Los Derechos del Niño pisoteados
por la Ideología de Género
por la Ideología de Género
Celebramos el día de los Derechos del Niño. Los colegios se entregan de lleno en esta efeméride y a los niños se les hablan de sus Derechos como algo fundamental que ellos deben considerar como prioritario en sus vidas. Casi por encima, me atrevería a decir, de sus «deberes».
Sin embargo, estamos presenciando un verdadero atropello a muchos derechos tanto de los padres como de los niños. Implantar obligatoriamente una educación afectiva sexual según la visión de una minoría de la sociedad, supone para el niño un atentado contra sus propios derechos.
A continuación expongo cada uno de los derechos que estos principios muestran señalando en qué se están vulnerando:
La no discriminación:
El niño disfrutará de todos los derechos enunciados en esta Declaración. Estos derechos serán reconocidos a todos los niños sin excepción alguna ni distinción o discriminación por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento u otra condición, ya sea del propio niño o de su familia.
Es discriminado todo aquel niño que sea obligado a recibir una educación ideológica en base a la perspectiva del género o del feminismo radical, aún sin estar de acuerdo con ella ni él ni su familia por motivos de religión u otras causas.
Derecho a gozar de una seguridad social:
El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad. Al promulgar leyes con este fin, la consideración fundamental a que se atenderá será el interés superior del niño.
Esta educación no tiene en cuenta la educación física, moral y espiritual en base a la libertad, así como la propia dignidad de los niños. El interés que las leyes muestran por el niño no lo atienden a él prioritariamente, sino a los propios intereses de quienes las promueven.
El amor y a la familia:
El niño, para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, necesita amor y comprensión. Siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y, en todo caso, en un ambiente de afecto y de seguridad moral y material; salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre. La sociedad y las autoridades públicas tendrán la obligación de cuidar especialmente a los niños sin familia o que carezcan de medios adecuados de subsistencia. Para el mantenimiento de los hijos de familias numerosas conviene conceder subsidios estatales o de otra índole.
El concepto de amor que se inculca está muy alejado de su plena significación, o a la sumo, según el concepto que una gran parte de las personas defienden. El amor al que este derecho se refiere consiste en una relación afectiva, alejado si viniera el caso, de compromiso serio, relegándolo a simples sentimientos y deseos.
El niño es privado, por tanto, de su derecho del amparo de la seguridad moral que le puedan otorgar sus padres, bajo su responsabilidad, según sus creencias morales debido a estas leyes educativas obligatorias.
Derecho a la educación:
El niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria por lo menos en las etapas elementales. Se le dará una educación que favorezca su cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual, su sentido de responsabilidad moral y social, y llegar a ser un miembro útil de la sociedad. El interés superior del niño debe ser el principio rector de quienes tienen la responsabilidad de su educación y orientación; dicha responsabilidad incumbe, en primer término, a sus padres .El niño debe disfrutar plenamente de juegos y recreaciones, los cuales deben estar orientados hacia los fines perseguidos por la educación; la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho.
La educación que se le imparte según esta ideología no tiene en cuenta favorecer la propia cultura de cada niño. Se impone un pensamiento como único e incuestionable. Tampoco tiene en cuenta el juicio individual pues ni los niños ni su familia tienen opción a opinar en contra ni el desarrollo de su responsabilidad moral según las convicciones familiares. Así mismo se les priva a los padres de ello como primeros responsables.
9. Derecho al buen trato:
El niño debe ser protegido contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. No será objeto de ningún tipo de trata. No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o su educación o impedir su desarrollo físico, mental o moral.
La explotación del niño va de la mano de esta educación. De un modo cruel, se le manipula su mente, debido a su innata inocencia e incapacidad de decidir y opinar por su escasa madurez. Ciertas imágenes y explicaciones con contenido sexuales en esta perspectiva suponen un abuso a su integridad física, mental y moral.
10. A la protección contra todo tipo de discriminación y a la educación en la tolerancia frente a las diferencias:
El niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. Debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que debe consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.
Cuando a el niño pretende defiender sus propias creencias diferentes a esta ideología, no se le protege. La censura, amenaza, insultos e incluso multas pueden ser algunas de las consecuencias que sufrirán tanto él como su familia. Tan sólo se toleran ideas y posturas partidarias de las minorías pertenecientes a los colectivos LGTBI y como mucho a las mujeres, pero por otras razones, por ejemplo, la pertenencia a la religión católica o islámica, no se tiene en cuenta esta protección.
Aquí te dejo 10 razones para rechazar la ideología de género en los colegios, imprescindible para cualquiera que deseé tener serios argumentos para defenderse de esta intromisión ideológica.
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