columna provee una breve introducción a los héroes que han realizado una contribución extraordinaria al bienestar de la humanidad. 

Esta semana nuestro héroe es Benjamin Rubin, el microbiólogo estadounidense que inventó la aguja bifurcada. La aguja bifurcada de Rubin fue instrumental en la campaña en 1980 de la Organización Mundial de la Salud que condujo a la erradicación total de la viruela, la única enfermedad infecciosa que ha logrado esa distinción. A mediados de los setenta, la aguja bifurcada de Rubin administró más de 200 millones de vacunas al año. Se estima que salvó más de 100 millones de vidas y evitó que murieran cientos de millones más de personas al evitar que estas contraigan la viruela.

Benjamin Rubin nació el 27 de septiembre de 1917 en la ciudad de Nueva York. Desde niño a Rubin le fascinó la ciencia. En 1934, se inscribió en la City College de Nueva York para estudiar bioquímica. Rubin recibió su título de Bachiller en Ciencias en 1937. En 1938 obtuvo su Maestría en Ciencias con especialización en biología de Virginia Tech. Luego de diferentes trabajos en laboratorios, Rubin se mudó a la Universidad de Yale en 1944 para trabajar como un asistente de investigaciones y para obtener su PhD.
En 1947, Rubin recibió su doctorado en microbiología de la Universidad de Yale y empezó a trabajar en varios laboratorios y universidades distintas. En 1954, Rubin se convirtió en profesor de salud pública y medicina preventiva en la Universidad de Baylor. En 1960, Rubin aceptó una posición en los Laboratorios Wyeth en Pennsylvania y fue allí que Rubin creó el invento que cambiaría al mundo.
Durante los sesenta, la virtual mató a más de dos millones de personas al año. Sin ninguna cura disponible, si una persona se infectaba con la viruela, nada se podía hacer para tratar la enfermedad. Antes de que existiera la aguja bifurcada de Rubin, pistolas con inyectores especialmente adaptadas eran utilizadas en los esfuerzos de vacunación masiva. Sin embargo, el mantenimiento de las pistolas era muy costoso, requerían de un entrenamiento especializado para ser utilizadas, y muchas veces eran poco confiables. Esto significaba que cientos de millones de personas, principalmente aquellas que vivían en áreas más pobres y escasamente pobladas, permanecían vulnerables a contraer la viruela. 

Rubin creó su aguja bifurcada trabajando en el ojal de una aguja de máquina de cocer. La trabajó hasta que esta tomó la forma de un tenedor (esto es, hasta que tuvo dos puntas). Como tal, la aguja bifurcada es un acero galvanizado angosto que tiene aproximadamente 2,5 pulgadas (6 cms) de largo, con dos puntas en un extremo. Cuando el lado bifurcado de la aguja es insertado en un vial de la vacuna contra la viruela que está liofilizado, la cantidad correcta de la vacuna es luego contenida entre las dos puntas. La aguja es luego utilizada para pinchar el brazo posterior del paciente quince veces en una pequeña área circular.
A diferencia de la pistola con inyectores, la aguja de Rubin era muy barata (esto es, costaba menos de $5 cada mil agujas). Además, luego de esterilizar la aguja con agua hervida o pasándola por el fuego, la aguja podía ser re-utilizada de manera continua. Además, la piel del paciente no necesitaba ser desinfectada de antemano. Finalmente, la aguja bifurcada utilizaba una cantidad sustancialmente menor de suero. 

Mientras que la pistola con inyectores podía proveer 25 vacunas por vial de vacuna contra la viruela, utilizando una aguja bifurcada implicaba que habían más de 100 dosis por cada vial. La técnica para vacunar a alguien utilizando la aguja bifurcada también podía ser aprendida por cualquier persona en tan solo pocos minutos, en lugar de depender de un profesional médico entrenado. Todos estos factores resultaron en que la aguja bifurcada fuese utilizada rápidamente como una alternativa costo-eficiente a las costosas y aparatosas pistolas con inyectores, que, además, eran muchas veces poco confiables.
La aguja bifurcada era el principal instrumento utilizado en la campaña de erradicación de la viruela de la OMS entre 1966 y 1977. Durante los últimos años de la campaña, se estima que la aguja bifurcada fue utilizada para vacunar a más de 200 millones de personas al año. En 1980, la Asamblea de Salud Mundial declaró que la viruela había sido derrotada, esta sería la primera vez que en la historia de la humanidad que se logró erradicar una enfermedad mortal. El Foro Económico Mundial ha estimado que la aguja bifurcada ha salvado mas de 130 millones de vidas desde su invención en 1961.

