EL Rincón de Yanka: LAS PARROQUIAS NO SÓLO SACRAMENTOS: CONVERSIÓN PASTORAL, PARROQUIAL, DIOCESAL Y ECLESIAL

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martes, 10 de enero de 2017

LAS PARROQUIAS NO SÓLO SACRAMENTOS: CONVERSIÓN PASTORAL, PARROQUIAL, DIOCESAL Y ECLESIAL

¿Las parroquias? 
No solo sacramentos. 
Parroquias de toda España están cambiando la mentalidad, los horarios, las catequesis, las estructuras… Y están compartiendo sus experiencias para evangelizar con más eficacia y profundidad.
A 30 kilómetros de Madrid por la A-1 se encuentra el templo de Santo Domingo de la Calzada, de la diócesis de Alcalá de Henares. La parroquia tiene un perfil que ya querrían muchos sacerdotes en España: la iglesia llena durante la Misa dominical, muchos niños y familias, actividades diarias, cinco o seis horas de confesionario cada domingo… Hace apenas cuatro años, la parroquia albergaba también muchas iniciativas: adoración nocturna, cursos Alpha, grupos de formación como continuación de Alpha, Mother´s prayers, el oratorio de niños pequeños como catequesis de poscomunión, una semana de evangelización en la parroquia… Pero su párroco, José María Lamadrid, percibía que algo no funcionaba bien. En verano de 2013, José María estaba con la lengua fuera y con una sensación: «Aquí falta algo…».

Lamadrid, que a principios del mes de diciembre organizó junto a Alpha España el primer Encuentro de parroquias sobre liderazgo y experiencias prácticas para la conversión pastoral, se dio cuenta de que «faltaba una unidad interna. Hacíamos muchas cosas y yo no podía con todo. Ahí se confirmó mi runrún: no se trata de hacer 20.000 cosas puntuales, sino de hacer de la parroquia una comunidad de fieles que se acerquen al Señor y puedan crecer en la fe».

Así que convocó a sus colaboradores más cercanos para ponerse delante del Señor y preguntarle: «¿Por dónde quieres que vayamos?». De ahí surgió un consejo de evangelización que empezó a reunirse todos los sábados por la mañana para celebrar la Eucaristía, rezar juntos y compartir inquietudes. «Poco a poco nos dimos cuenta de que había que parar cosas: algunos grupos, actividades y charlas dejaron de funcionar», dice el párroco. «Empezamos a entender que no se trata de introducir más y más cosas, sino que la conversión pastoral es, en primer lugar, un cambio de mentalidad que luego se traduce en la actividad. En realidad hemos adoptado pocas novedades en los últimos tres años, porque lo primero es rezar y pensar, orar y trabajar. Es un asunto más de claves que de iniciativas».

En todo este proceso no ha estado solo: «No todo gira alrededor del cura. La relación entre sacerdotes y laicos tiene que renovarse. Tenemos que trabajar juntos, no para hacer lo que yo quiera, o lo que los laicos quieran, sino lo que quiere Dios. Si la gente está tocada por Dios lo va a hacer bien. No se puede tener todo controlado, porque las cosas no avanzan y los curas se queman». Por este motivo, uno de los requisitos para participar en el encuentro de diciembre fue que los sacerdotes tenían que acudir junto a un equipo de cuatro o cinco colaboradores laicos de su parroquia.

Hoy, Santo Domingo está creciendo a un ritmo sostenible, con una renovación tranquila. El consejo de evangelización sigue trabajando, toda la catequesis de la parroquia se ha puesto en clave de oratorio de niños pequeños, hay un equipo de acogida en las oraciones mensuales que se quiere trasladar a la Eucaristía dominical, se está introduciendo una música más actual en las celebraciones… En definitiva «no hay que tener miedo de cambiar cosas, de intentar una transmisión de la fe más eficaz. Estamos explorando. La visión es hacer una comunidad cristiana de discípulos misioneros, de gente que va a la parroquia y vive su fe y la transmite en su vida diaria», explica Lamadrid.
«Los cambios de mentalidad en cualquier organización duran varios años», concluye el párroco. Pero hay que hacerlos. Y empezar por lo más necesario: «Toda renovación empieza por la oración».
Más libertad
En esta primera fase de la conversión pastoral está la parroquia de Nuestra Señora de Fuente del Fresno, en la diócesis de Madrid. El párroco, Javier Sánchez Cervera, explica que «a primera vista no funciona nada mal: hay actividades bonitas, buen ambiente…, pero eso no vale, porque hay un 80 % de personas del entorno de la parroquia que no vienen nunca».

