EL Rincón de Yanka: LIBRO "SATANOCRACIA: LA DESTRUCCIÓN DEL VIEJO ORDEN CRISTIANO Y "CÓMO SOBREVIVIR AL NUEVO ORDEN MUNDIAL" POR JOSÉ ANTONIO BIELSA 👿💥

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martes, 25 de agosto de 2020

LIBRO "SATANOCRACIA: LA DESTRUCCIÓN DEL VIEJO ORDEN CRISTIANO Y "CÓMO SOBREVIVIR AL NUEVO ORDEN MUNDIAL" POR JOSÉ ANTONIO BIELSA 👿💥




SATANOCRACIA: LA DESTRUCCIÓN DEL VIEJO ORDEN CRISTIANO,
cuarto libro del historiador José Antonio Bielsa Arbiol tras "EL NIMBO Y LA PLUMA" (ambos publicados por el sello editorial Letras Inquietas) aspira a exponer, desde una cosmovisión cristiana, las causas históricas, políticas y teológicas que han permitido la instauración de una Satanocracia de facto en el Occidente cristiano. 
"El Nuevo Orden y la Satanocracia" acusan tal grado de imbricación que el uno no puede concebirse sin la otra: son dos nudos paralelos que alimentan idéntico propósito: si el primero (NOM) se vincula a la parte estructural y organizativa del entramado planificado por la Sinarquía, la segunda alimenta el impulso espiritual e intelectual que da significado al primero.
SATANOCRACIA: LA DESTRUCCIÓN DEL VIEJO ORDEN CRISTIANO es un libro nacido con la vocación de identificar las causas de la crisis de la civilización europea, cuyas primeras fisuras comenzaron a manifestarse en el ya alejado siglo XIV con el auge de la filosofía nominalista, acentuándose exponencialmente a partir del masónico siglo XVIII (el Siglo de las Luces).
El ensayo tiene por objeto ahondar desde una cosmovisión cristiana en las causas profundas de los males reinantes. La triple perspectiva de estudio utilizada (histórica, política y teológica) tan sólo aspira a reunificar las piezas dispersadas de un puzle desparramado por la violencia sinárquica, acaso más perturbadora e inquietante que la mera fuerza bruta, por cuanto su dinámica devastadora no va dirigida por un ente concreto y visible, sino por una enredadera de dispositivos solapados al servicio de la Satanocracia supranacional.

"El nimbo y la pluma", una revolución espiritual contra el nuevo orden mundial o globalista humanicida. Es una amena iniciación a los tesoros literarios de la tradición católica, a través de la presentación de catorce de sus más prominentes héroes nimbados... pluma en mano. De San Atanasio de Alejandría a Santo Tomás de Aquino, la franja cronológica contemplada en este libro va del año 300 hasta el fallecimiento del Aquinate, en 1274. José Antonio Bielsa Arbiol es historiador, filósofo, crítico cinematográfico, locutor radiofónico, docente y escritor. Licenciado en Historia del Arte y graduado en Filosofía por la Universidad de Zaragoza. Publica regularmente artículos y ensayos en revistas, prensa y diarios digitales sobre temas variados. Es autor de los libros Cómo sobrevivir al Nuevo Orden Mundial: Un manual de trinchera y España y sus demonios (Textos y ensayos escogidos). Está casado y vive en Zaragoza donde ejerce la docencia como profesor de filosofía.
De hecho, los nombres aquí citados pertenecen a autores muy conocidos entre teólogos e historiadores eclesiásticos del día. Silenciados por el NOM, el autor recalca que, en su publicación, “son todos los que están mas no están todos los que son” (pp. 13-14) debido a las exigencias de síntesis del formato. Pese a eso, don José Antonio menciona a otros “campeones de la Ley de Cristo”: San Hilario de Poitiers, San Efrén de Siria, San Cirilo de Jerusalén, San Cirilo de Alejandría, San Beda el Venerable, San Juan Damasceno, San Pedro Damián, San Bernardo de Claraval, San Antonio de Padua o San Alberto Magno entre otros (página 14).

