CARA E´CRIMEN
Presento esta obra con el título de Cara E' Crimen escrita a lo largo del año 2021, profunda reflexión centrada en desentrañar capítulos capitales de la vida republicana venezolana, contando con un hilo conductor desconocido como es la deuda externa, una especie de serpiente devoradora de la estabilidad económica y política de las repúblicas.
El libro arroja luces suficientes sobre la inesperada y misteriosa enfermedad que llevó a la muerte a Hugo Rafael Chávez Frías en Cuba, y cómo su cadáver fue sustituido por un muñeco alternativo con carro fúnebre importado de Colombia, con el cual los manipuladores, lograron que una Legión de seguidores y fanáticos lloraran y lamentaran la muerte de aquél que se hizo llamar en vida: El Comandante Eterno. Adicionalmente, señalamos las numerosas víctimas de un régimen que sembró el horror, sediento de sangre inocente como de ciertos emperadores de la antigüedad.
De igual forma, los tenebrosos acontecimientos relacionados con el 27 de febrero de 1989 plasmados en la historia como el pretexto para extraer el oro de las bóvedas del Banco Central de Venezuela. Oro que es hoy motivo de litigios que adquieren nuevamente en Cara E’ Crimen una dimensión interpretativa, un ángulo histórico novedoso en esta hora actual. El 27 de febrero de 1989 también fue el lev motiv de lo que después sería el 4 de febrero de 1992.
En esta nueva historia con estilo trepidante y novelesco, también narramos a personajes macabros, traiciones, crímenes, amoríos; y la corrupción galopante de quienes destruyeron la otrora República de Venezuela.
Nota: Actualizado con pequeñas adiciones en Feb 2024, esta edición revisada ofrece una experiencia enriquecida del viaje del primer libro.
Prólogo
Al Bravo Pueblo
En la música está la palabra de Dios, como la presencia viva de todas las artes que acompañan al ser humano en lo bueno que cultiva para sus semejantes y para sí con el fin de protegerlo del mal, la oscuridad y el crimen que encarnan a aquellos disfrazados de sus hijos dilectos.
A Venezuela hay que devolverle la luz que la iluminó, porque la vida de sus habitantes fue secuestrada y reducida en un lento mortal.
Existe un paralelo entre el pueblo de Venezuela sumido en su actual tragedia que la oprimen los actuales poderosos, y aquel pueblo de Israel que nos recuerda a memoria de los tiempos. La historia pareciera repetirse como una enseñanza que no terminamos de aprender. Especialmente en el momento en que el pueblo de Israel era prisionero del Rey Nabucodonosor en Babilonia, cuando Dios es decir, Yahveh, los castigó por adorar a otros dioses como Moloc, Astarté y Quemos (Kémos) y cuando habiendo jurado los mandamientos los olvidaron, porque la falta de fe los debilitó ante la responsabilidad que los comprometía
Siglos después. más allá de las arenas y los desiertos lejanos, en una circunstancia similar, frente al inmenso mar caribe con su ardoroso trópico, muchos venezolanos olvidaron el sentido de Patria ganada en su independencia con la ayuda divina de Dios que condujo a sus próceres épica valiente y estelar, y se dedicaron a saquearla desde el poder en nombre de falsas democracias y revoluciones anacrónicas que se importaron a través de un sofisticado coloniaje que dirigió la dictadura cubana.
Desde entonces, hoy el paisaje de la patria venezolana luce desolado, deprimido, impotente y triste. Desilusionado de fraudulentas y engañosas elecciones. ¿Quiénes robaron su riqueza?, ¿Quiénes la alegría de su gente? Preguntas que resultan y que tienen su respuesta en este libro. Cara E 'Crimen, escrito por Pablo Medina.
"Recuerda el río Jordán donde Juan el Bautista bautizo a Jesucristo. La memoria de la historia sobre las destruidas torres de Sion y exclama: ¡Ay mi patria tan bella y abandonada!"¡Revive en nuestros pechos el recuerdo, háblanos del tiempo que fue, canta un crudo lamento!"."¡O que te inspire el Señor una melodía que nos infunda valor en nuestro padecimiento!
Venezuela está destruida como las torres de Sion en aquel momento devastador y culminante que nos recuerda la historia. Su paisaje humano y geográfico lo han desdibujado, convirtiéndolo en un espectro que vaga entre las sombras. El Amazonas pulmón de la humanidad está sometido a un ecocidio sin dolientes. Poniendo en peligro a todo ser viviente. No olvidemos que con la respiración Dios nos trajo al mundo con un grito.
