EL Rincón de Yanka: ME GUSTA TU CRISTO PERO, NO ME GUSTA LO QUE HACEN LOS CRISTIANOS: HACED LO QUE OS DIGAN QUE JESUCRISTO HACE

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domingo, 6 de noviembre de 2016

ME GUSTA TU CRISTO PERO, NO ME GUSTA LO QUE HACEN LOS CRISTIANOS: HACED LO QUE OS DIGAN QUE JESUCRISTO HACE



"Me gusta tu Cristo… 

No me gustan tus Cristianos. 
Tus cristianos son tan diferentes a tu Cristo. 
Estoy seguro de que si él viviera 
ahora entre los hombres, 
bendeciría la vida de muchos 
que quizás jamás han oído siquiera su nombre". 
Ghandi


En una autobiografía que se publicó en la India, Gandhi menciona que en sus días de estudiante se impresionó mucho al leer los evangelios y que pensó seriamente en bautizarse y ser miembro de una iglesia cristiana. Pensaba que en el cristianismo estaba la solución a los prejuicios raciales y a las diferencias de casta que afectaban a la India y a África del Sur.

Un domingo por la mañana Gandhi fue a una iglesia cristiana que estaba cerca, tenía el propósito de hablar con el pastor al terminar el culto para hacerse cristiano. Cuando entró en el templo la comisión de recepción se negó a proporcionarle un asiento, y le sugirió que fuera a una iglesia de “negros”.

Gandhi salió de aquel templo para no volver más. “Si también los cristianos tienen diferencias de clase”, pensó, “permaneceré siendo hindú, y desde allí atacaré el mal. (C. C. Wychoff.)
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Mateo 5:16
En medio de un mundo tan oscuro nuestro Padre nos pide que seamos “Luz” ¿Cómo? La palabra de Dios hace referencia a las “buenas obras”. Las buenas obras son un medio para tratar de iluminar el día de otra persona haciendo algo considerado, agradable y compasivo. La bondad es una forma de mostrar a los demás que sí importan, en medio de un mundo hostil y egoísta.

Mahatma Gandhi fue abogado, político y pensador indio del siglo IX y XX conocido principalmente por reivindicar y conducir la independencia de la India a través de métodos no violentos.

Gandhi llevó una vida humilde, no aceptó ninguna posesión terrenal. Numerosas fueron sus iniciativas humanitarias: instituyó colonias agrícolas y hospitales, trató de eliminar las castas que dividían a su pueblo. En sus relaciones y en sus inevitables choques con las autoridades gubernativas de Sudáfrica inauguró un método de lucha que mantenía el respeto a la persona humana y evitaba la revuelta armada. En 1906, en África, puso en práctica el “satyagraha”, conocido en Occidente con el nombre de “resistencia pasiva”.

Albert Einstein dijo: “Las generaciones del porvenir apenas creerán que un hombre como éste caminó la tierra en carne y hueso.”

Lamentablemente Gandhi nunca dio el paso final para hacerse cristiano, él dijo: “yo sería cristiano de no ser por los cristianos”; permaneció hindú hasta el final. Adoraba a Cristo como una de las encarnaciones de Dios, pero no como la única.

¿Cuántos grandes hombres ha perdido la iglesia por no ser como Cristo? Si realmente demostrarás a las personas que el amor de Dios está en ti, siendo considerado, bondadoso y obediente a la palabra, seguramente muchos líderes serían cristianos y llevarían la palabra de salvación a todos sus seguidores.

¿Estás haciendo que las personas se acerquen a Dios o que se alejen de Él? 
Dios te pedirá cuentas de cada persona que se aleja del evangelio por causa tuya, por tanto si has estado fallando en este aspecto pide perdón al Señor, aún no es tarde para empezar de nuevo. Esfuérzate este día por ser luz y que las personas alaben a Dios por tus buenas obras.

¡Esfuérzate para que conozcan el Amor por medio ti!



Mateo, 23

1.Entonces Jesús se dirigió a la gente y a sus discípulos

2.y les dijo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos.

