EL Rincón de Yanka

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jueves, 27 de enero de 2022

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AGRADECIDO


Por el tiempo que he vivido,
mucho ha sido lo aprendido,
tropiezos y valores recibidos,
y al final estar agradecido.
Observando en mí camino,
voy buscando un buen destino,
como un sabio campesino,
sembrando y dando no escatimo.
En cada día aprendería,
que bien y mal cosecharía
de todo lo que sembraría,
lecciones y sapiencia encontraría.
Por un tiempo fui poco inconsciente,
no afloró lo pertinente,
encontrando de repente,
que del error mucho se aprende.
Finalmente entendería,
que el errar transformaría
junto a lo agridulce algún dolor en alegría
y saberlo mucho agradaría.

EL QUIJOTE DELIRANTE

Elenco Original - Canto A La Vida (2000 Años Después | 2000)

"Canto a la Vida" gaita Gran Coquivacoa

miércoles, 26 de enero de 2022

EL SIGNIFICADO DE LA FRONTERA EN LA HISTORIA AMERICANA (ESTADOUNIDENSE) 🛂⛺


EL SIGNIFICADO DEL TÉRMINO "FRONTERA" 

Creo que se ha subestimado la importancia que tuvo en América la fundación de ciudades en el proceso de poblamiento y conformación territorial de los países hispanoamericanos en particular y de los americanos en general. Ese aspecto formal de la fundación de una ciudad siguiendo un patrón casi rígido, con el trazado de las calles previamente establecido en un plano ortogonal, con una plaza mayor al borde de la cual se ubicaban los edificios institucionales, en donde convergen las avenidas o calles principales en forma perpendicular (casi siempre N-S y E-O), las cuales tienen sus antecedentes en el cardus y el decumanus de las ciudades romanas, ha tenido mucha importancia desde el punto de visto histórico. Las ordenanzas de Felipe II establecían minuciosamente el procedimiento a seguir en la fundación de las ciudades, pero ya antes se habían seguido procedimientos similares en los territorios del Nuevo Mundo (Escamilla, 1999).

Por ello no puedo estar de acuerdo con algún aspecto del artículo de María Cristina Hevilla (Hevilla, 1998) -tan útil, por otra parte, desde el punto de vista informativo- acerca de una concepción del término "frontera" que no existe en el idioma castellano y que representa una imagen del proceso de expansión de los Estados Unidos al Oeste de los Apalaches durante el siglo XIX, concepción que ni siquiera puede justificarse en un contexto histórico porque, precisamente, la tesis de Turner acerca de la "frontera" norteamericana, a la cual hace referencia el artículo de Hevilla, no se corresponde con la verdad histórica.

Turner señala que el proceso de conquista de lo que se llama "frontera" norteamericana (un nombre impropio en mi opinión) tuvo cuatro fases sucesivas: la "frontera" del cazador (el trampero que cazaba para obtener pieles preciosas), la "frontera" del minero, la del agricultor, ranchero o granjero y, por último, la "frontera" urbana, con la creación de ciudades justificadas por el desarrollo de la agricultura en los nuevos territorios (Turner, 1893).
Pero Turner pasa por alto que todo el territorio norteamericano ya se había explorado y se habían fundado muchas ciudades en lugares del Medio Oeste por los franceses y en el Lejano Oeste (por los españoles) mucho antes de que esos cazadores, mineros y agricultores fueran ocupando ese territorio. Jane Jacobs (1969) hace referencia a que las ciudades preceden, con bastante antelación, a los países: "Cities predate and help create agricultural societies". Y ello es cierto, tanto si nos referimos a Roma o a Cartago como a las ciudades fundadas por los españoles en Hispanoamérica durante los tres siglos de vida colonial (Sánchez-Barba habla de 40.000 ciudades) y a las que fundaron los franceses e ingleses en los dos siglos durante los cuales ocuparon los territorios norteamericanos.
Las guerras púnicas entre los Imperios Romano y Cartaginés resultan un claro ejemplo de la importancia que las ciudades siempre han tenido en la historia en la formación y desaparición de países y naciones. La frase con la que Catón terminaba sus discursos en el Senado ("Delenda est Cartago") nos da a entender que sólo con la destrucción de la ciudad que creó un Imperio en el Mediterráneo Occidental se hacía posible para Roma ganar la supremacía total. Gordon Childe, refiriéndose a una época más antigua, desarrolló la tesis de que los orígenes de la civilización están en la formación de ciudades, en lo que llamó la "revolución urbana" (Childe, 1951, entre otras obras). Y el mismo Carlos E. Reboratti, que utiliza el concepto de frontera en el sentido empleado por Turner, señala que "Si la frontera oeste de los Estados Unidos puede ser tomada como ejemplo -y en muchos casos ha sido el ejemplo- es en verdad muy dudoso que la tierra al oeste de los Apalaches pudiera ser considerada deshabitada, o que no formara parte del ecumene" (Reboratti, 1990).

