La figura de Jesucristo ha creado polémica a través de estos 2000 años.
Los cristianos dicen que es Dios mismo encarnado en la Tierra.
Pero el espíritu del anticristo, que ya está operando en la tierra, está falsificando las características de Jesucristo.
Especialmente su mensaje, utilizándolo para defender posiciones políticas.
Y presentándonos una prédica de Jesús diferente a la que relatan los evangelios.
Debemos ser conscientes de esta estrategia del maligno y estar en guardia para detectar las mentiras.
En este artículo tratamos sobre las falsificaciones que están corriendo sobre la prédica de Jesús. Y sobre cómo defendernos.
Primero estableceremos claramente lo que dice la Iglesia sobre Jesucristo.
QUE DICE QUE IGLESIA SOBRE QUIEN ES JESUCRISTO
La expresión habitual es que Jesús es el hijo de Dios.
Pero a veces esa frase puede ser confusa porque todos somos hijos de Dios, pero sin embargo no somos Dios.
Jesús es el hijo de Dios en el sentido que es “Dios el hijo”.
A veces esta afirmación se minimiza dándole importancia superlativa a sus cualidades humanas, como amor, compasión, justicia, conciencia social.
Queriendo demostrar que era un gran profeta y un gran hombre.
Y esto puede significar para algunos que Jesús fue una criatura elegida por Dios para una gran misión.
Pero no es así, Jesús es el mismo Dios. Es la segunda persona de la Santísima Trinidad.
Pero a su vez es verdadero Dios y verdadero hombre.
La iglesia enseña que es una persona que tiene dos naturalezas.
Por un lado tiene la naturaleza divina como Dios y por otro lado la naturaleza humana como hombre.
Estas dos naturalezas están unidas desde la concepción como ser humano.
Y esto le da a Jesucristo la particularidad de tener un cuerpo, un alma, un intelecto y una voluntad humanos, similar en todo a los hombres, salvo en el pecado, porque es impecable por ser Dios.
Pero por otro lado Jesús tiene el intelecto y la voluntad infinita de Dios.
Por lo tanto Jesús es un Dios perfecto y un hombre perfecto, con un alma racional y carne humana.
Es igual a Dios Padre en su divinidad.
Estas dos características están unidas en la misma persona.
Es por esto Jesús dice “antes que Abraham fuera yo soy” significando que Él es increado.
Pero por otro lado demuestra su naturaleza humana cuando está en agonía en el Jardín de los Olivos y le dice al Padre que no se haga Su voluntad sino la de Dios Padre.
La herejía arriana, una de las más devastadoras que hubo, sostenía que Jesús era una criatura hecha de la nada, no era Dios eterno.
Y esta herejía fue condenada en el Concilio de Nicea en el año 325 y nos dejó el Credo de Nicea que dice al respecto,
«Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho…
Y luego el Concilio de Constantinopla en el año 553 declaró qué Cristo es uno, Dios y hombre consustancial con el Padre en cuanto a la divinidad, y consustancial con nosotros en cuanto a la humanidad.
Jesús fue verdaderamente Dios desde su concepción, por lo tanto debe haber nacido sabiendo las mismas cosas de Dios, incluido que Él es Dios.
Porque si hubiera nacido sin saber que Él es Dios no podría ser Dios, porque Dios es omnisciente, sabe todas las cosas.
De esta manera entonces Jesús fue un peregrino en la tierra como nosotros y a la vez poseedor de una visión inmediata de Dios porque era Dios, conocedor del pasado, del presente y del futuro.
Por lo tanto todas las cosas que dice Jesús son cosas dichas por Dios, que conoce todas las cosas en su pasado, presente y futuro, nada se le escapa.
Y esto en central para el cristianismo, aunque hoy esta opacado en nuestra comprensión.
Hasta acá vimos quien es verdaderamente Jesús, veamos ahora su historia en la Tierra.
ISRAEL COMENZÓ LA BÚSQUEDA DE UN REY HASTA LLEGAR A JESÚS
La historia del pueblo judío narrada en la Biblia se puede definir como la búsqueda de un rey terrenal que lo guíe hacia un destino glorioso.
