EL Rincón de Yanka: MENSAJE PROFÉTICO: "LA HORA DE LA DECISIÓN" y "UN LLAMADO A TODOS LOS HIJOS DE DIOS" y "ES HORA DE UNIRSE A MI EJÉRCITO": UN LLAMADO A LOS SACERDOTES Y OBISPOS

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domingo, 10 de marzo de 2024

MENSAJE PROFÉTICO: "LA HORA DE LA DECISIÓN" y "UN LLAMADO A TODOS LOS HIJOS DE DIOS" y "ES HORA DE UNIRSE A MI EJÉRCITO": UN LLAMADO A LOS SACERDOTES Y OBISPOS





Un llamado a todos los hijos de Dios 
y Es hora de unirse a mi ejército:
un llamado a los sacerdotes y obispos
MISIÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Recibido el 22 de febrero de 2024
Mensaje recibido en español por Sor Amapola

[Este Mensaje fue dictado a la Hermana en español y esta es su traducción al inglés. NOTA: Este Mensaje incluye varias notas a pie de página. Las notas a pie de página no son dictadas por Dios. Los agrega la hermana. A veces, la nota a pie de página es para ayudar a aclarar al lector el sentido que tiene la Hermana del significado de una determinada palabra o idea, y en otras ocasiones para transmitir mejor el sentido del tono de Dios cuando habla.]
[de Dios Padre]

A Mis hijos esparcidos por el mundo – Vuestro Dios os habla desde el pequeño Cerro santo, Nuestro nuevo Tepeyac.
Ha llegado el momento, hijos Míos, de llamarlos a unirse a Mi ejército, el ejército que He formado y forjado en el silencio, en lo oculto, con innumerables pruebas, sacrificios y sufrimientos.

Cuántos pequeños batallones he formado en todo el mundo, en cada continente. Como cisternas de agua pura para dar vida a Mis hijos hambrientos y abandonados. Hambrientos de la Verdad, hambrientos de Mí – y abandonados por aquellos que se han convertido en piedra de tropiezo para Mí: 

Mis hijos sacerdotes, a quienes les he dado el mandato y la misión de cuidar de Mis ovejas, de protegerlas y nutrirlas con Mi Sagrado Alimento.

Pero estos pastores se han quedado dormidos y os han abandonado, hijos Míos, a la gran mayoría de ellos.

Tengo Pastores fieles – la alegría de Mi Corazón [1] – que, unidos a Mi Jesús, trabajan incesantemente para guiar a Mis ovejas a Mi redil. Y cómo son odiados y perseguidos. Recibirán la corona del martirio por este testimonio y trabajo en Mi honor.

Mi Voz está a punto de tronar para despertar a Mis hijos dormidos [2], ebrios del mundo y de las mentiras de Satanás.

No reconocen los tiempos, no reconocen Mi Voz y Me son INÚTILES.
Pero los despertaré con el trueno de Mi Voz.
Hijos Míos, ustedes que sufren al ver la devastación de Mi Iglesia, al ver el mundo completamente dominado por Satanás y sus cohortes – levanten sus ojos y sus corazones hacia Mí, hijos.
Me habéis llamado y vengo.
Habéis sido fieles, y ahora os demuestro que YO SOY vuestro DIOS FIEL.
Fieles a Mi Palabra. Fieles a Mi Verdad. Fieles a Mi Amor por vosotros.
Vengo, hijos, a restaurar lo Mío.
Vengo, hijos, a tomar posesión de lo que Satanás, en su infinito orgullo, quiso arrebatarme.
Vengo, hijos, a reconquistar vuestros corazones y los corazones de todos Mis hijos.

Alzad los ojos, hijos, y esperadme.
Elevad vuestros corazones, pequeños Míos, y confiad en Mí.
Levanten sus corazones y Me verán.
No tengas miedo.
Tu Dios se levanta en tu nombre.
Permaneced en Mí y no temáis.

________________________

[Continuación el 26 de febrero de 2024]

Escribe ahora, hija, para Mis hijos Sacerdotes [3].

Aquellos que, en lugar de ser Mis más estrechos colaboradores, mis más dóciles y fieles instrumentos, Mi descanso, se han convertido en un estorbo muy grande; almas de ladrones, robando a Mis hijos lo que les corresponde como herederos y por necesidad: Mi Gracia, Mi Guía, Mi Luz, Mi Perdón. Almas rebeldes a Mi Voz, almas perezosas. Almas que, habiéndome perdido, no Me buscan. Aventurándose cada vez más en la oscuridad, le dan la espalda a Mi Luz.
Se secarán y se marchitarán más que la higuera que maldije antes de entrar en Jerusalén.
A lo largo de los años los he podado y abonado, intentando revivirlos, pero rechazan Mi ayuda.
MI AYUDA. La ayuda la envío como y cuando quiero, como rocío para Mis hijos [4].

¡Ay de aquellos pastores que son un obstáculo y me son inútiles!
Doy una oportunidad más; Les concedo – una última oportunidad – obtenida para ustedes por el sacrificio y la oración de aquellos a quienes han despreciado y abandonado, Mis almas víctimas – en respuesta a ellos les doy una oportunidad más. NO LO DESPERDICIES.
Os esperaré una hora más [5], pero si no respondéis, si no Me escucháis, procederé con Mi Plan, dejándoos a un lado para que no os causéis más daño con vuestra inacción.
Necesito vuestra ayuda, hijos. Te llamé; Os creé para esta Hora, para que me ayudarais y ayudarais a vuestros hermanos. Para que Me llevéis hasta las almas más necesitadas; para que protegáis a Mis ovejas, para que con Mi Poder y autoridad las liberéis de las garras de Satanás. Para que llevéis Mi Paz y Esperanza a la oscuridad de la desesperación, para que alimentéis a Mis ovejas, para que las sanéis.

Hijos, es un trabajo muy arduo. Agotador. Entregando la vida en cada minuto, en cada paso.

TE NECESITO.
DESPIERTEN, hijos.
Vea lo que EN VERDAD está sucediendo a su alrededor.
Salid de los miasmas del enemigo, de sus confusiones y seducciones.
Mi Voz es clara, directa. El sí que es sí y el no que es no.
La Verdad es LUZ.

Hijos, estáis rodeados de mentiras. TE HAN MENTIDO. Y habéis absorbido estas mentiras que son tan dañinas porque oscurecen la VERDAD, y al oscurecer la Luz de la Verdad, todo vuestro ser se oscurece y os distraéis fácilmente, y os volvéis completamente inofensivos para Mi enemigo.

NECESITO HIJOS GUERRERO. SACERDOTES Y SOLDADOS.

Sin miedo en la batalla.
Espada te di [6] el día que fuiste consagrado a Mí, a Mi servicio en Mi Templo. ¿Qué has hecho con eso?
Te regalé una estola blanca y pura. ¿En qué condiciones se encuentra ahora?
Y tus manos consagradas y ungidas, ¿para qué las has usado?
¿DÓNDE ESTÁ VUESTRA FE, hijos?

En lugar de ser la llama fuerte e invencible que os da vida y calor y os convierte en verdaderos colaboradores Míos, habéis dejado que se apague. Sólo veo una pequeña llama aquí y allá, tan pobre y débil.

HIJOS, POR ESO SE HA EXTENDIDO LA TINIEBLA. PORQUE NO HAY FE EN MIS SACERDOTES.