Richard C. Wade, en su obra The Economics of Cities señala que las ciudades ya existentes en lo que se ha llamado la "frontera" norteamericana (que paradójicamente era un territorio sin fronteras, en el verdadero sentido geográfico de la palabra), como San Luis, Nueva Orleans y Fort Wayne (cuyo nombre original era el de Fort St. Philippe), se convirtieron en las "puntas de lanza" de esa ocupación del territorio con fines agropecuarios. Estas ciudades son apenas algunos ejemplos citados por Wade de las fundadas por los franceses en el extenso territorio de Luisiana: también se pueden citar a Eau Claire, Fond du Lac, Sault Sainte Marie (Wisconsin), Des Moines, Dubuque (Iowa), Pierre (South Dakota), Terre Haute, Vincennes (Indiana), y Baton Rouge (Luisiana), entre muchas otras.

Y las ciudades españolas del Lejano Oeste, que precedieron entre 100 y 200 años a la época de la Conquista del Oeste (la casa de gobierno de Santa Fe, en lo que es ahora el Estado de Nuevo México, se construyó, en la Plaza Mayor de dicha ciudad, más de diez años antes del viaje de los Peregrinos en el Mayflower), también constituyeron verdaderos núcleos de poblamiento del territorio que ya existían mucho antes de la "Conquista del Oeste" por los llamados "pioneros". Este último término designaba a un conglomerado heterogéneo de aventureros (similar al de los "bandeirantes" del Brasil) que ensancharon los dominios de los Estados Unidos entre 1790 y 1860, en especial, en las llamadas "estampidas" de los años 1828 (la época de los "Conestoga Wagons", construidos en Pennsylvania) y 1848 (la fiebre del oro de los "forty-niners" en California). Entre las ciudades hispánicas del Oeste norteamericano se pueden señalar a Socorro, fundada en 1589, Albuquerque (Nuevo México), Austin, San Antonio, Amarillo, El Paso (Tejas), San Javier (Arizona), Pueblo (Colorado) y todas las ciudades del Camino Real de California, desde San Diego hasta San Francisco (ALVAREZ, 1997).

Una obra muy interesante de Dwight W. Hoover titulada A teacher's Guide of American Urban History (Hoover, 1971) plantea varias versiones acerca del tema de la "frontera" de una manera crítica y muy bien documentada. El capítulo V de esta obra, que constituye la parte central de la misma, se divide en quince unidades, todas ellas relevantes para dilucidar el papel histórico de las ciudades en el proceso formativo de los Estados Unidos y en la estructuración de su territorio. De estas quince unidades destacaremos cuatro de ellas, por considerarlas fundamentales en el planteamiento de una crítica al modelo de Turner: Unit I: Cities and Country: The Place of Cities in the Human Scheme; Unit II: Colonial Towns, 1630-1732; Unit V: The Urban Frontier, 1790-1860; Unit IX: The City of the West, 1860-1920. Cada una de estas unidades presenta una buena bibliografía y sugiere algunas películas y otros recursos que el docente puede utilizar en sus clases de Historia y ciencias sociales en general. La Unidad I desarrolla los aspectos teóricos más relevantes, la V presenta una crítica al modelo de Turner basada principalmente en los trabajos de Wade (1964), Reps (1965) y Jacobs (1969) y trata de ofrecer las razones por las que los docentes norteamericanos siguen presentando a dicho modelo como la única explicación del proceso de expansión territorial de los Estados Unidos, aunque esas razones no parecen muy convincentes en mi opinión. Es en la unidad IX donde se da una explicación mucho más interesante del éxito del planteamiento de Turner y del por qué de su trascendencia más allá de las fronteras de los Estados Unidos. En efecto, esta unidad se inicia así: "Nowhere does the myth of the American as an individual struggling alone against the forces of nature appear stronger than in the West. In the role of cowboy, prospector, hard-rock miner, and rancher, the American conjures up visceral reactions of loneliness, scattered population, and rural isolation. While the myth, like many myths, contains elements of truth, it is overstated". "En ninguna parte el mito del estadounidense como individuo que lucha solo contra las fuerzas de la naturaleza parece más fuerte que en Occidente. En el papel de vaquero, explorador, minero y ranchero, el estadounidense evoca reacciones viscerales de soledad, población dispersa y aislamiento rural. Si bien el mito, como muchos mitos, contiene elementos de verdad, también, se  exagera".