En Venezuela, los apagones eléctricos dañan los pocos alimentos que la gente puede comprar y precipitan la muerte de aquellos seres que están tratando de salvarle la vida en un quirófano. Los venezolanos han terminado por iluminarse con las llamas de las velas que se hunden en las cuencas de sus ojos. Cuántos niños han muerto en los hospitales por no contar con las proteínas necesarias o por no poder ser amamantados por una madre desnutrida, sin leche en sus pezones.
En Venezuela, los ataúdes han desapareado y los cadáveres son enterrados en un saco de piel que es lo último que se llora.
La peor tortura es someter a un pueblo al hambre. La comida, esa ausencia vital para poder existir. Especialmente cuando abundan Bodegones, donde los enchufados y corruptos del régimen, compran las exquisiteces a precios elevados en monedas extranjeras. El dólar, paradójicamente, es la insignia de la dictadura. Mientras la mayoría del pueblo no puede abrir la boca porque no halla que masticar o tragar más allá de la lengua. Por eso muchos hambrientos han terminado por hurgar en la basura, a la búsqueda del alimento que no consigue en su dura y penosa realidad cotidiana.
En Venezuela nadie tiene un poder adquisitivo digno para comprar alimentos, mucho menos, para adquirir medicinas.
Hay un paralelo entre Nabucodonosor y Nicolás Maduro. El primero, rey de Babilonia, y Nicolás Maduro, dictador de la que una vez fue una cubana.
Nicolás Maduro es el dictador de la que una vez fue una república próspera, que se hace llamar presidente y que no es venezolano sino colombiano. La República de Colombia lo sabe, su ambición y capacidad destructiva lo ha llevado a aliarse con el terrorismo internacional para someter a los venezolanos en una cárcel con dimensiones y con el régimen de un campo de concentración. Eso ha hecho que más de 10 millones de venezolanos hayan huido desesperados, hacia un exilio con el que buscan vencer la incertidumbre y la nostalgia de regresar a la patria amada cuando se conquiste la libertad. No es Justo (o es consecuencia) que está tragedia acontezca en la patria del libertador(¿?) Simón Bolívar que liberó (o condenó) buena parte de un continente.
Desde entonces, hoy el paisaje de la patria venezolana luce desolado, deprimido, impotente y triste. Desilusionado de fraudulentas y engañosas elecciones. ¿Quiénes robaron su riqueza?, ¿Quiénes la alegría de su gente? Preguntas que resultan y que tienen su respuesta en este libro. Cara E 'Crimen, escrito por Pablo Medina.
"Recuerda el río Jordán donde Juan el Bautista bautizo a Jesucristo. La memoria de la historia sobre las destruidas torres de Sion y exclama: ¡Ay mi patria tan bella y abandonada!
"¡Revive en nuestros pechos el recuerdo, háblanos del tiempo que fue, canta un crudo lamento!".
"¡O que te inspire el Señor una melodía que nos infunda valor en nuestro padecimiento!
Cara E' Crimen, de Pablo Medina, es un libro excepcional que hace un trazado profundo y vital por lo histórico, social, existencial, y por las causas erráticas que propiciaron los protagonistas que le infligieron una de las heridas más dolorosas a Venezuela y que nos compromete restaurar hoy, sin olvido, venganza ni impunidad, a sangre derramada que pudo ser la nueva generación, nos los reclama desde las largas avenidas donde protestaron por mas allá de dos décadas, de los antros de torturas que fueron convertidos en tumbas heladas, de aquellos fusilados en los cerros por ser los más pobres y desvalidos, pero desde donde también acecha la rebelión de un bravo pueblo que la actual narco tiranía de Nicolás Maduro teme con horror.
