¿Por qué hablar de la Sábana Santa de Turín?
¿Por qué no mejor guardar silencio ante las contundentes pruebas del carbono 14 que, según dicen, descartan el origen bimilenario de este objeto arqueológico?
¿Por qué nuevamente crear polémica ante un tema que, para muchos, ya es un caso cerrado?
¿Por qué nos reunirnos estos dos días para profundizar sobre un antiguo lienzo hecho de lino?
¿Por qué seguir hablando de la Sábana Santa?
Porque creemos que una de las razones más fuertes que tenemos son las auténticas actitudes de conversión y de fe suscitadas al conocer los maravillosos detalles que nos van revelando los estudios multidisciplinares.
Ante todo porque consideramos que uno de los más grandes desafíos que tiene la Iglesia Católica para este nuevo milenio, es conducir a los hombres nuevamente hacia Dios y creemos que no podemos permitirnos el ser timoratos, ni mucho menos omisos, en divulgar tan invalorable medio como es, sin duda, el lienzo de Turín.
Por que creemos que así estamos respondiendo al desafío lanzado por nuestros obispos en la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano: «Nuevas situaciones exigen nuevos caminos para la evangelización. El testimonio y el encuentro personal, la presencia del cristiano en todo lo humano, así como la confianza en el anuncio salvador de Jesús (kerygma) y en la actividad del Espíritu Santo, no pueden faltar. Se ha de emplear, bajo la acción del Espíritu creador, la imaginación y creatividad para que de manera pedagógica y convincente el Evangelio llegue a todos. Ya que vivimos en una cultura de la imagen, debemos ser audaces para utilizar los medios que la técnica y la ciencia nos proporcionan, sin poner jamás en ellos toda nuestra confianza » .
Por que, como nos decía el Santo Padre Benedicto XVI en su visita al Santuario de la Santa Faz de Manoppello, creemos que: «todos nosotros, como dicen los Salmos, "buscamos el rostro del Señor"… Juntos tratemos de conocer cada vez mejor el rostro del Señor y de encontrar en el rostro del Señor la fuerza de amor y de paz que nos muestra también el camino de nuestra vida» y la Sábana Santa es sin duda un medio particularmente privilegiado para encontrarnos con el rostro del Señor.
Finalmente porque a todos nos gustaría escuchar, y en el fondo es la gran pregunta que todos nos hacemos y me incluyo en primera persona; si es la Sábana Santa de Turín el único testigo mudo del hecho más extraordinario de toda la historia de la humanidad: la Pasión, Muerte y Resurrección de Dios-Hombre, nuestro Señor Jesucristo.
¿Podemos afirmar que la Sábana Santa
de Turín es verdadera?
de Turín es verdadera?
Para poder desarrollar nuestro tema (perspectivas teológicas y pastorales), es necesario tener claro ¿cuál es el grado de confiabilidad y autenticidad que podemos llegar analizando esta mortaja dada su intrínseca relación con Jesús de Nazaret?
Un primer criterio, nos decía Juan Pablo II, será el aproximarnos a «la Sábana Santa sin actitudes preconcebidas que den por descontado resultados que no son» y el mismo Papa nos invita «a actuar con libertad interior y respeto solícito, tanto en lo que respecta a la metodología científica como a la sensibilidad de los creyentes» . Desde una aproximación epistemológica ; debemos distinguir la verdad y la verificabilidad del objeto en cuestión ya que esto último implica entrar en un ámbito donde el científico debe reconocer sus límites ante una realidad que lo sobrepasa: el misterio.
El conocimiento de un objeto tan complejo como la Sábana Santa no puede verse reducido a un método de datación ya que en el momento que esto suceda se habrá dejado de hacer ciencia y se estaría cayendo en una absolutización inadecuada de un método particular. «Me gustaría animar a mis colegas a darse cuenta de que la imagen de la Síndone no se define con una sola prueba del radiocarbono; de hecho, podría ser uno de los más grandes enigmas de la historia» , nos decía, el aquí presente, Dr. John Jackson.
La ciencia, como medio para conocer la verdad de la realidad, se engrandece en el momento que reconoce sus límites y los busca sobrepasar acudiendo a conocimientos que van más allá de su competencia. «La ciencia se basa en el criterio de la verificabilidad, pero la verdad no es identificable exclusivamente con lo que puede ser verificado. Si en realidad todo lo que es verificable es ciertamente verdad, no todo lo que es verdad es ciertamente verificable. La ciencia debe por tanto reconocer y respetar la existencia de campos de competencia diferente al propio, como los de la filosofía y de la teología. A ellas aguardan iguales derechos y posibilidades en la búsqueda de la verdad» .
Entonces volviendo a la pregunta inicial de este punto, ¿cuál debe de ser el criterio - sea histórico, científico o religioso - que debe de utilizarse? y ¿cuál es el nivel de certeza que se necesita para establecer definitivamente la autenticidad de la Sábana Santa? Este problema ciertamente no es sencillo. Juan Pablo II ha sido claro al afirmar que este problema no es competencia del Magisterio de la Iglesia ya que la Sábana Santa no es un objeto de fe sino que es un objeto histórico único y particular .
Las conclusiones a las que han llegado los diversos estudios científicos sobre la imagen del cuerpo en la Sábana Santa son las siguientes:
1.La imagen es el resultado de haber envuelto un cadáver marcado por unas 700 heridas; 2.es el resultado por haber estado envolviendo un cadáver crucificado entre 30 y 36 horas; 3.el desvanecimiento del cuerpo se ha dado sin dejar marcas y 4.finalmente, el mecanismo de transferencia de la imagen en el lienzo se ha dado por medio de un cambio en las fibras superficiales del lienzo y es de origen desconocido. No existe nada parecido a la Sábana Santa.
Por lo tanto podemos afirmar con un alto grado de certeza que la Sábana Santa al ser un objeto único es un objeto irreproducible e inimitable. No existe nada que pueda asemejársele, por lo tanto no podría ser considerado falso en sí mismo. El enigma científico sobre el mecanismo de transferencia de la imagen de un cadáver a un lienzo es la verdad interna de la Sábana Santa. Cualquier prueba externa al lienzo podría ser falsificable por ser reproducible. Solamente la Santa Sábana es en sí misma ya es la prueba de su propia autenticidad y su propia certificación. Es un objeto que no puede ser explicado pero que es real y existe. Es por eso que, el recordado Juan Pablo II, nos decía: «Este preciosísimo lienzo, con su elocuencia dramática, nos ofrece el mensaje más significativo para nuestra vida: la fuente de toda existencia cristiana es la redención que nos consiguió el Salvador, que asumió nuestra condición humana, sufrió, murió y resucitó por nosotros. La Sábana Santa nos habla de todo esto. Es un testimonio único» .
Recreando a JESÚS desde la mortaja de Turín
TRADUCCIÓN DE PEDRO VÁZQUEZ GARCÍA - LA CORUÑA - GALICIA
Los misterios del santo sepulcro
Estudios sobre la muestra de radiocarbono procedente de la Sábana Santa de Turín
from Yanka //elrincondeyanka.blogspot.com/
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La Sábana Santa, Síndone, de Turín objeto de estudio y fe entre los cristianos
Los misterios del santo sepulcro
LA IMAGEN DE CRISTO NUNCA VISTA
Él es la imagen del Dios invisible El sudario de Turin
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