NORTEAMÉRICA ESPAÑOLA
Presencia histórica española, territorios reclamados, puntos de interés y expediciones en los territorios de los Estados Unidos modernos, Canadá y México. También se muestran las principales características de América Central española y el Caribe español. Se muestran las reclamaciones y actividades portuguesas y vascas en el noreste, ya que se incluyeron en la estructura imperial y política de la monarquía española en algún momento.
¿Cómo fue que México perdió más de dos millones,
500 mil kilómetros cuadrados?
México nace a la vida independiente con la extensión territorial que tenía la Nueva España, es decir con 4 millones 400 mil kilómetros cuadrados aproximadamente en 1821. Desde ese año hasta 1853, perdió más de dos millones, 500 mil kilómetros cuadrados: En 1836, Texas; entre 1846-1848, prácticamente la mitad del territorio, y en 1853, La Mesilla, casi 80 kilómetros cuadrados más al sur de los estados de Arizona y Nuevo México. Está con nosotros Alejandro Rosas, historiador y catedrático, y nos dará una clase infernal de historia.
Antecedentes
- La política de la inmigración mexicana, junto con el afán expansionista de los Estados Unidos de América, son dos de las principales causas de la guerra mexicano-estadounidense.
- Tras la independencia de México, el país estaba profundamente desgastado tras once años de guerra intensiva.
- México después de la independencia se encontraba en crisis económica, confusión y miedo. Mientras que Estados Unidos era un país con una economía floreciente.
- Ya desde el gobierno colonial, y aún después de la Independencia, el Gobierno de México tuvo que impulsar la colonización de los vastos territorios del norte, entre ellos las Californias, el Nuevo México y Texas, cuya población total no excedía los 50 000 ciudadanos mexicanos.
- Se planteó una política de colonización la cual consistía en vender terreno bajo ciertas condiciones con el fin de mejorar la economía del país.
Empiezan los problemas con Texas
- Un gran número de personas procedentes de otros países se asentaron en las fértiles planicies de Texas y se convirtieron en ciudadanos legales, pero también llegaron multitudes de ciudadanos estadounidenses que aceptaron las condiciones exigidas.
- Las relaciones entre México y los Estados Unidos durante este período están marcadas por el expansionismo territorial estadounidense.
- El ministro Joel R. Poinsett no dejó duda alguna acerca de los apetitos expansionistas que pretendían anexarse la provincia de Texas, citando como prueba el tratado de compraventa de Louisiana, incluía todo ese territorio mexicano.
- La posición de México es contundente: sólo se aceptarán los límites del Tratado de Adams-Onís de 1819, que señalaba los límites territoriales entre el territorio de la Nueva España y los Estados Unidos. Como respuesta, el gobierno estadounidense colabora con la mayoría texana que desea independizarse de México y pasar a ser un nuevo estado de los Estados Unidos.
- Al año siguiente, Lucas Alamán promulga una Ley de Colonización, por la cual pretendía obstaculizar la llegada masiva de ciudadanos estadounidenses a Texas.
- En 1836 una multitud de independentistas texanos se declararon en contra de la dictadura de Antonio López de Santa Anna, declarando también la independencia de Texas. La respuesta mexicana no pudo ser otra que eliminar a los rebeldes y obligar a la provincia a continuar dentro de México.
- De 1836 a 1845 Texas se gobernaría como república independiente, y México la consideraría como una provincia renegada.
- La retirada del ejército mexicano no consolidó la existencia de una frontera clara entre Texas y México.
La Guerra entre México – Estados Unidos
- El Congreso estadounidense votó por la anexión de Texas a finales de febrero de 1845.
- En Texas se formarían dos grupos políticos: Una pequeña porción partidaria de la independencia texana, y la otra, más numerosa y popular, la encabezaba Samuel Houston y estaba a favor de la anexión a los Estados Unidos.
- A principios de 1846, el presidente de Estados Unidos, James Polk, ordenó el avance de tropas hacia el sur de Río Grande, entrando en territorio disputado en la frontera mexicana.
- El 3 de mayo de 1846 se inició el Sitio de la Fortaleza Texas cuando un contingente de artillería mexicana abrió fuego contra el Fuerte Texas.
- Declaración de Guerra: El congreso estadounidense declaró la guerra el 13 de mayo de 1846, mientras que México la declaró diez días después, el 23 de mayo de 1846.
- México es derrotado luego de la caída de Chapultepec la cual tuvo dos consecuencias: la ocupación por los estadounidenses de la ciudad de México y la nueva renuncia de Santa Anna a la presidencia de la nación.
Tratado Guadalupe – Hidalgo
La guerra de Estados Unidos-México concluyó el 2 de febrero de 1848 con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo que para entonces fue titulado «Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo Definitivo entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América».