¿Qué se puede hacer? 
«Hay que descubrir cuál es el plan que está en la mente de Dios para que todos los vecinos sean santos. Si no, estamos perdiendo el tiempo». ¿Y cómo hacerlo? «No se trata de pensar actividades variadas para los que ya vienen a Misa. Además, las iniciativas son lo de menos, son lo último». En su caso, constató que «las parroquias, tal como están hoy planteadas, no funcionan porque no evangelizan y no conducen a la gente a un encuentro real con Cristo. Y no son sostenibles, porque dependen del párroco en todo: hay parroquias que van bien, pero cambian al párroco y se hunden».

Por eso en Fuente del Fresno han empezado por el principio: «Me di cuenta de que no estaba en condiciones de hacerlo yo todo, de que necesitaba rodearme de gente y de mirar a Cristo juntos y preguntarle: ¿Qué debemos hacer?». Desde hace un año, un grupo de 15 personas se reúne regularmente «para rezar, hablar y ver dónde quiere Dios que vayamos».

Este cambio de mentalidad otorga además una gran libertad pastoral: «Lo importante no son los números, sino saber si cada cosa que hagas es lo que Dios quiere para esta parroquia. Se te podría ocurrir: ¿Y si quitáramos las catequesis de Confirmación y las convirtiéramos en excursiones los fines de semana? Pero lo hemos hecho siempre así. ¿Y qué? Si algo no ayuda lo quitamos, y no pasa nada». Además, el Espíritu Santo renueva en quienes se embarcan en esta aventura el don del temor de Dios, «porque perciben que esta llamada que Dios nos está haciendo es algo muy grande, que nos supera y que es obra suya», concluye.

«Queremos hacer cristianos»
Esta audacia a la hora de replantearse la transformación de «las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial», como pide el Papa Francisco en Evangelii gaudium, ha llevado a Modesto Álvarez, párroco de San Francisco de Sales, en Parla, diócesis de Getafe, a adecuar el itinerario catequético de la Iniciación cristiana a cada uno de los niños, no a dividirlos por edades. «Hay niños que antes de cumplir la edad habitual en la que se hace la Primera Comunión ya están preparados para confesarse y comulgar, y lo hacen a los 7 años».

En su parroquia, los dos primeros años de catequesis de Primera Comunión consisten en una celebración de la Palabra previa a la Misa dominical, siempre con las familias: «Los niños necesitan la experiencia de fe de sus padres, no basta solo con las catequesis», explica Modesto. ¿El riesgo? Que haya familias que deciden llevar a sus hijos a otras parroquias. «Pero es que nosotros no damos cursillos para recibir sacramentos y ya está. Nosotros queremos hacer cristianos».

Esta mentalidad influye también en la celebración del domingo. En San Francisco de Sales solo hay una Eucaristía dominical, «porque somos una única comunidad. Y la preparamos muy bien: la homilía, la música, un equipo de acogida… Es una Misa larga, de más de una hora, y es muy bonito ver que la gente se queda después en la puerta hablando, los niños jugando por ahí, haciendo vida comunitaria… De ahí han surgido peregrinaciones, encuentros, vacaciones parroquiales…».

Como en otros casos, el cambio comenzó con la creación de un pequeño equipo y perdiendo el miedo a que la parroquia «sea algo más que un dispensario de servicios religiosos».

No es proselitismo
En Nuestra Señora de la Asunción, en Cadalso de los Vidrios, diócesis de Getafe, «lo que marcó la diferencia fue crear un equipo para preguntarle a Dios qué quiere de nuestra parroquia», dice Carlos Ruiz, el párroco. «Creamos un núcleo y nos pusimos a la escucha de Dios, no para ver cómo podemos traer más gente a Misa, que eso es proselitismo, sino para ver qué necesita la gente del pueblo y qué les podemos ofrecer».

«Ojo, la conversión pastoral no se puede quedar en un lema bonito y seguir haciendo lo mismo», dice Julio Segurado, párroco de San Pedro Poveda, en Jaén. En su parroquia han probado muchas cosas en los últimos años, pero siempre en una clave: grupos pequeños en torno a un café o algo de comida, en un ambiente relajado que propicie el diálogo. «No queremos hacer alumnos –dice Julio–. No podemos seguir repitiendo esta metodología. 

Nuestro lema: 
Más adultos y menos niños; 
más laicos y menos clero».


