EL Rincón de Yanka: EL GRAN REEMPLAZO NO ES UNA TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN SINO QUE ES UNA EVIDENCIA PALPABLE: UN SUICIDIO SISTEMÁTICO 🙈🙉🙊

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martes, 16 de julio de 2024

EL GRAN REEMPLAZO NO ES UNA TEORÍA DE LA CONSPIRACIÓN SINO QUE ES UNA EVIDENCIA PALPABLE: UN SUICIDIO SISTEMÁTICO 🙈🙉🙊


El Gran reemplazo 
o un Suicidio Sistemático.


Ni duda cabe que, en toda Europa, la población blanca cristiana está siendo sistemáticamente reemplazada con pueblos no europeos. La cultura europea, su civilización e identidad están a menos de una generación de ser sustituidas por la inmigración masiva, especialmente musulmana, en parte originada por la crisis migratoria.

Desde 2015 solo en España, a la fecha se calculan aproximadamente 1.000.000 inmigrantes provenientes de África (Fuente: ACNUR Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, EUROSTAT Oficina Europea de Estadística). Inmigrantes cuyos niños siguen comiendo lo que comían en su lugar de origen, hablan sus propias lenguas y mantienen el culto de sus propias religiones. Al unísono y complaciente, a la pérdida de la misma Europa en sus creencias, su natalidad, su fe, sus tradiciones propias y su legitimidad (casualidad?, estará Europa cansada y sobrecargada por las culpas de su pasado?), asociado a esto la omisión del discurso político donde “No es popular” hablar de estas políticas de inmigración, porque estamos sumergidos ante tanta pomposidad de “derechos humanos”. Hoy día, mencionar esta realidad de forma aséptica no es aceptado en el espacio público de libre-diversidad creado por el progresismo. La posibilidad de que la cultura que conocemos como europea o española sea sustituida por otra mayoría de origen distinto es un hecho que no se nos permite mencionar el tema, so pena de crítica de extremista.

El Gran reemplazo ya se ha producido en los medios. No hay película, serie, anuncio o exposición que no tenga como protagonistas a una persona trans, LGTBI+, no-blancos o de la ferocidad de la propaganda, de que hoy todas las reinas victorianas sean ahora subsaharianas.

Sus Consecuencias:

1. Lo verdaderamente importante del Gran reemplazo no es su realidad numérica, sino las consecuencias en la convivencia y en el cambio en el sentido del voto. La consecuencia principal es crear una mayoría poblacional, de voto identitario exterior y subsidiado. A partir de las segundas generaciones suelen votar al partido que más ayudas les prometa o que mejor represente su identidad originaria y no los intereses del país en el que han nacido. En Europa, en Francia, en España, los hijos y nietos de inmigrantes han sido criados en el rechazo a su país de acogida que les ha dado más del que sus padres abandonaron. Con una política actual basada en el desprecio a todo lo que fue y es Europa y con una red de subsidios que sirve de abono para un campo donde una cultura sería sustituida por otra.

2. Un estudio procedente del Ministerio de Trabajo e Inmigración de España, señala que en los últimos años ha aumentado la tendencia general al rechazo de la población nacida en el extranjero, es decir, al aumento de la xenofobia. Aunado a esto las nuevas generaciones de extranjeros nacidos en el país siguen compartiendo los ideales identitarios de sus padres, generándose grupos interétnicos en la población nacida en España.

3. La percepción respecto a la seguridad ciudadana corresponde a los datos oficiales. En 2010, la población extranjera en las prisiones españolas (41.945 reclusos extranjeros) representaba aproximadamente 1/3 de la población reclusa en España, pese a ser únicamente el 10% de la población total, un número que apenas ha decrecido desde un máximo de 43.043 en 2008. Según las estadísticas, los extranjeros que provienen del Magreb cometen, en proporción, 4 veces más delitos que los españoles. Por otra parte, las personas procedentes del África Subsahariana cometen 3 veces más delitos que los españoles. Fuente: Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

En resumen, la reciente inmigración desde África está provocando grandes problemas en la sociedad española, con un aumento significativo de la delincuencia y la seguridad ciudadana. Además de grandes diferencias en lo social, cultural y económico.

Un Gran reemplazo o Suicidio Sistemático?