Se ha tratado, a través de la mitificación del proceso de "Conquista" del Oeste que hicieron las obras de Turner y muchos otros, de crear una visión positiva y afirmativa del "ideal americano" de tener éxito en la vida, de realizar grandes proezas luchando con la naturaleza, de construir grandes empresas. La "frontera" oeste de los Estados Unidos (en el sentido que Turner le da al término) se consideraba a través de una imagen exagerada: un extenso territorio escasamente poblado por granjeros, ganaderos y mineros muy exitosos y sin ciudades, porque el ideal americano ha tenido y sigue teniendo una connotación bucólica, rural y anti-urbana. En la formación ideológica del ciudadano norteamericano a partir del siglo XIX (y, podríamos decir, en la del ciudadano argentino, brasileño y de casi todos los países del mundo) interesaba mucho realzar ciertos hechos históricos y ocultar otros: Las expediciones de caza de Daniel Boone (el clásico pionero norteamericano) por el valle del Tennesee a fines del siglo XVIII (partiendo de su hogar en Pennsylvania) han sido utilizadas para fomentar, a través de la literatura y del cine, una "historia oficial" que pasa por alto la eliminación de los indios (en las películas se incluye a un indio amigo de Boone para tratar de ocultar los aspectos violentos de la conquista del Oeste) y el hecho de que ya Hernando de Soto había explorado toda la cuenca del Tennesee y había realizado varios intentos de colonización y de fundación de ciudades en la zona más de dos siglos antes que Boone. Así pues, la concepción de Turner sobre la "frontera" norteamericana fue decididamente etnocéntrica, parcial, parcializada y, lo que es peor, falsa, de la Historia de los Estados Unidos en el siglo XIX.

La inclusión en la bibliografía de algunos artículos con otra concepción del término frontera, como los de Bufon (1994) y Riedel (1994) complican aún más la comprensión del artículo de Hevilla, ya que el concepto norteamericano de "frontera" es localista y restringido a una época específica y a un proceso histórico particular, por lo que tratar de emplearlo en un sentido más general no parece muy apropiado. Al respecto, Reboratti nos dice que "Ya vimos que la frontera debería tomarse siempre con relación a una sociedad y tiempo específicos" (Reboratti, 1990). En todo caso, la definición de "frontera" a la que se refiere Turner, además de ser históricamente incorrecta, es tan solo una de las acepciones que se encuentran en los diccionarios en idioma inglés: en su "College Edition", el Webster's New World Dictionary of the American Language define el concepto "frontier" en los siguientes términos: 1. That part of a country which faces or borders on another country. 2. that part of a settled, civilized country which lies next to an unexplored or underdeveloped region. 3. Any new or incompletely investigated field of learning, thought, etc.: often in plural, as, the frontiers of medicine are still being extended (Webster's, 1957, p. 582). Y los diccionarios ingleses (como el Oxford), así como el Diccionario de términos geográficos de Monkhouse (1978) incluyen una acepción similar a la segunda, precedida por la palabra U.S. (E.U.A., en la obra citada en segundo término), lo que nos reafirma el sentido localista y restringido de esa acepción.

El artículo de Bufon, citado por Hevilla, parece referirse a una acepción distinta a la de Turner, ya que no debería considerarse a la frontera entre Italia y Eslovenia como una "unsettled" región o como un área pionera de colonización agrícola. Y lo mismo podríamos decir del artículo de Riedel, que se refiere al área del Sarre. Si acudimos al libro de Jean Gottman A Geography of Europe (Gottmann, 1969) veremos que Alemania, país al que pertenece el Sarre, está incluida en The Tidal Lands of Europe (que en la edición española se tradujo como Las tierras de aluvión de Europa), haciendo referencia a que siempre fueron países de fluctuaciones fronterizas, en el sentido geopolítico del término, aunque es probable que esta inclusión responda también a un sesgo ideológico del autor, que bien podríamos tildar de francófilo y, en su época, de germanófobo.

