EL Rincón de Yanka: LIBRO "EL ÉXODO VENEZOLANO: entre el EXILIO y la EMIGRACIÓN" 🏃🏃🏃

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sábado, 31 de diciembre de 2022

LIBRO "EL ÉXODO VENEZOLANO: entre el EXILIO y la EMIGRACIÓN" 🏃🏃🏃

EL ÉXODO VENEZOLANO: 
entre el EXILIO y la EMIGRACIÓN

Hispanoamérica ha estado marcada por una larga historia migratoria. Ciudadanos de diversos países no solo han migrado al norte, sino que también en diversas crisis han buscado condiciones de vida más dignas en países hispanoamericanos.

Recientemente asistimos a un nuevo flujo migratorio latinoamericano; esta vez, protagonizado por ciudadanos venezolanos que prácticamente huyen de su país debido a la grave crisis institucional, económica, política y social que afecta a dicha nación. Se estima que siete u ocho millones de venezolanos han migrado y que el 75 % se encuentra residiendo o en tránsito en diversos países de América Latina. Como se menciona en el texto, Venezuela ha pasado de ser un país de inmigrantes a ser un país de emigrantes en muy poco tiempo.

Esta situación trae desafíos a los países en los que se asienta esta colectividad, a la comunidad internacional y a los organismos internacionales. Desafíos que comprenden o deberían comprender políticas de integración en el más amplio sentido, de manera que reduzcan los peligros de la xenofobia y la vulnerabilidad de sus derechos fundamentales.

El libro que ahora presentamos, "El éxodo venezolano: entre el exilio y la emigración", contiene artículos sobre la migración venezolana en distintos países de Hispanoamérica y España, y su objetivo es contribuir a una mejor comprensión del fenómeno migratorio venezolano y avanzar en el diseño de políticas migratorias comunes entre los países que reciben este éxodo.

La presente publicación ha sido posible gracias al aporte y compromiso de las siguientes instituciones: la OIM, Agencia de las Naciones Unidas para las Migraciones, que trabaja apoyando a los Estados miembros y a diversos sectores involucrados en el desarrollo de iniciativas y marcos de cooperación en las distintas esferas de la política migratoria internacional. En el Perú, viene trabajando de manera aunada con otras agencias de cooperación, instituciones públicas y la sociedad civil para fortalecer la generación de conocimientos en la materia.

Prólogo

Para cualquier persona, entender cómo se ha llegado en Venezuela a la situación actual no es tarea fácil. Es un ejercicio complejo incluso para quienes llevamos casi dos décadas viviendo este convulsionado proceso de cambios políticos, económicos y sociales en un clima de gran polarización y confrontación, en el que progresivamente fuimos perdiendo las libertades esenciales de una vida en democracia. 

En el viaje a lo largo de este libro: El éxodo venezolano: entre el exilio y la emigración, podemos notar el esfuerzo que han realizado los autores para poner en contexto los orígenes de esta crisis migratoria; no obstante, permítannos ofrecer en pocos párrafos algunas referencias que contribuyan a enmarcar la transición de Venezuela hacia un país de emigración.

En su memoria económica, social o política, la sociedad venezolana no había
registrado la vivencia de la emigración internacional, aquella que implica el
abandono del lugar de origen por un período de tiempo prolongado. Hasta comienzos de la década de 1980, la emigración era un fenómeno poco común porque los venezolanos consideraban que su nivel de vida futuro no estaba en riesgo. La historia contemporánea de la migración en Venezuela da cuenta de un país que se mostró atractivo para la población extranjera en ciertos períodos bien definidos, durante los cuales transitó por fases de expansión económica, asociadas a los altos ingresos provenientes de la renta petrolera, que permitieron el desarrollo de importantes proyectos de inversión y la elevación de sus índices de bienestar, en medio de cierta estabilidad democrática. En ese contexto, encontraron acogida en Venezuela, en la década de 1950, las corrientes migratorias de posguerra que provenían de países de Europa del sur; y, posteriormente, en la década de 1970, las corrientes migratorias de países latinoamericanos, algunos de ellos sometidos a regímenes autoritarios y severas crisis económicas, como bien se ha reseñado en algunos de los textos que conforman esta obra.