NECESITO NUEVAS TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN 
PORQUE TODAS LAS QUE TENÍA YA SE HAN HECHO REALIDAD

El gran reemplazo y la ceguera

Una de las formas más mezquinas de maltrato es negar la realidad que vive la víctima para que crea que está loca. La agresividad en esa luz de gas, en la negación mediante desprecios y acusaciones de paranoia es esencial para que sienta culpabilidad por su propia percepción de la realidad y sea ella misma la que desdeñe su propio pensamiento. Hacer que crea que está mal ver la realidad que palpan sus ojos. Así se construye un estado de confusión que no permite a la víctima distinguir entre la realidad y la ficción aferrándose a ésta para ser aceptada. Con esa desorientación se transforma en un ser manejable a merced del agresor asumiendo como realidad únicamente lo que le indique éste y descartando lo que perciben sus propios sentidos. La anulación del ser para la sumisión absoluta.

La psicología del maltratador es aplicada como arma política de control de masas. Cuando la realidad y sus consecuencias dañinas son injustificables se niega su propia existencia. Todo problema verdaderamente importante ahora es tapado bajo la denominación de teoría conspirativa de ultraderecha. Según la izquierda cómplice en el poder, hasta la okupación es un invento de la extrema derecha. Supongo que es más cómodo aceptar la mentira para poder seguir sentado en el sofá, narcotizado de intrascendencia mientras llega el final. El hombre absurdo.

Pero una cuestión en la que los medios imponen la etiqueta de «teoría conspiranoica de la ultraderecha» de forma tan abrumadora que resulta violenta es la inmigración y lo que se conoce por Gran reemplazo. Una simple búsqueda en Google es un aviso a navegantes de lo que no pueden hablar y toda duda pertenece a un campo proscrito. En Europa, especialmente en Francia, se denomina Gran reemplazo o Gran sustitución al hecho de que la población blanca será sustituida al reducirse en número y porcentaje, mientras que la población de origen africano o indoamericana se incrementa a gran velocidad a través de la inmigración masiva y su alta tasa de natalidad, a diferencia de la caída de nacimientos en la población originaria europea.

Independientemente de que esta situación se deba a un proceso natural —como afirman algunos— o a una planificación desde las esferas de poder mediante sus políticas de puertas abiertas y subsidios —como afirman otros— es un hecho, un dato objetivo e innegable que los inmigrantes tienen más hijos y que esa situación se incrementa año tras año. Por ejemplo, en el año 2019 el 20% de los nacimientos en España eran de madres inmigrantes. En el año 2021 ya era del 25%. Es cuestión de tiempo. En esto Francia nos lleva dos generaciones de ventaja. Si caminan por cualquier calle de París la sensación poblacional es de ciudad africana con decorados de Luis XIV.

Mencionar esta realidad de forma aséptica no es aceptado en el espacio público de libre-diversidad creado por el progresismo. La posibilidad de que la cultura que conocemos como europea o española sea sustituida por otra mayoría de origen distinto es un hecho que no se nos permite mencionar. En primer lugar habría que resaltar que el Gran reemplazo ya se ha producido en los medios. No hay película, serie, anuncio o exposición de «arte» que no tenga como protagonistas a una persona trans, LGTBI+, no-blancos o alguna mujer diciendo que es mujer. Estoy cansada de la ferocidad de la propaganda, de que todas las reinas victorianas sean ahora subsaharianas en una expropiación cultural con fines de borrado. Cansada de la prohibición social bajo pena de hoguera de denunciar esta sustitución de la realidad por una ficción psiquiátrica. Te obligan a jurar que la tierra es plana para no ser quemado en la plaza pública ¿Quién es aquí el que vive en el plano de la ficción y el miedo?

Pero lo verdaderamente importante del Gran reemplazo no es su realidad numérica, sino las consecuencias en la convivencia y en el cambio en el sentido del voto. La consecuencia principal es crear una mayoría poblacional, de voto identitario exterior y subsidiado. Dos características que no ayudan a enfocar la dirección del país en alcanzar un objetivo común de defensa y prosperidad, sino en la ruina y expolio mientras se favorecen políticas culturales de terceros países.

A partir de las segundas generaciones suelen votar al partido que más ayudas les prometa o que mejor represente su identidad originaria y no los intereses del país en el que han nacido. En Europa, en Francia, en España, los hijos y nietos de inmigrantes han sido criados en el odio a su país de acogida que les ha dado más del que sus padres abandonaron. Con una política actual basada en el desprecio a todo lo que fuimos y somos y con una red de subsidios se ha creado un campo abonado para que sea sustituido por otra cultura. Como sucedió con la religión al expulsar al Cristianismo de la vida pública. Frente al ateísmo va ganando el Islam.

