EL Rincón de Yanka: LIBRO "LAS ARMAS DE LA LUZ" por JESÚS SÁNCHEZ ADALID 🔥

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domingo, 8 de mayo de 2022

LIBRO "LAS ARMAS DE LA LUZ" por JESÚS SÁNCHEZ ADALID 🔥




La Noche está avanzada,
y se acerca el día.
Desechemos pues, las obras
de las tinieblas, y vistámonos de las
armas de la luz
Romanos 13:12

Jesús Sánchez Adalid tiene nueva novela. No es una continuación argumental de 'El Mozárabe' ni 'Los baños del pozo azul', pero 'Las armas de la luz' si cierra una trilogía basada en un mismo y apasionante periodo histórico. En este caso, busca reflejar las causas del fin de la 'esplendorosa' Córdoba califal.
La clave de la trama, la llegada de un barco con un regalo misterioso que acaba atracando inesperadamente en territorio de los condes de Barcelona. Allí, en Barcelona y en otros lugares de Cataluña, se desenvuelve una historia llena de nuevo de aventuras, amor y épica.

“Las Armas de la Luz”. Un viaje claro y anímico hacia el sorprendente mundo medieval, en el que se cruzan y entremezclan héroes de ficción y protagonistas históricos, en la epopeya de una tierra que lucha por regir su propio destino.
La novela nos transporta de nuevo al final del primer milenio para contarnos una gran Epopeya medieval nunca antes contada. Almanzor amenaza el norte de la península Ibérica. Unos misteriosos barcos arriban a la costa tarraconense y dejan un extraño presente en el pequeño puerto de Cubelles. Este es el inicio de la emocionante peripecia vital de dos muchachos que acabarán viajando al Alto Urgell, cuando el conde Armengol I está a punto de unirse a la gran alianza de condes y magnates que han decidido independizarse definitivamente del reino franco y, a la vez, romper con las antiguas servidumbres impuestas por el poderoso califato de Córdoba.
En medio de todo esto, una mujer joven se debatirá para liberarse de las ataduras de su cerrado mundo familiar y social.
Esta novela es un homenaje a los hombres pacíficos, buenos y conciliadores que siempre hay, en toda época y lugar, frente a los violentos, belicosos y codiciosos. También es una exhortación, un canto a la libertad y la fe; una llamada a la esperanza en tiempos de sombra…
La novela presenta un gran friso narrativo que recrea el agitado inicio del segundo milenio: la vida en los castillos y campamentos guerreros, las peculiares relaciones entre nobles y clérigos, la rica cultura monacal, las costumbres cotidianas, el amor, la guerra, el miedo y el valor. Siempre en los fascinantes escenarios de una tierra singularmente bella y agreste, pero también fértil y poblada de luminosas ciudades: Barcelona, Gerona, Seo de Urgell, Vic, Solsona, Besalú, Berga, Manresa, Tortosa, Lérida; y de grandes monasterios que extienden su influencia: Santa María de Ripoll, San Cugat, San Juan de las Abadesas, San Pedro de Rodas, San Martín de Canigó. Con la Córdoba califal como telón de fondo.

Una figura crucial es Oliba, hijo de los condes de Cerdanya y Besalú, que en el año 1002 renuncia a su herencia para hacerse monje. En medio de la confusión y la violencia, surge un hombre cuya cordura y sabiduría aportará luz, y descubrirá el verdadero tesoro, que es de naturaleza espiritual.

Hay historias que pareciera que han estado guardadas, ocultas, esperando para ser escritas en el momento adecuado… Esta es una de ellas.
Tras encontrar de manera casual en las crónicas islámicas un dato revelador y poco conocido, comencé una profunda investigación. Mis pesquisas me llevaron desde la milenaria Córdoba hasta el corazón de la Cataluña actual. Un viaje apasionante a través de las crónicas andalusíes, los escritos medievales, la arqueología, la historiografía… Visité los escenarios de la novela, encontrando maravillosos paisajes, castillos, ciudades, monasterios, tesoros, códices…

Esta es una historia única que narra el declive del todopoderoso Califato de Córdoba y la formación de una gran alianza para culminar una venganza fraguada desde antiguo…
Sorprende descubrir que en aquella lejana época hubiera mujeres con enorme capacidad de decisión, poderío y libertad para autoafirmarse, como Ermesenda de Carcasona o la condesa Ermengarda de Vallespir.
Pero en medio de todo ese mundo de intrigas, guerras y muerte, que se alargó durante siglos, comenzaron a surgir hombres que defendían la paz, la cultura y los libros como las verdaderas armas de las que vendría el progreso y la luz de los pueblos. Esta novela es un homenaje a esos hombres buenos, pacíficos y luminosos que desdeñaron las armas de las tinieblas, la guerra y el odio, en favor de… Las Armas de la luz.