LA FE SIMPLE Y PURA DE LOS NIÑOS.
LA FE FUERTE Y VALIENTE DE MIS HIJOS.
LA FE LEAL HASTA LA MUERTE.
LA FE QUE ES LUZ Y VIDA.
HAS DEJADO QUE SE APAGUE. En vosotros y en Mis hijos.
USTEDES SON RESPONSABLES DE TANTA OSCURIDAD, HIJOS.

Y vosotros, llamados Obispos [7], que debéis ser padres de Mis hijos Sacerdotes, ejemplos y guías, os habéis vuelto mucho peores que los demonios, porque al menos los demonios Me reconocen como Dios, a pesar de odiarme.
Pero ME HAN DEJADO A UN LADO y ME HAN UTILIZADO [8] PARA SUS PROPIOS FINES.
¡Ay de ti! ¡Ay de vosotros si no reconocéis esta última oportunidad! Si no recurréis a Mí, si no reconocéis vuestra culpa y vuestra responsabilidad.
Sí, tienes una responsabilidad terrible. Gigantesco. Y te llamaré a una cuenta.

NADIE SE BURLA DE MÍ.
NADIE SE APROVECHA DE MÍ.

Estás tan cegado que no ves cómo te utilizan y manipulan.
Les hablo a ustedes, hijos Míos, que una vez fueron sinceros en seguirme.
Debo corregirte: es misericordia.
Debo despertarte – es misericordia.
Debo sacudirte: es justicia.

Yo soy tu padre. Y tengo Misericordia. Pero Yo también Soy vuestro Rey y exijo vuestra lealtad y vuestra obediencia.
Y YO SOY vuestro DIOS. NO TE OLVIDES DE ESTO.
Y como DIOS tengo derecho a TODO . Que me des TODO .
Reconsiderar. Escuchen Mi Voz. Estas palabras que te doy AHORA para mostrarte lo que necesito de ti AHORA.

No sólo habéis dejado que el humo de Satanás se infiltre en Mi Santuario; pero habéis permitido que todo un ejército de demonios ocupe vuestro lugar.
Y habéis permitido que en la silla de Mi Pedro se siente el usurpador, quien está ejecutando la Gran Traición que dejará desolada a Mi Iglesia.
Y TÚ LO HAS PERMITIDO.
Y lleváis con vosotros la terrible Responsabilidad de esta horrenda ofensa hacia Mí, vuestro DIOS.
Me habéis abandonado y habéis abandonado a Mis pequeños. Y habéis abandonado a Mi Jesús.
¡Ay de ti!

Hijos, escúchenme AHORA. VUELVE A MÍ AHORA . Dejen atrás sus criterios y reciban MI LUZ. Estás en la oscuridad y no te das cuenta.
Pero Yo, vuestro DIOS, tengo Misericordia.
Yo, vuestro buen Padre, me compadezco de vuestra ceguera, de vuestro hambre y de vuestra desnudez. Y os ofrezco estas PALABRAS MÍAS para que en ellas Me oigáis; con ellos os vestiréis y de ellos os alimentaréis.

PRISA, hijos. NO HAY MÁS TIEMPO .
NECESITO QUE SEAS COMPLETAMENTE MÍA.
No resistáis a Mi Voz, hijos.
Os hablo como a vuestro Padre.
Pero pronto hablaré como el TODO PODEROSO Y ÚNICO DIOS. EL SEÑOR DIOS DE LOS EJÉRCITOS.
EL QUE ES.
EL ÚNICO.
NADIE PUEDE RESISTIRSE A ESTA VOZ.

Ante este Trueno Devastador, que derribará, derribará toda presencia del enemigo y de todos aquellos que lo escogieron antes que Mí; Te doy esta última oportunidad.
Os recuerdo el conocido dicho [9]: “El que corre con lobos aprende a aullar”.
No has reconocido a los lobos que te rodean. Los habéis recibido como verdaderos pastores. Y en lugar de hablar sólo Mis Palabras, Mi Verdad, las habéis dejado aullar y habéis comenzado a imitarlas también.

LEVANTARSE, hijos. EN GUARDIA.
DESPERTAR.
LUCHAR. DEFENDEN LO QUE LES HE CONFIADO .
ES LA ÚLTIMA LLAMADA. TE QUIERO EN MI EJÉRCITO.
AHORA.
TENGO MI PLAN, NO ME OBSTÁCULOS.
NO ME OBSTACULES.

Recordad que sois sirvientes. Que sois hijos. Y como tal, Me debéis obediencia y fidelidad.
Una vez que te hayas levantado, levanta a tus hermanos sacerdotes.
Recuerden que YO SOY su Cabeza. YO SOY Quien os une. YO SOY su Líder y Capitán.

Tu Hora ha pasado [10]. Y LO MIO EMPIEZA AHORA. MI HORA. LA HORA EN QUE MI PLAN SE REVELA TAL COMO ES: INFINITO, PODEROSO, INQUEBRANTABLE. RADIANTE.
Durante años habéis sido sordos a Mi Voz que habla en estas pequeñas voces – esparcidas por el mundo y en cada época de la Iglesia, para el bien de todos Mis hijos.
Los habéis dejado de lado, considerándolos superfluos, sólo imaginaciones de mentes inestables.
Pero ahora UNO ESTAS VOCES EN MI VOZ DE TRUENO.
MI VOZ TRONARÁ HASTA LOS FINES DE TODO LO CREADO.
MI VOZ LLEGARÁ A LO MÁS PROFUNDO.
TODO LO QUE EXISTE SENTIRÁ EL TRUENO DE MI VOZ.
SÓLO YO PUEDO DECIR “¡BASTA!” [11]
LO SUFICIENTEMENTE GRANDE que vence las obras de Satanás.
YO TU DIOS LO DIRÉ.

Y Yo los llamo a que una vez más tomen sus lugares en Mi ejército y que Conmigo levanten su voz en este gran clamor.
OS ESPERO HIJOS. UNA HORA MÁS.
NO MÁS.
Te he esperado mucho tiempo y ya no queda tiempo.
Poned vuestras casas en orden, hijos.
VENGO.

Y los visitaré a CADA UNO DE USTEDES .
¿Estás listo para esta visita MÍA? NO.
Por eso vengo a despertaros. Para que os preparéis.
Para que recordéis a vuestro Abba y recordéis vuestra verdadera vocación.
HIJOS, LEVANTARSE.
AHORA.

MI PLAN AVANZA INEXORABLEMENTE. UN PLAN DE MISERICORDIA Y JUSTICIA. UN PLAN DE BONDAD Y PODER.
MI PLAN PARA RECONQUISTAR A MIS HIJOS, MI IGLESIA Y TODA MI CREACIÓN.
ESCUCHENME, HIJOS.
PONERSE DE PIE.

