"Cada vez que nos servimos de las palabras, las mutilamos. Mas el poeta no se sirve de las palabras. Es su servidor. Al servirlas, las devuelve a su plena naturaleza, les hace recobrar su ser. Purificar el lenguaje, tarea del poeta, significa devolverle su naturaleza original". Octavio Paz
PALABRA
Te quiero. Son dos palabras.
La palabra es paloma mensajera que
cruza el viento y toca los corazones.
La palabra, amiga, mano de santo, la mejor
medicina. Se cura más con las palabras que con las medicinas. No sólo la mente,
también el cuerpo. Una enfermedad es menos enfermedad con cariño. Sólo escribir
la palabra cariño me recuerda a mi madre, su pelo de algodón blanco, su boca
menuda, esos ojos de aceituna verde.
La palabra siempre es cometa. No me
interesa el odio en las palabras.
La palabra ríe y es ría. La palabra salta y es
sal. La palabra es azul y es mar.
La palabra ama y es amor.
A las palabras del
alma no se les puede dar la vuelta.
La palabra encanta y es cuento: «Cae la
noche despacio, a tropezones.
La luz se marcha como un abandono.
Alguien le está
contando diez al púgil del día». O «se pinta el río de rímel negro y se borran
los contornos, las fronteras, y me dejo iluminar sólo por tu mirada que asusta
todos mis miedos».
Ay, la palabra cuando es de palabra. No hay nada más puro que
un payaso que busca limosna de amor a cambio de unas palabras sanas.
Nada peor
que el gusano de la palabra, que es la mentira.
Sólo de palabras no vive el
hombre, pero casi.
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