El relato se desenvuelve en un momento de la historia realmente apasionante, justo cuando Almanzor está a punto de morir, pero todavía eso resulta imprevisible ese hecho. Cuando muere Almanzor, se desatan una serie de fuerzas y acontecimientos que culminarán con el saqueo de Córdoba, la ciudad más rica y esplendorosa de Occidente. "Las armas de la luz" transcurre en ese escenario, describiendo la vida en los castillos y campamentos guerreros, las peculiares relaciones entre nobles y clérigos, la rica cultura monacal, las costumbres cotidianas, el amor, la guerra, el miedo y el valor… Y hay en la novela muchas sorpresas que merece la pena descubrir.

De Almanzor, en general, se conoce el mito y una idea un tanto tópica. La figura histórica es terrible, descomunal, pero es igualmente atractiva, enigmática y sorprendente.
Hans Robert Jauss fue un filólogo estudioso de la Literatura alemana y de las literaturas románicas, especializado en las literaturas medievales. Según él, el ser, cuando lee e interpreta un texto escrito, vuelve a ver, rehace su percepción de la realidad y reflexiona sobre ésta. Al mirar en el reflejo de su realidad, los textos literarios cuestionan nuestra vida, la posición en el mundo donde estamos insertos, nuestro pasado y su futuro. De esta manera, cuanto más leamos, aumentaremos las posibilidades de interpretar el mundo y, asimismo, nos cuestionaremos sobre lo que somos y lo que podemos llegar a ser, reflexionando sobre nuestros miedos, angustias, expectativas y sueños...

Ha sido un viaje apasionante a través de las crónicas andalusíes, los escritos medievales, la arqueología, la historiografía… Viajé a los escenarios de la novela y me encontré con maravillosos paisajes, castillos, ciudades, monasterios, tesoros, códices… ¡Es increíble todo lo que se conserva después de 1000 años!

No estoy de acuerdo en absoluto con esa visión de la edad Media como un periodo de oscuridad. Esa idea ha surgido del desconocimiento, del tópico propiciado por el cine y por cierta literatura romántica poco sustentada en la documentación histórica. La Edad Media es un periodo muy interesante. Ciertamente, con sus luces y sus sombras; como cualquier otro periodo humano. Pero de ninguna manera considero que deba ser despreciado ese tiempo y relegado. Nos aportó muchas cosas: entre otras, las maravillas del románico y el gótico y una evolución del pensamiento que es el puente con la antigüedad clásica.

Riquilda representa la reafirmación de la conciencia y la autonomía de la voluntad no solo en la mujer, sino en todo ser humano. Me sorprendió descubrir que en aquella lejana época hubiera mujeres con tanta capacidad de decisión, poderío y libertad para autoafirmarse. No una sola, sino bastantes, que estaban asociadas a los varones en el gobierno, la administración y la cultura. Baste nombrar a Ermesenda de Carcasona o a la condesa Ermengarda de Vallespir.

¿Cuáles son las armas de la luz?

El título me lo inspiró la figura del abad Oliba, un hombre instruido, amante de la paz, que siempre defendió la cultura y los libros como las verdaderas armas de las que vendría el progreso y la luz de los pueblos. Me pareció que esa frase, “Las armas de la luz”, tomada de la Carta a los Romanos de san Pablo, es un verdadero lema que identifica muy bien este periodo medieval, en lo que se refiere a los hombres buenos, pacíficos y luminosos que desdeñaron las armas de las tinieblas, la guerra y el odio, en favor de las armas de la luz.


Todos sabemos que el teocentrismo es una forma de pensamiento que afirma que Dios es el centro del universo y que lo rige todo, incluso las actividades humanas. Es una filosofía de épocas de mucha religiosidad, como la Edad Media. Al finalizar la Edad Media y comenzar el Renacimiento, el teocentrismo cedió el paso al antropocentrismo.

Los tiempos que estamos viviendo son tristes, en algunos momentos, desoladores… Estamos ante una situación nueva e inesperada. Todos nosotros, crecidos en una cultura que cada vez más trataba de desterrar el dolor y la muerte, nos enfrentamos de repente a la fragilidad y al desamparo. Las preguntas nos llegan de manera directa y violenta a través del peligro inminente y del miedo que nos agita. Es el miedo a enfermar, a ser secuestrado en una unidad de cuidados intensivos… Es, finalmente, el miedo a morir. La pandemia nos ha devuelto a la muerte, al acontecimiento más terrible e insalvable para muchos.
Me he encontrado con situaciones muy dolorosas. Pero también esta época rara, como toda circunstancia adversa, tiene sus enseñanzas y sus momentos de consuelo y de luz. No hay aquí espacio suficiente para contar los casos con la necesaria descripción.
Baste decir que estoy descubriendo cosas apasionantes del ser humano, ¡esa maravilla que somos!, mezcla misteriosa de sombras y luces… Hay gente que acude a mí, con frecuencia maravillada, por haberse descubierto interiormente, por el encuentro con muchas virtudes humanas que se mantenían latentes y que ahora afloran… Amistades recuperadas, familias desunidas que se reencuentran, llamadas inesperadas, perdones, reconciliaciones, actos heroicos, desinterés, amor sincero… Estoy seguro de que en adelante ¡nada será igual!