Tu Abba, tu Padre que te ama.
Tu Señor y Dios.
El QUE ES, EL QUE ERA y EL QUE HA DE VENIR.
AMÉN.
VENGO.
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[1] Sentí en estas palabras su gran amor y orgullo paternal al ver la fidelidad de estos hijos suyos. En varias ocasiones he percibido que, cuando habla de sus fieles Sacerdotes, lo hace con un amor muy especial.
[2] Referencia a Sus Sacerdotes que son ajenos a lo que realmente sucede en el mundo y en la Iglesia.
[3] Estas palabras están dirigidas a los Sacerdotes y Obispos que continúan “dormidos”. Palabras duras, muy difíciles de escribir y de escuchar. Pero muestran la gran importancia de su Sacerdocio para estos tiempos y cuán necesaria es su plena cooperación para el bien de todos los hijos de Dios. Y qué doloroso es para el Padre no tener toda su lealtad. Hay un amor inmenso detrás de estas palabras.
[4] Se refiere a todos los diferentes tipos de gracias como apariciones, visiones, revelaciones, locuciones, etc., que envía directamente para ayudar a sus hijos, y de manera particular para ayudar a sus sacerdotes, como ayuda. en su trabajo, como estímulo, como confirmación, como guía, consuelo y fortaleza.
[5] Entendí que esto significaba un tiempo muy corto.
[6] Percibí que esta espada es un símbolo de la autoridad que se les ha concedido y de la Verdad, armas necesarias para luchar eficazmente contra Satanás. Véase también Efesios 6:17.
[7] Esta expresión me sorprendió mucho, porque podría sonar despectiva, pero percibí que es más bien una llamada de atención, para reconsiderar lo que realmente significa ser Obispo. Como dejar de lado el “título” para centrarnos en la esencia.
[8] Es difícil expresar con palabras todo el dolor y la indignación divina que sentí cuando dijo esta palabra.
[9] Este es un dicho muy conocido en español, en el que se dictaba este mensaje, “El que con lobos anda, a aullar aprende”. No existe un equivalente fácil que pueda encontrar en inglés.
[10] Es decir, la hora –el tiempo- que se les ha concedido para cumplir su labor de guías y protectores de los hijos de Dios y de la Iglesia. Y eso ahora llega a su fin porque dada su debilidad en el cumplimiento de esta obra, ya no basta con luchar contra las fuerzas del enemigo, y se necesita la intervención directa de Dios – Su Hora. Al menos esto es lo que entendí que significaba.
[11] Palabras dichas con gran autoridad y poder. La expresión que usó en español es “¡Basta!”, que es más fuerte y expresiva que “Enough”.

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NOTA: Como suele suceder, las lecturas de la Misa del día siguiente a la entrega de uno de estos mensajes parecen confirmar lo dictado. A veces muy claramente, a veces más sutilmente. Las lecturas del 27 de febrero (martes de la segunda semana de Cuaresma) fueron:

Isaías 1, 10, 16-20
“¡Oíd la palabra de Jehová, príncipes de Sodoma! ¡Escuchen la instrucción de nuestro Dios, pueblo de Gomorra! ¡Lávense limpios! Apartad de delante de mis ojos vuestras malas acciones; deja de hacer el mal; aprende a hacer el bien. Haz de la justicia tu objetivo: reparar al agraviado, escuchar la súplica del huérfano, defender a la viuda. Venid ahora, arreglemos las cosas, dice el SEÑOR: Aunque vuestros pecados sean como la grana, pueden llegar a ser emblanquecidos como la nieve; Aunque sean de color rojo carmesí, pueden volverse blancos como la lana. Si queréis y obedecéis, comeréis los bienes de la tierra; Pero si rehusáis y os resistís, la espada os consumirá, porque la boca de Jehová ha hablado.

Sal 50:8-9, 16bc-17, 21 y 23
“No te reprendo por tus sacrificios, porque tus holocaustos están siempre delante de mí. No tomo de tu casa ningún buey ni cabras de tu redil. ¿Por qué recitas mis estatutos y profesas mi pacto con tu boca, aunque aborreces la disciplina y echas atrás mis palabras? Cuando hagáis estas cosas, ¿me haré oídos sordos? ¿O crees que soy como tú? Te corregiré dibujándolos ante tus ojos. El que ofrece alabanza como sacrificio me glorifica; y al que va por el buen camino le mostraré la salvación de Dios”.

Ez 18:31
“Desechad de vosotros todos los delitos que habéis cometido, dice Jehová, y haceos un corazón nuevo y un espíritu nuevo”.

Mt 23,1-12
Jesús habló a la multitud y a sus discípulos, diciendo: Los escribas y los fariseos se han sentado en la cátedra de Moisés. Por tanto, haced y observad todo lo que os digan, pero no sigáis su ejemplo. Porque predican pero no practican. Atan cargas pesadas y difíciles de llevar y las ponen sobre los hombros de la gente, pero ellos no mueven un dedo para moverlas. Todas sus obras están realizadas para ser vistas. Ensanchan sus filacterias y alargan sus borlas. Les encantan los lugares de honor en los banquetes, los asientos de honor en las sinagogas, los saludos en las plazas y el saludo "Rabí". En cuanto a ti, no te llames 'Rabí'. Tenéis un solo maestro y todos sois hermanos. A nadie en la tierra llames padre tuyo; sólo tenéis un Padre en el cielo. No os dejéis llamar 'Maestro'; sólo tenéis un maestro, el Cristo. El mayor entre vosotros debe ser vuestro servidor. El que se enaltece será humillado; pero el que se humilla será enaltecido”.


Es la Hora de unirse a Mi Ejército – Una llamada a Sacerdotes y Obispos

#3 Para Mis Sacerdotes Fieles

Recibido el 1 de marzo de 2024
Mensaje recibido en inglés por Sor Amapola


[de Dios Padre]
Escribe, hija Mía, para Mis fieles Sacerdotes –

Escribe para Mis hijos que han mantenido Mi Palabra – Mi Jesús – como centro de su ser; que imitan a Mi Jesús en Su Obediencia, en Su Ofrenda, en Su Amor y Confianza en Su Abba.

Os habéis revestido de Mi Jesús y como tales os veo.
Mis hijos. Mis amados hijos.
Sufren con Mis hijos, sufren Conmigo, al ver los efectos de los planes y obras de nuestro enemigo.
Mis hijos fieles, velando, velando incansablemente por Mis pequeños. Qué cansado estás. ¡Qué desanimados, hijos Míos! Hay mucho trabajo y nada parece mejorar.

La angustia de sentirse tan solo y tan ignorado. Alzando la voz para advertir, para guiar, sólo para ser silenciados por aquellos que deberían estar trabajando con ustedes. Como usted.
Hijos míos, entre vosotros y Yo sólo hay Amor. Cuanto te amo. Cuanto te necesito. Cuánto necesito de tus hermanos que aún duermen.
Debo despertarlos y sacudirlos, no sea que el enemigo los alcance por completo mientras duermen.
Ayúdenlos con vuestra oración y vuestro sacrificio – el ofrecimiento diario de vosotros mismos con Mi Jesús en el Altar.

El Santísimo Sacrificio de la Misa.
La Santísima Ofrenda de Mi Jesús por amor a Mí – y a vosotros.
La Ofrenda a la que os unís.
La Ofrenda que llevo en Mi Corazón y a través de la cual derramo Misericordia y Gracia sobre Mi pueblo reseco.
Hijitos míos. Mis hijos hambrientos.

¿Ven, hijos Míos, por qué entonces hay ataques incesantes a este Santo Sacrificio? ¿Por qué el enemigo debe destruirlo a toda costa? ¿Por qué trabaja incansablemente para subvertirlo? Y no pudiendo destruirla en Sí misma, porque ya ha sido vencido por Ella, debe destruir a aquellos en cuyas manos he puesto esta Ofrenda: ustedes, Mis Sacerdotes.

Veis los ataques a Mi Santísimo Sacramento, la Presencia Verdadera de Mi Jesús – con qué desdén y falta de respeto es tratado, abusado.
Ven cómo estos ataques destruyen la FE en los corazones de Mis hijos, que ya no creen en Mi Jesús, ya no lo reconocen.
Ves cómo cuando la FE se apaga, la idolatría y la desesperación se apoderan del alma.

