Algunos rasgos diagnósticos de la sociedad actual
Jorge Martín Montoya Camacho;
José Manuel Giménez Amaya
Como dice en la presentación de esta obra el profesor Javier Sánchez Cañizares, director del Grupo Ciencia, Razón y Fe (CRYF) de la Universidad de Navarra, los autores han tomado sobre sí, cada uno, la plena responsabilidad respecto de las verdades en las que sostienen a diario sus vidas (cfr. García-Baró, M., 2014, p. 11). Han aceptado el desafío de acoger valientemente el empeño de pensar los problemas actuales, de modo interdisciplinar, para intentar iluminar los retos que presenta la sociedad de nuestros días.Por eso el profesor Sergio Sánchez-Migallón señala en el prólogo de este libro que Jorge Martín Montoya Camacho y José Manuel Giménez Amaya, se comprometen con sus páginas porque hablan de lo que nos pasa y de lo que nos espera, así como de lo que nosotros miramos o dejamos de ver. No se habla aquí solo de ideas, ni solo de diagnósticos de algo ajeno al investigador. Se tratan problemas de los que todos somos en alguna medida responsables: y los filósofos no menos que los científicos, ni los creyentes menos que los increyentes.
“Esa cosmovisión progresista, que está dominando el sistema cultural y comunicativo, nos exige salirnos del sistema para influir en el sistema. Las nuevas redes sociales y los fenómenos emergentes de los streamers, youtubers e influencers nos están invitando a romper con la intermediación clásica que representan los medios generalistas para cambiar el sistema desde dentro”.
“Salirse del sistema para influir en el sistema”, ese es el tema de fondo, o si lo quieres más radicalmente, se trata de “estar en Dios”.
No se trata de resistir, ni de organizar la resistencia: No.
Hay que ir a la raíz del problema, y hay que trabajar en la fe, no presuponerla, no darla por supuesta, estar constantemente activándola, actualizándola, viviéndola.
"Hay dos palabras claves e inseparables dentro del cristianismo: verdad y libertad". "Si el cristianismo dejara de comprenderse a sí mismo como verdad real y teológica, se estaría cometiendo un expolio de humanidad", ha asegurado. Así, ha hecho hincapié en que "la verdad que propone el cristianismo puede ser reducida a una suma de conceptos teóricos, normas morales o prescripciones para la convivencia social y su mensaje afecta a todas las dimensiones del ser, de la historia y de la persona". Olegario González de Cardedal
La filosofía es siempre el empeño por tomar sobre sí, cada uno, la plena responsabilidad respecto de las verdades en las que está sosteniendo a diario su vida. Lo que supone prestar infinita atención a los demás seres humanos e incluso a la realidad toda, porque esta voluntad de responsabilidad, de lucidez y de verdad se suscita sobre todo a la vista de lo fácil que es dañar a las personas y cosas cuando se deja uno vivir en la irresponsabilidad, en la ignorancia, en la pereza1.
Inspirados en estas palabras del profesor Miguel García-Baró iniciamos este estudio sobre los rasgos que definen la sociedad en la que vivimos y que hemos titulado Encubrimiento y verdad: algunos rasgos diagnósticos de la sociedad actual. La filosofía ha sido siempre un camino hacia la verdad, y los autores de este trabajo piensan que, también en el momento presente, análisis filosóficos como el que ahora comenzamos podrían aportar algo de luz para desentrañar las razones profundas de nuestro ser y de nuestro actuar en este momento de la historia.
En efecto, una de las características más notables de estas décadas iniciales del siglo XXI es la dificultad, desde las perspectivas de la antropología y de la ética filosóficas, para caracterizar, de forma precisa, las raíces de la situación en la que vivimos y su comprensión en profundidad. Por una parte, la sociedad actual tiene una herencia de la llamada modernidad, que se ha desarrollado de manera paulatina y floreciente en los últimos siglos2.
De otra parte, las experiencias tan dolorosas sufridas en el mundo durante el siglo XX y las primeras décadas del siglo XXI3, han puesto de manifiesto de manera más clara, si cabe, las profundas paradojas que se experimentan con el progreso y desarrollo de la humanidad.
