EL Rincón de Yanka: "MORIR A MANOS DE LOS NUESTROS" por JESÚS LAÍNZ 👥💀 LOS ESTADOS, LOS GOBIERNOS Y LOS POLÍTICOS SON NUESTROS VERDADEROS ENEMIGOS.

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viernes, 25 de julio de 2025

"MORIR A MANOS DE LOS NUESTROS" por JESÚS LAÍNZ 👥💀 LOS ESTADOS, LOS GOBIERNOS Y LOS POLÍTICOS SON NUESTROS VERDADEROS ENEMIGOS.


Morir a manos de los nuestros

Los cinéfilos recordarán la escena de Braveheart en la que William Wallace, tras la inesperada traición de los nobles escoceses en la batalla de Falkirk, sale en persecución del pérfido Eduardo I Zancos Largos. Un guarda personal del rey inglés se vuelve para defender a su señor del ataque del caudillo escocés, y cuando éste le desarma y le quita el yelmo para degollarle, se lleva la sorpresa de que se trata de Robert Bruce, heredero al trono escocés y última persona que debería estar defendiendo a su gran enemigo inglés. Mel Gibson consiguió representar la incredulidad y descorazonamiento de quien creía servir a un señor que, en el momento crítico, con la victoria al alcance de la mano, se demostró traidor a los suyos y servidor de su enemigo.

Salvando las distancias de tiempo y circunstancias, parecido es lo que han experimentado millones de españoles en demasiadas ocasiones durante las últimas décadas. Por ejemplo, cuando a Rajoy le tocó enfrentarse al golpe de Estado de 2017, en vez de sofocarlo contundentemente y aprovechar la ocasión para restaurar el imperio de la ley barriendo el régimen totalitario impuesto en Cataluña, se burló de toda España con aquel 155 de pacotilla que no sirvió para nada y que tardó muy poco en devolver el poder a los separatistas. El rey Felipe VI, por el contrario, cumplió con su deber y devolvió a los españoles la confianza en sus instituciones. Pero también aquello fue efímero, puesto que no ha tardado en demostrar, en el mejor de los casos, su impotencia para aguantar la arremetida golpista de izquierdistas y separatistas. Probablemente acabe pagándolo con su corona, pues pocos van a seguir apoyándole.

En 1996 Torcuato Luca de Tena le dedicó un laudatorio artículo, * "La invasión tercermundista", que sería inconcebible en el ABC woke de nuestros días. Lo único que a este humilde juntaletras se le ocurre decir sobre la novela de Raspail es que probablemente se trate del libro más importante que puedan leer los lectores del siglo XXI. Una vez rendida la sociedad y las instituciones francesas, y tras ellas las de los demás países europeos, ante la invasión de millones de afroasiáticos, el último puñado de resistentes, una veintena de civiles y soldados agrupados en una vieja aldea de Provenza, es masacrado por la fuerza aérea francesa puesta al servicio de los enemigos de Francia: «Al fin y al cabo, es mejor morir a manos de los nuestros».

Es comprensible que haya millones de personas en toda Europa que todavía no se han dado cuenta de que sus respectivos Estados son los peores enemigos de sus respectivas naciones. Pero poco a poco otros muchos van sacudiéndose la estupefacción y comprendiendo que, por primera vez en la historia, los gobiernos de los países occidentales no tienen interés en perpetuar la existencia de sus naciones. No sólo eso, sino que desean su desaparición.

El poder ejecutivo, el legislativo, el judicial, los medios de comunicación, los creadores de opinión de masas, todas las instituciones, entidades y personas con poder e influencia reman en la misma dirección hacia la autodestrucción de Europa. Porque Europa ha sido condenada a muerte para que otros vengan de fuera a repoblarla y refundarla según principios religiosos, jurídicos, morales y culturales muy distintos. En el mejor de los casos, de Europa sólo quedará la denominación geográfica.