Hijos Míos, esto es contra lo que estáis luchando, estas son las fuerzas que desean destruiros, porque vosotros sois Mis baluartes para proteger a Mis hijos. Si cedéis , ¿qué pasará con Mis pequeños?
Veréis, hijos Míos, baluarte tras baluarte cayendo, siendo destruidos. Veis las hordas de demonios atacando a Mis hijos.
Y veo el dolor que desgarra vuestros corazones.
YA VEO, HIJOS MÍOS. LO SÉ. ENTIENDO.
Y VENGO.

Ya no te dejaré solo y desamparado.

Nunca te he dejado solo [1]. Siempre estoy cerca de Mis hijos. Y escucho sus gritos. Recojo todas sus lágrimas.
Pero debo dejar que Mis hijos vean lo que sucede cuando Me hacen a un lado. ¿Qué pasa cuando Mi Ley es ignorada, torcida? ¿Qué pasa cuando no me escuchan?

Hijos míos, me habéis escuchado hasta ahora. Y cuánto he podido hacer gracias a esto. Aún está oculto a vuestros ojos, que vuestra FE y vuestro OFRECIMIENTO sean perfectos y completos. Pero os digo que os alegraréis de la Fecundidad que Yo tengo y que lograré a través de vuestra fidelidad y vuestra atención a Mi Voz.
Y hoy les pido que Me escuchen una vez más. Para recibir Mis palabras dichas a ustedes en estos tiempos, para estos tiempos.
El orden que establecí en Mi Iglesia para el bien de todos Mis hijos está bajo asedio, hijos Míos.
Ves esto. Habéis experimentado las consecuencias de este asedio y la confusión que provoca.
La terrible, terrible confusión que ha provocado.

Hijos míos, mírenme. A tu Padre. Al Único Que Es. A Aquel que os ama y os da la Luz de la Verdad para poder ver lo que sucede a vuestro alrededor y lo que os pido que hagáis.
Hijos Míos, reunid a Mis hijos y ponedlos en vuestro corazón, ponedlos bajo la protección de María Santísima, vuestra Madre, que trabaja incansablemente a favor de vosotros.
Reúnan todo el sufrimiento de Mis hijos y colóquenlo con el suyo en el Cáliz de la Ofrenda de Mi Jesús por Mí.
Recuerden, hijos Míos, que todas las misiones [2] deben estar subordinadas a Mí para poder dar frutos.

Mi Jesús es la Perfecta Obediencia. Y sólo permaneciendo completamente unidos a Él permanecéis en Su y vuestra perfecta Obediencia hacia Mí .
Cuando una misión se separa de la VERDAD, de Mí, deja de ser útil, y al no permanecer en la VERDAD, se convierte en una antimisión. Un obstaculo.

Hijos Míos, ¿ven ahora lo que está sucediendo en Mi Iglesia? ¿CUÁNTAS MISIONES HAN SIDO SUBVERTIDAS? ¿CUÁNTOS TIENEN LA PAREJA DE SER MÍOS, PERO SON IMPOSTORES?
Algunos se pueden distinguir, porque sus obras o antiobras son obvias.
Pero algunos, hijos Míos, están demasiado bien escondidos.
SÓLO YO , QUE SONDEO LO PROFUNDO DE CADA ALMA PUEDO CONOCER Y VER estos completos engaños.

Por eso AHORA necesitan MI LUZ para no ser engañados. Para poder luchar. Para proteger a Mis ovejas.
Por eso les pido que ME MÍREN. SÓLO EN TU ABBA. SÓLO A TU PADRE. SOLO A TU DIOS.
Para que puedas ver la VERDAD. LA ÚNICA VERDAD. INCAMBIABLE. RADIANTE. VIVIFICANTE.

LA VERDAD QUE TE HACE LIBRE.

[Continúa el 2 de marzo de 2024]

La Verdad que descenderá radiante y hermosa en el corazón de Mis hijos una vez más, para iluminar sus tinieblas, para disipar su desesperación, para aplastar todas las mentiras que como telarañas han enredado sus corazones y sus mentes.
Hijos Míos, enviaré Mi Verdad como el gran Signo, como la gran Luz para iluminar las conciencias de Mis hijos – para que vean cómo Yo los veo – cómo los veo a cada uno de ustedes.
Cuando Yo actúe así – en un instante, llegando de un extremo al otro del mundo – su Sacerdocio se convertirá en ese instante en un tremendo pilar y refugio para Mis hijos, quienes vendrán a ustedes en multitud tras multitud para recibir Mi perdón y Misericordia a través de ti.

¿Entiendes ahora por qué te necesito tanto, por qué necesito que todos Mis hijos-Sacerdotes estén completamente unidos a Mí? [3]
¿Entendéis cómo el enemigo os odiará en esa hora y tratará de destruiros? SÓLO PERMANECIENDO FIRMES EN MÍ, EN MI AMOR, PODRÁN PERMANECER EN PIE.

Hijitos míos, cuánto trabajo os espera. Pero también, CUÁNTA AYUDA te enviaré. [sonrisa][4]

NO TENGAS MIEDO.
PERMANEZCAN EN MÍ, CONFÍEN EN MÍ Y NO TENGAN MIEDO.
Hijos míos, preparaos. Ponte de pie sin miedo ni vergüenza.

Les he mostrado el engaño – el gran engaño que está teniendo lugar en Mi Santuario. Os he abierto los ojos –algunos antes que otros–, todo de acuerdo con vuestras misiones y con el ofrecimiento de oración, de confianza, de sacrificio que os pido.
Pero ahora, hijos Míos, debemos abrir todos los ojos.
SÍ, sólo Yo puedo hacerlo, porque la oscuridad y la confusión se han extendido tan lejos y tan profundamente que Mis hijos ya no ven, ya no reconocen –salvo unos pocos, como vosotros, y como Mis pequeños que, teniendo una Fe simple e infantil, habéis escuchado Mis advertencias y habéis estado atentos a las señales que os he dado.

Hijos míos, preparaos para la batalla.
SÍ, nosotros –tú y yo– hemos estado en esta batalla durante mucho, mucho tiempo. Alejándose constantemente de los ataques de la Serpiente Antigua, la gran Acusadora.
Pero la batalla que se avecina ahora, hijos Míos, es mucho mayor, mucho más sutil, mucho, mucho más peligrosa. [5] Y es por eso que he reservado Gracia sobre Gracia para estos tiempos.
Mi enemigo –nuestro enemigo– cree que tiene la victoria en su mano, ve la destrucción y el engaño que ha causado y está satisfecho, tan satisfecho consigo mismo que su orgullo lo ciega. Lo ciega ante Mi creciente ejército, extendido por todo el mundo y mantenido oculto por Mí hasta esta Hora.
Él está ciego al Ejército de Mis Santos Ángeles que se acerca cada vez más a vosotros, para ayudaros, protegeros y luchar junto a vosotros.

NO LOS OLVIDES. Necesitas su ayuda.
Hijos míos, Mi Camino es duro. Tú lo sabes.
Es doloroso. Tú has experimentado esto.
Es aplastante. Soportáis este aplastamiento a diario.
PERO ERES MÍO.
Mis amados hijos. Mis soldados, Mi séquito fiel. Mi Guardia de Honor.
MIS HIJOS .
NO TE OLVIDES DE ESTO.
Trabajamos juntos, hijos Míos. SIEMPRE JUNTOS.