Hay quien pueda pensar que el hecho de que la población europea se transforme mayoritariamente en población de origen africano no representa ningún problema y que debemos abrazar la idea como signo positivo de evolución y diversidad, aunque ésta no sea inclusiva con la cultura de destino. Poco importa si el Gran reemplazo responde o no a un diseño de malvados de Davos para cambiar la población y el voto, para acabar con la cultura, la tradición europea y la familia blanca tradicional, con una agenda que incentiva la inmigración masiva, el aborto, la eutanasia, los animales por encima de tener hijos… 

Lo realmente importante del Gran reemplazo no es su origen, ni cuestionarnos su realidad, donde quieren confundirnos con su negación mientras el hecho se produce. Lo importante del Gran reemplazo es si son deseables sus consecuencias en la convivencia y la dirección de nuestro destino como comunidad, o si ya hemos abandonado toda idea existencial, todo anhelo de permanencia y de pertenencia a una cultura que quizá ya fue.

Celebración en Francia tras las elecciones 2024 
con banderas islámicas y una bandera gigante francesa 
en la que se lee: “Francia es de los inmigrantes”.

OCCIDENTE CONTRA SÍ MISMO
"Occidente siente un odio por sí mismo que es extraño y que sólo puede considerarse como algo patólico. Sólo ve de su propia historia lo que es sensurable y destructivo, al tiempo que no es capaz de percibir lo que es grande y puro". Joseph Ratzinger


PAN-EUROPA
Richard N. Coudenhove-Kalergi

Prólogo de Otto de Habsburgo

Tras un primer llamamiento a la unidad de Europa en Octubre de 1922, Coudenhove-Kalergi propuso en 1923 el primer proyecto moderno de una Europa unida, expuesto en su libro Pan-Europa.

Esta obra profética sigue fascinando por su actualidad. Según Coudenhove-Kalergi Europa es heredera de un rico pasado y debe estar unida para sobrevivir, aunque preservando las particularidades de todos sus pueblos. El rechazo a todo prejuicio nacionalista, la defensa de la libertad y la consolidación de la paz son, junto con la reconciliación de Francia y Alemania, los pilares de la unidad europea.
Traducido a numerosos idiomas, este llamamiento tuvo un gran eco en medios intelectuales y políticos: en él se pasa revista a las causas de las crisis europeas, se esbozan soluciones concretas y, sobre todo, la unión de Europa aparece como algo plausible y deseable y no como una lejana utopía. Además interroga sobre la cuestión fundamental de la dimensión espiritual e intelectual de la unión del viejo continente.


PRÓLOGO

Pocos son los libros que, después de siete decenios, pueden aparecer de nuevo —con pequeñas modificaciones, es verdad— manteniendo intactos y vigentes sus principios fundamentales. Ésta es una característica de Pan-Europa, de Coudenhove-Kalergi, publicación que posee todavía una utilidad incontestable para todos aquellos que se preguntan por el futuro de nuestro continente. Este libro pertenece, por tanto, a la categoría de esas pocas publicaciones que, como las de Montesquieu o las de Jacques Bainville, tienen validez en todas las épocas porque contienen verdades inmutables, frecuentemente olvidadas. Las Sagradas Escrituras nos hablan de los profetas. 

Los que hemos tenido la suerte de encontrarnos o de hablar con Coudenhove-Kalergi sabemos que, si hubiera vivido en aquella época, hubiera sido considerado como un profeta. Ya desde su juventud nos vino mostrando las leyes fundamentales que rigen nuestro continente e indicando los remedios que pueden ayudarnos a resolver unos problemas seculares. Ha sido una tragedia para Europa que sus contemporáneos muchas veces no hayan realizado, y ni siquiera comprendido, lo que él decía. Actualmente, más que nunca, se llega a la conclusión de que los remedios propuestos por CoudenhoveKalergi, en lo que concierne a la política europea y al porvenir de Pan-Europa, constituyen la buena solución. Por tanto, está más que justificado publicar de nuevo un libro que, en los años críticos en que vivimos, nos muestra el verdadero camino del futuro. En este sentido, deseamos a esta publicación el mayor éxito, especialmente en aquellos países que tienen aún problemas en sus relaciones con la Unión Europa. Dentro de la Unión Europea, este libro muestra, especialmente a los gobernantes, que ha pasado la hora del pequeño nacionalismo provinciano y que su mirada debe dirigirse actualmente hacia unos horizontes más altos y más lejanos.