Las claves
  • Lo primero: pararse y pensar, no precipitarse, rezar.
  • El párroco no está solo: Formar un núcleo de personas llamadas por Dios a evangelizar.
  • Evitar el activismo: no se trata de poner en marcha más actividades y grupos.
  • «Siempre se ha hecho así» no es razón para mantener las cosas.
  • Huir de los números: el éxito no siempre pasa por traer a más gente.
  • Antes de cambiar la estructura, cambiar la mentalidad; las decisiones concretas vienen después.
  • Tener clara la visión de la parroquia: hacia dónde ir, qué podemos ofrecer.
  • Para formarse más: Una renovación divina, de James Mallon; Una Iglesia con propósito, de Rick Warren; La reconstrucción de una parroquia, de Michael White y Tom Corcoran… Y los Encuentros anuales de Nueva Evangelización (ENE), organizados por Alpha España y la comunidad Fe y Vida.
Evangelizar, no solo sobrevivir
Algunos pueden pensar que la nueva evangelización se trata de salir a la calle a recuperar lo perdido, una especie de operación de captación y modernización de la marca y las técnicas de marketing para captar enfriados y alejados. Nada más lejos de la realidad. El cambio que la Iglesia nos está pidiendo desde el Vaticano II tiene que ver con la magistral formulación de Pablo VI en Evangelii nuntiandi, refrendada por Benedicto XVI en la inauguración del Sínodo para la Nueva Evangelización: «La Iglesia existe para evangelizar». Esto significa que en la evangelización nos jugamos la razón de ser de la existencia misma de la Iglesia.

Conversión pastoral es una expresión que está en boca de muchos, por más que no se sabe cómo llevar a la práctica. Quizás sea así porque se hace una lectura selectiva de la Evangelli gaudium y no se quiere poner en obra ese repensar «objetivos, estilo, estructuras y métodos» (EG 25). Repensar viene a ser lo que los lineamenta para el Sínodo llamaron un «cuestionamiento de la Iglesia sobre sí misma» que conminaba a examinar «la capacidad de la Iglesia de configurarse como comunidad, como verdadera fraternidad, como cuerpo y no como una empresa».

Conversión pastoral significa no solo cambiar estructuras en pos de la misión. Se trata de recordar que la Iglesia existe para evangelizar, para hacer discípulos, y no solo para sobrevivir, apuntalar estructuras caducas y mantener una cristiandad que ya es historia.
Conversión pastoral significa volver al momento primero, a la Iglesia de los Hechos, a Jesucristo; volver al primer anuncio y reiniciar la sempiterna dinámica de la Iglesia: anunciar, catequizar/discipular y enviar.
Conversión pastoral significa no hacer rebajas, no conformarse con dar sacramentos a bautizados sin convertir. También es salir, pero eso es solo la punta del iceberg de un cambio profundo. Sin envío solo hay autorrefencialidad y un mantenimiento caduco.
Las parroquias necesitan la conversión pastoral para recuperar su identidad más profunda: ser centros de redención y de envío, de transformación y de sanación. Hospital de campaña y a la vez portaaviones desde donde enviar cristianos para reconstruir un mundo que desesperadamente necesita a Jesucristo para no caerse en pedazos.



LAS PARROQUIAS AL SERVICIO DE LA MISIÓN: 

Pidamos por nuestras parroquias, para que no sean oficinas funcionales sino que animadas por un espíritu misionero, sean lugares de transmisión de la fe y testimonio de la caridad.

Papa Francisco - Septiembre 2017

Las parroquias tienen que estar en contacto con los hogares, con la vida de la gente, con la vida del pueblo.
Tienen que ser casas donde la puerta esté siempre abierta para salir hacia los demás.
Y es importante que la salida siga una clara propuesta de fe.
Se trata de abrir las puertas y dejar que Jesús salga afuera con toda la alegría de su mensaje.
Pidamos por nuestras parroquias, para que no sean oficinas funcionales sino que animadas por un espíritu misionero, sean lugares de transmisión de la fe y testimonio de la caridad.



OH, DIOS SE TÚ MI VISIÓN



LA PARROQUIA, EN ESTADO DE EMERGENCIA

James Mallon, rector de la parroquia de Saint Benedict en Halifax (Canadá), pronunció una conferencia en torno a Cómo pasar de una parroquia de mantenimiento a una parroquia evangelizadora el pasado 15 de marzo en la Basílica de la Concepción de Barcelona. El padre Mallon es autor de Una renovación divina (BAC), libro clave para la Nueva Evangelización desde las parroquias.


"Cómo pasar de una parroquia de mantenimiento a una parroquia evangelizadora" Conferencia del P. James Mallon, rector de la parroquia de Saint Benedict, en Halifax, Canadá, el día 15 de marzo de 2017, dentro del ciclo de Conferencias Cuaresmales de la Basílica de la Concepción "Anunciar desde el corazón".


¿Cómo crear comunidades cristianas hoy, con la fe de siempre pero un nuevo lenguaje?