Pronto actuaré. Pronto sabréis qué debéis hacer para ayudarme. Para seguirme en esta Nueva Hora que se desarrolla ante ustedes.
Te digo,
ACTUARÉ. LE AYUDARÉ.
VINDICARÉ VUESTRA FIDELIDAD A MÍ Y A MIS HIJOS.

Os Bendigo, Mis amados hijos, hijos de Mi Corazón.
Cuanto te amo.
Cuánto me consuelan vuestro amor y vuestra fidelidad.

AMÉN. VENGO.

Bienaventurados los que han creído que se cumplirá lo que se les dijo. [6]

Vuestro Abba,
vuestro Padre que os ama.
Tu Dios que te bendice +

___________________________

[1] Parecería que se contradice. Sin embargo, siento que la primera línea se refiere a nuestra experiencia de sentirnos desamparados y solos (lo cual es real y extremadamente doloroso; Jesús mismo experimentó esto en la Cruz, a pesar de que Él es Uno con el Padre). Y la segunda línea se refiere a la realidad que a pesar de sentirnos abandonados, Él nunca nos ha dejado solos.
[2] Por “misión” entiendo la vocación particular y el trabajo que Él confía a cada persona. Sin embargo, en las siguientes frases habla especialmente de las misiones de los Sacerdotes y de los Obispos. Y Él nos está recordando el orden apropiado de obediencia.
[3] Dijo con urgencia.
[4] Sonrisa gentil, como un estímulo.
[5] Dicho con seriedad aleccionadora.
[6] Véase Lucas 1:45.

Recibido el 14 de marzo de 2024
Mensaje recibido en español por Sor Amapola

[Este Mensaje fue dictado a la Hermana en español y esta es su traducción al inglés. NOTA: Este Mensaje incluye una nota al pie. Las notas a pie de página no son dictadas por Dios. Los agrega la hermana. A veces, la nota a pie de página es para ayudar a aclarar al lector el sentido que tiene la Hermana del significado de una determinada palabra o idea, y en otras ocasiones para transmitir mejor el sentido del tono de Dios cuando habla].

Dios Padre. Para Mis hijos que viven en el exilio. 

(Dictado en español) (NOTA: Las notas a pie de página no son dictadas por el Señor. La Hermana las añade. En ocasiones para ayudar a esclarecer para el lector lo que la Hermana percibió referente al sentido de palabras o expresiones, y en otras para transmitir el tono en que el Señor habló.) 

Para Mis hijos que viven en el exilio, escribe lo siguiente. Mis pequeños hijos, hijos de Mi Corazón. Vuestro Padre os habla para consolaros, para daros Paz, para daros Luz para alumbrar la oscuridad de los tiempos presentes. 

Vivís en el exilio, dolorosísimo exilio pues no es tan sólo el no estar aún en Mi Paraíso, en los lugares que os He preparado desde toda la eternidad, unidos en Mi Amor; sino que es el sentiros también exiliados de vuestras familias, de vuestras amistades, de Mi propia Iglesia aún – viviendo como extranjeros, sin lugar propio. 

Cuántos de vosotros, hijos Míos, os sentís así, abandonados, olvidados, ignorados y tan heridos. Heridos por el mundo y la envidia de Satanás, heridos por vuestras propias acciones y decisiones. Hijos, mirad a vuestro Padre. Mirad a Aquel que quiso que existierais – en este momento – para recibir Su Amor, Su Gracia, para aprender a vivir con Él desde ahora para poder vivir con Él por toda la eternidad. 

Yo, vuestro Padre, os amo. Y veo cada esfuerzo que hacéis por complacerme, por amarme. Cada esfuerzo en creerme y seguir lo que os pido. Cada esfuerzo en recibir Mi Luz, a pesar del dolor que os puede causar al ver la realidad de vuestra propia alma y del mundo en que vivís. Esta Luz que después se vuelve vuestra Esperanza y certeza de Mi Amor, que nunca os ha abandonado. 

Yo, vuestro Padre, os escucho. Siempre, hijos. A cada uno. Escucho vuestros reproches, vuestras dudas, vuestras preguntas, vuestras palabras de amor y de agradecimiento, vuestras palabras silenciosas que brotan de vuestros corazones en adoración. Todo lo escucho, hijos. Todo lo aprecio y todo lo comprendo. Soy vuestro Padre. Os hablo para que Me miréis, hijos. Os hablo para que no Me olvidéis. Para que recordéis Quién es vuestro Dios, y quiénes sois vosotros para Mí. 

Os He dicho que reúno ahora a Mi Ejército, que la Hora en que Mi Voz se alzará cual trueno ha llegado. Que la trompeta que os llama a que toméis vuestros lugares en Mi Ejército está sonando. La habéis escuchado en vuestros corazones, y habéis alzado vuestras cabezas al Cielo, habéis vuelto vuestra mirada a Mí. 

[sonrisa] Gracias, hijos. Vosotros que Me habéis escuchado ahora, sin pruebas ni señales visibles, sois como el puñadito de levadura que fermenta a toda la masa. Me habéis ayudado por años en lo escondido, ofreciéndome vuestros sacrificios, vuestro dolor al verme aborrecido, odiado, olvidado; dándome vuestra Fe, vuestra docilidad y amor. Todas estas ofrendas, hijitos Míos, cada humillación y prueba, las He tomado para ayudar a vuestros hermanos ahora. Nada de cuanto habéis sufrido en Mi Honor, por amor a Mí, se ha perdido. 

Os He escondido esta labor inmensa en que Me habéis ayudado y habéis ayudado a vuestros hermanos, para quitar las escamas de sus ojos, de sus oídos, y de sus corazones, para que puedan oír nuevamente Mi Voz que los llama. Mis hijos – os doy estas Palabras Mías cual bálsamo para vuestros corazones, para que recordéis que todo cuanto Me ofrecéis con Amor, con dolor – todo es útil. Vuestra Fe y Mi Acción lo hacen infinitamente útil. Dadme todo. TODO. Lo recibo en Mi Corazón y ahí lo hago fructífero, salutífero. Dadme todo vuestro dolor, hijos, la angustia que envuelve a vuestros corazones al ver la devastación de Mi viña. Unid vuestro dolor al Mío. 

Miradme a Mí y no temáis. Soy vuestro Padre, vuestro Abba, y vuestro DIOS. Y pronto, hijos Míos, vuestro Dios se alzará de tal manera que todo cuanto existe reconocerá que YO SOY DIOS. NO HAY OTRO. SÓLO YO SOY. Hora terrible y Hora llena de Gracia. La Hora bendita, la Hora de la última Misericordia antes de la gran batalla que dejará derrotado a Satanás y sus cohortes, y que abrirá la gran renovación de toda Mi creación – los cielos nuevos y la tierra nueva. Hijos Míos – tantos de vosotros os preguntáis y tratáis de entender el cómo y cuando de lo que Yo He anunciado en diversas partes y diversos tiempos. 

Os recuerdo, hijos, que vuestros actos de Fe y de confianza en Mí son más valiosos y producen mucho mayor fruto para vuestras almas y las almas de vuestros hermanos, que el entender con vuestra razón cuándo y cómo sucederán las cosas anunciadas. 