El pueblo le pide a Samuel un rey, lo que está relatado en 1 Samuel.
El Señor le dice que nombre a Saúl, pero Saúl demostró ser un rey débil y celoso.
Luego el Señor Elige a David como rey en su reemplazo. Que gobernó en una época de oro para Israel.
Lo sucedió su hijo Salomón, bajo cuya administración el reino de Israel se dividió en dos: Judá en el sur con dos tribus e Israel en el norte con 10 tribus.
Luego vienen los periodos de cautiverio las 10 tribus del Norte son cautivas por los asirios en el año 722 aC.
Y luego mezclan con los gentiles convirtiéndose mayoritariamente en los samaritanos.
Mientras que las dos tribus de Judá fueron llevados a cautiverio por los babilonios en el año 597 aC.
Regresaron 70 años después.
Uno de los cautivos fue el profeta Daniel.
Quien escribió en Daniel 2: 44 que vendría un día el Mesías a restaurar el reino de Dios en la Tierra.
Y estableció que ese reino jamás será destruido, ni su soberanía dejada a otro pueblo, y permanecerá para siempre.
Cinco siglos más tarde aparece Jesús en la escena.
Y su mensaje es “arrepentíos porque el reino de los cielos ha llegado”, como se pude leer en Mateo 4.
El reino no era terrenal sino el que da entender Daniel.
Un reino que no tendrá fin y que reunirá a todo el mundo.
La promesa de Jesús no es que llegará el reino de Dios sino que ya llegó con Él.
Y además que somos sus hijos adoptados por Jesús, en su reino, como se puede ver en Gálatas 4: 5.
Enormes promesas de Jesucristo que hasta el día de hoy se manifiesta con luces y sombras.
Por un lado Jesucristo nos legó la religión más grande del mundo y que ha sobrevivido 2000 años.
Pero en estos dos mil años la figura de Jesús ha sido fuente de continuas discusiones y conflictos.
Incluso dentro de los cristianos se discute cual es la modalidad y la moralidad que Jesús nos vino a traer.
Para muchos Jesús es un maestro moral, para otros un activista, para otros un ser de alta espiritualidad, para otros el hijo de Dios y para otros más modernamente trajo a la tierra la noticia de una nueva sexualidad.
Estas falsificaciones, ajenas a la Biblia, son fruto del anticristo.
¿COMO ERA JESÚS EN REALIDAD?
Si nos basamos en lo que dice la Biblia Jesús físicamente era una persona musculosa, con cabello largo y barba.
Una persona de gran resistencia física como para recorrer durante 3 años una enorme cantidad de kilómetros, impensable para un hombre de nuestra época.
Jesús fue un hombre que mostró que tenía la capacidad de restaurar la salud de la gente y expulsar demonios.
Y hacer milagros como la multiplicación de los panes y los peces.
No era una persona tímida sino un predicador fuerte y desafiante.
Sus prédicas no tenían concesiones.
No eran suaves ni políticamente correctas, sino comprometidas y exigentes para con la gente.
La gente debía arrepentirse y creer en su evangelio y en la moralidad que él expresaba.
Pero Jesús no era un predicador enojado sino un predicador firme y decidido, que no aceptaba un compromiso a medias.
Además demostraba que era urgente la conversión.
Él no vino a debatir que era lo bueno y que era lo malo sino a traer la palabra del Padre.
Era tan exigente que advirtió que “el que no recoge conmigo, dispersa”.
Nada detenía la predicación de Jesús.
Este análisis puedes leerlo más en detalle en este artículo, se basa en lo que objetivamente podemos leer en la Biblia.
Le estamos quitando toda ideología.
Y suponemos que lo que dice la Biblia fue en realidad lo que ocurrió.
Porque si pensamos que no se puede conocer exactamente lo que dijo Jesús porque no había grabador en aquella época, como manifestó el general de los jesuitas, entonces no vale la pena ni siquiera considerar a Jesús.
Sin embargo esta personalidad pública y manifiesta de Jesús se ha ido edulcorando a través de los siglos.