Otto de Habsburgo, 
Presidente de la Unión Paneuropea Pöcking, 
otoño de 1996

Prefacio

Todos los grandes acontecimientos históricos comienzan en forma de utopía y terminan siendo realidad.
Este libro tiene por objeto despertar un gran movimiento político que dormita aún en todos los pueblos de Europa. Muchos son los hombres que soñaron con una Europa unida, pero pocos los decididos a crearla. Estéril en cuanto meta del deseo, esta idea puede dar frutos si se convierte en objetivo de la voluntad. La voluntad de los europeos, he aquí la única fuerza que puede hacer realidad a Pan-Europa. 

La voluntad de los europeos es también la única fuerza que puede sostener a Pan-Europa. Cada uno de los europeos tiene, por tanto, en su mano una parte del destino de su mundo. Mientras estoy escribiendo estas líneas, se reúne en Chile la V Conferencia Panamericana, Rusia está trabajando en su propia reconstrucción con toda la energía de que es capaz, el Imperio británico está superando la crisis que ha seguido a la guerra y el Extremo Oriente está libre de la espada de Damocles, el peligro de una guerra americana. 

Entretanto, Europa va dando tumbos, sin guía y sin plan, de una crisis a otra. Los soldados franceses y belgas continúan ocupando el centro industrial de Alemania. Sobre Tracia pende la amenaza diaria de una nueva guerra. Por todas partes reina la miseria, la inquietud, el descontento, el odio y el miedo. Mientras que el resto del mundo da cada día un paso hacia delante, Europa retrocede cada día más. Esta constatación constituye en sí ya un programa. 

La causa de la decadencia de Europa es política, no biológica. Europa muere no de vieja, sino porque sus habitantes se matan y se destruyen unos a otros con todos los medios de la técnica moderna. Europa es todavía la reserva humana cualitativamente más fértil del mundo. Los dinámicos americanos no son otra cosa que europeos transplantados a un nuevo medio ambiente político. No son los pueblos de Europa los que padecen senilidad, sino únicamente su sistema po lítico. La transformación radical de este sistema puede y debe dar lugar a la cura total de este continente enfermo. La Guerra Mundial ha transformado el mapa político de Europa, pero no su sistema político. 

En Europa sigue reinando la anarquía internacional, la opresión de los débiles por los fuertes, un latente estado de guerra, la desmembración económica, la intriga política. La política europea de hoy se parece más a la política del ayer que a la política del mañana. Europa tiene vuelta su cabeza hacia el pasado, en vez de mirar hacia delante. El mercado del libro está inundado de memorias. En el debate público se discute más sobre el origen de la última guerra que sobre cómo evitar la futura.

Esa eterna mirada hacia el ayer es la causa principal del movimiento reaccionario y de la división de Europa. Es a la juventud europea a quien corresponde modificar este estado de cosas. La juventud europea está llamada a levantar una nueva Europa sobre las ruinas de la antigua: a sustituir la Europa anárquica por una Europa organizada. Si los hombres de Estado europeos se niegan a reconocer y a realizar este objetivo, serán barridos por los pueblos con cuyos destinos están jugando. Hay dos problemas candentes que pesan sobre nuestro continente: la cuestión social y la cuestión europea; la lucha entre las clases y la lucha entre los Estados de Europa. 

La cuestión social es el tema número uno de la discusión pública: da origen y divide a partidos políticos y aparece miles de veces ante la opinión pública de todos los países. Por el contrario, la cuestión europea, que no tiene menor importancia, ni siquiera se menciona. Muchos ni siquiera han oído hablar de ella. Es un problema relegado al ámbito de la literatura y de la utopía, nadie se lo toma en serio. Y sin embargo, de su solución depende el futuro de nuestra cultura y el de nuestros hijos. La cuestión europea se plantea en estos términos: 

¿Puede Europa, con su división política y económica, garantizar su paz y su independencia frente a las potencias mundiales extraeuropeas emergentes o está forzada a organizarse en una federación de Estados para salvar su existencia?

Plantearse esta pregunta es ya responder a ella. Por esto, nadie se la formula y todo el mundo la escamotea. Es verdad que en el debate público se habla mucho de las cuestiones europeas, pero jamás de la Cuestión Europea, en la que tienen sus raíces todas las demás, lo mismo que las cuestiones sociales tienen su raíz en la Cuestión Social en general. Así como actualmente todo europeo está obligado, en política interior, a adoptar una posición frente a la Cuestión Social, así también, en política exterior se verá obligado a adoptar una posición frente a la Cuestión Europea. 