De forma muy general hay cuatro rasgos distintivos que, en nuestra opinión, podemos encontrar en la sociedad actual. El primero se podría enunciar como una gran complejidad, teñida de ambigüedad, que se presenta fehacientemente, sobre todo, en los aspectos antropológicos y éticos. En segundo lugar, observamos un mundo global en donde la velocidad de cambio –sobre todo desde la perspectiva tecnológica– produce una valoración siempre provisional de las propias experiencias cognitivas, afectivas y desiderativas, y del contexto antropológico y ético en el que deben ubicarse. En tercer término, es cada día más frecuente comprobar cómo los individuos y las sociedades se encuentran conviviendo en situaciones donde moralidad e inmoralidad forman parte de su misma vida. Además, están de tal manera implicadas entre sí, que para el propio individuo es, en no pocas veces, muy difícil distinguirlas con precisión: en la base se percibe la ausencia de un punto de referencia común para contestar a la pregunta sobre qué es el ser humano4.
Finalmente, se ha producido en este inicio del siglo XXI, sobre todo en el mundo occidental y en países de una arraigada tradición cristiana, un descenso muy notorio de la práctica religiosa y de las convicciones morales estables y duraderas que han regido la vida de las personas durante mucho tiempo5.
Este texto que presentamos ahora intenta dar algunas respuestas al porqué de las cuestiones antes planteadas. No pretende, en ningún caso, ser un documento cerrado o exhaustivo sobre los problemas culturales que se están desarrollando en la actualidad. Su objetivo, más bien, es ser un punto de inicio; o, mejor, un conjunto de sugerencias para la reflexión. En otras palabras, los autores pretenden presentar una serie de ideas sobre las que reclamar la atención y la reflexión, con el fin de aportar coherencia y unidad al estudio de situaciones difíciles de índole antropológica y ética muy extendidas en la sociedad de hoy en día, sobre todo, como ya hemos indicado, en la occidental6.
Tales problemas, debido a su compartimentación conceptual7, y a que sistemáticamente ocultan su génesis y desarrollo, hacen que sea muy difícil –hablando en términos médicos– su diagnóstico certero y su posterior enfoque terapéutico.
Una aclaración previa. Hemos querido hacer un estudio de investigación y no un ensayo más o menos erudito. De ahí el extenso aparato crítico y las abundantes citas de los diferentes autores tratados en el propio cuerpo del texto. El objetivo de esto último es que el lector se haga cargo, por sí mismo, del sentido directo de dichas citas y la interpretación que de ellos hemos realizado en nuestro trabajo a través de su selección y comentarios. La bibliografía final, consecuentemente, es bastante extensa.
Aceptamos, como no podía ser de otra manera, que el lector sea crítico con esta visión que aquí presentamos, ya que, ciertamente, es parcial. Sin embargo, también esperamos comprensión en la lectura de nuestro análisis, aunque solo sea por el intento holístico de indagar sobre las raíces de los problemas que aquejan la cultura y la sociedad actuales. Nuestro propósito ha sido intentar aislarlos, comprenderlos y buscar modos de enfocarlos y tratarlos, en su caso, de manera algo diferente a como se hace hoy en día. Es por ello que, al estudiar las dificultades presentadas en este trabajo, nuestro principal interés haya sido intentar desenmascarar en ellas su aparente coherencia o lógica8.
Y para ilustrar todo nuestro enfoque, como ya hemos mencionado, acudimos a autores y, muchas veces, a sus propias palabras en castellano. Además, el estudio cuidadoso de las numerosas notas también puede ayudar a profundizar en esta dirección.
Hemos estructurado el libro en cuatro grandes capítulos. En el primero intentamos responder a la pregunta «¿qué nos pasa?», y revisamos con cierto detenimiento algunos rasgos que, pensamos, caracterizan el mundo actual. Nos apoyamos aquí en estudios de diferentes autores de los siglos XX y XXI. En el capítulo segundo, nos concentramos en una metodología de análisis que para nosotros ha sido vehicular en todo el libro, esto es, la capacidad de atención que se ha perdido en la modernidad, de tal manera que se focaliza la mirada solo en algunos aspectos de la realidad. Esta es la razón del título que le hemos dado: «¿Qué miramos?».