El abad Oliba nació en algún lugar del condado de Cerdaña o del condado de Besalú en el último tercio del siglo X, probablemente en el año 971. Era el tercer hijo de Oliba Cabreta, conde de Cerdaña y Besalú, y de Ermengarda de Vallespir. Era por tanto bisnieto del conde Wifredo el Velloso. Tuvo cinco hermanos: Bernat Tallaferro, que a la muerte de su madre heredará los condados de Vallespir, Fenollet y Besalú; Wifredo, conde de Cerdaña y, posteriormente, conde de Berga; Berenguer, obispo de Elna; Adelaida de Cerdaña, casada con el señor de Salas, e Ingilberga, hija natural de Oliba Cabreta y última abadesa del monasterio de San Juan de las Abadesas.
Cuando Oliba cumplió diecinueve años, su padre, un hombre ambicioso y enérgico, renuncia a todos sus cargos y títulos y se retira al monasterio italiano de Montecasino. La madre, Ermengarda, y los cinco hijos quedan al frente del patrimonio familiar.
En agosto de 1002, cuando contaba treintaiún años de edad, Oliba renunció a los condados que había recibido por testamento, cediendo el condado de Ripoll a su hermano Bernat Tallaferro y el de Berga a Wifredo II de Cerdaña, e ingresó en el monasterio de Ripoll como monje de la Orden de San Benito.

El año 1008, después de la muerte del abad Seniofré, Oliba fue elegido abad de dicho cenobio y luego de Cuixá. Reformó espiritual y materialmente ambos cenobios, ampliando y enriqueciendo extraordinariamente las bibliotecas monásticas, ya conocidas desde hacía décadas por los textos árabes traducidos al latín que poseían. Baste decir que Oliba, al iniciar su mandato como abad, se encontró con una biblioteca de cerca de un centenar de manuscritos y, a su muerte, se contaban doscientos cincuenta, una cifra extraordinaria en aquel tiempo.
Bajo su mandato salieron del scriptorium monacal códices célebres hasta el día de hoy, como la Biblia conocida equivocadamente como de Farfa (hoy en la Biblioteca Apostólica Vaticana), realizada entre los años 1015 y 1020, y la Biblia de Roda (hoy en la Bibliothèque Nationale de France), regalada posiblemente al monasterio de San Pedro de Rodas (Gerona) en 1022, con motivo de la consagración de la nueva iglesia.

El año 1018 fue nombrado obispo de Vich. A partir de este momento, aumenta considerablemente su importancia política, al formar parte de la gran asamblea de notables de Cataluña, dedicando muchos esfuerzos a la defensa y repoblación de las fronteras. Oliba hacía que su voz se hiciera escuchar, conciliadora siempre en los concilios y sínodos particulares; enérgica y valiente frente a los abusos, aunque fueran los de su propio sobrino, el arzobispo Guifré de Narbona.
La conjunción de los intereses temporales y de los espirituales en la Cataluña del siglo X explica el importante papel ejercido por los monasterios y los obispos. Y Oliba comprendió que podía ejercer una importante labor en favor de la paz, recordándole una y otra vez a la confundida sociedad de su país que la guerra no podía definir la esencia de los pueblos.

Oliba reflexionó, poco antes de cumplir los veinte años, teniendo presente el gesto de su padre, emprendiendo una suerte de exilio voluntario como protesta a la política de la guerra contra el islam promovida por los condes. Seguramente se preguntó si era posible recomponer el camino de la paz. ¿Cabía todavía un acuerdo diplomático con Almansur para restaurar el eficaz sistema de alianzas del siglo X?
Oliba no es un monje apocalíptico como otros monjes de su tiempo, sino más bien un promotor de la cultura escrita, en la línea de su tío Miró Bonfill, obispo de Gerona y conde de Besalú, uno de los amigos catalanes de Gerberto de Aurillac, el futuro papa Silvestre II. En este sentido, el pacífico abad no propugna una visión tremendista del mundo, como por entonces se divulgaba a través de las copias del Apocalipsis de Beato de Liébana realizadas, por ejemplo, en Gerona (975) y Seo de Urgel (1002), sino que aboga por una actitud contenida y esperanzada ante el ritmo de la historia y los signos de los tiempos.
Según esto, quizá lo más celebrado de la vida de Oliba sea su impulso al movimiento de la paz y tregua de Dios en Cataluña. Se trataba de propiciar el pacto por el que se intentaba una supresión temporal de la violencia. La iniciativa del abad y obispo nace como una prolongación del movimiento de la paz de Dios que tuvo sus orígenes en Aquitania a fines del siglo X, nacido de un concilio en Le Puy en 975 o el primer concilio del que se conservan los acuerdos, el de Charroux del 989.


ENTREVISTA CON JESÚS SÁNCHEZ EN "ÚLTIMAS PREGUNTAS"