Congresos de Nueva Evangelización atentos a las parroquias, gracias a Dios, en España ha habido unos cuantos en los últimos 15 años. Pero ninguno que haya nacido con un estudio previo explorando cuántas parroquias han empezado a transformarse y aplicar buenas prácticas, y detallando cuáles son esas prácticas. Eso es novedoso en España: ¡un estudio que explora dónde y cómo la Nueva Evangelización transforma las parroquias!

Nueva Evangelización es "nuevo lenguaje, nuevo ardor y nuevos métodos" para llegar al hombre de hoy, decía Juan Pablo II. Pero los "nuevos métodos", si no transforman y cambian toda la parroquia, quedan en poco.

"El cambio es posible, sabemos cómo se hace y ya hay gente que lo hace, y lo hemos visto. El primer paso es romper la negatividad", explica a ReL Santiago Pons, decano de Teología de la Universidad Católica de Valencia, uno de los impulsores del Primer Congreso de Buenas Prácticas en Parroquias (ProyectoParroquias.com).
El congreso se celebra en Valencia, en la Universidad CEU Cardenal Herrera, el 24 y 25 de febrero, viernes y sábado, y probablemente será el más influyente evento de evangelización parroquial de este año en España.
Lo que propone, por primera vez en España, se basa en lo que un estudio ya ha visto que funciona.


Muchos ven los problemas: no hay que resignarse

Pocos sacerdotes y religiosas, mucho desánimo, esfuerzos enormes en mantener "lo de siempre" con una sociedad que no es la de siempre. Chavales que ni van a la confirmación, novios que ni piensan casarse...
La Iglesia española tiene una estructura de épocas de Cristiandad, cuando el Estado, la escuela, la familia y el barrio colaboraban en transmitir la fe. Pero España ya no funciona así, hay hostilidad o indiferencia a la fe y los niños y novios llegan a la parroquia sin cultura religiosa, a "consumir" sacramentos... o ni llegan.
Los obispos lo ven y les preocupa la situación. Pero muchos dan sólo soluciones "de mantenimiento", para estructuras de época de Cristiandad. Cada vez menos sacerdotes para atender más estructuras. Otros han hablado de una mera "gestión de la decadencia".
"En muchas parroquias se desanimaron, tiraron la toalla porque probaron alguna cosa y no funcionó. Pero saben que hay que hacer algo. Y nosotros sabemos lo que hay que hacer, porque lo hemos visto", apunta Santiago Pons.

¿Nuevos métodos? Sí, pero son un primer paso

No basta con aplicar un nuevo método de kerigma y comunidad como AlphaLifeTeenCursillosEmaús o Células Parroquiales, aunque eso siempre inicia un camino. 
"Aunque uses nuevos métodos, si no cambias la mentalidad de toda la parroquia, no funcionará. Los nuevos métodos suscitan un tipo de fe distinta que la parroquia 'como hasta ahora' no va a poder alimentar. Al introducir nuevos métodos, hay que cambiar todo el ambiente, empezando por los párrocos. Es esa conversión pastoral que empieza por lo personal", explica Santiago Pons.

¿Qué es una parroquia renovada y cuántas hay en España?

Una fundación europea que aporta fondos a estudios sobre transformaciones sociales financió un estudio único en España. El equipo de Proyecto Parroquias quiso contar cuántas de las 22.000 parroquias españolas (muchas son pequeñas y rurales) habían iniciado una "transformación pastoral" para la Nueva Evangelización.
Resultó que son unas 300 parroquias. Quizá sean algunas más, pero no muchas más.

Pero, ¿qué es una parroquia renovada?

En parte, el estudio asume las 4 características que explica el libro de William E. Simon Jr. Grandes parroquias católicas. Cuatro prácticas pastorales que las revitalizan (en español en BAC, 2018). Su autor es un empresario de éxito que creó una fundación para ayudar a parroquias católicas, Parish Catalyst... y acude el viernes y sábado como ponente al congreso en Valencia. Él se basó en una investigación en casi 250 parroquias de EEUU.

Las 4 características de una parroquia renovada y viva son:

1) Liderazgo compartido: un párroco líder forma un equipo unido y bien avenido de gente con talento en quienes delega temas importantes;
2) Discipulado y espiritualidad: gran oferta espiritual que enganche, muchos retiros, cuidado a la vida familiar, formación bíblica viva, uso de Internet...
3) El domingo, la parroquia "brilla": la misa cuida al máximo su acogida, música, ambientación, predicación, estética y oferta para los niños;
4) Intencionalmente busca evangelizar alejados: usa programas que atraigan alejados, fidelicen visitantes esporádicos y los incorporen a la vida parroquial.