El capítulo tercero nos lleva, en directo, al intento de desvelar rasgos que han quedado ocultos en el mundo moderno, y que tienen un peso relevante para una valoración global, antropológica y ética de la situación en la que nos encontramos. Con el capítulo cuarto se concluye nuestro trabajo, y en él hacemos una proyección de futuro, concentrándonos en algunos retos que tenemos por delante. También hacemos mención, que en nada pretende ser pormenorizada y erudita, de un tema de amplísimo calado intelectual como son las relaciones entre la fe cristiana y el mundo moderno. Terminamos el capítulo con unas consideraciones sobre la esperanza cristiana desde una perspectiva antropológica.
Finalmente, en el epílogo exponemos, a modo conclusivo de todo nuestro análisis y de manera breve, un resumen de todo lo obtenido con nuestro trabajo. También, lógicamente, nos hacemos eco de cómo lo expuesto anteriormente tiene una incidencia en el mundo que estamos viviendo en el contexto de los acontecimientos de la pandemia de la COVID-19, y que puede suponer también un cambio de paradigma antropológico y ético en este inicio del siglo XXI.
El origen de nuestro trabajo fue una conferencia impartida por uno de los autores (JMGA), hace ya algún tiempo, al grupo Ciencia, Razón y Fe (CRYF) de la Universidad de Navarra. A partir de ese esquema general hemos trabajado al unísono todo el texto del libro, dedicando muchas horas al estudio y conversación para profundizar en la clarificación de los contenidos y en una redacción conjunta de todos los apartados. El resultado lo tiene el lector en sus manos y esperamos que sea de ayuda.
Agradecemos al grupo CRYF de la Universidad de Navarra –sobre todo en la figura de su director, el profesor Javier Sánchez Cañizares– el apoyo para realizar esta investigación, y al profesor Sergio Sánchez-Migallón el prólogo a nuestro trabajo, y todos sus consejos y sugerencias. Finalmente queremos agradecer toda la ayuda recibida de la editorial EUNSA, especialmente, de Ana Gil de Pareja, por su labor de asesoramiento, y a María Victoria de Rojas Gutiérrez de Gandarilla por su trabajo de corrección en el texto que presentamos.
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1. García-Baró, M., Descartes y herederos: introducción a la historia de la filosofía occidental, Salamanca: Ediciones Sígueme, 2014, p. 11.
2. El concepto de modernidad es un periodo de la historia de difícil definición. En todo nuestro texto haremos referencia a una modernidad que se desarrolla, en un itinerario histórico muy amplio, desde perspectivas gnoseológicas, antropológicas y éticas. Desde la gnoseología, el punto de referencia es el nominalismo de Ockam y sus precedentes en la filosofía de Roscelino de Compiègne en el siglo XI (cfr. Gambra, R., Historia sencilla de la filosofía, Madrid: Ediciones Rialp, 1994, p. 137). Estos presupuestos gnoseológicos condicionarán la visión antropológica y ética del hombre en el Renacimiento y en la Ilustración. En todo ello, como indica Leonardo Rodríguez Duplá, sobre la modernidad: «Conviene hacer aquí dos aclaraciones. En primer lugar, está claro que los grandes periodos históricos no nacen de la nada. Los precede un largo tiempo de gestación, y la mentalidad moderna no es una excepción a este respecto. Ante la imposibilidad de ocuparme en este lugar de los orígenes de la modernidad, me limitaré a apuntar lo que me parece una de sus raíces principales: el auge de la filosofía nominalista durante el siglo XIV. En segundo lugar, aunque haya señalado el Renacimiento como fecha natal aproximada de la modernidad, lo cierto es que las primeras obras en las que el nuevo espíritu aparece desarrollado consciente y sistemáticamente son de la primera mitad del siglo XVII; me refiero, claro es, a las obras de Francis Bacon y Thomas Hobbes» (Rodríguez Duplá, L., «¿Qué rasgos definen la cultura emergente?», en Qué tipo de persona queremos educar para el nuevo milenio, Madrid: Editorial Bruño, 2000, p. 10). Para una visión antropológica de la modernidad nos parece de gran interés la consulta de: cfr. Murillo, J. I., «Antropología», en Diccionario de Teología, C. Izquierdo, J. Burggraf y F. M. Arocena (eds.), Pamplona: EUNSA, 2006, pp. 29-49, y la bibliografía incluida en ese artículo. Para un análisis ético de la modernidad, se pueden consultar las siguientes obras, entre muchas otras: vid. Valverde, C., Génesis, estructura y crisis de la modernidad, Madrid: BAC, 1996; Rodríguez Duplá, L., Ética de la vida buena, Bilbao: Desclée De Brouwer, 2006; Giménez Amaya, J. M., Sánchez-Migallón, S., Diagnóstico de la universidad en Alasdair MacIntyre: génesis y desarrollo de un proyecto antropológico, Pamplona: EUNSA, 2011; Bello Rodríguez, H.