Oswaldo Muñoz
Introducción
Historiadores y amistades cercanas como el profesor Eduardo Guzmán, el periodista Napoleón Bravo, la periodista y profesora Ángela Zago, el empresario y líder Luis Ortiz, Freddy Solórzano, mi estimado sacerdote y amigo José Palmar. Así, como sociólogos. internacionalistas y conductores de programas de medios de comunicación, reiteradamente me han preguntado con perspicaz curiosidad, el por qué, yo, en el año de 1994, cuando le abrieron las puertas de la Cárcel de Yare, a Hugo Chávez, ya lo rechazaba y no ocultaba mi molestia y desazón al liderazgo del que fuera candidato y futuro presidente de Venezuela para 1998. Esta es mi respuesta:
"Porque conocía de antemano su prontuario; y no me era ajeno que Hugo traía oculto en su buche un pacto de sangre con bandas criminales a quienes liberó en forma inmediata de la Cárcel de Yare. Cumpliendo así con su juramento: y los mantuvo bajo perfil a lo largo de su gobierno".
Como yo conocía al personaje lo suficiente, me permito puntualizar que Chávez, carecía de una visión de estadista. Más bien, era un intérprete de solapa. Desconocía con exactitud la historia de la gesta de nuestros héroes independentistas, y, de allí, que fabulara con persistencia fechas inexactas de la épica de Simón Bolívar. Este personaje faltaba al compromiso de la palabra empeñada. Sufría de una continencia verbal por el abundante litio metal que le suministraba el psiquiatra Edmundo Chirinos, a fin de, equilibrarle y apaciguarle su bipolaridad. Tratamiento que no le era suficiente para domesticar el impulso permanente de la manipulación de la cual hacia gala.
"Se creía el Florentino del poeta Alberto Arvelo Torrealva, pero asumía con gran satisfacción la personalidad del Diablo como un futuro Giuseppe Fannelli que habría de ser castrato hacia el oscuro destino que lo esperaba y desconocía".
Igualmente, creía personificar al Libertador Simón Bolívar, pero actuaba corno el "Boves el urogallo" de Herrera Luque; y, de Eduardo Guzmán Pérez. Pienso. que descubrió que no podía alcanzar la profundidad del lenguaje y su dimensión ética que compromete a aquel que tiene una voz propia, la verdadera voz del pueblo. Por eso, se agarro como un clavo ardiente en forma desproporcionada y grosera del célebre músico y poeta falconiano Alí Primera.
De la misma manera. en sus discursos. apelaba a las dolorosas y profundas páginas de Los Miserables de Víctor Hugo, dizque para justificar, que, el que tiene hambre tiene derecho a robar. Chávez fue siempre la fórmula sibilina que, en nombre de los pobres, reiteró para que sus civiles y generales le entraran a carrillo batiente al tesoro petrolero de la Republica. En algunos momentos podía derivar al vejamen o a la procacidad dirigida a sus opositores o enemigos, o incluso a su propia esposa Marisabel Rodríguez cuando en un acto público en cadena nacional, la amenazó con esta frase: "Esta noche le daré lo tuyo". Quizás porque su lactante vital que lo movilizaba era un hondo resentimiento y odio, el cual fue sembrado en la primera familia que lo había procreado y fundado. Aunque sus carencias lo habían convertido en un cultor del engaño permanente.
Recuerdo que el legendario guerrillero Douglas Bravo, quien deambulaba por el pías, quedó encantado con el joven militar sin conocerlo a fondo: y se ilusionó con la idea de que ese cadete pudiera redimirlo al convertirse en una punta de lanza dentro de las Fuerzas Armadas para crear un movimiento cívico militar. Pero Hugo se apropió con desfachatez del movimiento "El Tercer camino" y la idea programática del viejo guerrillero.
"El Árbol de las Tres Raíces" que lo apartaría, según Hugo, del capitalismo, el socialismo clásico y lo llevara a un proyecto que no culminó en nada, sino en la completa destrucción de Venezuela, que era lo que ansiaba su mentor Fidel Castro. De manera que el traidor Chávez burló esa promesa del comandante guerrillero, y, se embarcó en una conspiración donde los militares comandados por su generación jugarían el rol principal: y, su figura aparentemente estelar de un proceso que causaría la defenestración de las bases republicanas, con sangre, dolor y un torrente de lágrimas. En ese torbellino. era una Pieza, un simple peón de fuerzas superiores, que se movía en la oscuridad con suprema astucia y habilidades en el ajedrez político militar a la caza de las oportunidades que se le presentaran.
