MÁS PLATÓN Y MENOS PROZAC
«¿Puede la filosofía combatir los problemas y dificultades cotidianos? Es lo que propone MÁS PLATÓN Y MENOS PROZAC: aplicar la filosofía a nuestro sistema de vida para alcanzar un mayor equilibrio interior. Se trata de considerar la filosofía como una forma de vida más que como una disciplina, idea que existe desde Sócrates. MÁS PLATÓN Y MENOS PROZAC se inspira en los más importantes filósofos de la historia para enseñarnos a afrontar los principales y más habituales aspectos de la vida, como el amor, la ética, prepararse para morir o simplemente enfrentarse a un cambio de trabajo. Un libro diferente que con sencillez nos acerca el pensamiento de grandes filósofos como Platón, Sócrates o Kant y demuestra que la filosofía puede ser una buena opción para lograr una vida más satisfactoria.»
Para quienes siempre supieron que la filosofía era buena para algo, pero nunca supieron decir exactamente para qué es la razón por sí misma lo que hace la vida feliz y agradable, al expulsar todas las ideas y opiniones falsas, y evitar así toda perturbación de la mente.
EPICURO
La vida examinada es la única que merece ser vivida. SÓCRATES
El tiempo de la vida humana no es más que un punto, y su sustancia un flujo, y sus percepciones torpes, y la composición del cuerpo corruptible, y el alma un torbellino, y la fortuna inescrutable, y la fama algo sin sentido [...]. ¿Qué puede pues guiar a un hombre? Una única cosa, la filosofía.
MARCO AURELIO
Las nubes de mi aflicción se disiparon y bebí de la luz. Con mis pensamientos en orden giré para examinar el rostro de mi médico. Volví los ojos y posé mi mirada en ella, y vi que era la enfermera en cuya casa me habían cuidado desde la juventud: la filosofía.
BOECIO
El hombre no debe sobrevalorar la grandeza y el poder de su mente.
GEORGE FREDERICK HEGEL
Hacer filosofía es explorar el propio temperamento, pero al mismo tiempo tratar de descubrir la verdad.
IRIS MÜRDOCH
Los carpinteros dan forma a la madera; los flecheros dan forma a las flechas; los sabios se dan forma a sí mismos.
BUDA
Gracias a los filósofos predecesores y contemporáneos por su perenne inspiración. La filosofía es un río sin fin, que serpentea aquí y fluye allí, pero que nunca se seca. Gracias a tantos colegas académicos y profesionales, en Estados Unidos y el extranjero, por el intercambio constructivo de ideas. Ellos mantienen encendida la llama de la búsqueda filosófica, iluminando teorías y prácticas eficaces.
He aprendido que todo filósofo puede escribir un libro poco popular sin contar con ninguna ayuda. Al fin y al cabo, nuestro don es abordar asuntos sencillos y hacerlos asombrosamente complejos. En cambio, la escritura de éxito requiere arte y fidelidad para hacer que los asuntos más complejos sean asombrosamente sencillos, tarea que no habría podido concebir, y mucho menos realizar, sin la ayuda de una experta.
LOU MARINOFF
Nueva York, 1999
COMENTARIOS AL LIBRO MÁS PLATÓN Y MENOS PROZAC DE LOU MARINOFF
La filosofía es la más antigua de todas las ciencias. El hombre en sus inicios, al verse tan desvalido ante la magna Naturaleza, trató de encontrarle un sentido a su vida y a su mundo e inventó la filosofía. La filosofía fue pues en una época la madre de todas las ciencias, con el
tiempo el conocimiento se fue ampliando y se hizo necesario que de la Madre Filosofía se desprendieran otras ciencias. Y así la Filosofía, se fue quedando aislada, apartada... pocos parecen tomarla en cuenta hoy en día, cuando es precisamente, la que puede brindarnos una esperanza, cuando los curanderos, los médicos, sacerdotes, consejeros matrimoniales, asistentes sociales, psicólogos y psiquiatras no parecen brindarnos alguna solución a nuestra problemática existencial.
De ello es lo que trata este libro. De la necesidad de que cada uno de nosotros encuentre su propia filosofía de la vida fundamentándola en las grandes tradiciones del pensamiento humano y para ello no necesita leer a la República de Platón, ni ningún otro texto filosófico, lo único que precisa es recurrir a un filósofo en lugar de un psicólogo. Si queremos empero tener un breve esbozo de lo que es el pensamiento filosófico, el autor nos da una reseña del mismo, en el capítulo cuarto, que bien vale la pena leer, sea sólo como breviario cultural y en los apéndices, comprendidos en la cuarta parte del libro.
Siguiendo con el libro, el autor cuestiona y no sin razón, que si el médico de cabecera es capaz de remitirnos a un consejero psicológico que no es doctor en medicina, ¿por qué no debería hacerlo a un consejero filosófico? Además, los psicólogos y psiquiatras reciben formación para tratar “enfermedades mentales” y ésta es una metáfora que los susodichos confunden cada vez más con una realidad y nos platica un chiste de psiquiatras, en el que diagnosticaban a los tempraneros como ansiosos, a los tardíos como hostiles y a los puntuales como compulsivos; sin embargo esta realidad hoy en día ya no es nada graciosa, pues ahora todo supuesto trastorno es solucionado inventando una palabreja y recetando medicamentos para todo y en el que abundan los síndromes: el de la guerra del golfo, el de la hiperactividad, el dormitivo, etc...
Encontrar nuestra propia filosofía puede ayudarnos a evitar, resolver o afrontar numerosos problemas o también puede ser la fuente de nuestros problemas, pues
en problemas tales cómo buena vida, obrar bien, muerte, autoestima, la respuesta no es fácil y una respuesta puede ser buena para una persona pero no para la otra, dos personas distintas nunca llegarán automáticamente a la misma respuesta.
La validez de la filosofía en la resolución de un problema radica en que las mentes más brillantes de la humanidad han profundizado en las ideas que nos agobian:
virtud, muerte, egoísmo, autoritarismo, necesidad... y nos han dejado un legado que es necesario aprovechar y desarrollar así nuestra propia filosofía.
Con la debida asesoría filosófica podremos aplicar los consejos de los grandes Maestros a nuestro contexto cotidiano: Aristóteles nos ayudará a perseguir la razón y moderación en todas las cosas, El I Ching o Libro de las mutaciones, en la toma de decisiones; Kant en la necesidad; Kierkegaard para enfrentar a la muerte, Hobbes para el autoritarismo, Laozi para la intuición, Ayn Rand para defender nuestro egoísmo.
Observamos entonces a lo largo del libro, algunos ejemplos sobre la realidad cotidiana de cualquier ser humano, que podría ser uno de nosotros, cuando se enfrenta ante la problemática de un divorcio, de un trabajo, de la baja autoestima, del seguir en una relación, de la búsqueda de la misma, de la crisis de la edad madura y en cada una de las problemáticas surge el pensamiento filosófico para ayudar a encontrar el camino: desarrollar nuestra propia filosofía de la vida. La idea al fin de cuentas, es la vieja máxima socrática: Conócete a ti mismo, pero sin cavar constantemente en busca de las raíces.
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