DE EGOS Y PARÁMOS 🎈
"No hay más que un poder:
la conciencia al servicio de la justicia.
No hay más que una gloria:
el genio al servicio de la verdad".
Victor Hugo
la conciencia al servicio de la justicia.
No hay más que una gloria:
el genio al servicio de la verdad".
Victor Hugo
Dividir, enfrentar, mentir, tergiversar la historia o arrimarse a quienes hacen de los anti-valores su bandera con tal de conseguir el poder, es un error mayúsculo que puede llegar a costar sangre, sudor y lágrimas, como tantas veces ha demostrado la historia. Es posicionarse del lado de una suma de intereses contrarios a los intereses de cualquier persona sensata y también contrarios al ideal de Ser Humano, cuya inclinación natural es sentir, amar, razonar, participar, cooperar, crear... vivir en paz. Intereses que atentan contra principios como la libertad, la justicia o la dignidad de las personas, a cuya sombra intentan medrar, mientras propinan un hachazo tras otro al propio árbol que les cobija.
Su alocada carrera hacia el estrellato es el resultado de anhelos personales corrompidos, opuestos al Bien Común, egoístas, espurios y a veces hasta inconfesables. Es el resultado de cálculos fríos, estadísticas y suma matemática de posibilidades para alcanzar, al precio que sea, lo que ellos consideran la cima del mundo, cuando en realidad no es sino la cúspide de su necedad. Da igual que se trate de un trono, un cetro, una corona, la presidencia del gobierno o la de la república; una mitra, un palio, la vara de mando, la batuta, el sillón del jefe, el silbato, un megáfono o la llave de la despensa... Los individuos que consideran el poder como un fin en sí mismo están cortados por un idéntico patrón: yo, yo, yo y luego yo. Es la hipertrofia del ego, la sublimación del egoísmo, la exaltación de lo propio frente a lo ajeno, cuyo clímax se alcanza con la obtención del mando supremo. Nada importa y todo vale con tal de conseguirlo, pues carecen de los límites auto-impuestos por la generosidad, el sentido del deber, la responsabilidad o la vocación de servicio, que es lo que hace e hizo grandes a los grandes nombres que jalonan la historia y a los que tanto debe nuestra civilización.
"Para quienes ambicionan el poder, no existe una vía media entre la cumbre y el precipicio", decía Tácito. Y es que al final, en lugar de poseer un gran imperio, con harta frecuencia terminan gobernando sobre un páramo, un erial, un lodazal o un montón de cenizas: en su ofuscación aún no han entendido que la serenidad de muchos y las permanentes concesiones de otros en aras de ese querer vivir en paz, tienen una elasticidad limitada, porque al final todas las cuerdas terminan por romperse cuando se estiran más allá de un determinado punto.
ÉTICA DEL SUPREMO EGOÍSMO
DEL BIEN COMÚN AL INTERÉS GENERAL
BIEN PÚBLICO, BIEN COMÚN Y VOLUNTAD GENERAL
VOLUNTAD GENERAL VS. BIEN COMÚN
DESORGANIZACIÓN ÉTICA DE LA SOCIEDAD
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