PRINCIPIO DE HANLON:
«Nunca atribuyas a la maldad
lo que puede ser explicado por la estupidez»
Estupidez.
La navaja de Hanlon y otras leyes
La navaja de Hanlon es una ley universal sobre la estupidez que ocupa un lugar eminente en la cultura hacker. Se parece a la Navaja de Occam, y ocupa un lugar en Ciencias Sociales equivalente al que esta ocupa en la Epistemología.
La navaja de Ockham (a veces escrito Occam u Ockam), principio de economía o principio de parsimonia (lex parsimoniae), es un principio metodológico y filosófico atribuido al fraile franciscano, filósofo y lógico escolástico Guillermo de Ockham (1280-1349), según el cual:
"en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable".
Esto implica que, cuando dos teorías en igualdad de condiciones tienen las mismas consecuencias, la teoría más simple tiene más probabilidades de ser correcta que la compleja.
En ciencia, este principio se utiliza como una regla general para guiar a los científicos en el desarrollo de modelos teóricos, más que como un árbitro entre los modelos publicados. En el método científico, la navaja de Ockham no se considera un principio irrefutable, y ciertamente no es un resultado científico. «La explicación más simple y suficiente es la más probable, mas no necesariamente la verdadera», según el principio de Ockham. En ciertas ocasiones, la opción compleja puede ser la correcta. Su sentido es que en condiciones idénticas, sean preferidas las teorías más simples. Otra cuestión diferente serán las evidencias que apoyen la teoría. Así pues, de acuerdo con este principio, una teoría más simple pero de menor evidencia no debería ser preferida a una teoría más compleja pero con mayor prueba.
"La mitad del mundo la forman personas que tienen algo que decir y no pueden. La otra mitad, los que no tienen nada que decir y no paran de decirlo". Robert Frost
Se deduce de la Ley de Finagle, que dice que "Si algo puede salir mal, saldrá mal". El conjunto de estas reglas sobre la estupidez es el siguiente:
2. Nunca atribuyas a estupidez lo que pueda explicarse adecuadamente mediante la ineptitud
3. Nunca atribuyas a ineptitud lo que pueda explicarse adecuadamente mediante el desconocimiento
El conjunto de las tres es extraordinariamente poderoso en el estudio de la estupidez. Las correcciones, aparte de ser más políticamente correctas, permiten solucionar casos en los que actúan personas que no son estúpidas, o incluso que son perfectamente aptas para la tarea.
Nunca discutas con un tonto
Quien presencie la discusión podría confundirte con él
Todos somos tontos de vez en cuando (generalmente más veces de las que creemos) y además tratamos con gente que hace tonterías.
Además, es justo reconocer que quienes parecían tontos en realidad nos hicieron quedar a nosotros como tales. Por este motivo Leonardo Ferrari escribe este libro sobre los tontos y sus tonterías, para intentar detectar la estupidez propia y la ajena, evitando disgustos y aprovechando las ocasiones que nos brinda la sociedad que nos regala el estar rodeados de tontos.
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