Había momentos en que Hugo Chávez parecía hablar para sí mismo, en una especie de trance que lo conducía a un onanismo narcisista. Se creía la encamación de Simón Bolívar, y, en reuniones con sus íntimos, exigía respeto ceremonial para tres sillas. porque consideraba que en ellas se encontraban presentes, los espíritus del maestro Simón Rodríguez, de Ezequiel Zamora y Simón Bolívar. Amaba el mito que no podía ser y que lo llevó a desterrar y profanar los restos del Libertador para configurarle un nuevo rostro que se pareciera más al suyo. Especialistas de la medicina anatomopatológica, y expertos informáticos de la configuración virtual, se dedicaron a crear la imagen que quería el obcecado de Sabaneta de Barinas. Entre los restos de una tumba buscaba una heredad que no le pertenecía. Un legado inmerecido. Un vestigio que desconocía su ADN. Quizás hubiese querido que su abuelo, un legendario cuatrero de carretera llamado Maisanta, hubiera tenido la estatura moral y libertaria de Simón Bolívar. Por eso trató de catapultarlo a prócer fundamental de su destino que consideraba libertario.
Pero, cuando un compañero militar lo cuestiono en su despropósito, Chávez se vengo de lo que considero una afrenta del crítico oficial, y ordenó que el mayor Adames fuera atropellado por un automóvil en las sombras de la noche. Esa fue una de las primeras rivalidades e instintos criminales conocidos, que ya se gestaban en aquel hombre. Este asesinato, fue lo que motivó a que su suegra, madre de la que fuera su pareja sentimental y confidente de Hugo, la historiadora y analista política venezolana, Herma Mercedes Marskman, lo bautizara con el alias "Cara E 'Crimen". A quien la profesora, en su obra "Chávez me utilizó", lo describe corno un hombre carente de valores, principios, codicioso, ingrato, traidor y asesino (todo un psicópata sociópata).
De tal manera que, Hugo Chávez habla comenzado a sembrar el miedo en sus más cercanos. Necesitaba que se le temiera. Entonces, se propuso ser una influencia entre las tradiciones históricas y la metafísica de los brujos que lo invitaban a sacrificios de sangre en los que se bañaba. Así por igual, comenzó a sobornar la incondicionalidad de sus allegados "nomas" llegar al poder. La boina roja militar sería su símbolo, a partir del momento en que lo nombraron comandante de uno de los batallones de paracaídas que le brindaría la oportunidad de llevar a cabo el golpe de Estado, que, desde hacia más de diez años, fraguaba. Ya era teniente coronel.
Pese a que en los Servicios de Inteligencia existía la sospecha; y hasta las pruebas de que, a las sombras, Hugo Chávez planificaba un Golpe de Estado. Sin embargo, siempre se le subestimaron sus ansias de poder. No evaluaron su astucia y su capacidad de sobrevivencia. Fue en 1974, cuando el expresidente Dr. Caldera a solicitud de su padre, el maestro Hugo de los Reyes Chávez, le solicitó personalmente al presidente en funciones Carlos Andrés Pérez, que no lo dieran de baja. Aun cuando el informe elaborado por el grupo de inteligencia al servicio del Comando General del Ejército, basado en la Ley orgánica de las Fuerzas Armadas (LOPA encontraron que, por su pésima conducta había motivos suficientes para despedirlo. De manera, pues, que el juramento que había hecho con su facción ante el árbol centenario de la independencia republicana volvería a florecer, y, a dar sus frutos. Pero serian los frutos más amargos que consumiría la nación venezolana.
Para colmo de males, Chávez destruyó la gramática de la comunicación donde se sustentaba el civismo y el arte de la política. Jamás hubiese podido escribir una carta, diario o proclama al estilo de Simón Bolívar. Ese prócer que no solo fue un estilista de la espada, sino que también, fue cultor del arte de juntar las palabras con lúcida brillantez. Por cierto, el general O'Leary, irlandés de nacimiento, quedó asombrado no solo por la cantidad de correspondencias, decretos y proclamas del Libertador al recopilarlas, sino por la elegancia propia de las mismas. La prosa estética que dimensionaban sus escritos hacia la posteridad. En la político como en la guerra, ninguno como Simón Bolívar, llegó a comprender y a potenciar valores de trascendencia apolíneo que apostaba el movimiento romántico hacia el porvenir.