Y han aparecido otras interpretaciones de la personalidad y discurso de Jesús, ajenas a los documentos que tenemos de Él.
VEAMOS ALGUNAS DE ESAS MÁSCARAS QUE LE HAN PUESTO A JESÚS
JESÚS EL ACTIVISTA
Una caricatura del Jesús es como activista social radical, promoviendo a los pobres y marginados, para mejorarles la situación en la Tierra.
Esto fue encarnado más claramente por la Teología de la Liberación, que fue muy popular en América Latina luego del Concilio Vaticano II.
Esta manera de ver a Jesús lo despoja de su divinidad y lo sitúa como un maestro moral terrenal.
Cuya prédica se limita a mejorar las situaciones sociales y económicas terrenales; que los desposeídos vivan mejor en la Tierra.
Pero por la propia Biblia sabemos que en esta Tierra no se puede satisfacer los anhelos más profundos del corazón.
La prédica bíblica de Jesús es hacia lo trascendente, hacia la vida eterna, de la cual Él se autodenomina el camino.
JESÚS ESPIRITUAL PERO NO RELIGIOSO
En estos dos mil años se ha mellado la relación de las iglesias institucionales con buena parte de la población.
Abonado por las denuncias de abusos sexuales de sacerdotes, corrupción, apostasía, clericalismo.
Por otro lado, la reforma protestante introdujo la noción de qué se podía tener una relación personal con Jesús sin intermediarios y que era lo deseable.
Y posteriormente la New Age amplió este criterio del cristianismo individualista del protestantismo.
Suplantándolo con una vaga orientación espiritual que cree en un ser superior, que es sobre todo una energía creadora, como el gran arquitecto del universo en el que creen los masones.
Pero que cada uno podría armar a su gusto sin depender de la iglesia institucional.
Y a pesar de concebir de esa forma al Dios que vino a predicar Jesús, muchos se siguen llamando cristianos o católicos.
Una encuesta reciente en Estados Unidos mostró que el 28% de los católicos creen en un Dios diferente que el que retrata la Biblia.
Es un porcentaje mayor que en el resto de las denominaciones cristianas.
Pero si leemos la Biblia con una atención aunque sea mediana, vamos a ver que Jesús estableció una estructura de autoridad a través de los apóstoles para el armado de la Iglesia.
A Pedro le dio las llaves del reino escogiéndolo para edificar su iglesia.
Y prometió que los poderes del infierno no la destruirían.
CUIDADO CON ESTO.
"Más almas envía al infierno la Misericordia
que la Justicia de Dios, porque los pecadores,
confiando temerariamente en aquella,
no dejan de pecar y se pierden."
San Alfonso María de Ligorio
JESÚS EL DÉBILMENTE HIPER MISERICORDIOSO
Otra máscara falsa de Jesús es presentarlo como un ser todo amor pero todo permisivo.
Un chico agradable que no obliga a nadie, que entiende los problemas y las excusas de la gente y siempre perdona sin exigir demasiado.
No hay dudas que Jesús es misericordioso amoroso y siempre perdona, pero pide que te arrepientas. Pide que no caigas de vuelta en el pecado.
Como en el caso de la mujer sorprendida en adulterio que relata Juan 8: 1- 1, qué Jesús no la condena, la perdona, pero lo dice “vete y no peques más”.
Jesús no vino acompañar a la gente, sino a llamar a la conversión de estilo de vida.
Y esto resulta incómodo para muchos que no están dispuestos a cumplir las exigencias que Él reclama.
La verdadera misericordia de Jesús se expresa en su reclamo de cambio de vida y conversión, para evitar el riesgo de perdición.
Pero sucede que quienes aplican esta máscara a Jesús son también los que creen que el infierno no existe o está vacío, por lo tanto no hay un castigo severo para el pecado mortal.
JESÚS GAY FRIENDLY
Esta máscara de Jesús es propia de la última década y de la revolución sexual.
Pastores hablan en principio que no saben cuál es la orientación sexual de Jesús.
Abonado incluso con que no se casó ni tuvo hijos, ni tuvo relación con ninguna mujer.
Además dicen que Jesús se identifica con los marginados de nuestra sociedad, y entre los marginados ellos ponen a los homosexuales.