Durante las décadas de 1980 y 1990, Venezuela se sumerge en una severa crisis en todos los órdenes, que no solamente restringe los movimientos migratorios desde el exterior, sino que, adicionalmente, se dan procesos de retorno de los extranjeros y hay señales de un pequeño flujo migratorio de venezolanos, especialmente de personas calificadas, que también reaccionaron frente a ese contexto de recesión económica, acompañado de una profunda descomposición social y deterioro institucional. Solamente la población colombiana movilizada de sus lugares de origen a causa del conflicto bélico interno encontró en territorio venezolano alguna posibilidad de establecerse, especialmente en zonas de frontera. 

Venezuela terminó el siglo XX eligiendo democráticamente como presidente de la República al teniente coronel Hugo Chávez, quien había dirigido un intento de golpe de Estado contra el presidente Pérez en 1992. 
Lejos estaban los sectores de la sociedad venezolana que apoyaron a Chávez de imaginar las implicaciones que tendría ese voto de confianza otorgado. Las nuevas fuerzas políticas que detentan el poder, lideradas por el presidente Chávez, plantean un nuevo proyecto de país basado en lo que se ha conocido como el socialismo del siglo XXI, cuya implementación se vio favorecida por la disponibilidad de fabulosos ingresos derivados de una nueva bonanza petrolera durante la década del 2000. Este nuevo boom económico permitió el incremento del gasto público y, en general, la mejora transitoria de ciertos índices de bienestar, pero no motivaron la atracción de corrientes migratorias como en el pasado, y tampoco fueron suficientes para reducir los riesgos de emigrar al exterior, por cuanto la convivencia en el país permanecía alterada por el clima de conflictividad y los problemas relacionados con la falta de seguridad en su sentido más amplio, no solamente personal, sino también en el plano económico y jurídico.

 Este modelo del socialismo del siglo XXI se fundamentó, entre otros aspectos, en la ampliación del papel del Estado en la economía como regulador y como empresario, la aplicación de un sistema intrincado de controles de precios y de cambio, la destrucción de las capacidades productivas del sector privado, que generaron grandes desequilibrios macroeconómicos y llevaron al cuadro de hiperinflación y deterioro profundo de los niveles de bienestar que actualmente enfrenta la población venezolana. 

Esta propuesta no contó con el consenso pleno de toda la sociedad venezolana, y ello se expresó en una intensa conflictividad social y en un antagonismo político. El presidente Chávez buscaba acelerar la implantación de su modelo político y, en el 2007, le planteó al país una reforma constitucional, la cual fue rechazada; pero aun así se valió del recurso constitucional de una Ley Habilitante para aprobar la ejecución de un conjunto de decretos-leyes que incorporaban aspectos de esa reforma constitucional improbada, y así le presenta al país su primer Plan Socialista. En el 2009, el presidente Chávez propone y gana una enmienda constitucional que posibilita la reelección indefinida de todos los cargos de elección popular. Ello hizo posible su postulación para un tercer período en las elecciones presidenciales del 2012, cuyos resultados les fueron favorables a la vista de un árbitro que, sin pudor, había incorporado el ventajismo oficial en el sistema electoral. 

El "presidente" Chávez enferma y fallece sin concluir este nuevo período, pero antes designó a Nicolás Maduro como el candidato que lo sucedería para darle continuidad a su proyecto revolucionario. Ante la convocatoria a nuevos comicios, Maduro resultó elegido presidente de la República para el período 2013-2019, y así se reinicia otra etapa de inestabilidad política y de pérdida de la institucionalidad democrática, ahora en un contexto de profunda crisis económica. Esta crisis entró en su fase más severa a partir del 2015, cuando se llevan a cabo las elecciones legislativas cuyos resultados son ampliamente adversos a las fuerzas políticas del oficialismo, quienes pierden la mayoría parlamentaria y perciben amenazado su ejercicio hegemónico del poder. 