La inclusión del área de Ticoporo, en el Estado venezolano de Barinas, como una zona de "frontera" en el sentido que Turner le da al término, tampoco es correcta. El área de Ticoporo, que contiene una rica región forestal actualmente en explotación, está colonizada y poblada desde hace más de cuatro siglos. A ambos lados lados del área nombrada se fundaron las ciudades de Barinas en 1577 y la de Pedraza en 1591. Esta última ciudad fue fundada por Gonzalo de Piña Ludueña, quien también fundó un año después (en 1592), la ciudad de San Antonio de Gibraltar, en el Lago de Maracaibo, para exportar hacia España dos productos muy costosos en esa época: el cacao y, sobre todo, el tabaco. La ciudad de Pedraza comenzó a llamarse muy pronto Pedraza la Vieja, nombre que aún conserva, porque unos años después de su fundación se creó otra ciudad (entre Barinas y Pedraza la Vieja) con el mismo nombre, que ahora se llama Ciudad Bolivia. Mal podemos hablar de "frontera" en el sentido de Turner (como unsettled country) a una región con un poblamiento de origen europeo tan antiguo (que en realidad es mucho más antiguo si consideramos a los indígenas, quienes construyeron largas "calzadas" y túmulos en la región, en una época muy anterior a la fundación de las ciudades señaladas (Rodríguez Díaz, 1980). La ciudad de San Antonio de Gibraltar, que ahora tiene apenas unos 500 habitantes, tenía más de 2.500 a fines del siglo XVIII, como señalan varios autores (por ejemplo, Alcedo, MDCCLXXXVI, y M. A. Vila, 1978), lo que da idea de la importancia que tenía el comercio procedente de Barinas y de los Andes que salía hacia Europa a través de dicho puerto. El tabaco de Barinas, que se vendía en unas jarras de porcelana española de color azul (con el nombre de "farinas" o "varinas") fue el más fino y de mayor precio y calidad durante todo el siglo XVII. La lectura de muchas obras del Dr. Virgilio Tosta, excelente historiador barinés que me honra con su amistad desde hace casi cuarenta años, nos mostraría lo inapropiado del empleo del término frontera - de nuevo, en el sentido empleado por Turner - para designar a la parte de los territorios del piedemonte andino-llanero correspondiente al Estado Barinas (dicho sea de paso, Barinas tampoco es un estado fronterizo en el sentido geopolítico del término).

Un estudio venezolano muy interesante y completo sobre las fronteras desde el punto de vista geográfico y geopolítico es el Kaldone G. Nweihed, Dr. en Ciencia Política y Relaciones Internacionales por la Universidad Católica de Córdoba, Argentina, titulado: Frontera y límite en su marco mundial. Una aproximación a la "fronterología" (Nweihed; 1992, 2ª. ed.), que, como es lógico, no hace referencia al sentido del término "frontera" como áreas pioneras de asentamiento agrícola. Su lectura nos serviría para entender el valor geográfico y geopolítico del mismo y la vigencia (hoy más que nunca) de los estudios de las fronteras en el sentido geográfico que siempre ha tenido.
En resumen, la tesis de Turner, aunque muy atractiva desde el punto de vista ideológico en un siglo dominado por el romanticismo, no se correspondía con la verdad histórica. Su atractivo, tanto en los Estados Unidos como en Argentina, Brasil y otros países está, precisamente, en su valor ideológico, ante el cual, la investigación de la verdad histórica se convierte en algo de menor importancia. Como era lógico, las críticas a la obra de Turner contenidas en el libro de Wade, por ejemplo, pasaron intencionalmente inadvertidas para los docentes norteamericanos porque no ayudaban mucho a la reafirmación del sentimiento idealista de identidad del pueblo norteamericano. Como hemos visto en casi todos los países del mundo, la Historia en la docencia suele convertirse en un instrumento formativo del ideal nacional, aunque llegue a ser, en contrapartida, deformador de los hechos históricos.
BIBLIOGRAFÍA:

ALCEDO, Antonio de. Diccionario Geográfico-Histórico de las Indias Occidentales o América. V tomos + Vocabulario. Madrid: Imprenta de Benito Cano, MDCCLXXXVI.
ALVAREZ, Chelo. El Camino Real. Un sendero español en California (artículo basado en información suministrada por Félix ORTEGA).Geo, Madrid, 1997, 116-125.
ARCILA FARIAS, Eduardo. Economía colonial de Venezuela. México: Fondo de Cultura Económica, 1946.
BUFON, M. Per una geografia delle aree di confine. Il caso della regione transconfinaria Italo-Slovena nel Goritziano. Revista Geográfica Italiana, 1994, vol. 101, p. 577-605, cit. en HEVILLA, 1998.
CHILDE, Gordon. Man Makes Himself. New York: Mentor Books, 1951.
ESCAMILLA VERA, Francisco. Geografía de Venezuela 9. Caracas: Oxford University Press, edición prevista para el mes de abril de 1999.
GEOGRAPHY CURRICULUM PROJECT. Geography in an Urban Age: Unit I: Geography of Cities. Boulder: Colorado, Association of American Geographers, 1968.
GOTTMANN, Jean. A Geography of Europe. New York: Holt, Rinehart and Winston, 1969, 4th edit.
HEVILLA, María Cristina. El estudio de la frontera en América. Una aproximación bibliográfica. Biblio3W Nº 125, 24 de noviembre de 1998 (http.www.ub.es/geocrit/b3w-125.htm)
HOOVER, Dwight W. A Teacher's Guide to American Urban History. Chicago: Quadrangle Books, 1971, 293 p., illustrated.
JACOBS, Jane. The Economy of Cities. New York: Random House, 1969.
LAQUES, A., BERINGUIER, P. Trois scénarios d´evolution prospectifs pour le front pionnier de la réserve forestière de Ticoporo. Mappemonde, 1994, vol. 94, nº 3, p. 31-35. Cit. en: HEVILLA, 1998.
MONKHOUSE, F. J. Diccionario de términos geográficos. Barcelona: Oikos-Tau S.A. Ediciones, 1978. Ilustr., 560 p.
NWEHEID, Kaldone G. Frontera y límite en su marco mundial. Una aproximación a la "fronterología". Caracas: Instituto de Altos Estudios de América Latina. Equinoccio, Ediciones de la Universidad Simón Bolívar, 1992, 2ª edic., ilustr., 598 p.
QUESADA, Santiago. La idea de ciudad en la cultura hispana de la Edad Moderna. Barcelona: Publicacions de la Universitat de Barcelona, 1992.
REBORATTI, C. Fronteras Agrarias en América Latina. Geocrítica,1990, nº 87, 1-59. (Reproducido en Scripta Vetera (http//:www.ub.es/geocrit/geo87.htm).
REPS, John William. The Making of Urban America: A History of City Planning in the United States. Princeton: Princeton University Press, 1965
RIEDEL, H. The perception of frontiers and frontier areas. A cultural psychological-geographical examination in the Saar-Lorraine area. Arbeiten-Geographischen Institut der Universitat des Saarlandes, 1994, vol. 41, 257 p. Cit. en: HEVILLA, 1998.
RODRIGUEZ DIAZ, Alberto J. Desarrollo del eje de navegación Orinoco-Apure-Arauca, Informe Preliminar, Volumen I: Aspectos Geohistóricos. Caracas: MARNR (Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables), 1980.
SANCHEZ-BARBA, Manuel. Conferencia dictada en la Universidad Simón Bolívar, Noviembre de 1998.
TURNER, F. J. La frontera en la Historia Americana (1893). Costa Rica: Universidad Autónoma de Centroamérica, 1982. Cit. en: HEVILLA, 1998.
VILA, Marco Aurelio. Antecedentes coloniales de Centros Poblados de Venezuela. Caracas: Universidad Central de Venezuela, Dirección de Cultura y Facultad de Humanidades y Educación, 1978.
WEBSTER'S New World Dictionary of the American Language. College Edition. Cleveland and New York: The World Publishing Company, 1957.

© Copyright: Francisco Escamilla, 1999
© Copyright: Biblio 3W, 1999


VER:

Canción "Shenandoah" (MÁS ALLÁ DEL MISSOURI) Across the Wide Missouri

"Oh Shenandoah" (también llamada "Shenandoah", "Across the Wide Missouri", "Rolling River ", " Oh, My Rolling River ", " World of Misery ") es una canción folclórica tradicional, cantada en las Américas, de origen incierto, que data de principios del siglo XIX.
La canción "Shenandoah" parece haberse originado con viajeros o comerciantes de pieles estadounidenses y canadienses que viajaban en canoas por el río Missouri y ha desarrollado varios conjuntos de letras diferentes. Algunas letras se refieren al jefe de Oneida, Shenandoah, y a un comerciante en canoa que quiere casarse con su hija. A mediados del siglo XIX, las versiones de la canción se habían convertido en una chabola marina que los marineros escuchaban o cantaban en varias partes del mundo. La canción es el número 324 en el índice de canciones populares de Roud.

El Significado de La Fronte... by mercedesblancofares


Mas alla del ancho Misuri -... by Gerardo Valle Zegarra


Más allá del ancho Misuri (1947)