Hugo Chávez intentó tornar el poder en 1992; sin embargo, fue el único de los comandantes de la facción conspiradora. que no logró el magno objetivo militar que se planteó como meta estelar. Se refugió en el museo militar (Actualmente Cuartel de la Montaña) con un parque nutrido de armas y tropas, más que suficiente, para lograr lo que era su finalidad, tomar El Palacio de Miraflores. De allí no salió como si el museo militar fuese el escaparate donde lo escondía la abuela. La debilidad como una pulsión inconsciente al temor a la muerte o al castigo posterior como una paliza materna devenida, lo previó; y, no le quedó otra alternativa que rendirse, sin combatir, no sin antes de pronunciar un discurso a su tropa desconcertada ante la decisión de abdicar, y, lo único que pudo mostrar a sus soldados fue la máscara de su llanto.
Desgraciadamente, un minuto que le dieron después en la televisión, convertirían su fracaso militar en un exalto político. No se cumplió lo que había ordenado el presidente de la Republica Carios Andrés Pérez, de no permitirle acceso a la tribuna televisiva, pero grabada antes, para que llamara a deponer las armas a todos los conjurados que aún se resistían. Esto no se cumplió porque el Ministro de la Defensa, el General Ochoa Antis, quien juntamente con el Alto Mando Militar le abrió las puertas de la historia de llevarlo a la televisión desobedeciendo las órdenes dictadas por el Presidente Pérez, que se entero de la decisión de esta contraorden cuando ya el mito comenzaba a transmutarse en héroe.
El pueblo manipulado comenzó a considerar a Hugo Chávez corno el héroe que era y simulaba. En los estadios de béisbol lo coreaban. Era el personaje de una de esas telenovelas que había socializado el cuerpo emocional de la mayoría de los venezolanos. Los supuestos valores del suertudo "cuatriboleado" se reafirmaron. Un acto fallido que pagaría caro la República de Venezuela por la televisión, ya que era para la mayoría de los venezolanos, la deidad de la fantasía y el regocijo que los mantenía lejos de la comprensión política de su propio país. Es decir, todo lo que salta en tos medios televisivos, era la representación o proyección del inconsciente colectivo del pueblo venezolano. Pocos connacionales advirtieron la sombra negra que cambiaría el destino democrático republicano.
Es necesario destacar, que Chávez padecía de una frustración "la imposibilidad de no haber logrado ser el soldado que le hubiera gustado ser. La abuela fue su único refugio afectivo donde lograba protegerse de los horrores matemos. Después sería Fidel Castro, quién vino a sustituir la figura paterna que le hacia falta. Para Hugo, el dictador y tirano cubano encarnaba la aureola de la historia. Protectorado que también le permitiría entrar en ella, donde se enseñoreaba con cualquier tropelía o apocalipsis que pudiera desencadenar. Casualmente, hay una imagen emblemática que colmó los medios de comunicación del mundo, en el que aparecía el comandante Chávez, desde el aeropuerto Internacional Simón Bolívar, despidiendo el avión donde volaba su ídolo de regreso a Cuba.
De pronto el soberbio presidente de Venezuela, revestido de verde oliva estaba violentando lo dispuesto en la ley orgánica delas Fuerzas Armadas, en cuanto al uso del uniforme y símbolos, ya que era un oficial dado de baja. Su sentencia firme, lo que le impedía utilizarlo: y con su boina roja, en una especie de frenesí desbocado, con los ojos nublados en lágrimas, comenzó a lanzarle besos a su icono que ingresaba entre las nubes del cielo. Nunca en la historia presidencial de Venezuela, ningún estadista había hecho público su amor por otro estadista. Probablemente, Hugo Chávez veía en Fidel a Alejandro Magno, mientras él se consideraba un "Hefestión Amintoros", el general predilecto del Macedónico en cualquier campo de batalla. Entonces comenzó a imitarlo. Empezó a hablar con un tonillo cubano. Prosperaban sus discursos maratónicos. Se contenía de orinar o excretar en esos largos discursos públicos o multitudinarios. Pero cuando la necesidad era excesiva buscaba desahogo. Para ello, ya tenía puesto un instrumental logístico para aliviar sus esfínteres.
Hugo descubrió que con su protagonismo enfermizo e incontinencia verbal podía hacer y deshacer La mentira fue su arpa y elwn1do de las maracas el hechizo del cascabel una característica que le servirá para gobernar, entre la mano dura del resentimiento y el sentimentalismo piadoso que promovieron las telenovelas. Al estilo de Juan Domingo Perón y Evita. quienes fueron los precursores de una de las cualidades del populismo que se instalaría en Venezuela, a través de un medio de comunicación, y que convirtió al pueblo en una masa postrada y embelesada en la estupidez de la televisión. Era la nueva forma de sembrar la política de aquel entonces.