Frente a este escenario, la directiva saliente de la Asamblea Nacional decide renovar la composición del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) sin cumplir con los requisitos de ley para el nombramiento de nuevos magistrados, cuya afección con el oficialismo son de conocimiento público. El nuevo TSJ entra en funcionamiento y deja sin representatividad en la Asamblea Nacional al estado Amazonas, al desconocer los resultados favorables para sectores políticos opuestos al régimen de Maduro por un supuesto fraude electoral nunca demostrado. Además, el TSJ declara en desacato a esta Asamblea Nacional, una condición no establecida en el marco jurídico; con ello, la desaloja de sus funciones contraloras del Poder Ejecutivo. 

Adicionalmente, el Consejo Nacional Electoral impidió que se realizara un referendo revocatorio del mandato del presidente Maduro, y se lanzó la convocatoria para conformar una Asamblea Constituyente en forma fraudulenta. Estas y otras medidas quebraron las bases del sistema democrático venezolano y del Estado de derecho, generándose por lo demás un clima de inseguridad jurídica que hace inviable su recuperación económica, si el país no se reinstitucionaliza. Aumentaron entonces la persecución política y la conflictividad social; se radicalizaron las medidas económicas orientadas a preservar el modelo productivo sostenido durante más de tres lustros, no obstante sus implicaciones negativas reflejadas en una gran contracción económica que está acompañada de un fuerte proceso inflacionario que ha erosionado completamente el poder adquisitivo de la población, que ha causado enormes niveles de escasez de productos básicos y de todo tipo, así como deficiencias en todos los servicios públicos; todo ello traducido en la pérdida profunda en la calidad de vida de la población. 

Este cuadro ha sido el marco para la severa crisis migratoria que está experimentando Venezuela, cuyas dimensiones empiezan a impactar en muchos países de América Latina y el Caribe, como bien se ha intentado ilustrar a través de los esfuerzos de investigación compilados en esta obra. En este tiempo, los riesgos de movilidad de la población venezolana se han intensificado porque se impone la necesidad de buscar opciones para garantizar la sobrevivencia cotidiana, y una de ellas es el desplazamiento a través de las fronteras. Autores como S. Castles o S. Gzesh, entre otros, han sugerido que los desplazamientos de personas ocasionados por proyectos de desarrollo u obligadas a escapar de la pobreza deberían categorizarse como migraciones forzadas. 1 

En nuestra opinión, esa conceptualización es válida en el caso venezolano, en el que el fracaso de un modelo de desarrollo nacional ha vulnerado la sobrevivencia de importantes sectores de la población que deben desplazarse de sus comunidades en búsqueda de alternativas para garantizar el sustento, de modo que desde el enfoque de los derechos humanos se podría sustentar el reclamo de estas personas. Este punto de vista es compartido por Wooldy Edson Louidor en su estudio sobre la migración venezolana a Colombia incluido en esta obra, cuando explícitamente reconoce que se trata de una migración forzada como la ha caracterizado, en efecto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Del mismo modo, Koechlin, Vega y Solórzano, en su análisis de los venezolanos en el Perú, expresan textualmente que «asistimos a un éxodo sin precedentes, pues la emigración es casi forzada por las condiciones que van agravándose en un período prolongado» (p. 59). 

Los abordajes sobre la migración venezolana en países latinoamericanos y europeos realizados en este libro coinciden en enunciar algunas preocupaciones que igualmente compartimos. La celeridad e intensidad de la afluencia migratoria de venezolanos en los países de la región ha desbordado la capacidad de respuesta de los Estados y de las instituciones, así como de la sociedad en general. ¿Cuántos venezolanos van y vienen cruzando la frontera para satisfacer necesidades básicas?, ¿cuántos van y vienen luego de permanecer durante el tiempo permitido realizando algún trabajo que les aporte ingresos para traer a sus familias o para enviarles dinero a estas?, ¿cuántos han traspasado la frontera para permanecer en algún destino en situación regular o irregular...?, ¿los tenemos identificados? Hay dificultades con las fuentes de información, las cuales tienen limitaciones —por su naturaleza y por el uso de diferentes criterios definitorios de las migraciones— para responder a las exigencias de estadísticas oportunas y pertinentes. Asimismo, ha sido complejo para las unidades de análisis y los centros de investigación sistematizar la información disponible y generar los estudios requeridos. De allí que este libro, producto de un esfuerzo colectivo, adquiera un valor inestimable por los aportes realizados en la compilación de datos de fuentes secundarias y en el levantamiento directo de información a través de entrevistas y de la realización de grupos focales. 