Os pido que os preparéis, que estéis atentos – pero esta preparación y este estar atentos a Mi Voz radica en la FE, hijos. 
La FE luminosa que envuelve e ilumina a todo vuestro ser, y que os permite verme, reconocerme aún en medio de la más grande oscuridad. Vuestra FE es lo que necesito de vosotros, Mis hijos. 
La FE que cree en lo que Yo os digo; que cree que cuanto os digo es Verdad, a pesar de que todo a vuestro alrededor os diga lo contrario; a pesar de que vuestros sentidos os digan algo distinto. 
La FE que es ADORACIÓN porque Me da lo que Me pertenece como DIOS y como vuestro PADRE. 
La FE que es unión Conmigo, que es el no separar vuestra vista de Mi Rostro, de Mi Amor, de Mi Voluntad. 
Esta FE, hijos, es vuestro escudo y vuestra espada en la batalla que se avecina. Yo os He formado, forjado, y lo seguiré haciendo. Os He forjado en el crisol de Mi Voluntad, con prueba tras prueba – fortaleciéndola cada vez más. Sólo Yo os puedo formar en una FE indómita. Pero necesito vuestra confianza. Necesito que os pongáis, que os abandonéis, en Mis Manos – cada día más que el anterior, cada minuto más que el anterior – dejando que Yo haga y permita lo necesario para hacer de vuestra FE débil una FE invencible. SÓLO YO, HIJOS. 

Dadme vuestra confianza. Haced a un lado vuestros criterios, vuestras ideas, vuestros razonamientos. Hijos, están contaminados por el mundo y en muchas ocasiones por vuestro propio orgullo instigado por Satanás. El confiar en Mí quiere decir también que dejáis a un lado todo cuanto creéis que Yo quiero, para poder recibir lo que en verdad Yo quiero.1 

Permitidme guiar vuestros pensamientos de acuerdo a Mi Luz y Mi Voluntad para cada uno de vosotros.  Lo que percibo en estas palabras es cuántas veces hemos limitado la acción de Dios en nuestras vidas y en las vidas de otros con el obstáculo de nuestra propia voluntad, que cree saber con exactitud lo que Dios quiere y lo que no; lo que Él haría y lo que no; sin realmente preguntarle a Él, sin ver con humildad las limitaciones de nuestro entender ante la inmensidad y profundidad de Sus Planes, de Su Amor. “Porque no son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos - oráculo de Yahveh. Porque cuanto aventajan los cielos a la tierra, así aventajan mis caminos a los vuestros y mis pensamientos a los vuestros.” (Isaías 55,8). 

Hijos, no os pido que entendáis, sino que Me escuchéis, Me recibáis, Me obedezcáis. En un instante Yo os puedo hacer entender los misterios más profundos. Pero sería tan sólo un don Mío. Pero Yo quiero vuestra cooperación, hijos, y por esto os pido que caminéis en la oscuridad, en el desierto de los sentidos, en donde todo es niebla para los sentidos, para la mente, porque es aquí que – al confiar que Yo os voy guiando, al obedecer aunque no entendáis y os de temor porque no Me veis y no veis Mi camino – es aquí hijos que Yo os entreno en la verdadera e indómita FE que os une a Mí. 

Todas las pruebas que permito en vuestras vidas son para que a través de ellas aprendáis a CREERME, y no tan solo a creer en Mí. 
Desenvainad vuestra FE, hijos. Abandonaos a Mi Crisol y Yo templaré vuestra FE de tal manera que seáis capaces de permanecer de pie en esta Hora que se avecina. Esta Hora que inicia. FE, hijos, para que Yo pueda actuar. Yo quiero esta FE radiante en cada uno de Mis hijos. La He encendido en vuestros corazones y He tomado vuestras ofrendas unidas a la Ofrenda de Mi Jesús para preparar los corazones de todos Mis hijos para recibir este don de la FE. 

Hijos, no temáis. Tendréis lo que necesitáis para la batalla. He puesto a cada uno en el lugar en que os necesito. Vuestra primer labor en esta Hora es el estar de pie con vuestra vista fija en Mí. Con vuestros oídos abiertos a Mi Voz. Con vuestros corazones abiertos a Mi Luz. Con vuestra confianza puesta sin titubear en Mi Amor y Misericordia. No temáis. 

Vuestro DIOS VIENE. CON PODER Y AUTORIDAD. PARA REESTABLECER SU ORDEN EN TODO LO CREADO. PARA RESTAURAR TODO LO CORROÍDO POR EL PECADO Y POR SATANÁS. PARA ARROJAR A LAS SERPIENTES Y A LOS LOBOS DE MI TEMPLO. PARA RECONQUISTAR A LOS CORAZONES DE MIS HIJOS. 

YO, VUESTRO DIOS, VENGO. AMÉN. 
Mi Bendición descienda sobre cada corazón atento a Mi Voz. Amén +

[1] Lo que percibo en estas palabras es cuántas veces hemos limitado la acción de Dios en nuestra vida y en la vida de los demás con el obstáculo de nuestra propia voluntad que cree saber exactamente lo que Dios quiere y no quiere; lo que haría o no haría; sin jamás preguntarle realmente, sin ver humildemente las limitaciones de nuestro propio entendimiento ante la inmensidad y profundidad de Sus Planes, de Su Amor. “ Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dice el Señor. Porque como se exaltan los cielos sobre la tierra, así se exaltan mis caminos sobre vuestros caminos, y mis pensamientos sobre vuestros pensamientos. (Isaías 55,8)


1. ¿Creemos que Jorge Bergoglio es un Papa válido? 
2. ¿Qué entendemos por usurpador? 
3.¿Por qué referimos a él como Jorge Bergoglio en lugar de Papa Francisco? 
4. ¿Por qué omitimos el nombre de Francisco en la Plegaria Eucarística? 
5. ¿Somos Sedevacantistas?

ESTAMOS LLAMADOS A RUPTURA 
DE OPRESIÓN Y GUIADOS A REDENCIÓN MESIÁNICA

VER+:


En mayo de 1975, en la Basílica de San Pedro en Roma, durante la Eucaristía de Pentecostés, Kevin Ranahan recibió una palabra profética que decía así:

"Porque os amo, quiero mostraros lo que estoy haciendo Yo en el mundo, quiero prepararlos para lo que viene.

Vienen sobre el mundo días de oscuridad, de tribulación... Estructuras que hoy están en pie, ya no estarán. Los apoyos que hay para mi pueblo, ya no estarán entonces. Yo quiero que estén preparados, pueblo mío, para conocerme solo a Mí, para unirse a Mí y para tenerme en una forma mucho más profunda de lo que nunca antes se ha visto.

Yo les conduciré al desierto... Les despojaré de todo aquello de que ahora dependen, de forma que solo dependan de Mí. Sobre el mundo viene un tiempo de oscuridad; pero también vendrá un tiempo de gloria, sobre mi pueblo. Yo derramaré sobre vosotros, todos los dones de mi Espíritu. Los prepararé para una época de evangelización como nunca se ha visto en el mundo... Y cuando no tengan a nadie más que a Mí, entonces lo tendrán todo:

Tierra, campo hogares, hermanos y hermanas, amor, alegría, y paz. Todo en mayor cantidad de lo que nunca antes han tenido. Estad listo, pueblo mío, quiero prepararte..."

Yo les hablo del alborear de una nueva era para mi Iglesia. Les hablo de un día que no se ha visto nunca antes...
Prepárense para la acción que comienza ahora, porque las cosas que ven a su alrededor, cambiaran; el combate al que deben entrar ahora, es diferente, es nuevo.

Necesitan una Sabiduría que viene de Mí y que aún no tienen.