Otros pastores directamente dicen que Jesús probablemente fue homosexual y retratan a los apóstoles como una camarilla gay alrededor de Jesús.
Jesús entonces se sentiría atraído por los hombres, por eso se rodeó de hombres y no de mujeres.
Y citan el ejemplo del discípulo amado que recostó su cabeza sobre el pecho de Jesús en la última cena.
Debido a su homosexualidad Jesús habría exhortado a sus seguidores a romper los lazos familiares.
Lo cual no es un rechazo hacia la familia sino más bien una invitación positiva a unirse, para afirmar la alegría y el amor del estilo de vida gay.
Incluso algunos van más allá.
Porque llegan a pensar qué Jesús se hizo gay porque la Santísima Virgen era una madre posesiva y San José una persona hostil, que deviene de la ambigüedad de su estatus como padre adoptivo de Jesús.
Y cómo dato mencionan cuando Jesús se separó de sus padres y fue a la sinagoga a predicar cuando tenía 12 años.
Incluso interpretan que Pablo de Tarso también era homosexual.
Y como el ambiente en esos años era altamente homofóbico, los propios guardianes del cristianismo cultivaron en secreto la homosexualidad.
Y hay casos que van en el mismo sentido pero son más sutiles, como el del sacerdote jesuita Donal Godfrey, que no afirma abiertamente en público que Jesús era gay, pero insiste que los gay lo vean de esa forma para acercarse al cristianismo.
Sin embargo esto parece ser una chicaana, porque Godfrey disiente abiertamente con la enseñanza de la iglesia sobre la homosexualidad.
E incluso se lo ha retratado participando en marcha del orgullo gay y permitiendo en su parroquia talleres sadomasoquistas.
Estas 4 máscaras con las cuales se retrata a Jesús son parte del engaño del anticristo.
CÓMO PROTEGERSE DEL ENGAÑO DEL ANTICRISTO
Aunque la figura del anticristo no se ha manifestado aún, es claro que está operando el espíritu del anticristo.
El numeral 676 del Catecismo de la Iglesia Católica dice
“Esta impostura del Anticristo aparece esbozada ya en el mundo, cada vez que se pretende llevar a cabo la esperanza mesiánica en la historia, lo cual no puede alcanzarse sino más allá del tiempo histórico a través del juicio escatológico”.
San Pablo en la segunda carta a los Tesalonicenses habla que el anticristo se opondrá a todo lo que se relacione con Dios y se hará pasar por Dios.
Esta es la lógica del espíritu del anticristo, causar engaño.
Y el Catecismo de la Iglesia Católica numeral 675 hablando de la prueba final de la iglesia dice,
“Allí se desvelará el misterio de la iniquidad en la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad”.
Y dice también que,
“La impostura religiosa Suprema es la del anticristo, un pseudo mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo en lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne”
De modo que la tendencia al engaño ya está presente.
¿Y cuál es la forma de protegerse contra el engaño y contra estás máscaras de Jesús?
La respuesta la da San Pablo en 2 Tesalonicenses 2:15 cuando dice,
“Hermanos estad firmes y retened la doctrina que habéis aprendido, ya sea por palabra o por carta nuestra”
Esto significa aferrarse a las tradiciones, a la verdad escrita en el evangelio y expresada en el Catecismo de la Iglesia Católica.
1 Juan 4: 6 expresa lo mismo con otras palabras cuando dice,
“El que conoce a Dios nos escucha y el que no es de Dios no nos escucha; en esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu de error”.
Por lo tanto la tradición es el antídoto a la presencia de falsas enseñanzas y del espíritu del anticristo.
Hay que atenerse a lo escrito en la Biblia a la predicación apostólica y a la sagrada tradición.
La Constitución apostólica Dei Verbum del Concilio Vaticano II habla, que a través de la tradición de la iglesia en su doctrina vida y culto perpetuo se transmite a todas las generaciones lo que ella es y lo que ella cree.
La sagrada tradición está compuesta por los credos de la Iglesia, las doctrinas infalibles, su práctica moral y la sagrada liturgia.
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