En el caso concreto de Venezuela, vale decir que, con la profundización de la crisis, el Gobierno Nacional ha impedido el acceso público a las fuentes de información oficial, y las estadísticas migratorias no han escapado a esa restricción. A tales efectos, desde el 2014 se ha conformado una alianza entre las universidades Católica Andrés Bello (UCAB), Simón Bolívar (USB) y Central de Venezuela (UCV) con la finalidad de llevar adelante una Encuesta Nacional sobre las Condiciones de Vida (ENCOVI) para recabar información sobre una muestra de casi 6000 hogares que permita conocer la situación social de la población venezolana y dimensionar algunos efectos de la crisis económica sobre los niveles de bienestar.2 

Es así que en la edición de la ENCOVI 2017 se decidió incluir una sección destinada a recabar información en los hogares sobre los miembros que en los últimos cinco años (2012-2017) se fueron a vivir a otro país, así como a identificar algunas de sus características individuales. Sabemos que esta forma de aproximarse a la captación de la emigración internacional tiene deficiencias metodológicas, principalmente debido a que están excluidos los casos en los que no hay informantes porque emigraron todos los miembros del hogar. Aun así, los resultados de la ENCOVI 2017 sobre la emigración reciente desde Venezuela ha arrojado información bastante consistente en la medida que se ha comparado con otras fuentes. Las estimaciones de las Naciones Unidas reportan, en el período 2015- 2017, un incremento en el stock de nacidos en Venezuela que residen en otros países en el orden de un millón; mientras que la ENCOVI 2017, con el grado de subestimación que trae apareado, ha dado cuenta de un volumen de poco más de 800.000. 

Al día de hoy, estas cifras probablemente lucen conservadoras, porque han sido excedidas por los registros de la movilidad de la población venezolana en el curso del primer semestre de este año 2018. La ENCOVI 2017 ha corroborado los cambios recientes en el patrón emigratorio venezolano, en el que los países sudamericanos cobraron mayor importancia como destinos seleccionados debido a una mayor movilidad terrestre. Muchas aerolíneas han dejado de operar en Venezuela debido a los problemas relacionados con el control cambiario y la falta de seguridad, con ello la conectividad se ha restringido y los costos de los billetes de avión se han vuelto muy onerosos. Colombia desplazó así a los Estados Unidos como primer destino de la emigración venezolana; España quedó posicionada en el tercer lugar; y Chile, Argentina, Ecuador, Panamá, Brasil, México y Perú figuran entre los países de la región que han capitalizado en mayor medida esta afluencia migratoria. 

En cuanto a su perfil sociodemográfico, la migración reciente de venezolanos, según la ENCOVI, da cuenta de un incremento del componente masculino, que sigue habiendo preeminencia de personas con alta escolaridad, aunque se verifica claramente que la decisión de migrar ha transversalizado a los hogares de todos los estratos sociales. Igualmente, nos causa inquietud otro aspecto considerado en los textos que conforman este libro, el cual se refiere a las respuestas o no de las instituciones del Estado en términos no solo de asistencia, sino además de protección. Se reconoce en diversos casos la adopción de algunas medidas como los programas especiales de permanencia que contribuyen a la regularización de la situación migratoria de los venezolanos. 

