LOS PEDOS DE LAS VACAS
No existe hoy teoría que sea tan estúpida como para que no haya un estúpido con que llevarla a la práctica, y miles, millones, decenas de millones de estúpidos con que seguirla como borregos.
No hace tanto tiempo oía yo el argumento por primera vez: los pedos de las vacas producen cambio climático. Todos nos reímos, “¡ja, ja, mira que son tontos, que el pedo de una vaca pueda alterar el clima de la tierra…!”.
Hoy, la agenda 2050 ha determinado que por culpa de sus pedos, la bendita vaca pasa a ser animal maldito; que su consumo, como el de otras carnes, convierte al hombre, una vez más, en depredador del planeta; y que, por lo tanto, comer carne se convierte en uno más de los comportamientos proscritos que convierten al que lo lleva a la práctica en un amoral, asocial, marginal, insolidario, en un fascista en suma, y en cuanto tal, en un machista-homófobo-racista-catastrofista-conspiranoico-negacionista-supremacista.
A continuación, -muy pronto en realidad, las cosas van de prisa-, una nueva ley de memoria histórica convertirá en delito sostener que el hombre primitivo era carnívoro, y que lo de comer vegetales vino después. Y una nueva partida presupuestaria, financiada con las multas e impuestos de los amorales que comen carne, se destinará a subvencionar libros y películas que demuestren que neandertales y cromañones se alimentaban exclusivamente de perejil. Y de paso, a ponerle un sueldito a algún amiguete, eso que no falte, que esto es España, señores, la amistad por encima de todas las cosas...
No, no se les ocurra a Vds. despreciar ninguna ocurrencia proveniente de esa nueva intelectualidad forjada en los mejores hiper de España. Si los nuevos sabios afirman que hay que decir “todos-todas-todes”, pronto todos-todas-todes estaremos diciendo “todos-todas-todes” con la fe inquebrantable del converso, y todos-todas-todes habremos olvidado que alguna vez todos decíamos “todos”, y hasta nos parecía ridículo y nos mataba de risa que alguien, en vez de “todos”, dijera “todos-todas-todes”.
Es más, me atrevo a pronosticar el nuevo debate político que nos espera en lontananza, antes de lo que esperamos, seguramente: será entre los fascistas de toda la vida, encasquillados ahora en el “todos-todas-todes”, y los progresistas, que nos invitarán a dar un paso adelante y a decir “todes-todas-todos” (no sé si aprecian Vds. el matiz, tiene su importancia).
En fin, el ser humano en su definitivo retorno al mono: “El planeta de los simios”, llevado del cine a la realidad. El guionista de aquella película impagable apenas jugaba entonces con la única idea de divertir al público mediante una trama original... no imaginaba todavía que su guion era, en realidad, una profecía.
El pobrecito, sin embargo, apenas nos explicaba el desenlace de la historia. Lo que nunca nos contó es como se llegó a situación tal. Ahora empezamos a saberlo…
Por lo que pueda pasar, vayan Vds. aprendido a chillar (así se llama el sonido de los monos, chillido)… el que más chille y mejor será el jefe de la manada de monos, de la monada, vamos.
📺 EN LA TV SE RÍEN DE TODOS NOSOTROS A DIARIO 😡
Los ganaderos desmontan la Agenda 2050
y su "culpabilidad" en el Cambio climático
El sector de la carne alega que los datos y cifras presentados en la agenda están tergiversados y responden a intereses del lobby verde.
El sector del vacuno ha lanzado un informe en el que desmonta los argumentos de la Agenda 2050 presentada por Pedro Sánchez recientemente. Los ganaderos han señalado a este diario con total rotundidad que las cifras y datos que contiene la agenda en el apartado de la ganadería, y la supuesta "alta contaminación" que produce, son categóricamente falsos.
Lo cierto es que el enfado ha sido mayúsculo. Los afectados han visto cómo el presidente del Gobierno, con su Agenda 2050, llamaba a dejar de consumir carne, acusando a la industria de ser perjudicial para la salud del ser humano. Además, en varios capítulos del documento se culpabiliza a la ganadería de ser uno de los agentes principales que causa el Cambio climático.
Ahora, la ganadería quiere dejar claro que, de ninguna manera, son los culpables del Cambio climático. El sector afirma que las Agendas 2030 y 2050 responden a los intereses del lobby verde, y están plagadas de estudios politizados, hechos por investigadores politizados y activistas, que nada tienen que ver con la realidad del sector cárnico.