En 1984, Rubin fue profesor en la Phildelphia College para medicina osteopática y luego de contribuir a más de 150 publicaciones científicas a lo largo de su carrera, se retiró en 1995. 
Durante su vida, Rubin recibió con justa razón numerosos premios académicos. En 1992, fue inducido al Salón de la Fama de Inventores. Rubin murió el 10 de marzo de 2010 a sus 93 años de edad.
Gracias en parte al trabajo de Benjamin Rubin, la viruela, que era una enfermedad que azotó a la humanidad durante milenios, ahora ha sido erradicada. Por salvar las vidas de más cien millones de personas y por cambiar fundamentalmente el mundo para bien, Benjamin Rubin merece ser nuestro Héroe del progreso No. 32. 
Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgress.org (EE.UU.) el 30 de noviembre de 2019.

Héroes del progreso, 
parte 33: Hitchings y Elion
Alexander C. R. Hammond destaca la contribución que realizaron los científicos George Hitchings y Gertrude Elion al desarrollo del método racional de diseño de medicinas, método que ha permitido desarrollar docenas de tratamientos distintos que han salvado millones de vidas.
Hoy presentamos la edición número 33 de una serie de artículos publicados por HumanProgress.org titulada “Héroes del Progreso”. Esta columna provee una breve introducción a los héroes que han realizado una contribución extraordinaria al bienestar de la humanidad. 

Esta semana nuestros héroes son George Hitchings y Gertrude Elion, dos científicos estadounidenses que fueron pioneros en el desarrollo del diseño racional de medicinas. Durante gran parte de la historia, el método tradicional de descubrir medicinas dependía de un proceso de prueba y error para determinar la eficacia de distintos tratamientos. Contrario a la sabiduría convencional, el método nuevo de Hitchings y Elion de diseño racional de medicinas se enfocaba en estudiar las diferencias entre las células humanas y las células patogénicas que causaban enfermedades. De estos descubrimientos, el método desarrolla medicinas especialmente diseñadas para apuntar exclusivamente a los patógenos perjudiciales. 

La técnica de diseño racional de medicinas de Hitchings y Elion ha cambiado la manera en que muchas medicinas son creadas, y su método ha derivado en la creación de medicinas para combatir la leucemia, la malaria, la gota, el rechazo de órganos transplantados, y la artritis reumatoide, para nombrar tan solo unas cuantas.
George Hitchings nació el 18 de abril de 1905 en Hoquiam, Washington. Cuando Hitchings tenía tan solo 12 años, su padre murió de una enfermedad prolongada y Hitchings después señalaría que el impacto que tuvo en él la muerte de su padre fue que decidió seguir una carrera en medicina.

Hitchings se graduó de Franklin High School en Seattle en 1923. Ese mismo año, se inscribió en la Universidad de Washington para estudiar química. Luego de graduarse con honores cum laude en 1927, Hitchings permaneció en la Universidad de Washington y obtuvo su maestría en 1928. Hitchings luego se mudó a la Universida de Harvard donde se desempeñó como un profesor y recibió su PhD en bioquímica en 1933. 
A lo largo de la siguiente década Hitchings se desempeñó en varios cargos temporales en distintas instituciones. Como admitió luego, su carrera “realmente empezó en 1942”, cuando empezó a trabajar en los Laboratorios de Investigaciones Wellcome (ahora parte de GlaxoSmithKline) como Jefe del Departamento de Bioquímica. Dos años después, Hitchings quiso contratar a una asistente de investigaciones y allí es donde Gertrude Elion entra en nuestra historia.

Gertrude Elion nació el 23 de enero de 1918 en la Ciudad de Nueva York. Elion era una estudiante brillante, que se graduó de secundaria con tan solo 15 años. Luego se inscribió en Hunter College con una beca académica integral. Cuando Elion tenía 15 años, su abuelo murió de cáncer. Igual que Hitchings, la muerte de un ser querido condujo a que Elion se dedicara a una carrera en medicina.
Luego de graduarse de Hunter College con un título en química en 1937, Elion se topó contra una “pared de ladrillos”. La Gran Depresión hizo que los trabajos fueran muy escasos y las mujeres buscando trabajos en ciencias se enfrentaban a obstáculos todavía mayores. Elion luego recordaría la década de 1930 y decía que pocos empleadores la tomaban en serio. Luego de asistir a entrevistas de trabajo para ocupaciones para las que estaba calificada, los entrevistadores muchas veces dirían que ella sería “una distracción” en un laboratorio lleno de hombres.