Con ello se abren posibilidades para acceder al mercado de trabajo, a los servicios de salud y a otros beneficios; no obstante, hay fallas en la implementación de tales medidas por desinformación, deficiencias de coordinación, porque se establecen requisitos difíciles de compilar. No se vislumbra, a nuestro modo de ver, que los factores que han desencadenado esta crisis migratoria desde Venezuela vayan a cesar en un tiempo relativamente corto. El Gobierno Nacional ha sido exitoso en la desarticulación de las fuerzas disidentes mediante mecanismos de persecución, intimidación, privación de libertad y exilio de los principales dirigentes, y dichas fuerzas perdieron las bases de sustentación de la alianza que mantenían. 

Además, las medidas económicas recientemente tomadas por el "presidente" Maduro seguirán mermando las capacidades de ciertos sectores productivos, se perderán nuevos empleos, continuará el encarecimiento y la escasez de alimentos y productos de todo tipo, de modo que es poco probable que los migrantes venezolanos se planteen retornar y que la afluencia de migrantes se intensifique. 

En este sentido, será importante que se promuevan alianzas entre los jefes de Estado de la región para atender en forma conjunta la migración venezolana desde un enfoque de protección de derechos humanos y de soluciones duraderas, como bien ha aludido Louidor; compartir buenas prácticas en la generación de sistemas de estadísticas migratorias que faciliten el análisis de la movilidad territorial de la población venezolana; propiciar el aprovechamiento de la fuerza de trabajo venezolana calificada, entre otras medidas que ayuden a que los efectos de esta crisis migratoria se conviertan en oportunidades de mejora para las personas migrantes y para los países que brindan acogida. Desde el ámbito académico y de la sociedad civil, es igualmente fundamental que se establezcan alianzas para profundizar en la generación de conocimientos sobre la migración venezolana y en el seguimiento a las garantías de plena protección que deberían recibir.

Anitza Freitez

Introducción

Hemos titulado esta obra "El éxodo venezolano: entre el exilio y la emigración", en primer lugar, porque, sin duda, el actual desplazamiento de venezolanos tiene una envergadura tal a nivel numérico y de situaciones personales dramáticas como hasta ahora no se había visto en este espacio territorial. En segundo lugar, porque los venezolanos que se desplazan lo hacen por una combinación de motivos que puede explicarse precisamente con el subtítulo: «entre el exilio y la emigración». De hecho, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en sendos comunicados, del 25 de febrero de 2017 y del 14 de marzo de 2018, la denomina precisamente «migración forzada». Los recientes datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), al 11 de septiembre de 2018, presentan una situación cuasi catastrófica de hambruna en Venezuela, donde prácticamente el 10 % (9,48 %) de los 39 millones está subalimentada, es decir, en situación de hambre. 
Esos 3,7 millones en situación de hambre, según las estadísticas de la FAO, entre el 2015 y el 2017, es casi cuatro veces más que entre el 2010 y el 2012.3 

La FAO, además, afirma que gran parte del hambre de la región latinoamericana se explica por el crecimiento del hambre en Venezuela dentro de la progresiva desaceleración económica en la región. En este sentido, las circunstancias de un país en descomposición, con ausencia de libertades políticas y civiles, donde dominan los abusos, los encarcelamientos sin ninguna garantía y las ejecuciones, según la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos,4 están determinando que Venezuela, actualmente, sea uno de los cuatro principales países expulsores de personas a nivel mundial. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en el 2017, Venezuela ocupaba el tercer puesto, detrás de Afganistán y de Siria, en solicitantes de asilo y refugio. Y las cifras que baraja las Naciones Unidas es de 2,3 millones de emigrantes forzados en junio de 2017. 