Es un ensayo histórico del escritor y estudioso norteamericano Bernard DeVoto que mereció el premio Pulitzer al mejor libro de Historia. DeVoto nos introduce de un modo literario y apasionante en el mundo de la exploración y el comercio en los extensos territorios vírgenes al oeste del río Misuri durante la primera mitad del siglo XIX. Un espléndido paisaje en el que convivían unos millares de tramperos blancos junto con las tribus indias asentadas en las grandes llanuras: los sioux, cheyennes, arapahoes, pawnees, crows, nez perces, etc. 
DeVoto logra una emocionada evocación de la vida en la Frontera al tiempo que enriquece considerablemente el conocimiento que teníamos de la historia de la expansión norteamericana hacia el Oeste y la formación de la mente continental. Uno de los principales temas tratados en esta obra es el comercio de pieles, especialmente de castor y búfalo, que alcanzó su auge entre 1820 y 1840. DeVoto nos informa de cómo vivían realmente todos aquellos míticos «hombres de montaña»: Jim Bridger, Kit Carson, Joe Meek, etc., tratados más tarde como personajes literarios en novelas como "El trampero", de Vardis Fisher, o Bajo cielos inmensos, de A.B. Guthrie Jr., publicadas en esta misma colección.

martes, 25 de enero de 2022

SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS (DEL 18 AL 25 DE ENERO DE 2022). EN TIEMPOS DE PANDEMIA CRISTIANA 🔆⛪🔆


(DEL 18 AL 25 DE ENERO DE 2022)

Nosotros hemos visto aparecer su estrella en el Oriente 
y venimos a adorarlo.
(Mt 2, 2)

Según el Evangelio de Mateo (2, 1-12), la aparición de la estrella en el cielo de Judea es una señal de la esperanza que durante tanto tiempo el pueblo había aguardado. Es la señal que condujo a los Magos y a todos los pueblos de la tierra al lugar de la manifestación del verdadero Rey y Salvador. Esta estrella es un don, un signo de la presencia del amor de Dios para toda la humanidad. Para los Magos fue la señal de que un rey había nacido. Con su resplandor, guía a la humanidad hacia una luz más intensa, la nueva luz de Jesús, que ilumina a cada persona y nos introduce en la gloria del Padre y en su esplendor radiante. Jesús es la luz que ha entrado en nuestras tinieblas cuando se encarnó en la Virgen María, por obra del Espíritu Santo, y se hizo hombre. Jesús es la luz que traspasó las tinieblas del mundo cuando se anonadó a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte por nuestra salvación. De esta forma ilumina nuestro camino hacia Dios, para que podamos llegar a conocer al Padre y conocer el amor que nos tiene; el amor del que entregó a su Hijo único por nosotros, para que quien crea en él no llegue a perecer, sino que tenga vida eterna. 

Los Magos vieron la estrella y la siguieron. Tradicionalmente los comentaristas han considerado las figuras de los Magos como un símbolo de la diversidad de los pueblos conocidos en ese momento, y un signo de la universalidad de la llamada de Dios representada en la luz de la estrella que brilla desde el Oriente. Igualmente la incansable búsqueda del recién nacido por parte de los Magos es expresión del hambre de verdad, bondad y belleza de toda la humanidad que, desde el comienzo de la creación, ha experimentado en su corazón el anhelo de Dios, deseando poder alabarlo. La estrella apareció cuando el Divino Niño nació en la plenitud de los tiempos. Anunciaba la tan esperada intervención salvífica de Dios, que dio comienzo con el misterio de la Encarnación. 

Los Magos manifiestan la unidad de todos los pueblos deseada por Dios. Viajan desde países lejanos, y representan diversas culturas, impulsados por la misma hambre de ver y conocer al rey recién nacido, y juntándose en la pequeña casa de Belén, adoran con sencillez y ofrecen sus regalos. Los cristianos están llamados a ser una señal ante el mundo de la unidad que Dios trae consigo. Procedentes de diferentes culturas, razas y lenguas, los cristianos comparten una misma búsqueda de Cristo y un deseo común de adorarlo. La misión del pueblo cristiano es, por tanto, la de ser un signo, como la estrella, que guíe el anhelo de Dios de toda la humanidad hacia Cristo, y convertirse en mediación para que Dios lleve a cabo la unidad de todos los pueblos.

Los Magos rinden homenaje al Niño abriendo los cofres de sus tesoros y ofreciendo sus dones que, desde la antigua tradición cristiana, se han entendido como signos de la misma identidad de Cristo: oro por su realeza, incienso por su divinidad; y mirra presagiando su muerte. 
La diversidad de dones, por tanto, es expresión de los distintos puntos de vista que cada tradición cristiana tiene de la persona y obra de Jesús. De manera que, cuando los cristianos se reúnen y abren sus cofres y sus corazones para rendir homenaje a Cristo, todos se enriquecen al compartir los dones de sus diversos puntos de vista. 