Preguntando a los expertos... y a las diócesis

Además de seguir ese libro, el equipo de Parroquias Renovadas acudió a 14 expertos en Nueva Evangelización en España (sacerdotes, laicos y religiosos), incluyendo al difunto obispo auxiliar de Barcelona, Toni Vadell. Con ellos prepararon un cuestionario.
Después acudieron a los vicarios generales de todas las diócesis de España con una pregunta: "¿qué parroquias conocen ustedes que hagan las cosas de esta lista?"
Pero de 72 vicarios, respondieron 10. "Así al menos supieron que estudiábamos ese tema y que esas parroquias podían existir".
Insistiendo y consultando más expertos, el equipo exploró más, y recibió información sobre parroquias interesantes de la mitad de las diócesis españolas.
"Luego fuimos a ver esas parroquias, a ver si lo que nos decían de ellas era verdad. Temíamos que, a lo mejor, un recién llegado, desde fuera no lo viera. Pero comprobamos que el cambio se ve, se nota. En ellas se habla otro lenguaje, se nota otro ambiente", explican.

Parroquias nuevas localizadas, y visitadas

Así, localizaron esas 300 parroquias que al menos han empezado la renovación, que la están intentando conscientemente. Algunas sólo están empezando, otras ya han implantado bastantes de las "buenas prácticas", unas pocas ya las han consolidado.
Después, profundizaron hablando con 30 de esas parroquias, la mitad en visita presencial, la otra mitad con videollamadas.
Santiago Pons es realista. Admite que "no todas las parroquias de España podrán renovarse ni aunque hubiera muchísimos recursos, pero debería haber al menos una parroquia renovada en cada zona, para que exista la oferta. Al final, lo importante es ofrecer el encuentro con Cristo".

El cambio es posible... pero necesita acompañamiento

¿Cómo implantar el cambio en la parroquia? Por la convicción del párroco que consigue un equipo de colaboradores para ello. ¿Basta con eso? No, necesitará acompañamiento, un mentoreo cercano.
El equipo consultó 3 instituciones dedicadas a formar sacerdotes para el liderazgo pastoral: AutemPastores Gregis y el LIDE de la Universidad de Comillas. Las tres dijeron que no basta con formar a los sacerdotes en la nueva mentalidad, sino que luego hay que acompañarles durante el proceso de transformación de la parroquia. Eso implica un acompañamiento o mentoring que requiere recursos.

Lo que lleva a otra pregunta: ¿Quién dedicará recursos a acompañar en la transformación? ¿Las diócesis? Por el momento pocas o ninguna tienen conciencia de ello. ¿O quizá parroquias ya maduras y generosas y transformadas, acompañando a otras?
Santiago Pons detalla que "el cambio es posible también en muchas parroquias rurales, pero requerirá destinarle recursos y formar personas para ello".

Pero implicará cambiar toda una mentalidad en los pueblos. En muchas zonas hay que asumir que no habrá un cura por pueblo y que la comunidad ya no será el pueblo, sino cinco o siete pueblos vecinos, con colaboradores (laicos o religiosos) activos en la pastoral. Desde luego, no servirá simplemente decir a un párroco "ahí tienes ahora 3 o 5 pueblos más".

Si quieres que cambie algo, ¡párate!

¿Qué decir a un sacerdote que querría renovar su parroquia y hacerla viva? Como mínimo debería ir a congresos como este, visitar algunas de esas 300 parroquias que han empezado el cambio... Pero, probablemente, el día a día parroquial es lo que le impide hacer eso.
"Si mañana se te rompe la pierna, ¿verdad que tu parroquia no colapsa? Alguien se encarga", respondería Santiago Pons a un amigo sacerdote en esa situación. "Piensa si prepararte para transformar tu parroquia es prioritario. Para cambiar las cosas, has de parar. Si no te paras, seguirás repitiendo lo de siempre".
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Para aprender más, visita:

El I Congreso Buenas Prácticas en Parroquias tiene lugar el 24 y 25 de febrero en el Paraninfo de la Universidad CEU Cardenal Herrera (Carre Major, 61, Alfara del Patriarca, Valencia), con la colaboración de la Universidad Católica de Valencia. Participan Armando Matteo, profesor de la Urbaniana de Roma y secretario de la Sección Doctrinal del Dicasterio para la Doctrina de la Fe; y William Simon, fundador y presidente de Parish Catalyst y autor del best seller pastoral “Grandes parroquias Católicas: Cuatro prácticas pastorales que las revitalizan”. La asistencia es gratuita aunque requiere inscripción.

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