Otras fuentes señalan hasta 4 millones (Universidad Simón Bolívar, Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), etcétera). Aunque este escenario de crisis humanitaria podría haberse vislumbrado previamente —en especial en los países limítrofes de Venezuela—, los Gobiernos de la región no tomaron precauciones ante dicha eventualidad. De ahí que, ante la situación sobrevenida, los Estados empiecen a reunirse y a discutir posibles medidas para paliar un tanto. Lo mismo pasó en la Unión Europea, cuando en el 2015 se encontró desbordada por la entrada de cientos de miles de sirios que huían de la guerra. Parece ser que, nuevamente, las instituciones internacionales y los Gobiernos implicados han quedado descolocados y responden a impulsos de las circunstancias. En este sentido, lo que ocurre con este éxodo supone un enorme desafío, no solamente para los países receptores de él, sino para el sistema iberoamericano institucional de migración en su conjunto que se ha ido organizando desde el Compromiso de Montevideo sobre Migraciones y Desarrollo, aprobado en su XVI Cumbre de Montevideo (Uruguay) en noviembre de 2006. 

Ante ello, tendrán que tomar medidas de coordinación en el espacio iberoamericano. Se observa que, en general, los países sudamericanos afectados, especialmente, quieren mantener una política de acogida y de solidaridad, pero al mismo tiempo están a expensas de las reacciones de sus respectivas opiniones públicas y de los países vecinos. Solidaridad precisamente merecida, dado que varios países latinoamericanos guardan gratitud al recibimiento que Venezuela dio a sus compatriotas en circunstancias también dramáticas en décadas pasadas, como el exilio dominicano en la época trujillista, el de las dictaduras del Cono Sur en los setenta y ochenta, la crisis económica en los países andinos y los desplazados por la guerra de más de cincuenta años sufrida por Colombia. 

Asimismo, la presión sobre los Gobiernos puede acelerarse cuando se acerquen los procesos electorales, en los que algunos partidos políticos aprovecharán para forzar la aplicación de una política restrictiva, como sucede actualmente en Brasil. Por esa razón, los hechos de discriminación y rechazo hacia los venezolanos en las poblaciones fronterizas y el estado de inquietud de la opinión pública que se detecta en algunos países respecto a esta inmigración pueden producir posturas políticas no tan solidarias como hasta ahora. Porque la opinión pública es muy sensible a la información que reciben de los medios de comunicación social. Y de ahí que la responsabilidad de estos va a ser muy importante para no provocar rechazo ni xenofobia por parte de la ciudadanía de estos países. 

Por otra parte, a los Estados receptores les implicará un esfuerzo importante para instrumentar políticas para la acogida y la integración de esta gente en un futuro próximo. Es significativo, que, al día de hoy, septiembre de 2018, en varios países, la migración venezolana cuantificada alcance los primeros puestos de inmigración. Esta necesidad sobresale en los resultados de los distintos países analizados aquí. Seguramente, cuando esta publicación salga a la luz, las cifras que se manejan en este texto sobre la emigración venezolana serán un tanto obsoletas. No obstante, consideramos que los aspectos más importantes estarán aún presentes y que la caracterización de la situación del éxodo venezolano será de gran valor tanto para el presente inmediato como para el futuro. 

Los artículos aquí presentados responden a distintas metodologías de investigación, unas centradas en el análisis de las fuentes secundarias y otras que cuentan también con estudios empíricos, por lo que presentan diversos resultados y conclusiones. A continuación, presentamos los distintos artículos que conforman el libro. El artículo «La migración forzada venezolana a Colombia (2015-2018): de una revisión documental a los esbozos de un análisis coyuntural y estructural» busca explicar, a partir del análisis del contexto, factores coyunturales y estructurales, y las características complejas de la reciente migración venezolana a Colombia. Asimismo, la investigación descansa en la revisión de una serie de documentos emitidos en respuesta a dicha migración, y como resultado se indica que los factores coyunturales frenaron la respuesta del Gobierno colombiano, y entre los factores estructurales se cuenta la falta de una visión de largo plazo que se traduce en la ausencia de un enfoque de derechos humanos para abordar la migración venezolana. 

«Migración venezolana al Perú: proyectos migratorios y respuesta del Estado» tiene como propósito analizar las razones y los proyectos de la migración venezolana hacia el Perú. Busca describir las características de esta migración, de modo que permita un acercamiento a su comprensión. Asimismo, el texto analiza el contexto venezolano como una variable que promueve la migración, identifica el posible perfil de esta migración, así como la respuesta del Estado peruano frente a este fenómeno.