Luego de ser rechazada por varios empleadores y programas de maestrías, aceptó una posición sin remuneración como asistente de laboratorio de un químico. En 1939, Elion se inscribió en el programa de maestría para estudiar química en la Universidad de Nueva York. Elion trabajó como una maestra de secundaria durante sus estudios de posgrado y obtuvo su M.Sc. en 1941.
A principios de la década de 1940, con tantos hombres en las fuerzas armadas, se abrieron nuevas puertas para las mujeres en las ciencias. Luego de trabajar como una analista química para una empresa de alimentos, Elion se aburrió con su trabajo. Luego de trabajar seis meses en un laboratorio dirigido por Johnson y Johnson fue contratada por Hitchings como su asistente de investigaciones en 1944.

Hitchings había pensado que debía haber un enfoque más racional para el descubrimiento de medicinas que el existente método de prueba y error. Los dos desarrollaron un método para diseñar medicinas que se concentraba en determinar las diferencias en la bioquímica y el metabolismo entre las células humanas y los patógenos que provocaban enfermedades. Los dos podían luego diseñar químicos específicos que podrían matar o inhibir la reproducción de patógenos dañinos, sin tener que perjudicar a las células humanas sanas.
Utilizando su método de diseño racional de medicinas, Hitchings y Elion desarrollaron de manera exitosa medicinas que son utilizadas para tratar una variedad de condiciones distintas, incluyendo la leucemia, la gota, la malaria, la meningitis y el herpes viral —para tan solo nombras unas cuantas. Los investigadores alrededor del mundo rápidamente copiaron el enfoque de Elion y Hitchings para diseñar medicinas. Dentro de pocos años, los científicos que usaban el método racional de diseño de medicinas habían creado medicinas para combatir los virus que causaban el herpes labial, la varicela y el herpes zóster. Eventualmente, desarrollaron la azidotimidina (AZT)—el primer tratamiento disponible para el VIH/SIDA.

Elion después escribió, “cuando empezamos a ver los resultados de nuestros esfuerzos en la forma de nuevas medicinas que satisfacían necesidades médicas reales y beneficiaban a pacientes de maneras muy visibles, nuestro sentimiento de recompensa fue inmensurable”.
Luego en su carrera, Elion dio clases en la Universidad Duke y en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. En 1967, cuando Hitchings llegó a ser vice presidente a cargo de investigaciones en Burroughs-Wellcome, Elion sucedió a Hitchings en su trabajo anterior.

En 1976, Hitchings se convirtió en Científico Emérito en Burroughs-Wellcome. También se desempeñó como profesor adjunto en la Universidad Duke entre 1970 y 1985. Elion se jubiló oficialmente en 1983, pero como Hitchings, permaneció trabajando en el laboratorio a tiempo parcial como Científica Emérita. 
A lo largo de sus vidas, Hitchings y Elion recibieron docenas de premios y honores. Recibieron el Premio Nobel en Fisiología o Medicina en 1988—un premio que compartieron con Sir James Black, un farmacólogo escocés. En 1974, Hitchings ingresó al Salón de la Fama de Química medicinal y se convirtió en miembro extranjero de la Royal Society.

En 1991, Elion recibió la Medalla Nacional de Ciencias del Presidente George H. W. Bush. Ese mismo año, se convirtió en la primera mujer en ser inducida al Salón de la Fama de los Inventores Nacionales por su importante trabajo en desarrollar una medicina llamada 6-mercaptopurine, la cual ofreció nueva esperanza en la lucha contra la leucemia. Como Hitchings, Elion también se convirtió en miembro extranjera de la Royal Society en 1995. Mientras que Elion nunca recibió un PhD formal, ella recibió un PhD honorario de la Universidad Politécnica de Nueva York en 1989 y un título S.D. honorario de la Universidad de Harvard en 1998.
Hitchings murió a sus 92 años en 1998. Elion falleció el siguiente año a sus 81 años.
El trabajo de Elion y Hitchings transformó fundamentalmente el método convencional de prueba y error para descubrir medicinas. Su método racional de diseño de medicinas ha sido utilizado para crear docenas de tratamientos distintos para una amplia gama de enfermedades que amenazan la vida. El diseño racional de medicinas ya ha salvado o prolongado millones incontables de vidas —un número que solo aumentará conforme más tratamientos de medicinas sean desarrollados. Por esta razón, George Hitchings y Gertrude Elion son nuestros Héroes del Progreso No. 33.
Este artículo fue publicado originalmente en HumanProgress.org (EE.UU.) el 13 de diciembre de 2019.

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