Traigo a colación, que, en la última década de la democracia representativa venezolana. un canal de televisión logró subir el rating, gracias a una telenovela que abogaba por la destrucción de los corruptos partidos políticos sin mostrar las alternativas reales. Chávez, capaz de venderle el alma al diablo en ese progresillo contexto de desarrollo de su personalidad patológica, se convirtió en una figura televisiva. Grupos económicos y medios de comunicación aprovecharon esa fisura de su personalidad que rayaba en la ambigüedad. Se dieron cuenta de que estaban ante un militar que no practicaba la ética, y carecía de valores y principios de honor. Era un ambicioso demagogo que había ingresado a la Academia Militar a cumplir la encomienda de una organización, que sabiéndose derrotada por el ejército venezolano, optó por fraguar con el tiempo un golpe de Estado contra una democracia ya debitada. El tráfico de influencia, el nepotismo y la ineficiencia en el ejercicio de la conveniente gobernanza, corroída por la corrupción, y que no tenia la fortaleza necesaria para enfrentarla. Los dos partidos que gobernaron esta supuesta "democracia" por cuarenta años la fundaron sin principios libertanos e ideales auténticos, sino bajo la premisa de la renta petrolera que la hacía tentadora para la corruptela de sus gobernantes.
El tiempo tiene la virtud de limpiar los espejuelos, y, simultáneamente, hacer desaparecer las sombras chinescas que no permiten calibrar la dimensión del pasado histórico de una nación, que al analizarlo; y ver en retrospectiva los acontecimientos, siempre habrá cambios de pareceres. Con el transcurrir del infinito y poderoso tiempo, agrega nuevos elementos que no apreciabas en el momento del fragor cotidiano. Por ejemplo. en el año de 1993 se produjo un cruce de caminos determinados por tres figuras que tenían un origen común, a pesar de que uno fue un militar, el segundo un abogado y el tercero un trabajador.
Es curioso que estos tres personajes conformaron un triángulo decisivo de la historia contemporánea venezolana; y, que los tres hayan padecido o sufrido del mismo mal. Nos referimos a una orfandad o ausencia total de sus progenitores en sus vidas infantiles que los marcó a cada uno en sus respectivas personalidades para el resto de sus vidas. Cómo interpretar que el Dr. Caldera no haya aceptado, por ejemplo, su derrota en el partido Copei del cual había sido su fundador, pero si, aprobar luego, el apoyo de una colección de electores "El chiripero como él mismo los llamó, para aspirar por segunda vez a la presidencia de la República, mediante un vulgar fraude, en los comicios de 1993, los cuales fueron respaldados por grupos de poder, que ante la opinión estaban cuestionados moralmente. Desde luego, no deja de ser meritorio sus logros alcanzados en su larga vida política. incluyendo su primer gobierno que fue aceptable en el complejo mundo de la historia. Es público y notorio que el vacío paternal y maternal de Rafael Caldera fue llenado por una familia honorable del brillante escritor y abogado Dr. Juan Liscano.
Las acciones desde la cárcel de Hugo Chávez dirigidas a entorpecer el ascenso de la Causa R y la candidatura de Andrés Velázquez llamando a la abstención de los comicios en diciembre de 1992; y también en 1993. De esta manera movió los hilos para que me enjuiciara la Corte Marcial por unas armas que fueron robadas en el Fuerte Tiuna por el teniente Bracamonte. Quien había cumplido órdenes del propio Hugo de culparme a mí. Es conocido que el Dr. Caldera estaba al tanto de la acción militar del 4 de febrero de 1992. También tengo información, que, por orden suya, un allegado de su confianza le entregó a Chávez, antes del alzamiento, los equipos de comunicación que necesitaba para tal fin. Pienso que, el gran beneficiario fue el Dr. Caldera, quien aprovechó el preciso momento en que se debatía el intento golpista en el Congreso Nacional, para reforzar su candidatura presidencial; y al mismo tiempo, terminar de demoler la "IV República", y, supuestamente, el teniente coronel era la mejor opción para esta tarea, pero no observó que este militar no tenía los kilates de ser el constructor de un país democrático; sino de un destructor como lo hizo Fidel con Cuba.