La estrella surgió en el Oriente (Mt 2, 2). Desde Oriente sale el sol, y desde lo que hoy conocemos como el Próximo Oriente, vino la salvación de nuestro Dios, por su infinita misericordia, bendiciéndonos con el nuevo amanecer que viene de lo alto (Lc 1, 78). Pero la historia del Próximo Oriente se caracterizó, y aún hoy se sigue caracterizando, por conflictos y luchas, y está manchada de sangre y oscurecida por la injusticia y la opresión. Recientemente, a partir de lo que se conoce como la Nakba palestina (término árabe con el que se denomina el éxodo de la población árabe palestina en la guerra de 1948), la región ha padecido una serie de guerras y revoluciones sangrientas, así como el auge del extremismo religioso. La historia de los Magos también está marcada por la oscuridad, como el caso de la orden despótica de Herodes de asesinar a todos los niños de Belén y sus alrededores con menos de dos años (Mt 2, 16-18). La crueldad de este relato resuena a lo largo de la historia del Próximo Oriente y también en su complicado momento presente. 

Fue en el Próximo Oriente donde la Palabra de Dios arraigó y dio sus frutos, y la cosecha fue de treinta, sesenta y hasta cien veces más. Y desde el mismo Oriente los apóstoles comenzaron a predicar el Evangelio hasta los confines de la tierra (Hch 1, 8). El Oriente Próximo ha dado miles de testigos y mártires cristianos. Y, aún hoy en día, esta pequeña comunidad cristiana se ve amenazada, por lo que muchos de sus miembros se ven obligados a buscar una vida más segura y en paz en otros lugares. Como la luz del Niño Jesús, la luz del cristianismo del Próximo Oriente está cada vez más amenazada en estos tiempos difíciles. 

Jerusalén es un símbolo importante para los cristianos, porque es la ciudad de la paz donde la humanidad fue salvada y redimida. Pero hoy en día la paz ha desaparecido de Jerusalén. Distintos partidos la reivindican, pero sin tener en cuenta a los demás. Incluso el culto y la oración en Jerusalén se han convertido en materia sobre la que se toman medidas políticas y militares. Jerusalén era la ciudad de los reyes, la ciudad en la que Jesús hará su entrada triunfal, aclamado como rey (Lc 19, 28-44). Por eso los Magos esperaban encontrar al nuevo rey recién nacido – según les había revelado la estrella – en esta ciudad real. Sin embargo, la narración nos dice que, en lugar de haber sido bendecida por el nacimiento del Rey Salvador, la ciudad de Jerusalén estaba envuelta en tumultos, al igual que hoy en día. 

Hoy, más que nunca, el Próximo Oriente necesita una luz celestial para acompañar a su pueblo. La estrella de Belén es una señal de que Dios camina con su pueblo, siente su dolor, escucha su grito y le muestra su compasión. Nos asegura que, aunque las circunstancias cambien y vengan terribles desastres, la fidelidad de Dios es infalible. El Señor ni duerme ni descansa. Camina al lado de su pueblo y sale a su encuentro cuando está perdido o en peligro. El camino de la fe es este caminar con Dios que siempre vela por su pueblo y que nos guía por las complejas sendas de la historia y de la vida. 

Para esta Semana de Oración, los cristianos de Oriente Próximo han elegido el tema de la estrella que surgió en el Oriente por diversas razones. Son muchos los cristianos occidentales que celebran la Navidad, la fiesta más antigua, que también es la fiesta principal para muchos cristianos orientales. Es la fiesta de la epifanía, la revelación de la salvación de Dios a todas las naciones en Belén y en el Jordán. Este énfasis en la teofanía (la manifestación) es, en cierta forma, uno de los tesoros que los cristianos del Próximo Oriente pueden ofrecer a sus hermanos y hermanas de todo el mundo. 

La estrella guía a los Magos haciéndolos pasar por el alboroto de Jerusalén, donde Herodes planea el asesinato de vidas inocentes. Todavía hoy en día, en varias partes del mundo, los inocentes sufren violencia y amenazas, y jóvenes familias han de huir de tiranos como Herodes y Augusto. En esas situaciones, los seres humanos buscan una señal que les confirme que Dios está con ellos. Buscan al rey recién nacido, rey de bondad, paz y amor. Pero, ¿dónde está la estrella que les guíe hasta él? La misión de la Iglesia es ser la estrella que ilumine el camino hacia Cristo, que es la Luz del mundo. Siendo estrella, la Iglesia se convierte en signo de esperanza en un mundo lleno de aflicción, y en signo de la presencia de Dios que acompaña a su pueblo en las dificultades de la vida. A través de la palabra y de la acción, los cristianos estamos llamados a iluminar el camino para que Cristo pueda revelarse de nuevo a todas las naciones. Pero las divisiones entre nosotros atenúan la luz del testimonio cristiano y oscurecen el sendero, impidiendo que otros puedan encontrar su camino hacia Cristo. Por el contrario, los cristianos unidos en la adoración a Cristo, abriendo los cofres de sus tesoros en un mutuo intercambio de dones, se convierten en un signo de la unidad que Dios desea para toda la creación. 