En España somos expertos en despreciar a las víctimas y homenajear a los asesinos; en procesar a los defensores de la ley y adorar a los golpistas. Medio siglo de ETA nos ha convertido en campeones mundiales de esta vergonzosa disciplina. Y el trato privilegiado dado a los protagonistas del golpe de Estado catalanista ha puesto la guinda de la infamia.

Pero lo de ahora está a otro nivel. Por toda Europa los gobiernos, las policías y los jueces desprotegen y oprimen a los europeos y protegen y benefician a los llegados de fuera, criminales incluidos. No habrá que combatir contra ningún enemigo exterior. Serán nuestros gobiernos los que nos persigan. Nuestros medios de comunicación, los que nos difamen. Nuestros policías, los que nos detengan. Nuestros jueces, los que nos encarcelen. Nuestros ejércitos, los que nos disparen. Y quienes sigan sin comprenderlo, estén atentos a las noticias. Antes o después lo comprenderán.
* Quien escribe lo que sigue no es ningún ultra que ande dando cadenazos a los inmigrantes por la calle, ningún fanático que escupe su odio fascista contra un mundo que no entiende. Se trata de un texto de Torcuato Luca de Tena, periodista y escritor, miembro de número de la Real Academia Española, ya fallecido. Esto apareció en su día en el ABC, periódico que su familia fundó a principios del siglo XX. No creemos capaz a ese diario de reproducir hoy lo que dejó escrito el ilustre periodista español bajo el título de: “La invasión tercermundista”, que reproducimos para ustedes.

“Todo hombre y toda nación tienen el sagrado derecho de preservar sus diferencias y su identidad en nombre de su futuro y en nombre de su pasado.
Y esto lo proclamamos ante el riesgo que supone para Occidente la invasión pacífica de Europa por los indigentes del Tercer Mundo.
Podemos precisar: por respeto a su pasado y por prevención de su futuro. Por respeto a su pasado, porque toda nación es como una nave ya anclada en la Historia con unas características determinadas -idioma, costumbres, religión, familia, tradición, escala de valores- cuidadosamente preservadas a través de los siglos, y que conforman su personalidad única y diferencial.

Y por prevención de su futuro, porque no es admisible que una sola generación, en nombre de unos principios pasajeros, de ética dudosa (aunque se ampare en ella) transforme de un plumazo la idiosincrasia de pueblos viejos y gloriosos que son su ciencia, investigación, audacia, descubrimientos y modo de ser, han ido elevando la dignidad de la especie humana a límites impensados. Esto es Europa: no un espacio geográfico determinado, sino una cultura en que cada uno de sus miembros jugó en su día un papel determinante, como si se hubiesen distribuido la especialidad del trabajo para transformar a la especia humana en algo muy superior a su condición animal: cuna del genio y del ingenio; de los descubrimientos geográficos, químicos, biológicos, físicos, astronómicos, atmosféricos y técnicos; traductores y enunciadores de las leyes de la Naturaleza;
domadores y primeros usuarios de las ondas invisibles, el sonido y la electricidad que pueblan el espacio; taller inmarcesible de todas las artes; inventores del derecho internacional, civil, penal y político; pioneros del espacio extraterrestre; creadores del Estado moderno; fuente de riqueza y templo del bienestar.

Todo ello está en riesgo de esfumarse, como niebla movida por el vendaval, si no se toman serias medidas comunitarias contra la lenidad en la aplicación de las leyes de inmigración. Europa es un formidable foco de cultura y prosperidad que irradia su luz sobre el resto del planeta, pero es un territorio mínimo frente a una inmensidad poblada por diez mil millones de seres de los cuales las nueves décimas partes pertenecen a lo que se ha querido llamar Tercer Mundo. La raza europea y sus prolongaciones en América y Australia son como una leve mancha de piel blanca, como la Vía Láctea en el firmamento, frente a la dermis afro-asiática-polinesia-americana del resto de la Tierra.
Pero no se trata de hacer la apología de la raza blanca en detrimento o menosprecio de las de color. Se trata de defender un espacio cultural y político -Europa- de una invasión foránea de indigentes (si no lo fueran se quedarían en sus países) cuyos individuos son de evidente inferioridad cultural, educacional, higiénica y sanitaria, de otras costumbres, de otras religiones, con otra escala de valores, otros gustos y un muy diferente sentido reverencial del trabajo.