3.Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su conducta, porque dicen y no hacen.
4.Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas.
5.Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres; se hacen bien anchas las filacterias y bien largas las orlas del manto;
6.quieren el primer puesto en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas,
7.que se les salude en las plazas y que la gente les llame "Rabbí".
8.«Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar "Rabbí", porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos.
9.Ni llaméis a nadie "Padre" vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo.
10.Ni tampoco os dejéis llamar "Directores", porque uno solo es vuestro Director: el Cristo.
11.El mayor entre vosotros será vuestro servidor.
12.Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado.
13.«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos! Vosotros ciertamente no entráis; y a los que están entrando no les dejáis entrar.
15.«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que vosotros!
16.«¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: "Si uno jura por el Santuario, eso no es nada; mas si jura por el oro del Santuario, queda obligado!"
17.¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro, o el Santuario que hace sagrado el oro?
18.Y también: "Si uno jura por el altar, eso no es nada; mas si jura por la ofrenda que está sobre él, queda obligado."
19.¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda, o el altar que hace sagrada la ofrenda?
20.Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él.
21.Quien jura por el Santuario, jura por él y por Aquel que lo habita.
22.Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por Aquel que está sentado en él.
23.«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello.
24.¡Guías ciegos, que coláis el mosquito y os tragáis el camello!
25.«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro están llenos de rapiña e intemperancia!
26.¡Fariseo ciego, purifica primero por dentro la copa, para que también por fuera quede pura!
27.«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia!
28.Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.
29.«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos,
30.y decís: "Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido parte con ellos en la sangre de los profetas!"
31.Con lo cual atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas.
32.¡Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!
33.«¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo vais a escapar a la condenación de la gehenna?
34.Por eso, he aquí que yo envío a vosotros profetas, sabios y escribas: a unos los mataréis y los crucificaréis, a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad,
35.para que caiga sobre vosotros toda la sangre inocente derramada sobre la tierra, desde la sangre del inocente Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, a quien matasteis entre el Santuario y el altar.
36.Yo os aseguro: todo esto recaerá sobre esta generación.
37.«¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no habéis querido!
38.Pues bien, se os va a dejar desierta vuestra casa.
39.Porque os digo que ya no me volveréis a ver hasta que digáis: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!»


proclamación e interpretación de la Ley Mosaica


Jesús en el evangelio de Mateo no sólo ordena a sus discípulos guardar cada detalle de la Ley de Moisés, sino que él mismo se presenta como el interprete de la Torá. En este sentido, Jesús va a ofrecer a veces interpretaciones más flexibles (12,1-8; 19,3-9), y en otras va a ser más estricto (5,21-48; 19,3-9). Pero el punto es el siguiente: Jesús no viene a derogar la Ley mosaica sino que a plenificarla (5,17). En ese sentido Jesús señala en 23,2-7: En la catedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos, por lo tanto haced y guardad todo lo que os enseñan, pero no hagáis lo que ellos hacen porque no hacen lo que dicen. Ahora bien, si este es el principio hermeneútico, ¿cómo entender la posición de Jesús respecto a las enseñanzas farisaicas sobre el sábado (12,1-14), el ritual de la lavarse las manos (15,1-2.10-20), las ofrendas (15,3-9), y el divorcio (19,3-9)? En estos casos Jesús pareciera ir derechamente en contra la ley oral y escrita explicada por los fariseos y escribas, porque de otro modo sus discípulos no trabajarían en sábado, se purificarían antes de comer, se sentirían libres de ofrecer como ofrenda el dinero que pudo haber sido destinado al cuidado de sus padres, o exigirían certificados para que la gente se pudiese divorciar. Más aún, ¿cómo conciliar Mt 5,17 y 23, 2-7 con lo que nos dice el evangelio respecto a que los escribas no tienen autoridad para enseñar (7, 29)? ¿O cuando de acuerdo al evangelio Jesús advierte una y otra vez a los discípulos acerca de las enseñanzas de los fariseos (15,14; 16,12; 23,15)? ¿O cuando Jesús simplemente define a los escribas o fariseos como agentes del demonio (comparar 13,37-39; 15,13; 23,15), cuyos pensamientos y motivaciones son malas (9,4; 12,39.45; 16,4; 22,18), y cuyas palabras y acciones muestran su maldad (12,34)? ¿Cómo salvar estas contradicciones no menores?


