"DECLARACIÓN DE LA CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL" PARA EL FUTURO DE LA HUMANIDAD 🗽

Alimento para el pensamiento

Declaración 

de la Civilización Occidental

Instituto Liberal

Con la siguiente Declaración sobre la Civilización Occidental, queremos presentar al público una sólida defensa de que los fundamentos de nuestra civilización siguen siendo una guía adecuada para el futuro de la humanidad. 

Los patrocinadores de la declaración son Václav Klaus, Javier Milei y Jordan Peterson. Publicamos la declaración junto con los nombres de 106 personas invitadas a apoyarla inicialmente. Además de estas personas, agradecemos a Guido Hülsmann y Thorsten Polleit por su ayuda en la organización de la declaración, así como a Olivier Kessler por la publicación a través del Instituto Liberal.

Nuestra intención, mediante la siguiente Declaración de Occidente, es defender ante la opinión pública los fundamentos de nuestra civilización, la cual es aún una guía apropiada para el futuro de la humanidad. Los patrocinadores de la Declaración son Václav Kalus, Javier Milei y Jordan Peterson. La Declaración es publicada junto con los nombres de 106 firmantes iniciales invitados. Entre todos ellos, agradecemos en particular a Guido Hülsmann y Thorsten Polleit por su ayuda en la organización de la Declaración, así como también a Olivier Kessler por su publicación mediante el Instituto Liberal.

Madrid y Lausana, 1 de octubre de 2024.

Philpp Bagus y Michael Esfeld

Declaración de 

la Civilización Occidental

Nos preocupa el rumbo que está tomando la civilización occidental. Si bien en la actualidad están en juego poderosas fuerzas ideológicas y políticas que están a punto de destruir esta civilización desde dentro, estamos convencidos de que muchos de sus logros aún tienen el potencial de servir de guía para un futuro justo, pacífico y próspero para toda la humanidad:Los pensadores de la antigüedad griega y romana, así como la doctrina judeo-cristiana de que el hombre fue creado a imagen de Dios y su secularización en la época de la Ilustración, han establecido que todos los seres humanos están dotados de razón, por lo tanto son libres en su pensamiento y acción y, en consecuencia, responsables de lo que hacen. La razón universal es lo que une a la humanidad y lleva a reconocer a cada ser humano como persona individual y única con dignidad y el derecho inalienable a autodeterminar su vida. Por el contrario, las identidades basadas en afiliaciones grupales (raciales, de género, religiosas o de otro tipo) dividen a la humanidad y resultan en la supresión de la libertad y la dignidad individuales.

Mediante el reconocimiento de los derechos individuales a la libertad –el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad– la civilización occidental ha alcanzado logros de suma importancia para toda la humanidad. Entre estos logros figuran la abolición de la esclavitud, la eliminación del racismo y el tribalismo, así como el desarrollo de la ciencia y el imperio de la ley, que otorgan a todos los seres humanos los mismos derechos. La civilización occidental ha florecido porque estas libertades individuales han hecho posible el surgimiento espontáneo de comunidades y sociedades basadas en interacciones voluntarias, en lugar de en la coerción ejercida por una autoridad central.

Las libertades individuales en el marco del Estado de derecho han allanado el camino a la ciencia moderna y al espíritu emprendedor privado. Gracias a ellas, el ahorro y el trabajo duro no han permanecido estériles ni centrados en las necesidades de las autoridades políticas, como suele ocurrir en entornos sociales coercitivos, sino que, mediante la creación de mercados libres y el despliegue del capital (capitalismo), han creado una mejora sin precedentes de la prosperidad para todos los segmentos de la población. También han proporcionado una protección eficaz contra los diversos riesgos de la vida para todos, incluida una mejora inaudita de las normas de higiene y el fomento del uso cuidadoso y sostenible de los recursos naturales.