Asombra, pasma enumerar lo que ha hecho Europa en el mundo y para el mundo, y estremece pensar que todo ello puede perderse, difuminarse, obscurecerse -la piel también, ¿por qué avergonzarse de ello?- con la invasión pacífica de genes extraños que no portan con ellos ni el amor a la superación, ni la veneración al trabajo bien hecho, o simplemente al trabajo.
Hay que poner un freno a esto. No sólo con la expulsión automática de los ilegales “sin posibilidad de reinserción por haber violado una vez las leyes del país”, sino con el uso de una extrema prudencia en la concesión de los permisos legales de inmigración, con la mirada puesta exclusivamente en las estadísticas y necesidades legales de mano de obra, y en la defensa de los superiores intereses del país. Pues, lo repetimos una vez más, todo hombre y toda nación tienen el deber sagrado de preservar sus diferencias y su identidad en nombre de su futuro y en nombre de su pasado".
Torcuato Luca de Tena 
(ABC, 28/12/1996).

A poco más de una quincena de años de aquella sensata advertencia, podemos constatar el fracaso estrepitoso de todas las políticas seguidas en materia de inmigración en España en ese tiempo. Pagaremos muy caro esos errores, que son los de toda una sociedad, el fracaso colectivo de una nación… y de un continente. El derrumbe también de un modelo de civilización insostenible y
suicida: 
la religión de los "Derechos del Hombre", el “antiracismo” institucional y sus derivados: la diversidad, la apertura al otro, el arrepentimiento perpetuo, la culpabilización, el etnomasoquismo, la feminización de Occidente, la castración del hombre blanco…

***

LOS ESTADOS, LOS GOBIERNOS Y LOS POLÍTICOS
SON NUESTROS VERDADEROS ENEMIGOS.

"EL ESTADO ES PEOR QUE UNA MAFIA.
ES MÁS GRANDE, MÁS CRIMINAL
Y ADEMÁS TIENE ESCUELAS MEDIOS PALANGRISTAS.
UNA MAFIA NORMAL TE ROBA PERO TE DEJA EN PAZ".
MIGUEL ANXO BASTOS

EL PUEBLO LO PAGA TODO.
EL ESTADO LO ROBA TODO.

VER+:

EL ESTADO ES NUESTRO ENEMIGO, ES LA REPRESENTACIÓN DEL DIABLO 👿👥 por JAVIER MILEI





Sí, los enemigos también están dentro. Son los que piensan que Occidente ha sido una basura que ha contaminado al resto del planeta con su economía, religión, política y cultura. Son esos que sostienen que Europa fue una máquina de explotación que debe desaparecer como civilización para dar cabida a los supuestamente explotados. Son todos aquellos que aquí quieren cancelar museos, escritores y artistas porque les resultan «machistas» o «esclavistas». Son los que laminan los programas educativos y universitarios para ahormarlos a su ideología woke, o que censuran las opiniones y el lenguaje que no coincide con el dogma del progreso. Todos estos han enfermado a Europa. Son una plaga como lo fueron los totalitarios del siglo XX, aquellos fascistas, nazis y comunistas que castraron la libertad como identidad de Europa para construir una civilización nueva ajustada a su ideología excluyente e «indiscutible». 

2 comments :

Anónimo dijo...

Grande don Torcuato Luca de Tena

Anónimo dijo...

La diputada pepera ana belén vazquez....¿se averguenza, ahora de su condición de policia nacional, de la que presumía antaño? ¿ahora dice "funcionaria" a secas en tv?