El nimbo y la pluma¸ compuesto por una introducción, dos bloques (Edad Antigua y Edad Media) y una ficha final de los santos seleccionados (a partir de la página 101), enumera cuidadosamente por su fecha de nacimiento un listado de 9 y 5 sujetos respectivamente: San Atanasio de Alejandría, San Gregorio Nacianceno, San Basilio Magno, San Ambrosio de Milán, San Juan Crisóstomo, San Jerónimo de Estridón, San Agustín de Hipona, San Pedro Crisólogo, San León Magno -primera parte- y San Gregorio Magno, San Isidoro de Sevilla, San Anselmo de Canterbury, San Buenaventura y Santo Tomás de Aquino como cierre de la publicación.
Ejemplo de la práctica del desprendimiento de la arrogancia es San Pedro Crisólogo, considerado un gran célebre de los oradores con el título de doctor de la Iglesia, y de los más asequibles y elocuentes expositores de la doctrina cristiana. Pese a que la controversia sobre su persona está más que servida debido a las sombras persistentes de la leyenda propiamente dicha, es innegable que el propósito central de sus escritos fue “la recta guía del rebaño” (pág. 53).
Sutilmente no sólo nos acercamos a Cristo y a la visibilización de las obras de sus mayores fieles, sino a una serie de valores -difíciles de encontrar hoy en día- que eclipsa contra ciertos aspectos vigentes que han hecho de nuestra Sociedad un flujo de falsos mesías.

Rescatando “la pluma”, las Humanidades, podemos mencionar sin ningún pudor a San Atanasio de Alejandría (considerado el Doctor de la Trinidad), por haber sido un vigoroso exponente del género de la Historia. A San Gregorio Nacianceno (defensor de la fe Trinitaria y famoso por sus epístolas), el más reconocido -literariamente hablando- de los escritores de su tiempo, la cima de la lírica española (e incluso comparado con San Juan de la Cruz) con una obra poética de más de 16 mil versos, siendo uno de los mayores monumentos líricos del primer milenio cristiano -y muy valorado por la crítica-. O a San Basilio Magno, “el más romano de los doctores griegos” (pág. 25) cuya biografía se parte en dos pilares complementarios entre sí: como “hombre de acción” y “religioso intelectual” (pág. 26). Destacan sus más de 300 epístolas para valorar su posición dogmática, aunque realizó otros escritos. A su vez, San Juan Crisóstomo o San Jerónimo de Estridón también son ensalzados literariamente por sus epístolas. Paralelamente a la descripción y desarrollo de estos santos y sus obras, encontramos fragmentos de los escritos que han acuñado de su puño y letra; un suplemento muy generoso por parte del autor para aportar dinamismo al libro y poder acercarnos a la obra original del citado en cuestión.
Algunos de los escasos doctores de la Iglesia no sólo han conseguido que sus obras literarias sean fervientemente reconocidas entonces y ahora (los 96 sermones recopilados de San León Magno fueron capitales para la historia de la Iglesia) sino que mantuvieron un contacto tan cercano como personal con ciertos papas -San Atanasio de Alejandría fue defendido por San Julio y San Liberio-, y han sido líderes natos como San León Magno del cual -todo sea dicho-, destaca su sobrenombre Magno ya que “contados son los pontífices conocidos en la historia con tal apelativo” (pp. 57 y 58) y cómo su autoridad se consolidó hasta el punto de convertirse en asesor de graves cuestiones y controvertidos debates.

San Anselmo de Canterbury guardó un devenir mediatizado por los hechos de tres importantes hombres políticos, reyes de Inglaterra en tiempos convulsos (Guillermo de Normandía, el Conquistador; Guillermo II, el Rojo y Enrique I). Envueltos por una crisis espiritual tras un período de disipación y caída, se consideró el verdadero padre de la escolástica, abordando posteriormente el estudio de la Trinidad. Sin transigir a las pretensiones de sus poderosos enemigos, jamás se rindió en su defensa hacia la Palabra Sagrada.
Ocurre algo similar con su predecesor, San Isidoro de Sevilla o “el doctor Hispaniae”, inserto en lo más alto de la cumbre del “Genio de España” (pág. 68). De prodigiosa memoria, puede decirse que es un excepcional testigo de la Historia, pues presenció un buen número de acontecimientos extraordinarios antes, durante y después de la conversión en masa de los visigodos, salvados para la cruz en una época de espesas divergencias. Merecen una especial atención sus obras literarias históricas, pues como autor de éstas destaca Etimologías u Orígenes de las cosas.