El orden socioeconómico que surge espontáneamente de las libertades individuales en el marco del imperio de la ley es fundamental para el progreso material y la protección del medio ambiente. La planificación central y la abolición de los derechos de propiedad privada, en cambio, dan lugar a un nivel de vida deficiente para todos, salvo para una pequeña élite, y al mismo tiempo conducen a la destrucción del medio ambiente natural.

Ante estos hechos, estamos convencidos de que continuar por el camino del progreso científico, tecnológico, económico y cultural dentro del marco de las libertades individuales, la propiedad privada y el estado de derecho de la civilización occidental es la única manera de preservar los logros del pasado, al tiempo que hacemos frente a los desafíos de nuestro tiempo y construimos un futuro justo, pacífico y próspero para toda la humanidad.

Comité de mecenazgo:

Václav Klaus, expresidente de la República Checa

Javier Milei, Presidente de Argentina

Jordan Peterson, profesor de psicología

Consultas:

Philip Bagus, Catedrático de Economía, Universidad Rey Juan Carlos, Madrid, España, philipp.bagus@urjc.es

Michael Esfeld, Profesor de Filosofía, Universidad de Lausana, Suiza, michael.esfeld@unil.ch

Declaración de Occidente

Estamos preocupados por la dirección que la civilización occidental está tomando. Y aunque existen en la actualidad fuerzas político-ideológicas en funcionamiento que están a punto de destruirla desde su interior, estamos convencidos de que muchos de sus logros aún tienen el potencial de guiarnos hacia un futuro justo, pacífico y próspero para toda la humanidad.Los pensadores de la Grecia y Roma antigua, la doctrina judeo-cristiana del hombre creó una imagen y semejanza de Dios, y su secularización en la Ilustración establecida que todos los seres humanos poseen razón y, por lo tanto, libertad en pensamiento y acción. manteniéndose responsables de sus actos. 

La universalidad de la razón es lo que unifica a la humanidad y conduce a reconocer a cada ser humano como una persona individual con dignidad, poseedora del derecho inalienable de determinar el rumbo de su vida. Las identidades basadas en la pertenencia a ciertos grupos (raciales, de género, religiosos u otros), por el contrario, dividen a la humanidad y desembocan siempre en la supresión de la libertad y la dignidad de los individuos.

Gracias al reconocimiento de los derechos individuales (es decir, el derecho a la vida, la libertad y la propiedad), Occidente obtuvo logros muy significativos e inimaginables que beneficiaron a toda la humanidad. Estos logros incluyen la abolición de la esclavitud, la eliminación de toda clase de racismo y tribalismo de la esfera pública, el desarrollo de la ciencia y del imperio de la ley, garantizando la universalidad e igualdad de derechos. Occidente floreció gracias a que las libertades individuales hicieron posible la emergencia espontánea de comunidades y sociedades construidas en base a interacciones voluntarias, y no en base a la coacción ejercida por una autoridad central.

Las libertades individuales bajo el imperio de la ley prepararon el camino para el desarrollo de la ciencia moderna y el emprendimiento privado. Gracias a ellas, el ahorro y el trabajo duro no permanecieron estériles ni dirigidos a las necesidades de la dirigencia política, como sucede habitualmente en sociedades coaccionadas por una autoridad central. Más bien, mediante la creación de mercados libres y el despliegue de capital (capitalismo), dieron lugar a un crecimiento de la prosperidad que no ha tenido paralelo en la historia, alcanzando a todos los segmentos de la población. Tales libertades también proveyeron protección eficaz para toda la población contra diversos riesgos vitales, incluyendo una mejora en las condiciones de higiene sin precedentes y el fomento del uso cuidadoso y sustentable de los recursos naturales.