La emisión de metano más baja del mundo
El informe de Provacuno, la interprofesional de la carne de vacuno, deja claro que la ganadería emite gases, pero que ni mucho menos influye, ni influirá en la temperatura del planeta. Asimismo, el documento advierte de que no es Europa la que está contaminando:
"El 80% de las emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) procedentes de la ganadería en el mundo provienen de los países en vías de desarrollo (FAO, 2017). No podemos contribuir a mitigar el cambio climático con una visión eurocéntrica. La intensidad de las emisiones (CO2 eq/kg de carne) varía entre las diferentes áreas del mundo. En nuestro entorno (Europa del Oeste) tenemos una de las intensidades de emisión más bajas del mundo (FAO, 2017). Nuestros sistemas productivos son más eficientes en el uso de los alimentos, en el manejo y en la sanidad animal. Por eso producimos menos emisiones por unidad de producto final", recoge el estudio.
No se menciona la agricultura
La industria de la ganadería recuerda que la agricultura también produce gases de efecto invernadero y metano. Sin embargo, "no se menciona ni hay ataques políticos y propagandísticos contra los cultivos". "El metano que se produce en la agricultura representa en torno al 27% del metano total emitido en el mundo. Este metano forma parte de un ciclo biogénico (se transforma en CO2 y H2O en 12 años), que pasa a ser absorbido por las plantas en las fotosíntesis. Con unos censos ganaderos estables, no aumentamos el CO2 en la atmósfera a lo largo del tiempo, por lo que no contribuimos al calentamiento como lo está haciendo el consumo de combustibles fósiles", apunta el estudio.
Según el Ministerio de Transición Ecológica, las emisiones de carne de vacuno en España representan el 3,6%, mientras que en el transporte es del 27% y en la ganadería del 7,6%. "Por ejemplo, si comparamos datos, el consumo anual de carne de vacuno en España es de 5 kilos, eso equivale al carbono de 800 kilómetros recorridos en coche o 500 kilómetros recorridos en avión de una persona" explican fuentes de Provacuno a este diario.
El agua verde
Otro de los mitos es el del "despilfarro de agua en la ganadería". Fuentes de Provacuno han transmitido que es otro engaño más de la Agenda 2050. "El 90% del agua que se atribuye a la producción de carne es agua verde, procedente de la lluvia, que seguiría cayendo en caso de desaparición de los animales. Donde nos centramos es en la reducción del consumo de agua azul. Pero nosotros no influimos en eso que llaman la huella hídrica, porque lo que se consume es agua verde, agua de la lluvia. Está todo muy tergiversado y manipulado sobre este asunto".
La España vaciada y la hipocresía
Desde el sector cárnico en España destacan también la hipocresía de la Cumbre Climática celebrada en Madrid, COP25, en la que fue protagonista la eco-icono Greta Thunberg. "En la Cumbre prohibieron la carne, no había ni un gramo, pero llegabas a los puestos y había perritos calientes hechos con soja, la soja es el cultivo que más desforesta del mundo, en España no hay. Arrasan con los bosques para plantar soja. Y las hamburguesas que había en la Cumbre del Clima venían de Estados Unidos, de Beyond Meat. ¿Es más sostenible una hamburguesa que viene de Estados Unidos que la carne que tenemos debajo de nuestra casa en la carnicería?, cuestionan fuentes de Provacuno.
Los ganaderos especifican que su industria, a nivel global, utiliza el 70% de la superficie agrícola; sin embargo, la mitad de esa superficie "son pastos permanentes y tierras marginales que no son aptas para la agricultura. Echar a los animales de esas zonas cultivables supondría la pérdida de ecosistemas y biodiversidad".
Otro de los puntos trata las garantías que ofrece la ganadería en el medio rural. "Se preocupan por la España vaciada, pero, a su vez, quieren cargarse la ganadería, es que no tiene sentido", manifiestan fuentes de Provacuno a este diario.
Tal y como apunta el informe de los representantes de la carne en España, "el mantenimiento de la ganadería en el medio rural, y la utilización de las superficies de pastos genera un amplio abanico de servicios ecosistémicos, entre los que destacan el secuestro de carbono, la retención de agua y recarga de los acuíferos, la lucha frente a la erosión, la prevención de incendios y la conservación de la biodiversidad". En España hay 436.000 explotaciones ganaderas activas a principios de 2021. En Europa, el 58% de las explotaciones agrarias cuentan con animales. Esta actividad se realiza, en buena medida en zonas con riesgo de despoblación", transmiten fuentes del sector.
Por último, entre otros asuntos, el estudio detalla los casi nulos efectos en los residuos. "Los productos de origen animal generan menos desperdicio alimentario del que se produce en otros alimentos que llegan a nuestras mesas. A nivel mundial, los productos cárnicos solo significan el 13% del desperdicio. En España ese porcentaje es todavía más reducido incluso".
Un informe de la FAO sostiene que muchas especies tienen
tantas proteínas como la carne y que su producción es barata
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