En penúltimo lugar el autor nos deleita con el “doctor seraphicus” o San Buenaventura -es posible que aquel sobrenombre se lo diese el mismísimo San Francisco, quien cuando Giovanni era un niño, realizó un milagro a su favor, nos explica (pág. 84)-, “el más luminoso y granado de la cristiandad”. Acusa una clara dirección aristotélica en su hilemorfismo en cuanto funda la distinción entre Dios y las Cosas; luminosa es, también, su Teoría del Amor. Sin duda, una clara conexión entre sabios, como se exponía con Agustín de Hipona y Platón.
Sin duda, poco podemos añadir a la conclusión de esta reseña, salvo que El nimbo y la pluma es altamente recomendable para aquellos que desean reforzar o redescubrir una relación sincera con Dios, analizando con reflexiones filosóficas en qué punto se encuentra la sociedad hoy en día. En definitiva, un libro que funcionaría como desencadenante para una revolución espiritual anti Nuevo Orden Mundial y que deja al lector con ganas de continuar averiguando más sobre otros custodios de la doctrina católica desde la “pluma” de José Antonio Bielsa.
El Nuevo Orden y la Satanocracia acusan tal grado de imbricación que el uno no puede concebirse sin la otra: son dos nudos paralelos que alimentan idéntico propósito: si el primero (NOM) se vincula a la parte estructural y organizativa del entramado planificado por la Sinarquía, la segunda alimenta el impulso espiritual e intelectual que da significado al primero.
¿Es el Nuevo Orden Mundial una realidad irreversible? ¿Es posible, desde la mera disidencia, combatir esta nueva forma de totalitarismo blando que atraviesa todas y cada una de las parcelas de la humana existencia? ¿Puede el ciudadano despierto de a pie hacer frente a tan monstruoso Leviatán en su prosaico día a día? ¿Resulta viable la posibilidad de una salida ante tan tétrico panorama de disolución en el liquamen globalista? Este libro es un manual de vulgarización y de síntesis, y en su vocación práctica no pretende postular nada definitivo, tan sólo (y ésa es su mayor ambición) abrir nuevas sendas de exploración y nuevos espacios de debate, con la finalidad de denunciar y visibilizar la más monstruosa y terrible de las abominaciones modernas en curso: la consumación luciferina del NOM.
Hemos acotado la definición del concepto de “Sinarquía” como el sustrato sobre el que se retroalimenta el gobierno oculto mundial; una de las mejores descripciones de la Sinarquía nos la ofreció el P. Julio Meinvielle (en su obra El Progresismo Cristiano); a ella remitimos: “La Sinarquía no es propiamente el comunismo ni el capitalismo –aunque pueda considerarse como variante de uno y otro–; es más bien en términos hegelianos, una síntesis o superación de uno y otro. Síntesis dialéctica del capitalismo [tesis] y del comunismo [antítesis] en un socialismo tecnocrático [síntesis], que conserva del comunismo el igualitarismo y la nivelación social, y del capitalismo el manejo y la organización de la sociedad a través de los grupos financieros empresariales. Nivelación universal y total en lo cultural-religioso […] Adviértase bien que no digo cultural y religioso, sino cultural-religioso porque en el plano sinárquico las expresiones culturales y filosóficas se confunden con las religiones, de suerte que se camina hacia una confluencia igualitaria de científicos-filosóficos-pensadores-religiosos, y en esto se incluye no sólo a católicos, judíos, protestantes, budistas, musulmanes, sino también a los ateos. En la concepción sinárquica, las religiones no son sino expresiones del hombre, y así como el hombre se expresa en la economía y en la política, también se expresa en su dimensión espiritual por la cultura y la religión. La Sinarquía es expresión total de todo lo humano –un humanismo integral– y una adoración del Hombre, culto del Hombre que, en realidad, es el culto cabalístico del “ojo que todo lo ve” de la Cámara de meditación de las Naciones Unidas o el culto de Satán”.

Pese a lo acertado de esta lectura hegeliana, convendría hilar todavía más fino: de entrada, la Sinarquía no sería tanto una entidad, ni un algo, ni tampoco unos ellos; quien la defina en estos términos estaría alejándose de lo que es: la Sinarquía comporta una inercia. Y es una inercia porque es el resultado cuantitativo, e impersonal, de miles de nodos de poder mundial coaligados en un mismo punto de fuga; estamos hablando de una multiplicidad de líneas de acción socio-económica que confluyen cual si de una tela de araña se tratase.
En el mundo antiguo, la Sinarquía (syn [integración/concentración] + arkhia [poder/gobierno]) era la unión de varios príncipes coaligados para la dominación de los pueblos; hoy es algo mucho más sutil y diabólico, cohesionado en la unión de las fuerzas financieras y económicas multinacionales, asociadas en un tremendo poder a otros organismos multilaterales, para así gobernar al Sistema-mundo a su libre voluntad y por medio de las tácticas recurrentes de diseño (conflictos bélicos, explotación humana, difusión de enfermedades y pandemias, masificación en núcleos urbanos, ignorancia y/o atraso de las masas, etcétera). Todas las sociedades humanas han sido sometidas, bien por agrado, bien por la fuerza, a los designios de esa inercia sinárquica.