El orden socioeconómico que surgió espontáneamente a partir de las libertades individuales bajo el imperio de la ley se ha denominado, habitualmente, capitalismo. Más allá de cómo queramos llamarlo, este orden ha sido fundamental para el progreso material y la protección medioambiental. La planificación centralizada y la supresión de derechos de propiedad, por el contrario, han conducido a niveles de vida cada vez más pobres para la mayoría (excepto para una pequeña elite) y la destrucción del medioambiente. A la luz de estos hechos, estamos convencidos de que debemos continuar por el sendero del progreso científico, tecnológico, económico y cultural en el marco de los valores de Occidente, la libertad individual, la propiedad privada y el imperio de la ley. Esta es la única manera de preservar los logros alcanzados y, simultáneamente, afrontar los desafíos de nuestros tiempos y construir un futuro justo, pacífico y próspero para toda la humanidad.

Patrocinadores:

Václav Klaus, Anitguo Presidente de la República Checa

Javier Milei, Presidente de la República Argentina

Jordan Peterson, Profesor de Psicología

Preguntas:

Philip Bagus, Profesor de Economía, Universidad Rey Juan Carlos, Madrid, España, philipp.bagus@urjc.es

Michael Esfeld, Profesor de Filosofía, Universidad de Lausana, Suiza, michael.esfeld@unil.ch

Firmas confirmadas:

• Miguel Ángel Alonso Neira, Catedrático de Economía Aplicada, Universidad Rey Juan Carlos, Madrid, España
• Javier Aranzadi, Catedrático de Teoría e Historia Económica, Universidad Autónoma de Madrid, España
• André Azevedo Alves, Profesor de Ciencias Políticas, St. Mary's University Twickenham, Londres, Reino Unido
• Philip Bagus, Profesor de Economía, Universidad Rey Juan Carlos, Madrid, España
• Luigi Marco Bassani, Profesor de Historia del Pensamiento Político, Università Telematica Pegaso, Roma, Italia
• Miguel Anxo Bastos Boubeta, Profesor de Ciencias Políticas, Universidad de Santiago de Compostela, España
• Konstantin Beck, profesor de Economía de la Salud, Universidad de Lucerna, Suiza
• Alberto Benegas Lynch, Presidente de la Sección Ciencias Económicas, Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Argentina
• Ralf B. Bergmann, profesor de Física, Bremen, Alemania
• María Blanco González, Catedrática de Historia del Pensamiento Económico, Universidad CEU-San Pablo, Madrid, España
• Hardy Bouillon, catedrático de Filosofía, Trier, Alemania
• Andreas Brenner, Profesor de Filosofía, Basilea, Suiza
• Per Bylund, profesor de emprendimiento, Universidad Estatal de Oklahoma, Stillwater, Oklahoma, EE.UU.
• Paul Cullen, profesor de Medicina de Laboratorio, Universidad de Münster, Alemania
• Gerald Dyker, profesor de química de la Universidad de Bochum (Alemania)
• David Engels, Profesor de Historia, Bruselas, Bélgica
• Michael Esfeld, profesor de Filosofía, Universidad de Lausana, Suiza
• Eduardo Fernández Luiña, Profesor de Estudios Políticos, Universidad Francisco Marroquín, Madrid, España
• Bernado Ferrero, Economista, Universidad Rey Juan Carlos, Madrid, España
• Egon Flaig, profesor emérito de Historia Antigua, Universidad de Rostock, Alemania
• Gunter Frank, médico y publicista, Heidelberg, Alemania
• Carlos A. Gebauer, abogado especialista en derecho médico, vicepresidente de la Sociedad Hayek y vicepresidente del Colegio de Abogados de Renania del Norte-Westfalia, Düsseldorf, Alemania
• Bogdan Glăvan, Profesor de Economía, Universidad Rumano-Americana, Bucarest, Rumania
• León Gómez Rivas, Profesor de Ética e Historia del Pensamiento Económico, Universidad Europea, Madrid, España
• Gudrun Günzel, pediatra, Dresde, Alemania
• Reinhard Günzel, físico y empresario, Dresde, Alemania
• Andreas Heisler, médico y publicista, Ebikon, Suiza
• Laurent Heisten, Abogado de la Corte, Luxemburgo
• Jeffrey Herbener, profesor de Economía, Grove City College, Pensilvania, EE.UU.
• Stefan Homburg, profesor emérito de Finanzas Públicas, Universidad de Hannover, Alemania
• Guido Hülsmann, profesor de Economía, Universidad de Angers, Francia
• Jesús Huerta de Soto, Profesor de Economía, Universidad Rey Juan Carlos, Madrid, España
• Karl-Friedrich Israel, Profesor de Economía, Université Catholique de l'Ouest, Angers, Francia
• Nathalie Janson, profesora de Economía, Neoma Business School, París, Francia
• Axel Kaiser, Presidente de la Fundación para el Progreso, Santiago, Chile
• Eric Kaufmann, profesor de Política, Universidad de Buckingham, Reino Unido
• Olivier Kessler, Director General del Instituto Liberal, Zúrich, Suiza
• Kay Klapproth, bióloga y publicista científica, Heidelberg, Alemania
• Peter Klein, profesor de emprendimiento, Universidad de Baylor, Waco, Texas, EE.UU.
• Marcus Knaup, profesor particular de filosofía, Hagen, Alemania
• Jörg Knoblauch, profesor honorario, empresario y publicista, Giengen, Alemania
• Barbara Kolm, economista y directora del Instituto Friedrich von Hayek, Viena, Austria
• Robert C. Koons, profesor de Filosofía, Universidad de Austin, Texas, EE.UU.
• Sandra Kostner, historiadora de la Universidad de Educación de Schwäbisch Gmünd y presidenta de la Red para la Libertad Académica de Alemania
• Boris Kotchoubey, profesor emérito de Psicología Médica, Universidad de Tübingen, Alemania
• Markus Krall, empresario y publicista, Hauptwil, Suiza
• Martín Krause, Profesor de Economía, Universidad de Buenos Aires, Argentina
• Philipp Kruse, abogado, Zúrich, Suiza
• Axel Bernd Kunze, profesor particular de ciencias de la educación, Universidad de Bonn, Alemania
• Daniel Lacalle, economista, Londres, Reino Unido
• Christian Langer, empresario, presidente del Club Hayek Trier-Luxemburgo, Alemania
• Vera Lengsfeld, publicista, Sondershausen, Alemania
• Kurt R. Leube, Profesor Emérito de Economía, Director Académico de la Fundación del Centro Europeo de Economía Austriaca, Stanford, EE.UU.
• Manuel Llamas, Director Ejecutivo del Instituto Juan de Mariana, Madrid, España