Igualmente es público su compadrazgo con el padre de Hugo Chávez; y la utilización de su influencia para que ingresara a la Escuela Militar.
¡Qué casualidad!, tanto el Dr. Caldera como Hugo Chávez eran al mismo tiempo pacientes del psiquiatra Edmundo Chirinos en su clínica donde atendía a enfermos mentales en el Cedral en Caracas.
Eso explica, en cierto sentido, la orden emitida para otorgar la libertad a Hugo Chávez. Desde luego, no se puede desconocer que la mayoría de los venezolanos estaban identificados con este militar golpista y clamaban por su liberación.
Es importante subrayar, que, en esas mismas elecciones presidenciales de diciembre de 1993, participaba Andrés Velásquez, candidato impulsado por la causa R; y que fue quien ganó, pero, extrañamente no las defendió, a sabiendas, que una fuerza militar muy importante estaba conectada con su candidatura. Pero, a la hora de los hornos, no fueron Invitados a defender su impresionante triunfo. Era un número de oficiales activos muy respetados. Entre ellos figuraban los Coroneles Medina Rubio, Carlos Quintero Gamboa, Emilio Arévalo Bracho, y el General Alberto Müller Rojas, que han podido ser la diferencia, y, que además, tenían la capacidad para exigir el respeto al resultado electoral; y, al mismo tiempo, su participación hubiera servido para rechazar el fraude organizado por el Ministro de la Defensa Radamés Muñoz desde la Escuela Militar, donde ocurrió tocio el escrutinio de votos finales, utilizando al personal de alumnos de esa Academia; y, por supuesto, a los factores de poder. Nos llamó la atención, que, por primera en su historia, el Consejo Nacional Electoral (CNE) no emitió en esa noche de las votaciones, los obligatorios boletines con los cómputos electorales señalando el ganador de esa justa electoral.
Con relación al comentario antes mencionado sobre el fraude electoral ocurrido en 1993, recuerdo al mocho Ledezma, quien fue una persona muy cercana al Dr. Caldera; y muy amigo del general Rubén Rojas, yerno de Caldera, quien ocupaba el cargo de jefe de la casa Militar. Entonces, cada vez que me encontraba con el mocho Ledezma, me decía ese enano, refiriéndose a Andrés Velásquez, es muy corrupto. Hasta que un día lo emplacé:
- Dime, ¿Por qué aseguras que Andrés Velásquez es corrupto?
- Me respondió:
- Bueno, porque él entregó las elecciones. Rubén Rojas primero lo amenazó; y luego, a los días le dio la suma de más de doscientos millones de bolívares.
Para esa época, esa cantidad en bolívares era millón y medio de dólares. Eso mismo ocurrió las dos veces que fue candidato a la gobernación de los estados Anzoátegui y Bolívar. Tres veces ha ganado y tres veces se ha rendido. Esa inconsistencia política y falta de valor del propio Andrés Velásquez, quien permitió que se frustrara el primer punto de inflexión que hubiese cambiado la democracia venezolana secuestrada por el bipartidismo que no seguía los principios originarios liberales. Quizás por eso, los partidos oficiales se dividieron y algunos militantes emigraron hacia las agrupaciones políticas izquierdistas, que ingenuamente estaban seducidos por la revolución cubana y el paradigma de la insurrección de herencia estalinista.
Mientras la intelectualidad de Caracas se movilizaba entre su característica, su ambigüedad. Por un lado, en los recintos universitarios era casi obligatorio estudiar los manuales del marxismo leninismo, para acallar el pensamiento de Hana Arendt, Albert Camus, Alexander Solsenisky, El Profeta Armado, el Profeta Desarmado y el Profeta Desterrado, Auge y Caída del Tercer Reich. etc. Ejemplos reveladores de lo que había sido el totalitarismo del nacional/socialismo, pero también del estalinismo que creó una cabeza de playa en Latinoamérica, con la aparición de la revolución cubana. Probablemente, el misterioso destino de estos tres hombres sería lo que cambiaría el destino de una nación. El de un primer niño criado por otra familia como es el caso de Rafael Caldera, el de aquel segundo niño encerrado en un escaparate presa del llanto o del terror (Hugo Chávez), y el del tercer niño que había de nacer en el desamparo de un cementerio (Andrés Velásquez) tal como lo confesó en su biografía.
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