En el plano de las relaciones de poder, existen una serie de “niveles sinárquicos”, tal y como demostró Guillermo Alfredo Terrera en su ya clásico estudio sobre la Sinarquía; estos niveles serían tres, a saber: 1) Sinarquía exotérica, 2) Sinarquía esotérica [falsa] y 3) Sinarquía esotérica [auténtica]. Y su disposición no se desplegaría tanto en altura (a la manera de las pirámides de poder clásicas) como en profundidad, como si de un escenario teatral se tratase, con sus diferentes telones superpuestos, de modo que el primer nivel cubra a los subsiguientes.
Tanto la sinarquía exotérica como la sinarquía esotérica (falsa) no son ningún secreto, al contrario: la primera acopia las sinergias del ramo financiero, y su rastro de visibilidad no son sólo sus fabulosos rascacielos y los logos luciferinos que sus marcas mundanas refrotan obscenamente sobre sus víctimas potenciales, sino también el otro rastro, el del dinero sucio que van derramando (puesto que el dinero es también el gota a gota de la sangre comprada); esta sinarquía exotérica aparece intervenida por la falsa sinarquía esotérica, que haríamos mejor en llamar interfaz pseudoesotérica o contra-iniciática (René Guénon), y que acopia el grueso de los adherentes a la masonería y los contubernios discretos en sus más variadas caricaturas: bajo la irrisoria mirada del mandilero filántropo, un tedio solemne retumba en las logias del Occidente apóstata. Ni que decir tiene que esta sinarquía contra-iniciática es a su vez manipulada y/o accionada por la auténtica sinarquía esotérica, no visible, aquella en cuyas constituciones y estatutos aparece codificada una doctrina hermética auténtica, con su escalera jerárquica única y sus rituales iniciáticos destinados al conocimiento de las élites escogidas.

Satanocracia: La destrucción del Viejo Orden Cristiano es un ensayo nacido con la vocación de identificar las causas de la crisis de la civilización europea, cuyas primeras fisuras comenzaron a manifestarse en el ya alejado siglo XIV con el auge de la filosofía nominalista, acentuándose exponencialmente a partir del masónico siglo XVIII (el Siglo de las Luces).

El libro puede adquirirse en la red de librerías de Letras Inquietas (ver sitio web: letrasinquietas.com/ ), o bien vía Amazon, pinchando en el siguiente enlace: AQUÍ

PADRE MISIONERO LEOPOLDO ESTEBAN DE PARAGUAY 
NOS HABLA DE LA GENOCIDA ONU 
Y DEL NUEVO ORDEN GLOBALISTA


Satanocracia: La destrucción del Viejo Orden Cristiano.

Satanocracia 
La Destrucción Del Viejo Orden Cristiano Con Jose Antonio Bielsa


Vienen sobre el mundo días de oscuridad, de tribulación... Estructuras que hoy están en pie, ya no estarán. Los apoyos que hay para mi pueblo, ya no estarán entonces. Yo quiero que estén preparados, pueblo mío, para conocerme solo a Mí, para unirse a Mí y para tenerme en una forma mucho más profunda de lo que nunca antes se ha visto.
Yo les conduciré al desierto... Les despojaré de todo aquello de que ahora dependen, de forma que solo dependan de Mí. Sobre el mundo viene un tiempo de oscuridad; pero también vendrá un tiempo de gloria, sobre mi pueblo. Yo derramaré sobre vosotros, todos los dones de mi Espíritu. Los prepararé para una época de evangelización como nunca se ha visto en el mundo... Y cuando no tengan a nadie más que a Mí, entonces lo tendrán todo...

VESTIDOS DE PÚRPURA ESTARÁN... #VENEZUELA


Mâran’athâ!
¿Estamos en el Fin de los Tiempos? 
Pedro Abelló lo plantea en este extenso artículo.

ESCUCHEN ESTO SACERDOTES ! Y GENTE DE IGLESIA, ESCUCHEN !