«Realidades en la salud de las poblaciones migrantes: el caso de los migrantes venezolanos en el contexto colombiano» nos muestra las implicancias de la migración venezolana en el sistema de salud colombiano, en el que se afirma que este fenómeno ha impactado por dos razones: la proximidad geográfica de ambos países, que coloca a Colombia como el principal destino migratorio de venezolanos en el continente, y la necesidad de diseñar políticas públicas eficientes para responder a este flujo, toda vez que se han suscrito acuerdos internacionales para garantizar la atención en salud del migrante sin importar su estatus legal. 

Como el título lo indica, el artículo «Imigraçâo venezuelana no Brasil: perfil sociodemográfico e laboral» se centra en hacer una presentación descriptiva de las características de los inmigrantes venezolanos estudiados fundamentalmente en el estado de Roraíma, en la frontera norte con Venezuela, por donde ingresa esta migración. El texto es el resultado de una investigación empírica pionera en Brasil llevada a cabo entre julio y agosto de 2017 en la ciudad de Boa Vista por la Cátedra Sérgio Vieira de Mello, de la Universidad Federal de Roraima, en conjunto con el Observatorio de las Migraciones Internacionales (OBMigra/UnB), y con el apoyo de ACNUR y del Consejo Nacional de Inmigración (CNIg). El artículo «Del río de la Plata al Orinoco y viceversa. 

Patrones y flujos migratorios entre Argentina y Venezuela» presenta la situación de la migración venezolana desde el enfoque de las relaciones históricas entre ambos países. Para ello, aborda la legislación nacional e internacional que da cobertura a la actual presencia de venezolanos en Argentina. También se centra sobre los patrones descriptores de la antigua inmigración de origen argentino que residió en Venezuela. Describe el comportamiento de la población venezolana en Argentina, y termina por analizar el discurso de los inmigrantes venezolanos sobre cuestiones vinculadas a trayectorias migratorias y factores de atracción hacia la sociedad de acogida. «Migración venezolana hacia Chile: ¿se restringe o se facilita la migración de venezolanos hacia Chile?» realiza una caracterización detallada de la población venezolana en Chile sobre la base del análisis de las fuentes estadísticas de organismos chilenos y un análisis en torno a las medidas adoptadas en el 2018. 

Incide en el perfil sociodemográfico de esta inmigración e intenta sistematizar la información que existe sobre las medidas especiales para la migración venezolana que ha tomado el Gobierno actual. Dado que estas medidas son recientes, todavía es prematuro evaluarlas. El artículo «Un estudio sobre la inmigración actual de venezolanos en Uruguay» presenta los resultados de una investigación realizada entre el 2017 y el 2018 sobre la experiencia migratoria de los venezolanos en Uruguay, en concreto en Montevideo, principal destino de estos nuevos inmigrantes. El trabajo incide en las causas de su emigración masiva y realiza una caracterización sociodemográfica de estos migrantes. 

Asimismo, aborda el marco normativo migratorio actual uruguayo y la propuesta de políticas públicas inclusivas por parte del Estado uruguayo para los flujos migratorios que provienen de la región. El artículo «La comunidad venezolana en México: perfil, motivaciones y experiencias» busca profundizar en las razones por las cuales los venezolanos dejan su país para instalarse en México y en cuál es la respuesta del Gobierno frente a este flujo migratorio; principalmente, en lo relacionado con la salvaguarda de la protección y el respeto de sus derechos. De igual modo, se esboza un perfil que caracterizaría al migrante venezolano. 

Así, el texto nos muestra las motivaciones y expectativas para arribar a México y permanecer e integrarse en este país. El artículo «La migración venezolana reciente en la República Dominicana a la luz de las teorías contemporáneas sobre las migraciones internacionales» analiza la migración venezolana a partir de las teorías migratorias contemporáneas. Busca explicar este proceso migratorio como un fenómeno multifactorial y multidimensional; en este sentido, cada uno de los enfoques teóricos ofrece variables que en conjunto permiten comprender el fenómeno migratorio. El texto apoya su reflexión en la revisión de datos cuantitativos a partir de censos y datos estadísticos. 