Vosotros necesitáis el poder del Espíritu Santo en una forma distinta a como la han poseído hasta ahora; necesitan una comprensión de mi voluntad y de las formas en que trabajo, que aún no tiene. Abran sus ojos, abran sus corazones para que se preparen para Mí y para el día que ahora He comenzado; Mi Iglesia será diferente, Mi pueblo será diferente. Vendrán pruebas, dificultades para vosotros. Los consuelos que ahora conocen se alejarán de vosotros, pero el Consuelo que tendrán, entonces, será el de Mi Espíritu Santo.

Ellos os mandarán para quitaros la vida, pero, Yo Os sostendré. Vengan a Mí. Enlácense juntos a Mí alrededor. Prepárense porque proclamo un nuevo día, un día de Victoria y Triunfo para vuestro Dios.

Estén listos. Ya comenzó."

LA HORA DE LA DECISIÓN

Jesús. Esta es la Hora de Decisión.

(Dictado en español.) (NOTA: Las notas a pie de página no son dictadas por el Señor. La Hermana las añade. En ocasiones para ayudar a esclarecer para el lector lo que la Hermana percibió referente al sentido de palabras o expresiones, y en otras para transmitir el tono en que el Señor o María Santísima hablaron.)

Escribe, Florecita.

Habla el Alfa y la Omega, Aquel que Es, que Era y que Ha de venir. [1]

Estad atentos a la Voz de Mi Señor, que retumba por todos los confines de la tierra, para alcanzar a cada corazón creado por Él.

Estad atentos al trueno y al susurro.

La Voz de Mi Señor truena para corregir y susurra para consolar.

Mi Pueblo, escucha a tu Dios. Escucha a tu Padre. Escucha a tu Redentor. Escucha al que es tu Santificación.

ESCUCHA, PUEBLO MÍO.

Mi Voz es caricia y es corrección.

ATENTOS, HIJOS. SIN TEMOR, VOSOTROS QUE ME AMAIS Y ME RECONOCÉIS.

ATENTOS, HIJOS. NO DESPRECIÉIS MIS PALABRAS, VOSOTROS QUE DESCONFIAIS Y QUE POR TEMOR A EQUIVOCAROS ME PERDÉIS ENTRE MILLARES DE RAZONAMIENTOS.

ESTA ES LA HORA DE DECISIÓN, HIJOS.

Año tras año, evento tras evento, os He dado Señales, os He dado advertencias, os He hablado y llamado sin cesar a que volváis a Mi.

Pero cuan pocos Me han escuchado y han puesto en práctica Mis Palabras, y dejado que echen raíz y produzcan su fruto: la Fe sencilla y poderosa que es vuestro escudo y vuestra espada para la batalla que ya está en cierne.

Quien rechaza Mis Palabras – venidas de Mi Corazón, por amor y Misericordia por cada uno de vosotros – quien rechaza Mis Palabras rechaza la ayuda necesaria para que podáis vivir en Mi Voluntad estos tiempos y esta batalla nunca antes vista.

Os reúno ahora en Mi Ejército, os llamo a él desde cada rincón del mundo y desde cualquier situación en la que estéis.

VENID, HIJOS. TOMAD VUESTROS LUGARES A MI LADO.

Sí, estáis heridos, sois débiles, estáis sucios, os sentís incapaces de todo.

NO PENSÉIS EN VUESTRA DEBILIDAD, SINO EN MI PODER Y FORTALEZA.

Dejad de miraros a vosotros mismos y miradme a Mí.

MIRADME A MÍ.

Todo el mundo y todo cuanto hay en él ha sido contaminado, ensuciado por el pecado y por la razón satánica que destruye la Fe.

Veis los resultados de esto en todo a vuestro alrededor, en vosotros mismos, en Mi Iglesia.

Cuánto se dice “en Mi Nombre” pero que es engaño de Satanás.

ESTAD ALERTAS.

Un árbol podrido, sin raíces en Mí, NO PUEDE PRODUCIR FRUTO BUENO NI SALUDABLE.

NO LO OLVIDÉIS.

EL QUE TENGA OJOS QUE VEA, Y EL QUE TENGA OÍDOS QUE ESCUCHE.

LA VERDAD ESTÁ HABLANDO. [2]

Estos son los tiempos de MI ACCIÓN.

Y lo que requiero de Mi Ejército es FE, ABANDONO, HUMILDAD, que escuchéis a vuestro Dios y lo dejéis actuar – primero en vosotros mismos, en vuestras familias, en vuestras misiones particulares.

LO DEMÁS LO HARÉ YO, HIJOS.

No sabéis a lo que os enfrentáis en plenitud.

PERO YO SÍ.

Y por eso os hablo, os llamo, os invito.

Dejad que los muertos sepulten a los muertos.

VOSOTROS, SEGUIDME.

Sí, el camino – Mi Voluntad – es arduo, escarpado, seco, oscuro, frío, lleno de neblina.

Pero ES MI CAMINO. Lo He caminado Yo primero, Mis amados, para ayudaros ahora.

No temáis. Confiadme TODO.

Como Yo confié TODO a Mi Padre desde la Cruz, con Mi último latido y aliento.

CONFIADME TODO. [3]

No os separéis de Mí.

Decid Mi Nombre y mirad Mi Rostro. Recordad Mis Palabras y repetíoslas en lo profundo de vuestro ser.

YA VENGO, HIJOS.

Y CONMIGO, MI LUZ, y lo prometido para estos tiempos se cumplirá.

Estad atentos, hijos.

Considerad Mi Vida – Mi Encarnación, Mi Nacimiento, Mi Muerte, Mi Resurrección. [4]

ESTAD ATENTOS A MI VOZ QUE OS HABLA Y GUÍA en lo profundo de vuestro ser.

Reclinad vuestra cabeza sobre Mi Corazón y escuchad Mis Palabras, como lo hizo Mi Juan en la Última Cena, en donde le comuniqué Mi Amor, pero también la realidad de lo que en esos momentos sucedía, la traición de Judas – a plena vista, pero velado aún de Mis demás Apóstoles.

REFLEXIONAD, HIJOS. Con humildad. Con Paz. En Mi Amor.

Mirad Conmigo lo que ahora se desenvuelve ante vosotros.

[Continuado al día siguiente durante la Hora Santa]

Cuando se avecina una tormenta veis las señales en el cielo, en el aire, en los animales y la vegetación, en los cambios atmosféricos, y así discernís si es una tormenta pasajera o si es una tempestad de la que os tendréis que refugiar y que causará devastación.

Os digo, hijos, que debéis ver ahora Conmigo las señales que os muestran el tipo de batalla a la que os enfrentáis.

Hijos, lo que estáis viviendo no es una simple tormenta pasajera, que trae lluvia, viento, pero pronto pasa y deja limpia la atmósfera.

El mundo, la Iglesia, ha pasado por muchas de estas tormentas a través de los siglos. Momentos oscuros pero que pasan rápido y traen luz y un renovado esfuerzo en fidelidad a Mí.

Hijos, os He dicho antes y lo repito una vez más:

Lo que estáis viviendo y lo que dentro de poco se desatará sobre vosotros no es una simple tormenta pasajera como las sucedidas en el pasado, sino una tempestad nunca antes vista en que todo se verá afectado y derruido.

Hijos, así como en ciertas tormentas debéis tomar refugio en un lugar seguro hasta que pase la tormenta, así ahora, Mis pequeños.

Entrad en el Refugio del Corazón de Mi Madre, que no es otro sino el Refugio de la Fe sencilla.