A través del tratado se declaraba la paz entre ambas naciones, se levantó el bloqueo de los puertos mexicanos, se acordó la repatriación de los prisioneros de guerra, se delimitó la frontera entre ambas naciones entre el Golfo de México hasta el océano Pacífico, pasando a través del río Gila, el río Bravo, el río Colorado, y los linderos de Nuevo México y la Alta California. Además, los mexicanos renunciaron a sus reclamos sobre Texas y cedieron a Estados Unidos territorios de los actuales estados de: Arizona, California, Nevada, Utah, Nuevo México, y partes de Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma.
Causas de la derrota de México
- La mayor población de Estados Unidos - 20 000 000 contra 9 000 000 de personas en México
- La Paz - A excepción de la Guerra de 1812, Estados Unidos tuvo un periodo de paz y estabilidad política que duró muchos años. En México los conflictos internos políticos fueron siempre constantes.
- La superioridad de armamento estadounidense, munición, calidad de armas, fábricas y el poco apoyo de la federación mexicana.
Firma del Tratado
- El 30 de diciembre de 1853 se firma el Tratado de la Mesilla. Este tratado, que en los Estados Unidos de América se le conoce como "compra Gadsden"
- Santa Anna estaba dispuesto a negociar porque necesitaba dinero para reconstruir las fuerzas armadas para defenderse de los Estados Unidos. Gadsden se dio cuenta de que Santa Anna necesitaba dinero y pasó esta información a su gobierno.
Consecuencias
- La adquisición, fue suficiente para producir la ira del pueblo mexicano, que vio las acciones de Santa Anna como un acto más de traición a la patria. La venta de La Mesilla pondría fin a la carrera política del general Santa Anna.
- Nueva oferta de compra
- El 4 de marzo de 1857 James Buchanan asumió el cargo de Presidente de los Estados Unidos e informó sus proyectos a John Forsyth, embajador estadounidense en la ciudad de México.
- En 1857 le envió instrucciones para comprar la península de Baja California y parte del territorio de Sonora y Chihuahua, hasta el paralelo 30.
- El secretario de Estado Lewis Cass, dio a Forsyth sugerencias sobre cómo podría convencer al presidente Ignacio Comonfort para que accediese a sus propuestas.
- El 21 de enero de 1858 Benito Juárez se convirtió en Presidente de México.
¿Por qué Latinoamérica no ha sido
tan próspera como Estados Unidos?
Mientras que Estados Unidos era reconocido por su libertad, en Latinoamérica imperaba la barbarie y la miseria.
No es un secreto que, desde la Independencia, Latinoamérica entera ha tenido que sobrellevar una trágica epopeya de estabilidad y prosperidad en toda la región, encontrándose en múltiples ocasiones con el inminente fracaso que aún hoy nos estorba. No ocurrió así con nuestros vecinos del norte.
Desde el principio, en el mismo «Nuevo Mundo» y en el mismo tiempo histórico, Estados Unidos solo consiguió un continuo éxito desmesurado que se veía representado en su prosperidad y envidiable estabilidad política.
Sin embargo, pese a que nuestros mayores deseos de grandeza y deprimentes complejos de inferioridad nos inciten a querer afirmar lo contrario y a querer declarar que nuestros más grandes defectos son nuestras virtudes, y que las mayores virtudes de las potencias «imperialistas», son sus defectos, la verdad es innegable: Desde 1492 hasta nuestros días, Estados Unidos ha sido más próspera que Latinoamérica.Afirmar esto conlleva la estigmatización de traidor a una presunta raza que no se ve representada en lo que esta realmente es, sino en la «conciencia colectiva de un pueblo, homologada por la emoción territorial», como explica Ricardo Rojas en Eurindia (1924).
Ya en 1783 Francisco de Miranda reconocía las virtudes y las diferencias de Estados Unidos con nuestra fracasada región. «Es imposible concebir una asamblea más puramente democrática», escribió Miranda en su diario al tener contacto con los primeros estadounidenses. «No puedo ponderar el contento y gusto que tuve al ver practicar el admirable sistema de la constitución británica», relató cuando asistió a la Corte de Justicia en Carolina del Sur, estado cuyo Gobierno despierta su admiración por ser «puramente democrático, como lo son todos los de los demás de Estados Unidos».
Miranda aprecia la completa libertad de culto que se observa en Estados Unidos, y atribuye las virtudes y prosperidad que encuentra en Estados Unidos a «las ventajas de un Gobierno libre [sobre] cualquier despotismo».
Unas cuantas décadas después, las cosas no habían cambiado mucho. En 1835 Alexis de Tocqueville también escribe sobre las virtudes de Estados Unidos en su imprescindible obra De la Democracia en América (1835).
Ya para entonces, Tocqueville alababa una «sociedad completamente libre», una sociedad compuesta por hombres públicos que ejercería la política de tal manera que la libertad estuviese siempre presente. También atesoraba la libertad de prensa en Estados Unidos, la cual impedía el desarrollo de varios males.
Todo eso ocurría en el norte, mientras que en Latinoamérica, la opresión, la barbarie, el salvajismo, el atraso y la miseria imperaban. Todo fue durante el mismo tiempo histórico y en el mismo «Nuevo Mundo»que fue descubierto en 1492. Por lo que cabe preguntarse: ¿Por qué Latinoamérica no ha sido tan próspera como Estados Unidos?