El artículo «La comunidad venezolana en España. De una estrategia migratoria de reproducción social a una creciente pobreza emergente» analiza la evolución sociodemográfica de la comunidad venezolana en España y profundiza en las estrategias migratorias que determinan el proyecto, destacando el cambio del logro de la reproducción social a una creciente pobreza emergente del colectivo venezolano en España. Es fruto de una investigación empírica que la autora ha realizado para su tesis de doctorado, por lo que abarca varios años. Esto le proporciona la posibilidad de comprobar cómo ha ido cambiando esta migración acorde con los avatares de la realidad venezolana. De ahí que combina la parte teórica con los resultados empíricos. 

El artículo «Análisis comparativo y transversal de la migración venezolana en Iberoamérica» presenta aquellos temas que sobresalen a lo largo de la publicación y, que, además de ser recurrentes, permiten dar una visión global de lo que está sucediendo con esta emigración forzada. De esa manera se analizan las dificultades para establecer cifras verosímiles, las causas de la emigración, la legislación y su aplicación en los distintos países para su recepción, resaltando las dificultades importantes que surgen en las fronteras, la situación sanitaria, las cuestiones laborales y de formación, y los riesgos futuros de la aparición de actitudes de discriminación por parte de las poblaciones de los países receptores. Al final se presentan algunas recomendaciones generales y particulares que puedan servir para elaborar políticas públicas en la comunidad iberoamericana. 

Esta publicación pretende desbrozar el camino para obtener una idea aproximada, pero más rigurosa de la presencia de venezolanos en la región iberoamericana. Hay mucho debate político y especialmente noticias, muchas de ellas alarmantes, sobre los desplazamientos de los venezolanos, y nuevamente adquieren relevancia las recomendaciones para el caso de las migraciones en las fronteras en Iberoamérica (Ares y Eguren, 2017).5 

Está destinada a un público amplio, pero especialmente a los hacedores de política, entre los que caben políticos, funcionarios, académicos, investigadores, profesionales, organizaciones no gubernamentales, la Administración Pública, instituciones internacionales, instituciones privadas, etcétera. Asimismo, pretende tener una mirada amplia y abierta a nuevas interpretaciones del fenómeno migratorio venezolano desde distintas perspectivas teóricas y metodológicas. 

Esta publicación se inscribe dentro del área de Migraciones que la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, a través del Instituto de Ética y Desarrollo, investiga junto al Observatorio Iberoamericano sobre Movilidad Humana, Migraciones y Desarrollo (OBIMID), y pertenece a la colección Obimid, de la cual es el cuarto libro que publicamos, y pretende responder a una circunstancia verdaderamente dramática como es el éxodo venezolano.

Los Editores
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2 Puede encontrarse información detallada sobre el Proyecto ENCOVI.
3 FAO, FIDA, UNICEF, PMA y OMS. (2018). El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo. Fomentando la resiliencia climática en aras de la seguridad alimentaria y la nutrición. Roma, Italia: FAO
5 Ares, A. y Eguren, J. (Eds.). (2017). Los movimientos migratorios en las fronteras iberoamericanas. Ciudad de Guatemala, Guatemala: Kamar.

VER+:






Especial: Venezuela, éxodo y crisis humanitaria

@akaluisserrano ¡VOLVEREMOS! Este es un tema dedicado a todos los que se tuvieron que ir de Venezuela. Si estás en el país etiqueta a tu pana o familiar que se fue. Si te fuiste, usa esta canción con fotos de lo que quieres hacer apenas vuelvas. La letra es mia. La canción es generada con SUNO AI. #Volveremos #todoelmundoconedmundo #cancionesconIA #IA #Experimentoconia #elecciones2024 #Venezuela2024 #parati ♬ sonido original - akaluisserrano


  

El éxodo venezolano. Entre ... by GIUSEPPE IVÁN BARRETO RICALDI