Hijos, no tenéis que enfrentar lluvias y vientos, sino razonamientos, sentimientos, confusiones, y ataques a vuestra Fe.

La solución no está en el pasado que anheláis, ni en el presente que creéis controlar y entender, ni en el futuro que imagináis tan limitadamente.

LA SOLUCIÓN SOY YO Y TAN SÓLO YO.

Por esto os digo, hijos, que dejéis a un lado vuestro pensar y querer, y os unáis y refugiéis en MI CORAZÓN, EN MI PERSONA.

Os tratarán de convencer con palabras similares a las Mías, con señales imitando a las Mías, con razonamientos tan sutiles y humanamente sublimes que engañarán aún a los más letrados.

Haced a un lado vuestras emociones tan cambiantes y tan vulnerables.

Os tratarán de manipular – y ya lo han hecho – con llamadas a vuestras emociones, tratando así de haceros caer en una distorsión de MI VERDAD.

MIRADME SÓLO A MÍ Y NO TEMÁIS. TODO ESTÁ EN MIS MANOS.

Hijos, ¿veis cómo la Fe sencilla es vuestro escudo?

Os repito: las maquinaciones y razonamientos de nuestro enemigo son sutiles y humanamente sublimes – NO ENTRÉIS EN DIALOGO CON ELLOS.

Miradme a Mí y repetid Mi Nombre.

Os doy el Refugio y las instrucciones que necesitáis para refugiaros ante la tormenta que se desata sobre vosotros, sobre el mundo, y sobre Mi Iglesia.

Os repito, amados hijos Míos:

Un árbol que está enraizado en la oscuridad NO PUEDE PRODUCIR FRUTO NI BUENO NI SALUDABLE.

No os dejéis llevar por las apariencias.


Hijos, sé que estáis cansados por la Espera agonizante, por la angustia ante lo que ha de venir, por la tristeza ante las divisiones en vuestras familias. [5]

Entregadme TODO.

Unid vuestros pasos a los Míos. Unid vuestro cansancio al Mío. Unid vuestra angustia a la Mía. Unid vuestros sufrimientos a los Míos. Unid vuestra ofrenda a la Mía. Unid vuestros esfuerzos a los Míos.

TODO CONMIGO.

UNID VUESTRO CORAZÓN AL MÍO. Cada latido, hijos.

Y con cada latido os daré Gracia, Misericordia, arrepentimiento, fortaleza, Paz, y aumento de Fe.

Todo cuanto necesitáis está en Mi Corazón, hijos.

Todo el que entra en el Corazón de Mi Madre entra en Mi Corazón, pues Nuestro Corazón es Uno.

Uno en el Amor, Uno en el Dolor, Uno en el abandono a la Voluntad del Padre. Uno en la Ofrenda de Reparación.

UNO.

Entrad en esta Unión, hijos.

Entrad en Paz, en confianza, en la seguridad de que encontraréis todo cuanto buscáis, anheláis y necesitáis.

¡Cuánto, cuánto os amo!

[Continuado en la noche]

Os hablo a vosotros, Ejército Mío, pues en donde Estoy, y por el Camino que He caminado y la Copa que He bebido, habéis de estar, caminar, y beber.

Todo Conmigo, Mis soldados. Todo Conmigo.

Vuestras oraciones, sacrificios, ofrendas y obediencia a lo que os pido está ayudando a muchos – que esto os anime.

Yo lo tomo todo y derramo gracia tras gracia sobre vuestros hermanos, para limpiar su ceguera y sordera, para llevarlos al arrepentimiento sincero, para ayudarlos a que Me miren nuevamente; y mirándome, recuerden Mi Amor, y recordando Mi Amor, entre en ellos la sincera contrición por sus faltas de Amor a Mí, y por sus faltas de Fe y desconfianza; y contritos de corazón, puedan recibir la Luz de la Fe y se conviertan en Mis soldados también.

Hijos, al entrar en Mi Ejército, ¿veis que no entráis solos? [sonrisa]Me ayudáis a traer a vuestros hermanos. Gracias, hijos.

Os hablo ahora a vosotros, hijos Míos Sacerdotes – vosotros que más que todos los demás habéis de estar del todo unidos a Mí: Ejerced vuestra oración Sacerdotal en unión Conmigo por todos Mis hijos bajo la opresión de Satanás y sus cohortes.

Cuánto sufren Mis pequeñuelos, por falta de esta oración de liberación, bendición, y protección. Ayudadme, hijos. Estos hermanos vuestros sufren el odio de Satanás de manera directa. Yo tomo su sufrir. Pero os pido que seáis Mis instrumentos. AYUDADLOS.

No temáis. YO ESTOY CON VOSOTROS.

Bendigo nuevamente vuestras manos, para que descienda sobre ellas Mi Poder a favor de Mis pequeñuelos.

EJÉRCITO MÍO, VUESTRO CAPITÁN OS BENDICE.

NO TENGÁIS MIEDO. VUESTRO DIOS NO OS ABANDONA.

ESTAD EN PAZ. SI OS HE LLAMADO A MI EJÉRCITO ES PORQUE TAMBIÉN OS DARÉ LA GRACIA PARA PERMANECER EN ÉL.

PERMANECED EN PAZ.

Vuestro Jesús os ama.

Decid Conmigo:

“Padre, hágase Tu Voluntad.
En Tus Manos encomiendo mi espíritu. Te amo.”

Mi Madre os bendice también. [sonrisa]

Atentos, hijos.

La Voz de nuestro Señor se alza para dar Luz y corrección y consuelo a Sus hijos. Bendito aquel que recibe Su Voz y deja que produzca el fruto para el cual fue enviado.

YA VENGO. PRONTO. AMÉN.



[1] Toda esta primera sección la dijo en un ton.o muy solemne, distinto de gran parte del resto de este Mensaje. Es como si lo dijera desde Su Trono, abarcando a todo el tiempo y a todo el espacio. Difícil de explicar. Después el tono cambia y nos habla en un tono mucho más cercano – aquí, ahorita

[2] Dicho en el mismo tono solemne como al principio del Mensaje.

[3] Cuando nos dice que le confiemos TODO, entiendo que en este “TODO” están presentes no sólo nuestras necesidades y las de nuestras familias, el trabajo, la salud, la situación de cada país, en todo el mundo, y en la Iglesia, etc.; sino también todos nuestros temores, angustias ante la confusión externa e interna, el sentirnos solos, abandonados, confundidos, dudosos; está presente toda nuestra debilidad, miseria, nuestros pecados, todo nuestro presente, pasado y futuro, la salvación de nuestra propia alma. Si nos es difícil confiar las cosas externas, cuánto más difícil nos es confiarle las cosas internas, que nadie ve, y que pueden ser tan dolorosas, oscuras, y que hasta nos pudieran parecer sacrílegas por los sentimientos que nos provocan. Cosas que, sintiéndolas casi como ofensas a Él, nos es casi imposible confiárselas. Me parece que son éstas las que en especial Jesús quiere que le confiemos.

[4] Lo que percibí en esto es que quiere que reflexionemos en cómo sólo los que estaban verdaderamente atentos pudieron ver la grandeza de estos momentos de la Vida de Jesús – los Misterios que se estaban desenvolviendo ante ellos. Las multitudes vieron, escucharon. Pero no comprendieron. Sólo unos cuántos. Así ahora el Padre está mostrando Su Plan, pero pocos lo reconocen como tal.

[5] El tono aquí cambia y se suaviza, es una llamada llena de Amor y compasión, comprensión y ánimo.

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