• Cristian López, Filósofo, Universidad de Lausana, Suiza
• Carlo Lottieri, Profesor de Filosofía del Derecho, Università Telematica Pegaso, Roma, Italia
• Christoph Lütge, profesor de Ética Empresarial, Universidad Técnica de Múnich, Alemania
• Cristian Manolachi, Historiador, Cluj-Napoca, Rumania
• Antonio Martínez González, Profesor de Economía, Universidad Rey Juan Carlos, Madrid, España
• Cristóbal Matarán, Profesor de Economía, Universidad Europea, Madrid, España
• Jörg Matysik, profesor de química analítica, Universidad de Leipzig, Alemania
• Thomas Mayer, economista, director del Instituto de Investigación Flossbach von Storch, Colonia, Alemania
• Michael Meyen, Profesor de Comunicación, Universidad Ludwig Maximilians de Munich, Alemania
• Alberto Mingardi, Profesor de Historia del Pensamiento Político, Universidad IULM de Milán, Italia
• Daniel Model, empresario, miembro del consejo de administración del Instituto Liberal, Triesen, Liechtenstein
• Gustavo Morales-Alonso, Profesor de Economía, Emprendimiento e Innovación, Universidad Politécnica de Madrid, España
• José Manuel Moreira, Profesor de Electrónica y Telecomunicaciones, Universidade de Aveiro, Portugal
• Gerd Morgenthaler, Profesor de Derecho, Universidad de Siegen, Alemania
• Benjamin Mudlack, empresario, miembro de la junta directiva de la Iniciativa Atlas, Salzbergen, Alemania
• Antony Müller, Profesor de Economía, Universidad Federal de Sergipe, Brasil
• Gabriel Mursa, Profesor de Economía y Relaciones Internacionales, Universidad Alexandru Ioan Cuza, Iaşi, Rumania
• Dietrich Murswiek, profesor emérito de Derecho Público, Universidad de Friburgo, Alemania
• Robert Nef, publicista, St. Gallen, Suiza
• Max Otte, profesor de Economía Política y Empresariado, Colonia, Alemania
• Cristian Păun, Profesor de Economía, Universidad de Estudios Económicos de Bucarest, Bucarest, Rumania
• SAS el Príncipe Felipe de Liechtenstein
• Thorsten Polleit, profesor de Economía de la Universidad de Bayreuth y presidente del Instituto Mises (Alemania)
• Jean-Claude Pont, profesor emérito de Historia y Filosofía de la Ciencia, Universidad de Ginebra, Suiza
• Adrián Ravier, Profesor de Economía, Universidad del CEMA, Buenos Aires, Argentina
• Carlos Rodríguez Braun, Catedrático de Historia del Pensamiento Económico, Universidad Complutense, Madrid, España
• Peter Ruch, pastor y publicista jubilado, Küssnacht am Rigi, Suiza
• Roberto Salinas León, Director del Centro de Redes Atlas para América Latina, Ciudad de México
• David Sanz Bas, Profesor de Economía, Universidad Católica de Ávila, España
• Andreas Schnepf, profesor de química inorgánica, Universidad de Tübingen, Alemania
• Dieter Schönecker, Profesor de Filosofía, Universidad de Siegen, Alemania
• Christian Schubert, profesor de Psicología Médica, Psicoterapia y Psicosomática, Universidad Médica de Innsbruck, Austria
• Andrea Seaman, presidenta de la Unión Suiza por la Libertad de Expresión, Zúrich, Suiza
• Sigmund Selberg, profesor de Matemáticas, Universidad de Bergen, Noruega
• Wolfgang Stoelzle, ex profesor de Gestión Logística de la Universidad de St. Gallen (Suiza)
• André Thess, profesor de almacenamiento de energía, Universidad de Stuttgart, Alemania
• Andreas Tiedtke, Doctor en Derecho, Miembro de la Junta Ejecutiva del Ludwig von Mises Institut Deutschland, Lauf an der Pegnitz, Alemania
• Mark Thornton, investigador principal del Instituto Mises, Auburn, Alabama, EE.UU.
• Mihai Vladimir Topan, Profesor de Economía, Universidad de Estudios Económicos, Bucarest, Rumanía
• Cristinel Trandafir, Profesora de Ciencias Sociales, Universidad de Craiova, Rumania
• Jeffrey Tucker, Instituto Brownstone, Austin, Texas, Estados Unidos
• Tobias Unruh, profesor de Física, Universidad de Erlangen-Nünberg, Alemania
• Eric P. Verrecchia, profesor emérito de dinámica de la superficie terrestre, Universidad de Lausana, Suiza
• Carola Freiin von Villiez, Profesora de Filosofía, Universidad de Bergen, Noruega
• Daniel von Wachter, Profesor de Filosofía, Mauren, Liechtenstein
• Gerhard Wagner, profesor de Sociología, Universidad Goethe, Frankfurt (Main), Alemania
• Karla Wagner, presidenta del Club Hayek, Weimar, Alemania
• Harald Walach, profesor investigador, Next Society Institute, Universidad Kazimieras Simonavicius, Vilnius, Lituania
• John Waters, publicista, Dublín, Irlanda
• Erich Weede, profesor emérito de Sociología, Universidad de Bonn, Alemania
• Roland Wiesendanger, profesor de Física, Universidad de Hamburgo, Alemania
• Toby Young, director de The Free Speech Union, Londres (Reino Unido)