La unión de Europa o su división, su organización o su anarquía, su resurrección o su muerte dependerá de la voluntad de los europeos. Pero hay una cosa que no debe volver a ocurrir: que los responsables políticos escamoteen una cuestión que es vital para 300 millones de hombres súbditos suyos. 

En una palabra, la Cuestión Europea debe ser discutida en toda su profundidad ante la opinión pública del continente, en la prensa, en la literatura política, en las reuniones políticas, en los parlamentos y en los gobiernos. El tiempo apremia. Mañana podría ser quizá demasiado tarde para resolver la Cuestión Europea: por esto, es preferible comenzar ya hoy mismo. Europa, que ha perdido casi totalmente la confianza en sí misma, espera ayuda del exterior: 
unos de Rusia, otros de América. Ambas esperanzas constituyen un peligro de muerte para Europa. 

Ni el Este ni el Oeste quieren salvar a Europa: Rusia quiere conquistarla, América quiere comprarla. Entre la Escila de la dictadura militar rusa y la Caribdis de la dictadura financiera americana sólo hay un camino estrecho que conduce a un futuro mejor. Este camino se llama Pan-Europa y significa: que Europa debe ayudarse a sí misma constituyéndose en una unión político-económica. Se le reprochará a Pan-Europa ser una utopía. Pero este reproche no se sostiene. No hay ley natural alguna que se oponga a su realización. Responde a los intereses de una aplastante mayoría de europeos y solamente va contra los intereses de una minoría cada vez más reducida. 

Esta pequeña minoría, que es poderosa y que actualmente dirige los destinos de Europa, querrá marcarle a la idea de Pan-Europa con el sello de la utopía. A éstos habrá que responderles que los grandes acontecimientos históricos comienzan en forma de utopía y terminan siendo realidad. En 1913, las Repúblicas polaca y checoslovaca eran utopías. En 1919 eran realidades. En 1916, la victoria de los comunistas en Rusia era una utopía. En 1917 era una realidad. Cuanto menor sea la fantasía de un político, tanto mayor parecerá el reino de la utopía y tanto menor el reino de lo posible. La historia del mundo tiene más fantasía que sus marionetas y está constituida por una cadena de sorpresas, de utopías hechas realidad. El que una idea no pase de ser una utopía o, por el contrario, se convierta en realidad depende normalmente del número y de la convicción de sus defensores.

Mientras sean miles los que crean en Pan-Europa, será una utopía. Cuando sean millones los que crean en ella, será un programa político. Tan pronto como sean cien millones los que crean en ella, será realidad. 

El futuro de Pan-Europa dependerá, por tanto, de que los mil primeros defensores tengan la fe y el poder de persuasión necesarios para convencer a millones y para hacer de la utopía de ayer la realidad de mañana. Llamo a la juventud de Europa a realizar esta obra.

Richard N. Coudenhove-Kalergi 
Viena, primavera de 1923


IDEALISMO PRÁCTICO:

El plan Kalergi para destruir 
a los pueblos europeos


La forma de constitución que sustituyó al feudalismo y al absolutismo fue la democracia; la forma de gobierno, la plutocracia. Hoy, la democracia es una fachada de la plutocracia: como las naciones no tolerarían una forma pura de plutocracia, se les concedieron poderes nominales, mientras que el poder real descansa en manos de los plutócratas. Tanto en las democracias republicanas como en las monárquicas, los estadistas son marionetas, los capitalistas son los titiriteros; dictan las directrices de la política, gobiernan mediante la compra de la opinión pública de los votantes y, a través de las relaciones profesionales y sociales, de los ministros.

En lugar de la estructura feudal de la sociedad, intervino la plutocracia; el nacimiento ya no es el factor decisivo para el rango social, sino los ingresos. La plutocracia de hoy es más poderosa que la aristocracia de ayer: porque nadie está por encima de ella salvo el Estado, que es su herramienta y el ayudante de su ayudante.

Cuando aún existía la verdadera nobleza de sangre, el sistema de aristocracia por nacimiento era más justo que el de la aristocracia adinerada de hoy: porque entonces la casta gobernante tenía sentido de la responsabilidad, cultura y tradición, mientras que la clase que gobierna hoy carece de sentimientos de responsabilidad, cultura o tradición.

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