El «imperialismo» y la «dominación extranjera» serían las palabras que cualquier revolucionario utilizaría en su argumento para explicar el fracaso de Latinoamérica. Sin embargo, eso solo revelaría la más pura ignorancia con la que algunos «aventureros románticos» han acelerado la destrucción de la región.
Para entender la razón por la que Estados Unidos ha sido una región más próspera que Latinoamérica es necesario leer la imprescindible obra de Carlos Rangel, "Del Buen Salvaje al Buen Revolucionario (1976)".
Los procesos independentistas
Nuestro fracaso se vuelve comprensible solo mirando los procesos independentistas en toda América. Los estadounidenses, antes de su independencia, no sentían desprecio por el Viejo Mundo, sino que querían «construir sociedades mejor que la europea, donde deberá existir la igualdad social y de oportunidades, y donde tendrán vigencia los derechos humanos juzgados naturales por el liberalismo», escribe Rangel.
Una vez que los americanos logran la independencia, estos se propondrán «mantener, desarrollar y mejorar la sociedad que había existido hasta entonces en esos territorios, no a subvertirlas». Es decir, la herencia británica iba a ser reivindicada, honrada y mejorada.
Rangel destaca que en las colonias inglesas de Norteamérica «el pensamiento de Locke había llegado a ser tan sutilmente difundido, tan influyente, tan inmediato, tan folclórico como ha llegado a ser el pensamiento de Marx y Lenin en el llamado Tercer Mundo».
Cuando en 1776 se declara la Independencia, los estadounidenses no plantean un rompimiento total con los británicos. Mantienen relaciones, tratos y hasta tradiciones. «No por rechazar la tutela política de Inglaterra, los norteamericanos dejaron de reconocerse como beneficiarios y continuadores de la civilización inglesa».
En cambio, en Latinoamérica ocurrió lo contrario, se «quiso eliminar por completo una herencia española que constituía, sin embargo, su única cultura».
En nuestra región, la guerra de la independencia fue «una llamarada de odio antiespañol, una cólera violenta de hijos demasiado largo tiempo sometidos, un sacrificio ritual del padre», escribe Jean-François Revel en el prólogo de la obra de Rangel.
Una de las causas que se deduce al leer a Rangel es que los norteamericanos no tuvieron que integrar a su sistema social a los indios que encontraron: los apartaron o exterminaron, «los colonizadores anglosajones vinieron en busca de tierra y libertad, no de oro y esclavos. Al indígena, habiéndolo expulsado del territorio, o exterminado, no tuvieron necesidad de rechazarlo ni de integrarlo social o psicológicamente».
Si la hispanidad se uniera, temblaría el mundo | Patricio Lons
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En sus si libro de memorias en 1885, Grant dijo que había estado "fuertemente opuesto" a la anexión de México y que él consideraba la guerra como "una de las más injustas que jamás haya librado una nación fuerte contra una nación más débil." Agregó que, "Fue un caso de una república siguiendo el mal ejemplo de las monarquías europeas, al no considerar la justicia en su deseo de adquirir territorio adicional."
De hecho, cuando la guerra terminó en 1848, después de que los mexicanos sufrieron derrotas hasta la ciudad de México, Polk había realizado la mayor adquisición de territorio de los EE.UU.. Según el Tratado de Guadalupe Hidalgo, por $15 millones, México se vio obligado a renunciar a su reclamo de una porción en disputa de la actual Texas y de la totalidad de los territorios de Nuevo México y California.
Por supuesto, al igual que es engañoso decir que Juan Ponce de León descubrió Florida cuando en realidad descubrió el continente que es ahora los Estados Unidos, también es engañoso decir - como mucha gente lo hace - que México perdió Nuevo México y California. De hecho, el territorio que México perdió abarcaba la actual California, Nevada, Nuevo México, Utah, la mayor parte de Arizona y partes de Colorado y Wyoming. México perdió casi la mitad de su territorio y en los Estados Unidos creció en un tercio de su tamaño.
Guerra entre México y los EE.UU. (1848). Casi un siglo después de que Carlos III (1759-1788) cediera el inmenso rancho "Princessa Grant" a Rafael Delmonte, el hijo de éste, Miguel (Rick Jason), se entera durante una visita a México de que su padre ha muerto a tiros. Como nuevo patrón del rancho, averigua que se ha descubierto oro en sus tierras y que los yanquis han fundado un asentamiento. Miguel intenta entonces hacer valer sus derechos de propiedad.
En este undécimo día de 1761 y por orden de su Magestad Carlos III rey de España, concedo tierras a Rafael Delmonte por los servicios prestados a nuestro monarca.
Esta concesión, que será llamada "Concesión de la Princesa", constará de 43000 acres como figura en el mapa adjunto.
Este documento declara que la "Concesión de la Princesa" pertenecerá a Rafael Delmonte y a sus herederos hasta el fin de los tiempos.
Firmado por el Marqués de Cruellas.
Virrey de Nueva España
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