EL Rincón de Yanka: 🎬 PELÍCULA "ORDET" (LA PALABRA) 1955 🎬

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jueves, 4 de noviembre de 2021

🎬 PELÍCULA "ORDET" (LA PALABRA) 1955 🎬


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“El artista debe describir la vida interior, no la exterior.
La abstracción es esencial para el creador.
Permite al realizador franquear las barreras que el naturalismo impone.
Permite a sus filmes ser no solamente visuales, sino espirituales.
La esencia más íntima del cine es una necesidad de verdad”.

"La gente cree en el Cristo muerto, pero no en el vivo"

JESUCRISTO, DAME LA PALABRA: 
EN NOMBRE DE JESÚS, TE LO ORDENO, LEVÁNTATE

Corren los años veinte en una pequeña comunidad rural de Jutlandia, Dinamarca. El anciano Morten es un granjero de arraigadas creencias, padre de tres hijos. Mikkel, el mayor, y su esposa Inger esperan el nacimiento de su tercer hijo. El mediano, Johannes, es tachado por los demás como un loco, porque después de estudiar teología actúa como un profeta, mientras que el menor de los hermanos, Anders, está prendado de una chica, cuya familia pertenece a una rama distinta del luteranismo.

A mediados del siglo XX, Carl Theodor Dreyer firmó una de las grandes películas religiosas de todos los tiempos, con esta adaptación de una obra teatral del pastor protestante Kaj Munk. El también director de otra joya como La pasión de Juana de Arco, presenta un relato de gran sobriedad y una narrativa muy pausada, articulada mediante una sucesión de tomas largas.
Argumentalmente Dreyer aborda sin rodeos el cristianismo y, por extensión, el sentido de la propia existencia. El cineasta danés se basa en las tesis de su compatriota y filósofo Søren Kierkegaard, para elaborar una profunda reflexión acerca de temas como la oración, el silencio de Dios, la veracidad de los milagros, el perdón, la muerte o el perpetuo conflicto entre ciencia y fe. En las antípodas de las corrientes de pensamiento que consideran meramente superfluas las convicciones religiosas -cuando no contraproducentes-, la cinta subraya, con naturalidad, el valor de la espiritualidad como un aspecto inherente a la condición humana y básico para descifrar la naturaleza de la vida.

Cada uno de los personajes del film simboliza una postura con respecto a la fe: Mikkel es un hombre bueno incapaz de creer en Dios, Johannes representa la fe por encima de la razón y para Anders el amor prevalece sobre las diferencias. Su padre alberga una religiosidad desgastada por el paso del tiempo y desviada hacia la senda de la intransigencia, igualmente transitada por la familia de la pareja de Anders. Ambos clanes se opondrán a la relación de los jóvenes enamorados, merced a unos prejuicios sobrevenidos a raíz de un cristianismo mal entendido.
En el transcurso de la historia son claves la bondad encarnada por Inger -maravilloso personaje- y la inocencia de una de sus hijas. Asimismo, el conjunto se enriquece, aún más, con la entrada en escena del médico y el pastor, quienes aportan sus respectivas perspectivas, influidas por la ciencia y la teología.
Mención especial merece el tramo final del largometraje, con el que Dreyer redondea el resultado de esta obra maestra, rematando el magistral ejercicio de planificación con el que acometió el título. La sabiduría cinematográfica del autor está condensada en un colofón sencillamente perfecto y de una sublime belleza.
La producción fue galardonada, entre otros premios, con el Globo de Oro a la mejor película extranjera y el León de Oro en el Festival de Venecia.