J., Giménez Amaya, J. M., Valoración ética de la Modernidad según Alasdair MacIntyre, Pamplona: EUNSA, 2018; y, Giménez Amaya, J. M., La universidad en el proyecto sapiencial de Alasdair MacIntyre, Pamplona: EUNSA, 2020. Para una visión de la historia de las ideas en la modernidad y del proceso de secularización en esa época, se puede consultar entre otras obras: vid. Fazio, M. Historia de las ideas contemporáneas: una lectura del proceso de secularización, Madrid: Ediciones Rialp, 2018.
3. Nos referimos, especialmente, a la gran pandemia de la enfermedad del coronavirus (COVID-19), iniciada en China a finales del año 2019 y que se extendió por todo el mundo en los primeros meses del 2020.
4. Un autor que ha puesto de manifiesto este proceso de fragmentación o de compartimentación de la vida humana ha sido el filósofo anglosajón Alasdair MacIntyre. Esta dinámica antropológica y ética lleva, a su vez, a contradicciones vivenciales, y a un progresivo ocultamiento de la propia realidad del individuo [cfr. Giménez Amaya, J. M., «La fragmentación y “compartimentalización” del saber según Alasdair MacIntyre», en Sapienza e libertà: studi in onore del Prof. Lluis Clavell, M. Pérez de Laborda (a cura di), Roma: Edusc, 2012, pp. 193-202; y, Giménez Amaya, J. M., La universidad en…, pp. 305-310].
5. En gran medida, nuestro análisis se centra en el ámbito del denominado mundo occidental. En el contexto específico del descenso de la práctica religiosa, y de lo que se ha referido como «patologías de la religión», puede ser instructivo consultar la introducción realizada en el año 2000 por Joseph Ratzinger a su conocida obra Introducción al cristianismo: lecciones sobre el credo apostólico (cfr. Ratzinger, J., Obras completas. IV, Introducción al cristianismo: fe, bautismo, seguimiento, Madrid: BAC, 2018, pp. 12-27).
6. Cfr. Bello Rodríguez, J. H., Giménez Amaya, J. M., Valoración ética…, pp. 76-137; y, Giménez Amaya, J. M., La universidad en…, pp. 125-134.
7. Empleamos esta palabra siguiendo la terminología utilizada por el filósofo moral anglosajón Alasdair MacIntyre. Él se refiere a esta fragmentación como la ausencia de unidad en las acciones morales del sujeto y en su vida comunitaria. También a una falta de relación entre los distintos saberes. En definitiva, la fragmentación es referida a una falta global de unidad de vida personal y con la comunidad. Como bibliografía de referencia, se pueden consultar, entre otros trabajos, los siguientes: cfr. MacIntyre, A., «The End of education: The Fragmentation of the American University», Commonweal, 133 (2006), pp. 10-14; Giménez Amaya, J. M., «La fragmentación…»; Bastien, R., Cinco defensores de la fe y la razón: A. MacIntyre, C. S. Lewis, G. K. Chesterton, J. H. Newman y P. Kreeft, Madrid: Ediciones Rialp, 2019, pp. 21-35; Giménez Amaya, J. M., Sánchez-Migallón, S., «Los problemas de la universidad liberal según Alasdair MacIntyre», Scientia et Fides, 8 (2020), pp. 99-121; y, Giménez Amaya, J. M., La universidad en…, pp. 262-268.
8. Cfr. MacIntyre, A., Justicia y racionalidad: conceptos y contextos, Pamplona: Ediciones Internacionales Universitarias, S. A., 1994, pp. 373-374; Ruiz Arriola, C., Tradición, universidad y virtud: filosofía de la educación superior en Alasdair MacIntyre, Pamplona: EUNSA, 2000, p. 121; Giménez Amaya, J. M., La universidad en…, pp. 105-106.
VER+:
OLEGARIO GONZÁLEZ DE CARDEDAL
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