Los cristianos de Oriente Próximo ofrecen estos recursos para la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos siendo conscientes de que el mundo comparte muchas de las aflicciones y dificultades que ellos mismos experimentan, y de que anhela una luz que lo guíe en el camino hacia el Salvador, que es el único que vence las tinieblas. La epidemia global y globalista de COVID-19 y la consecuente crisis económica, y el fracaso de las estructuras políticas, económicas, religiosas y sociales; junto al pecado de omisión cobarde de los cristianos para proteger a los más débiles y vulnerables, han subrayado la necesidad global de que una luz brille en las tinieblas. La estrella que brilló en Oriente, en Oriente Próximo, hace dos mil años nos sigue llamando a acudir al pesebre, donde Cristo nace. Nos conduce allí donde el Espíritu de Dios está vivo y operante, a la realidad de nuestro bautismo, y a la transformación de nuestros corazones. 

Después de encontrarse con el Salvador y adorarlo juntos, los Magos regresaron a sus países por un camino distinto, habiendo sido advertidos en un sueño. Del mismo modo, la comunión que experimentamos en nuestra oración compartida debe inspirarnos a regresar a nuestra vida, a nuestras Iglesias y a nuestro mundo también por nuevos caminos. Transitar un camino distinto es una invitación al arrepentimiento y a la renovación de nuestra vida personal, de nuestras Iglesias y de nuestra sociedad. Seguir a Cristo es nuestro nuevo camino, y, en un mundo volátil y cambiante, los cristianos deben permanecer tan firmes y estables como las constelaciones y los planetas. Pero, ¿qué significa esto en la práctica? Servir al Evangelio hoy exige el compromiso de defender la dignidad humana, especialmente en los más pobres, los más débiles y los marginados. Exige por parte de las Iglesias transparencia y responsabilidad en sus relaciones mutuas y en su relación con el mundo. Esto significa que las Iglesias deben cooperar para proporcionar alivio a los afligidos, para acoger a los desplazados, para confortar a los abatidos y para construir una sociedad justa y honesta. Se trata de una llamada a que las Iglesias trabajen juntas, de manera que los jóvenes puedan construir un futuro conforme al corazón de Dios, en el que todos los seres humanos puedan experimentar la vida, la paz, la justicia y el amor. El nuevo camino entre las Iglesias es el camino de la unidad visible que buscamos con abnegación, valentía y audacia, hasta el día en que "Dios sea soberano de todo" (1 Co 15, 28).

La unidad de los cristianos eleva nuestro corazón hacia aquel que guía nuestra peregrinación hacia la unidad, el Señor. «Guiados por el único Señor», que es el que encabeza nuestra marcha, superaremos las dificultades del camino y los obstáculos que impiden a las Iglesias avanzar por las sendas de la comunión. Cuando ponemos al Señor en el centro de nuestras vidas y de nuestras comunidades, su luz nos guía como la estrella que orientó la ruta de los Magos. Unamos nuestra súplica en esta eucaristía para que la vida de todos los cristianos sea reflejo de la luz de Cristo, siendo sus testigos al profesar una misma fe.

El ecumenismo del martirio

La persecución de los cristianos en el siglo XX, especialmente bajo los totalitarismos y el ateísmo impuesto, unieron radicalmente a cristianos de iglesias y confesiones que hasta entonces habían rivalizado en iglesias nacionales o confesionalismos estatales, como los papas contemporáneos supieron remarcar promoviendo el acercamiento y el ecumenismo del martirio. Muchas veces se han incluido también aquí la denuncia profética de la persecución encubierta o de la corrupción política o la injusticia social desde la clave de la fe unida a la caridad.

Oración

Oh Señor, Dios Padre nuestro, que enviaste la estrella para guiar a los Reyes Magos al encuentro de tu Unigénito; aumenta en nosotros la esperanza en ti y haznos tomar conciencia de que tú caminas siempre a nuestro lado, cuidando de nosotros. Enséñanos a ser fieles al rumbo que nos marca el Espíritu Santo, por extraño que pueda parecernos, para que así podamos alcanzar la unidad en Jesucristo, luz del mundo. Haz que nuestros ojos se abran a tu Espíritu, y reaviva nuestra fe, para que confesemos que Jesús es Señor, y así lo adoremos y nos llenemos de una inmensa alegría, como los Magos en Belén. Te lo pedimos en el nombre de tu Hijo Jesucristo. Amén.