Mark Allan Powell propone la siguiente solución: la cátedra de Moisés de Mt 23,2 se refiere a la silla que ocupaban los fariseos en la sinagoga con autoridad y desde la cual leían e interpretaban la Torá. Una de estas sillas ha sido descubierta en las excavaciones hechas en la sinagoga de Jorazim. La cátedra de Moisés implicaría, en primer lugar, la posibilidad de tener copias de la Ley, el poder leerlas a viva voz, y por lo tanto decirle a la gente qué es lo que mandaba el patriarca. Sabemos, por ejemplo, que R. Elezar tenía serias discusiones sobre la Ley con su discípulo R. Josuah. No podía ser menos, la cultura religiosa judía promueve el debate y la discusión. La cuestión es que R. Elezar era quien se sentaba en la silla de Moisés, a su muerte, tal honor recayó en su discípulo y contrincante R. Josuah. Este al aproximarse a la silla decía: Esta piedra es como el Monte Sinaí y quien se sienta sobre ella es como el arca de la alianza (Cantar de los cantares Rabbah 1,3). Se trata de un gran poder social que los fariseos y los escribas tenían. Poder del que carecían Jesús y sus discípulos, que hasta donde sabemos, no tenían copias escritas de la Torá. En ese sentido Jesús y los suyos dependían de lo que escuchaban de los fariseos y escribas respecto a las palabras de Moisés. Lo que Jesús estaría diciendo en Mt 23,2-7, a la luz de dicha dependencia, es guardar todo lo que los fariseos y escribas transmiten de Moisés, es decir la Ley misma.


Sin embargo, junto con leer los escribas y fariseos también interpretaban la Ley. Este era su trabajo. A esto se refiere Mt 23,3 con no hagáis conforme a sus obras: no sigáis la interpretación errónea de la Ley que hacen escribas y fariseos. Y es que éstos interpretan la Ley de una manera onerosa para la gente (23, 4) y que sólo acarreaba gloria para ellos mismos (23,5-7). Lo que Jesús dice, de acuerdo a Mateo, es que los escribas y fariseos leen y proclaman la Ley de manera cuidadosa y correcta, pero, sin embargo, se equivocan en la manera de interpretarla y entenderla convirtiéndose así en guías ciegos (15,14; 23,16.17.19.24.26). Hay una critica a la interpretación y a la práctica farisaica. Crítica que también encontramos en otros textos más o menos contemporáneos. En el Talmud leemos como el Rey Yanai, quien se enfrentó a los fariseos, aconsejaba a la reina Alexandra no temer a los fariseos...más bien temed a los hipócritas que se encuentran en medio de ellos (b. Sotah 22b). Otro ejemplo lo encontramos en los impresionantes sermones de Ben Azzai, un rabino que exaltaba a la audiencia a casarse y reproducirse, a pesar que él mismo había optado por el celibato para estudiar la Ley. Sus colegas criticaban que si bien sus sermones eran laudables, su práctica era hipócrita (b. Yeb 63b). En ese sentido, Jesús se proclama como el verdadero interprete y actualizador de la Ley, lo que estaría en consonancia con el evangelio en general. Recordemos que los escribas y sacerdotes aciertan en señalar que Belén es el lugar donde debe nacer el mesías, sin embargo erran dándole esa información a Herodes (Mic 5,1-3; Mt 2,4-6). Los fariseos aciertan en señalar que Moisés permitió los certificados de divorcio (Dt 24,1-4; Mt 19,7), sin embargo erran al ignorar que lo hizo por la dureza de corazón de la gente (Mt 19,8-9). Los saduceos saben que Moisés ordenó al hermano del difunto casarse con su cuñada (Dt 25,5; Mt 22,24), sin embargo erran, precisamente por desconocer las escrituras, al ignorar que en esta ley hay una profunda enseñanza sobre la resurrección (22, 29-32). Los fariseos aciertan al decir que el mesías es el hijo de David (22,42), pero erran al ignorar que el mesías es también el señor de David (22,43-45). Todos estos ejemplos sirven para reforzar el punto: los fariseos, los escribas, y en general los lideres religiosos pueden conocer bien las escrituras (4,4.7.10; 9,13; 12,7; 15,4. 7-8; 19,5; 21,16; 22,32.37.39.44), pero sin duda fallan al momento de entenderlas o interpretarlas. La Ley es buena en sí misma, y Jesús es su verdadero interprete. Para más detalles: Do and Keep What Moses Says (Matthew 23:2-7), Mark Allan Powell, Journal of Biblical Literature, Vol. 114, No. 3 (Autumn, 1995), pp. 419-435.



YO QUIERO UNA IGLESIA - RENE GONZÁLEZ

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